INFORME SOBRE LA COOPERACIÓN INDUSTRIAL Y TECNOLÓGICA Y LA DESLOCALIZACIÓN EN LA REGIÓN EUROMEDITERRÁNEA INDICE I. INTRODUCCIÓN ............................................................................................................................. 3 II. INTERCAMBIOS UE-SOCIOS MEDITERRÁNEOS: EL ESTADO DE LA CUESTIÓN .......................... 5 1. Panorama económico general ...............................................................................................5 2. Evolución de los flujos comerciales......................................................................................8 3. Evolución de los flujos de inversión .....................................................................................8 4. Deslocalización y/o relocalización productiva....................................................................10 III. MECANISMOS DE COOPERACIÓN UE-SOCIOS MEDITERRÁNEOS ............................................ 14 1. Proceso de Barcelona: Balance de 10 años (1995-2005) ....................................................14 2. Cooperación en materia de ciencia y tecnología: programas marco en I+D .......................28 IV. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES ................................................................................... 33 ANEXO : ESTADISTICAS COMPARADAS .......................................................................................... 38 2 I. INTRODUCCIÓN La Cumbre Económico y Social Euromediterránea de los Consejos Económicos y Sociales e Instituciones Similares celebrada en Valencia los días 18 y 19 de noviembre de 2004 recogió en sus conclusiones el acuerdo de elaborar un informe sobre “La cooperación industrial y tecnológica y la deslocalización en la región euromediterránea”. La elaboración de este informe ha estado dirigida por el Consejo Económico y Social de España, con la colaboración del CNES de Argelia, el CES de Francia, el CNEL de Italia y el CES de Túnez. Diez años después del inicio del Proceso de Barcelona, mediante el que se pretende construir un futuro común a través del diálogo entre la Unión Europea y diez países de la ribera sur y este del Mediterráneo, el presente Informe quiere hacer balance de los logros alcanzados y las tareas pendientes en el ámbito de la cooperación industrial y tecnológica. En efecto, el codesarrollo en la región euromediterránea depende en buena medida de una cooperación industrial que permita mejorar la capacidad competitiva del área euromediterránea frente a la competencia creciente de otras regiones. Ya, desde el inicio, se debe manifestar que las necesarias inversiones encaminadas a desarrollar el potencial de crecimiento económico y, en consecuencia, a reducir la actual brecha de desarrollo entre los países del norte y del sur del Mediterráneo deben ser provechosas tanto para el país de destino de las mismas como para el de origen. Es en este sentido en el que se debe interpretar el fenómeno de la deslocalización al que se hace referencia en el título de este Informe. Para incrementar la competitividad del área euromediterránea, y enfrentarse en mejores condiciones a la mencionada competencia de otras regiones, la deslocalización debe entenderse como una oportunidad de internacionalización empresarial para aprovechar las ventajas comparativas de los países de la región euromediterránea, en el marco de un sistema productivo cada vez más globalizado. En efecto, desde 1995, año de celebración de la Conferencia Euromediteránea de Barcelona, la realidad ha cambiado: se ha incrementado la apertura del comercio internacional, lo que ha dado lugar a un aumento de las transacciones transfronterizas de bienes y servicios, de flujos internacionales de capitales y de la difusión de la tecnología; se han producido crisis financieras en Asia, Rusia e Iberoamérica; y sobre todo, el crecimiento de la economía china, que ha aparecido con fuerza en el escenario de la economía mundial, está teniendo importantes repercusiones globales al convertirse ya en el año 2004 en el primer receptor mundial de la inversión extranjera directa. 3 El hecho, por tanto, de la globalización económica, obliga a ver la cooperación euromediterránea en un marco mas amplio, que considerase las oportunidades y amenazas de esa mundialización económica. Ello requiere analizar las ventajas de que se dispone, pero también promover políticas e iniciativas que permitan integrar adecuadamente la economía euromediterránea en las dinámicas de la mundial. En este proceso de creciente globalización se hace necesario promover y dar a conocer las ventajas comparativas de las que dispone la región euromediterránea para aumentar su competitividad y capacidad de crecimiento. Un mercado de más de 700 millones de consumidores unidos por la geografía, la cultura, la estabilidad política y con una posición geoestratégica privilegiada al ser la puerta de entrada al Mediterráneo para tres continentes, tiene unas condiciones de partida muy favorables. En el proceso de cooperación tecnológica e industrial entre las dos orillas del mediterráneo es fundamental, a juicio de los Consejos Económicos y Sociales participantes en la Cumbre Euromediterránea de Amman, no perder de vista la dimensión humana del proceso ya que el factor humano es la clave del éxito de dicha cooperación. Por ello cabe reiterar desde aquí, que toda cooperación debe sustentarse en las personas, en el respeto de sus derechos, de su identidad cultural y en su autonomía, así como en el “trabajo decente” 1 y en la implicación de las comunidades locales en las que se desarrolla toda actividad económica. Por otro lado, reconociendo el papel fundamental de las empresas en dicha cooperación, el papel del Estado y del sector público no debe minimizarse, lo que supone, entre otras cosas, ser capaces de gestionar la integración de la región en la economía mundial, proporcionando oportunidades sociales, económicas y de seguridad en toda la zona. Adicionalmente, todo proceso de integración regional pasa no sólo por un aumento de los intercambios comerciales y de inversión, sino por una cooperación estable y sostenible capaz de compensar a los sectores y a los individuos excluidos o más desfavorecidos por dicho proceso integrador, debiendo contribuir mediante dicha cooperación a remediar las desigualdades que existen entre países y dentro de ellos, con una clara opción por la erradicación de la pobreza en línea con los objetivos de desarrollo de la Declaración del Milenio de Naciones Unidas 2 . Tras una breve descripción del panorama económico general y la reciente evolución en los países del área Euromediterránea, el Informe revisa los flujos comerciales y de inversión en la región como principales indicadores del estado de la construcción del 1 Siguiendo la terminología de la OIT, en su Informe (2004) Por una globalización justa: crear oportunidades para todos. 2 Véase Informe CES 3/2005 sobre Cooperación y Acción exterior. 4 espacio económico euromediterráneo, incluyendo asimismo un apartado sobre la deslocalización productiva con sus ventajas y sus riesgos. El apartado siguiente pretende hacer un balance de los mecanismos de cooperación existentes entre la Unión Europea y sus países socios mediterráneos, para terminar abordando lo más sustancial del Informe, las conclusiones y recomendaciones de los agentes económicos y sociales integrantes de los Consejos Económicos y Sociales e Instituciones Similares sobre la necesaria cooperación e internacionalización industrial para contribuir a edificar la región euromediterránea de estabilidad, paz y progreso que se pretende. II. INTERCAMBIOS UE-SOCIOS MEDITERRÁNEOS: EL ESTADO DE LA CUESTIÓN 1. Panorama económico general Durante los últimos años, los esfuerzos de la Unión Europea se han centrado prioritariamente en la ampliación hacia el Este, que se hizo efectiva a mediados del 2004 con la asunción de diez nuevos Estados miembros. En este contexto, y tras la importante desaceleración económica observada sobre todo entre 2001-2003, la Unión Europea está teniendo dificultades para recuperar una senda de crecimiento similar a la observada a finales de los 90. En efecto, el crecimiento medio del PIB se ha situado en lo últimos cinco años por debajo del 2,0 por 100, en un contexto de inflación controlada entorno a los objetivos fijados por el Banco Central Europeo. El crecimiento del empleo por su parte ha sido moderado, lo que unido a un aumento de la población activa ha incrementado la tasa de paro progresivamente en la mayoría de los Estados miembros hasta situarse en el 7,5 por 100 en 2004 en la UE-15 (9,0 por 100 de media en la UE25). Los países de la ribera sur del Mediterráneo por su parte, que representan un grupo heterogéneo de economías de pequeño tamaño, han registrado en los últimos años tasas de crecimiento similares a las de la media del crecimiento mundial. El crecimiento anual medio del PIB entre 1990 y 2003, se ha situado en la orilla sur del Mediterráneo entorno al 3,9 por 100, más de un punto por encima del crecimiento medio observado en la Unión Europea en el mismo periodo (Cuadro 1). El crecimiento observado en los países de la ribera sur del Mediterráneo se ha mostrado sin embargo insuficiente para incrementar el nivel de vida de la mayoría de la población, debido sobre todo al aumento de la misma. Fruto del crecimiento de la población, en especial de la de personas en edad de trabajar, el crecimiento del empleo ha sido incapaz de absorber la creciente población activa y las tasas de desempleo se sitúan entre el 9 por 100 del Líbano y el 18 por 100 de Argelia, siendo especialmente 5 acusado el desempleo entre los jóvenes, incluso con elevados niveles de formación, sobre todo en el ámbito urbano. La Renta Nacional Bruta (RNB) per cápita en términos de paridad del poder adquisitivo en los países de la ribera sur del Mediterráneo oscilaba en el año 2003 entre los 3.430 dólares de Siria y los 10.210 del Líbano frente a los 21.843 dólares de media en la UE25. Si bien entre 1999 y 2003 la RNB ha aumentado en algunos países de la ribera sur del Mediterráneo a un ritmo superior al observado en la Unión Europea, en el conjunto del área, el diferencial de la RNB ha aumentado ligeramente pasando de 11.466 dólares en 1999 a 12.818 en 2003 (Cuadros del Anexo I). En cuanto a la estructura productiva, los países del sur del Mediterráneo siguen contando con una importante presencia del sector agrícola que, salvo en Jordania, sigue siendo responsable de entre el 13 y el 20 por 100 del PIB, con una elevada proporción del sector industrial que se sitúa entre el 20 y el 65 por 100 del producto final. Los servicios, por su parte, tienen un peso todavía pequeño, situándose todavía en la mayoría de los países por debajo del 60 por 100 (Cuadro 1). CUADRO 1 ESTRUCTURA PRODUCTIVA EN LA REGIÓN EUROMEDITERRÁNEA EN 2003 Las políticas económicas de los países del sur y del este del Mediterráneo han ido introduciendo progresivamente durante los últimos años programas de ajuste estructural con el fin de reequilibrar sus desequilibrios macroeconómicos y seguir abriendo paulatinamente sus economías al resto del mundo. Con ello, se ha conseguido una apreciable estabilidad económica. La inflación en 2004 no superó el 2,0 por 100 en Marruecos y se situó en el entorno del 3,0 por 100 en el resto de los países del área, salvo en Egipto que alcanzó el 8,1 por 100 y en Turquía que registró un 10,6 por 100, pero con una tendencia claramente decreciente como muestra el hecho de que siete años antes era del 85,0 por 100. Los saldos presupuestarios y exteriores también se encuentran actualmente en parámetros macroeconómicos aceptables. El superávit de la balanza por cuenta corriente representó en 2004 en Argelia el 13,3 por 100 del PIB, el 4,4 por 100 en Egipto y el 1,2 por 100 en Marruecos, mientras que entre los demás países tan sólo son de considerar los déficit del 16,1 por 100 del PIB de Líbano y el 5,2 por 100 de Turquía. En cuanto al saldo de las cuentas públicas, en 2004 fue positivo en Argelia, un 2,4 por 100 del PIB, y negativo en los demás países, pero situándose entre el –2,8 por 100 de Túnez y el –8,2 por 100 de Líbano. En lo referente a la apertura comercial, las economías del sur y del este del Mediterráneo mantienen una intensidad creciente en el comercio con otras áreas 6 desarrolladas, sobre todo con la Unión Europea, pero no así entre ellas, persistiendo una escasa integración comercial regional como muestra el hecho de que tan sólo el 5,0 por 100 del comercio exterior de los países del sur y del este del Mediterráneo se lleva a cabo entre dichos países. Las inversiones extranjeras directas, en su mayoría procedentes de la Unión Europea, no acaban por despegar, e incluso en algunos casos se han visto reducidas en los últimos años. Los flujos de inversiones directas de la Unión Europea extra-UE han seguido en los últimos años una tendencia a la baja a la que no han sido ajenas las dirigidas al sur del Mediterráneo, disminuyendo incluso el peso que éstas representan sobre el total. Para alcanzar un crecimiento económico sostenido y evitar los posibles costes sociales que se puedan derivar de la implementación de las políticas económicas anteriormente mencionadas, el desarrollo se debe sustentar también en una fuerte dimensión social que ofrezca oportunidades y beneficios a todos los países y a todas las personas. En este sentido, el camino por recorrer es todavía largo. La apertura de las economías debe ir acompañada de la adopción de políticas sociales que aporten equidad a los beneficios del crecimiento y que garanticen que el desarrollo económico repercuta a favor de la cohesión social. Para ello, resulta necesario la adopción de medidas de apoyo en ámbitos como la transparencia en la gestión pública y la lucha contra la corrupción, el fortalecimiento de la institucionalidad democrática, la Administración eficiente, el acceso a la justicia y la seguridad jurídica, como elementos imprescindibles para generar entornos favorables a la actividad económica y empresarial y una mayor participación de los países del sur y del este del Mediterráneo en los flujos de inversión extranjera directa. Las políticas de cooperación se deben centrar en apoyar los procesos de reformas, capacitación y modernización institucional, junto con el fortalecimiento del tejido asociativo y de las organizaciones representativas de intereses sociales y económicos. En particular, el fortalecimiento de las capacidades institucionales que garanticen un adecuado desarrollo del sector privado, la defensa de la competencia y la protección de los consumidores; el refuerzo de los servicios públicos que den apoyo al tejido productivo y empresarial; y el fomento de la participación y la promoción del diálogo social se consideran algunas de las labores más importantes para mantener un crecimiento económico sostenible. 