Revisión teórica conceptual de flow

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CUADERNOS HISPANOAMERICANOS DE PSICOLOGÍA, Vol. 11 No. 1, 48-63
Revisión teórica conceptual de flow:
medición y áreas de aplicación
Cristina Camacho, Diana Marcela Arias, Ángela Castiblanco y Mónica Riveros
Universidad El Bosque
Recibido: Febrero 20 de 2011. Aceptado: Mayo 1 de 2011
Nota del Autor
Esta investigación se realizó en la Facultad de Psicología de la Universidad El Bosque,
Bogotá, D.C., Colombia.
Cristina Camacho. Docente y Directora del trabajo de grado. Especialista en Psicología de
la Salud.
Diana Marcela Arias y Ángela Castiblanco y Mónica Riveros. Candidatas al título de Especialistas en la Universidad El Bosque en Psicología Clínica y Autoeficacia Personal.
Persona de contacto: camachobosque@gmail.com
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Cuadernos Hispanoamericanos de Psicología
Revisión teórica conceptual de flow
Resumen
El término de flow fue introducido por el psicólogo Csikszentmihalyi, quien lo
considera como el estado de agrado y disfrute en que se encuentra un individuo
realizando una actividad. El objetivo de este artículo es llevar a cabo una revisión teórica, conceptual y empírica del concepto de flow, explicar cómo se le ha
medido y revisar algunas áreas de su aplicabilidad. Se describen los antecedentes
del flow basados en el triple constructo de motivación, el locus de control, las
características del flow y modelos teóricos que describen el estado de flow. Se
revisan distintos métodos de medición de esta experiencia óptima entre los que
se destaca el Método de Muestreo Experiencial y las escalas de Estado de Flow
y de Flow disposicional, se presentan estudios de su funcionalidad en contextos
específicos como danza, educación, navegación en la red y en el área clínica.
Palabras clave: Psicología Positiva, motivación, habilidad, psicométrica, motivación intrínseca, psicología clínica.
Abstract
Flow is a term introduced by the psychologist Csikszentmihalyi, who considered
it as a state of pleasure and enjoyment in which an individual is performing an
activity. The aim of this article is to carry out a theoretical, conceptual and empirical review of flow. Besides, it is intended to explain how it has been measured
as well as reviewing some areas in which flow can be applied. On the other hand,
it is described the background of flow based on the triple motivation construct,
locus of control, characteristics of flow and theoretical models which describe this
state. Moreover, several measurement methods are reviewed - the Experiential
Sampling Method, the Flow State Scale and the Dispositional Flow-. Finally, some
studies are presented in order to show flow’s functionality in specific contexts
such as dancing, education, web browsing and the clinical area.
Key words: Positive Psychology, Motivation, Ability, Psychometrics, Intrinsic
motivation, Clinical psychology.
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Cristina Camacho, Diana Marcela Arias, Ángela Castiblanco y Mónica Riveros
La revisión documental teórica, conceptual y
empírica que compete a este artículo se relaciona
con el concepto de fluir como experiencia óptima,
su medición y las principales áreas de aplicación
desde la psicología positiva como parte fundamental de la psicología clínica y el desarrollo de
la autoeficacia personal.
Este documento busca recoger los antecedentes
teóricos del flow como experiencia optima, su definición, estructura conceptual, tipos y componentes
y su relación con el locus de control, logrando
igualmente una aproximación a los instrumentos
de medición que en este han sido desarrollados e
implementados como base e indicador de la utilidad
del flow en contextos como en la biodanza, educación la navegación en red y la terapia clínica. El término Flow o Fluir ha sido definido por
Csikszentmihalyi (1990, p. 99) como “un estado
en el que la persona se encuentra completamente
absorta en una actividad para su propio placer y
disfrute, durante la cual el tiempo vuela y las acciones, pensamientos y movimientos se suceden
unas a otras sin pausa”. Otra definición que ofrece
Csikszentmihalyi (1996, p.86), es la de “experiencia óptima extremadamente disfrutada en la que
se experimenta total concentración y disfrute con
un alto interés por la actividad”. Estas definiciones
parecen tener tres elementos en común: absorción
‘total concentración en la actividad’, disfrute y
motivación intrínseca (Bakker, 2003).
Dentro del concepto del flow encontramos términos relevantes como participación, conciencia,
intensiones, atención y personalidad.
Estos hacen referencia a la Experiencia óptima
entendida como el autocontrol sobre nuestras acciones
y el sabernos dueños de nuestro destino generando
autoconfianza en las propias capacidades acompañada
de alegría y regocijo. El término participación se
encuentra inmerso en la experiencia optima en donde
las personas sienten que son maestros en su actuar,
que decidieron llevarla a cabo y que dicha acción
de alguna manera determina el sentido de la vida.
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Para Csikszentmihalyi (2000), la conciencia
es la encargada en el cerebro de interpretar los
fenómenos y eventos que pasan alrededor y que se
pueden controlar. La intensión es la energía que se
traduce en fuerza que mantiene de forma ordenada la información adquirida por la conciencia. La
atención, selecciona las señales de información para
ser procesadas por la conciencia. La participación
es cuando la experiencia óptima adquiere un grado
de maestría. Por otro lado se refuerza la personalidad como resultado del flujo, porque al superar un
desafío la persona se siente, inevitablemente más
capaz y más experta.
De acuerdo con estos constructos, el flow se da si
la atención selecciona la información de tal manera
que la intensión pueda utilizarla para ser procesada
por la conciencia que a su vez le dará un sentido a
las acciones que realiza el ser humano. En donde
la conciencia es congruente con las metas que cada
persona se traza.
