Resolución de la actuación de oficio relativa a la crisis de los refugiados sirios, las responsabilidades de las administraciones y el papel del Síndic de Greuges 1.-Antecedentes De acuerdo con el Convenio de Ginebra de 1951, refugiado es la persona que huye de su país por un temor fundado de persecución por razones de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un grupo social o ideas políticas. Algunos países amplían los supuestos por vía legislativa o jurisprudencial (ej. en España, la violencia de género). En todo caso, se trata de una situación objetiva: aquel que huye de su país por motivos de persecución es refugiado. Esta situación objetiva genera derechos subjetivos que los Estados que han firmado el Convenio de Ginebra, entre los que están todos los europeos, deben respetar. Entre otros: ‐ ‐ ‐ La solicitud de asilo debe ser tramitada con un procedimiento administrativo rápido y eficiente, con posibilidad de recurso ante una autoridad judicial independiente. En caso de denegación del asilo, no se puede devolver a la persona a su país de origen o a cualquier país donde pueda ser perseguido (principio de non refoulement, no devolución). Las personas que solicitan asilo deben ser tratadas en todo momento con humanidad. En España y en muchos países europeos no se respetan estos derechos. Las solicitudes de asilo son a menudo denegadas sin el más mínimo trámite y con expulsión en frontera del demandante. Otras veces, las autoridades tardan meses y años sencillamente en admitir a trámite la solicitud. Es preciso tener presente que con la admisión a trámite el solicitante ya disfruta de algunos derechos: mientras no la tiene, se encuentra en un limbo legal. Finalmente, en España las concesiones de asilo (o de protección subsidiaria) son extraordinariamente bajas (pocos centenares cada año) y se producen expulsiones de solicitantes de asilo que no respetan el principio de non refoulement (no devolución). En la Europa comunitaria existe un sistema europeo común de asilo que establece procedimientos comunes y condiciones mínimas de acogida. Entre los aspectos más controvertidos de este sistema, el Reglamento de Dublín establece que el Estado responsable de la solicitud de asilo sea el primero donde la persona refugiada ha presentado su solicitud. A pesar de ser bienintencionado (quiere evitar tanto el forum shopping de los solicitantes como el eventual conflicto negativo de competencia de los estados), este Reglamento tiene como efecto poner la máxima presión en la acogida de personas refugiadas en los países limítrofes de la Unión Europea. El Síndic de Greuges de Cataluña ya se pronunció en el mes de abril de este año sobre la crisis migratoria en el Mediterráneo y la responsabilidad de los gobiernos europeos. Asimismo, la red de ombudsmen para la infancia (ENOC) también solicitó en el año 2013 el pleno respeto a los derechos de los menores migrantes y ha creado recientemente un grupo de trabajo (task force), de la que el Síndic es miembro, para supervisar el cumplimiento de las obligaciones de los Estados respecto de los menores en tránsito. Finalmente, la Generalitat de Cataluña se ha dotado de un Plan de Protección Internacional en Cataluña para el período 2014-2018 (ACORD GOV 14/2014) que, entre otras cosas, prevé “planificar la acogida de emergencia de fenómenos de afluencia masiva de personas desplazadas”; y, más recientemente, de un Comité de Acogida de Personas Refugiadas (ACORD GOV 151/2015), de composición interdepartamental y con presencia de representantes municipales y de entidades de la sociedad civil. 2.-La crisis de refugiados de Síria Frente a la actual crisis de refugiados provenientes de Siria, los ombudsmen europeos, como garantes de los derechos humanos ante la ciudadanía y los gobiernos, deberían incidir en las siguientes cuestiones, de orden público y jurídico: ‐ ‐ ‐ ‐ ‐ ‐ Es necesario que los gobiernos sean generosos en la aceptación de refugiados. La opción de las cuotas es una solución coyuntural ante la actual situación masiva, pero es necesario estar abiertos y preparados para recibir refugiados en cualquier momento y de manera permanente. Es necesario que la generosidad con los refugiados sirios no haga olvidar a los refugiados de otras partes del mundo que siguen llegando a nuestros países, así como a los propios refugiados sirios y de otros lugares que ya están en Europa. Sin ir más lejos, se calcula que ahora mismo en Barcelona hay unos 600-700 refugiados sirios en una situación de total desamparo. El trato con las personas solicitantes debe ser respetuoso con los derechos humanos. La policía, los servicios sociales, los sanitarios y todas las personas que entren en contacto con las personas refugiadas deben tener formación específica. Las “devoluciones en caliente” están prohibidas en todo caso. También lo está cualquier forma de tortura. La restricción de libertad deambulatoria sólo se puede tolerar en situaciones excepcionales y en unas condiciones de vivienda y de derechos superiores a las de los centros penitenciarios. Es preciso que, para todas las personas refugiadas, la decisión sobre la concesión del asilo o no se haga con la máxima celeridad y garantías jurídicas. Salvo situaciones en que la solicitud esté manifiestamente mal fundamentada o sea abusiva o de mala fe, es necesario admitirla a trámite inmediatamente y garantizar los primeros derechos. En caso de denegación, es necesario garantizar un recurso judicial y la asistencia jurídica gratuita. Una vez concedido el asilo, la Convención de Ginebra desgrana con detalle los derechos que las personas refugiadas tienen en el país de acogida. Es preciso garantizar que estos derechos sean respetados en todo momento. Asimismo, en el contexto europeo, las personas a quien un estado ha reconocido y concedido el derecho de asilo deben disfrutar plenamente del derecho a la libre circulación y residencia en toda la Unión, sin discriminación con cualquier nacional de un tercer país. 3.