El capítulo 3. «de varias elecciones,» después de hablarnos del succino, turbit, agárico, y de otras sustancias, pone un capítulo de pesos y medidas, y á continuación una tabla, en la cual nos dice qué cantidad ejemde tal ó cual sustancia da virtud á tal ó cual cantidad de agua, por plo « 1- granum hordei dat virtutem aqua 10 gran. :1gran, dat scrup. semiss. „ran , 8 » hasta una libra de cebada; sigue otra, en la que habla de smilacis áspera «1 granum smilacis áspera dat virtutem 8 granis aqua: 2 gr. á 16, etc.» hasta 1 libra , diciéndonos que el mismo orden sigue la raiz de China. El polipodio , guayaco , y raizes son también sustancias de las cuales contiene esta obra tablas como las citadas. El capítulo 4." es de electuarios purgantes ; el 5." de hieras; el 6." de electuarios cordiales; el 7.° de conditos, conservas; el 9.° de jarabes y fulepes; el 10 de pildoras ; el 11 de trociscos; el 12 de polvos; el 13 de aceites; el 14 de oléis chimicis per sublimationem operatis; el 15 de ungüentos; el 16 de ceratos; el 17 de emplastos; el 18 de vinagres; el 19 de aguas , entre ellas trae la siguiente : Aqua floris casia qua in officina Regia conficitur. R. Vini albi santi Marlini, hbras 16, aqua rosata lib. 2, casice electísima lib. 2: manda que después de estar en infusión por dos dias se destile. Otras recetas de la botica Real se encuentran , de que no hacemos mención por no ser difusos. El 20 de cocimientos; el 21 de estractos; el 22 de sales ; el 23 de flores de benjuí y azufre ; el 24 de espíritus; el 25 de esencias ; el 26 de láudano opiado y otras cosas chimicas ; el 27 de los doronicos. «En que se prueba lo primero que los vulgares doronicos itálicos, hispánicos y romanos , sontos verdaderos , y que por accidente son mejores los que conocieron los mauritanos. Lo segundo que es planta diferente en esencia que la del pardal, acónito y de todas sus especies.. » Cumple efectivamente el autor el objeto que se propuso: cita en apoyo de su parecer á muchos autores ,y refiere, entre otras cosas, el siguiente pasaje en apoyo también de su opinión: «aunque vastaba con testigos muertos, quedar probado no ser los vulgares doronicos el pardal acónito, ni especie de acónito...., sin embargo, será justo agregar dos testigos vivos , que es el uno Diego de Cortavilla y Sanabria ,que por lo célebre de su eru lición fué escogido y electo boticario del Rey nuestro señor Felipe IV,que Dios guarde, y el otro Juan de Canseco, que por sus méritos y letras goza, no tan solamente ser boticario de su alteza en el Real convento de las Descalzas de esta corte ; pero por su virtud providencial e s honrado con el cargo de su contralor : los cuales nos han asegurado auer comido muchas vezes que fueron á la sierra del Paular á hervolizar, y "serles grate su dulce sabor.» El 28 «question única. En que se prueba, que succino , electro, charave , ó ámbar de cuentas, es una misma cosa esencialmente ,y que es producido en dos maneras; conviene á saber, por 0 resudación de árboles y emanación de fuentes, etc., etc.» ; el 29 , de galia; el 30 de diferentes preparaciones. De esta obra se hizo nueva edición en 1673 , en Alcalá , y en 1683 en Madrid, en folio. En nada se diferencia de la anterior. Se imprimió ademas otra vez en Zaragoza, año de 1695 y 1698. Esta edición se diferencia de las de 1673 y 1683, no en las materias y doctrina que contienen, sino en una tarifa general de precios de las medicinas simples mandada hacer por el protomedicato , y ejecutada con asistencia de boticarios de toda su aprobación. Es igual á la inserta en el Ramillete de Villa, sin otra diferencia que la que consiste en la diferente colocación de los medicamentos, Otra nueva impresión del Tyrocinio se hizo también en Pamplona, 1721, la que hemos visto. También escribió Pierola : Apología quarta. Tratado segundo de Coloquintida. Respuesta breve á la que sacó á luz José Pérez Espuche, boticario en esta villa de Madrid, 1671. Empieza así : «En doce de Mayo de este presente año sacamos á luz una question, ó duda, que se ventiló entre algunos boticarios de este tiempo , sobre si las coloquíntidas que se crian en esta región y territorio de Madrid son mejores ó peores que las que nos traen los mercaderes á vender de otras regiones.» Da contestación cumplida á todo, y dice que si las coloquíntidas que se crian y cogen en los contornos de esta corte, aunque lo son , no deben gastarse por no llegar á la perfecta maduración , etc. , opinión que sostenía Espuche, «respondemos , que las coloquíntidas que dimos al muy prudente y docto Francisco Ortiz, boticario en esta corte , que con el remontado vuelo de su pluma aguileña nos dio su escrito á luz , y en él la resolución de esta cuestión, con tan lucido estilo como lo agudo del lo manifiesta. Ellas dieron, y dan noticia á todos aquellos que presentó su escrito con cada una , así á los señores protomédicos y examinadores , como á señores módicos de cámara y doctos varones, de su obligación, y ellas mismas han sido de la verdad testigos, etc. , etc.» Juan Sala. Natural y ciudadano de Zaragoza, catedrático en su universidad y médico por espacio de cuarenta y cinco años del Hospital Real de aquella ciudad ; gozó de muy buena opinión y escribió una obrita titulada : Tres Discursos, en los cuales responde á los peritísimos mélicos y algunos boticarios de la insigne universidad de Salamanca y Valladolid en la determinación que del uso de la coloquintida han declarado. Zaragoza: por Lorenzo de Robles, 1610, en 8.