Lic. María Gabriela Vasquez Versión electrónica exclusiva para su publicación en el sitio web de Fundación Auge Mendoza – Argentina - Julio de 2007 Nuestra Memoria Buenos Aires, Fundación Memoria del Holocausto Año XI, n° 26. Dic. 2005. pp. 167-173. ISSN N° 1667-7382 Resistir: el caso de Geneviève de Gaulle Anthonioz Lic. María Gabriela Vasquez * La vida de Geneviève de Gaulle Anthonioz ha sido un ejemplo de resistencia a la opresión y a la degradación de las personas. Por su formación, por sus valores e ideales se opuso desde el primer momento al nazismo y participó activamente en la Resistencia francesa. Más tarde, fue arrestada y conducida al campo de Ravensbrück donde también luchó para preservar su humanidad y la de sus compañeras y para evitar ser convertidas en objetos sin valor. Tras la guerra, continuó defendiendo los derechos humanos y combatió con firmeza la pobreza y la exclusión social. Así, toda su vida fue un ejemplo de resistencia activa al totalitarismo y sus expresiones concentracionarias y, también, de oposición a la marginación social. En pocas palabras, esta mujer se dedicó siempre, con pasión, tenacidad y valor, a la defensa de la dignidad humana. Nació en el seno de una familia católica de clase media el 25 de octubre de 1920 en Saint-Jean de Valériscle, Francia. Hija mayor de Germaine Gourdon y Xavier de Gaulle y, a la vez, sobrina del General Charles de Gaulle, fue criada en los valores de solidaridad y ayuda al prójimo. Su niñez transcurrió en la región minera del Sarre, donde su padre se desempeñaba como ingeniero y fue educada en un internado de monjas. Dos acontecimientos dolorosos marcaron su vida y templaron y fortalecieron su carácter desde muy temprano. Primero, la muerte de su madre. “Una niñita de cuatro años y medio entraba de golpe en la desdicha”, escribió más tarde. Luego, la de su hermana menor. “En 1938, justo después de los ´acuerdos de Munich´, la que nos abandonó fue mi hermana. No tenía ni diecisiete años (...).” 1 * Historiadora. Docente de la Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Nacional de Cuyo, Mendoza, Argentina. 1 De Gaulle Anthonioz, Geneviève. La travesía de la noche. Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica, 2000. p. 26. Resistir… - Todos los derechos reservados – Artículo publicado 1 Lic. María Gabriela Vasquez Versión electrónica exclusiva para su publicación en el sitio web de Fundación Auge Mendoza – Argentina - Julio de 2007 Resistir I En 1939 comenzó sus estudios de Historia en la Universidad de Rennes; sin embargo, estos se vieron interrumpidos al poco tiempo debido al estallido de la Segunda Guerra Mundial y la invasión de Francia por los nazis al año siguiente. A pesar de que Geneviève escribió sobre aquellos años difíciles recién en 1998, es decir, después de más de 50 años, los recuerdos de aquel tiempo continuaban todavía vívidos en su memoria: “El 17 de junio de 1940, habíamos escuchado juntos la alocución del mariscal Pétain transmitida por radio; la oímos con indignación y estupor. ¿Cómo aceptar casi sin luchar esa cobarde derrota? Roger [su hermano] tenía diecisiete años, yo diecinueve. Al día siguiente estábamos en las rutas de Bretaña con muchos otros refugiados.” 