Entrevista Sábado 28 de junio de 2014 Los Trabajadores Sexuales defienden los derechos de todos SECCIÓN: Opinión, Página 27 Longitud: 665 palabras en holandés Escuchen a las trabajadoras sexuales. A menudo están en una posición única para ayudar a las víctimas de la trata y tráfico de personas, Daisy Nakato, Trabajadora sexual de Uganda argumenta. Daisy Nakato Trabajadora sexual y co-fundadora de Wonetha, la mayor organización de derechos humanos de los trabajadores sexuales en Uganda. Es triste ver cómo las discusiones mundiales sobre los trabajadores sexuales y la trata y tráfico de personas para fines sexuales son borrosas por los prejuicios y la niebla moralista. La trata y tráfico de personas y la esclavitud sexual es horrible. Pero es inadecuado e irrespetuoso asumir que todos los trabajadores sexuales son víctimas y que necesitan ser rescatados. Las operaciones de rescate y las redadas policiales a menudo hacen más daño que bien. En muchos países, proporcionan a la policía más oportunidades para invadir nuestra privacidad, abusar y detenernos, por ejemplo en los así denominados centros de "rehabilitación" que funcionan más como prisiones. Tales operaciones de rescate hacen a los trabajadores sexuales aún más atemorizados de la policía y de los centros de salud. Haciendo del trabajo sexual una cuestión moral no es algo positivo. El enfoque moralista al trabajo sexual que recomienda abolirlo está en muchos países como el núcleo de las estrategias de Estado para acabar con el trabajo sexual. Estas actividades refuerzan y legitiman el abuso por parte de la policía. La policía en muchos países en desarrollo, como ser Uganda, creen que pueden salirse con impunidad al sobornar, golpear y violar a las trabajadoras sexuales. Esta creencia está profundamente arraigada en su visión de que el trabajo sexual es una actividad inmoral y criminal. El trabajo sexual está tipificado como delito en 110 países, pero estos abusos también ocurren en los países donde el trabajo sexual es legal. El trabajo sexual y el tráfico sexual, simplemente no son la misma cosa. Los trabajadores sexuales y sus aliados están en contra de toda forma de trabajo forzado y violencia sexual. Trabajamos duro en nuestro entorno para identificar a los traficantes y los que han sido objeto de la trata y tráfico. Defendemos los derechos de todas las personas en nuestras comunidades. A menudo nos encontramos en una posición única por la cual podemos identificar a las víctimas de la trata y tráfico de personas y ayudarlos. En la India, los trabajadores sexuales desarrollaron un sistema de monitoreo. Trabajan junto con la policía y ayudan a las víctimas a hacer frente a su vulnerabilidad. Trabajando Juntos No nos subestime. Estamos organizados con grupos de activistas laborales y defensores de los derechos humanos y de la salud. Trabajando juntos, podemos crear cambios para los trabajadores sexuales, víctimas y sus familias. Nuestro éxito mundial provienen de iniciativas de los propios trabajadoras sexuales: desde reducir drásticamente la propagación del VIH, hacer frente a los abusos de la policía, trabajar conjuntamente con las autoridades locales para tener un trato justo y equitativo hacia los trabajadores sexuales, ofrecer programas de empoderamiento económico para los trabajadores sexuales en busca de fuentes de ingreso alternativss para que puedan optar por trabajar menos o dejar el trabajo sexual. No se nos ayuda con declaraciones radicales de personas bien intencionadas que quieren abolir la prostitución. No todos somos víctimas y la mejor manera de ayudar a los que si son víctimas no es con el cierre de la 'maligna' industria del sexo. Eso simplemente socava nuestros esfuerzos para asegurar que los derechos humanos de los trabajadores sexuales sean reconocidos y respetados por las autoridades y la sociedad. En un país como Uganda, esto definitivamente no es útil. El nuevo proyecto de ley contra la homosexualidad, contra la pornografía y el próximo proyecto de ley que criminaliza la transmisión del VIH están amenazando nuestro trabajo por los derechos humanos a la salud para todos. Esta semana el Fondo para el SIDA ha invitado a los trabajadores sexuales de todo el mundo para hablar y compartir nuestra experiencia y aprender de los éxitos de los demás. Gracias al Ministerio de Relaciones Exteriores de Holanda hemos sido capaces de hacer esto aquí con seguridad y libertad. Hago un llamado a cualquier persona que realmente quiere ayudarnos y escucharnos, para que todos podamos ser aliados y no enemigos para hacer frente a las violaciones de los derechos humanos de los trabajadores sexuales, de las víctimas de la trata y tráfico de personas y del abuso. IMAGEN POR LÍNEA: La trabajadora sexual de Uganda, Lamola (29), fuma una pipa de agua en su casa a orillas del Lago Victoria. Foto: agencia de noticias ANP