SECOENClfi Secuencia (2001), 49, enero-abril, 155-157 ISSN: 0186-0348, ISSN electrónico: 2395-8464 DOI: http://dx.doi.org/10.18234/secuencia.v0i49.729 Revistadehistoriaycienciassociales te comparativa que no duda en multi­ plicar los recursos documentales por ambos lados del Atlantico, permite un acercamiento mas rico, mas complejo a un siglo XIX mexicano que gana mucho al ser examinado en su marco atlantico, en sus vinculaciones con Espana, Euro­ pay Estados Unidos. Jean Meyer CIDE, DMSION DE HISTORIA Manuel Chust, La cuesti6n nacional americana en las Cortes de Cadiz (1810-1814), Fundaci6n Instituto His­ toria Social/Instituto de Investtgacio­ nes Hist6ricas, Valencia, 1999, 325 pp. La revoluci6n liberal de las Cortes de Cadiz ha sido el objeto de estudio de RESENAS diversos trabajos realizados, principal­ mente, desde cuestionamientos loca­ les. Es decir, ha sido interrogada sobre su impacto en la construcci6n del Es­ tado moderno espafiol, el mexicano, el peruano, etc. Se ban propuesto inter­ pretaciones meramente peninsulares y otras que obedecen a las dtversas reali­ dades latinoamericanas. America en Cadiz ha sido un problema periferico para los estudiosos de ese lado del Atlantico; America en Cadiz ha sido un tema recurrente, con sobradas razones, para quienes observamos el problema desde este lado del oceano. Sin embar­ go, poco se ha indagado sobre las re­ percusiones que para la propia revo­ luci6n burguesa espanola tuvo la cues­ ti6n nacional americana en esa revo­ lucionaria legislatura, preocupaci6n principal de Manuel Chust. El interes primordial del autor es dilucidar la importancia de las deman­ das autonomistas planteadas por los 155 Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada representantes americanos en los ori­ genes del parlamentarismo espaiiol y, por ende, la influencia de lo america­ no en el fracaso de esta primera tenta­ tiva antifeudal peninsular. Las tesis que sostiene y lleva a buen termino son, por un lado, que la revo­ luci6n liberal gaditana se enfrentaba al problema de construir un Estadonacio­ nal con parametros de Estado­nacton­ imperio. Un Estado en el cual la repre­ sentaci6n americana proponia una de­ finici6nde la naci6n espaiiola en cuan­ to a su estructura estataly no en cuanto a su formaci6n nacional; es decir, que planteaba la union de Americaa la mo­ narqula espaiiola dividida en provin­ cias que mantendrian niveles de admi­ nistraci6n aut6nomos y que estarian ligadas por la fidelidad al monarca. Formula que inevitablementeconducia a una monarquia espanola federal, in­ compatible con el liberalismo y el na­ cionalismo espaiiol que no admitia, aun siendo 16gicamenteconstitucional, mas poder Soberano que el del propio monarca. Lo contrario implicaba el risego de impulsar en Americarevolu­ ciones burguesas, cuya condici6n de origen era la independencia. De ahi, sostiene el autor, las ambiguedades y contradiccionesde Cadiz. En el otro extremo, propone que estas posturas americanas: 1) acentua­ ron el centralismo del liberalismo es­ pafiol; 2) fue la realidad colonial y sus diputados quienes obligaron a la Ca­ mara a discutir, abolir, reformar u orni­ tir temas claves de la revolucion bur­ guesa peninsular, y 3) en ocasiones los liberales peninsulares recurrieron a los planteamientos americanos para frenar las pretensiones de los dipu­ 156 tados peninsulares serviles. Manuel Chust propane, en suma, que la plura­ lidad nacional presente en Cadiz obli­ ga a una interpretaci6n comprensiva de la revoluci6n desde la dimension hispana imbricando dialecticamentelas dos realidades,Espanay America. De las tres partes que integran el libro, la primera esta dedicada a plan­ tear las tesis centrales de coda la obra. Despues de sefialar el proceso que concluy6 con el decreto que elevo a las antiguas colonias a provincias, con los mismos derechos que las peninsu­ lares, aborda los problemas de la igual­ dad parlamentaria y la soberania na­ cional. Es aqui donde Chust rebasa las explicaciones generalmente aceptadas por