2 Humillación y furia en el corazón eran los sentimientos de Geneviève, según escribió, que eran compartidos por muchos otros hombres y mujeres franceses que se unieron a distintos grupos, tras el llamamiento que había hecho su tío Charles desde Londres, para luchar por la liberación del país y resistir con todas sus fuerzas al régimen opresor. La resistencia era secreta y silenciosa y se disimulaba bajo el aspecto de una vida cotidiana común. Todas las acciones, entre ellas, alojar, guiar, aprovisionar, ocultar y pasar información eran igualmente peligrosas 3 . Geneviève era consciente de tal peligro, sin embargo, consideraba que el camino de la resistencia era el camino del honor, según sus propias palabras. Esta joven de 20 años trabajó en distintos grupos clandestinos y después se unió a la red Defensa de Francia que publicaba un periódico con el mismo nombre. Ella no sólo escribía artículos sino que además ayudaba a distribuir los escritos afuera de las estaciones del subterráneo. El 20 de julio de 1943 fue a misa a la Catedral de Notre-Dame y a la salida, en la calle Bonaparte, la arrestaron y condujeron a las oficinas de la Gestapo donde fue interrogada 4 . “(...) personalmente, no fui torturada, sólo arrojada al piso y golpeada a 2 Ibídem, pp. 38 y 39. Eck, Hélène. “Mujeres del desastre. ¿Ciudadanas por el desastre? Las francesas bajo el Régimen de Vichy (1940-1944).” En: Duby, Georges y Perrot, Michelle. Historia de las mujeres en Occidente. Madrid, Taurus, 1993. Tomo IX, p. 245. 4 “SISTERS IN RESISTANCE. Their stories. Geneviève de Gaulle.” En: www.pbs.org/independentlens/sistersinresistance/gen.html (set 2005) Trad. propia. 3 Resistir… - Todos los derechos reservados – Artículo publicado 2 Lic. María Gabriela Vasquez Versión electrónica exclusiva para su publicación en el sitio web de Fundación Auge Mendoza – Argentina - Julio de 2007 puñetazos y patadas (...).” 5 Pero esos golpes en la cabeza y los oídos casi la dejaron sorda. Posteriormente, fue trasladada a la prisión de Fresnes, donde permaneció varios meses. A principios de 1944 fue transferida al campo de Royallieu, cerca de Compiègne, donde se encontró con centenares de mujeres que provenían de todos los rincones de Francia. “Casi todas arrestadas por resistencia, pero con motivos bastante distintos, unidas en la negativa de aceptar la derrota y el nazismo.” 6 En efecto, junto a ella se encontraban mujeres de diferentes edades, formación, ideologías y condiciones sociales que habían formado parte de redes de información, habían alojado aviadores aliados o familias judías y participado en sabotajes o atentados. Estas acciones, que muchas no dudaron en llevar a cabo para luchar contra un régimen que las oprimía y esclavizaba, ponían de manifiesto su valor, coraje y entereza en aquellos tiempos difíciles. Resistir II El 2 de febrero de 1944 llegó a Ravensbrück el tren de carga que transportaba a Geneviève junto a otras muchas mujeres cansadas en extremo luego de tres días de viaje, hambrientas y sedientas, y sin saber bien adónde llegaban y lo que les esperaba. Seguramente esta fue la etapa más dura y difícil de su vida debido a que conoció el costado más oscuro y siniestro de la humanidad. “Al entrar en el campo, fue como si Dios se hubiera quedado afuera”, escribió 7 . En efecto, estas mujeres entraban en el infierno, en un mundo donde el sufrimiento y la muerte lo cubrían todo. Los días transcurrían en forma monótona, regidos por las sirenas que iniciaban la jornada laboral y también la concluían. Geneviève trabajó arduamente, de sol a sol, cargando vagones de carbón y, más tarde, lo hizo en un taller de ropa; ambos trabajos eran penosos ya que las condiciones eran inhumanas y los golpes y maltratos de las guardias SS, constantes. Ella tenía la certeza de que la destrucción del alma era el programa del campo de concentración. “(...) destrucción gradual de lo que constituye un ser humano, su dignidad, su relación con los demás, sus derechos más elementales. Somos ´Stücke´, es decir, pedazos; cualquier guardiana e incluso policías del campo, las 5 De Gaulle Anthonioz, Geneviève. op. cit. p. 64. Ibídem, p. 56. 7 Ibídem, p. 20. 