ACTO HUMANO Con el término «acto humano» se quiere designar el obrar propio del hombre que, en cuanto tal, puede convertirse en objeto de valoración moral. Esta definición tiene su origen en la distinción, ya presente en la teología medieval, entre actus hominis y actus humanus. El primero es un acto puesto por el hombre, que sin embargo no depende (al menos inmediatamente) de su voluntad deliberada. Pertenecen a esta categoría los diversos procesos fisiológicos y el conjunto de las acciones provocadas por dinamismos biopsíquicos no controlables (los sueños, los tics nerviosos, etc.). El segundo, por el contrario, es un acto que brota directamente de las facultades superiores del hombre (la inteligencia y la voluntad) y del que él es, por consiguiente, responsable. La teología moral se interesa evidentemente sólo por esta última tipología de actos, en cuanto que en ellos se implica la libertad del hombre. 1. Las estructuras del obrar humano.- El acto humano exige por tanto un juicio moral. Pero no puede darse este juicio ético sin una profunda penetración de su significado. En efecto, es evidente que el grado de conocimiento y de libertad varía según la diversa consistencia objetiva de los actos y según el diverso grado de participación subjetiva en los mismos. La reflexión moral ha puesto siempre en evidencia la necesidad de considerar, por un lado, el dato objetivo (materia) y por otro, el subjetivo (advertencia y consentimiento). La valoración del acto humano debe darse relacionando entre sí estos dos aspectos, ya que ambos contribuyen a determinar su eticidad. En los manuales tradicionales, a partir del s. XVII, prevaleció, sin embargo, la tendencia a dar mayor importancia al aspecto objetivo-material, infravalorando (y a veces incluso olvidando por completo) el aspecto subjetivo. La reflexión moral contemporánea, por el contrario, concede cada vez mayor importancia a la dimensión formal-personal del obrar, esforzándose por remontarse del acto al mundo del sujeto, para captar sus niveles efectivos de autoconciencia y de libertad, de intencionalidad y de finalidad. En esta perspectiva, el acto humano se relaciona estrechamente con el mundo interior de la persona, captada en toda la riqueza de su dinamismo expresivo. Se trata, por consiguiente, de un momento de un amplio proceso de autorrealización personal, que debe ser analizado cuidadosamente, tanto en el plano diacrónico como en el sincrónico, para llegar a penetrar su significado más profundo. En esta óptica, adquieren cada vez mayor importancia las actitudes que subyacen al mismo y, más radicalmente, el proyecto de conjunto de vida ( >Opción fundamental) Esta forma nueva y más penetrante de interpretar el acto humano, introduciéndose en su estructura más íntima, permite superar la tentación de una «moral de los actos» que acaba «cosificando» y “atomizando" el obrar humano. 2. Los elementos de definición del acto humano.- En la raíz de la valoración moral del obrar están los elementos de conocimiento y de libertad, a los que hay que añadir, en la visión cristiana, la realidad de la gracia. Los tres interactúan entre sí sobre todo según un dinamismo unitario, que, en cierta medida, puede descomponerse. El elemento cognoscitivo reviste una importancia decisiva. Pero hay que recordar que el conocimiento moral no se identifica con el simple conocimiento intelectual; se trata de un conocimiento que compromete mucho más existencialmente y que supone una apreciación subjetiva del valor. En otras palabras, es un conocimiento estimativo que nace de la asimilación del valor en la experiencia personal y que se refuerza en la praxis. De forma análoga, la libertad, que está siempre situada y por tanto condicionada, no se da una vez para siempre, sino que se desarrolla y crece en el interior de un camino caracterizado por etapas diversas y por modalidades diferentes de actuación. Todavía resulta más misteriosa la influencia de la gracia, que actúa en lo más profundo del hombre como elemento que respeta el conjunto de los datos naturales y que interactúa al mismo tiempo sobre ellos, estimulando al hombre al ejercicio de la caridad como autoentrega de sí mismo a Dios y a los hermanos. El acto humano es, en definitiva, el resultado de una trama compleja de factores que hay que sopesar atentamente en su incidencia, intentando captar las mutuas interacciones en el marco de una lectura global. 3. Los criterios de la valoración moral.