ELEmENTOS ECLESIASTICOS EN EL LIBRO DE BUEN APflOR . by JULIAN BUENO, P h . B . , B . A . , lYl.A. A DISSERTATI N IN 5PANISH Submitted t o the Graduate F a c u l t y of Texas Tech U n i v e r s i t y i n P a r t i a l F u l f i l l m e n t of the Requirements f o r t h e Degree of DOCTOR OF PHILOSOPHY AoDroved Accepted pn,ay, 1979 V /c-C f .•^ ACKNGWLEOGiriENTS I am deeply indebted to Professor Oonald T. Dietz for his direction of this dissertation and to the other members of my committee, Profcssors Aldo Finco, Harley 0, Oberhelman, Sydney Cravens and Edward V, George for their help, not only in the execution of this thesis, but throughout my academic career. Special thanks are due to my vuife Kathy for her patiencB in typing the manuscript and for her constant cjncouragemQnt, ii INDICE GENERAL ACKNOUILEDGfllENTS H INTR ^ î. OUCCION PERS0NAJE5 Y ENTIDADE3 ECí.ES I A 5 T I C 0 S Jerarquía calíli.-^ .', Ordanes reliu :.'^SJÍ:Î ^^i^iînii^iimi^ 1-' Urdeni^s ::;:. lit II. 63 I-1 i c > l r & i a ••cllglDa'n^ ;•:•-.(, íi?-^;- rcic 'j'-y FRAGí^ENTOS TEOL G I C Refarencías Rudimentos í^ensaje Lenguaje ^tô -LA'Í'EQUETICÎJS bíbiicas '^ A^J teolôqico-cetequêlicos kerigmâtico Celebraciones litúrgicas 65 de s a c r i s t í a HUfílOR Y CLERÎCAL 73 76 ZACION EN EL LIBRQ DE BUEN AfYîOR 84 Disputa ZT'\2 ^9 ^ 58 Autoridatíes lîl. 4 entr î el nrleno y el rcínaîio cruzatíu ^^:^ Humcír e c l e & i á s l i c o 5-^ ^ i e r t. - f: ap'*jlr.' os H o r " .-í c an 5n i c a s Don C " ; r r ' a i . , 3T jor:i ai 95 1 •"!C^ CtMresn?- y "^o/^ Aiv •. 11-' ^ ^ IV, D DACTISIVÎO Y CLER ÎCALIZACÎGN ÍH EL LIB^Î^ D BUEN AmOR P.^-aloQú ^n •'JU imsã i:3C Ar^^'o d o l f : - ' l 3 t ici-...: * 1' /. Psrsonaiidsd Jei aíi';ot 1 . PropÔsito del autcr y p bîico al que 2® ^i^i^B ri?ír.'-'^^^^^^ CONCLUSIONES 186 NOTAS 196 08RAS CONSULTADAS 231 x\f INTRODUCCION Las fuentes e influencias en el Libro de buen amor continúan siendo estudiadas y debatidas sin que ninguna de las teorías propuestas adquiera hegemonía sobre las demâs y sin que, hasta el presente, se hayan logrado amalgamar los diversos puntos de vista en una superestructura ecléctica. Ni el juglarismo de Wenêndez Pidal, ni el mudejarismo de Américo Castro, ni el semitismo de Lida de lYlalkiel, ni las piruetas alegôricas de Hsrt han sido capaces de dar respuesta satisfactoria a la compleja urdimbre de la obra del Arcipreste. Lecoy, por su parte, recalcô las aportaciones de la cultura clâsico-latina y de las tradiciones eclesiâsticas medievales, pero se quedô corto a la hora de emparejar la tradiciôn con el arte de Juan Ruiz. Algunos críticos, tales como Cejador y Frauca, Amador de los Ríos y Josá (Ylarîa Aguado, han destacado otros elementos oopulares de sabor eclesiástico que saltan a primera vista al hojear el Libro de buen amor. En el ano 1966 Ricard apuntÔ la nocGsidad de profundizar en la teología y liturgia del Libro de buen _afnor, especialmente en sus formas mSs populares, convencidc úa que abrirîa nuevos horizontes a los estudiosos de Juan Ruiz. Fuera o no a raíz de este artîculo, lo cierto es que en los 22222! ûltimos doce aflos, la crítica ruiziana ha experimentado un renovado interés por los elementos eclesiâsticos en doterminados episodios del Libro de buen amor, especialmente el Prôlogo, los pecados capitales, las armas del cristiano, el concepto de la muerte, la digresiôn sobre la confesiôn y el encuentro Don Carnal-Dona Cuaresma. Dado que histôricamente puede documentarse la presencia de judîos, moros y cristianos en la época y regiôn del Arcipreste, es innegabls su huella en la obra de Juan Ruiz. Antes, sin embargo, de proceder con una teorla eclêctica se requiere un detenido examen, por separado, de los varios componentes. Teniendo en cuenta que, de las mil setecientas nueve estrofas de que constan las presentes ediciones del Libro de buen amor, unas^"^ setecientas--mâs de dos quintas partes—contienen inequîvocamente elementos sclesiSsticos, bíblicos o ambos combinados, fácil es descubrir el desequilibrio entre ia importancia dada por la crítica a los elementos árabes c hebreos y los procedentes de la tradiciôn cristiana. No existe ningún estudio giobai dedicado a los elementos eclesiásticos en el Libro de buen amor y su posible relaciôn con el arte de Juan Ruiz. El presente trabajo pretende dar el primer paso en esa direcciôn, Intento dastacar, en primer lugar, la gran abundancia de elementos eclesiásticos diseminados por tndo el libro, examinando a continuaciôn como Juan Ruiz se vale de estos 3iiiiiiiiiiiiii elementos para la gestaciôn de su arte. No r.e trata, pues, de rastrea^r la teologla, la liturgia y otros ølementos catequêticos--muy importante si el libro fuera s61o didåctico--sino de analizar el papel de todos estos elementos eclesiâsticos en el desarrollo artlstico dø la obra. Wargherita rfîorreale nos pone sobre aviso para no valorar la teologla por encima del arte de Juan Ruiz al miSi'îio tiempo que lamenta la carencia de "estudios sobre la literatura latina medieval y de instituciones eclesiâs2 ticas," (Tli interés por los elementos eclesiâsticos se encamina hacia una mcjor comprensiôn del arte del Arcipreste, Una genuina apreciaciôn del Libro de buen amor requiere un estudio equilibrado de todas sus fuentesi árabes, clâsicas, francesas, goliárdicas o juglarsscas, sin dejar de lado el hecho central y evidente que Juan Ruiz fue un eclesiástico medieval, educado según los cânones y costumbres de la iglesia y que, por necesidad de su ministsrio, hubo de dssenvolverse en el ambiente clerical del siglo XIV, expuasto a las controversias y crisis que plagaron ese perîodo de lc« historia de la iglesia. Es hora ya quø la crltica ruiziana busque nuevos enfoquss para afrontar los problemas que han resistido una interpretaciôn cohesiva. CAPITULO I PERSONAJES Y ENTIDADES ECLESIASTICOS Elementos de Indole eclesiâstica, mâs o menos acentuada pululan a lo largo y a lo ancho de la obra del ArciprQste de Hita. La profusiôn, ambig edad y comple- jidad de estos componentes dificultan su clasificaciôn sistemâtica, En un intento simplificador he creldo convøniente dividir østos elementos en dos partes principalesí este capltulo abarcarâ las referencias explícitas en el Libro de buen amor a ciertas øntidades y personajes eclesiásticos, tales como el Papa, cardenales, arzobispos, obispos, clero secular, ôrdenes religiosas, nombres de santos, fechas del caløndario litûrgico, etc.i en el slguiente capltulo se discutirân otros fragmentos con implicaciones teolôgicas y catequéticas, tales como referønclas blblicas y teolôgicas, celebraciones litúrgicas y expresiones derivadas c relacionadas con la vida y actividades dø la iglesis, El papel que sstos ele- mentos Juegan en la obra serâ estudiado con mâs detalle en lcs capltulos postøriorøs, Jeraroula de la iqlesia catôlica El Papa La primøra røferøncia directa al Papa acaece en la 4 discusiôn sobre astrologla y su influencia øn los hombrøsi Otrossl puede el papa sus decretales far, en que manda a sus súbditos cierta pena Íes dar; pero puede muy bien contra ellas dispensar, por gracia o por sørvicio toda pøna soltar, ^ (146)1 Evidencia aqul Juan Ruiz una clara familiaridad con los poderes y prerrogativas papales, revelando asimismo una proximidad vital. Sus asertos no estân radicados en una doctrina abstracta, sino en la vida que se cierne a su alrededort "Veamos cada dla passar esto de fecho" (I47a), La supremacla papal reaparece en el transcurso de la digresiôn sobre la confesifim Es øl papa sin dubda la fuente perenal, ca 8s de todo el mundo vicario general, los rîos son los otros qu'é an pontificalt aryobispos e obispos, patriarca, cardenal. (1160) No se limita a raiterar la autoridad del pontlfice romano, sino que anade la fundaciôn blblica, teoiôgica y canônica de donde emana esa autoridad (I160b). En una sola estrofa condensa Juan Ruiz la doctrina dø la autoridad, su transmisiÔn y participaci6n. El Papa po3es la plenitud por sør vicario ds Jesucristo sn este mundo; supeditados al Papa por tener en él su origen quedan los rlos constituldos por los eslabones søcundarios de la jerarqula (1160d). Juan Ruiz aduce esta posiciôn privi- legiada para øxplicar los pecados resørvados a ciertos miombros dø ia jerarquía y concretamente al Papai 6 Todos los casos grandøs, fuertes, agraviados, a obispos e aryobispos e a mayorøs perlados, segund común derecho løs son acomendados, salvo los que del papa son en sl reservados. (1147) Juan Ruiz reconoce la suprema autoridad del Papa y sabe evaluar la estructuraciôn jerârquica. No se trata de un acatamiento ciego y absoluto, sino de una obediencia segûn los cânones establecidos que le permitøn bøneficiarse de las excepoionøs en caso de necesidadi En tiempo de peligro, do la muart§ arrapa, vos sodes para todo ar^obispo e papa; todQ el su poder estâ so vuestra capai la grand necessidat todas las cosas tapa. (1157) Suclntamente expuesto, en peligro de muerte cualquier clêrigo poseø plenitud de poderes espirituales (I157b), --es arzobispo y papa—si ello redunda en beneficio del 2 alma moribunda. Parece ser qus Juan Ruiz considera un tanto excesivo el uso que el Papa hace de su privilegio de reservar ciertos pøcadost Los quø son reservados, del papa espicîales, son muchos en derechot dezir quântos e quáies seriá grand el romance mås que dos fîlanualesi quien saberlos quisiere oya los decretales. (1148) Serla arriesgado afirmar rotundamente que estos versos constituyen una crltica formal del Papa, En este pasaje Juan Ruiz parece revelar una mayor preocupaciôn por los clérigos que por el pontlfice romano. Entre los crlticos que comentan estos versos, Cejador y Frauca opina que 6 /7 dichos pecados SR refieren a las excomuniones røservadas 3 al Papa. Aguado intenta aclarar las subdivisiones técnico-canônicas de estos pecados røsorvados. Dos veces hace acto de presencia el jefe de la Iglesia en el episodio de los clôrigos de Talaverat El papa nos embla esta constituciôn. (I693b) Dizt "Yo querrla, amigos, que toda esta quadrilla del papâ apellâssemos ant* el rey de Castilla. (I696cd) En el vørso 1696b el Papa representa tan s61o el tármino "a quo" de la constituciôn. Al Papa como autoridad suprema le incumbe øl derecho de regular la vida moral de los clérigos, mødiante constituciôn u otro documento apropiado. El término "ad quem" de la apelaciôn conjunta de los clérigos (I696cd) deberla ser tambiôn el Papa y no el rey de Castilla. Los reyes carecen de jurisdicciôn en cuestiones dø disciplina eclesiástica, mSxime de una potestad superior a la del mismo Papa como implican estos versos. Al analizar_mâs adelsnte la_cantiga de los clêrigos dejalavera se aclarará esta cuestiôn anticipando aqul quø no se trata de una equivocaciôn o ignorancia de Juan Ruiz al respecto, sino de un premeditado efecto artlstico. En la ya citada digresiôn acerca rie la confesiôn se raenciona al Papa también en un papel secundario, exento de implicaciones doctrinalesi 8 El fraire sobredicho, que ya vos he nombrado, era del papa e del cardenal muy privado. (llôlab) Las varias interpretaciones que diferentes crlticos dan a esta estrofa basândose øn las m ltipes lecturas de los tres manuscritos no alteran sustancialmente el sentido global, sino los matices de su significado irônico o parôdico. Tomando como pauta los exiguos datos papales presentes en el Libro ds buen amor, serla justo concluir que para Juan Ruiz el mayor pecado de los papas tiene su ralz en el dineroi Si tovieres dineros avrâs consolaciôn, plazer 'é alegrla e del papa raciôn; comprarás paralso, ganarâs salvaciôni do son muchos dineros es mucha bendiciôn. (492) Yo vi en corte de Roma, d'ô es la santidaS:, que todos al dinsro faziênl'é omildat. (493ab) Aparte de esta crltica un tanto amortiguada y genêrica, la figura del Papa está revestida en la obra de Juan Ruiz de una luz positiva, reconociándole la suprema potestad espiritual (146, 1147, 1148, 1160 y 1693), Llama la atenciôn la ausencia total de referencias burlonas al Papa, tan comunes en Juan Ruiz al tratar del clero røgular y secular, Cardenales, arzobispos y obispos La parvedad de referencias papales se acsntúa aún m5s en el descenso de la øscala jerárquica. Descontando 9 los versos llôlbc debido a la duda entre "carnal" y "cardenal", ss halla en el Libro de buen amor una sola alusiôn a la dignidad cardenalicia, y êsta figura comc de paso en el escueto elønco de quienes participan de la dignidad pontificali Los rlos son los otros qu8 an pontificalt ar^obispos ø obispos, patriarca, cardenal. (Il60cd) El hecho que "cardenal" aparezca citado en último lugar debe ser achacado a las exigencias de la rima, ya que histôricamente eran los colaboradores más directos del Papa y en el siglo de Juan Ruiz gozaban de gran poder e influencia, muy superior a la de arzobispos y obispos. Esta preerainencia de los cardenales arranca del slnodo latøranønsø que tuvo lugar en la primavera de 1059. A ralz de este slnodo el Papa Nicolás II decretô que incumbla a los cardenales la elecciôn del Romano Pontlfice, sustrayéndose asl a las intromisiones de nobles y eraperadores. Otro factor no desdønahle era su poderlo econômico. Garcla-Villoslada asegura que los cardonalest Perciblan colectivamente, desde 1289, la raitad de los censos de los bienes dø la iglesia romana y lø mitad de los "servitia communia" quø pagaban a la Cámara Apostôlica los obispos y abados con ocasiôn dø su nombramiento, consagraciôn, confirmaciôn o traslado de sede.^ Naturalmenta todo esto anadido a las rentas y beneficios 10 individuales, Los datos sobre la dignidad arzobispal, manteniendo la tônica ds øscasez, son un tanto más numerosos y hacen su apariciôn en tres lugares bien aislables y definidost en los dos primeros--influencia corruptora de dinero (490-527) y digresiôn sobre la confesiôn (1128-1161)—el arzobispo es un ente genérico, un eslabôn mâs, amorfo y abstractoi Faziá muchos priores, obispos 8 abades, ar^obispos, dotores, patriarcas, potestades, (494ab) Todos los casos grandes, fuertes, agravîados, a obispos e aryobispos e a mayores perlados, segund común derecho les son acomendados. (1147abc) Pues que e l a r ^ o b i s p o , b e n d i c h o e c o n s a g r a d o , de p a l i o 'ê de b l a g o e de m i t r a 'ônrado, con p o n t i f i c a l , no es d d s t o s a p o d e r a d o . ( 1149abc) Vos sodes p a r a todo ar^obisp'ô e papa. (I157b) Ar^obispos e obispos, patriarca, cardenal. (I160d) Los únicos epltetos que acompanan al arzobispo (I149abc) le revisten solemnemente de todos los signos externos propios de su dignidad. El báculo, el palio, la mitra y el pontifical son las insignias propias de un arzobispo (Cejador, II, 103), Su pormenorizada enumeraciôn resalta la posiciôn elevada de esta persona por oposiciôn al humilde clérigo a quien se está dirigiendo el Arcipreste. 