Español Obstetrics & Gynecology 1 Series de Especialidad Clínica Relaciones Sexuales Después del Parto Función Sexual Postparto Lawrence M. Leeman, MD, and Rebecca G. Rogers, MD ______________________________________________________________________________________________ El embarazo y el parto ocasionan muchos cambios en la salud y el bienestar de la nueva madre. La salud sexual después del parto es una inquietud común que a menudo no se discute durante el cuidado prenatal ni postparto y que ha recibido poca atención tanto de médicos como de investigadores. En este artículo, revisamos las teorías actuales de la respuesta sexual femenina, la epidemiología de la disfunción sexual postparto y el uso de herramientas de detección para identificar a mujeres con inquietudes sobre salud sexual. Específicamente, presentamos una revisión de los datos publicados sobre el efecto del tipo de parto, laceraciones perineales, depresión postparto, y lactancia materna sobre la actividad y función sexual en el postparto y, finalmente, ofrecemos sugerencias sobre la detección y tratamiento de los problemas sexuales durante este periodo. (Obstet Gynecol 2012;119:647–55) DOI: 10.1097/AOG.Ob013e3182479611 __________________________________________________________________________________________________ De los Departamentos de Obstetricia y Ginecología, Medicina Familiar, y Cirugía, Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Nuevo México, Albuquerque, Nuevo México. Existe educación médica continua a través de este artículo, disponible en http://links.lww.com/AOG/A284. Autor a quien se puede remitir correspondencia: Rebecca G. Rogers, MD, University of New Mexico Health Sciences Center, Department of Obstetrics and Gynecology, 2211 Lomas Boulevard NE, ACC-4, Albuquerque, NM 87131-5286; e-mail:rrogers@salud.unm.edu. _____________________________________________________________________________________________________________________ Declaración Financiera La Dra. Rogers funge como Presidenta de Monitoreo de Seguridad de Datos para el estudio TRANSFORM, patrocinado por American Medical Systems. El otro autor no reportó conflicto potencial de interés alguno. ___________________________________________________________________________________________________________________ © 2012 por The American College of Obstetricians and Gynecologists. Publicado por Lippincott Williams & Wilkins. ISSN: 0029-7844/11 _____________________________________________________________________________________________________________________ L a función sexual postparto se ve influenciada por los cambios significativos en la anatomía, la condición hormonal, la estructura familiar y la relación de pareja que acompañan al parto. Aunque la vivencia íntima de comenzar una familia y de sustentar a un recién nacido puede enriquecer la experiencia sexual de muchas parejas, varios obstáculos en el postparto pueden afectar la salud sexual de forma negativa. Anatómicamente, el trauma perineal contribuye a la dispareunia y afecta considerablemente tanto el momento como la calidad de la reanudación de las relaciones sexuales durante los primeros meses postparto. La lactancia materna puede alterar la función sexual como resultado de la sequedad vaginal producida por los altos niveles de prolactina y la disminución de los niveles de estrógeno. Por otra parte, la estructura familiar y los cambios en los patrones de sueño disminuyen la probabilidad de que la mujer y su pareja sexual tengan el tiempo y la privacidad para restablecer la intimidad. Los dictados sociales y culturales respecto a la reanudación de la actividad sexual pueden también afectar a ciertas parejas. Así mismo, la depresión postparto, con la consiguiente pérdida de deseo sexual o la pérdida secundaria del deseo, la excitación o la habilidad para lograr el orgasmo, como resultado de medicamentos antidepresivos, pueden contribuir a la disfunción sexual después del parto. En esta revisión, describimos brevemente las teorías actuales que explican el ciclo de respuesta sexual femenina, así como los problemas sexuales comunes del postparto y algunas opciones para detectar a las mujeres con disfunción sexual durante el embarazo y después del parto. Leeman y Rogers Relaciones Sexuales Después del Parto: Función Sexual Postparto (Obstet Gynecol 2012;119:647–55) © 2012 The American College of Obstetricians and Gynecologists www.greenjournal.org Español Obstetrics & Gynecology 2 CICLO DE RESPUESTA SEXUAL La explicación clásica del ciclo de respuesta sexual fue descrito por Masters y Johnson en la década de 1960 en base a observaciones de 100 parejas heterosexuales con actividad sexual.1 Esta teoría clásica describió cuatro fases de respuesta sexual: excitación, meseta, orgasmo y resolución, que se