Vitoria 2007 abstract sobre el derecho a la información y el derecho a la protección de los datos personales A raíz de la entrada en vigor de la Ley de Acceso a la Información en Alemania y de los dos años de funcionamiento en el Reino Unido de una misma autoridad que concentra el control de la protección de datos personales y el acceso a la información, se hace más evidente en nuestro país que la ausencia de una regulación unitaria al respecto aumenta las dudas e inseguridades en cuanto a la garantía de los distintos derechos y bienes jurídicos en juego. La Directiva 95/46/CE, en materia de protección de datos personales, en su Considerando 72 ya autoriza, expresamente, a que se tenga en cuenta el principio de acceso público a los documentos oficiales en el momento de aplicar los principios expuestos en la Directiva. La relación entre ambos derechos o bienes es evidente y se pone de manifiesto en los textos jurídicos y supuestos prácticos en multitud de ocasiones. El acceso a la información es un importante principio en todos los estados miembros de la Unión Europea, a pesar de tener un reconocimiento distinto o servir a intereses distintos según el estado de que se trate, en función, en parte, de las tradiciones culturales y jurídicas. En muchos estados miembros es reconocido como un principio jurídico para promover la participación de los ciudadanos en la toma de decisiones de los gobiernos o en la elaboración de políticas públicas, para dinamizar la democracia y para garantizar la transparencia. En otros países se contempla como un derecho de las personas, ya sea de naturaleza subjetiva en el ámbito de los procedimientos administrativos o como un derecho fundamental, como un derecho del público a saber y, a la vez, como una obligación de los gobiernos de informar. Pese a la falta de regulación general, en determinados ámbitos sectoriales el derecho de acceso a la información ha sido reforzado por la normativa específica dotándolo de mayor fuerza o rango, como es el caso de la información medioambiental y la información urbanística de que disponen las entidades públicas. En el artículo 27 del Estatuto de Autonomía de Cataluña se ha previsto expresamente el derecho de todas las personas a acceder a la información medioambiental de que disponen los poderes públicos, y se establece que este derecho únicamente podrá ser limitado por motivos de orden público justificados, en los términos que establezcan las leyes. Otro ámbito sectorial que tiene previstos unos derechos de información reforzados es el ámbito sanitario, que reconoce tradicionalmente el derecho del paciente al acceso a la historia clínica propia y que el Estatuto de Autonomía de Cataluña ahora contempla específicamente en el artículo 23 como uno de los derechos en el ámbito de la salud de forma independiente al derecho a la protección de los datos de carácter personal reconocido en el artículo 31. Así pues, en el ámbito sanitario está previsto el derecho de todas las personas, en relación a los servicios sanitarios públicos y privados, a ser informadas sobre los servicios a los que pueden acceder y los requisitos necesarios para poder hacer uso de ellos, a ser informadas también sobre los tratamientos médicos y sus riesgos antes de su aplicación, a consentir cualquier intervención, a acceder a su historia clínica y a la confidencialidad de los datos relativos a su salud en los términos que establecen las leyes. En este supuesto ya se dispone de la regulación sectorial que reconoce estos derechos en Cataluña: la Ley 21/2000, de 29 de diciembre, sobre los Derechos de Información Concernientes a la Salud y la Autonomía del Paciente, y la Documentación Clínica. En términos generales, por lo tanto, la yuxtaposición del derecho a la protección de los datos personales y del derecho al acceso a la documentación pública se resuelve conforme a las reglas habituales de interpretación aplicables a los supuestos de colisión o concurrencia de derechos fundamentales, y según el juicio de proporcionalidad, la ponderación del daño y el test o balance del interés público. De conformidad con el test del interés público se pondera cuál de los derechos prevalece por encima del otro teniendo en cuenta el supuesto concreto que se plantee y atendiendo a criterios de equilibrio para garantizar el respeto de ambos. Y este juicio de proporcionalidad corresponde tanto a los tribunales que deban conocer de conflictos planteados en esta materia como a los operadores jurídicos y a los órganos administrativos que en el desarrollo de sus funciones deban atender peticiones de acceso a documentación administrativa que contenga datos personales.