- La atención que se dirige privilegiadamente al aspecto subjetivo del acto no debe hacer olvidar la importancia que tiene el dato objetivo. De lo contrario, se corre el riesgo de caer en una moral de la “pura intención”, que prescinde de la densidad real de la acción. Es verdad que, en último análisis, la moralidad es la que pertenece a la interioridad del sujeto y que él expresa, con mayor o menor acierto, en sus actos. Pero no por eso hay, que ignorar la importancia decisiva de la accion, que tiene por sí misma repercusiones, positivas o negativas. sobre uno mismo, sobre los demás y sobre el mundo. Esto quiere decir que el acto, en su contenido material, no es de suyo indiferente. La actitud interior y el comportamiento externo son juntamente datos constitutivos de la moralidad, la cual es entonces el fruto de la intersección de la intencionalidad con la eficacia histórica. La primacía que se concede a la actitud (buena o mala) no anula la exigencia de verificación del comportamiento (recto o erróneo). Por otra parte. hay que reconocer que la entidad de la materia sobre la que recae la opción es también normalmente decisiva en orden a la determinación de la actitud subjetiva. Cuando la acción es en sí misma más comprometedora hay que suponer generalmente que debe existir un mayor compromiso en el sujeto. El juicio moral del acto humano es, por consiguiente, el resultado de una aplicación correcta de los diversos criterios, sin olvidar por otra parte la prioridad de la persona y de su mundo interior, que nunca puede objetivarse por completo. Bibl.: R. Frattallone, Acto humano. En NDTM, 23-46; F BOckle, Moral fundamental, Cristiandad, Madrid 1980; E. Chiavacci, Acto humano en DTI 1, 339-350; C. H. Schutz - R. Sarach, El hombre como persona, en MS 1111, 716-736. l hablar de ética de la investigación implica no solo a los científicos en su carácter de grupo social, sino en alusión a cada uno como individuo. El tema tiene implicancias como el desfase entre el gran avance en lo científico y tecnológico por un lado y los valores por otro.; de tal manera que ahora enfrentamos el riesgo de la hecatombe nuclear siendo hoy más que nunca patente que cada suceso en el campo de la ciencia tiene una gran trascendencia en el futuro de la humanidad en pleno; para mejor o para peor. Los aspectos que comporta la ética de la investigación son variados y puede afirmarse que la investigación es un aspecto particular de la más amplia problemática que significa la relación entre ética y ciencia. Una primera cuestión implica las exigencias éticas del investigador en su relación de trabajo con otros científicos y sus colaboradores: En este plano, es de preponderancia ética el reconocimiento de los trabajos utilizados para obtener información así como el mérito de cada persona que haya colaborado en el trabajo. Cada vez menos los logros científicos son fruto del trabajo de una sola persona, cada trabajo se basa ya se a en el esfuerzo de un equipo o por lo menos en antecedentes y/o teorías ya enunciados con anterioridad. El uso de ideas o resultados preliminares ajenos, sin permiso para hacerlo constituye una práctica ajena a la ética e incluso comporta un robo intelectual o plagio científico. Quien actúe como mero supervisor o asesor de un trabajo no deberá, éticamente hablando, usurparlo calificándolo como suyo o mencionarse como coautor, tal actitud estaría reñida con la ética. Finalmente, la terminante regla ética de no realizar “robos intelectuales”. Implica la más burda forma que es el plagio, es decir, copiar ideas, fórmulas o resultados de una investigación y presentarlos como propios, por lo demás estas acciones terminan por descubrirse Necesidad de formación permanente como parte de la ética de la responsabilidad. Aunque este aspecto no aparece directamente como ético, tiene grandes implicancias éticas. Aparece en contraposición al llamado “síndrome del producto terminado”, es decir que cualquier científico, sin importar cuan eminente sea, siempre es perfectible, siempre es un “producto semi elaborado”. El tema tiene que ver con la creciente y acelerada obsolescencia de los conocimientos. La respuesta pasa obligatoriamente por la actualización de cada científico como una responsabilidad insoslayable en realidad para cada ser humano pero en forma muy especial, de los investigadores. La responsabilidad de los científicos frente a las consecuencias o resultados de sus investigaciones. Este es un aspecto particular de una cuestión de mucho mayor amplitud: el modo de usar el saber científico. Resulta notorio cómo a estas alturas gran parte de los científicos e investigadores desarrolla su labor en el área militar. Significa que nada menos que la tercera parte de la investigación actual se dedica a la “ciencia” de matar dejando en cuestión temas como los derechos humanos, la razonabilidad de los propios científicos y otros. La ciencia pues, no sustrae al científico de la responsabilidad de preguntarse a sí mismo por el sentido de su trabajo, el objetivo de sus investigaciones y asuntos similares. Otro aspecto de gran relevancia a tener en cuenta es el de los avances en materia genética, desde la clonación de una oveja hace unos años hasta el preguntarse si se ha incursionado en la era del homo clonicus ya configura in inquietante cuestionamiento. Es entonces una gran responsabilidad de los científicos el cuestionarse a cada tanto por el objetivo de sus investigaciones y el uso de sus resultados. Las frases “la ciencia al servicio de los seres humanos”, “la ciencia al servicio de la vida”, “la ciencia dirigida a satisfacer las necesidades de la sociedad” quedan muchas veces reducidas a simples igerezas