supone deben ocurrir de manera lineal. Kaplan describió un modelo de tres fases en el cual el deseo, la primera etapa, tenía un papel prominente. En el modelo de Kaplan, la fase de la excitación incluye las de excitación y meseta del modelo de Masters y Johnson. Los modelos más recientes de la función sexual incluyen el propuesto por Basson,2 el cual describe la respuesta sexual femenina como impulsada principalmente por las relaciones interpersonales. En este modelo no lineal, las mujeres pueden experimentar la excitación antes del deseo e involucrarse en una actividad sexual por el deseo de intimidad. Ningún modelo explica la función sexual en todas las mujeres ni en todo momento. Aunque los modelos de función sexual varían, la disfunción sexual se define en la cuarta edición del Manual de Diagnóstico y Estadística de Enfermedades Mentales como trastornos en el deseo, excitación, orgasmo o dolor.3 Los problemas pueden ser primarios, indicando una disfunción permanente o secundarios, que indican un cambio en la función. Adicionalmente, las disfunciones pueden ser situacionales o generales. Por ejemplo, si una mujer informa que tiene dificultades con la excitación con un compañero pero no con otro, la disfunción es probablemente situacional. La disfunción sexual sólo se diagnostica cuando los trastornos producen ansiedad a la paciente, la que puede ser causada por problemas interpersonales. Por ejemplo, una mujer con libido baja que no esté preocupada al respecto no sería catalogada como que padece una disfunción sexual. Aunque muchas mujeres reportan más de un trastorno sexual a la vez, la disfunción más comúnmente reportada es la falta de deseo o interés sexual. La incidencia de problemas sexuales en las mujeres fue de 43% de acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Vida Social de los Estados Unidos4; sin embargo, este número incluye a todas las mujeres con falta de deseo sexual o que no encuentran placentero el sexo, independientemente de si esto era un problema para la mujer. La encuesta Prevalencia de Problemas Sexuales Femeninos Asociados con Ansiedad y Determinantes de la Búsqueda de Tratamiento (PRESIDE, por su acrónimo en inglés), señaló que la proporción de mujeres que reportan ansiedad por problemas sexuales era mucho menor: 12%. 5 Entre las mujeres en edad reproductiva entre 18 y 44 años, la incidencia de problemas sexuales (27.2%) y de problemas sexuales asociados con ansiedad (10.8%) en base a la puntuación de 15 o más de la Escala de Ansiedad Sexual Femenina, fue menor que la tasa de la población en general informada en el Estudio Nacional de Salud y Vida Social.5 ¿QUÉ TAN COMÚN ES LA DISFUNCIÓN SEXUAL DESPUÉS DEL EMBARAZO? La disfunción sexual postparto (incluyendo dispareunia) se identifica en 41 a 83% de las mujeres entre 2 y 3 meses después del parto.6-8 Aunque es una preocupación común, tanto los médicos como las pacientes pueden postergar el hablar sobre asuntos sexuales durante el embarazo y el postparto como resultado de la incomodidad de la paciente respecto a tocar el tema o a la falta de capacitación del profesional de la salud para obtener una historia clínica sexual adecuada.9-11 Barret demostró que en un hospital escuela de Londres, sólo 18% de las mujeres en postparto había recibido información acerca de los cambios en la función sexual postparto, aunque 69% de ellas había hablado con su médico acerca del mejor momento para la reanudación segura de la actividad sexual.6 Sólo 15% de las mujeres con un problema sexual postparto lo discutió con el profesional de la salud que atendió su maternidad. La falta de asesoramiento puede reflejar poco conocimiento del médico respecto a los muchos factores que afectan los cambios sexuales del postparto o a la percepción de que todos los problemas sexuales del postparto se resolverán solos. DETECCIÓN Y MEDICIÓN DE LA FUNCIÓN SEXUAL Tanto el diagnóstico como el tratamiento de la disfunción sexual dependen de la información de la paciente misma. Las mediciones válidas y confiables que detectan la disfunción sexual pueden ayudar tanto en el diagnóstico como en el tratamiento de los problemas sexuales postparto y las pacientes pueden sentirse con más confianza informando estos problemas a los profesionales de la salud a través de un cuestionario, en comparación con una entrevista directa.12 Plouffe describe un simple cuestionario de detección de tres preguntas que averigua si la paciente es sexualmente activa, en este caso, si tiene algún problema y si la Leeman y Rogers Relaciones Sexuales Después del Parto: Función Sexual Postparto (Obstet Gynecol 2012;119:647–55) © 2012 The American College of Obstetricians and Gynecologists www.greenjournal.org Español Obstetrics & Gynecology 3 paciente experimenta o no dolor sexual.13 