TEMA: COMO ENFRENTAR LA VERDAD PERSONAL PREDICADOR: OBISPO RENÉ PEÑALBA 2 Samuel 12:1-14 El Señor envió a Natán para que hablara con David. Cuando este profeta se presentó ante David, le dijo: —Dos hombres vivían en un pueblo. El uno era rico, y el otro pobre. El rico tenía muchísimas ovejas y vacas; en cambio, el pobre no tenía más que una sola ovejita que él mismo había comprado y criado. La ovejita creció con él y con sus hijos: comía de su plato, bebía de su vaso y dormía en su regazo. Era para ese hombre como su propia hija. Pero sucedió que un viajero llegó de visita a casa del hombre rico, y como éste no quería matar ninguna de sus propias ovejas o vacas para darle de comer al huésped, le quitó al hombre pobre su única ovejita. Tan grande fue el enojo de David contra aquel hombre, que le respondió a Natán: —¡Tan cierto como que el Señor vive, que quien hizo esto merece la muerte! ¿Cómo pudo hacer algo tan ruin? ¡Ahora pagará cuatro veces el valor de la oveja! Entonces Natán le dijo a David: —¡Tú eres ese hombre! Así dice el Señor, Dios de Israel: “Yo te ungí como rey sobre Israel, y te libré del poder de Saúl. Te di el palacio de tu amo, y puse sus mujeres en tus brazos. También te permití gobernar a Israel y a Judá. Y por si esto hubiera sido poco, te habría dado mucho más. ¿Por qué, entonces, despreciaste la palabra del Señor haciendo lo que me desagrada? ¡Asesinaste a Urías el hitita para apoderarte de su esposa! ¡Lo mataste con la espada de los amonitas! Por eso la espada jamás se apartará de tu familia, pues me despreciaste al tomar la esposa de Urías el hitita para hacerla tu mujer.” »Pues bien, así dice el Señor: “Yo haré que el desastre que mereces surja de tu propia familia, y ante tus propios ojos tomaré a tus mujeres y se las daré a otro, el cual se acostará con ellas en pleno día. Lo que tú hiciste a escondidas, yo lo haré a plena luz, a la vista de todo Israel.” —¡He pecado contra el Señor! —reconoció David ante Natán. —El Señor ha perdonado ya tu pecado, y no morirás —contestó Natán—. Sin embargo, tu hijo sí morirá, pues con tus acciones has ofendido al Señor. ENFRENTAR LA VERDAD PERSONAL, NO ES FACIL... ¡PERO ES ABSOLUTAMENTE NECESARIO! ¿QUÉ SE REQUIERE PARA PODER ENFRENTAR LA VERDAD PERSONAL? Salmo 51 V1 Ten compasión de mí, oh Dios, conforme a tu gran amor; conforme a tu inmensa bondad, borra mis transgresiones. - AFERRARSE A LA COMPASION Y BONDAD DIVINAS Vs 1b-2 Borra mis transgresiones Lávame de toda mi maldad y límpiame de mi pecado. - LLAMAR A LAS COSAS POR SU NOMBRE... ¡TRANSGRESION, MALDAD, PECADO! * "Transgresiones", he Pesha': Una revuelta (nacional, moral, religiosa), rebelión, pecado, transgresion. * "Maldad", he 'Avon: Perversidad (moral), maldad, falta, iniquidad, pecado. * "Pecado", he Chattaa'h: Ofensa, pecaminosidad y su penalidad. V3 Yo reconozco mis transgresiones; siempre tengo presente mi pecado. - ENTRAR EN UN PROCESO DE "RECONOCIMIENTO" * Lit. Volver a conocer. * Examinar con cuidado algo o a alguien para enterarse de su identidad, naturaleza y circunstancias. * En las aduanas, registrar un baúl para enterarse de su contenido. * "Yo reconozco", he Yada': Conocer apropiadamente. Por imp. Percibir y ver, discernir, discriminar, distinguir, admitir, reconocer, confesar. Vs 4-5 Contra ti he pecado, sólo contra ti, y he hecho lo que es malo ante tus ojos; por eso, tu sentencia es justa, y tu juicio, irreprochable. Yo sé que soy malo de nacimiento; pecador me concibió mi madre. - PENETRAR EN LA NATURALEZA DEL PECADO * Dios es el principal agraviado. * Nuestras malas acciones se llaman pecado. * No nos hacemos pecadores... ¡Nacemos pecadores! V6 Yo sé que tú amas la verdad en lo íntimo; en lo secreto me has enseñado sabiduría. - ENTRAR EN UNA EXPERIENCIA DE AUTO CONOCIMIENTO - "Verdad en lo Intimo" * ¡No es que lo sepan los demás, sino tú! V7 Purifícame con hisopo, y quedaré limpio; lávame, y quedaré más blanco que la nieve. - RECIBIR PURIFICACION Y LIMPIEZA QUE SE ACTIVAN CON TU ARREPENTIMIENTO + EL PERDON DE DIOS SIETE MARAVILLOSOS RESULTADOS DE ENFRENTAR LA VERDAD PERSONAL Vs 8-13 1. Infunde gozo en estos huesos que has quebrantado. 2. Aparta tu rostro de mis pecados y borra toda mi maldad. 3. Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva la firmeza de mi espíritu. 4. No me alejes de tu presencia ni me quites tu santo Espíritu. 5. Devuélveme la alegría de tu salvación; 6. que un espíritu obediente (noble) me sostenga. 7. Así enseñaré a los transgresores tus caminos, y los pecadores se volverán a ti.