Golpe de estado del general A. Somoza en Nicaragua (1936)

Anuncio
Estudios Latinoamericanos 1(1972) pp. 385-387
Golpe de estado del general A. Somoza en Nicaragua
(1936) Informe del chargé d’affaires en la legación de la
República de Polonia en México, Tadeusz Jarocki. Manuscrito.
Original.
Archiwum Akt Nowych [Archivo de Actas Nuevas], Warszawa, Ministerio
de Relaciones Exteriores n° 3362, pp. 88 - 91.
Documento presentado para la publicación por TDGHXV]àHSNRZVNL
Ciudad de México, 26 VI 1936
Al
Señor Ministro de Relaciones Exteriores
en Varsovia
La legación tiene el honor de informar de que en el período desde
los finales del mes de mayo hasta el día 9 de junio del año en curso
ocurrió en la República de Nicaragua el golpe de estado en cuyo
resultado cedió a su cargo el presidente de la república en cadencia,
licenciado en medicina Juan Bautista Sacasa y el vicepresidente
Rodolfo Espinosa R.
Las causas del golpe fueron los disturbios preelectorales por
motivos de las elecciones presidenciales fijadas para el día 4 de
octubre del año en curso.
Candidatos al cargo presidencial fueron: dr Julian Irías, dr
Leonardo Argüello, dr Rodolfo Espinosa y dr Enoc Aguado, todos
ellos miembros de diferentes fracciones del partido liberal. El partido
conservador encabezado por el general Emiliano Chamorro no
propuso su candidatura y el propio Chamorro hace algunos meses
apoyaba la del general Anastasio Somoza, jefe de la Guardia
Nacional, lo que sería difícil a realizar ya que el general Somoza
siendo cuñado del presidente Sacasa podría ser elegido presidente
solamente después del cambio de la constitución que prohibe ocupar
este cargo a las personas de la familia del presidente que cede.
Ambicioso y gozando de grandes simpatías en las esferas liberales el
general Somoza llevaba durante algún tiempo la política con miras a
imponer su candidatura pero cuando encontró la resistencia que le
amenazaba de graves complicaciones, declaró en marzo del año
corriente de que renuncia a su candidatura. Esta renuncia aconteció a
causa de que el general Chamorro bajo la presión de ciertos cambios
en su partido abandonó en el mismo tiempo al general Somoza.
En los últimos días de mayo llegó, entre el partido conservador y
dirigida por el presidente Sacasa fracción del partido liberal, al
acuerdo en virtud del cual el único candidato a la presidencia ha sido
designado el dr Leonardo Argüello con el dr Espinosa como
vicepresidente.
A causa de que el canidato, dr Argüello, no es liberal impecable,
ya que - al igual que el presidente Sacasa – llegó a la vida política en
las filas del partido conservador abandonándolo luego, así como
frente a la falta de lealtad del general Chamorro ante el muy popular,
sobre todo entre la población de la costa del Atlántico, general
Somoza, empezó el movimiento contra el acuerdo Chamorro-Sacasa
y en seguida llegó a los disturbios primero en Bluefields, luego en
otros lugares menores, por fin en León, donde la Guardia Nacional y
los partidarios del general Somoza suprimieron las autoridades
gubernamentales sustituyéndolas con sus propias. El propio Somoza
encabezó el movimiento y combatiendo las pequeñas tropas fieles al
gobierno entró el día 5 de junio a Managua encabezando 1500
hombres.