7 2. Evolución de los flujos comerciales El incremento de los intercambios comerciales en el área euromediterránea constituye un indicador del grado de consecución del objetivo principal en el ámbito económico del proceso de Barcelona: la creación de un área de libre comercio para 2010. En este sentido, los resultados desde 1995 hasta la fecha parecen haber mejorado aunque de forma más lenta de lo esperado. La liberalización en curso de los intercambios comerciales entre los países de la Unión Europea y los del Mediterráneo se ha traducido en un aumento tanto de las importaciones como de las exportaciones de la Unión Europea con sus socios mediterráneos. En efecto, las importaciones y las exportaciones de la Unión Europea hacia sus socios mediterráneos se han duplicado entre 1995 y 2003, habiendo experimentado las importaciones un ritmo de crecimiento mayor. Por su parte, el tradicional superávit comercial que mantiene la Unión Europea con los países del Mediterráneo aumentó entre 1995 y 2000 y desde entonces se ha reducido progresivamente hasta situarse incluso ligeramente por debajo del alcanzado en 1995. CUADRO 2 COMERCIO EXTERIOR DE LA UNIÓN EUROPEA (UE-25) CON LOS PAÍSES DEL MEDITERRÁNEO, 1995-2004 (En miles de millones de euros) El peso de las importaciones de la Unión Europea originarias de los países de la ribera sur del Mediterráneo sobre el total de las compras de la Unión Europea se sitúa en el año 2004, en el 7,3 por 100 habiendo aumentado casi un punto y medio porcentual desde 1995. Por su parte, las ventas europeas a los socios mediterráneos también vieron incrementarse su peso sobre el total, situándose en 2004 en el 9,3 por 100 de las exportaciones totales de la Unión Europea, cifra que sin embargo ha aumentado tan sólo en 0,6 puntos porcentuales respecto a 1995. 3. Evolución de los flujos de inversión Desde mediados de la década de los noventa, la inversión extranjera directa en los países del Mediterráneo se ha caracterizado por su escasa significación cuantitativa, su elevada concentración geográfica y su alta volatilidad. Así, desde 1997, los flujos de inversión anual agregados, que procedieron en su mayoría de la Unión Europea, oscilaron entre los 6.000 y los 12.000 millones de dólares, unas cantidades que, en comparación con el PIB de estas economías, resultan muy poco relevantes, y apenas sirven para complementar las bajas tasas de ahorro interno o para 8 financiar los importantes déficit comerciales y la elevada carga de la deuda externa que presentan estos países. Por otro lado, durante el periodo 1997-2003, el 75 por 100 de la inversión extranjera directa (IED) de la región se concentró en cuatro países: Egipto, Israel, Marruecos y Turquía. Además, los flujos de IED en estos países muestran un comportamiento bastante errático, lo que refleja el impacto de grandes proyectos de inversión realizados en determinados años en el marco de los procesos de privatización. CUADRO 3 INVERSIÓN EXTRANJERA DIRECTA EN LOS PAÍSES DEL MEDITERRÁNEO, 1997-2003 (En millones de dólares y tasas de variación) La inversión extranjera, sobre todo en los países del Magreb, se ha dirigido fundamentalmente a sectores tradicionales, como la energía, el sector primario, el sector textil y confección y, en menor medida, el turismo, lo que no contribuye suficientemente a la modernización del sector industrial y de difusión de tecnología. En relación con las posibles causas explicativas de esta evolución decepcionante de la IED en el Mediterráneo cabe apuntar que han debido de pesar más las debilidades de estos países en relación con los factores macroeconómicos, de entorno empresarial y de riesgo político, es decir, con las variables de contexto, que las ventajas de localización que presentan estas economías, es decir, aquellas que afectan directamente a la rentabilidad de la inversión, y que en el caso de los países mediterráneos se derivan de su proximidad geográfica con Europa, del considerable tamaño de sus mercados, de la disponibilidad de recursos naturales, de los bajos costes laborales que registran y de las ventajas y facilidades fiscales que se ofrecen a la inversión extranjera. En este sentido, la preferencia de los inversores por los países del Este de Europa y algunos asiáticos se explicaría porque, además de contar con ventajas de localización para la IED, presentan un marco político y macroeconómico más estable y ofrecen, por lo tanto, una perspectiva mejor de crecimiento a largo plazo. Sin embargo, en los últimos años los países de la ribera sur del Mediterráneo han llevado a cabo políticas para atraer inversión extranjera con el fin de intentar beneficiarse del creciente proceso de globalización productiva. La atracción de inversiones extranjeras es percibido en muchos de los países del área como una alternativa a la diversificación respecto al sector energético y a la dependencia de las exportaciones del petróleo. 9 La mayoría de estos países han iniciado así una competencia con otras regiones del mundo por captar las inversiones de capital lo que sin duda puede redundar en una mejora del entorno inversor de los mismos. Según la OCDE 3 , las restricciones a la participación empresarial extranjera se han reducido al igual que se han reducido las barreras para la adquisición por parte de extranjeros de tierra, activos inmobiliarios y compra de acciones en los mercados financieros locales. A pesar de todo, aunque la inversión extranjera es bienvenida, numerosos sectores siguen cerrados a la inversión extranjera o están sujetos a la compra de acciones domésticas, por lo que sería necesario seguir avanzando en la implementación de normas generales sobre inversiones extranjeras, incrementar su liberalización y fomentar la libertad de establecimiento y de creación de empresas. CUADRO 4 TRATAMIENTO REGULADOR DE LA INVERSIÓN DIRECTA EXTRANJERA EN LOS PAÍSES MEDITERRÁNEOS 4. Deslocalización y/o relocalización productiva El concepto de deslocalización o relocalización no es un concepto nuevo. La deslocalización o relocalización productiva supone el traslado de empresas y/o de partes de la producción a otros lugares en busca de mayores ventajas competitivas ya sea por cuestiones fiscales, cercanía de los mercados finales, normas medioambientales menos estrictas, suelo más barato o salarios más bajos. La deslocalización o relocalización de actividades productivas en otros países es una de las consecuencias de la liberalización económica que ha venido facilitada por el abaratamiento del coste del transporte y el avance y el cambio tecnológicos, y la movilidad internacional del capital observados en las últimas décadas. Las empresas buscan así reestructurarse, deslocalizando o relocalizando parte de sus procesos productivos en aquellos lugares donde su ventaja comparativa es mayor, ya sea por motivos de costes, o de calidad del capital humano. La tendencia a la deslocalización o relocalización de actividades productivas observada en los últimos años es por tanto fruto de la creciente globalización de los mercados, sobre la que es difícil incidir. En efecto, la globalización es un hecho que, pudiendo ser una fuente de oportunidades, es evidente que debe someterse a una mejor gestión y a 3 OECD-MENA Investment Steering Group Meeting, « Regulatory Environment for International Investment in MENA countries », OCDE, 2004. 10 unas reglas aceptadas por todos a nivel internacional. El potencial de desarrollo económico que ofrece la globalización debe apoyarse igualmente en el aprovechamiento al máximo de las capacidades productivas particulares de cada país. Dichas oportunidades se podrán concretar más fácilmente si existe una base institucional democrática, una adecuada cultura social, un entorno favorable y seguro para la actividad empresarial y unos mecanismos de participación, de diálogo y de concertación social. La necesidad de las empresas de producir en lugares distintos o de relocalizar sus actividades productivas en otros países, se puede explicar como el resultado de un análisis de los costes de producción, de los costes de transporte y de las barreras arancelarias en que incurren dichos productos a lo largo de su comercialización, así como de la búsqueda de nuevos nichos de mercado. Mediante este proceso se fragmentan los procesos productivos de manera que tiende a concentrarse el diseño y la producción de prototipos allí donde existe una mayor investigación e innovación tecnológica y un elevado capital humano, mientras la producción y ensamblaje tiende a localizarse allí donde la mano de obra es más barata, lo que a menudo va ligado a peores condiciones de trabajo y menor representación sindical. Igualmente, las empresas pueden buscar reducir los costes de transacción y los costes contractuales en el interior de la misma empresa, lo que conduce en ciertas ocasiones a la deslocalización de parte de sus actividades. Las deslocalizaciones o relocalizaciones de empresas suelen percibirse como un fenómeno negativo derivado de la globalización, dados los efectos inmediatos que tienen en el empleo o las condiciones de trabajo de los afectados. Sin embargo, en ocasiones son la única estrategia de muchas empresas para su internacionalización e incluso su supervivencia. Por otro lado, la deslocalización o relocalización de empresas puede entenderse como una oportunidad sobre todo para los países de destino de la localización, ya que les permite conocer con la llegada de empresas extranjeras modelos de creación de nuevas capacidades productivas, organizativas y humanas, tener acceso a la tecnología y al know how, lo que puede redundar en un aumento y en una mejora de su capacidad productiva. No obstante, estos efectos no aparecen por sí solos y deben de ir acompañados de medidas que las faciliten, sobre todo en el ámbito de la educación y de la formación. En definitiva, la deslocalización de actividades como resultado de este proceso globalizador puede presentar aspectos positivos y negativos, tanto para el país de origen como para el país de destino. Cuantificar este fenómeno y valorar sus efectos netos es sin embargo de momento una ardua tarea debido a la falta de datos estadísticos fiables. 11 Por otro lado, no hay que olvidar que la deslocalización de actividades productivas es una más de las opciones empresariales a las que hoy en dia se enfrentan las empresas para hacer frente a la creciente competencia de los mercados, impulsada en gran medida por la irrupción con gran fuerza, en la esfera internacional, de la producción de los países asiáticos. En efecto, tal y como muestra el cuadro 5, la deslocalización productiva se estima es responsable tan sólo de un 5 por 100 de la destrucción prevista de empleo en la UE-25 desde abril del 2002. La mayor destrucción prevista de empleo en la Unión Europea, vendría contrariamente a lo que se piensa, de la reestructuración interna de las empresas. Sin embargo, por lo que se refiere al impacto negativo sobre el empleo de la deslocalización, existe una gran variación entre países, observándose un impacto considerable, superior al 10 por 100, en Dinamarca, Finlandia, Portugal y Eslovenia. Asimismo, en estos procesos de nuevas localizaciones productivas debe considerarse que, al igual que en las economías mas avanzadas las transformaciones se orientan a lograr tejidos empresariales mas competitivos, la implantación de nuevas actividades en los otros países ribereños no debiera hacerse sólo por razones de bajos costes o condiciones laborares precarias, sin que ello supusiera la necesaria ganancia de una mayor competitividad geográfica. De hacerse así, se estarían desviando hacia estas zonas los efectos nocivos de la globalización (bajos salarios, condiciones de trabajo sin derechos laborales ni posibilidades de generar estructuras adecuadas de protecciones sociales, etc.) cuando lo que seria de interés, por contra, es que a través de las nuevas localizaciones se lograse la modernización y mayor competitividad de las economías receptoras, además, claro es, de oportunidades de integración de toda la zona al acortar diferencias. Todo ello, sin olvidar que el éxito de las nuevas localizaciones productivas se fundamenta en la necesaria existencia de marcos institucionales y democráticos estables. CUADRO 5 PESO DE LAS DISTINTAS MEDIDAS DE REESTRUCTURACIÓN EMPRESARIAL EN LA PÉRDIDA PREVISTA DE EMPLEO EN LA UNION EUROPEA (En porcentaje sobre el total) En el área euromediterránea y con el fin de evitar las consecuencias negativas que pudieran derivarse del fenómeno deslocalizador, es necesario que todo proceso de deslocalización o relocalización productiva se enmarque dentro de la cooperación industrial en la región con el fin de que tenga coherencia interna, pueda en la medida de lo posible anticiparse y los ajustes necesarios se realicen de la forma más armónica posible. 