DEL FOLKLORE CONCEPTUALIZACION EN HISPANOAMÉRICA Y EN LA ARGENTINA* BLACHE** MARTA De la que ha folklórico, distintos enfoques, denominado folk con contrastándolos la Argentina. sector o del pueblo Dejo folklore que el Queda, indefinido, pues ción con se que del "pueblo", sin le atribuyen a la caso, no se precise la acep contribuye no emplea, tér como un se sabe esta voz como Mientras no es unívoca. sustentan que en ese este vocablo. mino quienes es producto significado el especificar de lado a esclarecer conceptos en esta ciencia. Basándome en un estudio preliminar sobre de folklore en Hispanoamérica, se distinguir básicamente tres proposicio el concepto pueden nes. Como (1) signan los de en esta citaré acuerdo al sin fundamento teórico los folkloristas y no en formulan su En la cialistas primer (en la están tener que se corriente incluye cual consideración pensamiento. están a del los espe Augusto Raúl Cortázar y Bruno Jacovella entre otros), asocian al folk con un sector social.(2) La lí) (2) en diacrónico. Están dispuestas al momento en que 1.— tan solo a rradas nos Aires, 1960, pp. 27-48; Bruno familia que sagradas. Estas cualidades Folklore Iberoamericano, Santiago del Estero, 22-27 de la con concuerdan socie dad folk de Robert Redfield, quien define al folk en oposición a la vida de la ciudad, conci biéndolo por de la ámbito no contaminado y los medios masivos un como cultura de comunicación. masa El tipo urbano lo determina la heterogeneidad social, relaciones imperso nales, división del trabajo y economía del dinero. Como lo señala George Foster, se trata de una ideal, caracterización sea sociedad, Otros, a como éstos que hoy relegados Desde el y que al folklórico, ** de al ser una capa social supe desechados vigencia en pasa están y a a ésta, inferiores. hecho, una vez estudiado confiriendo pero imitar puede por atributos que no es aptitud para el capaz por quedan eficacia, niveles que el ser por fenómeno. Implícitamente folk Sólo tendría * que momento el de formas día han sido supera se trata de bienes cul confinados menoscabado, ten en provenientes rior, los cuales haber perdido además cuando urbanos, supervivencias das. (4) Consideran turales (3) sectores, conservan culturales corresponde Vega, incluyen Carlos determinados ninguna pues rural o urbana exactamente a estos rasgos. el de admi fenómeno de adoptarlo, crearlo. asimilar- Ponencia presentada al Primer Congreso Iberoamericano de Estudios del Folklore. Las Palmas de Gran Canaria, 1981. Investigadora del Instituto Nacional de Antropología. Argentina. (3) Foster, "Qué es cultura folklórica". En: Revista Educación, La Plata, año III, N° 2 (nueva serie), febrero 1958, pp. 238-260. George de de la voz folklore para designar exclusivamente uno de los estratos socio-culturales del complejo civilizado"3 pág. Trabajo presentado al Congreso Internacional de 1980. las instituciones sociales, las sanciones la conducta son predominan temente uso septiembre afe tecnolo con gobiernan deterioro el homogé y escasa división del trabajo. La desempeña un papel preponderante ma Jacovella, "Sobre campesinos simple gía Folklore, le Augusto R. Cortázar, "Los fenómenos folklóricos y su contexto humano y cultural", En: Teoría del Folklore en América Latina, Caracas INIDEF, 1975, pp. 45-86; Bruno Jacovella, "Los conceptos fundamentales clásicos del Folklore. Análisis y crítica". En: Cuadernos, del Instituto Nacional de Investigaciones Folklóricas, Bue los tradiciones ancestrales, a que Martha Blache y Juan A. Magariños de Morentin, Sín tesis crítica de la teoría del Folklore en Hispanoaméri ca. Buenos Aires, Tekné, 1980. a comunidades neas, pequeñas, aisladas, autosuficientes, con distin tendencias arbitrariamente, cuenta un orden parten adscriben a ocasión, Estas ellos. enumeradas de trabajo anterior, se tratadistas que se tas posturas, algunos en este vincula constituyen cuando puntos cruciales estudiosos. de ellos, lo yoría entre del hecho folklórico, ha sido uno de de discrepancias entre los portador los como y discordancias en Procuraré sintetizar posición prevaleciente en El tal hispanoameri autores teóricos. planteos estos por componentes similitudes surgen canos, de los crítica fenómeno el formulado sido los la revisión integran (4) Carlos Vega, La va, 1960. ciencia del Folklore. Buenos Aires, No 38 Maita Blanche lo y transmitirlo ción en estos En después autores, se convierte en integrantes de sus a generación. genera consecuencia, para que una pauta cultural a ser patrimo anacrónica, pasa del folk. nio En acuerdo la en del posición otra más reciente, la posición que folklore. folklórico, social, De esta al lo individuo ocupa el ser puede manera, portador fenómeno el y física social circunscribirlo bajos, física, más si delimitado queda Social mente. cambio, a estructura a los estratos al ubicarlo preferentemente por Jorge Martínez Ríos, Celso Lara, Max Melgar Vásquez y Rita Segato, en identifican lo localice en el ámbito rural o el urbano, se trata de segmentos marginados de la sociedad, de acuerdo con las características que los sostenida u con muy folkloristas, donde el mental— las —desde los grupos explotados estratos más una perspectiva