Motivación y locus de control
Para entender la base del flow se parte entonces
de la motivación definida como el conjunto de
factores personales y sociales que favorecen el
inicio de un comportamiento, la persistencia en él
o la intensión de abandonarlo (Escartí y Cervello,
1994), la motivación es un factor que determina
el adecuado desarrollo del flow en un individuo.
Las razones que llevan a involucrarse en una
actividad conllevan un triple constructo de motivación: motivación intrínseca, motivación extrínseca
y amotivación. Constructo que permite entender los
procesos psicológicos que influyen en la realización
de toda conducta (Frederick y Ryan, 1995).
Por otro lado, Vallerand (1997), define la motivación intrínseca como la necesidad de explorar por
curiosidad y placer el entorno, con sentimientos de
competencia y autorrealización, incluso después
de haberse alcanzado la meta y sin necesidad de
recibir una gratificación externa necesariamente o
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en forma directa. La actividad se realiza entonces
bajo un estado mental indiferente a la recompensa
aún cuando se de una alta inversión de energía o
esfuerzo (Smith, 2005).
El objetivo en sí es la realización misma de la tarea
incluso bajo sensación de competencia y autorrealización; la actividad es motivada por el placer y el
disfrute. Existen tres tipos de motivación intrínseca,
motivación intrínseca hacia el conocimiento por el
placer de aprender, la motivación intrínseca hacia
la ejecución por mejorarse a sí mismo, y en tercer
lugar la motivación intrínseca hacia la estimulación
de los propios sentidos relacionando este último
directamente con el flow (Deci y Ryan, 1985).
Desde un punto de vista fenomenológico, la motivación intrínseca lleva al individuo a experimentar
relajación, tranquilidad y concentración en la tarea
mientras la motivación extrínseca conlleva la necesidad de aprobación social y tensión en general. Por
su parte, la motivación extrínseca se halla determinada por factores externos que van influyendo en
la búsqueda de mejorar las habilidades y los retos
a conseguir, experimentar emociones agradables y
premios afectivos.
El último factor que compone el constructo de la
motivación es la amotivación o falta de intencionalidad y por tanto, la relativa ausencia de motivación
(Deci y Ryan, 1985). En este factor de motivación los
sentimientos que embargan a un sujeto son aquellos
de incompetencia y muy baja controlabilidad. La
amotivación se ha clasificado en cuatro tipos: la de
creencias de falta de capacidad/habilidad que estaría
en su línea de la definición en donde la percepción
de competencia y capacidad ante la realización de la
actividad influye directamente sobre la motivación
intrínseca; la segunda se define como la seguridad del
sujeto de no lograr los resultados deseados; el tercer
tipo trata de las creencias de capacidad y esfuerzo,
ejemplo de ello es que una persona considere que
sus capacidades provocarán la necesidad de llevar
a cabo un gran esfuerzo para lograr el objetivo; y
por último las llamadas creencias de impotencia,
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ante la sobrevaloración de la tarea que se tiene que
realizar (Pelletier et al., 1998).
Basados en los constructos de la motivación y
analizando como son entendidos cada uno de ellos
dentro de los niveles global, contextual y situacional, se puede dar paso entonces a la definición del
locus de control como eje de direccionamiento de
las conductas llevadas a cabo por el individuo, explicando a su vez sus propias teorías y constructos
en la generación del flow como factor determinante
de la psicología positiva.
El locus de control es definido como la guía
de un individuo a la realización de una actividad
según considere que la ejecución se relaciona
directamente con él mismo (control interno o motivación intrínseca), por otras variables ajenas a él
(control externo o motivación extrínseca), o por
“a-motivación” ante la falta de intencionalidad. El
locus de control es en general estable en el tiempo
y considerado un rasgo de la personalidad (Paulhus
y Crhristie, 1981).
Por otra parte, Kowall y Fortier (1999) mencionan
que la motivación autodeterminada intrínseca o
extrínseca se relaciona directa y proporcionalmente
con el estado de flow, Al contrario de la amotivación
la cual no influye directamente sobre este estado.
Una alta orientación a la tarea genera realmente
experiencias de flow, mientras que la orientación
al ego o de motivación extrínseca dificulta lograr
ese estado.
Queda claro entonces que para el individuo, su
locus de control será determinado por la localización
del dominio y la eficacia percibida para su realización, si la conducta es contingente al individuo
se realizará por locus de control interno mientras
que aquellas conductas que sean determinadas por
el medio, sus recompensas y su valoración estarían determinadas por el locus de control externo
(Bandura, 1977).
La teoría de la autodeterminación como macro
teoría de la motivación de la personalidad explica
como la motivación intrínseca influye en las perso-
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Cristina Camacho, Diana Marcela Arias, Ángela Castiblanco y Mónica Riveros
nas para desarrollarse, persistir e incluso competir.
(Frederick y Ryan, 1995). Para Deci y Ryan (1985),
la teoría de la autodeterminación es base clave en la
formulación del flow ya que en gran parte depende
de la motivación. Como lo proponen parte de que
la motivación y la personalidad rigen el comportamiento humano por tres necesidades psicológicas:
La autonomía del locus interno de causalidad que
le permita controlar los resultados y sentirse eficaz
por elección, iniciación y actuación, basado en un
compromiso autodeterminado; la competencia; y
la relación satisfactoria de aceptación e intimidad
con los otros.
La Teoría de la autodeterminación se representa a través de cuatro subteorías: la primera es la
evaluación cognitiva la cual según Deci y Ryan
(1985) parte de las necesidades de competencia y
autonomía de motivación intrínseca, basándose en
aspectos externos que la satisfagan.