° En esta obra, que dedicó á los jurados de Zaragoza, encomia el autor el uso de las coloquíntidas , y dice ser uno de los purgantes que en muchas ocasiones producen efectos admirables. , Cultivó la poesía, y se imprimieron algunos de sus versos. En las exe- , quias que hizo la ciudad de Zaragoza por la muerte del rey Felipe II se puso un soneto suyo. Morejon tomo IV,pág. 256 Gerónino Valero. Natural de Zaragoza, maestro en artes, doctorea medicina ; estudió en la universidad de su patria , en cuya escuela llegó á ser catedrático en la segunda de curso el año 1603, y en la de víspera en 1611 cuyo magisterio desempeñó por mas de once años. Escribió: Disputátio de vera et legitima coloquintides prepuralione ac trocischis Alhandal eorumque usu ad sincerus el studiosos verüatis amalares. Zaragoza, 1611, . , , en 8." A las alabanzas de los censores de esta obra, unió las suyas D. Gerónimo Diez discípulo del autor en un epigrama latino y otros versos. Haller también hace mérito de ella. Bibliot. botan. tomo I,pág. 409. Está aprobada por los doctores Andrés Martínez y Nicolás Álhacar módicos de , , , , Zaragoza. También escribió :Responsio apologética ad Mathei Sabata medicina doc~ , torem eiusdemque primarium interprelem quod ea qua dixit in suo libro de vera et legitima coloquintidis prapreparatione sint verissima et adducta in opo- sitwm nihilpenilus concludam. Zaragoza, 1616, en 8.* Se queja el autor en este escrito de Mateo Sabata ,por la carta que le habia dirigido por mano de D. Gasten de Moneada , marqués de Aitona , virey de Aragón , en la cual criticaba su obra; y dice de él, que sin duda no le habia leido ó no la habia entendido , cuando impugnaba sus doctrinas del modo que lo hacia. Esta última obra de Valero no tiene mas de cuarenta páginas, y su objeto es replicar á los argumentos del referido farmacéutico Sabata. 264.B en Zaragoza, fué nombrado visitador de labotica del Hospital Real y General de lamisma ciudad en 1601; advirtió que ningún simple de los medicamentos purgantes que se administraban en la expresada botica se hallaban preparados y corregidos con la conveniente preparación, y como lo disponían la Concordia de Zaragoza y todas las farmacopeas antidotarios y doctores que cita al finde su Memorial al Rey, impreso en 1613. Versa este tratadito que poseemos y nos ha sido regalado por nuestro dignísimo catedrático Dr. D. Diego Genaro Lletget sobre la preparación de la coloquíntida. Habiendo acudido Novella á S. M. para advertir estos agravios , el Rey mandó que se viesen ínterin se publicaba la farmacopea mandada imprimí1,!esta disposición regia , sirvióle á Novella de tantos disgustos, yle sobrevinieron por ella tal cúmulo de persecuciones, que parecen increi- (Cosme Novella. Boticario establecido , , bles; sus enemigos consiguieron que -la ciudad interpusiera su influjo y autoridad en favor del hospital y de los jurados: se le propuso que desistiese de semejante advertimiento, y como no lo consiguieron , negociaron Con los jurados para que le cerrasen la botica; le encarcelaron bajo diferentes pretestos con objeto de perderle y de desacreditarle en el pueblo, , y aunque las universidades de Salamanca , Valladolid y Huesca tenían declarada su opinión conforme con la de Novella , y la declaración constaba en escrituras públicas, aunque el Rey escribió desde Valladolid, á 16 de Enero de 1601, al capitán general de Aragón, á los jurados de Zaragoza el 16 de Enero de 1602, y al Dr. Gabriel de Sora, canciller de las competencias de Aragón desde Aranda, el 6 de Agosto de 1610, encargándoles decididamente que no consünlan que se haga á Novella molestia ni agravio sino antes bien le amparen para que abra su botica etc. , y diciendo al último : «Amado nuestro : algunos dias ha que se recibió vuestra carta de 27 de Noviembre del año pasado, y el proceso que con ella enviastes de la diferencia que han tenido algunos médicos y boticarios de esa ciudad sobre el uso de la coloquinlida, y habiéndose hecho mirar con mucho cuidado y comunicándose las opiniones de ambas partes con diversos médicos y boticarios de esta corte y de algunas universidades de eslos Reinos, y considerando el peligro grande que hay no dándose bien preparada la dicha coloquynthida y las desgracias que por esto han sucedido : Ha parecido que hay obligación de que se use lo mas seguro que son los trociscos de Alandahal.... conforme á la opinión