RESEÑA SOBRE LA NOVELA “EL SECRETO DE ÁNGELA” de Rodrigo Méndez (Galligato Ravi) por MARÍA LARRALDE EL SECRETO DE GALLIGATO Si todo comienzo que se precie debe enganchar al lector, independientemente de que después el total de la obra sea del completo agrado del mismo, aquí tenéis un claro ejemplo de buen comienzo. Se adorna con aire poético envolviendo los primeros pasos de la historia en un estilo sutil, descriptivo, mágico, onírico, seductor y propio (un estilo en el que la poesía está inmersa en la narración de manera simbiótica) que ya no abandona el resto de la novela. Viene acompañado o aderezado de un toque visual que a mi entender está muy bien utilizado por el autor: ciertas partes, durante toda la novela, están resaltadas en negrita, otras, están resaltadas en cursiva. Ambas consiguen un efecto de dinamismo que aumenta el interés y mejora la lectura. Poesías y canciones en cursiva y, en negrita, leemos a nuestro narrador como remarcando aquello que es importante, a veces simplemente bello. “Las dos se imaginaron recorriendo, codo a codo, una pasarela de agua tan larga que parecía fundirse con el infinito, hasta que amaneció”. Personalmente enmarcaría la novela en un heterodoxo Romanticismo Espiritualista que, sin embargo, presenta otros rasgos inmersos en esa amplia estantería de los géneros literarios, algo mágico, realismo en grandes cantidades, suspense e incluso sensualidad como rasgos fundamentales de la historia hacen que el lector esté ante una lectura nada monótona y que sorprende hasta el final. Sin adelantar nada de la trama principal, el tema está enmarcado en el mundo de la pasarela y la moda y la localizamos en los años 90. Me sorprendió la gran cantidad de detalles, de nombres de modelos, modistos, y nomenclatura propia de ese mundo maneja e incorpora el autor en la obra. Eso la envuelve de realismo y credibilidad. Parece mentira lo que se puede aprender de una trama bien enmarcada y elaborada, uno se sorprende de la cantidad de ajustes temporales y conocimientos que se han introducido sobre este mundo. Es un punto muy favorable al autor. No sólo se percibe el buen escribir, sino una cantidad de trabajo invertido en el estudio del mundo de la moda para volcarlo sobre la obra. Ángela, a través de sueños, nos va air desvelando su propia historia a la par que a sí misma. Después todo cambia y las investigaciones reales de los personajes toman las riendas del relato. Hay acertijos en cada poema o canción que van dando pistas de manera progresiva tanto al lector como a los propios protagonistas. Los personajes van apareciendo a través de la trama, se van construyendo con ella y comenzamos a saber algo más cada vez, Poco a poco vemos cómo es Ángela y su mejor amiga Soledad (amiga que revela parte de la personalidad oculta del Ángela). Alejandro, el personaje masculino principal, aunque no único, se me apareció como antítesis de Ángela y sin embargo, quedará redimido por ella. Y aunque me sorprendió el lenguaje usado en los diálogos, por parecerme impropio u anacrónico a la época y edades, creo que es un recurso literario que adecúa a los mismos dentro del estilo narrativo de la obra. Si todo comienzo que se precie debe enganchar al lector, independientemente de que después el total de la obra sea del completo agrado del mismo, aquí tenéis un claro ejemplo de buen comienzo. Se adorna con aire poético envolviendo los primeros pasos de la historia en un estilo sutil, descriptivo, mágico, onírico, seductor y propio (un estilo en el que la poesía está inmersa en la narración de manera simbiótica) que ya no abandona el resto de la novela. Viene acompañado o aderezado de un toque visual que a mi entender está muy bien utilizado por el autor: ciertas partes, durante toda la novela, están resaltadas en negrita, otras, están resaltadas en cursiva. Ambas consiguen un efecto de dinamismo que aumenta el interés y mejora la lectura. Poesías y canciones en cursiva y, en negrita, leemos a nuestro narrador como remarcando aquello que es importante, a veces simplemente bello. “Las dos se imaginaron recorriendo, codo a codo, una pasarela de agua tan larga que parecía fundirse con el infinito, hasta que amaneció”. Personalmente enmarcaría la novela en un heterodoxo Romanticismo Espiritualista que, sin embargo, presenta otros rasgos inmersos en esa amplia estantería de los géneros literarios, algo mágico, realismo en grandes cantidades, suspense e incluso sensualidad como rasgos fundamentales de la historia hacen que el lector esté ante una lectura nada monótona y que sorprende hasta el final. Sin adelantar nada de la trama principal, el tema está enmarcado en el mundo de la pasarela y la moda y la localizamos en los años 90. Me sorprendió la gran cantidad de detalles, de nombres de modelos, modistos, y nomenclatura propia de ese mundo que maneja e incorpora el autor en la obra. Eso la envuelve de realismo y credibilidad. Parece mentira lo que se puede aprender de una trama bien enmarcada y elaborada, uno se sorprende de la cantidad de ajustes temporales y conocimientos que se han introducido sobre este mundo. Es un punto muy favorable al autor. No sólo se percibe el buen escribir, sino una cantidad de trabajo invertido en el estudio del mundo de la moda para volcarlo sobre la obra. Ángela, a través de sueños, nos va a ir desvelando su propia historia a la par que a sí misma. Después todo cambia y las investigaciones reales de los personajes toman las riendas del relato. Hay acertijos en cada poema o canción que van dando pistas de manera progresiva tanto al lector como a los propios protagonistas. Los personajes van apareciendo a través de la trama, se van construyendo con ella y comenzamos a saber algo más en cada capítulo. Poco a poco vemos cómo es Ángela y su mejor amiga Soledad (amiga que revela parte de la personalidad oculta del Ángela). Alejandro, el personaje masculino principal, aunque no único, se me apareció como antítesis de Ángela y sin embargo, quedará redimido por ella. Y aunque me sorprendió el lenguaje usado en los diálogos, por parecerme impropio u anacrónico a la época y edades, creo que es un recurso literario que adecua a los mismos dentro del estilo narrativo de la obra. La protagonista debe conocer su pasado para poder afrontar su futuro. Y no es cualquier pasado. Todos los demás ayudan a desenmarañar esta oscuridad oculta en un convento. Una monja fue su madre real, pero su madre real es mucho más que esta santa mujer. No quiero adelantar ningún final pero en él veremos el desarrollo plenamente espiritual de la historia y de la protagonista. Me guardo para otro momento o para algún comentario como lectora las conclusiones a las que llegué en ese final apoteósico. El amor de Ángela y Alejandro, apasionado y sensual, cerrará el círculo perfecto de esta historia. Conocer el pasado para asumirlo, afrontarlo para seguir adelante son las conclusiones principales que saco de ésta hermosa lectura. Su autor se revela como un nuevo Márquez, más ligero pero igualmente profundo. Enhorabuena Galligato Ravi por esta novela que espero sea ampliamente leída en este mundo falto de luces que nos rodea.