La segunda teoría es la integración orgánica
presenta una taxonomía en donde la motivación
se halla conformada por un continuo que va desde
la conducta no-autodeterminada, hasta la conducta
auto-determinada bajo los tres tipos de motivación:
extrínseca, intrínseca y la desmotivación entendida
como el grado más bajo de autodeterminación.
La tercera compete a la teoría de las necesidades
básicas que según Deci y Ryan (2000) definen las
necesidades como “nutrimentos psicológicos innatos
que son esenciales para un prolongado crecimiento
psicológico, integral y de bienestar” (p.229).
La cuarta y última es la teoría de las Orientaciones
de Causalidad de Deci y Ryan (1985), en la cual las
orientaciones causales que regulan al individuo se
encuentran demarcadas por la orientación de control, la orientación de autonomía y la orientación
impersonal.
El origen de la regulación y la determinación
de la conducta como lo mencionan Deci y Ryan
(1985), se determinan según la orientación de control interna o externa, la orientación de autonomía
de elección, iniciación o regulación interna de la
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conducta y la orientación impersonal o por agentes
externos a sí mismo.
Basados en lo anterior, para que se experimente
el flow se debe: obtener una adecuada retroalimentación positiva que permita generar percepciones
de competencia y autoconfianza que aumenten
los niveles de autodeterminación y motivación
intrínseca, poseer metas dirigidas al proceso, partir de objetivos moderados y realistas de carácter
progresivo en donde los individuos puedan tener
participación en la determinación de los objetivos a
alcanzar, generando una percepción de autonomía,
sin olvidar relacionarse socialmente.
Historia, indicadores y modelos del flow
De acuerdo con Csikszentmihaly (1999) y Massimini y Carli (1998) las principales características
fenomenológicas que definen la situación de flujo,
son: (a) una situación de reto o desafío, (b) una
focalización de la atención en la acción, (c) unas
metas claras, (d) un balance entre las oportunidades
de acción (desafío) y la capacidad de actuar (habilidad), (e) exclusión de los contenidos irrelevantes
de la conciencia, (f) una retroalimentación sobre
la acción, (g) unos sentimientos de control, h) una
despreocupación sobre uno mismo, (i) distorsión en
el sentido del tiempo (usualmente las horas pasan
como si fueran minutos), (j) un sentimiento de que
la actividad es intrínsecamente gratificante.
Por su parte, Massimini y Carli (1998) profundizan en la definición de la experiencia óptima bajo
las condiciones tanto internas como externas en las
que se halla inmerso en sujeto bajo la capacidad de
poder determinar metas, haciendo el desafío ajustable bajo una continua retroalimentación interna
que determinará la presencia o no de flow. Aspectos
que son nuevamente reforzados por la combinación
de condiciones externas e internas (Lewis, 1996).
Según Csikszentmihalyi (2000) las intensiones
forman parte de la conciencia y son información
formada por las necesidades biológicas o por lo
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objetivos sociales internacionalizados. Actúan como
campos magnéticos atrayendo la atención hacia
algunos objetos y alejándola de otros, manteniendo nuestra mente centrada en algún estimulo de
preferencia.
Existen tres modelos teóricos que describen el
estar en un estado de flow.
El modelo original de flow de Csikszentmihalyi
en el año1990, sugiere que un individuo podría experimentar este estado de flow con el solo equilibrio
entre el desafío y la habilidad. (Csikszentmihalyi,
M. y Csikszentmihalyi, I, 1998). Por otro lado,
este modelo dice que el estado de flujo hace que el
individuo repita la conducta que le genero el estado
placentero. (Csikszentmihalyi, 1992). Este modelo
también nos indica que es importante el equilibrio
entre la habilidad y el desafío, no importa si la
actividad es novedosa o no.
Así mismo, Hill (2001) hizo una revisión e interpretación de las dimensiones del flow propuestas
por Privette (1983) y Csikzentmihalyi et al. (2005)
y elaboró dos modelos teóricos, en los que expone
las dimensiones del flow. Hill (2001) elabora el modelo del flow a partir de las propuestas de Privette.
En el modelo hay una relación más intensa con la
diversión durante la experiencia que se relaciona
con el disfrute que produce y el carácter autotélico
de la actividad, el modelo muestra una relación
directa con la pérdida del sentido del tiempo y del
ego, la orientación a la meta y tener una motivación
intrínseca.
El modelo de Jackson y Csikzentmihalyi (como
se citó en Hill, 2001), tiene las nueve dimensiones
del flow pero interpretadas y organizadas por Hill
(2001). En éste se muestran las relaciones que
hay entre las dimensiones en forma de listado y
aisladas y con igual participación en el flow. El
modelo muestra limitaciones pues parece que
cada dimensión operar de forma independiente
cuando en realidad tienen un efecto sinérgico en
el desarrollo de los niveles de profundidad de la
experiencia óptima.
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Dimensiones del flow
Algunos autores como Salanova, Martínez, Cifre
y Schaufeli (2005) consideran que el proceso de flow
está caracterizado por tres dimensiones o estados
principales que se describen a continuación:
“En primer lugar, unas percepciones de metas y
retos claros, de feedback percibiendo capacidades
y habilidades ajustadas para la acción. En segundo
lugar, la experiencia que se caracteriza por la fusión
entre conocimientos y acción, concentración y alto
sentido de control y finalmente los efectos que consisten en perdida de la conciencia de sí mismo y
distorsión temporal” (Salanova et al., 2005, p. 91).
