Las Conquistas Sitio de Tenochtitlán, según el Códice Florentino. En 1519, los españoles llegaron a lo que hoy es México, tocando tierra en la isla de Cozumel. Encabezados por Hernán Cortés, incursionaron al territorio mesoamericano por las costas de Veracruz. Fueron varios los pueblos que se aliaron a los españoles para librarse del poderío mexica, entre ellos los tlaxcaltecas. Motecuhzoma Xocoyotzin, tlatoani mexica, recibió pacíficamente a los recién llegados al pensar que Cortés era Quetzalcoatl, rey tolteca que según la tradición se fue por el mar hacia el oriente jurando regresar un día para retomar su territorio. La matanza de Toxcatl levantó en armas a los mexicas contra los españoles y sus aliados. Cuitláhuac y Cuauhtémoc fueron los últimos jefes del Imperio Mexica. El primero derrotó a los invasores el 30 de junio de 1520, y murió poco después durante la epidemia de huey cocoliztli. Cuauhtémoc, abandonado por la mayor parte de sus aliados, finalmente fue capturado y asesinado por los españoles en 1521. En 1521 cae el imperio mexica ante los ejércitos españoles compuestos principalmente por tlaxcaltecas. Capturada México-Tenochtitlán, los españoles procedieron al sometimiento de los reinos independientes. Los pueblos mesoamericanos fueron sometidos casi todos en los siguientes cinco años a la caída de Tenochtitlán. Sin embargo, los grupos nómadas y seminómadas del norte siguieron en resistencia hasta el siglo XX, cuando los yaquis negociaron el armisticio con el ejército mexicano. Con los militares españoles llegaron también misioneros que se dedicaron a convertir a los indígenas a la religión católica. De los religiosos que llegaron al país se destacaron Vasco de Quiroga, Motolinía, Juan de Valencia, Bernardino de Sahagún, Diego de Landa , Junípero Serra , Sebastián de Aparicio y Bartolomé de las Casas. Primera Conquista: Alianzas y Catástrofe Demográfica (¿Bienestar Físico?-Sarampión y Viruela) Tenochtitlán fue un pequeño islote en el lago de Texcoco y fue ampliada artificialmente hasta alcanzar unos 13.5 kilómetros cuadrados. No existe un consenso sobre la población de Tenochtitlán, la mayor parte de los historiadores dan un valor conservador entre 80.000 a 230.000 habitantes, más grande que la mayor parte de las ciudades europeas de su época, Constantinopla (con 200.000 habitantes), París (con 185.000) y Venecia (con 130.000). Otros historiadores dan otras estimaciones: Eduardo Noguera, basándose en mapas antiguos, calcula 50.000 casas y 300.000 habitantes; Soustelle calcula 700.000 habitantes al incluir la población de Tlatelolco y la de las isletas y ciudades satélites de la zona. Los estados sometidos por el pueblo mexica no formaban un sistema político unificado sino, mejor dicho, un sistema de tributo a Tenochtitlán. Entre los pueblos nahuas, el dirigente más importante era llamado huey tlatoque (gran jefe), también conocido como huey tlahtoani (el que habla'). Después de la formación de la triple alianza, el modelo político del Estado Mexica se asentó definitivamente como una monarquía electiva. Un consejo se encargaba de elegir al emperador, el cual, ya elegido, se le daban facultades absolutas y sin restricción. Aún los augurios que recibieron concerniente a la conquista de su poderoso estado centralizado, jamás se pudieron imaginar que estaban a punto de sucumbir por: 1.- las alianzas de los conquistadores con reinos que no habían logrado consolidar, 2.- el uso por parte de los conquistadores de la metalurgia para armamento de guerra y que era una tecnología que ellos conocían tan bien como los españoles, pero que la habían usado, por ser así su tendencia natural, exclusivamente para efectos rituales. Sus implementos de guerra, por tanto resultaron insuficientes para una adecuada defensa. Sus armas eran: la lanza de madera con punta de obsidiana, el arco y la flecha con punta de obsidiana, y la macana llamada macuahuitl que era un barrote o garrote de menos de un metro de largo con afiladas hojas de obsidiana incrustadas (capaces de matar o herir gravemente). Para defenderse tenían un escudo llamado chimalli hecho de madera y reforzado con tela o pieles ricamente pintadas y decorados con plumas. 