económico los consideran por los poca movilidad social. aspecto cionados los con que constituyen oprimidos, bajos folk al la es (5) Estos marxista, el eje funda desposeídos, condi estructura socio-económica y ésta genera. Pese a la aparente diferencia de posición respecto al encuadre del folk, estos autores por tienen folk relaciones sociales que elementos como en común. el resultado de una Consideran al diferenciación donde ciertos grupos quedan en de inferioridad respecto a otros, fundamentalmente en cuanto a posibilidades social, en situación educacionales y económicas. Lo vinculan sectores que conservan una actitud El "Folk" se refugia en a anticuada, los estratos rural o en sectores pobres Se lo denomine bajos de carácter rural o urbano ción histórico-social abordan esta disciplina. Una lore vez tipo o del pueblo reducido de folk, el producir, que el la cual precisan el este que es sector objeto de estudio de esta ciencia. De esta forma, disocia el folk del lore. Conforme al nivel social del individuo, se discierne si es capaz de producir o no un hecho folklórico. 2) En la segunda corriente están los autores que omiten el folk para definir el fenómeno folklórico, tales como Efraín Moróte Best y Julia Elena Fortún de Ponce.(6) Consideran que, el individuo portador de ese conocimien to, puede integrar indistintamente cualquier estrato de la sociedad; asimismo puede perte se a indígenas, comunidades o ciudades populosas. producirse campesinas Sin descartar la en el posibili campesinado, no lo de ellos, sino que también indican puede darse en el hom bre de la ciudad. No lo asocian con. el nivel de escolaridad de un individuo, con sus condicio consideran patrimonio exclusivo del desarrollo sobreviviente, al margen de Determinan país. Jorge Martínez Ríos, "El nal". En: 25 Estudios de de grupo folk general antemano, de como grupo margi Folklore, México, Universidad Nacional Autónoma de México. Instituto de Investiga N° ciones Estéticas, Estudios de Folklore 4, 1971, pp. Lara, "Aproximación científica al N° estudio del Folklore", En: Folklore Americano 22, dic. 1976, pp. 53-79; Max Melgar Vásquez, "Algunas Celso A. consideraciones sobre gía". así desde conocimiento puede laborales, la de la folklorolo22, dic. 1976, pp. 81- En: Folklore Americano N° "Folklore y relaciones sociales en América Latina. Un intento de definir el campo del Folklore a partir del nivel y modo de producción". En: N° económico, ni con sus rico a un teóricos en que sector que primera acceso a social, como lo hacen los sustentan la descripta instancia. Empero éstos, al igual propuesta' los anteriores, también escinden el folk epistemología 109; Rita Segato, Folklore Americano, su status de la información cien tífica, técnica y artística que le brinda la sociedad. Estiman que es el lore lo que permi te identificar a ese hecho cultural. Quienes esto postulan, no limitan lo folkló posibilidades 123-130; se asignan perspectiva nes (5) urbes. explotado, está dad de marginal. un de las o a estos grupos. Esta afirma lejos de querer insinuar una muy actitud de desdén por parte de estos especia listas hacia el folk. Simplemente indica la autores necer sociales campesino 22, dic. 1976. pp. 111-120. (6) Efraín Moróte Best, Elementos del Folklore (Definición, contenido, procedimientos). Cuzco, Perú, Universidad Nacional de Cuzco, 1950; Julia Elena Fortún de Ponce, Manual para la recolección Paz, Bolivia, Ministerio de de material folklórico, Educación, 1957. La del Folklore Conoeptualización del lore. Separan produce el Hispanoamérica y teniendo unidad, laciones 3) y El humano, todo ser y las de la estructura Dannemann. (7) Manuel puede prescindiendo de o social de localización su de la darse en su condi geográfica. Considera que pretender la existencia de per sonas folklóricas y no folklóricas, es un prejui con la realidad. En tanto cio incompatible "folklore" ñala, de es una clase toma cada cual Weiss, características No un conjunto de individuos nes. más es un tipo de de darse participe puede tanto que vinculada a la y con respecto pensamiento al con citados autores cuales pueden cesar al extinguirse o variar situación Concerniente tean) esta a un estudio del Folklore discernir lugar, tercer en una presenta y lore. Al proceder de o la denominó de Dannemann, "se además a esta postura a se Dora P. de Zarate en esta una folk del folklore campo de la palabra, de exprese por medio de también lo explicité, distintos otros dicotomía no lo determina en función de los portadores ni del conoci miento. No se refiere por un lado al individuo y por otro al fenómeno, sino que los conside ra como un todo. En consecuencia, no disocia a la persona de su conducta, ya sea que la no parte, ubicó la los de criterio elaborar descripta en de crítica como ya definir el Folklore. dicho trabajo, autores al Al el incurrí Hispanoamérica, y en baso, me cual creo cuestión, Síntesis anterior, opinión Dora P. de Zara necesario señalar un error en el que para entre última Esta original. también es compartida por Se Por anterioridad. está la (8) de los consiguiente, de determinadas dentro de un grupo, circunstancias que operan el aspectos Esta permanente las y dos hombre el momentáneo. por "coyuntural" en propia situaciones concurrencia tancias. Difiere fundamentalmente grupo su comu folklórica.