24 LAS PLANTAS MAS REPRESENTATIVAS o más propiamente la polinización cruzada (entomogamia); la autopolinización es ineficaz, por no hallarse el estigma a punto cuando tiene lugar la madurez de los estambres. El hecho de que un prado sea abundante en esta planta forrajera es un buen indicador de su alto poder nutritivo; por el contrario, cuando escasea, el praticultor deberá poner todo su empeño en favorecer su desarrollo. La obtención de semillas seleccionadas de esta planta es una técnica que se deberá recomendar siempre. Siguiendo la orientación de estas primeras páginas de introducción del presente libro, no puedo detenerme en el detalle descriptivo de otras buenas forrajeras que merecen las mayores atenciones del agricultor, y me limitaré a nombrarlas; entre ellas, merecen recordarse la lupulina (Medicago lupulina), otra buena y fina leguminosa forrajera; la esparceta o pipirigallo (Onobrychis), el pie de pájaro (Ornithopus), algunas vezas (Vicia) y otras más. En el estudio especial de los prados se dan más detalles en relación con estas plantas pratenses. Y ahora, una rápida ojeada a tres "malas hierbas" que hacen mucho daño en maizales, patatales, alfalfares y otros cultivos de la Montaña. De las tres me ocupo con el debido detenimiento a continuación, y sobre su lucha y recursos de extirpación puede verse el capítulo referente a la lucha con las llamadas "malas hierbas". Para el botánico que adora todas las plantas, sea cuales fueren, este término de "malas hierbas" no suena bien; pero para el campesino, agobiado con la maleza que tanto perjudica a sus plantas útiles, sí que está revestido de sentido el apelativo despectivo, y ante tal razón el botánico se apresura a denunciar y dar pelos y señales de las qué tanto daño hacen en el campo. No es tarea fácil desembarazarse de las mismas, y merecen mención especial la corregüela (Calystegia sepium), el ceniza o mastrancho (Chenopodium álbum) y la romaza o lengua de vaca (Rumex conglomeratus). La corregüela mayor (Calystegia sepium) Planta dañina si logra apoderarse de un campo de maíz, ya que asfixia con su enorme masa de hojas y sus tallos trepadores las cañas de esta planta americana. He visto en Santander algunos maizales en estado deplorable, por haberse descuidado su lucha. Sus cuarteles de concentración se localizan en los setos. Es planta trepadora, que torio el mundo conoce f ácilmente, por sus grandes campanillas blancas, que se abren de mayo a octubre. Se la encuentra en los niveles bajos, si bien puede llegar a la cota de los 1.500 m. s. m. Su distribución geográfica es enormemente amplia, püdiendo considerarse casi cosmopolita, pues habita en las cinco partes del mundo, difundida por el hombre con sus cultivos. Recibe el nombre francés de Liseron; en inglés se llama White Bindweed; el nombre científico procede de los vocablos griegos calos, bello, y estegos, ta^ A ^ * aludiendo a las dos grandes y bellas brácteas que pueden verse en la