"Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos (...)". Art. 1 de la Declaración Universal de los DD HH "Tots els éssers humans naixen lliures i iguals en dignitat i drets (...)". Art. 1 de la Declaració Universal dels DD HH SÍNDIC DE GREUGES DE LA COMUNITAT VALENCIANA 08/06/2012 39060 Aguas de Valencia Av. Regne de Valencia, 28 46005 Valencia ================ Ref. Queja nº 1200632 ================ Asunto: Fugas de agua. Estimados Srs.: Se ha recibido en esta Institución escrito firmado por (...), con domicilio en (...), que ha quedado registrado con el número arriba indicado. Sustancialmente manifestaba que viene desde hace varias semanas dando avisos de fugas en las instalaciones de agua potable en la zona donde viven, el último de ellos comunicado por vía telefónica hace unas tres semanas aproximadamente, aviso dirigido a la correspondiente oficina de Aguas de Valencia, por una vecina de la comunidad de la cañada de guaita en Picassent. Dichos avisos de fuga de agua no han sido atendidos y aparte del derroche significativo de agua que conllevan dichas fugas, ello contribuye también al deterioro del asfaltado del camino por el que obligatoriamente tienen que pasar, produciendo además continuamente filtraciones en la propiedad ubicada en les Penyetes 1, en la que ocasiona encharcamientos que han sido comunicados en muchas ocasiones a Aguas de Valencia en Picassent en donde a su vez se ha indicado la posibilidad del derrumbe de la valla de la parcela por causa de dichas filtraciones, sin que hasta el momento se brinde solución alguna o se haya dado una respuesta a la situación denunciada. Considerando que la queja reunía los requisitos establecidos en los artículos 12 y 17 de la Ley 11/1988, de 26 de diciembre, del Síndic de Greuges, fue admitida trámite, dándose traslado de la misma a Vd. de conformidad con lo determinado en el artículo 18.1 de la citada Ley. Con el objeto de contrastar las alegaciones formuladas por la persona interesada, le requerimos para que en el plazo máximo de 15 días nos remitiera información suficiente sobre la realidad de las mismas y demás circunstancias concurrentes en el presente supuesto. C/. Pascual Blasco, 1 03001 ALACANT. Tels. 900 21 09 70 / 965 93 75 00. Fax 965 93 75 54 http://www.elsindic.com/ Aguas de Valencia en fecha 22 de febrero nos remite informe en el cual nos detalla la actividad desplegada en relación con el objeto de la queja. Recibido el informe, le dimos traslado del mismo al promotor de la queja al objeto de que, si lo consideraba oportuno, presentase escrito de alegaciones, como así hizo, ratificando íntegramente su escrito inicial. Llegados a este punto, y tras la detenida lectura del escrito inicial de queja, del informe remitido por la Administración y de las alegaciones presentadas por el ciudadano, procedemos a resolver la presente queja con los datos obrantes en el expediente. Pudiendo no ser la actuación descrita lo suficientemente respetuosa con los derechos del promotor de la queja, le ruego que considere los argumentos que, como fundamento de la Sugerencia con la que concluimos, a continuación le expongo. En tal sentido debe señalarse que una vez adquirida la condición de usuario, el principio de igualdad , o lo que es lo mismo, la interdicción de la “discriminación en la prestación de los mismos que no sean las derivadas de la capacidad del propio servicio” (art. 193LRLCV), .se proyecta sobre la relación entre éste y el gestor, tendiendo a asegurar una indiscriminación en el trato a los usuarios, sin perjuicio de que por razones de carácter técnico, hay que entender de carácter coyuntural, en determinados momentos puedan suscitarse o producirse situaciones de desigualdad en la recepción del servicio. Así, en la modalidad de concesión administrativa, el art. 128.1.2a RS impone al concesionario la obligación de “admitir al goce del servicio a toda persona que cumpla los requisitos dispuestos reglamentariamente”. La referencia a la reglamentación del servicio implica que no existe un régimen de acceso abierto al servicio, sino que han de respetarse las condiciones fijadas