Me desvelo amor, me desvelo…

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Me desvelo amor,
me desvelo…
por JAPE
USO esta introducción para dar un seguimiento poético al asunto, que realmente no tiene
nada de poesía; o mejor dicho sí la tiene, desde el punto de vista con que lo mires.
El insomnio o desvelarse tiene una causa
fundamental en el estrés (tan de moda) al que
está sometido el cuerpo y la mente humana
todo el día. Hacer ejercicios o practicar deportes, libera esa carga y nos permite dormir relajados. No obstante, hay noches en que nada
impide un buen desvelo.
Existen mil formas de combatirlo o de pasar
lo mejor posible ese tiempo nocturno perdido,
mientras el sueño regresa. Sé de un amigo
que tiene un método infalible (según él) cuando se desvela. Concentra su mente en lo más
erótico que pueda recordar, se masturba e
inmediatamente queda rendido. Es posible que
este sea su procedimiento también para hacer
el amor y por eso duerme solo.
Cuando duermes acompañado este método no sirve. Podrías convencer a tu pareja la
primera noche, pero cuando te desveles las
siguientes tres o cuatro noches, seguro terminarás más solitario en tu lecho que una pulga
en un perro chino.
La compañía hace más difícil el trance. Es
muy duro ver cómo alguien a tu lado duerme
plácidamente mientras tú no logras cerrar un
ojo, con la vista clavada en el techo, sin saber
qué hacer.
Algunos se levantan y se ocupan en alguna
labor productiva, que puede incluir guataquear
una parcela de boniato. De ahí que en varios
lugares existan leyendas sobre fantasmas que
guataquean por las noches. En la ciudad no
hay esos fantasmas, pero existen otros que
salen a buscar «compañía» en los parques más
céntricos. Por lo general esta «exploración» en
busca del sueño perdidxo, termina en algarabía
y shows de todo tipo.
Para hacer más ameno el desvelo puedes
escribir, leer, ver la televisión (si no la vistes de
día o quieres repetir los programas) lavar (si la
lavadora no hace ruido) ablandar frijoles (si los
encontraste a menos de 20 pesos la libra) y
muchas otras cosas, siempre que tu ocupación nocturna no moleste al resto de la población que duerme plácidamente.
Hay ocasiones en que tu desvelo coincide
con el de algún vecino o vecina. Ambos salen
a la puerta y descubren que no están solos en
este mundo de noctámbulos, y comienzan a
hablar de asuntos banales que casi siempre
terminan en temas recurrentes: la comida, el
transporte y el tiempo. Realmente el transporte ha mejorado un poco, no así el tiempo.
Otros aprovechan para conversar con los
compañeros que hacen la guardia del CDR o los
parqueadores de guardia. Esta última experiencia me ha dado pie a una idea. Crear una bolsa
de desvelados en los que exista un número telefónico al que llames, y según el municipio o
barrio donde vivas, te indiquen cuál es el custodio disponible más cercano. Por ejemplo, si
vives por 23 y L, en el Vedado, te toca conversar
con los custodios del ICRT, el Yara o el Coppelia,
si están libres. Con el tiempo podríamos crear
una base de datos que incluya edad, sexo, pueblo de origen, temas preferidos, afinidad artística. Sería como un «sírvase usted» de conversación en la madrugada. De este proyecto solo
quedarían excluidos los custodios de Bancos
Populares y shopings, por lo delicado de su contenido de trabajo.
Como pueden ver, esto del desvelo es un
tema infinito en el que podríamos abundar
toda la noche pero… ¡ahhhh!, ya me está
entrando sueño, así que vamos a dejarlo para
otra oportunidad. Hasta mañana.
ddt@jrebelde.cip.cu
www.dedete.cubaweb.cu
No es apetito en la noche,
ni deseos de orinar
es un algo inexplicable,
no hay modo de controlar,
que se me abran los ojos,
y no los pueda cerrar
(poema anónimo mío)
El próximo martes 23, justo a la hora en que
mataron a Lola, será en el Museo del Humor de
San Antonio de los Baños, la inauguración y premiación del I Salón de Humor Juvenil El Loquito.
Los capitalinos interesados en asistir podrán
tomar el ómnibus gratis a la 1:00 p.m en la sede
de la UPEC, sita en 23 esquina a I.
AQUELLA INFANTERÍA JAMÁS RETROCEDÍA, DABA MEDIA VUELTA Y SEGUÍA AVANZANDO
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