12 Cabe señalar aquí, que la deslocalización productiva en el área mediterránea puede beneficiar y favorecer el desarrollo de los países del Sur y del Este del Mediterráneo siempre que vaya acompañada de medidas de fomento de la educación y del desarrollo del capital humano en el marco de una cooperación industrial y tecnológica global. Una transferencia de capital de este tipo, puede asimismo contribuir a frenar los flujos migratorios entre ambas riberas. 4 Por ello, es fundamental acompañar la evolución propia de la internacionalización de los mercados y ordenarla de manera que los efectos negativos sobre el empleo y las condiciones laborales sean lo más transitorios y reducidos posibles. Sólo mediante una mejor previsión y medidas de acompañamiento y compensación social para los trabajadores afectados, pueden minimizarse sus costes negativos, ya que es indudable que el impacto económico y social de cualquier deslocalización, al estar en general geográficamente concentrado, puede ser traumático para la zona o región afectada. Asismismo, en este marco de producción globalizada cabe más que nunca reiterar la necesidad de mantener y fortalecer las normas internacionales del trabajo definidas por la OIT, como conjunto básico de normas laborales globales. Tal y como señala la Comisión Europea, 5 las reestructuraciones y deslocalizaciones de empresas, no tienen porque ser sinónimo de retroceso social, siempre que se anticipen debidamente y de que la acción pública contribuya a acompañarlas adecuadamente. Ello supone dar una debida respuesta a las siguientes exigencias: • Una mayor coherencia de las distintas políticas involucradas en los procesos de reestructuración y/o relocalización de empresas con el fin de evitar la destrucción del capital humano • Un planteamiento a medio y largo plazo lo que facilitará cualquier actuación por parte de los agentes económicos y sociales ya que sólo con una mejor previsión se pueden minimizar los costes sociales de toda reestructuración y/o deslocalización. • La toma en consideración de la dimensión territorial ya que es a nivel local donde se anticipan mejor los cambios, para ello la política regional y de cohesión de la Unión Europea debe seguir desempeñando un importante papel estabilizador y reequilibrador. 4 Para mayor detalle sobre los flujos migratorios entre ambas riberas del Mediterráneo ver el Documento Inmigración y cooperación entre los países de la región euromediterránea, aprobado en la Cumbre Económico-Social Euromediterránea celebrada en Valencia en noviembre de 2004. 5 Comunicación de la Comisión Europea. Reestructuraciones y empleo – Anticipar y acompañar las reestructuraciones para desarrollar el empleo: el papel de la Unión Europea. COM (2005) 120 final, 31 de marzo de 2005. 13 En todo caso, debe quedar claro que en el ámbito de la cooperación y de la integración regional entre las dos orillas del Mediterráneo hablar de deslocalización es complejo. En este sentido, los factores que inciden sobre la deslocalización o relocalización productiva también son aplicables en el contexto de la región euromediterránea, debiéndose por ello hacer hincapié en la necesidad de llevar asociados mecanismos adecuados de ajuste y compensación regionales. III. MECANISMOS DE COOPERACIÓN UE-SOCIOS MEDITERRÁNEOS 1. Proceso de Barcelona: Balance de 10 años (1995-2005) Desde su lanzamiento en 1995, el proceso de Barcelona ha permitido desarrollar una creciente cooperación entre las dos riberas del Mediterráneo, favoreciendo el partenariado, el diálogo y los intercambios económicos aunque transcurridos diez años de su lanzamiento, los logros se perciben como insuficientes. Las nuevas relaciones euromediterráneas introducidas desde 1995 basadas en una amplia cooperación y solidaridad entre las dos áreas del Mediterráneo se centraron en tres ejes de actuación: a) colaboración política y de seguridad cuyo fin es el de consolidar la paz, la estabilidad y la seguridad en la región; b) colaboración económica y financiera cuyo objetivo es la creación de una zona de prosperidad compartida; y c) colaboración en los ámbitos social, cultural y humano centrados en el desarrollo de los recursos humanos mediante el fomento de la comprensión entre las culturas y los intercambios de la sociedad civil. Sin negar la importancia del primer y tercer eje, nos centraremos aquí sólo en el análisis de la evolución del segundo para el cual se estableció una colaboración económica y financiera basada en las tres líneas de actuación siguientes: a) establecimiento de una zona gradual de libre comercio para 2010 basada en acuerdos eurmediterráneos y acuerdos de libre comercio entre ambas riberas b) cooperación y actuación concertada en el área económica mediante el apoyo del ahorro interno, la inversión directa extranjera y la cooperación regional. Se planteó asimismo el desarrollo de acuerdos empresariales entre ambas zonas, que permitan ofrecer a las PYMES un marco jurídico adecuado así como programas concretos de apoyo técnico. c) Cooperación financiera mediante los fondos MEDA y los préstamos del Banco Europeo de Inversiones (BEI). 14 Revisaremos cada una de estas líneas de actuación con el fin de valorar su evolución y plantear los desafíos a los que la cooperación entre las dos riberas se enfrenta hoy de cara a los próximos cinco años. No quiere esto decir que éstas sean los únicos elementos de la cooperación en el área mediterránea, ni mucho menos, y desde los CES de ambas riberas se reitera la necesidad de acercar de manera creciente los contenidos de dicha cooperación a los intereses y las vidas de las personas sin las cuales toda cooperación entre las dos riberas del Mediterráneo, ni tendría sentido, ni es realmente posible que dé los resultados deseados. a) Hacia una zona de libre comercio en 2010: avances en la cooperación bilateral mediante los acuerdos de asociación euromediterránea La cooperación bilateral entre la Unión Europea y sus socios del Mediterráneo ha avanzado considerablemente en los últimos años mediante la negociación de Acuerdos Euromediterráneos de Asociación que han ido sustituyendo a los acuerdos de cooperación celebrados en los años setenta y han constituido el centro del pilar económico de la Declaración de Barcelona basado en la creación de una zona de libre comercio de cara a 2010. Sin embargo, el desarrollo de dichos acuerdos no ha sido fácil y en ocasiones se ha puesto en duda la credibilidad del conjunto sobre todo por su lentitud (i.e. nueve años separan el Acuerdo de Asociación firmado con Túnez en 1995, del último acuerdo firmado con Siria en el año 2004). En este sentido, si bien a principios del año 2005, todos los socios euromediterráneos han firmado algún tipo de acuerdo con la Unión Europea, al cierre de este informe seis están en vigor (Argelia, Egipto, Israel, Jordania, Marruecos, Túnez). Sólo Líbano y Siria se hayan todavía en proceso de ratificación (Cuadro 6). Las relaciones entre la Unión Europea y la Autoridad Palestina, por su parte se plasmaron en un acuerdo de asociación transitorio en 1997 en espera de realizar un acuerdo de asociación euromediterránea que todavía hoy está pendiente. CUADRO 6 ACUERDOS EUROMEDITERRÁNEOS DE ASOCIACIÓN ENTRE LA UE Y SUS SOCIOS MEDITERRÁNEOS Dichos acuerdos presentan diferencias de un socio a otro, pero tienen los siguientes elementos comunes: • Diálogo político: El respeto de los derechos humanos y de los principios democráticos constituye un elemento esencial de estos acuerdos, que se suspenderán en caso de violación de los mismos. Se prevé asimismo fomentar el diálogo político a diferentes niveles y a intervalos regulares. 15 • Comercio. Se pretende instaurar de forma progresiva el libre comercio, siguiendo las normas de la OMC, mediante el desarme arancelario durante un período transitorio máximo de 12 años. El comercio de productos agrícolas deberá igualmente liberarse progresivamente; así como el comercio de los servicios, siguiendo los principios del Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios (AGCS). • Otras disposiciones económicas. Estas disposiciones se dirigen a garantizar el nivel de armonización más elevado posible entre la Unión Europea y sus socios y se refieren, en particular, al mantenimiento de un alto nivel de protección de los derechos de propiedad intelectual, la liberación progresiva de los contratos públicos, la adaptación de las disposiciones relativas a la competencia, las ayudas estatales y los monopolios, así como a la liberalización de los movimientos de capitales y la cooperación económica en un gran número de sectores (industria, medio ambiente, energía, transportes, aduanas, etc.). • Cooperación financiera. Los acuerdos prevén una contribución financiera de la Unión Europea a sus socios (con excepción de Israel). Se definen los principales ámbitos de esta cooperación y los grandes temas del diálogo económico, pero no se precisa el importe de dicha ayuda. • Cooperación social y cultural. Los acuerdos contienen disposiciones relativas a los derechos de los trabajadores y a otras cuestiones sociales, así como a la readmisión de los nacionales y no nacionales llegados ilegalmente al territorio de una de las dos riberas, procedentes de la otra. La progresiva liberalización del comercio de bienes industriales en la región mediterránea es hoy prácticamente una realidad, si bien los distintos países han ido avanzando a un ritmo diferente. Los bienes industriales originarios de los países de la ribera sur, pueden acceder libremente al mercado comunitario de la Unión Europea. Recíprocamente los países de la ribera sur están desmantelando progresivamente sus barreras arancelarias sobre las importaciones de bienes industriales provenientes de la Unión Europea. 6 Sin embargo, no se ha producido la misma evolución en cuanto a los 6 Según el Informe FEMISE «Le partenariat Euro-mediterranéen, 10 ans après Barcelone: Acquis et Perspectives», entre 1992 y 2003, la media de los derechos de aduana de los bienes industriales ha disminuido para el conjunto de los países de la orilla sur del Mediterráneo en 11 puntos porcentuales, aunque mantienen todavía un nivel de protección tarifaria superior a otros socios comerciales de la Unión Europea. En este sentido, en 2003, la media de los derechos de aduana (según cláusula de nación más favorecida) aplicables a la industria se situaban en el 17 por 100 en el conjunto de los países mediterráneos, frente al 10,8 por 100 en Asia, el 9,5 por 100 en Iberoamérica y el 5,2 por 100 en los nuevos Estados miembros de la Unión Europea. 16 productos agrícolas se refiere, siguiendo el mercado comunitario fuertemente protegido lo que dificulta el acceso de los países de la ribera sur del Mediterráneo. Al margen del desmantelamiento tarifario, se ha producido también un importante avance en la reducción de las restricciones cuantitativas a la importación, así como la disminución de las barreras no tarifarias y una mayor transparencia en la aplicación de las medidas de política comercial por parte de los citados países. Paralelamente en los dos últimos años se han producido los importantes avances siguientes hacia la consolidación de un área de libre comercio en la región Euromediterránea: • Nuevo Protocolo sobre normas de origen aprobado en julio del 2003 en la Conferencia de Ministros de Comercio de la zona Euromed que tuvo lugar en Palermo. El sistema Pan-Euro-Med de acumulación de origen, como se denomina, permitirá acumular el procesamiento realizado en diferentes países de la región con el fin de obtener así un tratamiento preferencial. Según la Comisión 7 este sistema presenta claras ventajas frente al sistema anterior tales como la relajación de las normas de origen, la mejora del acceso a los mercados y un mayor incentivo para aumentar las inversiones. • Aprobación de un conjunto de medidas dirigidas a simplificar y modernizar los procedimientos fronterizos en la región. • Adopción del Protocolo marco de liberalización de servicios, aprobado en la Conferencia de Ministros de Comercio, celebrada en Estambul en julio de 2004. El Protocolo abre el camino para la negociación de acuerdos de integración económica sobre servicios e inversiones lo que sin duda contribuirá a integrar económicamente la región. • La progresiva convergencia de la legislación económica sobre regulaciones técnicas y armonización y/o mutuo reconocimiento de estándares marca también otro paso importante hacia la consecución de una zona de libre comercio en la región mediterránea. b) Fomentando la cooperación regional Sur-Sur: Acuerdo de Agadir Como se ha señalado en el apartado I, los intercambios comerciales entre los distintos países mediterráneos siguen siendo débiles. Entre las razones explicativas de dicha 7 Comunicación de la Comisión Europea. Décimo aniversario de la Asociación Euromediterránea: programa de trabajo para afrontar los retos de los cinco próximos años. COM (2005) 139, 14 de abril de 2005. 