previamente por la Administración. Se trata, en suma, de prohibir el trato desigual, en la fase precontractual, por lo que la Administración concedente podrá sancionar a la entidad gestora siempre que se produzca un trato desigual entre los eventuales usuarios; ahora bien, en legislador valenciano va más allá, a mi juicio, y exige esa igualdad no solo en la fase de acceso al servicio publico, sino también en la fase de prestación o recepción del servicio, a fin de evitar que pueda establecerse o crearse una escala gradual de usuarios, con prestaciones de distinta calidad. Esta prestación del servicio sin discriminación trae causa también del art. 256 d) LCSP, precepto este básico, que obliga a respetar el principio de no discriminación por razón de nacionalidad, respecto de las empresas de Estados miembros de la Comunidad Europea o signatarios del Acuerdo sobre Contratación Pública de la Organización Mundial del Comercio. Este principio de igualdad impide asimismo la aplicación de tarifas desiguales, lo que no es óbice para la existencia de tarifas bonificadas en atención a cualidades personales de determinado círculo de usuarios, como prevé el art. 193, último inciso, de la LRLCV, que dispone: “La reglamentación del servicio podrá establecer ventajas económicas en beneficio de los grupos sociales de menor capacidad económica o precisados de especial protección”, regulación esta que igualmente se prevé en el art. 150 del RS que establece: “1.- La tarifa de cada servicio público de la Corporación será igual para todos los que recibieren las mismas prestaciones y en iguales circunstancias. 2.- No obstante, podrán establecerse tarifas reducidas en beneficio de sectores económicamente débiles”; y asimismo en el art. 24.4 del Real Decreto Legislativo 2/2004, de 5 de marzo, por el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley Reguladora de las Haciendas Locales (en adelante, TRLRHL) al disponer que: “para la determinación de la cuantía de las tasas podrán tenerse en cuenta criterios genéricos de capacidad económica de los sujetos obligados a satisfacerlas”. La STS de 20 de febrero de 1998 anuda esta facultad a la exigencia del art. 31 CE que clara y rotundamente ordena que todos contribuyan al sostenimiento de los gastos públicos de acuerdo con su capacidad económica, de manera que al fijar la cuantía de las tasas el criterio de la capacidad económica puede actuar en dos sentidos, favoreciendo a los de menor capacidad económica, mediante exenciones o bonificaciones, o agravando la carga tributaria a los de mayor capacidad económica, es decir, aumentando sus cuotas. Por ello, la Sentencia manifiesta “que el grado de progresividad es siempre una decisión política, en este caso, de la Corporación local, de apreciación axiológica, de lo que considera que debe ser la justa trascendencia de la capacidad económica en la determinación de la tasa, apreciación que no puede ser sustituida por la posición subjetiva de la Sala, pero en cambio, sí puede ésta examinar la consistencia interna de la razón de progresividad acordada por la Corporación, en debido respeto del art. 9.3 CE que garantiza la interdicción de la arbitrariedad de los poderes públicos, y del límite de las tasas -en su conjunto- al coste real o previsible del servicio o actividad de que se trate.” Se admite, pues como excepción al criterio de igualdad o uniformidad de la tarifa, la posible bonificación de ésta, en beneficio de sectores de personas o segmentos de población económicamente débiles. Así mismo, el art. 194 de la LRLCV reza: “1. La prestación de los servicios públicos se realizará con la continuidad prevista en su reglamento regulador. En los supuestos de gestión indirecta, el contratista no podrá interrumpirla a causa del incumplimiento en que haya podido incurrir la entidad local, sin menoscabo de su derecho al resarcimiento de los daños y perjuicios ocasionados. 