de dicho Cosme Novella, que es la mas segura y mas común Y así ordenareis que de aquí adelante en la botica del Hospital General de esa ciudad, se use de los trociscos de Alandahal en todas las medicinas en que se hubiere de echar coloquynthida que esta esmi voluntad y lo que conviene, y de quequedaré servido.» Además decia el Rey desde Aranda, con la misma fecha, á los jurados de Zaragoza: Y porque el dicho Cosme Novella lo ha trabajado con mucho cuidado y gasto de su hacienda mostrando la grande plática, experiencia y inteligencia que tiene de las cosas de su oficio , seré muy servido lo tengáis por muy encomendado favorezcays y ayudeys en todo cuanto se le ofreciere, y no deis lugar á que sus contrarios le molesten y persigan como lo han hecho hasta aqui.» A pesar de tan terminantes declaraciones, favorables á Novella los enemigos de este no cesaron de perseguirle; pues como él mismo dice: «Aunque en el hospital se puso en ejecución su propuesta, fué de manera que dieron los médicos en ordenar , y el boticario en dar tan escesivas cantidades , de los trociscos, que era forzoso morir los enfermos, aunque fueran de bronce ; porque se les daban en la purga ó pildora cincuenta, sesenta, ochenta y muchas veces noventa y seis granos, como se ve en ellibro de las recetas del hospital cosa horrenda.... Y con esto divulgaron , , , — , .... , , , , , en la ciudad, que los enfermos se morían por estar preparada la coloquíntida , cosa que , á mas de ser contraria á buena medicina y segura Pharmacopea , ha de curar espanto en las naciones estranjeras.» Con esta ocasión intencionada , según el mismo Novella , los sugetos que le perseguían acudieron á S. M., que desatendió la solicitud después de vista en el Consejo Real de Aragón ;así como por provisión del mismo Consejo álO de Enero de 1611 , se mandó al Dr. Castillo, síndico del Colegio de módicos y cirujanos de Zaragoza, que residía en la corte, que no creyéndose necesaria esta residencia volviera dentro del tercero dia á aquella ciudad. Alos dos años siguientes enviaron un droguero á la corte con carta de tos jurados para S. M., que determina se viese dé nuevo la contienda, habiendo sido vencido en ésta ocasión Novella, porque los médicos de Cámara y otros varios de Valladolid y Alcalá , así como el.boticario mayor, todos declararon ser cosa conveniente y aun necesaria, que la coloquíntida que entra en las composiciones donde lapiden tos autores, deba ponerse solamente en pulpa molida subtilisiinamente...;, y en ningún caso bajo la forma, de los trociscos de- Alandahal , sino es donde expresamente se pidiere... «según la enfermedad, el sugeto' y las fuerzas del enfermo. ...» y pues esto se guarda y observa, dice el Rey , en la botica demi real casa para mi persona yla de mis hijos..... tengo por muy justo y así os lo encargo y mando que ordenéis que se use así en ese hospital, etc. San Lorenzo á 18 de Junio de 1613.» «Esta carta, añade Novella, voluntariamente y sin necesidad ha sido impresa por orden de los regidores y médicos del hospital...., y ha sido publicada en Zaragoza y en todasdas ciudades de Aragón y muchas de los reinos de Castilla y otras de España. El intento y fin de tan estendida publicación, mas parece para deshonor mió , que para bien de los enfermos , cómodo dan á entender las demostraciones de contento que hicieron, luego después del recibo de la carta con mandar sacar del hospital el estandarte y los toros que llaman de la móntela y llevarlos por toda la ciudad, con grande algazara y acompañamiento , como se acostumbra de orates y vulgo y á lanoche rotularon en las paredes eh provisiones de cátedras EL HOSPITAL VÍCTOR. El cual escribieron también en las paredes de la iglesia de la Magdalena enfrente de la puerta y ventanas de mi casi, para hacerme ese denuesto y befa publicamente delante de mis °j'os.» No contentos aun los intrigantes que acosaban á Novella , le notificaron esta real carta ,á voz de pregón, penetrando al efecto á mediodía por dos puertas diferentes en su casa cuatro oficiales de los jurados. Y así terminó un asunto que por espacio de mas de doce años ocasionó graves disgustos y sendos gastos al autor del memorial , que dice lo enfrió y llevó con paciencia aunque se atravesaba su reputación y mas principalmente la salud — A Pedro Benedicto, el hijo, que no hemos visto citado por otros escritores , atribuye Novella en su memorial la opinión contraria á la suya, porto que dice en el Examen Apothecariorum de 1521, cap. 28, fol. 15, al mismo asegura que no siguen mas que dos boticarios, Francisco Velez de Madrid y Luis de Oviedo y los autores de la oficina de Valencia, así como Juan Sala y Manuel de Valderrama, médicos del hospital. Aunque Benedicto no hizo otra cosa que imprimir el libro que su padre le había dejado manuscrito , le atribuye Novella poca originalidad en la doctrina que expone sobre la coloquintida , por ser conforme con lo expuesto por los doc, , tores