Esta medida fue tan efectiva como una entrevista más extensa con un sicólogo para identificar problemas sexuales y se ha utilizando desde entonces en varios estudios de mujeres con disfunción del piso pélvico.13 Otros cuestionarios que evalúan la función sexual incluyen el Índice de Función Sexual Femenina que consiste en 19 preguntas sobre seis áreas y el cuestionario de función sexual femenina de MCCoy que consta de nueve preguntas.14,15 Ambos pueden utilizarse para medir cambios en la función sexual durante el embarazo y el postparto. Aunque se diseñó originalmente para medir una condición específica de la función sexual entre mujeres con disfunción del piso pélvico, el Cuestionario Sexual de Prolapso del Órgano Pélvico/Incontinencia Urinaria también ha sido validado para su uso en la población general y consta de nueve preguntas genéricas respecto a la función sexual.16 Una herramienta rápida de detección, tal como la Lista Breve de Verificación de Síntomas Sexuales para mujeres, puede utilizarse para identificar preocupaciones sexuales en la visita prenatal inicial y en la visita postparto.17 Una versión de seis puntos del Índice de Función Sexual Femenina es otra herramienta rápida de detección que toma menos de 3 minutos para llenarse y se encontró que tiene un alto nivel de confiabilidad y de consistencia interna.18 Las medidas de detección requerirán seguimiento con un médico para evaluar la información específica respecto a la función sexual y el nivel de molestia para la paciente. La Escala de Ansiedad Sexual Femenina es un instrumento validado para evaluar la ansiedad personal con respecto a inquietudes relacionadas con la función sexual.19 Se utilice o no una medida validada, las visitas postparto deben incluir una revisión de la función del piso pélvico incluyendo la función sexual. ¿CÓMO CAMBIAN LA ACTIVIDAD Y LA FUNCIÓN SEXUAL DURANTE EL EMBARAZO Y EL POSTPARTO? La información existente respecto a la función sexual femenina durante el embarazo es limitada20; la generalidad de los estudios publicados carecen de instrumentos validados y son retrospectivos en cuanto a diseño. La mayoría de las mujeres continúan su actividad sexual durante el embarazo. Un meta análisis de 59 artículos mostró que 90% de las mujeres eran sexualmente activas durante el embarazo, aunque ese porcentaje disminuye hasta aproximadamente un tercio de las mujeres en el noveno mes de embarazo.20 La disminución de la actividad sexual se ha atribuido a una disminución en deseo, a la molestias físicas, imagen corporal alterada y miedo a dañar al feto o afectar adversamente el embarazo.20-23 El estudio transversal de Erol, de 589 mujeres embarazadas en Turquía, en cada uno de los tres trimestres, utilizó el Índice de Función Sexual Femenina auto-administrado de nueve puntos. Se encontró que el Índice medio de Función Sexual Femenina tenía calificaciones similares en el primer y segundo trimestres con una disminución significativa en el tercer trimestre, y se reportó disminución de la sensibilidad clitórica (94.2%), falta de libido (92.6%) y trastorno orgásmico (81%) como los síntomas más comunes de disfunción sexual.24 Cuarenta y uno por ciento de su cohorte de mujeres embarazadas no tuvieron relaciones sexuales en el tercer trimestre, comparado con 14.7% y 14.1% en el primer y segundo trimestres. Pauls et al estudiaron prospectivamente una cohorte de 107 mujeres desde el primer trimestre hasta 6 meses postparto, aunque solamente 63 de estas mujeres completaron el cuestionario de 6 meses postparto.22 Las puntuaciones más bajas del Índice de Función Sexual Femenina (la función sexual más inadecuada) en el primer trimestre se asociaron a una imagen corporal desfavorable. Las calificaciones más bajas en el Índice de Función Sexual Femenina postparto se asociaron también a incontinencia urinaria. En general, la función sexual, según lo medido por el Índice de Función Sexual Femenina, disminuyó a lo largo del embarazo y no regresó a la línea de base en la evaluación de 6 meses postparto, aunque la actividad sexual y la variedad de las prácticas habían vuelto a los niveles del periodo temprano del embarazo.22 La reanudación de la actividad sexual en el postparto es rápida. Aproximadamente la mitad (52%)25 de las mujeres reanuda la actividad sexual entre la quinta y la sexta semanas postparto.7,25 Para el tercer mes postparto el 90% de las mujeres ha reanudado la actividad sexual.25,26 Un indicador de predicción de inactividad sexual postparto es no estar sexualmente activa a las 12 semanas de gestación. Cabe señalar que la dispareunia es extremadamente común en los primeros 3 a 6 meses postparto; Barret et al informaron que 55% de las mujeres experimentaron penetración dolorosa y 45% experimentaron coito doloroso a