(10) un en manifestación, sobre circuns hay para como en uno ocasional teoría facti cambio, una conducta que es en propicias menos o que manifesta de la conducta del hombre que ble de presentarse en determinadas ción hay folklóricos; mente la conducta en mayor o menor parte. que asimismo, Richard en apoyándose asevera, en y dotados de La por antonomasia fenómeno folklórico el interre- composición su en estable grupo persistencia, que se manifiesta. es posición Para él una como se produce representante tercera ción la cultural en el consideración en con otros elementos cons comprender estudiar además donde el contexto en social debe lo se lo disociablés. obstante, Para totalidad. una fenómeno, no 39 la Argentina en sujeto que entidades Individuo y conocimiento, tituyen del objeto fueran si como en un objeto El fenómeno folklórico puede darse todo, ser en humano. su modo que es capaz de elaborar. Desde yen actúan de un marse folklore parte, en un esta unidad en su estima sujeto y indivisible contexto Dannemann determinado folklórica, (7) óptica objeto constitu la que ambos interdependencia. en (9) Son dos fases deben amalga que mismo fenómeno significación del para desentrañar la una no en cultural. que quienes Por otra integran momento una comunidad necesariamente Una corriente.(12) esta autora, tarme de sin este embargo, equívoco oportunidad.(13) En incluirla en la del revisión artículo de me permitió perca y rectificarlo en esta realidad concepción a correspondería la hiciera que constituyen un (10) Ibid.p. 32 y 40. (11) Dora P. de Zarate, "Nuestra Manuel Dannemann, "Teoría folklórica. Planteamientos críticos y proposiciones klore en América pp. 13-43. básicas". En: Teorías del Fol Latina, Caracas, INIDEF, folklóricas"- 1975, Blache, Magariños. Op. Cit. Op. Citp. 30. (12) (9) Ibid. (13) Zarate, 36. Teorías posición del Latina, Caracas, INIDEF, 1975, (8) p. En: Op. Cit. pp. frente Folklore pp. a 133-150. 22-23. las teorías en América 40 Marta Blanche referencia en primer se aproxima a ta tratadistas término, pues ella susten "...el Folklore limita su visión a la vida que de pueblo zadas. no Y .."(14) de objeto más de manifestaciones y lo erudito más como ese "...pero su podría lo se aprecia teórico el que no de nivel han otros evolucio avanzado elementos y alcan se pero persistentemente sobre todo entre "que menos oportunidades han óptimo que han logrado los demás. Son los hechos de este nivel, generalmente, los que van formando la alcanzar el nivel folklórica, la materia de través sus cualidades que son lo anónimo, lo plástico, lo institucionalizado, no cual puede reconocerse es nentes, lo tradicio prelógico y lo como cualidades perma decir específicas; y lo funcional- de La estudio sin folklórico, social es determinadas que arraigo en el de autor es no está organizado No medio está por el Aflora cunde. individuo de y expresamente forma grupos en El folklore espontáneo, mente oral tradicional , anónimo, es preferente antinormativo, Por hecho Se transmite oral y preferentemente puede, sufrir alteraciones y lo ubicable, como eventua esta disgresión error, deseo hacer hincapié Dannemann, pues desde para aclarar este en el enfoque su amplía notablemente el campo la ciencia rarlo (14) el Ibid. p. perspectiva, de del Folklore. Asimismo estudioso 147. (15) Ibid. p. 149. (16) Ibid. p. 140. de estudio de por conside hispanoamericano que más su parte y representativo".(18) Estas cualidades, pueden estar presentes en un batallón del ejército, donde alumnos o soldados rindan homenaje a la bandera durante una fiesta cívica. El grupo que participe de esta ceremonia, al honrar a la enseña patria, la puede sentir escolar como Después de y radicalmente, cultural obstante, acto popular-vigente del Dannemann afirma que "un llega a convertirse en folklóri co, sólo cuando, para determinados grupos, funciona como bien común, propio, agluti no les".^) este que evidencia su plasticidad. nante plástico. y asimila donde como una necesidad generan variaciones sin cambiar lo regula normas satisfacer necesidades materiales espirituales. en de los marco al de libros, ni instituciones do, ni se aprende por un sistema de legales, sino que deriva de la práctica da en hecho tiene espontáneamente dirigido ni generalidad identificarse no enseñado por organismos. ni al hecho. Surge pues La pero se manifiesta en el anónimo ese hecho todo tradicional pues ser pasado, Es presente. especialistas sino sólo aquél que reúne particularidades. debe estima Mildred la literatura que no embargo, mayoría del Folklo salvo a Los danza.(17) y que cultura material la espiritual del hombre; Merino de Zela quien lo limita como música la más armonía entre incluye tanto la llamada re concuerdan, grupos nal, hispanoamericanos. autores demues a tipo al considera que el campo algunos elementos quedan que negación folklóricos. de conocimiento los oral, o y a estudios Folklore, hay desarro tenido para a respecto estadounidenses concierne al culturas más mantienen los Con los concepción sostenida por de los vanguardia el "...las entre pensamiento las aún entre nar; demuestran zado que Pero primitivo. .."