médicos, griegos , latinos , árabes , españoles franceses italianos, alemanes y flamencos ,y termina con las palabras siguientes: Acabóse de imprimir el presente memorial en Zaragoza en 9 dias de Noviembre de 4613, etc. La cuestión suscitada por Novella prueba la importancia que en su tiempo se atribuía á la coloquintida y el mucho uso que se hacia de dicha . sustancia. Juan de Castro y Medinilla. Natural de Bujalance, fué farmacéutico de la Inquisición , ejerció la facultad en Córdoba y el cargo de alcalde de los hijosdalgo, tuvo correspondencia con el Doctor Juan Gutiérrez de Solorzano, médico de cámara de S. M., y según D. N. Antonio escribió la Historia de las virtudes y propiedades del tabaco y de los modos de tomarle para las parles intrínsecas yde aplicarle á las extrínsecas; Córdoba, 1620, en 8.°, así como la censura general en la célebre composición del ungüento de la condesa de Guillermo de Varinuga ;Córdoba, 1625, en 4.' Esta censura está dedicada á Doña Francisca de Guzman , marquesa del Carpió. Según Juan de Serrano, compuso también Castro un tratado de Confecciones Alkermcs, en el que alega razones especiales para probar que en vez de dos dracmas sean doce las de Lapis Lázuli que deben entrar en la fórmula de dicha composición. «Yo vide, dice Serrano, en Córdoba, mes de Agosto de 1624, el original ,su fecha á 25 de Mayo de 1623 y saqué á la letra este capítulo con intención de ponerlo aquí de remate de esta quimera». Discurso en la confección Alkermes, por Juan Serrano de Valeros, fol. 27 y 27 vuelto. NiD. Francisco Aviles ni el Sr. Pavón han podido hallar en Córdoba los escritos de Castro, según carta que nos escribe el primero de 8 de Febrero de este año, 1859. Juan del Castillo, Sin embargo que este autor no es originario de España , debemos colocarle entre los autores españoles , por la razones que él mismo espresa en su prólogo, y mas particularmente por haber, escrito y publicado en Cádiz el año 1622 su Pharmacopea universal en castellano, y haber sido boticario en la misma ciudad por espacio de muchos años. Hé i . aquí como se espresa: «Vien se, dice Castillo, quehaura algunos que dirán adelantarme mucho por dos causas, la una por ser mui mozo y la otra por ser estrany si algo de bueno hay atribuyalo á los doctos escritos de los anjero tiguos y á los buenos maestros que en la corte y en Burdeus mi patria cara he tenido y otras partes y en el trabajo y cudicia que tomó en la botica del Escurial de las quintas esencias que es lo que mas y con mayor efecto he aprendido en España.» La Pharmacopea universal de Castillo está revisada por Juan de Montalvo, boticario vecino de Madrid , el que la recomienda «no tan solamente para los aprendices , sino también para los mas espertes.» Es parecida á la Theórica y práctica de Fr. Antonio Castell, y por cierto que algunas de las fórmulas que Castillo supone suyas , también se encuentran ya en la obra de Castell escrita treinta años antes. He aquí la siguiente para que sirva de ejemplo: Fr. Antonio Castell. Diacydonium simplex purgantis. Los que le quieren hacer laxativo ,conviene que en ser fuera del fuego algo refriado, le hechen cada una libra de azúcar y otra de carne que serán dos libras, media onza de escamonea para los mas delicados : otros ay que ponen seys dracmas de escamonea y dos escrúpulos de canela , todo bien triturado que saldrá á medio escrúpulo por cada onza. . a . . ..¡ •. -\u25a0..-\u25a0- . Juan del Castillo. Dyacidonium purgans noster. Lib. I. cap. XVI. Los que quisieren hacer una carne de membrillos purgativa han de tomar una libra de la carne ya dicha, que se hace en las confiturias , y después que este casi fria se hechará media onza de escamonea , para la gente delicada , y si fuere robusta se hechara seis dragmas y dos escrúpulos de canela subtilmente molida , que uendra á la dosis de medio escrúpulo de escamonea. . , Esta fórmula basta para dar á conocer con cierta exactitud la copia literal de Castillo , porque si bien en las dosis de la mezcla se advierte alguna diferencia, convienen en el enunciado de la porción dé. escamonea correspondiente á cada onza de pulpa; siendo esto solo exacto en cuanto á la primera indicación de Castell , y porque ademas son iguales las consideraciones que siguen en ambos escritos á la fórmula mencionada. En lo que sí se diferencian una y otra es en el cáustico que se inserta en aquellas. Pues el de Castell se compone de vitriolo romano y lejía, y Castillo pone el siguiente ; Cauterium Sericeum Parei. % Ciñeris Palla cum siliquas fabarum, cineris Quer cus utriusque libiij. Lakis viva libiijmacerentur simul in situlam aqua in cacabo aneo, viduo ea %e mí quolidie multoties báculo noveantur tum culentür bis aut ter super pannum lineum densum doñee clara fíat. Aqua sic colata coquatur super lucutentum ignem in vase aneo vel terreo plumbato sempermovendo, bacullo vel . .. pastilto ligneo doñee aque a humiditas propé ,et non omnino ad sumpta