Carcinoma tiroideo hipofuncional en un canino

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XIII Jornadas de Divulgación Técnico-Científicas 2012
Facultad de Ciencias Veterinarias – Universidad Nacional de Rosario
Carcinoma tiroideo hipofuncional
descripción de un caso clínico
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en
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un
canino,
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Mantoan,E. ; Coca,L. ; D’Espósito,R. ; Fasano,L. ; Bartolomeo,M. ;
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Giuggioloni,M.
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Cátedra de Patología Médica. Facultad de Ciencias Veterinarias, UNR
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Médica Veterinaria, actividad privada
El 90% de las neoplasias tiroideas diagnosticadas clínicamente en caninos
son carcinomas, mayoritariamente eutiroideos. Esta prevalencia se
relaciona con el hecho de que muchos adenomas tiroideos en caninos no
producen anormalidades clínicas y son demasiado pequeños para ser
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palpables . Los carcinomas tiroideos son neoplasias malignas que afectan
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la tiroides y pueden provocar disfunción en la glandula . Su incidencia
aumenta en forma progresiva. Las causas predisponentes son hereditarias,
ambientales o autoinmunes, y se manifiestan a través de la expresión de los
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oncogenes o la inhibición de proteínas antiapoptoticas . Los carcinomas
tiroideos de origen folicular se pueden subclasificar de acuerdo al patrón
histológico como folicular-compactos (sólidos), papilares, o indiferenciados
(anaplásicos). Estos tumores tiroideos también pueden originarse en células
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parafoliculares, al igual que el carcinoma medular . En cuanto a su
funcionalidad, el 70% son eutiroideos, el 25% hipotiroideos y solo en el 5%
se observó hipertiroidismo, coincidente con el carcinoma de tipo folicular. La
hipofunción del lóbulo sano se debe a la liberación por parte del tumor de
citoquinas y oxido nítrico que tienen un efecto inhibidor de la función
tiroidea. Además a medida que la célula tiroidea se va diferenciando va
disminuyendo su funcionalidad, perdiendo por último la capacidad de
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captación de yodo . La edad promedio de los perros con tumores tiroideos
malignos o benignos es de 10 años. Las razas consideradas de mayor
riesgo incluyen al Boxer, Beagle y Retriever dorado. No hay predisposición
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sexual franca . Se presentó al consultorio un canino de raza Beagle, macho
de 8 años de edad, para evaluar el perfil de hormonas tiroideas, debido a un
cuadro de hipotiroidismo primario. El mismo fue tratado con levotiroxina
(dosis de 0,9mg totales) seis meses previos a la consulta. Al examen
objetivo general se observó una disminución del peso (score 3) con respecto
a la última consulta. Además las mucosas, la frecuencia cardiaca, la
respiratoria y los ganglios no presentaban anormalidades clínicas. En el
examen objetivo especial de la glándula tiroidea, se palpó una ligera
deformación en más, en lateral de la laringe sobre el lóbulo izquierdo, con
bordes lisos, indoloro y sin adherencias al tejido circundante. Los ganglios
linfáticos regionales se evidenciaban de tamaño y forma normal. Los valores
de la T4 (1,5ug/dl) y TSH (0,6ug/dl) se encontraban dentro de los límites
normales inferiores, por lo tanto se decidió continuar con la misma dosis.
En los controles semanales sucesivos, se observó un aumento progresivo
de ambos lóbulos tiroideos (izquierdo y derecho). Se practicó ecografía
XIII Jornadas de Divulgación Técnico-Científicas 2012
Facultad de Ciencias Veterinarias – Universidad Nacional de Rosario
observándose el lóbulo izquierdo de la tiroides con la cápsula de contorno
liso, regular y ecogénico. El parénquima presentaba pequeñas áreas
hipoecoicas con un tamaño de 4,27cm por 3,2cm. El lóbulo tiroideo derecho
se observó aumentado de tamaño (3,04cm por 2,76cm), heterogéneo, con
áreas irregulares anecoicas e hipoecoicas y la cápsula presentaba bordes
lisos y definidos. No se observaron signos de metástasis local. La ecografía
abdominal y la placa toráxica no revelaron anormalidades. El diagnóstico
presuntivo fue el de neoplasia tiroidea. Se practicó tiridectomía bilateral
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extracapsular con extirpación de las glándulas paratiroideas debido al alto
porcentaje de metástasis que presentan las neoplasias malignas de la
glándula tiroidea (40-60%). El diagnóstico definitivo se realizó por estudio
histopatológico del tejido extirpado que demostró la presencia de un
carcinoma sólido de la glándula tiroidea. El diagnóstico diferencial de bocio
en un canino adulto incluye bocio adenomatoso tóxico, abscesos y
neoplasias (adenoma, carcinoma, leiomiosarcoma y rabdomiosarcoma). En
base a los resultados obtenidos por ecografía, el estado clínico del paciente
y la elevada tasa de prevalencia de malignidad en los animales con masas
tiroideas, todas ellas deben ser consideradas malignas, hasta demostrar lo
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contrario , y se deben tomar medidas radicales como la tiroidectomía
extracapsular. En los caninos con patologías tiroideas es muy importante
realizar el control periódico con métodos complementarios como la
ecografía, para el diagnóstico temprano de los tumores tiroideos malignos,
que poseen un elevado potencial metastásico, permitiendo realizar
precozmente una tiroidectomia con lo cual mejora la posibilidad de
sobrevida de estos pacientes.
BIBLIOGRAFÍA
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de tiroides. Royal Canin, 2006
2. Couto, G.; Nelson R. Medicina Interna de Animales Pequeños. Editorial
Intermédica, 2000.
a
3. Fossum, T. Cirugía en Pequeños Animales (3 Edición),1999.
4. Nelson, E.; Feldman, W. Endocrinología y Reproducción Canina y Felina.
Editorial Intermédica. Tercera Edición, 2007.
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