4 EDUCACIÓN LITERARIA La narrativa asturiana: Leopoldo Alas, Clarín 앫 El cuento es el género popular más abundante en lengua asturiana. Desde la Edad Media han llegado hasta nosotros multitud de leyendas, relatos y cuentos en astur-leonés transmitidos de generación en generación por tradición oral. En ellos, junto a personajes del pueblo, aparecen seres fantásticos propios de la mitología asturiana: el Diañu Burllón, les xanes, el Nuberu, que cabalga sobre las nubes sembrando tormentas, el Sumiciu, que hace desaparecer las cosas, los trasgos, el Cuélebre, el Pesadiellu, etc. 앫 Leopoldo Alas, Clarín, es, sin duda, el narrador más destacado de la literatura castellana en Asturias. Su novela La Regenta y alguno de sus cuentos, como ¡Adiós, Cordera! y Pipá, figuran entre las obras más importantes de la literatura española del siglo XIX. ¡Adiós, Cordera! El viernes, al oscurecer, fue la despedida. Vino un encargado del rematante de Castilla por la res. Pagó; bebieron un trago Antón y el comisionado, y se sacó a la quintana la Cordera. Antón había apurado la botella; estaba exaltado; el peso del dinero en el bolsillo le animaba también. Hablaba mucho, alababa las excelencias de la vaca. El otro sonreía, porque las alabanzas de Antón eran impertinentes. ¿Que daba la res tanto y tantos xarros de leche? ¿Que era noble en el yugo, fuerte con la carga? ¿Y qué, si dentro de pocos días había de estar reducida a chuletas y otros bocados suculentos? […] En el supremo instante se arrojaron sobre su amiga; besos, abrazos: hubo de todo. No podían separarse de ella. Antón, agotada de pronto la excitación del vino, cayó como en un marasmo; cruzó los brazos, y entró en el corral obscuro. Los hijos siguieron un buen trecho por la calleja, el triste grupo del indiferente comisionado y la Cordera, que iba de mala gana con un desconocido y a tales horas. Por fin, hubo que separarse. Antón, malhumorado, clamaba desde casa: —¡Bah, bah, neños, acá vos digo; basta de pamemes! —gritaba de lejos el padre con voz de lágrimas. […] Al día siguiente, muy temprano, a la hora de siempre, Pinín y Rosa fueron al prao Somonte. Aquella soledad no había sido nunca para ellos triste; aquel día, el Somonte sin la Cordera parecía el desierto. De repente silbó la máquina, apareció el humo, luego el tren. En un furgón cerrado, en unas estrechas ventanas altas o respiraderos, vislumbraron los hermanos gemelos cabezas de vacas que, pasmadas, miraban por aquellos tragaluces. —¡Adiós, Cordera! —gritó Rosa, adivinando allí a su amiga, a la vaca abuela. —¡Adiós, Cordera! —vociferó Pinín con la misma fe, enseñando los puños al tren, que volaba camino de Castilla. Y, llorando, repetía el rapaz, más enterado que su hermana de las picardías del mundo: —La llevan al matadero… Carne de vaca, para comer los señores, los curas… los indianos. ¡Adiós, Cordera! —¡Adiós, Cordera! […] Pasaron muchos años. Pinín se hizo mozo y se lo llevó el rey. Ardía la guerra carlista. Antón de Chinta era casero de un cacique de los vencidos; no hubo influencia para declarar inútil a Pinín, que, por ser, era como un roble. Y una tarde triste de octubre, Rosa en el prao Somonte sola, esperaba el paso del tren correo de Gijón, que le llevaba a sus únicos amores, su hermano. Silbó a lo lejos la máquina, apareció el tren en la trinchera, pasó como un relámpago. Rosa, casi metida por las ruedas, pudo ver un instante en un coche de tercera multitud de cabezas de pobres quintos que gritaban, gesticulaban, saludando a los árboles, al suelo, a los campos, a toda la patria familiar, a la pequeña, que dejaban para ir a morir en las luchas fratricidas de la patria grande, al servicio de un rey y de unas ideas que no conocían. Pinín, con medio cuerpo afuera de una ventanilla, tendió los brazos a su hermana; casi se tocaron. Y Rosa pudo oír entre el estrépito de las ruedas y la gritería de los reclutas la voz distinta de su hermano, que sollozaba exclamando, como inspirado por un recuerdo de dolor lejano: —¡Adiós, Rosa!… ¡Adiós, Cordera! —¡Adiós, Pinín! ¡Pinín de mío alma!