17 situación se encuentran tanto razones políticas, como económicas e institucionales. Por lo que se refiere a las razones económicas, cabe citar las fuertes similitudes en las estructuras productivas y de exportación de dichos países y la ausencia de complementariedad entre sus exportaciones e importaciones; el peso considerable del sector público en la economía y la relativa elevada protección tarifaria, así como la existencia de una base industrial modesta (Femise, 2005). Cabe igualmente resaltar la falta de precisión de las reglas y reglamentaciones imperantes en el comercio transfronterizo y la carencia de redes de transporte suficientemente desarrolladas para asegurar el comercio de mercancías. Ante dicho panorama, y con vistas a fomentar el comercio intra-regional en los países del mediterráneo, la Unión Europea viene apoyando desde el año 2001, la cooperación regional Sur-Sur. Este esfuerzo se ha plasmado en el Acuerdo de Agadir, firmado entre Egipto, Jordania, Marruecos y Túnez el 25 de febrero de 2004, con el fin de establecer una zona de libre comercio entre dichos países a partir del año 2005. 8 El Acuerdo de Agadir constituye un paso importante hacia la creación de una zona euromediterránea de libre comercio que cuenta con el apoyo de la Comisión Europea, tanto en el plano político, como financiero, a través de un programa dotado con 4 millones de euros financiado a través del MEDA. Dicho programa proporcionará asistencia técnica a los países signatarios del Acuerdo de Agadir así como a su secretaría, de próxima creación. El acuerdo pretende crear un mercado integrado de más de 100 millones de personas en los cuatro países considerados y ofrecer nuevas posibilidades atractivas a los inversores europeos en esta región. Para ello, el acuerdo consta de dos elementos: el establecimiento de una zona de libre comercio entre los cuatro países signatarios y la adopción, por parte de estos países, de un sistema común de reglas de origen. En cuanto a las ventajas del acuerdo cabe citar el hecho de que los países signatarios son países relativamente similares en términos de diversificación de sus exportaciones y de su base industrial. Por otro lado, las diferencias tarifarias entre dichos países no son muy significativas. Estos elementos unidos a las reformas iniciadas en dichos países, con vistas a fomentar una política de exportaciones, deberían contribuir a aumentar los intercambios comerciales en la región. Habrá que ver si es posible que paulatinamente otros países de la zona se adhieran al Acuerdo. Asimismo, sería deseable incluir cuanto antes en el Acuerdo el comercio de servicios, así como disposiciones que faciliten los procedimientos y las formalidades 8 Si bien el acuerdo de Agadir debería haber entrado en vigor a principios de 2005, se encuentra todavía en proceso de ratificación por los países signatarios. 18 aduaneras, a la vez que se mejora y se profundiza en los acuerdos de reconocimiento mutuo sobre normas y estándares. Por otro lado, durante el año 2004, se han firmado asimismo tres acuerdos bilaterales de libre comercio entre: Turquía y Marruecos, Turquía y Túnez y Turquía y la Autoridad Palestina que dan prueba también del avance en la integración regional sur-sur. Al margen de estos acuerdos cabe señalar igualmente como un paso importante de la integración sur-sur, los avances realizados para el establecimiento de la zona árabe de libre comercio. Desde enero 2005, 17 países de la Liga Arabe han acordado suprimir los derechos aduaneros de sus productos industriales y liberalizar progresivamente los intercambios de productos agrícolas con el fin de crear un mercado único en la zona que contribuya a reforzar las economías de los Estados participantes. 9 c) Cooperación industrial y desarrollo del sector privado La cooperación industrial entre las dos riberas del mediterráneo es un componente fundamental del pilar económico del proceso de Barcelona, sobre todo como elemento necesario y complementario de la liberalización comercial. Desde al año 2003, el énfasis se ha puesto en dos áreas prioritarias: fomentar la libertad de movimiento de los productos industriales y mejorar la cooperación en el ámbito de la política empresarial. Por lo que se refiere al primer área se adoptó en Palermo el Plan de Acción que se recoge en el apartado anterior, y en lo referente al segundo, se creó un grupo de Trabajo “Cooperación Industrial Euro-mediterránea” que aprobó en Roma en octubre de 2003 unas líneas de actuación relativas a la política empresarial. En este sentido, el diálogo político se centró en las áreas siguientes: 9 • La mejora del entorno administrativo y regulatorio en el que operan las empresas • La modernización industrial • La promoción de la innovación • La mejora del acceso de las Pymes a la financiación • El fomento del espíritu empresarial La creación para el año 2008 de una zona árabe de libre comercio fue impulsada en 1997 por la Liga Arabe. Con el adelantamiento a 2005, se consolida la creación de la gran zona árabe de libre comercio en la que de momento participan: Arabia Saudí, Bahrein, Egipto, Emiratos Arabes Unidos, Irak, Jordania, Kuwait, Líbano, Libia, Marruecos, Omán, Autoridad Palestina, Qatar, Sudán, Siria, Túnez y Yemen. 19 El citado grupo de trabajo propuso igualmente un plan de acción que sirvió de base para la Conferencia de Caserta de Ministros de Industria, celebrada en julio de 2004 (Recuadro 1). RECUADRO 1. LA CONFERENCIA DE CASERTA Y LA CARTA EUROMEDITERRÁNEA DE LA EMPRESA La Conferencia de Caserta, organizada durante el semestre de Presidencia Holandesa de la Unión Europea en Octubre de 2004, se centró en: a) el lanzamiento de un mayor diálogo político entre las dos riberas en lo relativo al entorno empresarial, poniendo a la empresa en el centro del desarrollo socio-económico del área, b) la unión entre proyectos de cooperación y los objetivos estratégicos del partenariado industrial con la identificación de posibles ámbitos y nuevas formas de cooperación durante el periodo 2007-2013, c) la dimensión sectorial de la cooperación, sobre todo la necesidad de una estrategia común para afrontar el desafío que el incremento de la competencia está suponiendo para la industria textil y de confección. La Declaración final de la Conferencia se hace eco de la Carta Euro-Mediterránea de la Empresa que se acuerda como base de acción para apoyar y desarrollar las empresas en la región. La Carta es una adaptación de la Carta Europea sobre Pymes, al contexto mediterráneo, y recoge los principios comunes sobre los que los socios euromediterráeos deberán basar su política empresarial, con la idea de crear un entorno más favorable para la inversión y el desarrollo del sector privado. Las diez líneas de acción recogidas en la Carta Euro-Mediterránea de la Empresa son las siguientes: • Simplificar los procesos para la creación, transferencia y cierre de empresas • Promover la educación y la formación con el fin de fomentar la cultura empresarial • Mejorar las competencias de la mano de obra de forma continua • Facilitar el acceso a la financiación y a una fiscalidad que favorezca la inversión • Mejorar el acceso a los mercados de bienes y servicios • Fortalecer la capacidad innovadora de las empresas • Fomentar el desarrollo de asociaciones empresariales más fuertes • Mejorar la calidad de los servicios de apoyo a la empresa • Fortalecer las redes Euro-mediterráneas y el partenariado con el fin de recoger mejor las oportunidades de mercado y mejorar la posición de las empresas en las cadenas internacionales de valor • Facilitar el acceso a una información clara y transparente para mejorar los resultados empresariales. La Conferencia de Caserta adoptó igualmente un plan de trabajo para el periodo 20052006 que pretende intensificar la cooperación industrial Euromediterránea siguiendo los siguientes ejes de actuación: a)seguimiento de la implementación de la Carta Euromediterránea de la Empresa; b) intercambio de buenas prácticas a nivel regional a través del programa MED BEST; c) fomentar el diálogo sobre el futuro de la industria textil y de confección; d) fomentar proyectos de cooperación para el desarrollo del sector privado. 20 Por lo que se refiere al programa MED BEST, hay que señalar que se trata del primer intento de inventariar las medidas existentes y evaluar el progreso realizado por los socios de la ribera sur del Mediterráneo en las cuestiones ligadas con: la simplificación administrativa; el acceso a la financiación y a la fiscalidad de las Pymes; el acceso a la información y a los servicios de apoyo a las empresas; el acceso a la educación y la formación para la empresarialidad; así como la promoción de la innovación empresarial. Aunque se reconoce la importancia de otros elementos determinantes en la creación de empresas, tales como las cuestiones ligadas con la legislación laboral y medioambiental, no se han abordado por el momento. En este sentido, como recoge el Informe de la Comisión 10 el primer inventario del MED BEST muestra las conclusiones siguientes 11 : • todos los socios mediterráneos han llevado a cabo esfuerzos prometedores para facilitar la creación de empresas • entre los mayores obstáculos para un buen entorno empresarial se encuentra la falta de transparencia, eficiencia y predicción de los procedimientos administrativos necesarios para empezar, mantener o cerrar una actividad empresarial. • La ausencia de un sistema financiero y bancario desarrollado, y la falta de incentivos fiscales para la creación de empleo y de innovación tecnológica, combinado con las rigideces del mercado de trabajo, han propiciado más una estrategia de supervivencia por parte de las empresas (sobre todo de las Pymes), que una estrategia de desarrollo. Esta situación está limitando la capacidad de las empresas de desarrollar políticas más activas de empleo e inversión que puedan redundar en un mayor crecimiento económico. • Se han identificado numerosas buenas prácticas en el ámbito de los servicios de apoyo a las empresas, si bien alcanzan sólo de forma moderada a las Pymes. Esta situación se debería tanto a la ausencia de información como a la ausencia de coordinación entre los distintos proveedores. • La dificultad de coordinación y la falta de partenariado entre el sector privado y el sistema educativo es otro de los elementos críticos, siendo prácticamente 10 Comisión Europea SEC (2004), de 17 de septiembre de 2004. Report on the measures implemented by the Mediterranean partners to stimulate entrepreneurship and competitiveness (Med Best Report). 11 La mayoría de estas conclusiones no se aplican a Israel, que goza en algunos de los aspectos considerados, de mejores resultados incluso que los observados en algunos países de la Unión Europea. 21 inexistente el fomento del espíritu empresarial en los distintos niveles del sistema educativo. • La promoción de la innovación muestra una mayor heterogeneidad, con grandes diferencias entre los socios mediterráneos que van desde la ausencia total de políticas a sistemas de innovación muy sofisticados (i.e Israel). El escaso uso de la innovación tecnológica se debe tanto a la escasa importancia otorgada por el mundo empresarial a la misma, como a la falta de financiación para la innovación. A pesar de los esfuerzos realizados y señalados por el informe MED BEST, los cuadros siguientes muestran que todavía hay que centrar la cooperación en el desmantelamiento de las barreras existentes a la cooperación industrial y empresarial. En efecto, la reglamentación y procedimientos para la creación y cierre de cualquier actividad empresarial muestran que todavía existen importantes obstáculos en los países de la ribera sur del Mediterráneo para la atracción de capital extranjero (Cuadro 7). Por ejemplo, el número de días para la apertura de un negocio oscila entre los 9 días requeridos en Turquía a los 47 de Siria, mientras la media de la OCDE se sitúa en 25 días. Igualmente, el coste medido en términos de porcentaje de la renta bruta per capita varía entre el 5,5 por 100 de Israel al 131,5 por 100 de Líbano que contrasta con el 8,0 por 100 de media en los países OCDE. CUADRO 7 APERTURA Y CIERRE DE UN NEGOCIO, 2004 Por otro lado, las dificultades para la creación y liquidación de empresas junto a los elevados costes en los que los empresarios deben incurrir, facilitan el desarrollo de actividades de carácter informal. De hecho, en la mayoría de los países de la orilla sur del Mediterráneo, el sector informal representa en torno al 30 por 100 de la renta bruta, por encima del 22 por 100 de España o del 17 por 100 de la media de los países OCDE. Existe consenso en afirmar que una economía que reposa en un importante sector informal queda atrapada en bajos niveles de desarrollo. Los trabajadores del sector informal tienen dificultades para seguir formándose y desarrollar así el capital humano necesario para aumentar el crecimiento, a la vez que los trabajadores del sector formal se ven perjudicados por la competencia desleal que dicha situación genera. La competencia desleal también se da en el ámbito de los derechos de propiedad intelectual e industrial cuando los circuitos de la economía informal recurren a los plagios y las falsificaciones. Es evidente que estas prácticas suponen pérdidas importantes de ingresos, dañan la legitimidad de las empresas, desincentivan la 22 innovación y creación, a la vez que tienen una incidencia negativa sobre el empleo. Asimismo, la producción y distribución de productos falsificados, en general de baja calidad y escasamente controlados, puede llegar a poner en situación de riesgo a los consumidores. Es evidente que la debilidad de las disposiciones regulatorias de los mercados así como la dificultad de los gobiernos por controlar y reducir el empleo y la economía informales terminan incentivando de forma indirecta la evasión fiscal y la corrupción, lo que sin duda obstaculiza la inversión extranjera y frena el desarrollo económico. Por este motivo, las cuestiones ligadas a una buena gobernanza tanto en el ámbito nacional, como regional y local, y la lucha contra la economia informal, bien sea mediante un mayor control de la evasión fiscal y/o de una mayor inspección laboral, son elementos sobre