fuerit: in frusta cicerum instar redada, inpíxide vitrea diligenter operculaca usui serventur. [ i) Simón Ramos. Doctor, médico de Sevilla y decano de la facultad, curaba la salud de los duques de Medinasidonia cuando escribibó Traclatum de sero lactis et ptisana; Ursaone, 1623, y la invectiva con Gaspar Caldera sóbrela inteligencia de Plinio dePleuritide, etc.; también escribió: Apologiam arcjenti vive temperamento alque um unetionis hidragiri tan in universis junturis quam in capite. Diego de Villaizan. Boticario en Madrid, tuvo su botica calle de los Angeles , dio á luz en 1624: Discurso en que se prueba qui el agua llovediza con que se lava el azibar para separarle la virtud purgante se ha de derramar y que la consumen y secan al sol no cumplen con los preceptos del arle. Satisfácense asimismo algunas dudas que suelen ofrecerse en sus tres primeras lavaciones. En la dedicatoria al doctor Francisco de Herrera , médico de cámara del rey nuestro señor , se espresa así: «Desabrido y molestamente cansado tendrán á V. M. tantos discursos* de acivar como estos dias han llegado á sus manos, temo el aumento que pudiera causar el mió, quiera -; <ad> Z, Dios sea el postrero, etc.» . Aseguramos á nuestros lectores , sin temor de equivocarnos, que el discurso de Villaizan es digno de leerse y de lo mejor que sobre la materia se ha escrito. El apellido dé nuestro comprofesor no es solamente célebre por él, sino también por lo que le ha ilustrado su hijo, abogado en Madrid; véanse las biografías de los hijos de esta villa, tomo II,pág. 109 y 110. Francisco Ruiz. Médico de la ciudad de Zaragoza, publicó en 1625, en 4.',.Discurso sobre el azúcar rosado solutivo, medicamento que se compone de hojas de rosas alejandrinas, ruibarbo electuario de zumo de rosas, maná, sen y hermodátiles. Le damos á conocer, porque, según lo que leemos en el discurso, debió llamar tanto la atención el espresado medicamento, que se ocuparon de él, en virtud de órdenes superiores, Diego de Cortavilla y Sanabria, boticario de la señora infanta doña Margarita de>ustria; Diego de Villaizan, boticario vecino de Madrid, «tos mayores del reino» el doctor Juan Gutiérrez de Solorzano, primer médico de cámara de la reina ;¡ el doctor Juan de Arroyo Solano , catedrático de Salamanca; Miguel de Barrede , catedrático en la universidad de Alcalá; otro también de esta , y siete doctores de la de Valencia. tum massa , (' ) Juan del Castillo citado por D. Nicolás Antonio, entre los estranjeros que escribieron español, es también mencionado como traductor de la farmacopea parisiense parafraseada por elDoctor Brisen Bauderon, Cádiz 1622, en 4.°, de la cual, escrita en Latin, posee un ejemplar la biblioteca de la facultad de farmacia. Juan Serrano de Valeros. Boticario del Excmo. Sr. Marqués de Priego, escribió un discurso en la confección Alckermes , que poseemos y nos ha sido regalado por nuestro digno catedrático, el doctor D. Diego Genaro Lletget, dedicado á su excelencia, el cual está impreso enMontilla en la imprenta del Excmo. Sr. Marqués de Priego , por Juan Bautista de; Morales, año de 1626, en 4.' Consta de 31 folios mas 5 que ocupan la portada, en que están grabadas unas armas sostenidas por un águila coronada; la licencia del ordinario, la censura del Licenciado Gregorio Unceta, médico del Santo Oficio; la dedicatoria y la introducción. Sigue el discurso en la Confección Alckermes. En este nos dice Serrano «que no hay peste mas cruel que la discordia pues desbarata las buenas órdenes, huella las leyes, causando en la arte y veneranda facultad de medicina, reñidas contiendas como las quetubieron Luis de Oviedo yFrancisco Velez Arciniega, y como Viñedo le falló la concordia y unión de esta sentencia ha llegado su daño á tanto que piensan algunos que la confección de Lapis y la de electuarien de Mesues sean distintas, no siendo sino una como lo tiene probado Juan de Castro, etc. inquisitionis corduvensis Pharmacopeus ; en el tratado que hizo de estas confecciones donde dio luz á los que ignoraron que la confección y la otra eran una misma cosa , y como en la de Alckermes se tiene de poner las doce dracmas de Lapis Lazuli que pide Mesue en esta confección y no dos, » Sigue Serrano dilucidando esta cuestión con muy buenas razones , y aduciendo en su apoyo autoridades de todas naciones , cuyas palabras traduce y comenta; demostrando que no era ageno al conocimiento de las lenguas en que se hallaban escritos los libros que cita; también escribió un Tratado sobre la escamonea, como se deduce de las siguientes palabras, que se encuentran en su tratado de la confección Alchermes, fol.16, «demas que todo lo que se quema, lleva tras si el fuego como lo advertí, cq autoridad de Galeno, en el tratado que hize de la escamonea.» Lorenzo Medina. Boticario en Valladolid, y visitador de las boticas de aquella ciudad , escribió: Sobre el lasser que se ha de poner en el aceite de mathiolo. No hemos podido averiguar el