3.-por la catástrofe demográfica causada por las enfermedades traídas por españoles contra las cuales los nativos no tenían ninguna defensa. La conquista de México es la conquista del Imperio Mexica y otros pueblos de la región mesoamericana, que realizaron los ejércitos al mando de Hernán Cortés en nombre de la Monarquía Hispánica. Una vez que lograron someter a este imperio, la conquista se expandió hacia el resto del continente. La conquista de México fue no solo militar y administrativa, sino también social, cultural y religiosa, formándose con esto una nueva identidad cultural que es el México actual. Factor decisivo: la catástrofe demográfica causada por las enfermedades La historiografía moderna ha determinado que uno de los factores decisivos, sino el definitorio, que posibilitó la conquista y sometimiento de las culturas e imperios americanos por parte de los europeos, fue la catástrofe demográfica causada por las enfermedades que llevaron los conquistadores. La demógrafa mexicana Elsa Malvido[8] estableció que entre 1518 y 1540 se produjeron tres grandes epidemias de viruela (la primera quizás también incluyó sarampión) que aniquilaron en forma inmediata a la población, causando la mortalidad del 80%. En esas condiciones la posibilidad de que se mantuvieran en pie las culturas e imperios desarrollados autónomamente en América por milenios, era inverosímil. España, que llegó a América con menos de la mitad de la población mexicana, 20 años después tenía el doble, y 100 años después tenía más de diez veces la población mexicana. Los investigadores Cook y Borah, de la Universidad de Berkeley, luego de décadas de investigación, sostuvieron que cuando Cortés desembarcó en las costas de México, la población de la región llegaba a unos 25,2 millones de personas y que 100 años después quedaba menos de un millón[1]. En la misma época España y Portugal juntas no llegaban a 10 millones de personas[2] y en toda Europa vivían 57,2 millones[3]. México recién recuperaría la población que poseía en el siglo XV, en la década del 60 del siglo XX. Durante los dos años que llevó la conquista de México por parte de Hernán Cortés (1519-1521), la epidemia de viruela causó la muerte de un tercio de la población de Tenochtitlán, incluida la de Cuitláhuac emperador y líder militar de la resistencia contra los españoles. El cronista Fray Bernardino de Sahagún relató que «murió casi infinita gente»[9]. Thomas Mann sostiene que «de no haber sido por la viruela, parece probable que Cortés hubiera perdido»[10]. Frente a la magnitud de estos datos y el exterminio que por si solos produjeron de las sociedades americanas, la incidencia de los factores militares o culturales en el proceso de la primera conquista puede considerarse menor. Segunda Conquista: Absorción Cultural y Religiosa de los Conquistados La conquista, apuntalada con la ayuda de aliados indígenas, espadas, cañones y plagas, logra el sometimiento y esclavización de los mexicas y, luego uno a uno, de los pueblos otrora aliados de Cortés. Continuaría, sin embargo, en los siguientes años una segunda conquista, la absorción cultural y religiosa de los pueblos conquistados. Imposición de otra cultura, de una nueva lengua, de una nueva religión intolerante e incapaz históricamente de reconocer ningún derecho a los dominados, sobre sus creencias ancestrales. En resumen, la Conquista de México significó para los conquistadores el dominio, por cerca de 300 años, de un territorio muy rico en recursos minerales, sobre todo de metales preciosos como oro y plata. Para los mexicas y demás pueblos significó la pérdida y desaparición para siempre de su cultura e identidad. Seguiría un sincretismo que daría origen a un nuevo pueblo y una nueva cultura mestiza y a la postre, a una nueva nación heredera de ambas influencias. En la imagen, un evangelizador observa a dos indígenas condenados por no aceptar al dios de los conquistadores. Lienzo Tlaxcala, Siglo XVI Bienestar