(15) retraso, lentitud tran sector que son intermedio civili dice: cuando lladas señala Folklore grupo nítidamente naciones adelante del estudio clasificarse de las erudito la europeos con un de un frente un emblema común tradicionalmente país; que los mayoría ante el al compartirlo propio por como de resto y los de las naciones. La nacionalidad de los especialistas, sin E. Mildred Merino de Zela, "Hacia klore Peruano"- En: Folklore embargo, una p. 55. (18) Dannemann, Op. Cit. p. 29. no teoría del Fol Americano, 1974, iden ciudadanos aglutina al cohesionarlos a un sentimiento representa (17) en los participantes; todos tificarlos o N° 18, dic. Conceptualización del Folklore considerarían folklórica tal genuina en presenta se como de en y esta conducta. ser una expresión puede mo, en Hispanoamérica la Argentina Si bien patriotis esta situación, institucionalmente y no se mani forma espontánea. Esto nos indicaría 41 fondos con fiesta otro. Dannemann la de tenido tos originalidad folklórica, los investigación de del caracterizadores ha ámbi fenómeno rasgos todavía son Mi intención no es, autores tendencias mostrar buscar la tros los a Los que de tratar cierto, sino posición, fin de a predominantes, orientación estudios. por en una prevalece nues en expuestos antecedentes de distintos postulados. Ciertos folkloristas trataron de definir el obje to de estudio de esta ciencia enhebrando los conceptos de tal manera, que el folk resulta el elemento principal, a partir del cual se plas man las restantes cualidades. Algunos lo hicie mientras otros lo ron ateniéndose al lore, indican que se partió entre la teniendo en cuenta elaboraron folk, lore y contexto. A conjunción pesar de ser ésta del mentos han se que advierte sido omitidos y ciertos otros no han el apariencia lenguaje forma y que a otra inferir. Así una forma determinada participa de deben contenido su tuarse de por medio un mismo nivel La trayectoria tintos. temente erudito es tomado en Menos cuando iletrado, a traspaso la pero Las de estas es si efec geográfico o entre sectores (20) ha que también físico de pautas pueden ámbito urbanos o entre ambos. Otra faceta de ha otras posibilidades. mismas un sólo de varios, diferenciando rurales, acontece reparado en el recorrido comportamiento. tuarse a través y circu de dis frecuen generalidad no de la dispersión de espacial varias social o admitida más el consideración han aún de una cultura o de través el ese los que y fenómeno folklórico. La hecho se puede efectuar sido soslayada y se laboral como un (19) Blache, Magariños. puede Op. Cit. es Evidentemente aprende introdu variar su parte como 41-45. folklore del pasado. que el modo lo folklórico descartando la nea, zada. Pero, en el manera individuo espontá institucionali hacen mención en general, no los trabajos teóricos, a los restantes aspectos de la transmisión. Estos son: la oportunidad, con o el momento en que el una pautas recaudar que de enseñanza de efec en es que posteriormente para al la transmisión del folklore. Los tratadistas admiten hecho y éste Una doma pp. proviene concierne que una yuxtaponerse para espectáculo contenido que grupo un grupo puede realizaba El puede produce significación. anterioridad actividad de transferencia alterna geográfico por la fenómeno folklórico. Pero cir modificaciones a un o propagarse puede mayormen puede ejemplo, el en actividad. esta se concrete el por específica valoración través del tiempo, forma canal social el que proviene las diversas en señalar de ele o una conducta; la significación que la misma para los participantes. Una se constatar, la doma tiene una Folklore han interesado se en acuerdo que sea un ya externa, verbal segunda a tener No embargo, del a hay conte con percepción, la objeto, sin lar caso de sido la debida consideración, aunque son aspectos sobre los cuales el estudioso debe estar especialmente atento. Por ejemplo, lo concerniente a la forma y contenido de la manifestación. (19) La primera se refiere a la tomados pasado. te, última la postura más ecléctica, todavía no se ha logrado identificar con precisión los rasgos peculiares del fenómeno folklórico. Al escudriñar los planteos teóricos en Hispanoamérica, de están autores contenido que concierne al tivas ambiguos. encasillar Los el autor que señalar nuevos este con cambio Por consiguiente, son componentes variar independientemente uno nido. pueden que, aun siendo de forma una similitud está pautada en fines benéficos. En que y los (20) folklóricas; se efectúa sujetos Ibid. pp. el el individuo lugar, aprende las ámbito físico en traspaso del conocimiento involucrados 57-65. o en la difusión del 42 Marta Blanche mismo interés que sea —o pues es y al el receptor y extrañeza esta de ese falta de del hecho fol peculiaridades estar si consiguiente, anterior emisor estos mismos estudiosos reiteran de las una klórico el Produce (21) mensaje. enraizado en proviene de presente, es el pasado. un prioritario Por momento constatar de la transmisión. ciertamente, ha sido la pre entender a éste la disposición de investigadores principio raciones de siglo