los que conviene incidir para promover el clima inversor en la zona. Un clima inversor que, como ya se ha manifestado, no se ve favorecido por la existencia de una excesiva burocracia y presión reguladora. Igualmente, el acceso al crédito es otro de los elementos fundamentales del crecimiento de las inversiones sobre todo en aquellas economías donde el sector bancario y las instituciones financieras no bancarias están poco desarrollados, tal y como es el caso en la mayoría de países de la orilla sur del Mediterráneo. Por ello, reconociendo los avances hacia un mejor clima para las inversiones favorecido por la creación y posterior refuerzo del FEMIP en el marco del BEI, tal y como se ilustra a continuación, sigue siendo necesario mejorar y reforzar las estructuras financieras en el área euromediterránea, de forma que, a través de una adecuada red de relaciones financieras, tanto bilaterales como multilaterales, se diese soporte y se facilitasen tanto los flujos de inversiones como el desarrollo de proyectos de cooperación. Asimismo, los procesos de cooperación se verán intensificados a medida que el desarrollo regulatorio y de las legislaciones nacionales promueva la implantación de normativas semejantes a las que son usuales y están establecidas en los países más avanzados. En especial, este acercamiento a pautas mas homogéneas debe hacerse patente en lo referente al establecimiento de empresas y en las regulaciones mercantiles y contractuales, así como en aquellas otras que permitan el dialogo social mediante la participación de asociaciones con libertad de decisión y de estructuración interna, lo que permitiría la participación activa de los diferentes agentes sociales en la evolución económica y social. Estos avances regulatorios hacia marcos normativos asimilables se verían reforzados, a su vez, en la medida que se avance en el desarrollo de legislaciones que faciliten la implantación de sistemas fiscales evolutivos, que permitan la obtención de recursos adecuados para financiar los procesos de generalización de servicios básicos y de 23 protección social, asentados en la igualdad de derechos de acceso y en el control público de su gestión, actualización y extensión a todos los ciudadanos. Con todo ello, se busca que las normativas, tanto generales como especificas, sean cada vez mas semejantes y faciliten los avances hacia un espacio económico y social común. CUADRO 8 ACCESO AL CREDITO Y DERECHOS DE PROPIEDAD, 2004 Los países de la ribera sur del Mediterráneo han llevado a cabo durante los últimos años importantes reformas para mejorar el ambiente inversor y el entorno empresarial aunque en ocasiones se perciben todavía como insuficientes. En todo caso, la toma de conciencia del problema es ya un paso importante para poder continuar las reformas en este ámbito, y sólo cabe alentar que éstas vayan concretándose en los próximos años y se traduzcan de hecho en una mejora de la inversión y de la capacidad empresarial del área. d) Evolución de los recursos financieros Programa MEDA El programa MEDA, principal elemento de la cooperación económica y financiera del partenariado euromediterráneo se encuentra en la actualidad en su segunda fase. Las prioridades del MEDA I fueron: a) el apoyo a la transición económica y a la realización de una zona de libre comercio; b) el apoyo a la mejora del equilibrio socio-económico reforzando la cooperación en el ámbito del medio ambiente; y c) la cooperación regional y transfronteriza. El programa MEDA I (1995-1999) supuso el desembolso de 5.071 millones de euros que se dirigieron de la forma siguiente: el 86 por 100 para la cooperación bilateral para nueve socios mediterráneos (Argelia, Egipto, Jordania, Líbano, Marruecos, Siria, Túnez, Turquía, territorios ocupados de Gaza y Cisjordania), el 12 por 100 para financiar las actividades regionales y el 2 por 100 para las oficinas de asistencia técnica. Transcurridos cinco años de evolución de la cooperación financiera con los socios mediterráneos, la Comisión redifinió 12 las áreas prioritarias del MEDA II y aprobó para ello un presupuesto de 5.350 millones de euros para el periodo 2000-2006. Estas áreas son: a) hacer de la zona de libre comercio una realidad; b) promover las iniciativas 12 Comisión Europea, Partenariado Euromed, Informe Estrategia Regional 2000-2006. 24 sobre infraestructuras regionales; c) promover la sostenibilidad de la integración euromediterránea; d) fomentar la buena gobernanza y el cumplimiento de la Ley; e) acercar el partenariado a las personas. La evolución en cuanto a los compromisos adquiridos y los pagos realizados desde su creación en 1995, puede verse en el Cuadro 9, apreciándose de manera significativa la evolución del ratio entre los pagos realizados y los compromisos adquiridos en el MEDA II respecto al MEDA I, que ha pasado de 28,7 por 100 a 66,5 por 100. Esta mejora, aunque todavía insuficiente, debe ponerse en el haber del partenariado euromediterráneo. CUADRO 9 COMPROMISOS Y PAGOS DEL PROGRAMA MEDA, 1995-2003 (Millones euros) En lo referente a la cooperación económica y comercial el Programa MEDA consta de diferentes instrumentos de actuación, aunque el énfasis está en dos ámbitos fundamentales: el apoyo a programas de reformas estructurales y el apoyo al desarrollo del sector privado mediante programas de asistencia técnica dirigidos tanto a las instituciones del sector público como al sector privado. En la actualidad hay 11 programas de apoyo a las reformas estructurales y 26 de apoyo al sector privado dotados de un presupuesto de 617 y 714 millones de euros respectivamente. Entre los proyectos financiados a través del MEDA, destinados a fomentar la cooperación tecnológica e industrial, caben resaltar los siguientes: • Cooperación industrial euromediterránea ha girado entorno a tres programas básicos: a) programa Mercado Euromed lanzado en 2002, por un periodo de tres años y un presupuesto de 9,9 millones de euros, tiene por objetivo el facilitar la puesta en práctica de la zona de libre comercio mediante el fomento del intercambio de experiencias, la asistencia técnica específica y bien orientada, y el trabajo en red; b) el Proyecto ANIMA 13 de promoción de la inversión, dotado con un presupuesto de 3,5 millones de euros para el periodo 2002-2005, cuyo objetivo es reforzar las capacidades de intervención de las agencias nacionales encargadas del fomento de la inversión en los distintos países mediterráneos con el fin de aumentar la IDE en la región. Para ello, a través del desarrollo del trabajo en red, se intenta 13 El proyecto ANIMA es un consorcio liderado por la Agencia Francesa para el Fomento de las Inversiones Internacionales (AFII), junto con el Instituto Italiano para el Comercio Exterior (ICE) y el Departamento de Inversiones de Marruecos. 25 dar apoyo institucional a las agencias de promoción de inversiones de los socios mediterráneos sobre distintos aspectos: transferencia de conocimientos y formación, intercambio de experiencias, puesta en contacto de inversores, mejorar el conocimiento de los problemas ligados a la inversión en los distintos países, etc. c) El programa Innovación, Tecnología y Calidad, dotado con 15 millones de euros para el periodo 2002-2005, tiene por finalidad la promoción de centros sectoriales técnicos de innovación y el intercambio y cooperación entre laboratorios y centros de investigación de los parques tecnológicos de ambas orillas del mediterráneo. • La Cooperación euromed entre Pymes se ha desarrollado a través de tres actuaciones donde se favorece el intercambio empresarial: a) los Europartenariados: se desarrollan dos veces al año en una región que la Unión Europea considera prioritaria para el desarrollo de su política regional y suponen el mayor encuentro empresarial entre los socios mediterráneos; b) los Medpartenariados y c) Med-Interprise (similar a los encuentros anteriores aunque tienen carácter sectorial y están más centrados por país). • Red de negocios UNIMED, coordinada por la UNICE y con apoyo financiero de la UE-MEDA por valor de 2,5 millones de euros se lanzó en el año 2000 por un periodo de 3 años. Su objetivo era la formación y asistencia al desarrollo de organizaciones comerciales y empresariales en la ribera sur del Mediterráneo y la creación de una organización mediterránea similar a la UNICE. En este sentido, cabe señalar que sus objetivos se vieron realizados en 2002 con la creación en Estambul de la UMCE, organización que agrupa las organizaciones empresariales no sectoriales de 12 partenariados mediterráneos. La evaluación de la cooperación económica entre la Unión Europea y sus socios mediterráneos a través del programa MEDA, presenta sin embargo importantes claro oscuros. Si bien se puede afirmar que la cooperación en el periodo 1995-2001 fue relevante, existe acuerdo en señalar que no se utilizó todo su potencial y existieron importantes carencias a nivel de la gestión de los fondos MEDA. En efecto, tal y como señala la evaluación realizada en 2003 en siete Estados miembros (Argelia, Egipto, Jordania, Líbano, Marruecos, Siria y Túnez), 14 la cooperación económica de la Unión Europea no se centró necesariamente en las prioridades más acuciantes. Entre los problemas detectados se enumeraban los siguientes: 14 Ver en http://europa.eu.int/comm/europeaid el Informe: Evaluation of Economic Cooperation between the European Commission and Mediterranean countries, Final Report, Noviembre 2003. 26 • Las sinergias entre los proyectos de asistencia técnica y las iniciativas de ajuste estructural fueron insuficientes, así como, lo fueron las sinergias con los préstamos del Banco Europeo de Inversiones (BEI). • El acceso de las PYMES a fuentes de financiación externa se concretó en distintas intervenciones (asistencia técnica, líneas de crédito garantizadas, capital riesgo...) aunque sin una aproximación de conjunto, lo que ha limitado los resultados de las mismas. • Las cuestiones comerciales se enfocaron fundamentalemente con proyectos regionales, a menudo desconectados de las actividades bilaterales, lo que también ha contribuido a limitar el impacto de los mismos. • La gestión de los programas de cooperación económica de la Unión Europea han sufrido importantes ineficiencias debido a retrasos en su ejecución, interrupciones o complicaciones administrativas. • La sostenibilidad de la cooperación parece insuficiente debido al escaso desarrollo de la capacidad local para ofertar servicios de consultoría que permitan seguir evaluando los distintos proyectos. Por ello, se enumeraron tres tipos de recomendaciones para mejorar la efectividad de la cooperación económica a través del programa MEDA: a) Recomendación de tipo estratégico lo que supone incidir en la necesidad de mejorar el diseño de una estrategia a nivel nacional, asistiendo a los países socios para identificar mejor sus fortalezas y sus debilidades en relación al desarrollo económico y social, así como en el diseño de los programas y medidas para consolidar el proceso de Barcelona. b) Recomendaciones sobre la programación de las acciones haciendo hincapié en la necesidad de vincular las Facilidades de Ajuste Estructural con los proyectos de asistencia técnica; mejorar la complementaridad entre las acciones del BEI y los programas regionales y dedicar mayores esfuerzos al fomento del comercio y de las relaciones exteriores. c) Recomendación sobre la implementación de las acciones que se centra en promover la desconcentración de las acciones con el fin de facilitar su gestión así como en mejorar la fase preparatoria de los proyecos e impulsar la evaluación y seguimiento de los mismos, dando para ello un peso mayor a las autoridades locales. 27 Inversiones a través del BEI Los préstamos del Banco Europeo de Inversiones (BEI) en la región mediterránea han estado orientados fundamentalmente a la promoción de las Pymes. Entre 1995-2000, éstos préstamos ascendieron a 7424 miles de millones de euros. Para el periodo 20002007 se han presupuestado unos préstamos por un valor de 6400 miles de millones de euros. Paralelamente, en el año 2002 se creó el Fondo de apoyo a la asistencia técnica (FEMIP) que para el periodo 2003-2006 consta de un presupuesto de 105 millones de euros. FEMIP es un nuevo instrumento que pretende mejorar la calidad y el impacto de las operaciones de préstamos del BEI en el área mediterránea. Dichos fondos se utilizarán 15 , entre otros, en el sector privado mediante préstamos a largo plazo para Pymes, instrumentos de capital riesgo y participaciones patrimoniales. Durante el año 2004, se han financiado 20 operaciones de asistencia técnica por un valor de 13.8 millones de euros, de los cuales el 70 por 100 se dedicaron a infraestructuras, medio ambiente y agua. El apoyo directo al sector privado, dirigido a potenciar las capacidades de préstamo de los intermediarios bancarios ha supuesto un 25 por 100 de los fondos utilizados. 2. Cooperación en materia de ciencia y tecnología: programas marco en I+D La cooperación entre la UE y sus socios Mediterráneos en ámbitos relacionados con el desarrollo de la ciencia y tecnología se estableció como una de las prioridades del partenariado Euro-Mediterráneo de la Conferencia de Barcelona de 1995. Esta cooperación, que se enmarca dentro de los tres últimos programas marco de I+D de la UE, se ha desarrollado desde 1995 a través de los programas INCO-Med. En junio de 2003 se constituyó un Comité de Seguimiento para la Cooperación EuroMediterránea (Monitoring Committee, MoCo), cuyas recomendaciones se centran en: a) la necesidad de mejorar las sinergias de cooperación bilateral, regional y multilateral en materia de Ciencia y Tecnología; b) identificar buenas prácticas en apoyo a la participación de los países EuroMediterráneos en los Programas Europeos de I+D. A continuación se detallan los tres programas INCO vigentes hasta el momento INCO-Med I (1994-1998) 15 Además de utilizarse para el sector privado, los fondos del FEMIP se utilizarán igualmente para proyectos en los sectores siguientes: medio ambiente, transportes y telecomunicaciones, energia, educación y salud. 