Hasta lo último de la Tierra Estudios serie El desarrollo del cristiano Tema: Los derechos y deberes en el Reino de Dios (Parte I) Unidad: El carácter cristiano I. Base bíblica: Mateo 6:33; Juan 3:5; Romanos 14:17 II. Texto de desarrollo: Deuteronomio 28:1;15 III. Introducción El diseño sapiencial del Reino de Dios, desde sus cimientos hasta su coronación, es impresionantemente justo, en el sentido en que no hay injusticia alguna en la configuración de la legislación que gobierna a todas las creaciones. El asombroso diseño legislativo de Dios hace evidente su propio carácter. Dios, aunque en algunas ocasiones sondea la opinión de sus creaturas para la ejecución de un plan, la Biblia dice que con Él mora la sabiduría y a Él nadie lo aconsejó jamás, por esta razón, el Universo goza de completa estabilidad, porque todo su diseño y su sostenimiento y las mismas leyes que lo rigen son de procedencia divina, y nada procede de las creaturas. Aún el mismo trono de Dios está sentado sobre Justicia y Juicio, y de ahí emana toda la legislación que otorga derechos y genera obligaciones en la creación, aunque la totalidad de las creaturas, cada cual en su género, tiene distintas leyes que le gobiernan y derechos que le asisten, indudablemente por haber emanado del Trono de Justicia y Juicio, todas estas leyes tienen estas mismas características. En cuanto al género humano, la Biblia nos deja ver que aunque el Reino de Dios tiene leyes eternas, también Dios legisla en las esferas temporales de su Reino, como en el caso de la Tierra, donde ha legislado los derechos y deberes del hombre en el huerto del Edén de una manera y después del huerto hasta Moisés hubo una modalidad en la legislación de la conciencia; de Moisés al Calvario se establecieron leyes nacionales y temporales para Israel, y del Calvario al arrebatamiento, cubriendo al periodo de Gracia, estas leyes serían en las tablas de carne del corazón; mientras que en el Reino milenial cambiará completamente el estado de derecho, en cuanto a los derechos y deberes de los sobrevivientes y cuyo gobierno, sería con vara de hierro, desde el Trono de David y finalmente, cuando sean suprimidos del Reino de Dios, los salvados por oír y obedecer las condiciones de gracia del Reino, vivirán con las llamas eternas de gloria, como dice Isaías 33:14. Mientras que aquellos que decidieron no oír ni obedecer las leyes establecidas por Dios en todos los tiempos, no los condenó Dios, sino se condenaron a sí mismos por tener conocimiento de las leyes vigentes cada quien en su tiempo. (Ap. Isauro Vielman) Isaías 33:14-16; Romanos 1:21 IV. Deberes Deber: Estar obligado a algo por la ley divina, natural o positiva. (DRAE) Cumplir obligaciones nacidas de respeto, gratitud u otros motivos. Para los primeros habitantes del Edén los deberes fueron pocos, claros y concisos: 1. Fructificar y multiplicarse 2. Sojuzgar la tierra, gobernar 3. No comer del árbol del Bien y del Mal Mientras que, después del Edén se fueron multiplicando los deberes de los seres humanos, debido a la involución que experimentaban por la acción del pecado en ellos y a la introducción de nuevas formas de violentar el estado de derecho. Quienes obedecieron estos lineamientos dictados por su conciencia y por el mensaje comunicado verbalmente por sus antepasados, obtuvieron lo prometido, mientras que aquellos de corazón obstinado que se negaron a escuchar y obedecer los preceptos de Dios, por ser las grandes mayorías, Dios tuvo que eliminarlos de la Tierra, mediante operaciones como el Diluvio, la destrucción de Sodoma, la conquista de Canaán, entre otros. Ya en el tiempo de la visitación a Israel, Dios le dio una legislación en tabas de piedra, con mandamientos específicos que fueron el germen de vida de todas las legislaciones posteriores de todos los pueblos, aunque esta legislación fue nacional y temporal, y era dirigida a un pueblo creado y escogido por Dios, de todas maneras, las grandes mayorías quedaron postradas en el desierto por no obedecer. Y desde luego, en los años siguientes hasta el Calvario, millones de personas murieron, porque decidieron en su corazón ignorar el estado de derecho del Reino de Dios. Ya en el tiempo de los nacidos de nuevo, las leyes serían escritas en las tablas del corazón, cuyo acceso de entrada sería por el oír. Esta modalidad, aunque se amplió de manera exponencial, en términos de gracia, las exigencias también se ampliaron; con la gran ventaja que en los tiempos de esta gracia se terminó de escribir la Biblia, el manual preciso para el manejo de nuestra relación con nosotros mismos, con Dios, con los hombres y con el resto de la Creación, así como la descripción precisa y clara de nuestros derechos y deberes, en la legislación del Reino; con la aproximación del Tribunal de Cristo vigente en materia disciplinaria y el cambio de metodología en la aplicación de justicia. (Ap. Isauro Vielman) 1ª Cor. 10:5-6; Mr. 10:14; Mt. 25:23; Lc.8:10; Sal. 89:14; 1ª Pedro 1:15-16 Conclusión: Isaías 56:1 San Salvador, lunes 26 de mayo 2014 www.misioncristiananuevopacto.org Predicador: Apóstol Isauro Vielman Tel. 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