pesar J e todas las gestiones que se han hecho para contar con un ejemplar; la Estación de ensayo de semillas agradecería mucho las noticias que sobre el particular se le dieran. # * Para terminar, encarecemos al lector, el trabajo sobre la Estación de Svalóf, donde hallará detalles de los nuevos rumbos o derroteros científicos para los estudios de las principales cereales. Adviértase, cómo esos signos esculturales de las envolturas que aprisionan y adornan sus semillas, que por los botánicos españoles ccmenzaron a usarse, hoy día son también los principales y más •seguros detalles para las clasificaciones modernas. No se olviden tampoco los que reanuden estas indagaciones, partir de aquellos trabajos tan bien enfocados y esclarecidos (dietitecitos de los cascabillos o glumas; vasillos o ventallas truncados, o rematados en truncadura; rejoncillos rectos y cortísimos aun lado del ápice; glumas con jorobas o aristas desparramadas; pliegues que rematan en los dichos rejoncillos calicinales, más o menos cortos; vello, tapizando los cálices; quilla de las ventallas, etc., etc.), ya que para seguir el único camino fácil y hacedor para llegar al completo conocimiento de nuestra riqueza triguera, nos hallamos capacitados, poseemos material adecuado, y pronto ha de contar la Estación de ensayo de semillas, con local para laboratorios, donde llevar a feliz término este trabajo de histología vegetal, tan perentoriamente solicitado, por tratarse del más urgente y fecundo cometido de nuestros profesionales, interesados principalmente, y antes que ninguna otra preocupación, en tan beneficiosa empresa para el país, pues nunca olvidan el consejo del poeta castellano del siglo X V : «Por los comunes provechos, dejad los particulares.» La Florida (Madrid), 1 6 de julio de 1 9 1 9 . El Director,