la historiografia.Los peninsulares, propane, se negaron a otorgar la igual­ dad de representaci6n parlamentaria a los americanos no solo por el temor a retrasar la redacci6n de la constitucion, a una posible impugnaci6n de los de­ cretos ya aprobados por las Cortes o porque ello implicaba la perdida de la mayoria parlamentaria, sino porque estaba ya planteada por los diputados americanos la monarquia federal. Se­ fiala tambien los casos en que la reali­ dad americana indujo a la discusion de la propia realidad peninsular. Destaca la abolicion del regimen senorial a par­ tir de la discusi6n de los tributos indi­ genas y de la propiedad de la tierra en America. En la segunda parte, el libro se ocu­ pa de las discusiones parlamentarias de los artfculos de la Constitucion de Cadiz en que se evidencio con mayor fuerza c6mo el autonomismo ameri­ cano devino en planteamientos fede­ ralistas: la deflnicion de la naclon es­ RESENAS Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada pafiola, la distincion entre derechos ci­ viles y politicos, el problema de la re­ presentaci6n en las Cortes, el sistema electoral y la nueva organizaci6n admi­ nistrativa del Estado, los ayuntamien­ tos constitucionales y las diputaciones provinciales. En el ultimo apartado condensa todo lo apuntado anterior­ mente al insistir en c6mo las peticio­ nes abolicionistas del regimen colonial abundaron en aspectos clave de la re­ volu ci6n burguesa peninsular, como fueron la transformaci6n de la estruc­ tura de la propiedad y las relaciones de producci6n, esto es, la propiedad pri­ vada de la tierra, la libertad del traba­ jador, la libertad econ6mica y la refor­ ma fiscal sabre la base de la contribu­ ci6n directa, entre otras. La cuestion nacional americana en las Cortes de Cadiz no solo recupera la dimension imperial de esa legislatura, tambien coloca a America como ele­ mento esencial para la comprensi6n de la revoluci6n liberal espafiola. Marfa Jose Garrido Asper6 lNSTITIJTO MORA Dolores Pia Brugat, Els exiliats catalans. un estudio de la emigracion republicana espanola en Mexico, Cona­ culta/INAH/Orfe6 Catala de Mexic, A. C./ Libros del Umbral, Mexico, 1999,. 393 pp., ISBN 970­18­3836­X (INAH), ISBN 968­5115­08­7 (Libros del Umbrai). La historia de la inmigracion tiene pre­ guntas ineludibles sabre las caracteris­ RESENAS ticas de los inmigrantes y el desplaza­ miento geogcifico. Dolores Pla resuel­ ve estas preguntas con eficiencia al elaborar la historia de los refugiados catalanes que Hegan a Mexico despues de 1939, historia que tambien abarca al resto de los exiliados espanoles. El estudio esta divido en dos partes: en la primera, la aurora se ocupa de co­ mo ocurri6 la emigraci6n; en la segun­ da, de lo que hicieron los refugiados en Mexico. El libro dejara satisfecho al lector curioso por saber acerca de la inmigraci6n de republicanos espafio­ les a Mexico. Tambien los especialistas encontraran novedosas las respuestas que la autora ofrece. Pia propone en la primera parte del texto la singularidad de la emigraci6n republicana en raz6n de que conto con organizaci6n y financiamiento. Ello se debi6 a que el gobicrno repu­ blicano, previendo la derrota, cre6 or­ ganizaciones y destin6 fondos para lle­ var a cabo el traslado fuera de Espana. Pia atinadamente seriala que, por estas razones, la emigraci6n politica que es­ tudia fue diferente a la que llama emi­ graci6n econ6mica. Pero la distinci6n probablemente no estriba en lo politi­ co o lo econornico ni en la existencia de organizaciones y financiamienta. El exodo de irlandeses durance la gran hambruna o la emigraci6n alemana despues de 1848 o la huida masiva de judios de las pogroms en la Rusia zaris­ ta, fueron todos movimientos migra­ torios que entretejieron la politica y la economia. En estos casos, y en otros, existieron organizaciones que allana­ ron el camino y asistieron econornica­ mente a los emigrantes. Quiza lo real­ mente distinto en el caso de las repu­ 157 Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada