Una niña huérfana, por Ainhoa García Ceballos

UNA NIÑA HUERFANA
Una niña, llamada Carlota, estaba con unos amigos y les dijo:
- ¡Como deseo tener una madre y un padre para la Navidad!
El amigo le pregunta:
- ¿Para qué?
- ¿Cómo para qué? Pues para no sentirme sola, para poder montar el árbol de Navidad...
La niña apenada fue a una tienda de ropa. En esa tienda de ropa había un pozo de los deseos.
Pidió un deseo :
- Deseo tener una madre y un padre para la Navidad.
Poco rato después se encontró con una señora mayor. La señora mayor le preguntó:
- ¿Que te pasa cariño?
- Quiero una madre o un padre para la Navidad.
La señora mayor muy apenada se lo concedió. Con sus manos tocó un maniquí y se convirtió en
una persona de verdad.
La niña sorprendida le preguntó:
- ¡Hala! ¿Cómo lo has hecho?
- Hija eso ha sido magia pura.
- Bueno está bien....
El maniquí se fue con Carlota. Se llevaban muy bien ambas. El maniquí sabía que tenía que
volver a ser maniquí a las 12 en punto de la noche,después del día de Navidad.
Cuando se lo dijo a Carlota se volvió loca:
- ¿Qué? ¡Eso no puede ser verdad! Pero ¿a que dijo la verdad?....
- Carlota por una vez te has equivocado.
- Pero, ¿no hay solución?
- No hay solución.
La niña fue a la tienda y le dijo a la señora:
- ¿Por qué tiene que volver a ser maniquí el día después del día de Navidad?
- Porque tú me decías que solo querías una madre o un padre para la Navidad.
- Bueno, pero ¿no puedes hacer nada? ¡Por favor!...
- No,lo siento. No puedo hacer nada.
Dos días antes de Navidad, el maniquí vio a un hombre. Lo malo es que se enamoró. Era el tío
de Carlota.
Pasaron los días. El tío también se enamoró.
Ya eran las doce de la noche el día después de Navidad. El maniquí se fue directo a la tienda. El
tío y Carlota se fueron detrás de ella para detenerla. El tío no entendía nada. Cuando llegó a la
tienda, el maniquí se puso en su posición y se convirtió en maniquí.
Carlota, con esperanzas de recuperarla, le dice al tío:
- Dale tu mano.
El tío no lo comprendía y le dijo:
- Es solo un maniquí.
- Te he dicho que le des tu mano.
El tío le hizo caso a Carlota. El maniquí se convirtió en una persona.
El tío y el maniquí se casaron y fueron muy felices.
AINHOA GARCÍA CEBALLOS
(Campillos)