Social y Espiritual Desde la Conquista al 2006 La Monarquía Hispánica de los siglos XVI y XVII, y el posterior Reino de España de los siglos XVIII y XIX instauró una sociedad de castas donde la oligarquía política y religiosa correspondía exclusivamente a los peninsulares, sin permitir que la sociedad criolla, mestiza, mulata o sus variantes pudiese participar en la toma de decisiones. Utilizando instrumentos como el santo oficio de la santa inquisición, el gobierno virreinal español suprimía la difusión de las ideas liberales generadas durante la Ilustración, la Revolución Francesa o la Guerra de Independencia de los Estados Unidos al tiempo que no toleraba otra religión distinta a la católica. La justificación legal de la Conquista, se dio como un instrumento de la difusión de la Fe Católica. Al menos en principio, era obligación de los conquistadores, ahora transformados en encomenderos, la conversión de los indios. En la práctica, esta obligación, sin embargo, tuvo que esperar a la llegada de los frailes. La evangelización, fue confiada por el Papado a los frailes. "Los primeros en establecerse fueron los Franciscanos (1524), seguidos por Dominicos, Agustinos y Mercedarios". Así como a los encomenderos, los recién llegados frailes tuvieron que apoyarse en la realidad pre-hispánica. Ajustándose a la disposición de los señoríos indígenas, la jurisdicción de las "doctrinas" (parroquias predicadoras), se calcaba de las de su respectivo señorío indígena. La red de relaciones se cerraba con el tlatoani (o cacique). Su adhesión a las prácticas cristianas era esencial para asegurar la respuesta positiva de su pueblo. Un punto muy sensible, por ejemplo, fue lograr la recomposición de las familias conforme al modelo cristiano (monogámico), lo que hizo cambiar normas de matrimonio, parentesco y herencia. Lo cual, simple y sencillamente no se hubiera podido llevar a cabo sin el apoyo de las autoridades indígenas locales. La misma red actuó para estrechar el cerco que acabó clausurando los templos pre-hispánicos y ahogando a los sacerdotes del viejo culto por hostigamiento y falta de recursos. Encomenderos y frailes, aliando a los caciques para sus propósitos, formaron así una trilogía estrechamente ligada y efectiva que durante más de 300 años de hegemonía española perpetuó un patrón de gobierno que ha resistido, hasta la actualidad, todo intento de control de los abusos que cometa quien sea que sea parte de esta trilogía. Este diseño imperial y los grandes recursos naturales del entorno, propiciaron el establecimiento de una sociedad en México marcadamente regida por castas a diferencia de la que se estableció desde entonces, en la parte más humilde de este mismo Virreinato como lo era Costa Rica. La actual idiosincrasia Tica muy probablemente se formó durante la colonización española por la escasez de mano de obra y lo accidentado del terreno que conforma el Valle Central (que es el más fértil), lo cual hizo que las privaciones de tipo material fueran el común para todos. Estas privaciones y no haber mano de obra esclava, provocaron que desde el Gobernador Provincial hasta el más humilde de los campesinos tuvieran que velar por su sustento y el de sus familias (autosuficiencia), creándose así las bases de una sociedad más igualitaria y menos regida por castas. A pesar de que por regla general se propuso una política de integración, la realidad política que imponía el otorgamiento de los puestos importantes para la burocracia española, en especial a partir de la llegada de los borbones que propugnaron hacia el modelo francés de colonización, contra los cuales los criollos o hijos de españoles nacidos en México, empezaron a resentirse y aunado a la situación de pobreza en que se encontraba la mayor parte de la población mestiza e indígena se crearon divisiones tan graves como las castas en Yucatán. Durante el período virreinal se gestaron muchas de las tradiciones e instituciones que han evolucionado, de conformidad con el carácter al pueblo mexicano, a muchas de las características mexicanas de la