28 El IV Programa Marco de I+D de la UE (1994-1998) supuso un importante cambio en la colaboración internacional de I+D, basado en dos instrumentos: por un lado, el diseño de un programa específico de cooperación con terceros países y organismos internacionales (INCO 1), y por otro el reconocimiento de una dimensión internacional en todos los programas específicos. Estos programas se abrieron a la participación de terceros países europeos, y concretamente en la región mediterránea dieron lugar a los programas INCO-MED. El IV Programa Marco se dividió en cuatro áreas que reflejan la naturaleza de los objetivos básicos de cooperación: Área 1: Cooperación con terceros países (COST, EUREKA, INCO-MED) y organismos internacionales de I+D; Área 2: Cooperación con países del Centro y Este de Europa, así como con los nuevos países independientes de la antigua Unión Soviética (INCO-Copernicus); Area 3: Cooperación con países industrializados no UE (Canadá, Israel, Sudáfrica, Estados Unidos); y Area 4: Cooperación con países en desarrollo (INCO-DC). INCO-Med II (1998-2002) En esta segunda fase, el proyecto (incluido en el V Programa Marco de I+D) se ha orientado hacia el impulso de la ciencia y la tecnología en los países Mediterráneos así como a la mejora de su potencial de investigación y capacidad innovadora. La prioridad se otorgó a: • la modernización socioeconómica regional (fomento de una cultura empresarial de innovación tecnológica, modernizando la urbanización y las redes de transporte, y creando una sociedad Euro-Mediterránea de la información); • la preservación y gestión de los recursos hídricos, vitales y escasos; • la preservación de la herencia cultural y otros elementos clave para la actividad turística, como los ecosistemas marinos; • la promoción de sociedades de salud. El Informe de evaluación del Proyecto 16 recoge entre sus recomendaciones la necesidad de realizar un esfuerzo para identificar y eliminar procesos administrativos innecesarios, aumentando así la velocidad y transparencia de los trámites; además, recuerda la obligación de que los científicos dediquen el 50 por 100 de su tiempo al seguimiento de los proyectos científicos y tecnológicos. Por otra parte, considera imprescindible mantener y construir capacidades para la cooperación intergubernamental, así como prestar una mayor atención a la promoción de proyectos conjuntos de investigación 16 European Commission, “Five year Assessment report related to the specific programme: confirming the international role of Community Research 1995-1999” (mayo 2000). 29 basados en acuerdos de ciencia y tecnología. En todo caso, el éxito de la implementación de los acuerdos dependerá de una evaluación continua, así como del establecimiento de procesos de cooperación que no sean excesivamente complejos. El Cuadro 10 resume la participación por países en los distintos programas y acciones del proyecto entre 1995 y 1998, a través de una serie de indicadores como el número de participantes en propuestas y contratos, la contribución en los contratos firmados, las patentes solicitadas, el gasto público en educación o el número de científicos e ingenieros participantes. CUADRO 10 ACCIONES Y PROGRAMAS ESPECÍFICOS DE ACTIVIDAD EN COOPERACIÓN INTERNACIONAL (INCO-MED), 1995-1998 (Participación de los países socios del Mediterráneo) INCO-Med III (2002-2006) Al igual que en el INCO-Med II, el INCO-Med III que se enmarca dentro del VI Programa marco de I+D, centra su actuación en las siguientes áreas estratégicas: • Medio Ambiente: los proyectos se orientarán hacia la planificación y gestión integrada de unos recursos hídricos limitados (incluyendo innovaciones tecnológicas para abastecimientos alternativos de agua), así como al desarrollo de energías renovables, especialmente aplicadas al tratamiento, distribución, y potabilización del agua. • Protección y conservación de la herencia cultural: la preservación de la arquitectura y otros elementos del patrimonio cumple el doble objetivo socioeconómico y cultural de proteger las raíces de la civilización mediterránea, e impulsar un desarrollo sostenible de la actividad turística en esta región. • Salud: los proyectos de investigación se dirigirán a la identificación y caracterización de los ámbitos relacionados con los cambios demográficos y económicos de la región, incluyendo aspectos reproductivos. Según la Comisión Europea, un análisis de los resultados de los Programas INCO-MED refleja un moderado éxito entre los países mediterráneos participantes. Algunas encuestas defienden la posibilidad de mejorar los resultados de estos países mediante una mayor comprensión del significado, contenido y procedimientos de participación en los programas comunitarios de I+D. Entre las dificultades que encuentran los países mediterráneos, cabe también citar la ausencia de infraestructuras que faciliten la 30 participación en el Programa Marco comunitario. De hecho, tan sólo, Israel y Turquía disponen de una estructura nacional de Puntos de Contacto 17 . Por este motivo, y dentro del VI Programa Marco de I+D, la Comisión expresó su deseo de integrar mejor a los países mediterráneos abriendo para ello el Área Europea de Investigación al resto del mundo, y especialmente a esta zona. En este sentido, el proyecto “Abriendo el Area Europea de Investigación a los países mediterráneos”, pretende diseñar e implementar un conjunto de medidas para la creación de una red operativa de Puntos de Información en tres países mediterráneos (Marruecos, Jordania y Túnez), impulsando también el desarrollo de la red ya existente en Turquía. Se pretende que dicho proyecto contribuya positivamente a mejorar los resultados de los países mediterráneos en éste área. En todo caso, tal y como se recoge en el Cuadro 11, la proporción de recursos destinados a las actividades de I+D sigue sin ser homogénea en el área, observándose todavía una falta de prioridad de la I+D en la mayoría de los países de la ribera sur del Mediterráneo. Así, el porcentaje del PIB destinado a la I+D se situó durante el periodo 1997-2002 en niveles inferiores al 1,0 por 100 en todos los países de la ribera sur del Mediterráneo, excepto en Israel, frente al 1,5 por 100 de media en la UE-25. Hay que incidir aquí en la relación directa existente entre mayor gasto en I+D y mejora de la competitividad y de los resultados económicos, máxime en un contexto de importancia creciente del conocimiento en las economías. Por este motivo, favorecer los intercambios de investigadores entre las dos riberas del Mediterráneo e incrementar el gasto público destinado a la I+D, son desafíos importantes de cara a los próximos años para que la mejora de la competitividad de la zona pueda ser una realidad. Ello debe venir complementado con el desarrollo tanto de infraestructuras científicotécnicas como aquellas otras de transporte, de obras civiles de interés general, de dotación de equipamientos para la generalización de servicios públicos para la calidad de vida y la competitividad empresarial, de dotaciones de equipamientos y de telecomunicaciones para afianzar de forma continuada y creciente la competitividad. 17 Los NCPs o Puntos de Contacto Nacionales son estructuras nacionales que ayudan a las organizaciones de cada país a localizar socios de terceros países, así como a la asistencia en procedimientos o asuntos administrativos, a través de la prestación de una serie de servicios acordados por todos los países (guía en prioridades temáticas, apoyo en procedimientos administrativos y contractuales, asistencia y formación, distribución de documentación, y asistencia en la búsqueda de socios). 31 CUADRO 11 GASTO EN I+D Y NÚMERO DE INVESTIGADORES EN LA REGIÓN EUROMEDITERRÁNEA, 1987-2003 32 IV. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES • El proceso de Barcelona está avanzando de forma muy lenta, no habiendo sido capaz de generar las tasas de crecimiento necesarias para absorber las crecientes necesidades de empleo de la región. También ha sido insuficiente el avance en la convergencia económica, lo que ha dificultado la reducción del diferencial de renta entre las dos riberas del Mediterráneo lo que sin duda pone de manifiesto las dificultades de cumplir los Objetivos del Milenio de Naciones Unidas si no se acelera la cooperación entre las dos riberas. • En este contexto cabe plantearse la necesidad de revisar el proceso de Barcelona de forma a orientarlo en los próximos años hacia cuestiones más estratégicas. Siguiendo la propuesta de la Comisión Europea, 18 los Consejos Económicos y Sociales del área Euromediterránea reiteran la importancia de concentrar los esfuerzos de cooperación en los próximos años en los tres ejes siguientes: a) desarrollo de los derechos humanos y de la democracia, b) crecimiento y reformas económicas sostenibles, c) educación y capital humano. • Es necesario seguir promoviendo la cooperación en dichos ámbitos así como la cooperación regional entre los países de la ribera sur, reforzando la defensa de los derechos sociales y aumentando la competitividad del área. • Ello supone reforzar los mecanismos de protección social en los países del sur y del este del Mediterráneo para lograr una mayor igualdad social, proteger a los sectores más desfavorecidos y mejorar los estándares de protección social. • Igualmente, se debería avanzar en el respeto y el cumplimiento de las normas y derechos fundamentales de validez universal en materia laboral y en el establecimiento de unos derechos sociales y laborales mínimos irrenunciables, tal y como se recoge en la Declaración 19 de la OIT adoptada en 1998 relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajo, resultante del compromiso de los gobiernos y de las organizaciones de empleadores y de trabajadores de respetar y defender los valores humanos fundamentales. De esta forma se evitaría que la competitividad se fundamente en salarios bajos y deteriore las condiciones laborales, lo que requiere fomentar e impulsar la negociación 18 Comunicación de la Comisión Europea. Décimo aniversario de la Asociación Euromediterránea: programa de trabajo para atrontar los retos de los cinco próximos años. COM (2005) 139, 14 de abril de 2005. 19 La Declaración abarca cuatro áreas: la libertad de asociación y la libertad sindical y el derecho de negociación colectiva; la eliminación del trabajo forzoso u obligatorio; la abolición del trabajo infantil, y; la eliminación de la discriminación en materia de empleo y ocupación. 33 colectiva, adaptándose a las diferentes situaciones, sobre la base de un consenso social. • Por otro lado, la cooperación entre las dos riberas del Mediterráneo pasa por una mejor cooperación tecnológica e industrial que debe orientarse hacia la promoción de los intercambios comerciales (con los periodos de salvaguardia necesarios y evitando en todo caso las prácticas comerciales de dumping) y hacia la instrumentación de proyectos concretos de cooperación que permitan aprovechar las oportunidades de cada país en función de las distintas realidades. • Los flujos de inversión directa hacia la ribera sur del Mediterráneo siguen siendo débiles, lo que pone de manifiesto la necesidad de seguir incentivando y promoviendo el incremento de los mismos mediante la superación de los obstáculos aún existentes (falta de transparencia, dificultades administrativas, ausencia de un sistema financiero y bancario desarrollado, falta de incentivos fiscales para la creación de empresas, etc) 20 y la adopción de las medidas necesarias para atraer nuevos capitales. 20 • En relación con la internacionalización de las economías y los procesos de inversión en el exterior, cabe también reiterar lo dicho en la Cumbre de los CES Euromediterráneos celebrada en Casablanca sobre la necesidad de definir reglas claras y transparentes en materia de organización de la subcontratación, desarrollando modalidades estables a medio plazo que cumplan los reglamentos sobre prácticas restrictivas a la competencia con el fin de proteger a las empresas económicamente más débiles. • Igualmente cabe manifestar que, en muchos casos, la deslocalización de activididades productivas, si se hace de forma ordenada y redunda en claros beneficios para el país de destino al contribuir a su desarrollo, puede frenar los movimientos migratorios incontrolados y no siempre deseados en la zona euromediterránea. Ello en todo caso pasa por integrar las políticas de migración y cooperación de manera que se luche de forma activa contra las causas que generan la migración clandestina e irregular y se mejore la gestión de los flujos migratorios. • Las consecuencias sociales de la liberalización comercial y económica en la región han sido poco estudiadas, y deben de seguir haciéndose esfuerzos en este sentido para tener un panorama más claro tanto de la evolución del tejido Véase página 24 de este Informe. 