A B C . D O M I N G O 5 DE J U L I O DE 1970, EDICIÓN DE LA MAÑANA. PAG. 27. CORTES ESPAÑOLAS LA CASI TOTALIDAD DE LOS OBJETORES DE CONCIENCIA AL SERVICIO MILITAR PERTENECEN A LA SECTA «TESTIGOS DE JEHOVA» El procurador señor Vizcaíno Márquez subraya en su enmienda al proyecto de ley que tal secta no está reconocida en España OTRA ENMIENDA PIDE QUE LOS OBJETORES PRESTEN SERVICIO EN UNIDADES ESPECIALES DURANTE UN PERIODO DOBLE AL NORMAL Nueve escritos de enmiendas, uno de ellos a la totalidad, ha recibido—como ya hemos informado—el proyecto de ley sobre prestación del servicio militar de los objetantes al mismo por motivos de confesión religiosa, que será debatido en el seno de la Comisión de Defensa de las Cortes el próximo jueves, día 9. Ampliando la información que publicábamos ayer, podemos añadir que, [a enmienda a la totalidad suscrita, en primer lugar, por don Miguel Vizcaíno Márquez, solicita que el proyecto de ley sea devuelto al Gobierno a fin de que se formule otro nuevo, regulador del servicio militar de los objetantes dentro de los límites establecidos por las Leyes Fundamentales, la :del servicio militar, la libertad religiosa y leyes penales. Asimismo, en el nuevo proyecto de ley que solicita el enmendante se debe determinar a quiénes comprenderá, estableciéndose, para ello, las garantías y límites, él tiempo y la naturaleza del servicio a prestar por estos objetantes. "El proyecto—argumenta el señor Vizcaíno—afecta a los deberes y derechos, regulados en el título primero del Fuero de los españoles, y exige una disposición con rango formal para su regulación, según lo dispuesto en la ley constitutiva de las Cortes, al atribuir al pleno conocimiento de las leyes básicas que regulan dicha materia." Seguidamente, el enmendante argumenta que el fiel servicio de los españoles a la Patria, la obediencia a la leyes, la igualdad de los españoles ante la Ley, el principio de libertad religiosa, junto con el de confesionalidad del Estado español y la obligatoriedad del servicio militar, constituyen un timbre de honor para los españoles y son normas de rango fundamental. A mayor abundamiento, las repercusiones que en el orden penal habrá de tener el artículo segundo exige una ley formal para modificar disposiciones vigentes o llenar los vacíos legales que dejara dicho precepto. Partiendo de la realidad, el señor Vizcaíno arguye que la casi totalidad de los objetantes figura en la secta de "Testigos de Jehová", así como algún caso de personas pertenecientes a los Adventistas del séptimo día, pero ninguna de estas sectas—dice el enmendante—están reconocidas en España como asociaciones confesionales. Después de hacer otras consideraciones, el citado procurador propugna que el proyecto debe prever la prestación del servicio militar en caso de movilización o de guerra, para no dar una situación privilegiada, COM los graves problemas que ello puede entrañar, tanto en la paz como en la guerra. Por su parte, don Blas Pinar López, en una de sus enmiendas, postula la necesidad de tipificar el delito de la objeción de conciencia en el Código de Justicia Militar, identificándolo con él de inutilización para dicho servicio, conforme prevé el artículo 383 de dicho cuerpo legal. La objeción de conciencia—puntualiza—no puede basarse en puras "convicciones" en materia religiosa, sino en la llamada libertad de conciencia, por lo que estima que no se debe aludir a estas "convicciones" ni en el preámbulo del proyecto ni en su articulado. Justifica esta propuesta y, a continuación, el señor Pinar López defiende la inclusión del siguiente texto: "Los objetores de conciencia cumplirán la condena que se les impusiere, prestando el servicio militar en unidades o servicios especiales." Como fórmula alternativa presenta otra enmienda en la que postula la autorización al Gobierno para que regule, mediante decreto, la prestación del servicio militar en unidades servicios especiales y durante un período de hasta tres años, a los objetores de conciencia, sin aludir a convicciones religiosas. ENMIENDAS AL PROYECTO Don Rafael Merino García ha presentado cuatro enmiendas, la primera de ellas al titulo del proyecto, que, en su opinión, debe denominarse "Estatuto de los objetantes de conciencia"; por otra parte, sugiere que el proyecto de ley sea acomodado con la ley de modificación nacional, en el sentido de que se regule la forma especial de cumplimiento del d'eber de defender a la Patria por parte de estas personas. Que la alegación de objeción de conciencia no pueda amparar subterfugios para eximir a alguien de la prestación del servicio militar, es una de las peticiones razonadas por el procurador don Luis Gómez de Aranda, quien concreta su enmienda alegando que el servicio militar de los objetares de conciencia se realizará en "unidades especiales del Ejército de Tierra, Mar o Aire". Con similar propósito que el anterior enmendante, don Manuel de Aranegui insiste en que los objetores deberán demostrar, de manera fehaciente, que profesan y practican las creencias religiosas que les impiden dicho normal cumplimiento del servicio militar. Don Augusto Llera López, a su vez, estima que, en ningún caso, el tiempo del servicio militar que preste un objetor de conciencia en unidades especiales á'ebe ser inferior al doble del servicio normal de armas. Otros procuradores asimismo expresan su punto de vista de que se indulte de "penas o correctivos", así como de las accesorias y efectos militares derivados, a quienes hayan sido condenados al declararse opuestos a la prestación del servicio militar.—Cifra.