… Allá iba, como la otra, como la vaca abuela. Se lo llevaba el mundo. Carne de vaca para los glotones, para los indianos; carne de su alma, carne de cañón para las locuras del mundo, para las ambiciones ajenas. […] ¡Qué sola se quedaba! Ahora sí, ahora sí que era un desierto el prao Somonte. Leopoldo ALAS, CLARÍN ¡Adiós, Cordera!, Crítica MATERIAL FOTOCOPIABLE / © Oxford University Press España, S. A. Lengua castellana y Literatura 1.º ESO 4 EDUCACIÓN LITERARIA La narrativa asturiana: Leopoldo Alas, Clarín (continuación) Ubica las palabras del texto que aparecen destacadas en negrita junto a sus correspondientes definiciones: Desánimo, abandono Asesinos de sus propios hermanos Vieron débilmente Destinado a morir en la guerra Señala las partes de este texto. Planteamiento Nudo Desenlace A partir de cómo actúan y piensan los protagonistas, esboza un retrato (descripción física y forma de ser) tal y como tú te los imaginas. Emigrantes a América que volvieron ricos Encargado de hacer cobros Terreno que está delante de la puerta de casa Sensiblerías ¿Quiénes son los personajes y qué relación hay entre ellos? Los protagonistas del relato son dos niños ¿por qué lo sabemos? ¿Qué datos te han permitido averiguarlo? ¿Dónde y cuándo ocurren las acciones? Subraya las partes del texto que te informan de eso. MATERIAL FOTOCOPIABLE / © Oxford University Press España, S. A. Marca con una X cuáles de los personajes tienen un final parecido en el texto. A continuación explica en qué se asemejan esos personajes. a) Pinín 씲 b) Antón 씲 c) Cordera 씲 d) Rosa 씲 e) El comisionado 씲 Inventa un final distinto para el cuento desde el momento en que Antón de Chinta tiene que vender la Cordera. Procura imitar el estilo del narrador; da detalles sobre lo que digas, describe con detenimiento, cuenta lo que dicen y piensan los personajes, etcétera. Lengua castellana y Literatura 1.º ESO 4 EDUCACIÓN LITERARIA La narrativa asturiana: Leopoldo Alas, Clarín Solucionario Emigrantes a América que volvieron ricos indianos Las acciones suceden un viernes por la noche en la casa y la calleja cercana (El viernes, al oscurecer, fue la despedida; entró en el corral oscuro; Los hijos siguieron un buen trecho por la calleja…); el sábado en el prado Somonte (Al día siguiente, muy temprano, a la hora de siempre, Pinín y Rosa fueron al prao Somonte), y una tarde de octubre, años después, en el prado Somonte (Pasaron muchos años; una tarde triste de octubre, Rosa en el prao Somonte sola). Encargado de hacer cobros comisionado El alumno podría considerar dos opciones: Terreno que está delante de la puerta de casa quintana 1.ª opción: Sensiblerías pamemes 쐽 Planteamiento: los dos primeros párrafos (venta de la vaca). Los personajes son Pinín y Rosa (hermanos), Antón de Chinta (el padre) y la Cordera (una vaca de la familia). 쐽 Nudo: los siguientes ocho párrafos, desde Al día siguiente hasta ¡Adiós, Cordera! (los niños se despiden de la vaca desde el prao Somonte). La relación de las palabras con sus correspondencias es la siguiente: Desánimo, abandono marasmo Asesinos de sus propios hermanos fratricidas Vieron débilmente vislumbraron Destinado a morir en la guerra carne de cañón Sabemos que los protagonistas son dos niños porque el padre se dirige a ellos haciendo alusión a su condición: Bah, bah, neños. Más adelante, el narrador dice que, después de muchos años, Pinín se hizo mozo, lo que indica que al comienzo de la narración era un niño. Además, en todo momento actúan llevados por sus sentimientos hacia la vaca, a los que dan más importancia que a otras cuestiones prácticas, como los problemas económicos. El narrador adopta, en algunos pasajes, el punto de vista de los niños (La Cordera, que iba de mala gana con un desconocido y a tales horas). 쐽 Desenlace: desde Pasaron muchos años hasta el final (Pinín es reclutado y Rosa se despide de él desde el prao Somonte). 2.ª opción: Dos partes divididas por un espacio temporal (Pasaron muchos años), cada una de las cuales podría subdividirse, a su vez, en planteamiento, nudo y desenlace. RESPUESTA LIBRE. Pinín y la vaca terminan siendo llevados en el tren por el «mundo civilizado»: Cordera para morir en el matadero y ser carne de consumo de los más ricos; el joven para morir en la guerra luchando por los intereses de los más poderosos. RESPUESTA LIBRE. © Oxford University Press España, S. A. Lengua castellana y Literatura 1.º ESO