se producidas folklórico dentro de las acaecidas ellos Cushing, de un tema, mencionar quiert en de 1901 quienes mismo distintas entre podemos europeos y nor desde han ocupado de las alte al transmitirse un hecho teamericanos sobre este a grupo, culturas. individuo el estudia el mecanismo cuentos establecer y Cari las leyes que implícito en la de captar manifestación el mensaje folklórica. entre tradición. que Albert (21) (22) Ibid. (24) pp. ca y dad Tales. New York (23) F.C. of la estructura, la función y manifestación forma y de la En Sydow, "On the Spread of Tradition". En: Selected Papers on Folklore, editado por Laurits Bodker. Copenhagen, 1948, pp. 11-18. semióti tra la significación del mensaje, hecho folklórico. En la actuali emprendiendo una reconsideración hipótesis e les que ayuden intrínsecos mecanismos a del línea de pensamiento están interesándose en la articulación interna del fenómeno y el entor no en el cual se da. Ya en 1959 Wm. Hugh Jansen enfatiza la importancia que tiene para el folklore el sentimiento de pertenencia a esta misma nortemericanos la imagen de los otros y interactúa.(28) Señala grupo, mismo que éste grupos cómo tiene con el los de sí cuales folklore pue- Emma Emily Kiefer, Albert Wesselski and Recent Folk tale Theories. Indiana University- Publications, Folklore Series N° 3, Bloomington, 1947; Walter Ander son, "Ein Volkskindliches Experiment". En: Folklore Fellows Communications N° 141, Helsinki, 1951; Gyula Ortutay, "Principies of Oral Transmission in Folk Cultu re". En: Acta Ethnographica, vol. 8, 1959, pp. 175-221; Linda Dégh and Andrew Vázsonyi, "The Hypothesis of Multi-Conduit Transmission in Folklore". En: Folklore, Performance Ben-Amos and and Mouton, 1975, Communication, editado por Dan Kenneth S. Goldstein. The Hague-Paris, pp. 207-254. (26) Martha Blache, "La transmisión del hecho folklórico". En: Mundo Ameghiniano (en prensa). (27) Mihai Pop, "Problemas generales de Etnología europea". Trabajo presentado en el Primer Congreso Internacional de Etnología Europea, en París, 24-28 de agosto de Bartlett, "Some Experiments on the Reproducción Folklore, vol. 31. 1920, pp. 30-47. von de la comunicación par.a 1971 (Traducción del francés Wm. Hugh por Folk Stoires". En: C.W. folklórica, historia.(27) su a fenómeno. (28) (24) se puede constatar el recurrido al apoyo en el están de la teoría discernir los También han coadyuvado, Cushing, Zuni Folk a a de la captar implícito 51-57. Frank Hamilton hace que al esquema de tar a andLondon, 1901. pp. 411-422. enfoque acordado al su También han describir y analizar este proceso Wesselski, Walter Anderson, Gyula otros, otra, y de hispanoamericanos y continente más (25) de la un el significado un trata simiótica ese de estudiosos síntesis algunos La de (26) latitudes. Esto otras que pasa folklorista rumano Mihai Pop en la cual se aprecia la preferente atención que conceden hoy los tratadistas del la en viejo la rigen. von Sydow, por su parte, hace (23) una importante contribución al establecer la distinción entre transmisores activos y pasivos transmisión los de por puede circulación en una cultura a En general, difiere Folklore Entre folkóricos europeos entre aborígenes de Norte América.(22) Años después F.C. Bartlett, trata de determinar la naturaleza de los cambios operados en la traspaso de la manera otro, de a se comportamiento Folklore. Le incumbe al generación en generación. como Frank Hamilton La de tipo complejidad conocimiento. Esto Dégh.(25) concerniente social sistematizar el proceso Muy distinta, y Linda dado el Ortutay Folklore" Jansen, En: The "The Study Catalina Saugy). esoteric-exoteric factor in Folklore, editado por Alan Dundes. Englewood Cliffs, Prentice-Hall, 1965, pp. 43-51. of Conceptualización del Folklore en Hispanoamérica y en la Argentina de fortalecer la identidad de tiempo mismo a los de distinguirse permite cuales desean, de Consideran de como con en primordialmente compartida.(29) El folklore ser clasificado en grupos étnicos lo se También identificar puede genera ocupacionales, la por en reli de mundo una la —o manera en concepción legales mas que indefinido. del mundo, incluidas las nor se tendió bando concibió como englo poco de opciones, en for in diferenciada. Es imperioso, hecho cisar sus identidad otros fenómenos social es esta el relevante, verdadero folklore y sus de co compartida. municación (31) Desde esta dimensión, el folklore puede ser tanto un ins se en la interrelación trumento de la tras Roger Abrahams especial hincapié no el con la recalca la mecanismo social. Mien relaciones Destaca audiencia.(32) toda M. los intentos la riqueza de la El libro por cuatro no definir frente se el objeto a de ha logrado captar del Folklo problemática recientemente editado por Richard Folklore in the Modem World,. Dorson, contiene distintivas sociales. ciencia, todavía esta re. a todas sus posibi contribuciones continentes: de folkloristas de América, Europa, África trascendencia del fenóme el efecto que produce y Pese peculiaridades en como asimismo pre intergrupales, hace e las en emisor sistema un como intra análisis un solidaridad contribuye de los de conflicto que a el entre parte como portadores explicar el empero, disciplina, debería buscar His fenóme una multiplicidad un ma abarcativo. que mientras en a restringir el lo en otros países se no, tanto demasiado De manera, entonces, panoamérica un expresamente regulan un gru es un concepto po, determinados según lidades de manifestación, fundamento de lo hacen una cultura codifica el que ordena tiene un sentido valores— La lo o la educación, los entretenimientos predi lectos, la vecindad o aún la familia.