Para evitar luchas sangrientas los distintos miembros del cuerpo
diplomático con el decano, legado del El Salvador, licenciado César
Virgilio Miranda intervinieron en ambas partes, proponiendo la
mediación. Otros diplomáticos que desempeñaron cierto papel fueron
el legado de los Estados Unidos de Norteamérica, señor Boaz Long y
el chargé d’affaires de México, licenciado Reyes Spindola. Los
diplomáticos lograron el armisticio durante el cual el presidente
Sacasa viéndose completamente impotente ante la rebelión, cedió (el
6 de junio) entregando el poder a las manos del Congreso y
explicando en una carta que a causa de la toma del poder por la
Guardia Nacional que se volvió desobediente al gobierno, el jefe del
ejecutivo no puede más cumplir con su cargo. Dimitió también el
vicepresidente dr Espinosa. Ambos abandonaron Managua, el
presidente dirigiéndose el día 6 a San Salvador y el vicepresidente el
día 8 a San José, Costa Rica. El poder tomó temporalmente el
Secretario de Estado del Interior dr Julian Irías. El general Somoza
controlaba a través de los órganos de la Guardia Nacional todo el
país en que cesaron por completo los disturbios.
Convocado a una sesión extraordinaria el Congreso eligió el 9 de
junio a cargo del presidente sustituto, par el tiempo hasta los finales
de la cadencia del presidente Sacasa, al diputado licenciado Carlos
Brenes Jarquin, hombre mayor, un liberal, amigo del general
Somoza.
Hay que recordar aquí que el general Somoza actuaba en el pasado
a favor de los Estados Unidos de Norteamérica. Él precisamente
junto con el ex-presidente Moncada tiene la responsabilidad por el
crímen político efectuado en primavera de 1934: el asesinato del
popular guerrillero, general Sandino que en un tiempo luchaba contra
las tropas de ocupación norteamericanas y gozaba hasta después del
retiro de estas tropas de una desagradable, para los Estados Unidos,
popularidad entre la inmensa mayoría de nicaragüenses. Al asunto
del asesinato era mezclado el legado de los Estados Unidos en
Managua, señor Bliss Lane. Sin prejuzgar lo esencial del asunto hay
que aclarar que la presidencia del candidato licenciado Argüello sería
una continuación de la línea política de la fracción impotente del
partido liberal, próximo a la izquierda de los conservadores
çcaragüenses, lo que para los Estados Unidos sería menos
provechoso que tener en el país el poder fuerte basado en la no
formal dictadura militar del general Somoza.
El momento característico entre los acontecimientos descritos más
arriba era el hecho de que durante las luchas llevadas todavía entre la
Guardia Nacional y sus pocas tropas, fieles al gobierno corrió el
rumor de que el presidente Sacasa se había dirigido a los países de
América Central solicitando el permiso para pedir la intervención de
los Estados Unidos en defensa del poder legitimo. En consecuencia
de ese rumor los gobiernos de Chile y Perú se dirigieron por
mediación de sus representantes en Washington con una solicitud
amistosa al Departamento de Estado pidiendo se deje el desarrollo de
los acontecimientos en Nicaragua a su curso natural yeso para
cumplir con el principio de la no intervención legalizado con el
!lcuerdo firmado en diciembre de 1933 en el Congreso de
Montevideo. El señor Cordell Hull iba a responder de que el
gobierno de los Estados Unidos toma la misma actitud de la no
intervención y no tiene ningún propósito de hacer presión sobre el
curso de los acontecimientos en Managua y que no sabe nada de los
pasos del gobierno nicaragüense, cuyo propósito sería provocar la
intervención.
Visto que los cambios en el cargo del presidente después de la
renuncia formal de la presidencia del dr Sacas a tenían la apariencia
de legalidad, los estados centroamericanos no tocaban el asunto de
reconocimiento del nuevo gobierno de Nicaragua. Una actitud
semejante tomó el Departamento de Estado en Washington.
El nuevo ministro de relaciones exteriores de Nicaragua, el sr.
Luís Manuel Debayle, informó a la legación sobre el cambio
efectuado en el cargo presidencial y sobre la composición del nuevo
gabinete.
La legación responde con el acuso de recibo de la nota con la nota
fechada el día de hoy.
Tadeusz Jarocki
Chargé d’Affaires a.i.
Descargar