Teniendo en cuenta estas tres dimensiones, Rodríguez, Aguilar y Salanoval (2003) operacionalizan
el flow en tres factores: Competencia percibida,
Absorción y Motivación Intrínseca. Entendiendo
como “Competencia percibida la percepción de
contar con el conjunto de habilidades, conocimientos
y competencias necesarias para desarrollar cualquier
tipo de actividad. Por otro lado, la Absorción como
un estado de concentración intensa que experimenta
el individuo focalizándola hacia una actividad específica que está realizando en ese momento. Por
último la Motivación Intrínseca haría referencia al
valor por sí mismo que tiene una actividad (Rodríguez, Aguilar, Cifre y Salanova, 2003).
En cuanto a las dimensiones del flow, Chen, Wigand y Nilan (1999) consideran tres dimensiones o
estados principales en el flow, uno bajo la observación
de los antecedentes relacionados con percepción
de metas y retos, retroalimentación inmediata y la
posibilidad de intervenir desde las habilidades los
desafíos; otro el conocimiento y la acción fusionados
bajo la concentración y el control, y por último la
pérdida de la conciencia de sí mismo y la distorsión
temporal como resultado de todo ello.
Para Chen, Wigand y Nilan (1999) el proceso
queda determinado por la percepción de la actividad,
el contexto, sus habilidades y la intención de meta.
Partiendo de todas estas dimensiones, Mesurado
(2008) propone dos factores de experiencia óptima;
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la calidad afectiva la cual son los altos niveles de
concentración y atención enfocada, y la activación
cognitiva que son los sentimientos gratificantes ante
la tarea a desarrollar.
Estas definiciones, indicadores y etapas anteriormente mencionados, permiten observar el concepto
y estructura del flow desde diferentes percepciones y
estudios realizados, lo cual amplia el conocimiento
y la comprensión de éste.
Medición
Por otro lado, Csikszentmihalyi (1988) investigó
la naturaleza y condiciones del hecho de divertirse o
del disfrute en la realización de una tarea, entrevistando a jugadores de ajedrez, escaladores, bailarines
y otros que enfatizan el disfrute o divertimento
como la principal razón para practicar una actividad. Inicialmente las investigaciones se centraron
en aficiones como lo es el deporte, música y juegos
(Csikszentmihalyi, 1990), donde la recompensa
intrínseca se veía fácilmente.
Por su parte, Csikszentmihaly, M. y Csikszentmihaly, I. (1998) mencionan que los primeros
intentos de evaluación de flow, se realizaron en el
marco de diversas disertaciones de posgrado que
tenían como objetivo comprobar la existencia de
la experiencia óptima. Se elaboró un cuestionario
sobre el flow y lo aplicó a una muestra de personas
jubiladas; y un cuestionario que podía ser usado
en el ámbito del deporte (Mesurado, 2009), los
trabajos aquí mencionados formaron parte de las
tesis de maestría o doctorado de los autores, pero
estos datos posteriormente no fueron publicados,
por lo tanto el acceso a dichos instrumentos resulta
muy difícil.
Para Smith (2005) y Csikszentmihaly, M. y Csikszentmihaly, I. (1998) al cambiar de metodología y
comenzar a evaluar el flow con métodos psicométricos, por ejemplo con el Método de Muestreo de
Experiencias (MME), que se explicará más adelante,
no coincidían los resultados empíricos con las pos-
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tulaciones teóricas de que el solo equilibrio entre
desafío y habilidad eran suficientes para producir
la experiencia óptima.
Así mismo, Mesurado (2009), anota que uno
de los primeros instrumentos más utilizados en la
medición del constructo de flow, es el Experience
Sampling Method (ESM) o Método de Muestreo
de Experiencia (MME). Según López (2006) este
instrumento fue construido por Csikszentmihalyi y
Larson con el objetivo de describir con precisión la
calidad de la experiencia en las situaciones normales.
Se proporcionó a los sujetos un receptor electrónico y
una hoja de registro, los investigadores activan estos
receptores mediante un transmisor de radio y cada
vez que el receptor suena, el sujeto debe completar
la hoja de registro. Cada formulario “contiene ítems
abiertos, así como escalas numéricas que indican la
intensidad de varias emociones” (Csikszentmihalyi,
M. y Csikszentmihalyi, I., 1998, p. 248).
El Método de Muestreo de Experiencia permite
efectuar una medición in situ de la experiencia. Una
de las ventajas más importantes de esta técnica es
que posibilita recopilar muchos y variados datos
individuales, lo cual permite un extendido análisis
individual del caso. El objetivo que persiguieron
los investigadores al medir la experiencia óptima
in situ, fue crear un instrumento que tuviera validez
ecológica en los resultados de sus evaluaciones
(Hormuth, 1986).
Para la medición del flow se han creado dos
escalas. Según López (2006), la primera escala
que se creó para medir el flow es Flow State Scale
(FSS), de los autores Jackson y Marsh (1996),
basada en las 9 dimensiones que tiene flow, cada
dimensión es evaluada por cuatro ítems. De acuerdo
con Csikszentmihalyi, (como se citó en Moreno,
Cervelló, González, 2007), el inventario consta de
36 ítems, en donde se explica la experiencia que
se recuerda de un entrenamiento, las respuestas
que presenta son de tipo cerrado y correspondían
a una escala tipo Likert, que iba de 0 (totalmente
en desacuerdo) a 100 (totalmente de acuerdo con
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lo que se le planteaba) o también puede ser de 0
totalmente desacuerdo a 5 totalmente de acuerdo.
Otra, es la Escala de Disposición al Flow (Dispositional Flow Scale (DFS, por su sigla en inglés)
de Jackson y Eklund (2002), su construcción se
baso en la escala FSS, los ítems se redactan y se
plantean de la misma manera que la escala FSS, la
diferencia es en el tiempo de redacción en el que
se plantean; los del FSS hacen referencia a una
situación puntual y recién ocurrida, por lo que el
tiempo que se utiliza es el pasado, mientras que
el DFS se refiere a la propensión o facilidad que
tiene los sujetos a experimentar el flow, así que se
redacta en presente continuo. Esta escala consta
de 36 ítems en escala tipo Likert donde 1 es nunca
y 5 es siempre, está compuesta por 9 factores los
cuales hacen referencia a las dimensiones que
componen el flow, cada factor tiene cuatro ítems.