(30) A su vez Richard Bauman sostiene que si bien la gión, como cultura, Barre Toelken y Alan Dundes. (33) Esto, por cierto, implica un riesgo, porque cosmovisión perte entonces puede nacionales. o de sentido otorgan que nencia a un grupo. ocasiones Jan Brunvad que está constituida por un núcleo tradiciones cionales, inconsciente del mundo identidad una le frente actitudes, grupos otros disciplina esta a función sus consciente o mente, diferenciarse. Tanto Alan Dundes ciben grupo, pues al un moldea que 43 las én estrategias empleadas por un grupo para cohesionar a sus integrantes manejando tradicionales, mecanismo Por otra por persuasivas empatia o la parte, noción de grupo con la Op. Cit. fue Folklore?" Alan Dundes. Englewood pr pp. y Asia.(34) Para América, figuran Canadá, en Estados Unidos y de 21-22. (33) (31) Richard Bauman, "Differential Identity and the Social Base of Folklore". En: Toward New Perspectíves in Folklore, editado Bauman. Austin Press, 1975, (32) pp. por and Américo London, The Paredes Theory of y University Richard of Folklore". En: Journal of Texas a Rhetori- American Folklore, vol. 81, N° 320, April-June 1968, pp. 143158; Roger D. Abrahams and Susan Kalcik, ".Folklore and Cultural Pluralism". En: Folklore in the Modem Richard M. Dorson. The Hague- World, editado por Paris, Mouton, 1978. Barre (34) Toelken, "Folklore, Worldview, trabajos de tanto Lati- Communica Communication editado por Dan Ben-Amos y Kenneth S. Goldstein. The Hague-Paris, Mouton, 1975, pp. 265-286; Alan Dundens, "The Number Three in American Culture". En: Studies in Folklore editado por Richard M. Dorson. The Hague, Mouton, 1975, pp. 206-225; Alan Dundes "Thinking Ahead: A Folkloristic Reflection of the Future Orientation in American Worldview". En: Studies in Folklore, editado por Richard M. Dorson. The Hague, Mouton, 1975, pp. 226-238. tion". 31-41. Roger Abrahams, "Introductory Remarks to cal parcialmente el modo visión En: The Study of Folklore, Cliffs, Prentice-Hall, 1965, pp. 1-3; Jan Harold Brunvand, The Study of American Folklore. An Introduction. New York, W.W. Norton & Co. 1968. editado revela como una cultura codifica el mundo. parangonarla Dundes "What is (30) Brunvand, El folklore como control. desarrollada hasta (29) Alan sea ya de técnicas En: Folklore Performance Richard M. World. The and and Dorson, editor, Folklore Hague-Paris, Mouton, 1978. in the Modem Marta Blanche 44 noamérica tratados no está los por Los representada. especialistas rubros evidencian el ésta área del conocimien La enumeración de los temas seleccionados demuestra esta predisposición: folklore en conexión con el la urbanismo, industrialización, la ideología los medios masivos de comunicación. Con y vergen las opiniones de los investigadores, proceso sufrido por to en la era postindustrial. , que envuelve mayor complejidad para fenómeno en relación a estos Estiman, como Dorson ló señala en zar cio, el que no sólo es necesario también enfocar los cuenta nuevas mundo orienta embargo, muy fructífera. No intentos cuajarán, pero son apor contribuyen a identificar la singulari sin es, y de este ron la en noroeste. de al (38) tradición oral Colaboraron en análisis Chartudi fue quien y momentos que distintos De nivel cionales, y en nuestro que se aboca de la aspectos todos ellos, Susana alcanzó merecido renom internacional recopilación tres de tradicional. Se considero de la trayectoria Instituto, investigadores cultura a se mantenían veinte mil cantares que dedicación. país, dedicado área del conocimiento: el Instituto Nacional de la Tradición. Su primer director Juan Alfonso Carrizo, a través de una extensa recopilación de campo, llegó a reunir tes nuestro se afianzan es que a esta especial en bre dad del hecho folklórico y de la ciencia que lo estudia. Con respecto a la Argentina, y tomando como punto de partida un trabajo anterior en el cual reseño los estudios folklóricos en en se crea un organismo todos estos que adivinan Taylor.(37) segundo período tos estudios vivos el de las él empleada, sirvió de base para la colección de adivinanzas anglo-america- de Archer Un su prefa teniendo en en operados Esta búsqueda de moderno. ciones, cambios mejor nas más sino clasificación por zas aspectos. estudiarlos, disciplina esta anali La análisis.(36) consagró, clasificación su por talento en especial, de cuentos general, a la lapso, interés a y la tradi folklóri narrativa ca.