los 2 meses postparto.6 Algunas mujeres pueden aplazar la reanudación de la actividad sexual o experimentar disfunción sexual debido a la preocupación de quedar embarazadas nuevamente. Durante su cuidado prenatal y en el Leeman y Rogers Relaciones Sexuales Después del Parto: Función Sexual Postparto (Obstet Gynecol 2012;119:647–55) © 2012 The American College of Obstetricians and Gynecologists www.greenjournal.org Español Obstetrics & Gynecology 4 trascurso del postparto se debe hablar con todas las mujeres sobre anticoncepción postparto altamente efectiva, incluyendo métodos reversibles de larga duración (dispositivos intrauterinos e implantes anticonceptivos). Los Criterios de Elegibilidad Médica de Estados Unidos para 2010 respecto al uso de métodos anticonceptivos en el período postparto respaldan las opciones de colocación de un dispositivo intrauterino inmediatamente después del parto o iniciar métodos hormonales dentro del primer mes después del parto para la mayoría de las mujeres.27,28 ¿LA FUNCIÓN SEXUAL POSTPARTO ES AFECTADA POR EL TIPO DE PARTO? La Conferencia de Consenso de Institutos Nacionales de Salud de 2006 sobre Cesárea por Petición Materna encontró una carencia de evidencia de alta calidad para respaldar que el parto vaginal o el abdominal dieran como resultado una mejor función sexual postparto.29 El único estudio controlado aleatorio que examinó los resultados de la función sexual postparto después de una cesárea planificada en comparación con el parto vaginal fue el Term Breech Trial, que no demostró diferencias30,31 en la función sexual de acuerdo al tipo de parto; sin embargo, el Term Breech Trial no utilizó cuestionarios validados. Los resultados de este estudio son problemáticos porque los investigadores también emplearon diferentes mediciones de la función sexual a los 3 meses y a los 2 años en comparación con las preguntas originales realizadas al inicio del estudio.30,31 También se ha cuestionado la precisión de las respuestas en el Term Breech Trial porque más de 50% de quienes respondieron necesitaron ayuda para completar los cuestionarios. La capacidad de generalizar la función sexual postparto después de un parto vaginal pélvico a un parto vaginal cefálico es desconocida. Finalmente el Term Breech Trial incluyó una población heterogénea de mujeres nulíparas y multíparas y no evaluó el efecto de embarazos previos en la salud sexual. Los estudios de cohorte han producido resultados inconsistentes respecto a si el parto por cesárea protege la función sexual postparto. Dada la asociación demostrada de dispareunia y disfunción sexual con la episiotomía y el parto vaginal operatorio, la prevalencia de estas prácticas en el grupo de parto vaginal puede tener fuerte influencia en si el parto por cesárea tiene algún efecto protector a corto o a largo plazo. De igual manera, las mujeres que tienen un parto por cesárea primaria no son un grupo homogéneo con respecto a los efectos potenciales del trabajo de parto sobre el piso pélvico. Las mujeres que tienen una cesárea programada, que no experimentan trabajo de parto (por ejemplo por presentación pélvica o por placenta previa), y las mujeres que tienen un parto urgente por cesárea después de pujar sin lograr el descenso, pueden ser tan diferentes como las mujeres que tienen un parto con fórceps con un desgarro de cuarto grado y la mujer que tiene un perineo intacto después de un parto vaginal espontáneo. El parto por cesárea parece disminuir la incidencia de dispareunia en los primeros 3 a 6 meses postparto pero no tiene efectos después de ese período de tiempo.32 Los datos que existen respecto al efecto del tipo de parto sobre la función sexual en el período posterior al primer año son mínimos. Hannah et al no encontraron diferencia en la función sexual en los resultados del Term Breech Trial de 2 años.31 Aunque un estudio controlado aleatorio sería el diseño óptimo para determinar los efectos del tipo de parto en los resultados del piso pélvico, incluyendo la función sexual, es muy poco probable que tal estudio resultara aceptable para las mujeres embarazadas.33,34 Un estudio de 276 parejas de gemelas idénticas demostró que el parto estaba asociado con la disminución de la función sexual entre gemelas que habían tenido partos; sin embargo, no se encontró que el tipo de parto estuviera asociado con la alteración de la función sexual en las 29 parejas con tipo de parto discordante.35 ¿SE VE AFECTADA LA FUNCIÓN SEXUAL POSTPARTO POR EL TRAUMA PERINEAL O POR EL PARTO VAGINAL OPERATORIO? El trauma perineal (Fig. 1) y el parto vaginal operatorio se asocian con dispareunia y disfunción sexual postparto. Klein36 identificó que las mujeres que se sometieron a episiotomía, con o sin trauma perineal adicional, tuvieron índices más altos