DEBERES PARA LA PROXIMA LEGISLATURA Cuadernos de Información Económica nº 225, FUNCAS LA RESTRICCIÓN PRESUPUESTARIA DE 2012 Y LAS REFORMAS ESTRUCTURALES CUADERNOS DE INFORMACIÓN ECONÓMICA incluye en el nº 225, como argumento central y con el título “Deberes para la próxima legislatura”, una amplia serie de colaboraciones de destacados especialistas sobre temas económicos que deberán ser afrontados por el nuevo Gobierno. Los compromisos adquiridos por España de reducir el déficit público al 6% en este año, 4,4% para 2012 y 3% en 2013, en un contexto de estancamiento de la economía, fuerte endeudamiento de los agentes y crisis de la deuda soberana, plantea – recoge el nº 225 de CUADERNOS DE INFORMACIÓN ECONÓMICA de FUNCAS – un reto titánico a la sociedad española. Ángel Laborda y María Jesús Fernández, de la Dirección de Coyuntura y Estadística de FUNCAS, indican cuál debería ser el esfuerzo de contención del gasto público para alcanzar dicho objetivo en 2012. Para los ingresos se estima un crecimiento del 0,8%, similar al de 2011 y muy cerca del PIB nominal, por lo que la presión fiscal permanece prácticamente estable. La ratio ingresos/PIB se sitúa en el 35,6% del PIB, unos 10 puntos porcentuales por debajo de la previsión de la CE para el conjunto de la zona euro. A partir de los ingresos estimados – señalan Laborda y Fernández –, los gastos deberían disminuir en un 6,4% para que el déficit se sitúe en el 4,4% del PIB. Los gastos que previsiblemente sufran el mayor recorte son los de capital, con una caída del 36%. La reducción de los gastos totales se traduce en una disminución de la ratio gastos/PIB de 3,2 pp, hasta el 40%, cifra similar a la de los años anteriores a la crisis y 9 pp inferior a la media de la zona euro prevista por la CE. Todo ello, en un año de difíciles condiciones financieras y en un contexto internacional poco favorable, supone un impacto restrictivo muy fuerte sobre el crecimiento de la demanda agregada, siendo esta la causa principal de la caída del PIB y del empleo previstos para 2012. A pesar de ello, en el contexto de la crisis de la deuda soberana europea y de las medidas tomadas en el seno de la zona euro para hacerle frente, no quedan alternativas para una actuación distinta por parte de las autoridades españolas. Los autores estiman que la Administración Central va a cumplir en 2011 los objetivos de déficit, pero no así las administraciones territoriales y la Seguridad Social, lo que en conjunto supondrá un desequilibrio para este año del 7,5%, es decir, una desviación de 1,5 puntos porcentuales respecto al compromiso adquirido. En este contexto, alcanzar el 4,4% de déficit para 2012 tendrá un impacto contractivo sobre el PIB y el empleo. Sin embargo, tal como afirman Ángel Laborda y María Jesús Fernández, este esfuerzo es ineludible y además debe ir acompañado de profundas reformas en mercados e instituciones. En este escenario, Alfonso Carbajo, Economista y Técnico Comercial del Estado, apunta en los CUADERNOS de FUNCAS, que aplazar la consolidación fiscal en el caso de España sometería a nuestra economía a una elevada vulnerabilidad en caso de turbulencias en los mercados financieros y afirma que puesto que la austeridad en el gasto es inevitable, las reformas estructurales son la mejor vía para escapar del estancamiento económico. La política presupuestaria, con las limitaciones que impone nuestra pertenencia a la UEM, constituye, en estos momentos, un resorte de notable importancia y complejidad para el logro de la estabilidad y de un crecimiento sostenido a medio plazo. Por su parte, los profesores José Manuel Domínguez y Miguel González, de las universidades de Málaga y Granada, consideran que la política presupuestaria tiene, en estos momentos, una ineludible tarea de saneamiento y reequilibrio de las finanzas públicas, que no debe olvidar, entre otros logros, preservar la cohesión social en áreas como sanidad, pensiones y protección por