tópicas si los científicos se desproveen de las consideraciones éticas que involucran no solo la ética de la ciencia, sino, y principalmente, la ética de los científicos de lo cual, a mi criterio deriva todo el resto del tema. La coherencia entre las conclusiones científicas a las que llega el investigado y su modo de vida, es un aspecto ético de gran importancia. Se señala en el texto como incoherente el investigar, por ejemplo, sobre los daños del tabaco a la salud humana mientras se es un fumador empedernido. La simpleza de este ejemplo puede resultar engañosa y peligrosa. En realidad, no existe posesión de la verdad sino una búsqueda incansable y el esfuerzo para develarla y nadie tiene derecho a imponer a los demás una interpretación particular. Todos estos son aspectos de gran relevancia sobre el tema de la ética en la ciencia La adhesión y la defensa de determinadas formulaciones teóricas y conclusiones científicas no deben expresarse dogmáticamente sino que deben respetar el derecho de vivir según las propias ideas y de criticar aquello que nos parezca incorrecto, lo cual además constituye un deber. Es claro que, a algunos científicos actuales no les preocupa compatibilizar su trabajo con la conservación de la naturaleza, por ejemplo y ello constituye una gran falta de carácter ético que pone en riesgo la vida en nuestro planeta y la existencia de la propia humanidad mientras hierven en declaraciones de compromiso con la ciencia, al margen de sus inconfesables lealtades. Los límites éticos de la ciencia. No son los únicos límites pues existen además los límites presupuestarios, los socioculturales y los relativos a las cuestiones que la ciencia puede plantearse; sin embargo éstos quedan fuera de los alcances del presente trabajo. El propósito de este trabajo es versar sobre las fronteras al avance de la ciencia, aunque ésta parezca imparable, en los aspectos que pueden producir la degradación humana o atentar contra la naturaleza; en realida se trata de supeditar el desarrollo científico al respeto de la dignidad y los derechos de la persona. Parece ser un eficiente modo de fijar los límites el plantearse las siguientes preguntas: ¿Cómo asegurar el equilibrio entre la dignidad humana, el respeto a la vida y las aplicaciones de los avances científicos? ¿Cómo garantizar que la ciencia y la tecnología en alguno de sus avances, no van a degradar a los seres humanos, a otros seres vivos y en general a la naturaleza? Si bien la amplitud de lo que científicamente puede hacerse debe realizarse desde el punto de vista ético. La idea prevaleciente en algún momento de que la naturaleza debe ser subyugada para entregarnos todos sus secretos, atarla a nuestro servicio y esclavizarla, ha quedado pues, sin ninguna validez. La época en que se experimentó con seres humanos ha quedado, al menos eso esperamos, definitivamente descartada, por lo menos en el campo de la ciencia oficial y por lo menos en los países con apego a la democracia y la transparencia. Queda mucho por hacer, en cambio en la experimentación con animales los cuales son sometidos a crueldades aún sin límites en aras de la ciencia. La bioética como nuevo rostro de la ética científica. No se refiere a la ética de la biología humana, sino en realidad a todos los aspectos de implicación de la biotecnología. Esta concepción parte del supuesto de que la ciencia no es buena ni mala por cuanto estudia, investiga y descubre lo que existe. La tecnología es otra cosa, su conocimiento puede aplicarse de una u otra forma, es el caso de las técnicas de manipulación del genoma humano. La manipulación de los genes apareció a mediados delos años setenta, permite alterar sustancialmente a los seres vivos mediante la alteración o cambios en los genes, se introducen genes extraños que producen nuevos organismos, al comienzo se hizo con organismos muy simples como bacterias para producir insulina humana a bajo costo. Desde entonces se ha avanzado pasando por la manipulación de animales y vegetales convirtiéndolos en transgénicos para producir determinados compuestos como leche capaza de tratar enfermedades, hasta lograr el hígado transgénico par usarlo en trasplantes. Las posibilidades de los conocimientos de hoy en materia de genética son casi infinitos tanto en lo positivo como en lo negativo, puede decirse que estamos ante el umbral del secreto de la vida siendo posible intervenir el genoma humano. Este es el periodo más delicado del desarrollo científico y tecnológico, es cuando las consideraciones en materia de ética alcanzan su máxima importancia. Todos estos son aspectos de gran relevancia sobre el tema de la ética en la ciencia. El punto de partida para justificar la ética de la ciencia se resume en el principio ético de que no todo vale igual. Existe la distinción entre lo bueno y lo malo; que corresponde a cada científico en su esencia como persona, decisión que queda en el plano puramente personal y moral sin estar especificado por la ciencia ni por el método científico. Cada científico de hoy y cada estudiante que va en camino