año, porque al ejemplar que hemos leido en la biblioteca nacional le falta la portada. Según Fray Esteban de Villa, Examen de Boticarios, segunda parte, pág. 45 de la edición de Zaragoza del año 1698, á consecuencia del informe doctamente hecho por Lorenzo de Medina, estendido por los protomédicos ante Juan Ortiz de Zarate, en 14 de Junio de 1601, se previno, conforme con la opinión de Medina, que se pusiese benjuí en vez de asafétida en el aceite de Mathiolo. El motivo porque escribió Medina , nos lo dice él mismo en su dedicatoria. «Cuando como otras vezes y sin méritos mios y compelido visite por mandato las boticas de esta ciudad fui de parecer debia conde- narse el azeite de Mathiolo que llevase assafetida vulgar en lugar del LasEn la visita que se ha hecho de las boticas de ser que allí se pide esta ciudad de Valladolid he hallado diversidad en cuanto del azeite de Mathiolo, etc.» Es interesante el tratadito de Medina, en elcual demuestra una erudición notable, fijando con claridad el fin que se propuso demostrar , á saber : «que el verdadero lassar es el benjuí.» Desde entonces en la preparación del aceite de Mathiolo piden los autores benjuí; Véase entre otros Palacios , edición de 1706, pág. 259. Fué tercer nieto de Zacuth, primero y cabeza de la noble familia de judíos que hubo en Portugal: es muy célebre; véase Chinchüla, pág 78. Entre las obras que escribió, que á nosotros interese, es: Zacuti Lusitani farmacopea elegantísima vririis dubii et seleclioribus formulis exornata. «Es un tratado de materia médica , de farmacia mejor, en el cual recogió las recetas de los médicos mas famosos, tanto antiguos como coetáneos suyos.» «No deja de ofrecer bastante interés por las noticias históricas naturales de los medicamentos que refiere : prescindiendo de las virtudes especiales que atribuye á unos medicamentos para purgar la bilis , á otros la pituita, etc.,, etc.» «Se declaró enemigo de la polifarmacia, y bajo este objeto es digno del mayor elogio.» Chinchilla, pág. 80. Zacutho Lusitano. Zacuto, dice D. N. Antonio, procede tal vez del hebreo Tsacuth, que significa resplandor y pureza. Lusitano, de Lisboa, murió en 1642; su farmacopea se halla en el segundo tomo de sus obras, publicadas en Leiden en 1649. Al mismo tiempo que Zacuto, ó muy poco antes de sus mejores dias, floreció otro escritor judío tan famoso como él y su paisano. Isac Cardoso, de Lisboa también, que profesó la religión cristiana con el nombre de don Fernando, estudió medicina en la universidad de Salamanca, donde tomó el título de doctor, ejerciendo con aplauso dicha facultad en Valladolid y en la corte de España, hasta que vuelto á los errores del judaismo, pasó á Venecia, figurando allí entre los primeros sabios de la academia rabínica; escribió de historia, de filosofía y de medicina en latin: la obra mas interesante para nosotros está en castellano, y fué impresa en 1637, es: Sobre la utilidad del agua y de la nieve y de las virtudes del agua caliente y fría. El Sr. Amador de los Rios elogia el tratado de las escelencias de tos hebreos; hablando en él délos perfumes, dice el autor: «el zahumerio, ha»cia el sacerdote dos veces al dia, mañana y tarde; la materia constaba »de once simples y se hacia una vez cada año; era de olor suavísimo, y «afirman los sabios, que era tan escelente, que se sentía el olor en Terido, ¡\u25babuena distancia de Jesusalain; hacíase por magestad y veneración de la reales; suavísimo deleite del alma. Era »Casa Santa; digno de los palacios los homnel perfume y olor admirable; diferente de cuantos inventaronsu grandeSu virtud testifica ares; materia ordenada por el Señor mortandad, yla va: porque este perfume detiene maravillosamente la »destierra, como se vio en la peste de korah, etc. » Lisboa, médico y doctor, Esteban Rodríguez de Castro. Natural de Zacuto no duprofesor primero de la célebre universidad de Pisa, á quien medicina; comentó á Hipócrates, á Pitágóras, y da en llamar Fénix de la citaremos un traescribió muchas obras apreciables de medicina; aquí soloRoma en 1634, con en tado de Sero ladis, Florencia, 1631; reimpreso >* adiciones. .-,,.-, fué xvn, siglo del principios Fr. Esteban de Villa. Que floreció á ejerció la farmacia en uno de los farmacéuticos mas instruidos de su época; de su botica en el el monasterio de San Juan de Burgos y administrador hospital de Sixto III. escritor, son: Las obras que tenemos á la vista de este celebradísimo Ramillete de plantas, Burgos, 1636. fMmen de boticarios, Burgos, 1632. esta corte existe un ejemplar del En la biblioteca del Jardín Botánico de 1637, yestá dedicado á don Ramillete de plantas, impreso en Burgos el año de 1646. Diego Riaño y Gambo, del hábito de Santiago. Hay otra edición parte de simDisimples incógnitos en la medicina, Burgos, 1643. Segunda tratados esples incógnitos en la medicina, Burgos, 1654; estos dos últimos de simpks intán en un volumen. También se imprimió la Segunda parte