DE HISTORIA NATURAL C R E T Á C E O . . .• 255 Neocomiense. Barremiense. Aptiense. Calizas en bancadas muy repetidas, alternando con margas, presentando en las zonas inferiores coloraciones rojizas y en las más superiores grisáceas. Conjunto intensamente replegado. Turonense. Calidas rojizas en bancadas muy repetidas o blancuzco-amarillentas, con intercalaciones de margas pizarrosas y bancos bituminosos explotables e igualmente replegado el conjunto como el tramo anterior, siendo esta zona la natural continuación de la otra. Senonense. Vemos, pues, que los terrenos que encierran los materiales bituminosos explotables son cretáceos y que estos niveles corresponden a zonas superiores de las formaciones rojizas, dadas como Neocomienses y algo inferiores al Cretáceo superior propiamente dicho. Por lo cual los tramos con capas bituminosas pueden quedar situadas entre el Turonense al Senonense, es decir, cuando ya se iniciaban las facies ¡acunares del terreno cretáceo. No obstante, la clasificación es dudosa, dada la ausencia de fósiles típicos, por lo cual la presencia de restos de peces encontrados por nosotros ahora, en las capas bituminosas, es de un alto interés paleontológico, pues estos mismos restos pueden darnos, al ser clasificados cuando se disponga de buenos ejemplares, la edad justa de estas formaciones. C a r a c t e r í s t i c a s de la formación que encierran las pizarras bituminosas. Como y a se ha indicado, las formaciones cretácicas que encierran a los materiales bituminosos son calizo-margosas, a veces típicamente pizarrosas, presentándose en general, dando lugar a conjuntos de gran uniformidad y monotonía, constituidos por una repetidísima alternancia de calizas blanco-amarillentas y margas más o menos pizarrosas grisáceas, que en conjunto dan al terreno o formación geológica, en ocasiones, típica coloración grisáceo-verdosa. Toda esta formación se nos ofrece siempre intensamente plegada, tanto en detalle como en conjunto, siendo la dirección de sus capas en general de oeste-noroeste a este-sudeste, y los buzamientos, comprendidos entre 50 y 7 5 , más frecuentemente meridionales, al menos en los territorios por nosotros recorridos (lám. X X X , fig. 1, y lárrt. XXXI). o