de serlo, tiene frente a sí la gran responsabilidad de plantearse el problema, de enfrentarlo y de orientar su accionar en función de las consideraciones éticas teniendo en cuenta que la pretendida neutralidad de la ciencia no es tal sino que existe en función la orientación que el investigador le inserte al hacer uso de ella. Resumen "Un Milagro Para Lorenzo" Película Un milagro para Lorenzo (Lorenzo’s oil) • Método empírico (- analítico): ausente en el diccionario. Conocimiento autocorrectivo y progresivo. Características de las ciencias naturales y sociales o humanas. Caracteriza a las ciencias descriptivas. Es el método general más utilizado. Se basa en la lógica empírica. Dentro de éste podemos observar varios métodos específicos con técnicas particulares. Se distinguen los elementos de un fenómeno y se procede a revisar ordenadamente cada uno de ellos por separado. [pic] En Un milagro para Lorenzo: * Durante las escenas de la convención de familias con ADL, vemos que todos saben más o menos sobrellevar la enfermedad de sus hijos. Asisten a la convención para enterarse de lo más reciente en cuanto a ese padecimiento, pero también para compartir sus impresiones y aconsejarse. Todo a partir de la experiencia y el continuo vivir con los niños enfermos. • Método científico: Es un rasgo característico de la ciencia, tanto de la pura como de la aplicada: donde no hay método científico, no hay ciencia. Pero no es infalible: puede perfeccionarse mediante la estimación de los resultados a los que llega medio del análisis directo. Tampoco es autosuficiente: no puede operar en un vacío de conocimiento, sino que requiere de algún conocimiento previo que tiene que complementarse mediante métodos especiales adaptados a las peculiaridades de cada tema. [pic] En Un milagro para Lorenzo: * A lo largo de toda la película podemos apreciar el método científico: la observación (síntomas, actitudes, etc.); la formulación de varias hipótesis, el registro y comparación de resultados, algunos desarrollos experimentales y la comprobación y aceptación /refutación de hipótesis. • Ciencia: conjunto de conocimientos racionales, ciertos o probables cuyos contenidos son susceptibles de ser transmitidos, y que obtenidos de manera metódica y verificados frente a la realidad se sistematizan de modo orgánico haciendo... Digo De éTica En Las Organizaciones - Presentation Transcript La importancia de los códigos de ética en las organizaciones Ética profesional de los servicios ¿Qué es un código de ética? “ Conjunto de normas que ordenan e imprimen sentido a los valores y principios de conducta, que sirven de fundamento a su actuación en todo tipo de actividad y entorno”. ( Federación Nacional de Colegios de Licenciados en Administración) Es un documento formal donde se contienen valores básicos y reglas éticas de una profesión. ¿Por qué establecerlo? Fortalece una cultura ética y de servicio. Permite un diálogo reflexivo y solidario entre los miembros de una organización. Ayuda a priorizar principios y valores que se dirijan a la humanización de los recursos existentes. Para que la función de los servidores se rijan por las normas de derecho a través de sus acciones que, a su vez, reflejen las diferentes emociones que dan un sentido a su vida. Influyen en la planificación y gestión de operaciones y en los procesos de mejoramiento institucional, conservando el marco legal que la rige. Objetivos Atiende a los requerimientos del cliente. Integra la Visión y Misión de la Empresa. Fortalece a la organización con su entorno. Guía a los elementos de la Empresa en sus tareas diarias. Es un elemento indispensable en la capacitación del personal. El código de ética y sus características: Regular la conducta por las normas contenidas en este, así como las legales y morales. Controla las relaciones con el público en general Realza la responsabilidad sobre la toma de decisiones y las acciones Promueve la honestidad para resolver problemas Mejorar las relaciones laborales Desarrollo de los individuos por medio de capacitación. Compromiso ante la sociedad Se pueden crear lineamientos a dicho código que relacionen las actividades diarias con el compromiso social de la Empresa. La importancia del código de ética en las organizaciones Herramienta vital para moldear y limitar las actitudes del personal de la empresa Forma de cambiar la visión de la sociedad y los profesionistas. Código de ética del administrador de instituciones: (puntos a considerar) Respeto al capital humano, dentro de la misma rama laboral y de otras profesiones. Compromiso con la sociedad, para respetar los valores e ideologías con las que cuenta. Compromiso para proveer un servicio de calidad. Precios justos para los servicios ofrecidos. La ética para la solución de problemas laborales. Proyectos enfocados al desarrollo del medio ambiente www.yakult.com.mx Tarea: revisar y analizar la misión y visión de una empresa de servicios (hotel, restaurante, hospital, agencia de viajes etc.) Para la siguiente clase reflexionar y compartir la información por parejas.