11 £ 1 t e r c e r episodio en que f i g u r a un arzoblspOy l a cantiga de l o s c l ê r i g o s de T a l a v e r a (1690-1709)9 dlafnetralraente con los dos a n t e r i o r s s , contrasta S i en los primeros l a persona a r z o b i s p a l es amorfa y a b s t r a c t a , en este ú l t i m o se concreta y encarna en una persona h i s t ô r i c a , "ar^obispo don G i l " ( l 6 9 0 b ) , el Ningún c r l t i c o ha puesto en duda que se t r a t e aqui d e l bien conocido Qon G i l ds Albornoz, arzobispo de Toledo desde 1338 a 1350, afSa que •isteriosaroente s a l i 6 e x i l a d o de Espana. Las restantes alusiones a l arzobispo dsntro ds este episodio es obvio que t i e n e n por objeto i d é n t i c o personajet S i oviesse a l Ar^obispo yo en otro t a l angosto. (I704c) Dizt "Aqueste ar^obispo non sé que se ha con nos. (I705b) Non ha SÍ artpobispo døsto por quâ sø s i e n t a , (I706b) Porque s e i arcobispo t i e n que es cosa de maldat, (I707c) Quiero dejar aqui constancia del gigantesco paso de acercaniento referencial obtenido mediante la inserciÔn de este personaje coøtáneo døl autor, posponisndo para nás adelante el efecto de este dato histôrico en la cantiga goliârdica, p. 123. Antes de comanzar la presentaci6n del clero secular, conviene mencionar que tarabién los obispos disfrutan ds un pequeno nicho en el Libro de busn amor, engarzados a los 12 otros eslabones jerârquicos ya comentados (494a, 1l47b y 1160d). Corao excepciôn solitaria existe una estrofa donde el obispo es el personaje centralt Otrossl del obispo e de ios sus mayores son otros casos muchos, de que son oîdorest pueden bien assolverlos e ser despensadores; son mucho defendidos a clérigos menoros. (1155) El obispo en su diôcesis posee la jurisdicci6n ordinaria y a ôl incumbe la absoluci6n de ciertos pecados reservados dentro de su tørritorio, tal como el Papa se reservaha otros de competencia universai. En 1155a, "perlado" puede referirse a obispo o arzobispo, con jurisdicciôn ordinaria sobre los clárigos; en 1147b, "mayores perlados" parece más bien indicar los superiores provinciales y generales da las ôrdenes religiosas. Ningún miembro de la alta jerarqula de la iglesia recibe mucha atenciôn en la obra de Juan Ruiz. Tanto el Papa como los cardenales, arzobispos y obispos aparecen citados con relativa frecuencia en tres episodios, pero en todos ellos actúan de una forna marginada e impersonal; es decir, son piezas necesarias del tablado, mas nunca pørsonajes cøntrales. La fillpica contra los abusns dei dinero, la digresiôn sobre la confesiôn y el alboroto dø los clérigos de Talavera son los nûcleos quø incluyen circunstancialmentø a la jerarqula. 13 Clero secular De entrada surge la necesidad de distinguir entre clero secular y regular. Es importante deslindar esta cuesti6n por las consecuencias que puede acarrear la apreciaciôn de detalles en el arte de Juan Ruiz. Omi- tiendo, por ahora, las hipôtesis en contra y aceptando como cierto el hecho que Juan Ruiz fue en verdad sacerdote y arcipreste de Hita, cobran mayor transcendencia las referencias døl autor acerca de la vida y obras de los sacerdotes seculares y monacales, debido a que pueden dilucidar las intenciones irônicas o satlricas del autor. La diferencia más notable entre el clero diocesano o secular y el perteneciente a las ôrdenes religiosas consiste en la ausencia de los tres conocidos votos de obediencia, pobreza y castidad por parte del clero sscular. Los sacerdotes seculares no pueden casarsø por ley eclesiâstica y prometen obediøncia al obispo, pero no con la fuerza de voto; además nunca hacen voto ni promesa da pobreza evangélica de tipo monacal. Otras muchas difersncias existen de tipo disciplinario y adrainistrativo, pero no vienen al caso en este estudio y pueden satisfacerse en cualquier enciclopødia catôlica. Por razones que al estudiar el clero regular sø manifestarán considero que en el Libro de buen amor "abad" connota un personaje monacal y como tal se estudiará bajo el siguientø apartado, 14 pp. 19-20. La profusa ambiguedad en la obra del Arci- preste, debido a sus excelentes dotes artlsticos y en menor grado a los balbuceos evolutivos del castellano, imposibilita juicios absolutos y aconseja dejar siempre abierto un margen respetable de flexibilidad. La historia certifica que en los tiempos del Arcipreste de Hita las dignidades del bajo clero secular se centraban en torno al cabildo de las catedrales. Los miembros de estos cabildos eran llamados canônigos pcr llevar en siglos anteriores una vida canônica o comunitaria. Esta vida ccmún desapareciô con el tiempo y, llegado el siglo XIII, los canônigos no tenlan más obligaciôn común que el canto del oficio divino. En relaciôn con las horas canônicas de Juan Ruiz se comentarán luego algunos de los muchos abusos que se cometîan en torno al rezo del oficio divino, p. 106. Citando a Garcîa-Villoslada, a quien sigo de cerca en este apartadoi La primera dignidad del cabildo era el deân o preboste ("decanus" o "Praepositus"); segulale el arcipreste ("archipresbyter"), encargado de sustituir al obispo ausente en sus funciones sacerdotales; pero el que mâs actúa ... es el arcediano ("archidiaconus"), dignidad que generalmente se conferîa al mismo deán (Garcla-Viiloslada, II, 632), Otras dignidades del cabildo eran el "chantre" o director de la liturgia y el tesorero ("custos et sacrista"). Existlan varias divisiones jerârquicas intracapitulares 15 (Garcla-Villoslada, II, 6 3 2 - 3 J ) . Todos estos oficios son mencionados una o varias veces en el Libro de buen amor. El arcediano era vicario del obispo en materias jurisdiccionales y tenla autoridad para otorgar parroquias y otros beneficios. Durante los siglos XIII y XIU los arcedianos fueron perdiendo derechos y privilegios hasta que el concilio de Trento (s. XVI) acabô con su autoridad, En tiempos de Juan Ruiz parece que aûn gozaban de gran influencia y riquezas como se desprendø dø la clnica mønciôn øn uno de los cantares de ciegosi íSean ricos, sean sanos, o sean arcidîanos! (I723cd) El arcipreste también era vicario del obispo para los oficios eclesiâsticos; en ausencia de êl daba principio al rezo del oficio div*ino--horas can6nicas--y ejercîa la misiôn de velar y corregir los abusos disciplinarios de los clêrigos del obispado. En la Edad (Yledia el arci- preste rural era llamado también "deán" porque presidla Q cada uno a diez párrocos. Esta figura cobra especial relieve porque Juan Ruiz habla de sl mismo como "Acipreste de Fita" (l9c) y (575a). El mismo autor implora ayuda divina para componer su libro y para ser librado de sus malesi Tû, Senor e Dios mío, que el omne crieste, enforma e ayuda a un tu acipreste. (I3ab) 16 Sefíor, de aquesta c o i t a saca a l t u a c i p r s s t e . (6c) El autor-arcipreste también aparece en boca de o t r o s personajes d s l L i b r o de buen amor. A s l por ejemplo, Trotaconventos se d i r i g e a l p r o p i o Juan Ruizi " A c i p r e s t e , a l a h ê " , d i z , " v i e j a con c o i t a t r o t a , 6 a t a l fazedes vos porque non tenedes o t r a . (930ab) "Acipreste, amat ésta; yo irê aliá manana. (I3l8c) La misma Trotaconventos explica a la monja Doria Garoza que ahora sirve "a un acipreste" (I345a). Dona Garoza no es tlmida y pide noticias de la apariencia fîsica "desse acipreste" (l484b). Don Amor también le aplica este título en su discusiôn (423b) y lo mismo hace la dama que le visitô cuando se hallaba enfermo (946b). Perdura el desacuerdo entre los críticos sobre la identidad del arcipreste que llevô las cartas de Don Gil a los ciêrigos de Talavera. Este arcipreste hace acto de presencia en los versos 1691a y 1692a. Aparte de las referencias más o menos directas a la persona de Juan Ruiz, los arciprestes se mencionan tres veces más en la batalla de Don Carnal con Dona Cuaresma: A todos los aciprestes e clêrigos sin amor. (1069c) A c i p r e s t e s e duenas, êstos venién d e l a n t e . ( I245b) Aciprestes e duenas fablan sus poridades, (I283b) 17 La can^tiga de lo^clêrigos^ de Talavera refleja una junta ordinaria del cabildo catedralicio. Ademâs del ya mencionado arcipreste hacen uso de la palabra el deán (I696b), el tesorero (I701a), el chantre Sancho Ylunoz (l7Q5a) y el canônigo "don Gon^alo" (I708a). Justamente los personajes qus el oyantø avispado podla esperar tras el inicio "mand6 juntar cabildo" (1691c). En la base de la pirâmide jerârquica secular se hallan los sacerdotes, curas o clérigos. Este último têrraino es gønêrico y "pør se" puede referirse a todos y cada uno de los miembros del estado eclesiástico, tanto regular como secular; mâs aún, en la Edad rfledia se aplicaba a todo hombre de letras, conocedor de la lengua latina, También es cierto, sin embargo, que paulatinamente el tôrmino clérigo en su acepciÔn mâs especlfica se circunscribiô al clero diocssano, mientras que monje, fraile o øl raâs amplio de religioso designaba a los miembros de las ôrdenes religiosas, En mi opiniôn, êsta es la senda por la que camina Juan Ruiz como a renglôn seguido intento demostrar, Un excelente punto de arranque lo proporciona el recibimiento que todos los clérigos hacen a Don Amor, Dø inmediato salta el conflicto entre la "clerizla" o seculares y la "frairla" o regularesi Querié levar tal uéspet luego la clerizía fuáronlø muy contrarios quantos tenián frairla. (I247bc) 18 Las dos e s t r o f a s divisi6n que siguen a r r o j a n más l u z sobre la regular-secularI D i x i e r o n a l l î luego todos l o s ordenadosi "Senor, nos t e daremos monesteriûs onrados. (I248cb) Ncn q u i s r a s a l o s c l ê r i g o s por uáspedes, de aqufista, ca non t i e n e n moradas do t o v i e s s e s l a f i e s t ? . (I249ab) "Senor", dizen los clérigos, "non quieras vestir lana; astrafari^ un monje quanto el convento gana. (I251ab) Donde claramente "cl^rigo" se aplica a los sacerdotes seculares. Esta misma yuxtaposiciôn frailes-clêrigos es frecuente en el Libro de buen amor baio diversas formasi Fazla muchos clérigos e muchos ordenados, (495a) lYluch'ô omne ordenado que otorga perdones, los clárigos seglares con muchos clerizones, (I235bc) Por estas últimas citas, mâs la ya citada 1248ab, se justifica la conclusiôn de Fíî. i^orreale, segûn la cual el término "ordenado" debe tomarse "como miembro de orden, o o sea como individuo perteneciente ^l clero regulsr."" Clérigo y ordenado son pues sinônimos ds secular y regular respectivamente. Otros sinônimos de clérigo son "cura de almas" (386a) y "clérigo cura" (I150c), Sin necesidad de prolongar el argumento se pu&de conceder que "clêrigo-clerecla" aludsn al clero diocesano en I25a, 19 494c, 506a, 1069c, 1144a, 1149d, 1l50d, 1l54a, ll55b, I215d, 1491b, I694b, 1695b, 1697a y I709b. En ésta última entra un nuevo personaje, "los clerizones" (l709b), nombrados tambiên en I235c. Probablemente eran sacris- tanes (384a), monaguillos y otras personas de la misma ralea quienes sin haber recibido 6rdenes usaban traje eclesiâstico y vivlan a costa de la iglesia. Ordenes reliqiosas masculinas En esta secciôn caben todas aquellas personas eclesiásticas masculinas excluldas del apartado que precede. Todos los miembros de las 6rdenes regulares y sus superiores, monjes, ermitanos, frailes, etc. Juan Ruiz parece haber gozado de una amplia relaci6n vital con estos grupos; es patent'e. su familiaridad con este género de vida Indiqué que los abades en el Libro de buen amor pertenecen al clero regular. esta opini6n, No todos comparten Corominas declara que en un principio abad signific6 "sacerdote, cura" y que como tal aún se conserva hoy dla en partes de Galicia, Salamanca, Navarra y Arag6n. Según este crltico, abad equivaldría a sacerdote secular, pero no menciona a este respecto el Libro de buen amor. La Enciclopedia Universal (I, 79) explica que la palabra tuvo su origen en ciertos grupos monásticos de Siria para designar al superior de un convento, Anads que en Espana se remonta su uso bajo esta acepci6n al siglo VI, conser- 20 vándose aún hoy antre los Benedictinos y los Canônigos Agustinos, Cororainas parece haber basado su definici6n en el Glosario de Aguado (pp. 217-18), ya que éste usa parecida terminologla y cita tarabién su actual uso en Galicia, Aguado, sin embargo, anade la acepci6n de dignidad eclesiâstica y, aunque no especifica nada más, por el contsxto y su alusiôn expllcita a la orden døl Cluny y a los Bønedictinos, es justo toraarlo como referencia a una dignidad eclesiástica "regular". Aguado refuerza esta suposici6n cuando expresa perplejidad a la hora de clasificar el "abades" de 1283a entra "cura" o "dignidad eclesiástica", Para Aguado, pues, abad signi- ficarla simplemente cura secular en I618b y 1495d, dignidad eclesiâstica--iregular?--en 494a, 875c, I235d y 1236b, dejando en duda 1283a. Inexplicablemente excluye u olvida los "abades beneditos" (l237c), asl como el "Senor abat" (776c). Refiérese el último al lobo vestido de monje, el mismo a quien los cabritos acaban de llamar "senor guardiano" (769c), en un contexto cabalmente monacal. En el transcurso de una conversaciôn Arciprøste-Trûtaconventos acerca de la monja Dofla Garoza la vieja exclamai fazanero" (l49Bd). "Que las monjas no s' pagan dsl abat Aguado probablemente entendiô esto como referencia personal al Arcipreste, pero creo que se trata más bien de una generalizaciôn con visos de refrân. Al mismo tiempo me parsce detactar una constante 21 inclinaci6n de Juan Ruiz en recargar las tintas sobre el 12 clero regular. En este raismo episodio es un arcipreste quien está cortejando descaradamente a la monja, pero se desenvuelve en un ambiente de absoluta normalidad, raofándose frecuentementø del clero regulart Alegre va Sl fraile de tercia al rcfitort / / í X / ^ quiere el fraile goloso entrar øn tajador. (I399bd) Luego seré contigo, desque ponga î3n fraile con una fraila suya que me dizi |traile, trailei (M66ab) Juan Ruiz astutamente desvla la atønci6n dø sus oyentes mientras esconde la raano con la cual tir6 la piedra, técnica usada con anterioridadt E busca messajera de unas negras peca^as qu8 usan mucho fraires e monjas s beatast son mucho andariegas, merecen las ^apatas; estas trotaconventos fazøn muchas baratas. (441) Estos consejos de Don Araor resaltan las corrorapidas costumbres del clero regular; los frailes, monjas y beatas "usan mucho" (441b) esas mensajeras, ocultândonos el hecho respøcto al clero secular. Cuando don niøl6n estâ a punto de conseguir su Endrina, Juan Rulz pone en boca de Trotaconventost |Non quebrantedes mis puertasi, que del abat de Sant Pavlo las ove ganado yot non posistes al un clavo. (875cd) 22 Anadidura evidente de Juan Ruiz pues carece de paralølo en el Pamphilus. La idøntidad de este abad øs un misterio. No es diflcil avønturar, sin embargo, qus se trataba del superior de los Oorainicos, o de San Pablo, que salen a recibir a Don Amor (1238a), Es de suponer que era bien conocido de los oyentes coetâneos de Juan Ruiz y que indudablementø estos versos arrancaban una sonora carcajada. Peacci6n anâloga acarrearla el donjuanesco Fray Woreno (565), ya se entienda "Fray Fulano" (Cejador, I, 206) o "Fray Irresistible" (Corominas, p, 228). El høcho más chocante y conseguido radica en colocar a la cabeza de los galanteadorøs un "Fray X", No quisisra dar la impresiôn que Juan Ruiz canoniza al clero sscular; mi punto de vista es que sale mejor parado por las frscuentes burlas que gasta al clero regular. En honor a la verdad justo es reconocer que tanto en los abusos del dinero como en el recibimiento a Don Amor ambos cleros se hallan presentesj sin embargo, una rápida ojeada bastarâ para revelar el manifiesto contraste. Coraisnza Juan Ruiz los denuestos contra el dinsro indicando lo que êl vio en Roma o sede dei Papa (493), e identifica tres veces al ciero secular con el nombre genérico de "clárigos" (494c, 495a y 505a), aportando acusaciones leves. Obispos y arzobispos son citados una vøz, pero no hay que olvidar que estas dignidades øran accesibles a ambos cleros. Es digno de notar que no se menciona ninguna dignidad menor del clero diocesano, ^d^nde estSn los arciprestes?, idônde los arcedianos, los canônigos?, etc. Las generalizaciones desaparecen como por arte de magia al tratarse del clero regulan ahl estân los priores, abades y doctores (494), los monjes, monjas y religiosos (495), los monjes de nuevo, denostando el dinero en público (503) y amontonándolo en sus conventos (504). Siguen los frailes que se llaman a sl mismos pobres y hacen gala de sus "parcioneros", "despenseros" y "tesoreros" (506); los monjes y frailes, una vez más, que se disputan con los clêrigos, cual aves de rapina, los despojos de los ricos (505-507), Otro tanto sucede al describir la procesiôn que sale al encuentro de Don Amor, El clero secular estâ alll presente, "clêrigos con muchos clerizones" (l235c), asl a secas. Por parte de los religiosos, a los muchos ordenados (I235b), se anaden el "abat de Berdones" (I235d), las "ôrdenes de Cistel", la de "Sant Benito" (l236a), la de "Cruniego con su abat benedito" (l236b), la "Orden de Santiago con la del Ospital" (l237a) y la de "Calatrava e Alcântara con la de Buenaval" (l237b). Tambiên se hallan presentes "de Sant Pablo los sus pedricadores" (l238a), los "fraires menores" de San Francisco (l238b) y los agustinos con sus cantores "ministros e priores" (l238cd). Completan la lista "los de la Trenidat con los fraires del Carmen" (l239a), "los de Sant' Olalla" ( I239b) y los 24 frailes de "Santo Ant6n" (l240a), 6rdenes antedichas son de varones. N6tese que todas las A la hora de suplicar a Don Amor que escoja morada, los religiosos ocupan de nuevo un papel estelar desacreditándose mutuamente ya que en su afán por impresionar a Don Amor, revelan cuân lejos están de los ideales monásticos (12^8-1250), Al llegar a este punto el hospedaje de Don Amor en la humilde casa del Arcipreste queda revestido de naturalidad, conveniencia y respetabilidad. No solamente la frecuencia sino también la variedad de términos para designar al clero regular es considerablei ermitano (529a, 530a, 535a y 537a); 504a, 506a, 532a, 534d, 542d y 594b); monje (495b, 503a, fraile (441b, 505a, 506a, 565b, 1l28a, 1161a, 1l71d, I239a, 1240a, 125lb, 1399b, I399d y 1466a); 1248a); ordenado (495a, I235b y abad (494a, 776c, 875c, I235d, I236b, I237c, 1283a, 1495d y 1618c); religiosos (495b y I248a) y priores (494a y I238d). El anâlisis de Lecoy sobre el poder nefasto del dinero en la tradiciôn eclesiástica asî como el cortejo de Don Amor conserva aún validez en sus lîneas esenciales. Cejador (II, 145-49) se ocupa con bastante detalle y minuciosidad de la identificaciôn histôrica de las diferentes ôrdenes religiosas, complementando en parte a Lecoy. Varios otros críticos amplîan éste o aquel pormenor, pero ninguno resalta el evidente 25 favoritismo del Arcipreste hacia el clero secular, dato que considero significativo. A la hora de juzgar la vida y costumbres del clero, "poseemos más datos para juzgar de la moralidad del clero secular que del regular" (GarclaVilloslada, II, 634). Ademâs ning n crítico mentalmente sano osarla mantener la tesis de que los clérigos seculares llevaron una vida mâs edificante que los dsl bando regular. ITlâs adelante, pp. 117-18, al hablar de las parodias en el episodio de Don Carnal y Dona Cuaresma, se estudiarân mâs detenidamente algunos datos sobre la inmoralidad en la vida eclesiâstica, Ordenes reliqiosas femeninas Las monjas no han despertado mucha curiosidad en los estudiosos del Libro de buen amor. La mayorla de los crlticos concentran sus comentarios sobre la relajaciôn de los conventos femeninos- en la Edad IVledia, ocasionados por el recibimiento de Don Amor o por el episodio de la monja Dona Garoza. Lecoy (pp. 264-70) continûa siendo el mâs sôlido por la serenidad de sus juicios y la abundante documentaciôn que aporta. Carmelo Gariano dedica un apartadc a las mujeres del Arcipreste. Inevitablemente alude a la controversia secundaria sobre si Dona Garoza cediô o no en cuerpo y alma al Arcipreste concluyendo con un "tal vez" poco comprometedor, Referente al cuadro que nos pinta 26 Juan Ruiz de las raonjas de su tiempo, Gariano opinat "No es fácil establecer si es sátira o pintura divertida de costumbres" (p, 110), Probablemente sea Jorge Guzmán quien ha prestado una atønci6n más minuciosa al papøl dø las mujøres øn la obra del Arcipreste, tismo moral extremado. Su estudio dssemboca en un didacGuzmán también habla en tárminos genéricos, sin especificar a quá clase de mujeres podrla estar dirigiéndose Juan Ruiz. 15 En el Libro de buen amor el término "muger" posea dos acepciones primordialest a) término genérico opuesto a hombre o var6n, y b) têrraino genérico opuesto a esposo, Entre las innumerables citas que vendrlan al caso baste mencionar, para la primera acepci6nt E a s s i e s t e mi l i b r o , a todo omne o m u j e r . . . (f° II r 30) It B venit a la fabla, que mujeres e varones por palabras se conocen, son amigos, companones. (677cd) La mujer mucho sanuda e qu* el omne bien guerrea. (633c) Sobrentendiêndose esposai Quando su mujer Dalida los cabellos le cort6, (3Qab) Quando fue 81 pintor de Frandes ya venido, fuø de la su mujer con dosdén recebido, (481ab) De mujeres leales los sus buenos maridos, (1527c) 27 Un término más especlfico usado frecuenteraente por Juan Ruiz al dirigirse a las mujeres es el de "duena" o "duena". ^Quiénes eran esas duenas? diflcil contestaci6n« Pregunta de muy Lo que sigue es una hip6tesis basada en textos del Libro de buen amor exclusivamente, No se trata de averiguar lo que la duefía ha sido en la historia, sino la acepci6n mâs aproximada que puede tener en la pluma de Juan Ruiz, Corominas define "duena" ccmo "senora, dama, raujer acorapanante y duena de servicio." Diccionario de la lenqua espanola dicei El "monja o beata que vivla antiguamente en comunidad y solla ser mujer principal," 17 Estas beatas que sollan vivir con otras en comunidad bajo cierta regla, "han existido antes de las 6rdenes religiosas y las ha habido en todos los tiempos" (Enciclopedia Universal, X\/III, 2- parte, 2379-80), Sus inicios se remontan a la costumbre existente en la cristiandad primitiva de colocar algunas vlrgenes j6venes, sin familia, bajo la tutela de unas matronas respetables y serias, quienes ejerclan un papel semejante al de madres superioras, En el transcurso del tiempo se multiplicaron por el Occidente, Ocasionalmønto haclan votos y se dedicaban a obras de caridad y a la práctica de ciertas devociones espirituales—rezo del breviario--para el bien de su alma. Eventualmente se convirtisron en comunidades religiosas femeninas. Las monjas de coro estaban tambiên obligadas a rezar el breviario. Uno de los rezos mâs 28 populares era el Oficio de la Virgen Marla cuya existencia docuraentada se reraonta al siglo X y que sirvi6 ds base a los Libros de Horas medievales. 16 A los seglares se les recomendaba la asistencia a la misa y a otros oficios litúrgicos como vlsperas y maitines, pero el rezo del oficio divino completo era tarøa reservada a los sacerdotes y religiosos dø ambos sexos. 19 iPudiera ser la accepciôn de duena en Juan Ruiz sin6niraa de esas monjas o mujeres principales de quø hablábamos mâs arriba? ha de ser afirmativa. Parcialmente al menos la respuesta £n el bien conocido episodio de Dona Garoza (1332-1507) aparecen varias citas donde duena y monja quedan irrefutablemente unidas en su significadoj asl por ejemplo, hablando de la monja Dona Garozat Aquesta buena duena avié seso bien sano, (I347a) Otro dla la vieja fuêsS a la monjla e fall6 a la duena quS en coro sela. (I396ab) A Í e g r e va l a duena tíel coro a l parlador. (I399a) Dona Garoza habla de sî misma como monja (I443c) y Trotaconventos la contesta en el mismo tonoi El miødo de las liebres las monjas le tenedes. (I44d) Aquesto acaøcø a vos, ssnora mla, 6 a todas las monjas que tenedes frailla. (I451ab) 29 "Tenedes frailîa" significaría aqul, según Corominas, "iviantenêis vida monástica, vivls en convento," una prueba más de la vida conventual de riertas duenas (p.540). Abreviando, se pueden cotejar el resto de las alusiones a la monja Garoza como duena eni I338c, 1385b, 1410a, 1422a, 1435ac, 1453a, 1481a, 1483a, 1490a, 1493a, I503a y 1506b. La lista, sin embargo, no acaba con Dona Garoza, Otras citas desperdigadas por el Libro de buen amor identifican, inequîvocamente, el sin6nimo monja-duenai Todas duenas de orden, las biancas e las prietas, Cistel, pedricadsras e muchas menoretas. ( 1241ab) Según el Diccionario de Autnridadasi Duenas se llamaban tambiên en lo antiguo las beatas de Santo Domingo el Real de Wadrid antes que tuviesen clausura, y también las (Vlonjas de otros muchos Conventos de Espana, que hasta hoy conservan este mismo nombre: como son las Duenas de Salamanca, las Duenas de Burgos, la? Duenas de Côrdoba: y así otros nionasterios en q-je sôlo se admitîan mujeres de calidad, a que hoy llamamos Senoras.