2. Las entidades locales están facultadas para adoptar las medidas necesarias dentro del marco legal vigente para garantizar el adecuado funcionamiento de los servicios mínimos locales de carácter público en el caso de ejercicio del derecho de huelga por el personal adscrito a las mismas”. La nota de continuidad y regularidad en la prestación del servicio es esencial en todo servicio público pues, como dice la STS de 16 de mayo de 1997, los criterios de continuidad y regularidad del servicio: “... hunden sus raíces en las exigencias propias del Estado Social de Derecho y son predicables tanto cuando los servicios a que nos venimos refiriendo son prestados o gestionados directamente por la Administración como cuando la gestión tiene lugar de forma indirecta a través de alguna de las variadas fórmulas que nuestro ordenamiento jurídico permite, pues en todas ellas cabe percibir la presencia dé la Administración y del prestador del servicio como colaboradores comprometidos en la consecución de un mismo fin, que es, repetimos, el de garantizar al ciudadano una existencia vital efectiva.” Esta característica de la continuidad encuentra su basamento también en el art. 256 a) LCSP al disponer este precepto calificado de básico que el contratista debe prestar el servicio con la continuidad convenida y garantizar a los particulares el derecho de utilizarlo en las condiciones que hayan sido establecidas y mediante el abono, en su caso de la contraprestación económica comprendida en las tarifas aprobadas. La STS de 2 de marzo de 1979 ya había indicado que “para que con rigor pueda predicarse de una actividad el carácter de servicio público, no es suficiente que proporcione una utilidad al público, so pena de desnaturalizar el concepto, sino que debe exigirse que se trate de una actuación técnica, dirigida al público, prestada de forma regular y continua, encaminada a la satisfacción de una necesidad pública y cuya titularidad esté atribuida a una entidad pública”. La continuidad del servicio se traduce, desde la perspectiva del usuario, en su derecho a la regularidad y calidad de las prestaciones, lo que obliga a que en el Reglamento del Servicio -o en los pliegos de cláusulas de prescripciones técnicasse impongan estándares de cantidad y calidad de las prestaciones. Al servicio de este principio de continuidad está por una parte la potestad sancionadora de la Administración concedente para garantizar su cumplimiento por parte del gestor indirecto y la reversión de los bienes afectos al servicio al término temporal del contrato de gestión de servicios para que no exista solución de continuidad en la prestación del servicio, así se desprende del art. 255 de la LCSP; y, en segundo lugar, la prohibición de interrupción del servicio por parte del gestor indirecto del mismo, incluso en circunstancias excepcionales, como pueden ser el ejercicio del ius variandi por parte de la Administración titular, sin perjuicio del derecho de resarcimiento que pudiera corresponderle por los daños y perjuicios que se pudieran ocasionar. En virtud de todo cuanto antecede, y atendiendo a las consideraciones expuestas en punto a la defensa y efectividad de los derechos y libertades comprendidos en los Títulos I de la Constitución (art. 47) y del Estatuto de Autonomía de la Comunidad Valenciana (art. 16), de conformidad con lo dispuesto en el art. 29.1 de la Ley 11/1988, de 26 de diciembre, reguladora de esta Institución, estimamos oportuno RECOMENDAR a Aguas de Valencia lleve a una prestación regular y de calidad del servicio de abastecimiento domiciliario de agua potable y, asimismo de respuesta adecuada a las reiteradas reclamaciones efectuadas por la promotora de la queja. Lo que se le comunica para que, en el plazo máximo de un mes, nos informe si acepta esta recomendación o, en su caso, nos ponga de manifiesto las razones que estime para no aceptarla, y ello, de acuerdo con lo prevenido en el art. 29 de la Ley 11/1988, reguladora de esta Institución. Para su conocimiento, le hago saber, igualmente, que, a partir de la semana siguiente a la fecha en la que se ha dictado la presente resolución, ésta se insertará en la página web de la Institución. Agradeciendo por anticipado la remisión del preceptivo informe, le saluda atentamente. José Cholbi Diego Síndic de Greuges de la Comunitat Valenciana