actualidad. CONQUISTA NUEVA ESPAÑA Conquistadores Encomenderos Tlatoanis Caciques INDEPENDENCIA / IMPERIOS / SIGLO XX SIGLO XXI Casta Imperial (Realistas o Conservadores) ? Casta Gobernante / Política / Sindical ? Esta evolución ha sido albergada y justificada legalmente desde sus principios, por el sistema de la Ley Romana la cual define los más obvios derechos de los ciudadanos y TODOS los demás son privilegio del imperio y sus representantes (los gobernantes designados en turno.) PREGÚNTATE: ¿Encontraremos alguna forma de limitar legalmente los excesivos poderes gubernamentales? Intentos de rescatar el Bienestar desde la Independencia Miguel Hidalgo y Costilla, iniciador de la guerra de independencia. La ocupación francesa de España, a principios del siglo XIX, sirvió como pretexto a los afanes independentistas de los criollos novohispanos. Luego de la fallida experiencia de la Junta de México (1808), la conspiración de Querétaro sería finalmente la que desataría la revolución de Independencia de México. En la conspiración participaban, entre otros el cura Miguel Hidalgo, que daría el llamado a la insurrección en el pueblo de Dolores (Guanajuato) el 16 de septiembre de 1810. Iniciando con tempranas victorias (Guanajuato, Valladolid y Cerro de las Cruces), el ejército insurgente se retiró hacia occidente, donde su suerte cambió radicalmente, hasta que fueron presos en Acatita de Baján (Coahuila). En el año de 1811, los líderes insurgentes fueron fusilados y sus cabezas expuestas en Guanajuato. Durante los primeros años de la Guerra de Independencia que inició el 16 de septiembre de 1810, el ejército independentista republicano había logrado muy poco, ya que los criollos y los españoles, que era más del 50% de la población de 6 millones en ese entonces, eran leales a España. El conflicto duró once años y distaba mucho de ser un movimiento homogéneo. Comenzó con fuertes tintes de guerra religiosa pues era encabezada por sacerdotes. Al poco tiempo adquirió matices republicanos y en un par de años fue sofocada casi en su totalidad por el ejército realista. La lucha pasó a ser una guerra de guerrillas confinada a las montañas del sur hasta que un hábil político y ex coronel realista de nombre Agustín de Iturbide pactó alianzas con casi todas las facciones (incluyendo al gobierno virreinal) y consumó la independencia de una manera relativamente pacífica el 27 de septiembre de 1821, proclamando el Plan de Iguala, que establecía las famosas tres garantías: la independencia de México, la conservación de la iglesia católica, y la unión de todos los habitantes de la Nueva España, refiriéndose a los mexicanos y españoles (después históricamente aplicado a los pueblos indígenas). El plan no cambiaba la situación social del país, sólo la política, dando más poder a los criollos gobernantes y a los tlatoanis mexicanos, pero invitaban a un monarca europeo a tomar el trono del Imperio. Ningún monarca lo haría, para evitar conflictos con España. Por eso, y respondiendo a una supuesta petición del pueblo y del recién creado parlamento, Iturbide se proclamó Emperador de México. Sin embargo, el gobierno de Iturbide, pomposo y sin un plan económico, no duraría ni un año, y el ejército republicano tomaría el poder, instaurando el sistema republicano federal en México en 1824, dando fin al Primer Imperio, y el inicio de los Estados Unidos Mexicanos. A partir de esta fecha cada intento ´liberal´ por limitar los poderes ´conservadores´ ha sido férreamente neutralizado en por lo menos diez períodos: 1. En 1833 la primera reforma liberal del Estado, --encabezada por Valentín Gómez Farías y José María Luis Mora-- concluyó en la instalación de una república centralista. En 1835 fueron promulgadas las Siete Leyes, constitución de corte centralista cuya vigencia ocasionó la declaración de independencia de Zacatecas y Texas en 1836. Cinco años más tarde la República de Yucatán declaró su independencia, y no se reincorporaría definitivamente a México hasta 1848. 