Este inventario muestra valores alpha de .91 para
el factor flujo disposicional que recoge sus nueve
dimensiones posibles (.59 para el equilibrio entre
habilidad y reto, .70 para la combinación/unión
de la ,acción y el pensamiento, .70 para la claridad de objetivos, .72 para el feedback claro y sin
ambigüedades, .70 para la concentración sobre la
tarea que se está realizando, .75 para el sentimiento
de control, .58 para la pérdida de cohibición o de
autoconciencia, .68 para la transformación en la
percepción del tiempo y .66 para la experiencia
autotélica) (Moreno, Cervello y Gonzalez, 2007).
De acuerdo con Jackson, Eklund y Martin (2008)
de las anteriores escalas se encuentran tres formas
de presentación una es la larga la cual contiene 36
preguntas donde se evalúan las nueve dimensiones
del flow como se mencionaba anteriormente, esta
escala es útil cuando se quiere conocer más detalladamente la experiencia de flujo, estas escalas son
el instrumento de elección para las intervenciones
dirigidas y / o cuando una comprensión detallada
de las dimensiones del flujo es importante. La
otra es la forma abreviada de la escala larga, útil
cuando la investigación o las limitaciones prácticas
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van contra la utilización de una escala larga por el
tiempo que toma.
La tercera forma es la escala central donde el
objetivo es aprovechar la fenomenología del flujo
compatible con las conceptualizaciones originales
de la experiencia subjetiva que se sustentan el flujo
óptimo. Esta escala se centra en la experiencia de
flujo desde la perspectiva del intérprete o ejecutante.
Proporciona una evaluación de lo que se siente
estar en el flujo, y complementar la más analítica
derivada de la escala de forma largo o corta.
Áreas de aplicación
Se hace pertinente ver como en la actualidad el
término flow se ha aplicado en diferentes contextos
tales como la danza, educación, navegación en la
red y el área clínica.
En la biodanza, como tal no se cuentan con estudios científicos sobre la relación flow danza, sin
embargo el psicólogo y artista chileno, Rolando
Toro Araneda, desarrollo la Biodanza dentro la
experiencia del flow cuyo objetivo es “un sistema
de integración humana, de renovación orgánica,
de reeducación afectiva y de reaprendizaje de las
funciones originarias de la vida” (Diez, 2004).
Esta biodanza, sigue una metodología a través de
la música, el canto, el movimiento y situaciones de
encuentro de grupo, la cual busca que este medio
permita a la persona experimentar el flow en sus
diferentes contextos, en las actividades habituales
de su vida.
El autor de Biodanza, hace un paralelo entre las
variables del flow y las experiencias de la Biodanza.
Como en el flow, la Biodanza permite desarrollar la
creatividad, da retroalimentación inmediata, enterando al individuo si la actividad la está haciendo bien,
exige esfuerzo entendido dentro de la necesidad de
dificultad que requiere una actividad para que se dé
placer, es una actividad que se hace por sí misma
y su fin esta en hacer la actividad en sí misma y
por ultimo también interactúa la autoconciencia en
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Cristina Camacho, Diana Marcela Arias, Ángela Castiblanco y Mónica Riveros
donde esta desaparece y la percepción del tiempo
queda distorsionada.
La Biodanza siempre se orienta desde y para los
aspectos positivos; esta orientación le ha permitido
trabajar en diversos cuadros clínicos (Diez, 2004).
La Biodanza es una actividad lúdica, no terapéutica, sin embargo sus resultados pueden favorecer
aspectos tratados en la terapia. Así mismo este sistema ha sido utilizada para responder preguntas como
“¿Qué quiero hacer?, ¿Dónde quiero vivir?, ¿Con
quién quiero estar?”.Frente a este tema Seligman
también trata el tema de la Felicidad en su libro la
auténtica Felicidad. Libro del cual se sirvió Toro
para fundamentar teóricamente la biodanza como
medio para encontrar estabilidad y fluidez en la
actividad de la danza (Seligman, 2002).
Se ha utilizado el término flow, para investigar
como los estudiantes aprenden, qué los hace fluir
en clase, como aprenden mejor, todo esto con el
propósito de conocer y luego diseñar estructuras
académicas que favorezcan el ámbito educativo. El
estudio sobre La Experiencia del Flow o Experiencia
Optima en el ámbito educativo, según Mesurado
(2010), pone aprueba un modelo teórico del flow
en cuanto al interés, la percepción de la habilidad
y el desafío de la tarea y como estos ejercen un
importante efecto sobre la experiencia optima en
el ámbito educativo. Los resultados de este estudio
concluyen que “la valoración del alumno sobre si
la tarea que realiza para él es importante, es una
variable que influye con fuerza sobre la percepción
de logro en el ámbito educativo” (Mesurado, 2010,
p.5). Como consideraciones finales el estudio expone como, la percepción del flow en los ámbitos
educativos puede llevar a ser experimentada si se
dan estas condiciones: más apoyo por parte de los
profesores, en donde las actividades de aprendizaje
involucran actividades de relacionamiento positivo
con sus pares, más trabajo en grupo y discusión
dependiendo de ciertas condiciones externas de la
tarea (Whalen y Schooling, 1998).