de dispareunia postparto al compararlas con mujeres cuyo parto se llevó a cabo con el perineo intacto o que tuvieron un trauma perineal espontáneo. Signorello et al también encontraron que las mujeres que sufrieron una laceración de segundo grado tuvieron un 80% de mayor incidencia de dispareunia a los 3 meses postparto en comparación con mujeres cuyo parto se desarrolló con el perineo intacto. En el mismo estudio, las mujeres con laceraciones de tercer o cuarto grado tuvieron un Leeman y Rogers Relaciones Sexuales Después del Parto: Función Sexual Postparto (Obstet Gynecol 2012;119:647–55) © 2012 The American College of Obstetricians and Gynecologists www.greenjournal.org Español Obstetrics & Gynecology 5 270% de mayor probabilidad de dispareunia.8 Una cohorte sueca de población demostró que el riesgo relativo de no reanudar las relaciones sexuales durante 6 meses es mayor en mujeres con laceraciones vaginales (1.6, 95% intervalo de confianza [CI] 1.2-2.3), perineales (1.5, 95% CI 1.1-2.1), y del esfínter anal o del recto (2.2. 95% CI 1.1-4.6) que en mujeres que tuvieron un parto con el perineo intacto.37 Para determinar el efecto del trauma perineal en la función sexual en una población con muy baja prevalencia de episiotomía y parto operatorio, Rogers et al estudiaron la función sexual postparto en una población atendida por partera, con un índice de menos de 1% de episiotomía y de menos de 2% de parto vaginal operatorio.38 Se excluyó de los análisis a once de 576 mujeres debido a que se les practicó una episiotomía o un parto vaginal instrumental. En esta población, no hubo asociación entre el grado de trauma perineal y el tiempo de reanudación de la actividad sexual, presencia de dispareunia o la puntuación global en la Escala de Relaciones Íntimas, un cuestionario de doce puntos sobre función sexual que se validó en parejas en período postparto para evaluar la función sexual postparto.25 Aunque, en general, la puntuación en la Escala de Relaciones Íntimas no disminuyó, laS mujeres con trauma mayor (definido como laceraciones de segundo grado o mayores laceraciones de primer grado que requirieron sutura) sí tenían significativamente menos deseo de ser abrazadas, tocadas o acariciadas por su pareja, que las mujeres con trauma menor (mujeres sin trauma o con trauma de primer grado).38 El parto vaginal operatorio se asocia con dispareunia y disfunción sexual, pero no está claro si está asociado o no con mayores índices de trauma perineal o de parto operatorio sin trauma. Signorello encontró una mayor oportunidad relativa [OR] para dispareunia a los 6 meses de 2.5 (95% CI 1.3 -4.8) en mujeres que se sometieron a parto operatorio, después de controlar la profundidad de la laceración perineal, la duración de la segunda etapa, el peso neonatal al nacer y los antecedentes de dispareunia antes del parto.8 Aunque está claro que la episiotomía y las laceraciones severas tienen un efecto perjudicial sobre la función y la actividad sexual postparto, es difícil desentrañar entre sí las influencias por separado del trauma perineal, la episiotomía, y el parto operatorio. La necesidad de un parto vaginal operatorio puede reflejar una característica de la pelvis materna o del piso pélvico o del proceso del trabajo de parto, lo que a su vez puede tener una influencia independiente sobre la salud sexual postparto. Las tendencias temporales y geográficas en el uso y método preferido de parto vaginal operatorio también pueden dar lugar a diversos resultados con respecto al efecto sobre el trauma en el piso pélvico y la función sexual. Fig. 1. Laceración perineal de cuarto grado que se asocia con dispareunia postparto y disfunción sexual a largo plazo si viene acompañada de incontinencia anal. Copyright © Leeman and Rogers 2012. Utilizada con permiso. Leeman. Postpartum Sexual Function. Obstet Gynecol 2012. Leeman y Rogers Relaciones Sexuales Después del Parto: Función Sexual Postparto (Obstet Gynecol 2012;119:647–55) © 2012 The American College of Obstetricians and Gynecologists www.greenjournal.org Español Obstetrics & Gynecology 6 ¿EXISTEN FORMAS DE MINIMIZAR EL DOLOR PERINEAL Y LA DISPAREUNIA DESPUÉS DEL PARTO? El dolor perineal postparto después de una laceración es una causa común de dispareunia. El dolor es más severo y dura más tiempo en laceraciones de tercero y cuarto grado, en comparación con las laceraciones de primer y segundo grados, que se limitan a la piel del perineo y los músculos del cuerpo perineal. El uso cauteloso del parto vaginal operatorio y limitar la episiotomía produce como resultado menos laceraciones perineales severas.39,40 El tipo de soporte perineal (activo o pasivo), el uso de compresas tibias o el estiramiento perineal durante la segunda etapa no han probado tener ningún efecto