2. El gobierno central fue sustituido nuevamente por uno federal, que comenzó el 22 de agosto de 1846. En este tiempo, México enfrentaba la guerra con Estados Unidos. Este país se anexó la República de Texas en 1841, y en 1846 reclamó --infundadamente-- la posesión de la franja comprendida entre los ríos Bravo y Nueces. La ocupación estadounidense duró de 1847 hasta 1848, y concluyó con la firma del Tratado de Guadalupe-Hidalgo y la pérdida de más de la mitad del territorio mexicano. Los primeros años después de la invasión estadounidense fueron más o menos tranquilos, pero los nuevos conflictos originados entre liberales y conservadores ocasionaron la llegada --por décimo primera ocasión-- de Santa Anna al poder (1853 - 1855). Santa Anna se auto nombró Dictador de México y gobernó con el título de Su Alteza Serenísima por ley constitucional. Mientras tanto, el país estaba en bancarrota y el gobierno era sumamente corrupto. 3. Por ello, en 1854 los liberales se fueron a la guerra, amparados en el Plan de Ayutla y encabezados por Juan Álvarez e Ignacio Comonfort. La Revolución de Ayutla puso destierro a Santa Anna y puso de interino a Álvarez. Su sucesor, Comonfort, promovió la promulgación de varias leyes liberales (Leyes de Reforma) que, entre otras cosas, establecieron la separación entre el Estado mexicano y la Iglesia Católica y anularon los privilegios de las corporaciones. Estas leyes dio lugar a un nuevo conflicto entre liberales y conservadores, conocido como Guerra de los Tres Años o Reforma. 4. Tras la renuncia de Comonfort, Benito Juárez ocupó el 15 de enero de 1858, la presidencia interina de la república. Convocó a un nuevo Constituyente que promulgó la nueva constitución mexicana, de orientación liberal. Las reformas contempladas por la nueva constitución fueron motivo de una nueva rebelión conservadora en Tacubaya. Según Plan de Tacubaya, los conservadores desconocieron el gobierno de Juárez y nombraron un presidente provisional. El conflicto terminó con la victoria de los liberales en enero de 1861. En ese mismo año, el gobierno de la República decretó la suspensión de pagos de la deuda externa. Francia, uno de sus principales acreedores, instó a España e Inglaterra a presionar por la vía militar al gobierno mexicano. La marina de los aliados llegó a Veracruz en febrero de 1862. El gobierno mexicano se aprestó a negociar por la vía diplomática, y logró el retiro de los ingleses y españoles. Los franceses, por su parte, dieron comienzo a las hostilidades militares. Empezando por la batalla de Puebla, ganada por el ejército de Ignacio Zaragoza y las milicias populares, aunque también durante la campaña hubo victorias para los franceses. La capital fue ocupada en junio de 1863. El gobierno republicano fue perseguido por los franceses, y hasta establecerse en Paso del Norte. Mientras tanto, el 10 de julio la Asamblea de Notables reunida en la capital nombró emperador de México a Maximiliano de Habsburgo. El Segundo Imperio Mexicano duró hasta 1867, con la derrota de los franceses y la rendición de los conservadores y el fusilamiento del emperador en Santiago de Querétaro. Juárez siguió en el poder hasta su muerte el 18 de julio de 1872. Los últimos años de su gobierno fueron duramente criticados por las diversas facciones en que se habían dividido los liberales, algunos consideraban que no era propio de un demócrata un gobierno de 14 años. 5. A la muerte de Juárez ocupó la presidencia Lerdo de Tejada, que elevó a rango de ley constitucional las leyes radicales de Reforma promulgadas entre 1855 y 1856. Lerdo intentó reelegirse, pero los porfiristas se levantaron en armas y lo derrocaron. Porfirio Díaz ocupó la presidencia en 1876. Así comenzó el período que en la historia de México es conocido como Porfiriato. En este período las Leyes de Reforma (en especial la Ley Lerdo) sirvieron de marco para favorecer la concentración de tierras. Los campesinos eran enganchados para trabajar en las haciendas, y algunos grupos indígenas que se mostraban particularmente rebeldes, como los yaquis y los mayas fueron desterrados de sus lugares origen y obligados a trabajar hasta la muerte en lugares como Valle Nacional, el valle del río Yaqui o Yucatán. El gobierno de Díaz privilegiaba la inversión extranjera. La mayor parte del capital invertido en México era francés, y en importancia seguían las inversiones inglesas, estadounidenses, alemanas y españolas. 