34 industrial y empresarial como del capital humano existente, así como de la implicación de la sociedad civil en todo el proceso. • La cooperación tecnológica e industrial pasa también por el fomento de los intercambios y de la interrelación a nivel empresarial, debiendo reforzarse los medios para la creación y desarrollo de las empresas (especialmente de las Pymes, las microempresas y las empresas de la economía social) con fuerte capacidad para crear empleo tal y como se recoge en las conclusiones de la reciente Cumbre Euromediterránea de Ministros de Asuntos Exteriores del pasado mes de mayo, fomentando para ello el espíritu empresarial sin olvidar el aspecto territorial o local. • En este sentido, para materializar al máximo las oportunidades de la cooperación euromediterránea se deben establecer mayores garantías para los operadores en todos los ámbitos. Ello supone continuar en el proceso de mejoras del contexto institucional, jurídico y administrativo en que operan y se desarrollan, sobre todo, las Pymes. En este sentido, retomando lo dicho en la Cumbre de Casablanca de los CES Euromediterráneos relativo a las Pymes, hay que seguir haciendo esfuerzos para: o eliminar las rigideces administrativas que pesan todavía sobre las Pymes, mediante el establecimiento de sistemas de control y reglamentación que se adecuen a sus necesidades de desarrollo y expansión. o simplificar los procedimientos administrativos tanto para la inversión como para las relaciones empresariales y la Administración. o facilitar la divulgación de la información relativa a los adelantos tecnológicos y a la modernización de los equipamientos. • Asimismo, los gobiernos de ambas riberas del Mediterráneo deben dar prioridad a la lucha contra la corrupción y a un mayor control de la economía informal. Por ello, en el marco de la cooperación entre las dos riberas del Mediterráneo y con el fin de generar entornos favorables a la actividad económica y empresarial e incrementar los flujos de inversión extranjera directa en la zona, resulta necesario adoptar medidas de apoyo en ámbitos como: o la transparencia en la gestión pública y la lucha contra la corrupción, o el fortalecimiento de la institucionalidad democrática, o la Administración eficiente tanto en el ámbito local como nacional, o el acceso a la justicia y la seguridad jurídica. 35 • Acometer las reformas institucionales y políticas necesarias que permitan integrar la economía informal en la economía formal y desarrollar un marco jurídico e institucional para la propiedad (incluyendo la propiedad intelectual), el desarrollo empresarial y los derechos laborales, contribuirá a mejorar la protección de los agentes económicos a la vez que permitirá incidir positivamente sobre el crecimiento económico. • Por otro lado, la transferencia de tecnología entre las dos riberas del mediterráneo debería seguir impulsándose mediante un mayor desarrollo de una sociedad de la información más integrada entre las dos orillas, mediante la creación de redes virtuales entre personas y entes (públicos y privados) que se dediquen a actividades de investigación en ambas orillas del Mediterráneo. Asimismo, hay que insistir en la necesidad de fomentar estructuras estables de ciencia y tecnología con el fin de facilitar una mayor asimilación de las oportunidades que la cooperación tecnológica entre ambas orillas puede brindar. Ello a su vez contribuirá a frenar la fuga de cerebros y de talentos, e incluso a hacer atractivo el retorno del capital humano, elementos necesarios para un desarrollo económico más harmonioso de la zona. • En efecto, el factor humano es un elemento básico del éxito de toda política de cooperación, por lo cual el fomento, el intercambio de experiencias y sobre todo la potenciación y desarrollo del capital humano que pasa por una mayor cooperación en el ámbito de la educación y la formación son elementos imprescindibles de la cooperación tecnológica e industrial entre las dos riberas del mediterráneo. • La promoción de los canales de participación social debe ser considerada fundamental en dicho marco de cooperación. En este sentido, cabe reiterar la necesidad de que cualquier medida de carácter económico y social que se lleve a cabo en el marco de la cooperación tecnológica e industrial sea objeto de un debate público con la participación de organizaciones y de instituciones económicas y sociales representativas. • El intercambio entre los agentes sociales, los representantes de los Consejos Económicos y Sociales e instituciones similares existentes en el Mediterráneo debe seguir potenciándose como elemento vertebrador del diálogo social. • En este sentido, cabe resaltar el proyecto TRESMED lanzado en el año 2001 en la Cumbre Euromediterránea de CES e instituciones similares, celebrada en Nápoles, para llevar a cabo acciones concretas que contribuyan a la Asociación Euromediterránea. Desde su lanzamiento, el TRESMED ha impulsado una cooperación regional estable entre CES y agentes económicos y sociales de 36 ambas riberas del Mediterráneo, reivindicando el papel de las instituciones consultivas en las sociedades democráticas y el fortalecimiento de vínculos entre los representantes de la sociedad civil y su participación activa en la construcción del proceso de Barcelona. Esta cooperación ha permitido la creación de CES en Turquía, Israel y los Territorios Palestinos, y ha reforzado el diálogo para su creación en Marruecos, a la vez que sigue con el mayor interés el proceso en Siria o Jordania. En el marco de la Nueva Política de Vecindad comunitaria de la Unión Europea ampliada, esta cooperación de los CES o instituciones similares cobra sin duda mayor relevancia, por lo que debería seguir potenciándose. 37 ANEXO: CUADROS DEL TEXTO CUADRO 1 ESTRUCTURA PRODUCTIVA EN LA REGION EUROMEDITERRÁNEA EN 2003 PIB Países VAB (%PIB), 2003 Empleo por sector de actividad, Tasa 2001 (%) de Variación anual Agricultura Industria Servicios paro* Agricultura Industria Servicios 1990-2003 (%) Unión Europea Austria Bélgica Chipre República Checa Dinamarca Estonia Finlandia Francia Alemania Grecia Hungría Irlanda Italia Luxemburgo Letonia Lituania Malta Holanda Polonia Portugal España Eslovaquia Eslovenia Suecia Reino Unido 2,1 2,1 1,4 2,4 1,5 2,9 1,9 1,5 2,7 2,4 7,6 1,6 -0,1 0,0 2,7 4,7 2,6 2,8 2,5 4,0 2,3 2,6 2 1 4 3 5 3 3 1 7 4 3 3 5 7 3 3 4 3 4 3 2 1 32 27 40 27 30 33 25 30 22 31 42 29 24 34 26 31 30 30 30 36 28 26 66 72 57 71 65 64 72 69 70 65 54 69 71 59 71 66 66 66 67 61 70 73 4,8 7,8 5,0 8,3 5,4 9,2 8,8 9,7 9,5 10,5 5,9 4,5 8,0 4,8 9,8 10,8 7,3 4,6 18,8 6,7 11,0 18,0 6,0 6,3 4,7 5,7 2,2 4,7 4,8 3,3 6,9 5,6 1,6 2,6 16,0 6,2 7,0 5,3 0,4 15 16,3 2,2 2,9 19,1 12,7 6,4 6,1 9,8 2,3 1,4 29,9 24,7 23,3 40,4 25,4 33,0 27,2 24,4 32,5 22,8 34,7 29,1 32,1 23,6 25,6 27,6 31,8 21,2 30,5 34,6 31,6 37,6 38,1 23,8 24,9 64,3 68,2 68,1 54,8 70,9 60,1 66,7 74,1 64,7 61,2 58,9 63,4 62,5 76,1 59,4 56,1 65,8 73,4 50,4 52,7 61,9 56,2 50,8 73,8 73,4 Países Socios Mediterráneos Argelia Egipto Israel Jordania Líbano Marruecos Autoridad Palestina Siria Túnez Turquía 2,4 4,5 4,3 4,6 4,6 2,7 4,3 4,6 3,1 11 16 2 12 18 23 13 13 65 34 26 20 30 29 30 22 24 50 72 68 52 48 58 65 26,2 9,0 9,3 13,2 8,6 19,0 11,2 14,3 10,3 26,1 29,6 1,9 7,3 5,7 12,0 38,9 32,6 31,3 21,3 23,4 31,0 33,4 28,8 30,3 24,3 42,6 49,1 74,0 61,8 60,6 58,5 30,8 43,1 *Los datos de desempleo de la UE-25 provienen de Eurostat y se refieren al año 2004. Los datos de empleo y paro de los Países Socios Mediterráneos provienen de la OIT y hacen referencia al último dato disponible. Fuente: The World Bank, World Development Report 2005, A better investment climate for everyone, Eurostat y ILO, Key Indicators of the Labour Market, Third Edition, 2003. 38 CUADRO 2 COMERCIO EXTERIOR DE LA UNIÓN EUROPEA (UE-25) CON LOS PAÍSES DEL MEDITERRÁNEO, 1995-2004 (En miles de millones de Euros) Importaciones Países MED Argelia Egipto Israel Jordania Líbano Marruecos Siria Túnez Turquía Total % comercio exterior de la UE -25 1995 2000 4,84 2,19 4,66 0,14 0,11 4,02 1,73 3,35 9,24 30,29 16,62 15,25 3,50 4,18 10,50 8,60 0,18 0,26 0,25 0,24 6,12 6,53 3,56 2,55 5,56 6,75 18,21 30,95 64,52 75,33 6,0 6,4 2004 7,3 Exportaciones 04/95 % 1995 2000 2004 Saldo comercial 04/95 % 1995 2000 2004 215,1 90,9 84,5 85,7 118,2 62,4 47,4 101,5 235,0 148,7 4,73 5,05 9,66 1,05 2,47 4,73 1,38 4,16 13,39 46,61 6,21 8,15 16,18 1,65 2,94 7,81 1,84 7,33 30,69 82,79 9,45 7,39 12,76 1,95 3,2 8,85 2,34 7,57 38,02 91,53 99,8 46,3 32,1 85,7 29,6 87,1 69,6 82,0 183,9 96,4 -0,12 2,86 5,00 0,91 2,36 0,71 -0,36 0,80 4,15 16,32 -10,41 4,65 5,67 1,47 2,69 1,69 -1,72 1,76 12,47 18,27 -5,81 3,21 4,15 1,69 2,96 2,31 -0,21 0,83 7,07 16,21 - 8,7 9,6 9,3 - - - - Fuente: Eurostat, External and Intra-European Union Trade, Monthly Statistics, 7/2005. CUADRO 3 INVERSIÓN EXTRANJERA DIRECTA EN LOS PAÍSES DEL MEDITERRÁNEO, 1997-2003 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 1997-2003 Países Mill $ Mill $ Var% Mill $ Var% Mill $ Var% Mill $ Var% Mill $ Var% Mill $ Var% Mill $ Argelia Egipto Israel Jordania Líbano Marruecos A. Palestina Siria Túnez Turquía 260 887 1.628 361 150 1.188 149 80 365 805 501 92,7 507 1,2 438 -13,6 1.196 173,1 1.065 20,1 2.919 174,1 1.235 -57,7 510 -58,7 1.760 8,1 2.889 64,1 4.392 52,0 3.044 -30,7 310 -14,1 158 -49,0 787 398,1 100 -87,3 200 33,3 250 25,0 298 19,2 249 -16,4 417 -64,9 1.376 230,0 423 -69,3 2.808 563,8 58 -61,1 19 -67,2 76 300,0 51 -32,9 82 2,5 263 220,7 270 2,7 205 -24,1 668 83,0 368 -44,9 779 111,7 486 -37,6 940 16,8 783 -16,7 982 25,4 3.266 232,6 1.065 647 1.648 56 257 428 41 225 821 1.037 Total 5.873 6.001 6.225 -47,8 8.941 2,2 9.532 58,8 9.680 1,6 11.915 23,1 -11,0 634 -40,5 4.601 26,9 237 -63,4 7.500 -45,9 3.745 127,2 19.106 -44,0 379 576,8 2.151 3,2 358 39,3 1.762 -84,8 2.279 432,5 8.919 -19,6 394 9,8 150 -33,3 1.275 68,9 584 -28,9 4.071 -68,2 575 -44,6 8.388 % Total 7,9 12,9 32,8 3,7 3,0 15,3 0,7 2,2 7,0 14,4 43,6 58.167 100,0 Fuente: UNCTAD. 39 CUADRO 4 TRATAMIENTO REGULADOR DE LA INVERSION DIRECTA EXTRANJERA EN LOS PAÍSES MEDITERRÁNEOS Argelia Egipto Jordania Líbano Marruecos Siria Túnez AR AR R - - - AR R AR R - - - R a. Sector primario b. Manufacturas - R R R - - - - R - c. Servicios financieros - R R - - - R d. Otros servicios 4. Restricciones a las transferencias extranjeras resultado de la liquidación de IDE R R AR R AR AR R R AR 5. Compra de inmovilizado por motivos empresariales por no residentes R R R R R R R a. Acceso a las finanzas locales b. Acceso a la privatización c. Acceso a las licitaciones públicas 7. Resultados requeridos 8. Incentivos fiscales y otros incentivos AR R - AR AR R AR R AR - AR - AR - AR AR - R SI R SI SI - - R SI R SI 9. Agencias de promoción de la inversión SI SI SI SI SI NO SI 1. Limitación a la entrada de IDE 2. Limitación a la compra de acciones por no residentes 3. Limitación sectorial establecimiento de la IDE para el 6. Excepciones al tratamiento nacional para empresas extranjeras Notas: R: restricciones, AR: Ausencia de restricciones, "-" dato no disponible. Fuente: OCDE, OECD-MENA Investment Steering Group Meeting, "Regulatory Environment for International Investment in MENA Countries: Draft overview and preliminary Inventory of Available Information", Julio 2004. 40 CUADRO 5 PESO DE LAS DISTINTAS MEDIDAS DE REESTRUCTURACIÓN EMPRESARIAL EN LA PERDIDA PREVISTA DE EMPLEO EN LA UNIÓN EUROPEA (Porcentaje sobre el total) Países Austria Bélgica Chipre República Checa Dinamarca Estonia Finlandia Francia Alemania Grecia Hungría Irlanda Italia Lituania Holanda Polonia Portugal España Eslovaquia Eslovenia Suecia Reino Unido Total UE-25 Outsourcing Relocalización Deslocalización 1,3 0,0 0,0 0,0 1,3 0,0 0,0 0,1 0,1 0,0 0,0 0,8 15,1 0,0 0,7 0,4 0,0 0,0 0,0 0,0 1,1 1,3 1,4 1,1 1,5 0,0 2,9 6,6 0,0 0,9 0,8 2,1 0,0 0,0 0,9 2,1 0,0 0,6 0,0 4,0 1,1 3,2 0,0 2,0 1,3 1,5 2,8 1,7 0,0 1,1 11,2 0,0 12,0 5,1 3,6 0,0 7,4 3,1 3,3 0,0 2,1 0,7 15,1 2,0 0,0 19,8 4,0 6,5 4,8 Bancarrota/ Expansión Reestructuración Fusión/ Cierre empresarial interna Adquisición 29,1 0,0 58,9 6,8 15,3 0,0 76,3 5,3 100,0 0,0 0,0 0,0 5,2 0,0 90,8 0,0 15,7 0,0 65,2 0,0 100,0 0,0 0,0 0,0 8,3 0,0 74,6 3,0 21,7 0,0 66,4 5,9 10,9 0,0 79,5 3,8 100,0 0,0 0,0 0,0 30,6 0,0 62,0 0,0 22,9 0,0 68,7 3,1 7,2 0,0 70,7 1,5 28,9 0,0 71,1 0,0 9,9 0,0 84,8 1,7 6,1 0,0 84,3 7,7 32,4 0,0 47,3 0,8 16,7 0,0 79,4 0,7 15,9 4,0 73,6 0,0 15,6 0,0 35,0 6,7 7,6 4,9 79,8 0,7 11,2 0,1 75,4 4,2 13,3 0,3 74,9 3,8 Fuente: Fundación Europea para la Mejora de las Condiciones de Vida y de Trabajo, Observatorio de las reestructuraciones en Europa, http://www.eurofund.eu.int/erm. 41 CUADRO 6 ACUERDOS EUROMEDITERRÁNEOS DE ASOCIACIÓN ENTRE LA UNIÓN EUROPEA Y SUS SOCIOS MEDITERRÁNEOS Socios Mediterráneos Firma del acuerdo Situación Argelia Egipto Israel Jordania Líbano Marruecos 22/04/2002 25/06/2001 20/11/1995 24/11/1997 17/06/2002 26/02/1996 En vigor desde el 01/09/2005 En vigor desde el 01/06/2004 En vigor desde el 01/06/2000 En vigor desde el 01/05/2002 En proceso de ratificación En vigor desde el 01/03/2000 Autoridad Palestinaa) Siria Túnez 24/02/1997 19/10/2004 17/07/1995 En vigor desde el 01/07/1997 En proceso de ratificación En vigor desde el 01/03/1998 Turquíab) 06/03/1995 En vigor desde el 31/12/1995 Notas: a) Acuerdo interino de Asociación , en espera de un Acuerdo Euromediterráneo de Asociación. b) Acuerdo por el que se establece la fase final de la Unión Aduanera. Fuente: Comisión Europea. MEMO/04/275. 42 CUADRO 7 APERTURA Y CIERRE DE UN NEGOCIO, 2004 Apertura de un negocio Países Países MED Argelia Egipto Israel Jordania Líbano Marruecos Siria Túnez Turquía Países UE Francia Grecia Italia España Media OCDE Procedimientos (Nº) Tiempo (Nº de días) Cierre de un negocio Renta bruta pc ($) Coste (%renta bruta pc) Capital Mínimo (%renta bruta pc) Tiempo (Nº de años) Coste Tasa de (% Recuperación propiedad)* (centimos de $)** Economía informal (%renta bruta pc) 14 13 5 11 6 5 12 9 8 26 43 34 36 46 11 47 14 9 1890 1390 16020 1850 4040 1320 1160 2240 2790 27,3 63 5,5 52 131,5 12,3 34,2 11 26,4 65,5 815,6 0 1147,7 82,3 718,6 5053,9 327,3 25 3,5 4,2 4 4,3 4 1,8 4,1 1,3 2,9 4 18 23 8 18 18 8 8 8 37 18,4 38 26,7 19,3 34,8 29,2 50,1 25,7 33,4 35,1 21,9 19,4 34,1 36,4 19,3 38,4 32,1 7 15 9 6 6 8 38 13 108 25 24770 13720 21560 16990 25773 1,1 35,2 16,2 16,5 8 0 125,7 11,2 16,9 44,1 1,9 2 1,2 1 1,7 8 8 18 8 6,8 46,6 45,6 43,5 83,4 72,1 15,3 28,6 27 22,6 16,8 NOTAS: p.c. = per capita. * Los costes incluyen los costes judiciales (abogado, etc..) así como las costes de insolvencia. ** La tasa de recuperación mide la eficiencia de los procesos de insolvencia o cese de actividad, expresados en términos de los céntimos de dólar que recuperan los damnificados de la empresa insolvente. Fuente: World Bank, DoingBussiness. Explore Economies (2004). 