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Otro estudio realizado por Shernoff, D., Csikszentmihalyi, Schneider. y Shernoff, E. (2003),
tuvo como objetivo evaluar el compromiso de los
estudiantes en cuento a interés, disfrute y concentración dentro de las actividades llevadas a cabo
en clase. El estudio longitudinal fue realizado con
526 estudiantes norteamericanos. El método fue
Método de Muestreo de Experiencias. Los resultados mostraron que los alumnos se comprometen
más en clase cuando las actividades son de trabajo
individual; estos permiten a los estudiantes tener
un nivel de balance entre la dificultad de la tarea y
las habilidades que poseen, logrando disfrutar de
las mismas por el control que perciben sobre ellas.
Como consideraciones, sugiere a los maestros
desarrollar actividades donde los alumnos tengan
la oportunidad de elegir actividades con diferente
nivel de exigencia.
Por su parte, Hardre et al. (2006), se proponen
investigar las relaciones entre las diferencias individuales, las percepciones en el entorno de clases
y la estructura de meta y como estos tres factores
pueden o no predecir la motivación en los estudiantes de secundaria en el contexto asiático de
Taiwan. Los participantes fueron 6539 estudiantes
de escuela secundaria publica. El método utilizado
fue cuestionarios estructurados diseñados para la
población de Taiwan. Los resultados muestran que
las diferencias individuales predicen percepciones
en clase. Una diferencia que muestra importancia en
los adolescentes es la necesidad de pensar y conocer
por parte de los estudiantes. Así la percepción de
la clase afecta la percepción que tiene el estudiante
frente a su capacidad de desarrollar la tarea en clase
o no y por tanto afecta la meta autodeterminada
propuesta en clase. Las percepciones del clima de
la clase predijo la motivación de los estudiantes.
El estudio recomienda la necesidad de continuar
profundizando en la determinación a la meta para
lograr estados de motivación autodeterminada, en
los alumnos. Para los profesores el conocimiento
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de este estudio puede motivarlos a desarrollar estrategias de aprendizaje diferenciada con el propósito
de lograr la motivación deseada en los estudiantes.
De otra parte en el continente occidental, un
estudio realizado por Csikszentmihaly (2000), tuvo
como finalidad describir las aplicaciones actuales y
potenciales del modelo de flujo en la educación en
estudiantes de secundaria en Nepal. Se identificaron
condiciones que favorecen el flujo en los salones de
clase como lo son altos niveles de desafío frente a
las habilidades de los estudiantes, falta de disfrute
de los estudiantes en las aulas de clase. El estudio
recomienda hacer énfasis en otras variables del
flow, como lo son retroalimentación, claridad en
la meta, sentido de control y autonomía, dichas
variables facilitaran más la experiencia óptima en
el aula de clase.
En cuanto a la aplicabilidad del flow en la red,
el estudio de Chen, Wigand, y Nilan (1999), tiene
como objetivo mostrar de manera cualitativa como
el concepto de flow también puede ser un instrumento útil y práctico para entender la experiencia
optima en la red. El estudio se llevó a cabo con una
muestra de 100 estudiantes de diferentes facultades
en la Universidad de Syracuse. El método utilizado
por fue el MME. Los resultados mostraron que los
usuarios varían en su capacidad para lograr esta
experiencia óptima durante su navegación en la
red, por lo cual los estudios realizados no pueden
llegar a ser del todo generalizables a los internautas.
Finalmente Chen et al. (1999) también encontraron un hallazgo inesperado en su estudio ya que los
usuarios en el estado de flujo eran menos propensos
a tener un objetivo más claro que los usuarios que
no están en el estado de flujo. Se mueve en dirección
opuesta a lo que una de las dimensiones del flujo
sugiere: una respuesta inmediata y metas claras deben
ayudar a los usuarios acercarse al estado de flujo.
“La contradicción puede ser causada por la
característica especial de respuesta inmediata y
el concepto de “objetivos claros” en el entorno
de la red. Si una persona sabe a dónde ir y expe-
Cuadernos Hispanoamericanos de Psicología
rimenta los resultados que él / ella espera después
de ejecutar el paso, el nivel de desafío debe ser
más bajo y el nivel de habilidad debe ser más
alto”. (Chen, Wigand y Nilan, 1999, p. 25).
Otro estudio realizado por Rodríguez, Cifre
y Salanova (2005) experiencia optima en el uso
de tecnología de la información en estudiantes,
tuvo por objetivo una estructura nueva del flow,
operacionalizándolo como absorción, disfrute y
motivación intrínseca. La muestra, compuesta
por 243 estudiantes universitarios de España, de
diversas carreras, que utilizaran frecuentemente
la red. Los resultados obtenidos revelan la fuerza
positiva que existe entre las variables absorción,
disfrute y motivación intrínseca, por lo cual las
investigadoras recomienda que ya que estas tres
variables pueden predecir favorablemente el flow,
sería conveniente utilizar dicho conocimiento
para trabajar en riesgos psicosociales en donde
las actividades que desarrollan los individuos
cuenten con las tres variables mencionadas.
Un estudio más reciente sobre el flow en la red,
realizado por Hooker, Wasko y Paradice (2009),
sobre El Flow en la vinculación a la marca, actitudes,
una intención de compran en los mundos virtuales.
El objetivo fue mostrar como la re conceptualización
que presenta el modelo del flow influye en la actitud de compra que tienen los compradores cuando
tienen la intención de compra. El método utilizado
diseño de experimento de campo. La encuesta
fue medida con la escala de Estado de Flujo de
escala 1 y 2, de (Jackson y Marsh, 1996).