^) Hay en este un de Folklore. De concepto por todos definir los el planteos el dominante y el difusión. Basó su esquema en el concepto de sociedad folk de Redfield. Delimitado el ámbito en el cual podría darse, teóricos, el de Cortázar fue que obtuvo mayor explicó las características inherentes a este hecho. Debía ser popular, colectivo, tradicio El del folklore debe estudio los cuenta cambios tomar operados en en nal, oral, anónimo, empírico, funcional y el (36) Robert Lehmann-Nitsche, "El Retajo". En: Boletín de la Academia Nacional de Ciencias en Córdoba. Buenos Aires, t. 20, 1915, pp. 151-234; "La Bota de En: Boletín de la Academia Nacional de Ciencias en Córdoba. Buenos Aires, t. 21, 1916, pp. 183-300; "Santos Vega". En: Boletín de Academia Nacional de Ciencias en Córdoba. Buenos Aires, t. 23, 1919, pp. En: Revista de la 610-628; "Mitos Universidad de Buenos Aires, t. 3, N° 6, 1928, pp. 219-359. Potro" mundo moderno. ornitológicos" hitos, marcaron tada síntesis, quienes través a informados realizadas Entre los Nitsch, de a nivel quien a el obras sus revelan en de una serie desde pone en evidencia su prensa). (38) Lehmann- de estudios 1911 Taylor, English Riddles from Oral Los Angeles, University of Tradition. California Fol capacidad Juan Alfonso Carrizo, Antiguos Cantos Populares Argen tinos (Cancionero de Catamarca), Buenos Aires, Impr. Silla, 1926; Cancionero Popular de Salta, Universidad Nacional de Tucumán, 1933; Cancionero Popular de Jujuy, Universidad Nacional de Tucumán, 193 7 ¡Cancio nero Popular de La Rioja, Universidad Nacional 'de Tucumán, 1942. hasta de Martha Blache, "Reseña de los estudios folklóricos en la Argentina". En: Revista del Museo Provincial, Neuquén (en Archer Berkeley and Press, 1955. estar otros países. destaca Robert través (37) folklóricas actividades académico publicados apre de los precursores, aporta una valiosa contribución al klore y (35) desarrollo. (35) En son, de las mismos se monográficos, 1928, en su estos (39) Susana Chertudi, Cuentos folklóricos de la Argentina. Primera serie, Buenos Aires, Instituto Nacional de Filología y Folklore, 1960; Segunda serie, Buenos Aires, 1964, Instituto Nacional de Antropología. Conceptualización del Folklore en Hispanoamérica y en la Argentina Desde regional. 1942, en lo formula inicialmente va madurando la terminología, tando años que varía no concepto el pero a y lo largo fundamentalmente su ajus- de# los noción inicial. (40) uno de los —conjuntamente la gía—, de des de de especialización, Etnología y Arqueolo campos con recién inaugurada Licenciatura Ciencias Antropológicas. Pero en salvo el apoyo y la difusión que promovió Cortázar, "Fol klore" fue, de las tres orientaciones, la que menos impulso y estímulo tuvo de organismos y científicos. El Instituto Nacio de la Tradición, en 1964 cambia su deno minación por la de Instituto Nacional de Antropología. Ya no se dedica con exclusi actualización sumamente en de la sino que ría de quienes se aproximan al folklore, pro de otras especialidades como filología (Berta E. Vidal de Battini), abogacía (Augusto vienen R. Cortázar), literatura (Ricardo Rojas, Ismael Moya), historia (Agustín Zapata Gollán), geografía (Félix Coluccio), sociología (Alfre do Poviña), odontología (Carlos Villafuerfe) y medicina (Tobías Rosenberg, Orestes Di Lullo, Gregorio Alvarez). En to tercer momento, el de los sobre este poseían folklóricos. Varios editan pocos libros en tema. Las mayor cantidad dos de Les es nuevas otros metodológicas que ger países. enseñanza Cada por uno una consiguiente, y fluida trabaja entre comunicación nuestros folkloristas. aisladamente. Por otra parte la muerte prematura de Augusto Raúl Cortázar en 1974 y de Susana Chertudi en 1977, dejó un vacío por la falta de orientación que en la actualidad tienen los estudios folklóricos. constituían los El folklore Ellos, de puntales es popular, en cierta nuestra colectivo, forma, disciplina. empíri un estancamien estudios Se motivos. hay las artículos de los investiga desperdigados en publicaciones que contienen material heterogéneo y que son de reducida difusión. Todos estos elementos son indispensables para establecer una base solida para la investigación científica. No efectiva la investigación folklórica con están existe, a estudiosos. día al ta especializada. Los dores nal incluye también Arqueología y Etnología. En estos dos primeros momentos, la mayo de los estar Si bien, a consecuen del Folklore en la universi dad, surge un grupo de jóvenes dedicados a este campo, es difícil aquilatar sus contribu ciones. No hay en la Argentina centros de investigación, archivos y colecciones de mate riales folklóricos como así tampoco una revis minan académicos vidad arduo teóricas y propuestas cia En 1955 se crea, por iniciativa de Cortázar la Licenciatura en Folklore a nivel universita rio. Esta carrera, sin embargo, tuvo una vida muy efímera, pues dos años después, pasó a integrar 45 son los el país bibliotecas que co, funcional y regional. publicaciones so bre Folklore, en la década del 60 suspenden la de libros del exterior y la suscripción a revistas internacionales especializadas. (41) En consecuencia, se obstruyen las posibilida- compra Cortázar, actividad (40) Augusto Raúl Cortázar, Bosquejo de una introducción al Folklore. Tucumán, Universidad Nacional. Instituto de Historia, Lingüística y Folklore. Tucumán, 1942; Los fenómenos folklóricos y su contexto humano y Concepción funcional y dinámica". En: Teo del Folklore en América Latina. Caracas, INIDEF, cultural. rías 1975, pp. 45-86. por disertaciones, las artesanías Folklore pulos la resultado del Museo dependiente del Instituto de Ciencias Antropológicas de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires y Biblioteca del Instituto Nacional de Antrología, depen diente de la Secretaría de Estado de Cultura del Ministe rio de Cultura y Educación. Etnográfico, Folklore oportunidad de sus Brindó de dar a investigaciones conferencias dictados como en gran parte (42) serie Argentino.