6 Resistir… - Todos los derechos reservados – Artículo publicado 3 Lic. María Gabriela Vasquez Versión electrónica exclusiva para su publicación en el sitio web de Fundación Auge Mendoza – Argentina - Julio de 2007 jefas de barraca –detenidas como nosotras- pueden insultarnos impunemente, golpearnos, pisotearnos, matarnos, sólo será un gusano menos. Yo vi, sufrí ese avasallamiento (...).” 8 Muchas encontraron una manera de oponerse a ese programa de destrucción y lucharon como pudieron para seguir siendo seres humanos. Fueron pequeños grandes actos en medio de tanto horror y miseria los que les permitieron conservar su dignidad. Así, por ejemplo, la lectura que, aunque estaba prohibida, se llevaba a cabo en silencio y en secreto, constituía un acto de rebeldía y de resistencia que les permitía, por unos instantes, evadirse y viajar en el tiempo y el espacio. “Durante unas horas –escribió Geneviève-, había tenido en mis manos Moby Dick en alemán, una antología de la poesía francesa y Salammbô de Flaubert. Y aquí estoy bajo el cielo de África, al pie de la muralla de Cartago. La guerra de Amilcar me parece tan presente como la de hoy. Ya no hay tiempo, ya no hay frontera entre el sueño, o la pesadilla, y la realidad. Puedo salir de mi celda, recorrer las distancias y los siglos.” 9 A principios de octubre de 1944, todo empezó a cambiar para Geneviève aunque no lograba explicarse la razón de tales cambios. El comandante SS de Ravensbrück, Fritz Suhren, habló con ella y de inmediato fue trasladada a otra barraca donde gozó de ciertos privilegios. Sin embargo, ella sólo quería estar con sus amigas, no le interesaba tener un catre para ella sola, una toalla y unos zuecos casi nuevos; necesitaba, en cambio, de sus compañeras, de sus cuidados y palabras. En medio de tanta oscuridad y muerte habían nacido amistades inquebrantables como las que la habían unido a Germaine Tillion y Jacqueline d´Alincourt, dos compatriotas que también habían participado en la Resistencia. El 25 de octubre era su cumpleaños, el primero que pasaba en Ravensbrück, y pudo celebrarlo junto a sus amigas: “En la torta –recordaba-, para la cual cada una aportó un poco de miga de pan aplastada con algunas cucharadas de esa especie de melaza que llaman mermelada, veinticuatro ramitas representaban las velas en una escenografía de hojas recogidas a toda prisa durante el trabajo de remoción de tierras al borde del pantano; un verdadero momento de felicidad.” 10 8 Ibídem, p. 64. Ibídem, p. 42. 10 Ibídem, pp. 12 y 13. 9 Resistir… - Todos los derechos reservados – Artículo publicado 4 Lic. María Gabriela Vasquez Versión electrónica exclusiva para su publicación en el sitio web de Fundación Auge Mendoza – Argentina - Julio de 2007 En efecto, se trataba de un breve pero especial momento de felicidad en medio de tanto sufrimiento y, a la vez, constituía un acto de cuidado, como lo llama Tzvetan Todorov 11 , un gesto de atención, contención y solidaridad hacia otra persona que ayudaba a las deportadas a mantener la esperanza y seguir resistiendo. A fines de octubre se produjo otro cambio: Geneviève fue trasladada a un bunker. No sabía por qué razón había sido aislada y encerrada en una celda pero estaba convencida de que iba a ser ejecutada en cualquier momento. Sin embargo, los días pasaban entre recuerdos, llantos, angustias y anhelos y continuaba preguntándose por qué seguía con vida. La Navidad estaba cerca, entonces, se preparó para celebrarla: “(...) dibujé con mi lápiz una especie de imagen. Es mi pesebre. El niño Jesús se apoya en una cruz, tiene el dedo levantado para bendecir. Se apoya sobre él una mujer deportada con su uniforme rayado y su pañuelo. Bajo el triángulo marcado con una ´F´, dibujé el número de inscripción: es el mío, 27.372.” 