^^ Esta misma fuente anade que en latín se las denominaba "Illustres foeminae Deo mancipatae" y concluye citando la crônica de San Fernando donde se habla de estas "Duenas" de Ordsn que Juan Ruiz menciona en I241a. 5E trata de monjas procedentes de familias acomodadas y veTí nadas, precisamente como las describe Juan Ruiz en las 30 estrofas 78 y 168, senoras de buen linaje y mucha nobleza. Wenos evidente se presenta el episodio de la "duena encerrada" (166-180). ^Era ôsta otra raonja? En una nota al verso 171a reflexiona Cororainas que "entre las beneditas" no es siraplemente "una frase de caj6n y de poco sentido" (p. 114). Para Corominas, "entre las beneditas" quiere decir "entrø mis devotas" o "entre mis beatas" (p. 114). Esta posiciôn queda reforzada en el transcurso del episodio, Al rechazar esta duena los avances de su galanteador afirmat Non perdøré yo a Dios nin al su paralso por pecado del mundo, qu8 es sonibra de aliso. (I73ab) Estas son palabras muy apropiadas para una persona que ha abandonado el mundo para servir a Dios, Compârese también la estrecha semejanza de esta respuesta con otras posteriores de la monja Garozai ConséjasmS agora que pierda la mî alma, (I355d) ftîâs valen en convento las sardinas saladas, fazer a Dios servicio conas duenas onradas, que perder la mî alma con perdizes assadas, (I385abc) Aftádase a todo esto el tono religioso del ejemplo aducido donde el sefíor del mastln y los bienes que éste guarda connotan un hondo sentido espirituali Al sef^or que me crî6 non farê tal falsedat, que tú furtes su tesoro qua dex6 en mi feaidatt 31 tû levarlas el algo, yo farla grand maldat; bete dS aqul, ladr6n, non quiero tu poridat," (177) Antes de concluir este episodio de la "duena encerrada" i,serla muy aventurada la suposiciôn de que esta duefía tan "cusrda S dø buøn ssso" (l68c), tan "cortés ø møsurada" (l69c) fuese en realidad supøriora de algún convento? En esta direcci6n parece apuntar el siguiente versoi "rnuchas duefías S otras, de buen saber las veza" (I68d). Este verso fue traducido por Brey Marinoi "a otras ya entendidas ensena con destreza," 21 Posee un cargo de ascendencia sobrø las demâs a quienes ensena "todo saber de duefía" (l68b), Llaraa la atenci6n y es digno de notarse la estrecha relaci6n y paralelismo de esta "duefía encerrada" (167-180) con otra "duefia discreta y cuerda" (77-79), la primera estaci6n en el viacrucis amoroso del Arcipreste, expresionest Las "Era duena 8n todo e de duenas sefíora" (78a) y "Sabe toda nobleza d8 orQ e de seda" (79a), pertenecientes al episodio de la "duena discreta" se repiten casi al piø de la letra en el pasaje de la "duefía Bncørrada"t Duefía de buen linaje e de mucha nobleza, todo saber de duøna sabø con sotileza. muchas dusfías 'é otras, de buen saber las veza. ( I68abd) Nôtesø tambián que øl eplteto "duefía cuerda" se aplica a 32 ambas damas 81a, I68c y I78d, Compárense finalmente las razones que estas dos duerias aducen al contestar negativamente a la vieja criada de Juan Ruizt Quando quier casar omne con duefía much onrada, promete e manda mucho; desque l'á ha cobrada, de quanto l' prometiô, o da poco o da nada. (97abc) Dizi "non muestran pereza los omnes en dar poco por tomar grand riqueza, (I72bc) Existe otro eslabôn más en la cadena que une estos dos episodios: (78c). socia "f<lucho de omne se guardan allî d'ô ella mora" Este verso pudiera indiccxr meramcnte una costumbre en determinado lugar geográfico, o pudiera ser consecuencia de vida comunal enclaustrada, estjdiada al referirnos a las duefías, monjas y a la "duena encerrada", La subsiguiente evacuaciôn de esa duena "muy guardada" (90d) para alejarla de la influencia del Arcipreste podrîa haber sido obtenida mediante la simple fôrmula, en boga aún hoy dîa, de cambiarla a otro convento. De no ser monja, serla más lôgico espeiar un estrechamiento de la vigilancia paterna, semejante a la duena del estrado, "guardada quanto su madre pudo" (922a). Sin entrar en la polémica sobre la interpretaciôn de las "Horas Can6nicas", me propongo examinar brevemente algunas de las citas referentes a la duena y duenas cn este episodio, sugiriendo que Juan Ruiz se está refiriendo aqul también a esas "monjas o beatas" beneficiadas 33 de las trotoras (44lb). Teniendo en cuenta lo ya expuesto acerca de las raonjas, duenas y beatas, veamos algunos textost E sî es duena tu amiga que desto non se compone, tu cat61ica allá cata manera que la trastorne, (379ab) Este verso es traducido por Brey lYlarinot "tu beata hallarâ modo que la trastorne" (p, 83), muy acertado además en el contexto, ya que la misma estrofa concluyet "Va la duenS a la tercia, en caridat legem pone" (379d), Se puede objetar que a los laicos se les recomendaba asistir a los oficios divinos, psro ello no prueba que asistieran, y aún admitiendo esta inverosimilitud no es probable lo hiciesen con la suficiente frecuGncia para familiarizarse con el texto latino de los misraos, como hacøn suponsr las respuestas, en latln, de la duefíat Gressus møos dirigø"; responde dofla Fulana. (383c) Digantet "Converte nos", de gradtt abres las puertas, e despuêst "Custodi nos" te ruegan las encobiertas, (386cd) Estas "encubiertas" que como mlnimo chapurrean el latln, ^no procederlan de entre esas raonjas obligadas a recitar a diario el oficio divino? El clôrigo de las "Horas" recibe a todas las mujeres "o quier blancas o quier prietas" (385b), térraino aplicado a las duenast "Todas duefias d8 ordan, las blancas e las prietas" (I241a), En este verso 34 Juan Ruiz claramentø se refiere a religiosas de diversas ôrdenes, con lo cual esas mujeres "encobiertas" de las "Horas", la "duefía encerrada" y la "duefía cusrda" qus le dieron calabazas bien pueden referirse a esa clase de dueftas enclaustradas o monjas, mezcla de amor de Dios y aclcate sensual, que encarna la monja Dofía Garoza, Un reparo no desdenable a esta teoría lo constituye la sugerencia de Trotaconventos de enamorar a una monja (1332-1342); pudiendo tomarse como indicaciôn de que fue incitada por fracasos anteriores o como ûltimo reraedio, Una lectura detenida de las estrofas 1332-1342 no avala esta interpretaci6n, Además, con anterioridad a los consejos de suraensajera,Juen Ruiz se muøstra licenciado de eotas materias en sus reflexiones frente al hospedaje de Don Araort Wio serior don Amor, sî êl a ml creyera, el combit de"las monjas aqueste, recibiera; todo vicio del mundo, todo plazer ovierat si a dormitorio entrara, nunca se arrepentiera, (1258) No es el propÔsito de este estudio el determinar la posible acepci6n de la palabra duena en todos y cada uno de los vørsos en que hace acto de presencia. Este exhaustivo cotejo no es necesario por tratarse aqul solaraente de una reorientaci6n o campanada de alerta ante una nueva senda. Qulero, sin embargo, afíadir otras considsracionos generales; en, primer lugar, los tres 35 manuscritos no concuerdan y se precisarla dilucidar las posibles alteraciones de los copistas; en segundo têrmino, es evidente que Juan Ruiz usa la palabra "duefía" con significado vario, abarcando desde el ya estudiado de monja hasta una invocaciôn a la Virgen iVladre (l054d), pasando por Dona Cuaresma (I074c, 1090b, 1 9lc, 1093d, 1097C, 1125b, 1173a, I203a y I204c) hasta otro gran número de citas de significado totalmente ambiguo que elude precisi6n. Alguna de estas ambiguedades se puede resolver dentro de un moderado marco de error y probabilidad. Por ejemplo, aceptando mi teoría y considerando a la "duena cuerda" de las estrofas 77-79 como monja, se seguirîa que en I06a y 107ad tambiên lo es, ya que se estâ refiriendo a la duena antedicha. Esta posibilidad queda reforzada unas estrofas después al indicarnos Juan Ruiz que esta vez pos6 sus ojos en una cualquiera, en una "non santa" (ll2c), de donde podemos deducir que la primera era una "dueria santa" o dedicada a la santidad, monja. Esta acepciôn duefia-monja haría mâs comprensible la disculpa que pide a las duerias por la trova cazurra (l14b), disculpa ininteligible para (Ylenêndez Pidal por no comprender el doble sentido religioso-profano del pan y de la cruz que indudablemente podîa ofender a los "plos oîdos" de una comunidad, como veremos mâs adelante, pp. 90-96. 