-Las autoridades catalanas y el Síndic de Greuges de Cataluña El Síndic de Greuges de Cataluña acoge favorablemente la adopción del Plan de Protección Internacional y el establecimiento del Comité de Acogida de las Personas Refugiadas por parte del Gobierno de la Generalitat, y solicita su rápida aplicación y puesta en marcha, respectivamente. Frente a la actual crisis de refugiados, el Gobierno de Cataluña debería: En lo que respecta al número de personas refugiadas, trasladar al gobierno del Estado la voluntad de acoger el mayor número posible, según las ofertas manifestadas por los municipios catalanes. Adoptar medidas para garantizar que las personas refugiadas reciben información adecuada, en lengua y forma comprensible, sobre el contenido del derecho a la protección internacional y el procedimiento así como la normativa de protección de menores. En aplicación del Plan de Protección Internacional en Cataluña, establecer un esquema permanente de acogida de refugiados, en coordinación con los municipios catalanes y las entidades no gubernamentales especializadas. En particular, en cuanto al alojamiento, la inserción social y laboral, la atención médica y psicológica y, en el caso de los niños, la escolarización. Otorgar eficacia jurídica a las actividades formativas que los solicitantes de asilo o de protección subsidiaria realicen durante el tiempo previo a la obtención del estatuto correspondiente a los efectos de convalidar las acciones formativas necesarias para obtener los informes de integración, de esfuerzo de integración, certificados de acogida y similares. Realizar, cuando sea preciso, informes favorables al otorgamiento de autorizaciones de residencia temporal por circunstancies excepcionales previstas en el artículo 126.3 del Real Decreto 557/2011, de 20 de abril, cuando el retorno al país de origen comporte un riesgo para la seguridad de la persona o de su familia. Capacitar a los profesionales propios y de los municipios catalanes que se ocupen de las personas refugiadas. Incrementar el apoyo a las entidades especializadas que, en Cataluña, trabajan con las personas refugiadas, aumentando la financiación, tanto con recursos propios como instando al gobierno de España y a la Unió Europea a proveer dichos recursos. En relación con los niños, dada su especial vulnerabilidad: o Se adoptarán las medidas necesarias para dar un tratamiento diferenciado, cuando sea preciso, a las solicitudes de protección internacional que efectúen las personas citadas, tal como prevé la Ley 12/2009, de 30 de octubre, reguladora del derecho de asilo y de la protección subsidiaria. o Se les procurará una atención médica y psicológica específica para hacer frente a las especiales necesidades derivadas de los trastornos ocasionados por la experiencia migratoria. o En cuanto a la escolarización, se deberían establecer protocolos de acogida, para que puedan seguir un adecuado proceso de aprendizaje. o Garantizar en general la formación de los profesionales de los diferentes ámbitos que les atienden. o Garantizar la protección y cuidado específico de menores que no estén acompañados, a través de los recursos ordinarios del sistema de protección, con las adaptaciones derivadas de su idiosincrasia como refugiados. Aplicar las anteriores medidas a las personas que ya residen en Cataluña y han solicitado el estatuto de refugiado, con independencia de cómo se encuentre su expediente. Los gobiernos locales deberían: Poner a disposición del Gobierno de Cataluña sus servicios sociales y viviendas de emergencia para hacer frente a la crisis actual de refugiados. Establecer un esquema permanente de acogida de refugiados, en coordinación con el Gobierno de Cataluña. El Síndic de Greuges de Cataluña se compromete a: Facilitar la tramitación y resolución de consultas y quejas relativas a las solicitudes de asilo, y los derechos y deberes, tanto de las personas solicitantes como de aquellas a quien ya se haya concedido el asilo o la protección subsidiaria. Se designará un/a asesor/a de referencia para estos expedientes. Abrir consultas con las entidades del sector para conocer la evolución de la llegada y situación de las personas refugiadas en Cataluña. Solicitar al Parlamento de Cataluña y a los municipios de Cataluña qué medidas políticas, legislativas y administrativas tienen previsto adoptar para dotar al país de un esquema permanente y estable de acogida de personas refugiadas. Mantener un canal de comunicación con el Comité para la Acogida de la Generalitat para que se respete en todo momento los derechos de las personas refugiadas Coordinarse con el Defensor del Pueblo de España, el Comisario Europeo de Derechos Humanos y el Defensor del Pueblo Europeo para asegurar que las políticas española y europea son conformes con los estándares internacionales. Fomentar los valores de convivencia y acogida. Rafael Ribó Síndic Barcelona, a 1 de octubre de 2015