12 Y, aunque estuvo sola aquel día, sus amigas se hicieron presentes en unos regalitos que le fueron entregados secretamente por la encargada de la limpieza, una anciana Testigo de Jehová. Se trataba de una ramita de pino con una canción francesa de Navidad, unas masitas en forma de estrella, una manzana roja, dos terrones de azúcar, un minúsculo trozo de panceta y una muñequita. Estos sencillos presentes, pero de un valor incalculable para ella, la llenaron de alegría y de fuerzas para seguir resistiendo. En realidad, muchas mujeres lograron sobrevivir aquella experiencia gracias a estos gestos y cuidados de sus compañeras. Geneviève estaba débil y su salud se deterioraba día a día. Un médico SS la visitó en su celda y le dio unos medicamentos, lo que la sorprendió y confundió mucho. Más tarde, dos personas la interrogaron largo rato sobre sus actividades en la Resistencia y sobre el trato recibido por los nazis. Sus respuestas eran escuetas y trataba de no dar detalles ni tampoco nombres, ya que no sabía de qué se trataba eso. Todo era misterioso y nadie le daba explicaciones. A los pocos días, le ordenaron prepararse. “Unos instantes más tarde, abandono mi celda, ¿para siempre? Me da la sensación de haber pasado ahí años enteros, y vivido varias vidas.” 13 Luego, fue escoltada fuera del campo y conducida a la frontera suiza. 11 Todorov, Tzvetan. Frente al límite. México, Siglo XXI, 1993. De Gaulle Anthonioz, Geneviève. op. cit. p. 31. 13 Ibídem, p. 69. 12 Resistir… - Todos los derechos reservados – Artículo publicado 5 Lic. María Gabriela Vasquez Versión electrónica exclusiva para su publicación en el sitio web de Fundación Auge Mendoza – Argentina - Julio de 2007 Después supo que esos tratos preferenciales recibidos en Ravensbrück durante los últimos meses se debían a su parentesco con el General de Gaulle y que los nazis la conservaban con vida para utilizarla, eventualmente, como moneda de cambio. Resistir III Geneviève, al igual que cada una de las demás deportadas, sin excepción, pasó por una experiencia extrema que marcó su vida para siempre. Finalmente, tras ser liberada en abril de 1945, se reencontró con su padre y regresó a su Francia natal. Al año siguiente, se casó con Bernard Anthonioz, un joven editor de arte que también había resistido al nazismo y Charles de Gaulle fue testigo de la boda. Tuvieron 4 hijos: Michel, en 1947; François, en 1949; Isabelle, al año siguiente, y Philippe, en 1953. Al fin podía disfrutar de momentos de paz y felicidad junto a su familia. Sin embargo, Geneviève seguía siendo una mujer comprometida con los derechos humanos y todas sus actividades y trabajos posteriores se orientarían en tal sentido. Formó parte activa de la Asociación de Deportadas e Internas de la Resistencia (ADIR) desde el primer momento y llegó a su presidencia en 1958. También siguió de cerca el proceso a los criminales nazis y ella misma testificó en el juicio contra Klaus Barbie en 1987. El hecho de revivir aquellos años y aquellas experiencias tan dolorosas y siniestras fue muy fuerte para su corazón y, a la salida del tribunal, sufrió un infarto. Por otro lado, recién en 1998, a los 77 años, emprendió la tarea de dejar por escrito sus recuerdos de Ravensbrück en el libro titulado La travesía de la noche. Se trataba de una obra breve que rescataba episodios de su vida pero que se centraba, especialmente, en los últimos meses que pasó en aquel campo, en una celda aislada de todo y de todos. A esta lucha contra el totalitarismo se unió más tarde, la lucha contra la miseria y la exclusión social. En 1958, su tío volvió al poder y junto a su marido comenzaron a trabajar en el Ministerio de Asuntos Culturales. A fines de ese mismo año, visitó la villa miseria de Noisy-le-Grand, cerca de París, y quedó profundamente conmovida. Por ello, al año siguiente, renunció a