(42) publicaciones, (41) Biblioteca una en través a promoviendo y difundir la de ciclos de la divulgación de bibliográfica del entusiasmo su folklórica tanto de las en a sus discí conocer a través el de cursos de y Buenos Aires provincias. Chertu- Bibliografía del Folklore Argentino. Buenos Fondo Nacional de las Artes, 1965 y 1966. Aires, Marta Blanche 46 di, porque lo largo de a su carrera se mantuvo informada del desenvolvimiento de los dios folklóricos estu distintos países, dándolos en conocer en sus escritos y a en su cátedra univer sitaria. En general, muchos la Argentina, los folkloristas del campesino. Pata en el esquema propuesto por prevaleció Cortázar, que irrefutable, sin planteo adoptaron tener ningún teórico puede constituirse en dogma. en trabajos importante de la se fenómeno, su es una es nece De esta función del el análisis. determinar la puede desde enfocados investigación, con complementarla forma cuenta descriptivo. Si bien ésta aspecto sario principio como que Predominaron los etapa la significación, particular relación en que confluyen sus componentes, a fin de organizarlos con precisión de especificidad Se tendió buscar las a de ración folklórico, como expresaba rotulado estudio, rigurosamente las básica del hecho folklórico o sobre la singularidad del mismo. Una xinaba buena refle- de las parte por efectuadas disciplina han recopilaciones aficionados, sido que suponiendo no requiere un estudio especial ni sistematizado. lizados las se tuvo en conside un nociones esta Estos aportaron trabajos rea tradición, pero datos no están los en la mayoría de los casos, consignados con rigor científico, ni tienen los con cariño por nuestra indispensables requisitos rial pueda ser objeto Precisamente por para este mate que de análisis folklórico. el énfasis concedido a descripción del dato empírico, se dejó; aplicación de metodologías. En otros han tales adoptado el como el tural, dos con semiótico, el proceso Argentina, se han el lingüístico de la o países científicos procedimientos histórico-geográfico, el los estruc vincula comunicación. empleado En la técnicas algunas "tipos" como para los índices internacionales de folklóricos o cuentos clasificar "motivos" folklórica Por su para catalogar temas parte Cortázar Pero éste de Buenos Aires, propone el método no es propiamente un Augusto Raúl Cortázar. El chaquí. el narrativa en general. integral. (43) (43) de la carnaval en el Sudamericana, 1949, fenómeno rural localización, nes zar, do de la debe actuali la no está circunscrito. que las características Dentro de esta consignadas. confluye con otras manifestacio índole folklórica. Para Cortá documentado el hecho, —tenien esas cuenta ordenar particularidades—, para clasificar y Siguiendo significación. su la con misma una vez en Principia tiene que y anterioridad refuerza la dada de antemano concepción este camino, del original se lo comprender como válida e se fenómeno, irrefutable, pero no se puede ahondar en el conocimiento que es de objeto la tar ni ampliar cer, esta ciencia. lidades de descubrir su manifestación. demostrar de tratar No realidad que se ni enriquecerla al Lo lo ya permite aco-r trata de cono nuevas posibi Es tautológico admitido al como folklore Ca248-262. pp. la los folkloristas e hispanoamericanos en general, y sobre la necesidad de intensificar expuesto problemática argentinos nos alerta precedentemente evidencia que nuestros estudios. tas, puedo teros, que Folklore, preocupa Más a que respuestas concre aventurar anhelos sobre estimo en más especial los derro fructíferos con relación para a el nuestro Ellos se refieren a que, si realmente lo folklórico responde a una necesidad funda mental del ser humano, deberíamos indepen dizar este concepto del de clase social. país. Se requiere precisar rigurosamente este hecho y el comportamiento que genera, para individualizarlo en el ámbito de los fenóme nos sociales. la de lado la se ámbito al sociales. ciencias en en concebido verdadero. amor por con el No de autor el la como es ción sobre el costumbres exóticas Folklore nuestra tierra. si y explicar este comportamiento. o a confundir el cosas dad con se centraron en el estudio un método, tal de que Tener propuestas nos mayor formuladas permitan en concentrar respecto a problemas y información teóricos, acerca otras latitudes los esfuerzos metodológicos empíricos. Una comunicación permanente entre los investigadores nos proporcionaría mayor efec tividad para lograr el empeño al que estamos de tratar de conocer mejor abocados, ciertos comportamientos del hombre y los valores expresados a través de esas manifesta como el ciones.