Pedro Gómez de cógnitos en un solo volumen el año 1654, en Burgos, por ,. Valdivieso. dedicase que los para El Exámm de boticarios, obra elemental y útil en la priban al estudio de la farmacia, la divide el autor en tres partes: escritores, cuyos trabajos pueden mera pone una tabla de ochenta y ocho antiguos griegos, arainteresar al farmacéutico , comprendiendo con los curiosa de la bes y latinos, solo quince en romance; añade una esplicacion prefación de Dioscórides; rectifica algunas de las ideas de este griego^sode bre la recolección, aduciendo en apoyo de su dictamen la autoridad le Clusio, de Placotomo y de otros buenos escritores, autoridad que también Mesue, sirve para fundar su opinión en las anotaciones á los cánones de que tratan de la elección de espurgantes en general y de su preparación, incluye mdescomprendidas igualmente en la parte primera. La segunda drogas que cripcion de las gomorresinas, de las coloquíntidas y de varias Mesue, que á veces se usaban entonces con las llamadas preparaciones de eran unas simples purificaciones , y también verdaderas preparaciones, de tratar de la presegún el sentido actual de esta palabra. Con motivo sigue Silv io paración de las cantáridas dice Villa: «que los árabes á quiene quitan de ellas las patas , alas y cabeza,» práctica seguida por Scrodero y por otros profesores mas modernos, para mayor actividad del polvo de aquellos traquelidos. La tercera parte del Examen de boticarios resuelve varias dudas sobre puntos disputados por farmacéuticos doctos: trata en el primer capítulo del estado y proporciones en que debe usarse la miel y el azúcar en las preparaciones farmacéuticas, y con este motivo cita un tratadito contra su modo de pensar sobre el mismo asunto, escrito por Pedro deMontejo, boticario también en la ciudad de Burgos, y Juan Ortiz de Vargas, que lo era de Valladolid; pero como las cuestiones que suscita versan sobre si el azúcar ola miel en cualquier proporción que se pida para la fórmula de una composición, ha de entenderse disuelta en cierta cantidad de agua ó solamente en su estado ordinario de sequedad, no merecen ahora nuestra atención, así como tampoco la merecen las observaciones de otros capítulos acerca de si los objetos en ellos mencionados se han de emplear en ciertos casos preparados ó sin preparar; si el aceite dulce es el de olivas ó es de almendras; si la galia moschata se ha de preferir á la defangina ó viceversa, lo que ya estaba prevenido por la ley ,etc. Es sin embargo, digno de advertirse que el capítulo doce de pesos y medidas es muy bueno y conforme con el tratado de aguas del doctor Valles, á quien cita el autor varias veces en el curso de la obra, así como á Sepúlveda á Oviedo, á Diego de Santiago y á otros casi contemporáneos suyos En el capitulo trece de los compuestos usuales y de otras cosas, dice: «por último capitulo de este libro me pareció poner aquí lo que mutatis mutandis ha muchos anos imprimí de los compuestos que se usan por las boticas y esta de San Juan de Burgos, que gustarán de ver los señores médicos para saber los que están en uso, de que sin cansarse en inventar otros nuevos podrían ordenar para cualquier efecto:» lo cual prueba que había publicado otro trabajo mucho antes que el Examen de boticarios y aun cuando aquel no constara mas quede una especie de tabla sinóptica prensiva de muí itud de medicamentos escogidos entre los numerososformularios anteriores, á la manera de los petitortos no dejaría de ser apreciable, tanto mas , cuanto que los eñ corn^ Í¿S£5i ZteZs „ uu&mu tos,,ceratos, emplastos, decopn'onoc. v ««,«*, necocciones, aguas que menciona en el tratado cuya análisis terminamos , se lo t hallan referiri™ d S aá la farmaco pea correspondiente. El Ramillete de plantas, del mismo autor, impreso en Burgos el año 646, que es de que damos cuenta ( i), se halla dividido en tees La primera consta de nueve capítulos P Fr, .i • jimios. En el primero se ocupa de «quando o™ , ° . Lies (\u25a0 ) D. Ramón Ruiz tiene un ejemplar del año 1636. crió Dios las plantas.» En el segundo, «si viven las plantas y cómo:» sos- alguno: las tiene Villa que las plantas viven, y continúa después : «dirá piedras crecen, y se aumentan per iuxla positionem partíum, esto es, porque se le pegan, y juntan otras partes de la mesma data, y no por intus ¡umptíonem, atrayendo, alterando y dirigiendo el humor con quien tienen amistad:» dice que las plantas tienen alma vegetativa. En el tercero: «¿Quántos géneros hay de plantas, y si hay machos y hembras?» Divide este capítulo en dos partes: en la primera, dice que hay tres géneros de plantas árboles, frudices y yerbas : en la segunda, sostiene «no haber entre cuarto, de «quán las plantas hembras ymachos con verdadero sexo.» En el necesario sea el conocimiento de las plantas.» En el quinto: «Cómo obran las plantas, y si tienen todas las virtudes que les dan.» Dice en él, que antes de averiguar lo que se pregunta , quiere tratar