6. Cuando Díaz apuntó que México estaba listo para la democracia en una entrevista, algunos personajes le tomaron la palabra y se presentaron a las elecciones de 1910, ganadas por Francisco I. Madero. Díaz desconoció el resultado de los comicios y así inició la Revolución Mexicana. Madero y Zapata en Cuernavaca, Morelos. 7. Al desconocer Díaz el resultado de las elecciones de 1910, Madero llamó al levantamiento armado a través del Plan de San Luis. Se sumaron a la rebelión numerosos grupos de las más diversas clases sociales y regiones, y enarbolando las más variadas banderas: en el noroeste, Álvaro Obregón encabezó la revuelta de la pequeña clase media campesina; en Chihuahua Francisco Villa encabezaba un regimiento formado por ganaderos; en Coahuila, Venustiano Carranza representaba a los hacendados; y en el estado de Morelos, Emiliano Zapata y sus tropas de indígenas reclamaban el reparto agrario. Díaz finalmente dimitió el 24 de mayo de 1911. Salió exiliado del país rumbo a Francia, donde murió y fue sepultado. En febrero de 1913, Victoriano Huerta dio un golpe de Estado contra el presidente Madero, a quien mandó asesinar junto con Pino Suárez en la "Decena Trágica". También Zapata había desconocido a Madero, al no haber iniciado el reparto agrario. 8. A la muerte de Madero, las facciones revolucionarias se levantaron en armas contra el usurpador, y lo derrocaron en 1914. Venustiano Carranza fue nombrado presidente, y llamó a la redacción de la Constitución que rige actualmente en México. El documento incorporó varias de las demandas sociales reivindicadas por los movimientos revolucionarios. Mientras tanto, las facciones revolucionarias entraron nuevamente en conflicto, que terminó con el asesinato de Carranza (Tlaxcalantongo, 1918), Zapata (Chinameca, 1919) y Villa (Parral, 1923). 9. Obregón llegó al poder en 1920 . Obregón fue sucedido por Plutarco Elías Calles quien puso varios artículos constitucionales en vigor. Consecuencias de ello fue la Guerra Cristera, que enfrentó a tropas campesinas alentadas por la jerarquía católica contra el ejército federal. Calles puso fin después de años de infructuosa lucha a la Cristiada mediante la no aplicación de las reformas constitucionales y legales que la originaron. 10. Lázaro Cárdenas, dio gran impulso a la educación ("socialista") y al reparto de tierras. Es recordado por la expropiación petrolera, acontecida el 18 de marzo de 1938, y la nacionalización de los ferrocarriles. A pesar de su inicio radical, el gobierno de Cárdenas debió moderarse por la crisis económica derivado de los pagos de las nacionalizaciones. Su sucesor, Manuel Ávila Camacho, frenó el reparto agrario y concilió con la naciente burguesía industrial. Durante los siguientes años de gobierno del PRI, México vivió una época de gran desarrollo económico (el Milagro Mexicano), pero también fue tiempo de protestas y peticiones de libertad y derechos civiles. En 1968, fue escenario de la matanza a los manifestantes de Tlatelolco. Por otro lado se reabrió el debate sobre la economía mexicana y se produjo una abertura y privatización hacia la década de los ochenta. En el año 2000 México vivió por primera vez, tras 71 años, la alternancia política cuando una alianza de los partidos Acción Nacional y Verde Ecologista de México derrotó al PRI en las elecciones presidenciales, despertando la expectativa entre los ciudadanos de empezar a vivir principios de una vida más democratizada, pero que solo resultó en un período de inacción y titubeos del gobierno, que resultó en una polarización social por las elecciones presidenciales del 2006 y las continuas manifestaciones del desmedido poder e impunidad de sus tlatoanis modernos. PREGÚNTATE NUEVAMENTE: ¿Encontraremos alguna forma de limitar legalmente los excesivos poderes gubernamentales?