36 Repetidas veces habla Juan Ruiz directaraente a las duefías (1616, 892a, 904c, 947Rd, 948a y I573a), sin posibilidad de aclaraci6n en el contexto. En dos casos concretos al hablar de duenas la balanza parece inclinarse hacia la mujer de linaje, pero no monjat se trata de la nlf^a de pocos dlas "guârdada quanto su madre pudo" (922a) y la duefía que el Arcipreste vio rezando en la iglesia (1321-1331), cuya temprana boda dio al traste con los planes araorosos del clérigo. Una de las razones, aunque no la única, por la que según Trotaconventos sl Arcipreste debiera amar a una monja es porquø ésta no sø le casarâ (1332c), otorgando cisrta østabilidad a sus aventuras amorosas; éstø parece ser el deseo de Juan Ruiz.22 Quiere compafíla, pero no desea—no puede—casarse. Bajo estas circunstancias las monjas representan la mejor alternativa. se anda por las ramast que conocl" (I53b). Juan Ruiz no "Siempre puné en servir duøfías Afirma que su sino consiste "en servir a las duefías punar e non en ál" (I54b). No cabe duda que las duefías son la especialidad de Juan Ruiz. Asl lo reconoce Don Amor al darle consejos, amonastándole que son vâlidos para las duefías y para las demás mujeres (426b, 427d, 428b y 430a). Al llegar a este punto brota una nueva dimønsi6n que no rae atrevo a sugerir como hip6tesis, sino como mera posibilidadt si las duørias de que habla Juan Ruiz fuøran 37 en r e a l i d a d d u e n a s - m o n j a s , quedarla perfectamente arabien- t a d a l a s u g e r e n c i a de Don Araor a l a hora de escoger una mensajera e n t r e esas "que usan mucho f r a i r e s beatas" (441b); øs d e c i r , ø monjas e una que se conozca e l pano. E s t a i d e a p o d r l a conducirnos h a c i a una r e v i s i ô n personajø del dø T r o t a c o n v e n t o s reeraplazando a esa mujer s e m i d i a b 6 1 i c a y matrona de b u r d e l e s por una b e a t a o ex-beata. E s t o no es t a n d e s c a b e l l a d o corao a p r i m e r a v i s t a p u d i e r a p a r e c e r ya que nos consta hist6ricamente que l o s conventos estaban d i v i d i d o s e n t r e monjas de coro y hsrmanas l a g a s o b e a t a s , cuyo o f i c i o c o n s i s t l a en p e d i r l i r a o s n a s , "mucho a n d a r i e g a s " ( 4 4 1 c ) , o en o t r o s menesteres en nombrs de l a coraunidad a que estaban agregadas. otra p a r t e , Por sabemos que T r o t a c o n v e n t o s v i v i Ô en un c o n v e n t o , a l mønos d i e z anos, a l s e r v i c i o de l a s monjas: "Worâ 1 b i e n d i e z afios" ( I 3 3 3 a ) , Trotaconventcs tenido lugar, al servicio La permanencia de de l a s monjas no pudo haber como opinan a l g u n o s , en l a j u v e n t u d de l a a l c a h u e t a so pena de c o n v ø r t i r reliquia a Dofía Caroza en una d e l pasado de dudosa a t r a c c i ô n f î s i c a , con e s t a l a r g a d i g r e s i 6 n q u i e r o i n d i c a r e s t r o f a s 423 y l a 8 9 1 — c o n s e j o s Siguiendo qus e n t r e las de Don Araor, de Dona Venus y ø l e p i s o d i o de Don Îinel6n y Dofia E n d r i n a - - a p a r e c e el t é r m i n o "duefías" un mlnirao ds s e s e n t a y nueve veces en su raayorla de p r o b l s r a á t i c a interpretaciôn, La n a t u r a l i d a d y d e s p a r p a j o con que Juan R u i z narra 38 las aventuras amorosas con las duerias no debe inclinar a nadis a juzgarias impropias ds mujørøs røligiosas. raonjas aparecen en dos lugares principalesi Las en el recibi- mlento a Don Amor (1241-1258) y en el acoso a Dona Garoza (1332-1507), En el primer caso vemos como Juan Ruiz se complace en incluir a la totalidad de las religiosasi Todas duefías de orden, las blancas e las prietas, Cistel, pedricaderas e muchas menoretas, todas salen cantando, deziendo chan^onetas. (I241abc) La ratahila de ofrendas s61o en parte declaradas a Don Araor y detalladas luego por Trotaconventos (1332-1342), pueden resumirse en el versoi "Todtt gn las monjas es mâs qu8 en otro lugar" (I342c). Nada nuevo para Juan Ruiz pues sus conocimientos en esta área no parecen ser puramente te6ricost "Si a dormitorio entrara, nunca se arrepentiera" (l258d), No harlamos justicia a Juan Ruiz si pintáramos un cuadro sumamente negativo de la vida religiosa de las monjas, fácilmsntø; No se døjan conquistar tan por boca dø Dofia Garoza F.e filtra cierta moralidadt Pecar en tal manera non convienê Q monjat religiosa non casta es podrida toronja. (I443cd) Ya se vio anteri ormente como la primera duefía le dio calabazas por no ofender a Dios, En varias ocasiones describe a las monjas en actos de piedad (I396c, 1397a, 39 I499b, etc.) y especialmentet Fallé por essa caustra e por el cirainterio muchas relig osas røzandtt el salterio, (I307bc) Estos versos por otro lado prueban lo ya dicho sobre el rezo del breviario en las comunidades femeninas. Fuera de los dos extensos episodios del recibimiento a Don Amor y Dona Garoza citados anteriormente aparecen las monjas tres vecBs mâst 441b, 495b y 1166c, sin afíadir ningún matiz al cuadro pintado. Norabres de santos y fechas del calendario litúrqico Los norabres de santos blblicos sø mencionarân en ol capltulo siguiente al tratar de la Biblia. En el presente apartado intento condsnsar lo ya anotado respecto a los santos por algunos crlticos, expandiendo los detalles que considero importantes ø introduciøndo otros nuevos. San Ant6n o San Antonio aparece por primera vez al hablar de la orden religiosa "Frayres de Santo Ant6n" (l240a), orden dedicada a los enfermos, "institulda en Viena del Delfinado øn 1095 por Gast6n, por promesa hecha al Santo si curaba a su hija Guêrin del fuego sagrado o de San Ant6n, o erisipela" (Cejador, II, 148). Esta es la raz6n porque, en siglos posteriores, se consideraba a San Ant6n abogado contra esta enfsrmedad y se le representaba en cuadros rodeado de fuego, slmbolo de la 40 erisipela, Este San Antôn o San Antonio Abad fue un anacoreta nacido hacia el ano 250 de nuestra era. Se retir6 al desierto dondø llev6 una vida de austerlsiraas mortificaciones. Dios le afligi6 con pavorosas tentaciones, aumentadas indudablemsnte por la leyenda, para conmemoraci6n dø las cuales, segûn se cree, se origin6 la costurabre de pintarle con un cerdo. Estas reprssentaciones populares de San Antonio Abad con su cerdito, al pasar el tiempo convirtieron a este Santo en patrôn y protector de los animales, tradiciôn reflejada en el Libro de buen amori Sus ganados e cabana Santo Ant6n guarde tíe mal. (I715øf) Corominas opina que "cabana" significarla aqul "rebano" (p. 608), pero no explica la resultante redundancia. La exposiciôn antecedente, extranjera en estudio de esta Indole, la considero necesaria para resaltar el gran sentido popular de Juan Ruiz y su intencionado ínfasis en tradiciones populares, lugares geogrâficos, personas y santos cercanos a su patria chica o bien conocidos por M 24 sus raoradorøs. Otro