Hace 50 años falleció Félix Restrepo, S.J. Educador y Hombre de letras Carlos Julio Cuartas Chacón En la edición del 17 de diciembre de 1965, el periódico El Tiempo se refirió a la muerte, ocurrida el día anterior, de quien era en ese momento el Director de la Academia Colombiana de la Lengua. La nota, titulada “El Padre Félix”, concluyó con las siguientes palabras: “Colombia pierde un varón de virtudes esclarecidas y un servidor eminente de su cultura. A esta enalteció desde la cátedra y desde el libro, y, singularmente, desde la Universidad Javeriana, de la que fue su Rector fundador. En sus aulas perdurará, inextinguible, la noble lección de su vida”. El insigne jesuita había muerto en la Clínica Palermo, poco después de sufrir un severo infarto, mientras iba en el automóvil que lo llevaba del Colegio San Bartolomé La Merced, donde residía desde hacía diez años, hacia la sede de la Academia. Tenía 78 años de edad. Como lo dijera Blanca Isaza de Jaramillo, “su muerte fue como la caída de un roble: estremeció toda la montaña; causó un hondo estupor en el paisaje; para él parecía no existir el calendario; conservaba una envidiable juventud de espíritu; su actividad no conoció el descanso”. Cuando en 1992, se le encomendó al P. Manuel Briceño, S.J., dilecto alumno del Padre Félix y como su maestro, Director de la Academia de la Lengua, que en pocas palabras presentara la figura del jesuita, escribió las siguientes líneas: “Varón de insignes dotes morales e intelectuales, indiscutible autoridad en los distintos campos de la actividad humana. Rector de la Universidad de 1941 a 1950, promovió la creación de las Facultades de Medicina, Derecho Canónico, Enfermería y de la Escuela de Periodismo y Radiodifusión y dio comienzo a la obra del Hospital de San Ignacio. Fue fundador del Instituto Caro y Cuervo y por varios años Director de la Academia Colombiana de la Lengua”. Sin duda alguna Félix Restrepo fue el jesuita colombiano más destacado en el siglo XX. Nacido en Medellín, el 23 de marzo de 1887, y bachiller del Colegio de San Ignacio, ingresó a la Compañía de Jesús en 1903. Realizó estudios en España, Holanda y Alemania, y obtuvo sus títulos de Doctor en Filosofía, Teología y Pedagogía. Su firma aparece en el acta del 1º de octubre de 1930, que contiene la decisión de restablecer la Universidad Javeriana. Entonces era el secretario del Provincial. A partir de 1932, ocupa el cargo de Decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Jurídicas, y nueve años después, será Rector de la Universidad, -el primero que no lo fue a la vez del Colegio de San Bartolomé-, función que desempeña hasta 1950. De esta forma, fue larga y muy significativa su vinculación a la Javeriana. Fundador de Revista Javeriana, él fue artífice de las Facultades Femeninas, que marcaron un hito en el desarrollo institucional. En 1947 fue portada de Semana, revista que hizo un elogio del destacado Rector de la Javeriana; y en 1950, el Gobierno de Colombia le confirió la Orden de Boyacá en la categoría de Comendador. En 1951 viajó a México, donde permaneció algún tiempo. Entonces fue director del centro Cultural Universitario, entidad que dio origen a la actual Universidad Iberoamericana. De nuevo en Colombia, asumió a partir de 1955 el cargo de Director de la Academia Colombiana de la Lengua. El 13 de octubre de 1965, apenas dos meses antes de su muerte, el Padre Félix recibió el título de Doctor Honoris Causa en Ciencias de la Educación, otorgado por la Universidad de Antioquia. Obra escrita del Padre Félix. De sus trabajos, el Caro y Cuervo publicó una bibliografía en 1950, revisada directamente por el Padre, que incluye 707 entradas, con registros que empiezan en 1911. Entre sus libros sobresalen La llave del griego, escrito con el P. Eusebio Hernández, S.J., y los tres tomos de El Castellano en los Clásicos. Los discursos académicos del P. Félix fueron recopilados en 1957 por la Academia Colombiana en el libro Astros y Rumbos. Luego de su muerte, esta corporación publicó en cuatro volúmenes, una selección de sus escritos. Obra biográfica e iconografía. El propio Padre Félix, pocos meses antes de su muerte, compartió los recuerdos de su vida con el P. Carlos Ortiz, S.J. El texto fue publicado por primera vez en Revista Javeriana (enero-febrero de 1966) y años después, en Noticias Culturales (No. 161, 1974), con el título “Confidencias autobiográficas”. Ya en 1950, el Padre Félix había escrito, con motivo de la publicación de su Bibliografía (Instituto Caro y Cuervo), una semblanza de su vida, titulada “Explicación necesaria”. Además de una serie de discursos y ensayos sobre el Padre Félix, se cuenta con el detallado estudio biográfico realizado por el abogado javeriano y académico Antonio Cacua Prada, trabajo publicado por el Caro y Cuervo en 1997. En cuanto a las fotografías del álbum familiar del Padre Félix, en el archivo del Doctor Juan Luis Mejía se conservan imágenes de su niñez y juventud. También en el Instituto Caro y Cuervo, y la Academia Colombina de la Lengua se encuentran fotografías suyas. Los alumnos de la primera promoción le rindieron homenaje al ex Rector en 1961 con un busto en bronce, inaugurado con presencia suya. La obra de Luis Alberto Acuña, hoy se encuentra en la Plazoleta de Banderas. Con base en esta escultura se realizó el perfil usado en la Medalla Félix Restrepo, S.J., Distinción Universitaria que concede la Javeriana. En la sede de la Academia Colombiana de la Lengua existen otros dos bronces, uno de Juan de Ávalos, inaugurado en 1963, que se encuentra en lugar destacado del paraninfo. El otro es una estatua de Fernando Montañés, que desde 1979 se halla ubicada en los jardines de la Academia. En el auditorio de nuestra Universidad, que lleva su nombre, se encuentran dos medallones con su efigie, obra de Alejandro Hernández; y en la Biblioteca Alfonso Borrero Cabal, S.J. se conserva el óleo de Héctor Osuna, así como en la Facultad de Ciencias Jurídicas, el de Cecilia Fajardo. El 22 de febrero de 1966, Hoy en la Javeriana registró la muerte del Padre Félix, a quien destacó como: “grande entre los hombres de Colombia, grande entre los jesuitas de su patria, y grande entre los Rectores de la Pontificia Universidad Javeriana”.