43 CUADRO 8 ACCESO AL CRÉDITO Y DERECHOS DE PROPIEDAD, 2004 Acceso al crédito Países Países MED Argelia Egipto Israel Jordania Líbano Marruecos Siria Túnez Turquía Países UE Francia Grecia Italia España Media OCDE Coste del préstamo (% renta pc) Indice de Derechos Legalesa Derechos de propiedad Indice de Procedimientos Tiempo Información (Nº)c (Nº de días) b de Créditos Coste (% valor propiedad) 0,4 52,7 4,0 56,3 2,2 62,2 6,4 22,4 19,9 3 0 8 6 4 2 5 4 1 0 3 4 3 4 2 0 2 4 16 7 7 8 8 3 4 5 8 52 193 144 22 25 82 23 57 9 9,0 7,0 6,3 10,0 5,9 6,1 30,4 6,1 3,3 0,5 29,5 3,7 11,4 3 1 3 5 3 4 6 6 10 12 8 3 193 23 27 25 5,8 13,7 1,3 7,1 5,2 6,3 5 4 34 4,9 NOTAS: p.c. = per capita. a) El índice de derechos legales mide si la legislación favorece o no los préstamos. El indicador varía de 0 a 10, indicando los valores más altos que la legislación está bien diseñada para facilitar el acceso al crédito. b) Este indicador mide el objeto, la calidad y la accesibilidad a la información sobre créditos, disponible en registros públicos o privados. El índicador varía de 0 a 6, siendo el valor más alto el que indica una mejor información. c) Se refiere al número de procedimientos necesarios para transferir el título de propiedad entre el vendedor y el comprador. Fuente: World Bank, DoingBussiness. Explore Economies (2004). 44 CUADRO 9 COMPROMISOS Y PAGOS DEL PROGRAMA MEDA 1995-2003 (Millones de Euros) MEDA I (1995-1999) MEDA II (2000-2003) Compromisos Pagos Ratio P/C Compromisos Pagos Ratio P/C Cooperación bilateral Argelia 164 30,2 18,4 181,8 32,7 18,0 Cisjordania y Gaza 111 54,0 48,6 277,8 234,3 84,3 Egipto 686 157,1 22,9 194,5 209,5 107,7 Jordania 245 108,4 44,2 169,4 192,0 113,3 Líbano 182 1,2 0,7 55,7 62,5 112,2 Marruecos 656 127,6 19,5 525,3 285,3 54,3 99 0 0,0 82,7 20,8 25,2 428 168,0 39,3 306,6 243,7 79,5 2571 646,5 25,1 1793,8 1280,8 71,4 480 228,8 47,7 590,1 304,0 51,5 3051 875,3 28,7 2383,9 1584,8 66,5 Siria Túnez Total bilateral Cooperación regional TOTAL Fuente: http://europa.eu.int/comm/europeaid/projects/med/financial/1995-2003.pdf CUADRO 10 ACCIONES Y PROGRAMAS ESPECÍFICOS DE ACTIVIDAD EN COOPERACIÓN INTERNACIONAL (INCO-MED), 1995-1998 1995-98 Países Argelia Egipto Jordania Líbano Marruecos Siria Túnez 1998 1996 Participantes Participantes Contribución PIB PIB pc Solicitudes de en todas las en contratos en contratos (miles de ($) patentes por propuestas firmados firmados millones residentes y recibidas (mEcus) de $) no residentes 73 288 122 63 380 70 347 11 49 26 19 67 8 67 0,4 2,7 1,4 1,3 3,6 0,3 3,9 46,5 79,2 6,9 15,0 34,8 15,6 19,2 1.550 1.290 1.520 3.560 1.250 1.020 2.050 198 1.210 327 55 174 1996 1985-95 Gasto público en educación (% PIB) Científicos /millón habitantes 5,1 4,8 7,3 2,5 5,3 4,2 6,7 458 106 - Fuente: Comisión Europea, Five Year Assessment Report related to the specific Programme: Confirming the international role of Community Research (INCO 5YA, Final Report, 31 mayo 2000). 45 CUADRO 11 GASTO EN I+D Y NUMERO DE INVESTIGADORES EN LA REGION EUROMEDITERRÁNEA, 1987-2003 Países Unión Europea Austria Bélgica Chipre República Checa Dinamarca Estonia Finlandia Francia Alemania Grecia Hungría Irlanda Italia Luxemburgo Letonia Lituania Malta Holanda Polonia Portugal España Eslovaquia Eslovenia Suecia Reino Unido Media UE-25 Países Socios Mediterráneos Argelia Egipto Israel Jordania Líbano Marruecos Autoridad Palestina Siria Túnez Turquía Media PSM Gasto en I+D* (% PIB) Investigadores en I+D* (Por millón de habitantes) 1987-97 1997-2002 1987-97 1990-2003 1,5 1,6 1,2 2,0 0,6 2,8 2,3 2,4 0,5 0,7 1,6 2,2 0,4 0,7 2,1 0,8 0,6 0,9 1,1 1,5 3,8 2,0 1,5 2,2 2,2 0,3 1,2 2,5 0,7 3,5 2,3 2,5 0,6 1,0 1,1 1,1 1,7 0,4 0,7 1,9 0,6 0,9 1,0 0,6 1,5 4,3 1,9 1,5 1.627 2.272 209 1.222 3.259 2.017 2.799 2.659 2.831 773 1.099 2.319 1.318 1.049 2.028 2.219 1.358 1.182 1.305 1.866 2.251 3.826 2.448 1.910 2.346 3.180 569 1.467 4.822 2.253 7.431 3.134 3.222 1.357 1.473 2.315 1.156 3.757 1.476 1.824 2.826 1.469 1.745 2.036 1.707 2.364 5.171 2.691 2.575 0,2 2,4 0,3 0,2 0,3 0,5 0,7 0,2 5,1 0,2 0,6 0,7 1,4 459 94 30 125 291 200 1.570 1.977 29 1.013 345 987 Notas: (*): Los datos se refieren al año más reciente disponible durante el período considerado. Fuentes: Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, Informe sobre Desarrollo Humano, 2005; Information Technology Union (ITU), 2005.Anexo : estadisticas comparadas 46 ANEXO: ESTADÍSTICAS COMPARADAS 47 CUADRO A. 1 POBLACIÓN, 2003 Países Población Total (millones) Tasa anual de crecimiento demográfico (1975-2003) (2003-2015) Población menor Población de 65 de 15 años (% del años y más (% del total) total) Unión Europea Austria 8,1 0,3 0,1 16,0 14,0 Bélgica 10,4 0,2 0,1 17,1 15,1 Chipre 0,8 1,0 1,1 20,9 10,0 10,2 0,1 -0,1 15,3 12,2 Dinamarca 5,4 0,2 0,2 18,8 12,8 Estonia 1,3 -0,2 -0,3 16,2 13,9 Finlandia 5,2 0,4 0,2 17,7 13,4 Francia 60,0 0,5 0,3 18,3 14,5 Alemania 82,6 0,2 0,0 14,8 15,0 Grecia 11,0 0,7 0,1 14,6 15,2 Hungría 10,2 -0,1 -0,3 16,2 13,1 Irlanda 4,0 0,8 1,3 20,6 9,3 58,0 0,2 0,0 14,1 16,7 Luxemburgo 0,5 0,8 1,2 19,0 11,9 Letonia 2,3 -0,2 -0,5 15,9 14,2 Lituania 3,5 0,2 -0,4 18,0 13,0 Malta 0,4 1,0 0,4 18,5 11,1 Holanda 16,1 0,6 0,3 18,4 11,9 Polonia 38,6 0,5 -0,1 17,3 10,9 Portugal 10,4 0,5 0,3 16,0 14,4 España 41,0 0,5 - 14,3 17,0 Eslovaquia 5,4 0,5 0,0 17,8 10,1 Eslovenia 2,0 0,4 -0,1 14,5 12,9 Suecia 9,0 0,3 0,3 17,9 16,4 59,3 0,2 0,3 18,4 13,8 Argelia 31,9 2,5 1,5 31,2 3,6 Egipto 71,3 2,1 1,8 34,3 3,8 Israel 6,5 2,3 1,6 28,0 8,7 Jordania 5,4 3,7 2,1 38,0 2,3 Líbano 3,5 1,0 1,0 29,5 5,9 30,6 2,0 1,4 31,9 3,9 3,5 3,6 3,0 46,0 2,7 18,1 3,1 2,3 38,0 2,5 9,9 2,0 1,0 27,5 5,0 La República Checa Italia Reino Unido Países Socios Mediterráneos Marruecos Autoridad Palestina Siria Túnez Turquía 71,3 2,0 1,2 29,7 Fuente: Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, Informe sobre Desarrollo Humano, 2005. 4,3 48 CUADRO A.2 PRODUCCIÓN Y DESARROLLO, 1999-2003 PIB per capita Renta Nacional Bruta en PPA (en $) per capita en PPA (en $) Países 2003 Unión Europea Austria Bélgica Chipre República Checa Dinamarca Estonia Finlandia Francia Alemania Grecia Hungría Irlanda Italia Luxemburgo Letonia Lituania Malta Holanda Polonia Portugal España Eslovaquia Eslovenia Suecia Reino Unido Media UE Países Socios Mediterráneos Argelia Egipto Israel Jordania Líbano Marruecos Autoridad Palestina Siria Túnez Turquía 1999 2003 30.094 28.335 18.776 16.357 31.465 13.539 27.619 27.677 27.756 19.954 14.584 37.738 27.119 62.298 10.270 11.702 17.633 29.371 11.379 18.126 22.391 13.494 19.150 26.750 27.147 23.629 24.600 25.710 12.840 25.600 8.190 22.600 23.020 23.510 15.800 11.050 22.460 22.000 6.220 6.490 24.410 8.390 15.860 17.850 10.430 16.050 22.150 22.220 17.611 29.740 28.920 15.600 31.050 12.680 27.460 27.640 27.610 19.900 13.840 30.910 26.830 10.210 11.390 28.560 11.210 17.710 22.150 13.440 19.100 26.710 27.690 21.834 6.107 3.950 20.033 4.320 5.074 4.004 3.576 7.161 6.772 4.840 3.460 18.070 3.880 3.320 3.450 5.700 6.440 5.930 3.940 26.830 4.290 10.210 3.940 3.430 6.850 6.710 Coeficiente de Gini Indice de desarrollo humano (IDH)*, 2003 Valor Ranking 30 25 25 25 37 27 33 28 35 24 36 36 32 32 31 32 39 33 26 28 25 36 0,936 0,945 0,891 0,874 0,941 0,853 0,941 0,938 0,930 0,912 0,862 0,946 0,934 0,949 0,836 0,852 0,867 0,943 0,858 0,904 0,930 0,849 0,904 0,949 0,939 17 9 29 31 14 38 13 16 20 24 35 8 18 4 48 39 32 12 36 27 21 42 26 6 15 35,3 34,4 35,5 36,4 39,5 39,8 40,0 0,722 0,659 0,915 0,753 0,759 0,631 0,726 0,721 0,753 0,750 103 119 23 90 81 124 102 106 89 94 * El IDH es una medida del desarrollo humano que mide el progreso medio de un país en tres aspectos: el disfrute de una vida larga y saludable; el acceso a la educación y el tener un nivel de vida digno. Los valores de referencia para el cálculo del IDH son: a) la esperanza de vida al nacer; b) la tasa de alfabetización de adultos; c) la tasa bruta combinada de matriculación en educación primaria secundaria y terciaria; y d) el PIB per cápita (PPA en USD). EL IDH se calcula para 177 países (los países miembros de Naciones Unidas, más Hong Kong, y los Territorios Palestinos Ocupados). Fuente: Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, Informe sobre Desarrollo Humano, 2005 y World Bank, World Development Report, 2005. 49 CUADRO A.3 ESTRUCTURA COMERCIAL, 2003 Países Exportación de Exportación de Exportación de Importación Exportación productos de productos productos de bienes y de bienes y alta tecnología primarios (% de manufacturados servicios (% servicios (% (% de exportación de (% de exportación PIB) PIB) exportación de mercancías) de mercancías) mercancías) Relación de intercambio (1980=100) Unión Europea Austria 50 52 13 78 13 - Bélgica 80 82 17 80 8 105 Chipre - - 51 49 5 - República Checa 65 63 10 90 13 - Dinamarca 37 43 30 66 20 110 Estonia 83 75 26 74 13 - Finlandia 30 37 15 84 24 117 Francia 25 26 17 81 19 - Alemania 32 36 9 84 16 117 Grecia 28 20 40 58 12 71 Hungría 68 65 11 87 26 89 Irlanda 75 94 9 86 34 99 Italia 25 25 11 87 8 126 Luxemburgo 123 140 13 86 12 - Letonia 57 47 40 60 4 - Lituania 60 54 37 63 5 - Malta 89 88 4 96 62 - Holanda 58 63 29 71 31 103 Polonia 26 21 17 81 3 317 Portugal 38 30 14 86 9 - España 30 28 21 77 7 132 Eslovaquia 80 78 12 88 4 - Eslovenia 60 60 10 90 5 - Suecia 37 44 13 81 15 110 Reino Unido 28 25 16 78 26 99 Argelia 24 39 98 2 2 31 Egipto 24 22 63 31 0 53 Israel 44 37 7 93 18 112 Jordania 70 46 31 69 2 129 Líbano 39 13 31 68 2 - Marruecos 36 32 31 69 11 106 Autoridad Palestina 49 10 - - - - Siria 33 40 89 11 1 - Túnez 47 43 19 81 4 85 Países Socios Mediterráneos Turquía 31 28 15 84 2 Fuente: Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, Informe sobre Desarrollo Humano, 2005. 94 50 CUADRO A.4 CORRIENTES DE AYUDA Y CAPITAL, 2003 Países Asistencia Oficial para el Desarrollo recibida (AOD) (Desembolso neto) Entradas netas de inversiones extranjeras directas (% PIB) Otras corrientes privadas (% PIB) Total (millones de $) Per capita (en $) Unión Europea Austria - - - - Bélgica - - - - Chipre 18,7 24,2 9,0 - República Checa 263,3 25,8 2,8 3,2 - - - - 84,5 62,6 9,8 14,1 Finlandia - - - - Francia - - - - Alemania - - - - Grecia - - - - Hungría 248,4 24,5 3,0 3,2 Irlanda - - - - Italia - - - - Luxemburgo - - - - Letonia 113,7 49,0 2,7 2,4 Lituania 372 107,7 1,0 -1,8 Malta 10,1 25,3 - - Holanda - - - - Polonia 1191,5 31,2 2,0 1,4 Portugal - - - 3,5 España - - - - Eslovaquia 159,9 29,7 1,8 2,9 Eslovenia 65,9 33,6 1,2 - Dinamarca Estonia Suecia - - - - Reino Unido - - - - Argelia 361 11,5 1,9 -0,1 Egipto 893,8 13,2 0,3 -0,7 Israel 440,0 65,8 3,3 - Jordania 1234,3 232,5 3,8 -5,4 Líbano 228,3 50,8 1,9 0,2 Marruecos 522,8 17,4 5,2 0,3 Autoridad Palestina 971,6 288,6 - - Siria 160,3 9,2 0,7 - Túnez 305,5 30,9 2,2 3,1 Países Socios Mediterráneos Turquía 165,8 2,4 0,6 Fuente: Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, Informe sobre Desarrollo Humano, 2005. 0,5 51 Países CUADRO A.5 USO DE LA TECNOLOGÍA Usuarios de PCs Líneas telefónicas internet (Por 1000 hab) (Por 100 hab) (Por 100 hab) 1998 2003 Suscriptores de móviles (Por 100 hab) 2001 2002 2003 2001 2003 2001 2003 Austria 392,2 409,4 462,0 34,0 37,4 50,1 48,1 81,4 87,9 Bélgica 310,4 328,3 385,6 23,3 31,8 49,5 48,9 74,7 79,3 Chipre 217,5 293,7 337,1 24,7 27,0 61,4 57,2 45,6 74,4 República Checa 146,7 256,3 308,0 14,7 17,7 36,3 36,0 68,0 96,5 Dinamarca 429,5 512,8 541,0 54,2 57,7 66,0 66,9 74,0 88,3 Estonia 300,4 327,7 444,1 17,5 44,0 34,4 34,1 45,5 77,7 Finlandia 430,3 508,9 533,8 42,4 44,2 55,1 49,2 80,4 91,0 Francia 263,8 313,8 365,6 32,9 34,7 58,4 56,6 62,4 69,6 Alemania 376,0 411,9 472,5 38,0 48,5 56,7 65,7 68,1 78,5 Grecia 86,3 154,7 150,0 8,1 8,2 52,2 45,4 75,2 90,2 Hungría 148,4 157,6 232,2 9,5 10,8 33,6 34,9 49,8 76,9 Irlanda 233,1 270,9 316,7 39,1 42,1 44,1 49,1 77,4 88,0 Italia 268,9 352,4 336,7 19,5 23,1 45,3 48,4 88,3 101,8 Luxemburgo 364,0 370,0 376,5 52,3 62,0 68,7 79,8 93,1 119,4 Letonia 72,3 133,1 403,6 15,3 18,8 30,2 28,5 27,9 52,6 Lituania 67,9 144,4 201,9 7,'6 11,0 30,1 23,9 27,7 63,0 Malta 252,6 303,0 303,0 23,0 25,5 49,9 52,1 61,1 72,5 Holanda 490,5 506,3 521,9 42,8 46,7 59,2 61,4 76,7 76,8 Polonia 98,4 230,0 232,5 8,5 14,2 22,8 31,9 25,9 45,1 Portugal 280,6 193,5 193,5 11,7 13,4 41,3 41,1 77,2 90,0 España 182,7 156,3 239,1 16,8 19,6 41,4 42,9 73,4 91,6 Eslovaquia 125,3 160,4 255,9 14,9 23,6 28,5 24,1 39,9 68,4 Eslovenia 300,8 375,8 400,6 27,6 32,6 36,3 40,7 73,7 87,1 Suecia 516,3 573,1 573,1 56,1 62,1 72,2 73,6 80,6 98,1 Reino Unido 329,6 423,1 36,6 40,6 55,4 59,1 77,0 91,2 Unión Europea Países Socios Mediterráneos Argelia 6,5 16,0 16,0 0,7 0,8 5,0 6,9 0,3 4,5 Egipto 9,3 28,2 43,7 1,6 2,9 6,5 12,7 4,3 8,5 Israel 276,6 301,4 301,4 24,6 24,3 46,9 45,8 90,7 96,1 Jordania 45,2 81,1 3,3 4,5 10,7 11,4 16,7 24,2 Líbano 77,6 117,1 142,9 7,5 10,0 17,7 20,0 22,9 23,4 Marruecos 13,7 23,6 33,2 1,4 2,0 5,0 4,1 16,4 24,4 Autoridad Palestina 18,2 30,4 40,7 3,6 5,8 8,7 9,1 13,3 Siria 3,6 12,9 34,8 1,6 2,9 9,5 12,3 1,2 6,8 Túnez 42,4 51,7 63,7 2,6 4,1 8,1 11,8 4,0 19,7 57,7 Turquía 51,1 72,8 84,9 3,9 4,3 26,7 26,8 28,6 39,4 Fuentes: Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, Informe sobre Desarrollo Humano, 2005; Information Technology Union (ITU), 2005. 52