beneficioso en la reducción del trauma perineal.41,42 El masaje perineal antes del parto ha demostrado reducir la posibilidad de trauma perineal que requiere sutura en mujeres primíparas, y disminuir la incidencia de dolor perineal a los tres meses postparto en mujeres que habían tenido un parto vaginal previo.43 Aún no se han estudiado los efectos de estas intervenciones en la función sexual.43 El dolor perineal después de la reparación de una laceración se puede disminuir utilizando sutura sintética tal como ácido poliglicólico en lugar de sutura crómica,44,45 aunque ocasionalmente los nudos de sutura migran a través de la piel perineal y causan suficiente molestia para requerir su remoción. El uso de sutura sintética de rápida absorción puede ser la elección óptima para disminuir el dolor y la necesidad de retirar la sutura.46 No es necesario suturar rutinariamente los bordes de la piel perineal si la reparación del cuerpo perineal da como resultado una separación mínima entre los bordes de la piel;47 pues se ha mostrado que no suturar la piel perineal durante una reparación, reduce el dolor perineal postparto.48 Un estudio pequeño mostró que dejar los músculos del cuerpo perineal sin suturar disminuye el dolor perineal y no se asoció con ningún efecto funcional adverso.49 Con respecto a si dejar sin suturar los músculos perineales produce algún efecto anatómico o funcional adverso, los resultados del estudio son mixtos.49,50 En otro estudio observacional pequeño no se encontró ninguna diferencia en los resultados anatómicos, incluyendo el tamaño del cuerpo perineal y el hiato genital entre mujeres que tuvieron laceraciones de segundo grado sin sutura; sin embargo, la profundidad de laceración no fue controlada.49,50 El estudio aleatorio SUNS, en 74 mujeres en Inglaterra comparó grupos con y sin sutura, y mostró una cicatrización más deficiente del perineo a las 6 semanas en pacientes que no tuvieron reparaciones de acuerdo a la evaluación visual; sin embargo, no está claro si esta evaluación visual tiene algún significado clínico para la paciente.50 El prolapso del órgano pélvico, la incontinencia urinaria y los síntomas de incontinencia anal, han mostrado estar correlacionados con disfunción sexual.51,52 En un meta-análisis se mostró que los ejercicios del piso pélvico realizados durante el embarazo y el postparto están asociados con una disminución de la incontinencia urinaria y anal a los 12 meses en mujeres que tuvieron a su primer hijo,53 aunque ningún estudio aborda específicamente el efecto de los ejercicios del piso pélvico sobre la función sexual postparto.51,52 DEPRESIÓN POSTPARTO Y FUNCIÓN SEXUAL La disfunción sexual es común en mujeres con depresión. En el estudio transversal de población PRESIDE, 40% de las mujeres deprimidas reportaron trastornos en el deseo, la excitación o el orgasmo.54 La disfunción sexual postparto es también común en mujeres que sufren depresión postparto. Se ha encontrado que la depresión está asociada con una disminución en la frecuencia y el interés en las relaciones sexuales entre las semanas 8 y 127,55 y del deseo sexual a los 6 meses postparto.55,56 El tratamiento de la depresión puede no dar como resultado la resolución de la disminución del deseo sexual. Moel et al encontraron una disminución significativa en el interés y la satisfacción sexual de mujeres que habían estado deprimidas, aún después de que su depresión se resolvió.56 La disfunción sexual persistente que sigue a una depresión postparto puede reflejar un efecto persistente de la alteración en las relaciones maritales y familiares que acompaña la depresión.56 Por otra parte, los medicamentos utilizados para tratar la depresión postparto pueden ser la etiología de la persistencia de disfunción sexual. Leeman y Rogers Relaciones Sexuales Después del Parto: Función Sexual Postparto (Obstet Gynecol 2012;119:647–55) © 2012 The American College of Obstetricians and Gynecologists www.greenjournal.org Español Obstetrics & Gynecology 7 La depresión, así como su tratamiento con antidepresivos, puede afectar todos los aspectos de la respuesta sexual femenina. Una cohorte de 2,247 mujeres con depresión, tratadas con un inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina (ISRS), o agentes inhibidores de la recaptación de serotonina y norepinefrina, demostraron deterioro en al menos una fase de la función sexual en 95.6% de las mujeres. Con respecto a las fases específicas de la respuesta sexual, 79% experimentó disfunción en el deseo, 83.3% en la excitación, y 45.4% en el orgasmo.57 No está claro y es metodológicamente difícil estudiar qué tanto del efecto representa una disfunción de línea de base en comparación con los efectos de la depresión o de los medicamentos antidepresivos. Una revisión