su puesto en el Ministerio para dedicar todas sus fuerzas a combatir la pobreza y defender la dignidad de los más necesitados. Se unió al Padre Joseph Wresinski y trabajó arduamente en el movimiento ATD-Cuarto Resistir… - Todos los derechos reservados – Artículo publicado 6 Lic. María Gabriela Vasquez Versión electrónica exclusiva para su publicación en el sitio web de Fundación Auge Mendoza – Argentina - Julio de 2007 Mundo fundado por él; en 1964, Geneviève llegó a la presidencia de dicha asociación. En 1988 murió el sacerdote y esta mujer, junto a tantos otros, continuó su obra. Fue nombrada por pedido de Jacques Chirac en el Consejo Económico y Social y desde allí trabajó por una ley contra la pobreza que reclamaba el derecho fundamental de cada persona a tener techo, cobertura social y educación. Finalmente, y luego de 10 años de tratativas, fue votada por el Parlamento francés la ley contra la exclusión. Esa década había sido intensa para Geneviève y también había tenido su trago amargo ya que el 14 de julio de 1994 había fallecido su esposo y compañero de lucha. 1998 fue, entonces, un año crucial en su vida ya que, por un lado, sus esfuerzos se vieron coronados con la aprobación de la ley contra la exclusión y, por otro, fue la primera mujer en ser condecorada con la Gran Cruz de la Legión de Honor, un merecido reconocimiento a su labor incansable a favor de la dignidad de las personas y de resistencia activa al nazismo y a la marginación. Por aquel tiempo, dejó la presidencia de ATD pero continuó trabajando con la misma pasión ya que en el año 2001 apareció su segundo y último libro titulado El camino de la esperanza, que recogía sus experiencias y actividades junto a los más necesitados. Geneviève de Gaulle Anthonioz murió el 14 de febrero de 2002 y fue enterrada junto a su marido en Bossey. Como dije al comienzo, su vida ha sido un ejemplo de lucha contra la opresión y la degradación humanas en sus variadas y extremas manifestaciones. En efecto, esta mujer resistió al totalitarismo nazi desde el primer momento y trabajó arduamente para combatirlo; resistió, también, en Ravensbrück la cosificación y la destrucción del alma humana por medio de pequeñas pero muy significativas y valiosas acciones que la ayudaron a sobrevivir a ella y a sus compañeras y, posteriormente, resistió la marginación y la pobreza. En otras palabras, dedicó su vida a la defensa de la dignidad y los derechos humanos. Por ello, para terminar, retomo las palabras de su biógrafa, la historiadora Frédérique Neau-Dufour, para quien esta mujer encarnó toda su vida la esperanza y luchó sin respiro para defender lo único válido: el Hombre 14 . 14 Neau-Dufour, Frédérique. “Qui est Geneviève de Gaulle Anthonioz?” En: www.autredegaulle.com/index.htm (set 2005) Trad. C. Mercado. Las fotografías que aparecen en este artículo han sido obtenidas de la misma página web. Resistir… - Todos los derechos reservados – Artículo publicado 7 Lic. María Gabriela Vasquez Versión electrónica exclusiva para su publicación en el sitio web de Fundación Auge Mendoza – Argentina - Julio de 2007 Geneviève junto a su madre Resistir… - Todos los derechos reservados – Artículo publicado 8 Lic. María Gabriela Vasquez Versión electrónica exclusiva para su publicación en el sitio web de Fundación Auge Mendoza – Argentina - Julio de 2007 Comandante SS del campo de Ravensbrück Fritz Suhren Boda de Geneviève de Gaulle y Bernard Anthonioz (Mayo de 1946) Resistir… - Todos los derechos reservados – Artículo publicado 9 Lic. María Gabriela Vasquez Versión electrónica exclusiva para su publicación en el sitio web de Fundación Auge Mendoza – Argentina - Julio de 2007 Con su hijo Michel Resistir… - Todos los derechos reservados – Artículo publicado 10