datos biográficos de d. emilio arrieta

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SECCIÓN 4.ª—VARIEDADES
DATOS BIOGRÁFICOS DE D. EMILIO ARRIETA
Nació el 21 de Octubre de 1823, en Puente la Reina (Navarra), en
el seno de una modesta familia de labradores, que con el cultivo de
una pequeña heredad que poseían, ganaban el sustento de cada día.
Joven era Arrieta cuando quedó sin padre ni madre, quienes le
dejaron por herencia tan sólo aquellas tierras que habían regado
con el sudor de su frente. En un principio comenzó Emilio a trabajar las tierras, mas como había quedado completamente sólo, la única hermana que tenía y que vivía casada en Madrid, llamóle a su
lado; Arrieta vendió las tierras y se presentó en la capital de España, donde su hermana le hizo aprender las primeras letras y algo de
música.
Cuando creyó que poseía suficientes conocimientos musicales,
despidióse de su hermana, y a la ventura marchó a Barcelona, donde tomó pasaje en una fragata contrabandista que partía para Italia; el viaje fué malo en verdad, pero aún peores días había de pasar
en la patria del arte musical.
Después de vagar de un lado para otro, pudo Arrieta ingresar en
el Conservatorio de Milán; pero las corcheas eran escaso alimento,
y mal lo hubiera pasado si no le hubiera sostenido en aquel difícil
trance una mano generosa, la del Conde de Litta, a quien más, tarde Arrieta, lleno de agradecimiento, le dedicó sus primeras producciones.
En el Conservatorio hizo grandes progresos en la música, y como él era muy aficionado, trabajaba constantemente, obteniendo de
esta manera una sólida educación musical, que dió por primer resultado la ópera Ildegonda, compuesta por Arrieta durante su estancia
en el citado establecimiento; esta ópera obtuvo un colosal y franco
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éxito, y ha recorrido de triunfo en triunfo los principales teatros de
Europa.
Más tarde escribió Llamada y Tropa, obra que llamó notablemente la atención por sus aires alegres; obtuvo un resonante éxito en
Madrid, donde fué estrenada en presencia de la real familia.
Gran protectora de Arrieta fué la reina Isabel II de España,
quien queriendo dar gran impulso a las óperas que escribía Emilio y
con objeto de desterrar la influencia de la ópera italiana y francesa,
mandó construir un teatro donde habían de estrenarse las obras del
navarro, y que más tarde ha sido conocido con el nombre de teatro
real.
Antes de dejar definitivamente Italia, presentóse en la Scala de
Milán al premio de compositores; Arrieta tenía que luchar con músicos de todas partes y con compositores de gran renombre, entre
los que se encontraban los italianos, y hasta con el tribunal, compuesto por compatriotas de estos últimos; comenzaron las oposiciones, y al finalizar ellas apareció el nombre de nuestro biografiado
con el número uno: es decir, que obtuvo el primer premio de composición en el ya citado Conservatorio.
Después de este gran triunfo abandonó Italia para volver a Navarra, donde pasó una temporada; marchóse a Madrid y fué nombrado profesor de la familia real y compositor de la real casa; como
estos cargos le dejaban mucho tiempo libre y el sueldo le permitía
vivir sin más trabajo, dedicóse a escribir, e hizo una labor muy fecunda. Escribió gran número de zarzuelas que obtuvieron gran acogida, y cuya música, después de ser grandemente aplaudida, recorrió la inmensa mayoría de los teatros de Europa y América con
halagadores éxitos; aún hoy en día se recuerdan con alegría pasajes de Marina, El Grumete, El Dominó Azul, etc.
Al quedar vacante la plaza de director de la Escuela Nacional de
Música y Declamación, fué Arrieta nombrado para este alto puesto,
que lo desempeñó con gran acierto, y en el que se captó muchas
simpatías por su carácter franco, abierto y cariñoso para con todo
el mundo. Escribió en esta época las zarzuelas San Franco de Sena,
La Guerra Santa, El Sarao, La Suegra del Diablo y La Soirée.
Condecorado con la Gran Cruz de Isabel la Católica y nombrado académico de la de Bellas Artes de San Fernando, consejero de
Instrucción Pública y director de la Escuela Nacional de Música, falleció en Madrid el 11 de Febrero de 1894, después de haber sufrido
una penosa enfermedad.
Dejó al morir, a más de las ya citadas composiciones, las siguientes: La Conquista de Granada, ópera que al decir de los críticos es
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obra de mucho valor; La Estrella de Madrid, La Caceria Real, Guerra a Muerte, La Conquista de Madrid, La Vuelta del Corsario, De Madrid a Biarritz, Potosí Submarino, Las Manzanas de Oro, El Hijo de
Familia, La Dama del Rey, El Planeta Venus, Quien manda manda,
La Circasiana, Dos Coronas, La Sota de Espadas, Los Novios de Teruel, etc., etc. Tiene además gran número de obras escritas en colaboración con otros autores, y en todas ellas se deja sentir el influjo
de la musa de Arrieta.
Un mes después de su muerte (15 de Marzo 1894), el Ateneo de
Madrid celebró una velada necrológica, a la que acudió lo mejor de
la sociedad madrileña.
Los literatos leyeron composiciones escritas en honor al maestro, los músicos interpretaron diversos números del excelente compositor, y todos rindieron debido homenaje de admiración al artista
navarro.
EDUARDO DE URRUTIA.
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