de los nombres de algunas plantas, «para que los doctos en otras materias sabiendo su deducción, no eslrañen las voces, ni por hablar gracias al aire digan que son muy campanudas, ó que parecen invocaciones de demonios, si bien por no usadas en otra facultad que la medicina , no será mucho las ignoren, como también los términos de la ciencia ó arte que no profesan.» Pasa en seguida á decir, que unas toman el nombre de su inventor , como la genciana de Gencio , rey de Esclavonia, etc ; otras del efecto que hacen como la saxifragia de saxum frangendo , porque deshace la piedra de los ríñones....; otras, de la cosa con que tienen alguna semejanza, como la serpentaria , etc. ; otras de la parte para que sirven , como la doradilla que ah spkne se dice asplenum , y también del efecto para que aprovechan, como la scabiosa ad scabiem. Otras toman el nombre del número de hojas, como el tripholio ; otras del sabor, como la acetosa ó acedera, ó del olor, como Después de haberse ocupado de las aliaris, el ajo , ó de donde nacen loque llevamos espuesto, trata de «que la facultad con que obran las plantas, no es una, sino de muchas maneras, á saber: primera, segunda y tercera.» Esplica en qué se fundan estas ,«que el boticario , no solo deue ignorarlo siendo como es la mano diestra del médico ; pero antes supongo lo contrario por cosa necesaria » Hace aquí una digresión , en la cual defiende que arte del boticario es arte liberal, y entre otras pruebas que cita en su apoyo, además de las científicas, lo son «la atención con que en la real Chancillería de. Valladolid ha mirado la causa de Martín deUria, boticario de Bilbao, contra la villa,dando por arte liberal su Profesión, y haziéndole hábil para ser alcalde ó regidor, y tener otros oficios que aquella república no da á los de oficio mecánico ;y el auto del Consejo de S. M. acerca del repartimiento de soldados.» La segunda parte de este capítulo , lo ocupa Villaen averiguar si es cierto todo lo que se dice de las virtudes de las plantas; rebate la opinión de que «el zumo de "el la pelosilla temple el hierro;» «que el pentafilon de una rama sea bueno para la diaria (calentura), la de tres para terciana ,y la de cuatro para la ,» así de otras , defendiendo á continuación las virtudes ricuartana diculas, atribuidas por los antiguos á algunas como el aya; de la cual dice «que tocando con ella á una serpiente se entorpece.» En el sesto «si se han de observar las influencias délos astros al tiempo de coger las yerbas, opina que deben observarse.» En el sétimo, «cómo se han de observar las influencias de los astros, para la colección de las plantas.» Este capítulo, en medio de sus estravagancias, contiene algunos buenos preceptos para la colección. En el octavo, «si dejeneran unas plantas en otras:» conviene en que pueden mudarse «de árboles en fructices, y de fructices en yerbas;» sosteniendo aquí , «que de la crin de un caballo se forma una serpiente ; de la carne podrida de un toro ,abejas, etc. , etc. :» cita en favor de estas opiniones, á Plinio , Ovidio y otros autores. En el noveno, «de las partes de las plantas , que sirven para el uso de medicina. » Dice que son diez, á saber . «raizes, hojas, flores, semillas, frutos, cortezas, maderos , lágrimas ó gomas , liquores líquidos y concretos, y resinas:» hace de cada una de estas diez una tabla, de las cuales debe estar provista una botica. En la segunda parte , trata Villa de cada una de las plantas en particular. El capítulo primero es del agenjo :nos habla de su amargor, cuya particularidad hace «que se emplee para preservar de corrupción al castoreo, hígado de lobo, tos libros y papeles,» de que hay tres especies de planta, de cuál de ellas debe elegirse; nos dice en qué compuestos entra y sus efectos. En el capítulo segundo del abrótano, sigue el mismo método que en el anterior , así como en los sucesivos de la aristoloquia, apio, artemisa hasta en cuarenta y cinco capítulos de otras tantas plantas. La tercera parte del Ramillete de plantas, se reduce á una porción de fórmulas, al principio de las cuales recomienda la uniformidad que debe guardarse en la preparación de ellas , para que presenten caracteres y efectos iguales. En el capítulo primero , trata de las confecciones cordiales; en el segundo , de las opiatas; en el tercero , de las confecciones que guardan forma de opiatas ; en el cuarto, de los polvos cordiales; en el quinto, de polvos de otro género; en el sesto, de los electuarios laxativos; en el sétimo , de las hieras ,etc. ,etc. En el ejemplar que hemos leido , y pertenece á nuestro apreciable comprofesor D. Juan Pedro Blesa, continúa un «traslado do la cédula real, que su Magostad el rey D. Carlos II mandó guardar, en cuanto a los precios de medicinas , en veinte y siete dias del mes de Noviembre de mil y seiscientos y ochenta años , y se publicó en Madrid en catorze de Diziembre de dicho año;» antes de insertarse la tarifa hay unas conside-