Los resultados obtenidos no han sido publicados, sin embargo, el estudio plantea la siguiente
hipótesis después de ver el curso del experimento
virtual: Es importante que las personas experimente el flujo en la percepción de la marca ya
que esta experiencia condiciona en gran medida
la decisión de compra del usuario. Hooker, Wasko
y Paradice (2009), sugieren que la comprensión del
curso en la compra por medio de una experiencia
agradable en la navegación en la red puede proveer
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Cristina Camacho, Diana Marcela Arias, Ángela Castiblanco y Mónica Riveros
mucha informacion a los empresarios del area de
mercadeo ya que por medio de este conocimiento
podra diseñar estrategias especificas para la red.
Pasando a la aplicabilidad en el área clínica, en
sus inicios el creador de flow Csikszentmihalyi,
en conjunto con otros investigadores realizaron un
estudio llamado El seguimiento de la experiencia
óptima: Una herramienta para la rehabilitación
psiquiátrica en 1987 (Massimini, Csikszentmihalyi
y Carli, 1987). El objetivo del estudio cuantitativo
fue demostrar un muestreo de tiempo en la vivencia
de la experiencia optima (flow) con el propósito
ayudar en el desarrollo de un enfoque de rehabilitación psiquiátrica. La muestra se realizó con 47
estudiantes adolescentes italianos. Los resultados
de este muestreo encontraron “que la relación de
los retos experiencia subjetiva y habilidades es un
parámetro fundamental que predijo experiencia
óptima, así como el aburrimiento y la ansiedad.
Por el contrario, “baja” la experiencia en la vida
cotidiana era visto como un factor de riesgo que
podrían reducirse al mínimo para aumentar la calidad de vida” (Massimini, Csikszentmihalyi y Carli
1987, p. 31). Las conclusiones y recomendaciones
de este muestreo prueban que la herramienta de la
medición del flow es un instrumento que puede ser
utilizado en el desarrollo de planes personalizados
de rehabilitación en instituciones psiquiátricas.
Así mismo, se encontró una investigación más
reciente realizada por Nisenbaum, Links, Eynan y
Heisel (2010). Sobre la variabilidad de los cambios
de humor en los trastornos límites de la personalidad
y observar si estos patrones se pueden predecirse
a partir del registro de muestreo de experiencia
óptima. La muestra se llevó a cabo con 80 adultos
canadienses con displacía broncopulmonar La
metodología usada fue el método de muestreo.
La muestra arrojo los siguientes resultados. “Las
puntuaciones bajas en estado de ánimo registradas
en el ESM se relacionan con las descripciones de
desesperanza, ideación suicida y la historia de abuso
sexual.” (Nisenbaum, Link, Eynan y Heisel, 2010,
58
p.433) Dichos resultados según los investigadores
pueden replicarse y potenciar la ayuda individualizada para los pacientes con trastornos límites de
la personalidad. Es decir, al identificar las variables de motivación intrínseca, toma de decisión y
autonomía en las actividades de los pacientes con
dicho trastorno, se podrían desarrollar terapias y
actividades que aumentaran dicha percepción subjetiva con el propósito de disminuir los estado de
ánimo negativo que conllevan a la ideación suicida
en esta población.
Frente a esta aplicación del flow, un estudio cualitativo desarrollado por Reynolds (2000), en donde
el objetivo del estudio fue explorar las opiniones
de 39 mujeres del Reino Unido, especialmente
en Londres, acerca de los significados personales
de las actividades de las artes creativas y la parte
subjetiva que desempeñan en el auto-manejo de la
depresión. Dicho estudio tuvo la participación de 39
mujeres diagnosticas con Depresión o Disforia. El
método cualitativo utilizado fue narrativas escritas
y complementado en algunos casos con entrevistas semiestructuradas. Este investigador, citando
a Schalkwijk 1994 (como se citó en Reynolds,
2000), afirma que “la artesanía en si misma pueden
promover el bienestar y en si es una terapia”. Los
resultados del estudio de Reynolds, muestran que
los encuestados señalaron el valor terapéutico tanto
en el proceso como en el producto de la actividad
creativa. Dichos resultados afirman la conceptualización del flow descrito por Csikszentmihalyi
(1988), “en la que la concentración es sostenida,
con reducciones en la conciencia de uno mismo y el
tiempo, acompañada por una sensación de dominio
y control.” (Reynolds, 2000, p. 22).
En el estudio sobre las consecuencias de la
rumiación disfórica los autores Lyubomirsky y
Tkach, (2003), centran su atención en desafiar el
supuesto de que una de las formas de mejorar la
depresión es evaluar y pensar constantemente en
los sentimientos y situaciones que lo rodean, con
el fin de ganar autoestima. Los autores muestran
Cuadernos Hispanoamericanos de Psicología
Revisión teórica conceptual de flow
que es precisamente la rumiación de sus pensamientos y sentimientos, los responsables del
mantenimiento de la depresión y/o disforia. Y
así mismo son los responsables de disminuir la
capacidad del paciente de resolver problemas,
marcando el comienzo de una serie de conductas
negativas. El método utilizado fue el Método del
Muestreo. De acuerdo con los autores, el método
del muestreo empleado para la medición del flow,
permite evidenciar el momento en donde la rumiación genera malestar físico o sensaciones negativas.
Sin embargo el método de muestreo no alcanza a
dar cuenta en su totalidad de los pensamientos rumiatorios debido a que se debe ser consiente de los
pensamientos rumiatorios para poderlos registrar y
en la mayoría de los casos las personas no logran
diferenciar la rumiación de pensamiento de los
momentos en los que simplemente están pensado.
Continuando con los estudios realizados frente
a la funcionalidad del flow en el área clínica, el
estudio de Vansteelandt, Pieters, Vansteelandt, Claes
y Probst (2003), sobre la anorexia nerviosa muestra
las ventajas que tiene dicho concepto en el tratamiento individual para este trastorno. El objetivo
de dicho estudio fue observar la frecuencia de
la hiperactividad en el trastorno alimenticio por
medio del Método del Muestreo de Experiencia
óptima en caso único en una adolescente de 18
años en Kortenberg, Bélgica.