desempleo. “Apremia fijar como objetivo – subrayan en el nº 225 de CUADERNOS DE INFORMACIÓN ECONÓMICA de FUNCAS – el saneamiento y el reequilibrio de las finanzas públicas. Sin olvidar su filosofía redistributiva, debe revisarse a fondo y con tino nuestro sistema tributario, de manera que se potencie al máximo su poder recaudatorio sin que por ello se desincentive la actividad, el consumo, el ahorro y la inversión, y en paralelo, debe actuarse en el terreno del gasto, apurando hasta lo indecible las ganancias de eficiencia, para continuar ofertando todo un conjunto de servicios públicos esenciales”. 1 Y por último - añaden –, “ha llegado el momento de emprender una profunda reforma de las administraciones públicas, que esté guiada por un criterio esencial que emana de los cánones de la teoría del federalismo fiscal. A corto plazo, el saneamiento de las finanzas públicas es un cometido ineludible si queremos cumplir con los compromisos adquiridos con las instancias europeas”. Una condición previa a la resolución de los problemas de la economía real española pasa necesariamente por el logro de la estabilidad financiera. En este sentido, Santiago Carbó, de FUNCAS, examina las opciones que se ofrecen desde Europa para reducir la presión de la deuda soberana en una línea de cooperación; analiza las alternativas existentes para las entidades para afrontar el deterioro de los activos bancarios: dotación de provisiones, “banco malo” o financiación de otras instituciones nacionales, entre ellas, el Fondo de Garantía de Depósitos y el FROB, y concluye señalando que una vez logrado el saneamiento bancario, se facilitaría considerablemente el objetivo de la estabilidad financiera. Otro tema capital para el crecimiento de la economía española es el relativo a la continuada pérdida de competitividad. Esther Gordo, del Banco de España, examina algunas de las políticas que pueden impulsar el sector exterior de la economía española para recuperar competitividad y equilibrar la balanza de cuenta corriente. “Dentro del euro, la moderación de los precios y salarios – concluye Esther Gordo – constituye la variable clave para recuperar a corto plazo la competitividad perdida frente a otras economías y posibilitar una recuperación de la economía española compatible con el equilibrio interno, con una reducción significativa de los elevados niveles de desempleo y de los desequilibrios exteriores”. AJUSTES FISCALES A LA CRISIS: LA OPINIÓN PÚBLICA Los profesores Francisco Alvira y José García López, destacan en el nº 225 de los CUADERNOS de FUNCAS cómo la mayoría de los españoles al abordar sus preferencias por el liberalismo económico o la intervención amplia del Estado en el bienestar de todos los ciudadanos se inclina por este segundo modelo. Según las encuestas, los aspectos más positivos del Gasto Público en 2010 han sido: el grado de utilización de los servicios, la satisfacción de los usuarios con la Sanidad Pública (el 84% ha acudido a algún ambulatorio y un 52% a un hospital público), la Enseñanza y la Policía. Frente a esta satisfacción, hay una fuerte crítica a la gestión del subsidio de desempleo (sólo acude un 15%), pensiones, Administración de Justicia y vivienda. La justificación de los impuestos se basa en el beneficio proporcionado por el Gasto Público. El balance para la sociedad resulta equilibrado entre una opinión positiva y la contraria. Más de la mitad de los españoles (58%) opina que pagan muchos impuestos y una gran mayoría (91%) percibe la existencia de bastante fraude. Tampoco la gente es optimista sobre su evolución; sólo un 13% opina que el mismo ha disminuido. En 2010 (renta 2009), el 68% de la población ha presentado su declaración del IRPF, un 14% reconoce que en este año le han controlado alguna declaración de los cinco ejercicios anteriores y otro 14% lo cree probable. Por último, un 85% de los individuos manifiesta que los impuestos no se distribuyen con justicia en España