Felipe Rosario Goyco “Don Felo”1 El compositor Felipe “Don Felo” Rosario Goyco nació el 1ro de febrero de 1890 en Santurce, Puerto Rico. Don Felo dejó mucha historia para contar en su tierra, Puerto Rico. Sólo cursó cuatro años de estudios en la escuela elemental. Fue un ávido lector y un autodidacta ejemplar. Don Felo fue una persona privilegiada por la naturaleza en el campo de la música. De familia muy pobre, no tuvo sino las condiciones mínimas que en su época eran factibles, el saber leer y escribir. Aprendió a tocar muy bien la guitarra y desarrolló una memoria extraordinaria para recordar las canciones que iba componiendo (unas 200), ya que nunca aprendió a leer música. Trabajó como auxiliar de albañilería, carpintería e inspector de sanidad, tenía ingresos adicionales porque trabajaba como músico en su tiempo libre, acompañando a grupos de danza como guitarrista. Se le toma como uno de los mejores guitarristas de su época y es recordado por su trabajo con el virtuoso del cuatro, Ladí, en el Conjunto Típico Ladí y el Conjunto Aurora, y como acompañante del dueto Quiñones-Jesús. Como compositor, Goyco es recordado por preciosas canciones románticas de las cuales dos resaltan como clásicos, guardados en el corazón de la historia musical de Puerto Rico: “Madrigal” y “Desde que te fuiste”. Rosario Goyco es también conocido por su excelente manejo del vocabulario jíbaro. Esto se demuestra en canciones tales como “Mi Jaragual”, que compuso a finales de los años 40. Tanto con letras, como las que eran puramente instrumentales, presentaba una serie de variaciones armónicas que constituían un reto a la imaginación del guitarrista acompañante. Se puede decir, sin temor a equivocarse, que la música de Don Felo es adictiva y que una vez se entra en ese mundo es difícil de salir de él, ya que el gusto se afina y acostumbra a exigencias musicales que no se encuentran normalmente en otros compositores. Tuvo cinco hijos en su matrimonio con doña María Fuentes. Murió el 22 de julio de 1954, en Barrio Obrero, a la edad de 64 años. 1 Fundación Nacional para la Cultura Popular, 2009, Evan Bailyn, Música de Puerto Rico, conozcamos por las canciones que cantamos, 2006, Jaime Rico Salazar, El Bolero de Puerto Rico, Los grandes acompañante, los grandes maestro de la segunda guitarra de nuestra música, Rosaura Vega Santana, Juan E. (Quique) Taboas en la canción popular, Num 14, 1999. Cuando estoy contigo (Madrigal) Don Felo Estando contigo me olvido, de todo y de mí, parece que todo lo tengo teniéndote a ti, y no siento este mal que me agobia y que llevo conmigo, arruinando esta vida que tengo y no puedo vivir. Eres luz que ilumina las noches en mi largo camino, y es por eso que frente al destino, no quiero vivir. Una rosa en tu pelo parece, una estrella en el cielo, y en el viento parece un acento tu voz musical, y parece un destello de luz la medalla en tu cuello, al menor movimiento de tu cuerpo al andar. Yo a tu lado no siento las horas, que van con el tiempo, ni me acuerdo que llevo en mi pecho, una herida mortal, yo contigo no siento el sonar, de la lluvia y el viento, porque llevo tu amor en mi pecho, como un madrigal. Mi dolor es mío Don Felo No quiero que nadie, sepa mis tristezas, porque temo del mundo los crueles sarcasmos de la incomprensión. Me dirán cobarde, con burla y torpeza, y abatirá mi orgullo las piedras que lancen, sobre mi dolor. Mi dolor es mío, culpa no es de nadie, que yo tenga un alma, que mientras más fiera más sepa querer. Si a la par me dieran, un alma tan frágil, los dioses divinos, que hicieron la tierra que me vió nacer. Amor que me mata, no puedo olvidarle, que siendo mi muerte, eres mi quimera y eres mi placer. No quiero que el vulgo, me diga cobarde, por ser solo tuyo y adorarte tanto, divina mujer. Desde que te fuiste Don Felo El canto lastimero de una tórtola sola, no es más triste y sincero, que esta inmensa congoja. Esperando que vuelvas, pensando en tus besos, me paso las horas, si sabrás que si no vuelves, me muero. Solo están, retratos y flores, desde que te fuiste, muy triste y muy triste, y no ha vuelto a cantar, sus divinas canciones el divino turpial. Piensa bien lo que hiciste, la noche en que te fuiste y no has vuelto jamás, no esperes que yo muera, para luego volver. Carcelera Don Felo Tú que guardas las llaves que trancan los cerrojos, de mi cárcel maldita, tú las puedes abrir,. Carcelara, ven abre, dale luz a mis ojos, tú que tienes poder adorada mujer, no me dejes morir. Mi vida es un infierno de amargura, donde es fiera y tenaz soledad, es una enfermedad que me tortura, la idea de tu bárbara impiedad. Cansado de llamar a la fortuna, solo se acerca a mí la adversidad, sin ver siquiera un destello de luna, en medio de esta inmensa oscuridad. w No sabes Don Felo No sé si tú eres como yo, cuando siento en el alma, la ilusión de un querer. Mi fe va mas lejos de Dios porque sé que hay amor, donde quiera que vive un alma de mujer. No sabes qué terrible sufrir y esperar cuando todo se vuelve, contrario a mis ansias de amor y placer, sin nadie que me pueda decir donde estás, sin que sepas de mi, ni me puedas mandar, un recuerdo de ti. Yo se, que el amor en tu pecho es verdad, porque me lo dice una voz a mi ser, no sabes qué terrible es sufrir y esperar, cuando todos me dicen que tus besos perdí.