Los resultados reportaron que se encontró una
relación entre la hiperactividad y la aparición de
emociones negativas reforzantes que generan las
conductas de ejercicio excesivo. Sin embargo el
Método del Muestreo de Experiencia óptima no
permite concluir una relación causa efecto entre
hiperactividad y emociones negativas y tampoco
generalizar los resultados. Como recomendaciones
los investigadores confirman la óptima utilidad
del método para terapia clínica individual debido
a que este permite encontrar los síntomas directos
del trastorno de forma empírica. Al mismo tiempo
Cuadernos Hispanoamericanos de Psicología
esta información precisa, puede ser utilizada por
el terapeuta para mostrársela al paciente.
Finalmente los estudios e investigaciones realizadas sobre la funcionalidad del flow en el área
de la biodanza, la red, educación y el área clínica
muestran un gran interés por parte de la ciencia en
conocer las formas como el ser humano experimenta
momentos gratificantes, buscando comprender como
desarrollar momentos que mejoren y aumenten la
calidad de vida.
Conclusiones
Teniendo en cuenta los indicadores del término
flow se puede decir que una persona entra en estado
de flujo cuando posee las herramientas suficientes y
las adecuadas para enfrentar el reto, por lo tanto el
reto no puede ser muy superior a las capacidades del
individuo y tampoco muy inferior ya que entraría es
estado de aburrión y desmotivación. Adicionalmente
el desafío gradualmente va aumentando, al igual
que las herramientas y aptitudes de la persona van
aumentando también.
Así mismo, se observó la gran importancia que
tiene la dimensión de la motivación en la experiencia del flow ya que es la que hace que un individuo
actué o se comporte de una manera determinada,
involucrando la motivación intrínseca, extrínseca
y la a motivación (Frederick y Ryan, 1995). Sin
embargo para que el estado de flow se experimente
no solo interviene la motivación, sino también, el
locus de control el cual desempeña el papel de guía
necesaria para la realización de la actividad, bien sea
por relación directa consigo mismo (locus interno o
motivación intrínseca) o con otras variables ajenas
a él (locus externo o motivación extrínseca).
Por último dentro de las teorías que sustentan
el flow se encuentra la teoría de la autodeterminación en donde el individuo logra estar motivado
intrínsecamente por su capacidad de autonomía,
competencia y relación con el entorno y hay una
59
Cristina Camacho, Diana Marcela Arias, Ángela Castiblanco y Mónica Riveros
gran probabilidad que se experimente flow al realizar la acción.
En cuanto a los instrumentos de medición, Csikszentmihaly y Larson (1987) desarrollaron el método
del muestreo experiencial (MME), la ventaja de
esta técnica es que recopila abundantes datos dentro
de un análisis individual de caso. Como área de
oportunidad en este MME se sugiere afinar en las
relaciones entre los 9 factores del flow, buscando con
ello mayor información en los registros extraídos de
la experiencia. Otro tipo de instrumento utilizado
son las escalas de Flow State Scale (FSS) y la escala
de disposición al flow (DFS), las cuales abarcan
los 9 factores del flow. Como áreas de oportunidad
para este tipo de método se evidencia la necesidad
de sintetizar con mayor precisión los 9 factores del
flow para que los resultados sean más rigurosos en
términos de uso y de validez ecológica. Así mismo,
la revisión sobre métodos de medición realizada en
esta tesis, muestra un gran campo de acción por
desarrollar ya que en la actualidad no se encuentran
métodos totalmente estandarizados o validados
que permitan dar información confiable sobre la
experiencia del flow. Por lo tanto se recomienda
hacer una investigación más exhaustiva en cuanto
a los métodos e instrumentos de medición del flow.
En relación con la aplicabilidad del concepto
flow es importante rescatar la necesidad de profundizar en la relación teórica del flow frente a la
biodanza buscando con ello realizar investigaciones utilizando el método de muestra experiencial
y así conocer de manera individual los beneficios
que experimenta la persona al realizar los ejercicios de la danza y hacerlos más efectivos. Ya
en el área educativa, los estudios realizados por
Mesurado, (2010) evidencian la necesidad de conocer
a mayor profundidad las variables que intervienen
en la atención y adquisición del conocimiento en el
aula de clases. Así mismo los demás estudios evidencian la utilidad del flow en el diseño de nuevas
técnicas para mejorar la enseñanza y hacerla más
significativa en la vida de cada persona.
60
Relacionado con la aplicación del flow en la
navegación en la red, el contexto académico y
científico proporciona luces sobre cómo y porque
el navegar en la red puede llegar a ser una actividad
de disfrute ya que le permite identificar conductas
que se dan para que el cibernauta siga navegando
por largas horas y dicha actividad sea gratificante
en sí misma. Este conocimiento puede incluso beneficiar el mercado cibernauta a nivel económico.
En el área clínica, según los estudios revisados
se evidencia la utilidad del Flow como un medio
para crear y diseñar técnicas de intervención a la
medida del trastorno de la persona, logrando mayor
bienestar y eficacia en el tratamiento. Es así como,
en la depresión, disforia y rumiación se pueden ver
favorecidos los pacientes, al entender los entornos y
percepciones que les generan flow y así disminuir los
síntomas de dichos trastornos. Estas investigaciones
también recomiendan desarrollar nuevos estudios
aplicados con el fin de confirmar y en algunos casos,
encontrar si es posible, la generalización de eventos
que provean al individuo de experiencias óptimas
de acuerdo a su trastorno.
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