estimó que la disfunción sexual relacionada con los ISRS ocurre en 30 a 50% de las pacientes58 y que los ISRS son los medicamentos más comúnmente asociados con la disfunción sexual femenina.59 Los efectos sexuales secundarios deben discutirse antes de iniciar un tratamiento antidepresivo en mujeres en postparto. Cuando la disfunción sexual parece ser atribuible al tratamiento con ISRS, una opción para mujeres que no están amamantando es cambiar a otros agentes tales como bupropión, mirtazapina o nefazodona que tienen una incidencia más baja de efectos sexuales secundarios. Los inhibidores selectivos de recaptación de serotonina se recomiendan usualmente como el antidepresivo de elección para mujeres que están amamantando, lo cual puede complicar los problemas sexuales. Una transmisión mínima de sertralina ocurre a través de la leche materna.60 El bupropión es una alternativa común para mujeres que experimentan efectos secundarios relacionados con los ISRS y el nivel de exposición a través de la leche materna parece ser mínimo.61 Desafortunadamente, existe poca información disponible respecto a la seguridad de la lactancia con el uso materno de antidepresivos relativamente nuevos como la mirtazine y nefazodona. 62,63 ¿CÓMO AFECTA LA LACTACIA MATERNA A LA FUNCIÓN SEXUAL POSTPARTO? La lactancia tiene un efecto profundo en los niveles hormonales postparto. Los elevados niveles de prolactina dan como resultado una disminución de la producción ovárica de andrógenos y estrógenos. Los niveles más bajos de andrógenos pueden ser un factor en la disminución del deseo sexual y los niveles más bajos de estrógenos pueden afectar negativamente la lubricación vaginal. Signorello encontró que la lactancia confiere una oportunidad relativa aumentada para dispareunia a los 6 meses de 4.4 (95% CI 2.7-7.7).8 La oxcitocina liberada con la lactancia materna produce la expulsión de la leche y parece tener efectos positivos sobre el estado de ánimo. En un subgrupo de mujeres, la oxcitocina puede provocar excitación sexual, lo que puede conducir a asociar la lactancia con algo erótico.64 Avery encontró que amamantar frecuentemente causaba excitación sexual para 16.7% de las mujeres, con poca frecuencia para 23.7%, y nunca para 59.4% de mujeres de la zona urbana de Minessota, primíparas y principalmente blancas.65 La sensación de excitación puede resultar incómoda para un subgrupo de mujeres y mencionarlo durante la educación sobre lactancia o una discusión sobre los cambios sexuales postparto puede ayudar a normalizar esta respuesta. La liberación de oxitocina que acompaña las contracciones uterinas después del orgasmo puede provocar el reflejo de expulsión de la leche durante el embarazo o en el postparto. Si una mujer desea evitar este fenómeno, puede amamantar antes de tener relaciones sexuales; sin embargo, agregar un factor adicional de programación a la vida sexual de una madre lactante puede afectar negativamente la función sexual. A las mujeres que están en el período postparto se les debe animar a considerar el uso de un lubricante para resolver la sequedad vaginal que puede acompañar el estado hipoestrogénico de la lactancia. Algunas mujeres o sus parejas pueden interpretar la falta de lubricación como una disminución del deseo o de la excitación. La falta de lubricación no es universal porque Avery encontró que 55% de las mujeres reportó disminución, y 39% incremento de la lubricación vaginal cuando estaban amamantando.65 La lactancia produce un aumento de la sensibilidad en los senos, lo cual puede hacer que la estimulación durante el juego sexual previo al coito sea incómoda para la mujer lactante que puede sentir que ya se le ha “tocado demasiado” y no desear estimulación en los senos. Debe alentarse a las parejas para hablar de estos sentimientos el uno con el otro. El deseo sexual también puede disminuir por la fatiga debido a la necesidad de amamantar a intervalos de pocas horas durante la noche y a un estado de privación crónica del sueño. La combinación de la disminución del deseo sexual y la fatiga puede llevar ocasionalmente a problemas en la relación en los cuales la pareja sienta envidia del tiempo que el infante pasa amamantándose. Por otro lado, los efectos positivos de la lactancia sobre la sexualidad postparto incluyen el aumento del Leeman y Rogers Relaciones Sexuales Después del Parto: Función Sexual Postparto (Obstet Gynecol 2012;119:647–55) © 2012 The American College of Obstetricians and Gynecologists www.greenjournal.org Español Obstetrics & Gynecology 8 tamaño de los senos y sensibilidad del pezón, lo que puede producir un aumento de la respuesta erótica a la estimulación de los senos y una mejora positiva de la imagen corporal. CONCLUSIONES Para muchas mujeres, los principales factores