y que no son suficientemente progresivos y no redistribuyen la renta con arreglo a las convenciones sociales dominantes. AUMENTA EL PESIMISMO ECONÓMICO ENTRE LOS ESPAÑOLES El último sondeo de FACTAM – recogido en el nº 225 de CUADERNOS de FUNCAS – muestra de nuevo una pérdida de confianza de los ciudadanos en la situación económica. El Índice de Sentimiento del Consumidor (ISC) arroja un valor de 65, con una reducción de cuatro puntos respecto de junio. Un 71% manifiesta un marcado grado de pesimismo sobre la economía nacional (de ellos, un 45% de individuos expresa una opinión radicalmente pesimista) y esperan que vaya a peor en los próximos meses. Respecto a la economía familiar, un 23% percibe que su situación ha empeorado durante los últimos meses y que en 2012 serán aún peor. Un 29% de los consumidores manifiesta una postura sin cambios en relación a la economía doméstica. El paro es el primer problema de España para el 81% (de este porcentaje, un 57% cree que aumentará), ocupando el segundo puesto los problemas económicos del país en general. Para un 16%, la inflación despierta preocupación: en noviembre, un 54% opina que los precios crecieron poco. Un 33% de los consumidores afirma haber podido ahorrar en los últimos doce meses, un 48% gastó todos sus ingresos mensuales y un 19% se endeudó. 2 OTROS TEMAS DE INTERÉS De las propuestas de reforma de la educación general en España se ocupan Víctor Pérez-Díaz y Juan Carlos Rodríguez, U. Complutense, centrándose en la instrucción escolar obligatoria y en dos principios: el rendimiento educativo en España es manifiestamente mejorable y sus protagonistas ni tienen estímulos ni facilidades suficientes para lograr un buen rendimiento escolar. Los autores abogan por aumentar la transparencia, promover la rendición de cuentas, dotar de mayor autonomía a los centros públicos e incentivar la competición general en la enseñanza. Juan M. Cabasés y Juan Oliva, de las universidades Pública de Navarra y Castilla La Mancha, respectivamente, llaman la atención sobre el futuro de nuestro sistema sanitario. Consideran prioritario buscar una solución a la asfixia financiera que padece actualmente; propugnan desarrollar una financiación basada en resultados y una mayor coordinación en el área asistencial, y concluyen defendiendo, en este ámbito, la cultura de la evaluación, de la transparencia y la rendición de cuentas frente a una política de recortes indiscriminados. Los efectos de la actual crisis sobre el empleo muestran dos rasgos diferenciales muy claros respecto a crisis anteriores: ser más destructiva en términos de puestos de trabajo – 1,5 millones frente a los 370 mil de los años ochenta o los 580 mil de los años noventa-, y afectar en mayor medida a ciudadanos extranjeros, que en 2011, se aproximaban en España a los seis millones de habitantes. Jacobo Muñoz, de la UNED, e Irma Mooi, de la U. de Ámsterdam, explican las razones de esa mayor pérdida de empleo de los trabajadores extranjeros: ocupar puestos de trabajo temporales (más del 50% de los extranjeros, frente al 23% de los españoles) en sectores que sufren más la crisis (como la construcción en los hombres, 38%, y servicios al consumidor en la mujeres, 33%) y acumular un menor capital humano que los trabajadores nacionales. Por último, Carlos Balado, de CECA, muestra en su trabajo publicado en el nº 225 de los CUADERNOS DE INFORMACIÓN ECONÓMICA de FUNCAS, que las cantidades destinadas en el año 2010 a Obra Social han descendido a menor ritmo que los beneficios y destaca, por una parte, la apuesta decidida de las cajas de ahorros por las áreas con mayor impacto social y, por otra, que los cambios legislativos no hacen sino garantizar la existencia de la Obra Social. Se plantea también la necesaria adaptación futura de esta Obra a los cambios sociales y subraya que, en la actual crisis, es preciso mantener los programas sociales para evitar una peligrosa fractura de la sociedad. 3