que afectan la reanudación de la actividad sexual satisfactoria en el postparto se relacionan no sólo con la recuperación del trauma perineal, la sequedad vaginal asociada con la lactancia o los efectos del tratamiento para la depresión postparto, sino que también dependen de lograr una cantidad aceptable de descanso, de tiempo y espacio físico adecuados para la intimidad. La satisfacción en las relaciones portparto de la mujer está fuertemente vinculada al deseo sexual y el tiempo del período postparto no es una excepción a esta regla.55 No encontrarse sexualmente activa en la semana 12 del embarazo es un factor predictivo de insatisfacción con la relación sexual a un año, lo que subraya la importancia de discutir los problemas sexuales en un periodo temprano del embarazo.66 En el Cuadro 1 presentamos un planteamiento práctico para prevenir, evaluar y tratar la disfunción sexual postparto. La literatura sobre la función sexual postparto es notable en cuanto a falta de estudios que hayan utilizado un enfoque metodológico prospectivo y una herramienta de evaluación validada de la función sexual. Los estudios de la función sexual postparto han investigado el momento del inicio de las relaciones sexuales, la presencia de dispareunia y la satisfacción con la función sexual como mediciones primarias de resultados. Debido a la alta incidencia basal de disfunción sexual femenina en la población de mujeres no embarazadas y los variados efectos del embarazo y el parto sobre la función sexual, la metodología óptima de investigación incluye evaluación de la función sexual antes y durante el embarazo, así como en el postparto, con herramientas validadas, estandarizadas, de evaluación. Dada la disparidad entre la proporción de mujeres que dan cuenta de problemas sexuales y aquellas que los encuentran penosos, las medidas de calidad de vida para evaluar el efecto de los problemas informados son importantes tanto para la investigación como para la práctica clínica. Leeman y Rogers Relaciones Sexuales Después del Parto: Función Sexual Postparto (Obstet Gynecol 2012;119:647–55) © 2012 The American College of Obstetricians and Gynecologists www.greenjournal.org Español Obstetrics & Gynecology 9 Cuadro 1. Manejo Clínico de Prevención, Evaluación y Tratamiento de Problemas Sexuales Postparto Cuidado Prenatal • Determinar si la disfunción estaba presente antes del embarazo • Discutir los cambios que ocurren comúnmente durante el embarazo en la anatomía, fisiología y función sexual • Discutir la posibilidad de continuar la actividad sexual durante el embarazo con seguridad para la mayoría de las mujeres • Evaluar la presencia de depresión durante el embarazo • Discutir la opción de masaje perineal para minimizar el trauma perineal y el dolor postparto Durante el parto • El uso cauteloso del parto vaginal operatorio y la selección de extracción por vacío en lugar de fórceps disminuirá la incidencia de laceraciones del esfínter anal • Limitar el uso de la episiotomía • Examinación minuciosa después del parto para aumentar la detección y reparación de laceraciones del esfínter anal • Reparar las laceraciones perineales con sutura sintética absorbible • Discutir el dolor perineal, la dispareunia y la iniciación de la actividad sexual postparto antes del alta hospitalaria Postparto • Evaluar la función sexual y atender los problemas, incluyendo considerar el uso de un breve cuestionario de detección de la función sexual • Evaluar la reparación perineal si se detecta dispareunia • Evaluar la presencia de síntomas de incontinencia urinaria y anal • Sugerir el uso de lubricantes vaginales, especialmente a mujeres lactantes con un estado fisiológico hipoestrogénico • Considerar posiciones alternativas a. Evaluar los cambios de ánimo, el descanso adecuado y el tiempo para la intimidad durante el postparto. Leeman y Rogers Relaciones Sexuales Después del Parto: Función Sexual Postparto (Obstet Gynecol 2012;119:647–55) © 2012 The American College of Obstetricians and Gynecologists www.greenjournal.org Español Obstetrics & Gynecology 10 REFERENCIAS 1. Masters W, Johnson V. Human sexual response. Toronto (Canada), New York (NY): Bantam Books; 1966. 2. Basson R. The female sexual response: a different model. J Sex Marital Ther 2000;26:51–65. 3. American Psychiatric Association. Diagnostic and statistical manual of mental disorders, text revision: DSM-IV-TR. 4th ed. Arlington (VA): American Psychiatric Association; 2000. 4. Laumann EO, Paik A, Rosen RC. Sexual dysfunction in the United States: prevalence and predictors. JAMA 1999;281: 537–44. 5. Shifren JL, Monz BU, Russo PA, Segreti A, Johannes CB. Sexual problems and distress in United States women: prevalence and correlates. 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