tanto pueds decirse al hablar de San Juliâni La chata endXablada, ique Sant Illán la cofondal (9633b) D6Íe, en quanto comen^arø, buena estrøna Sant Juiián. (1714cd) 41 No he hallado ningún estudio que diferencia estos dos santos, y debido a la pobreza del contexto bien pudieran ser uno mismo. Sin embargo no existe unanimidad dø apli- caci6n a un santo døtorminado, José Warla Aguado cree que "santullán" era "patr6n, al parecer, de los buenos encuentros antes que Sant Antonio de Padua le suplantase con la difusi6n del Franciscanismo" (Aguado, p. 565), Ignoro en quê basa tal afirmaci6n, Otro aserto que no he podido sustanciar es el de Corominasi "Sant Illán, San Juliân, es uno de los santos que invocaban tlpicamente los rústicos y caminantes, a los que ayudaba a pasar rlos" (p. 376), apoyândoss tal vøz en Laroussø, a quien cita en su comentario a 1718a (p. 610), Anade Corominas que se tratarla del Hospitalario y no de San Julián arzobispo de Toledo en el siglo VII. êste último, Parece improbable que se trate de En primer lugar, San Juliân fue solamente obispo de Toledo, no .arzobispo, entre los afíos 680 y 690, 25 En segundo tármino afirma el Padre Florez (V, 293) que no hay documentos de su devociôn hasta el siglo XVI. Pudiera tratarse de San Juliân obispo de Cuenca que muriô en 1208, llamado por Corominas el Hospitalario, o tal vez de San Illán que vivi6 a principios del siglo XII, muy popular entre la gente de bajo nivel socio-6con6mico por haberse creldo, falsamente, que fue hijo de San Isidro labrador y Santa iviarla de la Cabeza. Se da la coincidencia que este santo era venerado en la villa de Cebolla, oartido 42 judicial de Talavera de la Reina, provincia y di6cesis de Toledo, "en cuyas inmediaciones, sobrø una colina pelada ,,, se halla una erraita dedicada a San Illán,"^^ Hasta el hallazgo de nuevos datos me inclino por éste, No existen dudas sobre la identidad de Santa Quiteriat (I3l2b). "La quaresma cat61ica d61a a Santa Quiteria" Concuerdo con Cejador y Aguado que en el contexto significat "la quito de ml o me quito de olla" (Cejador, II, 169), o bien "la cuaresma cat61ica qultamela delante" (Aguado, p, 547), Sin embargo es digno de notarse que la fiesta de esta mártir espanola de últimos del siglo II se celebra solamente en la archidi6cesis de Toledo, el 22 de mayo, Dos santos mâs podrlan incluirse aqul, San Itîeder (951a) y Santa Marina (3c) ambos suficientemente examinados por otros estudiosos. 27 He querido resaltar esta identificaci6n de Juan Ruiz con su mødio ambiøntø para mostrar la continuidad y pløna idøntificaci6n dø su artø con øl lønguaje de la vida cotidiana, los lugares geogrâficis comunes, fauna, gastronomla, etc, (Criado de \/al, Teorla de Castilla, pp, 183-203), Este enraizamiento popular se extiende también a muchos de los elementos eclesiâsticos presentes en el Llbro de buen amor, tales como nombres dø santos, monastørios, y personajes del clero. Algunos de los clôrigos mencionados por Juan Ruiz son hist6ricos como el abad de Berdones (I235d), el abad de San Pablo (875c) y 43 e l can6nigo Don Sancho lYIufíoz ( l 7 0 5 a ) , Esta p a s i 6 n de Juan R u i z por l o c e r c a n o y t a n g i b l e d e b i e r a ponernos en g u a r d i a a l a h o r a dø sacar c o n c l u s i o n e s sobre sus fechas e itinerariost Dla e r a de Sant n a r c o s , fue f i e s t a serialada. (I32la) Después fue de Santiago, otro dîa sequiente. (87la) En el mes era de mar^o, el dîa de Sant Meder. (95la) Dende a siete días era Quaresma, (I067c) Estand'ô a la mesa con don Jueves Lardero, (I068a) Se han hecho muchas cábalas y se ha vertido mucha tinta en el c6mputo de dlas y afíos con el laudable propôsito de 28 precisar el ario a que Juan Ruiz se refiere, El afSn por lo concreto va de la mano con una bien estudiada ambiguedad desembocando en paradoja, tan frecuente en Juan Ruiz. Ya hace arios que Criado de Val llamô la atenciôn sobra la falta de correspondencia entre "las paráfrasis o composiciones en cuaderna vía" de las serranas y las canciones en "verso corto" o "serranillas"; caso chocante ya que se trata del mismo episodio narrado sin pérdida de espacio o tiempo (Teorla de Castilla, p. 239), Alll mismo amonesta Criado de Ual sobre la necesidad de considerar los detalles del Arcipreste por las montanas resultado de sus viajes y no de una excursiôn, La misma 44 regla es aplicable a todas las citas referentes a festividades del ano litúrgico. Juan Ruiz escoge una fecha a propôsito del teraa a descirrollar, sin preocupaciones de encasillar su obra corapleta en un cuadro cronol6gico deterrainado, L6gicaraente la lucha entre Don Carnal y Dofía Cuaresraa se centra en torno a fechas adecuadast "El viernes de indulgencias vestiô una esclavina" (1205a), Nunca inás apropiado para vsstirse de penitente que el dla de Viernes Santo, La Pascua cristiana conraeraora la resurrecciôn ds Jesucristo, ds la carne, El retorno de Don Carnal y Oon Amor ocurrø adecuadamente en la "Vigilla ... de Pasqua, abril cerca passado" (1210a). Dofía Cuaresma ha de luchar desds el "miêrcoles corvillo" (l174a) "fasta el Sâbado Santo" (I076c), asl como øl golpe maestro de llamar a su mensajera para que anduviesse "passos ds caridat" (l322d) precisamente el dla de San Marcos cuando "toda la santa iglesia faz processi6n onrada" (l321b). Lo cual no quiere decir que este episodio, si tuvo lugar, fue en raarzo o en otro día especlfico que el autor recuerde, Asiraismo el "dla de Casiraodo" (1315a) es un gran acierto artlstico por resaltar la soledad døl Arciprøste al sør contrastada con la abundancia de bodas y jolgorio una 29 vez levantada la veda cuaresraal. Espero haber Qsclarecido suficientemente que las fechas røligiosas øn Juan Ruiz døben tomarse en relaci6n al tema que quierøn døsarrollar y al øføcto artlstico 45 prøtendido, asl como los santos parecen haber sido escogidos por su proximidad geogrâfica o farailiaridad con su vida. En todo caso las fechas quedan supeditadas al arte, frustrando dø antøraano cualquiør conato de estructuraciôn cronol6gica. CAPITULO II FRAGIYIENTOS TE LOG ICO-CATEQUETICOS Referencias blblicas Hace escasamente dos afíos que DiDayne Carpønter concluy6 su tesis doctoral sobre los elementos bíblicos øn el Libro de buøn amor. primer y del tema. nico østudio global Oebido a su cûmprensivo anâlisis me limitarê en este apartado a la relaciôn entre los elementos blblicos con los eclesiâsticos de mi estudio agregando un par de comentarios breves, discrepantes de su tesis, Tras exponer el papel que la Biblia representô en la Edad ITÎedia comienza Carpenter su tesis examinando los diferentes factores que pudiøran haber influldo o causado la pressncia de la Biblia en el Libro de buen amor. Concuerdo en líneas gønerales si se me permite matizar ligeramente el segundoi "The Bible ujas a basis for much medieval theology" (Carpenter, p, 9). Sabido es que en los sermones de los siglos XIII y siguientes la abundancia de historietas, alegorlas, descripciones de vicios y sâtiras junto a los malabarismos ascolâsticos ofuscaban con frecuencia a la Biblia, defecto criticado ya oor 2 Dantø, al mismo tiempo quø era øncomiado por otros. Analiza Carpenter las fuentes del material religioso presente en el Libro de buen amor, dividiéndolo en tres principaløs: a) la patrístics, b) la tradiciín, hagio45 47 grafla, etc. y c) Antiguo y Nuevo Testamentos, El concluyei "By far, the most frequently utilized of ths thrøe sources is the Biblical material" (Carpsntar, p, 9), tdês que la frecuencia numêrica interesa aqul ssclarecer la relaci6n entre los elementos blblicos y los BclRT,iísticos. Los primeros hacen referencia directa a la Biblia, los segundos pertenecen a la iglesia en todas sus manifestaciones litúrgicas, teolôgicas, catequéticas, disciplinarias, etc, En esba segunda acepci6n se usa el tSrmino en este estuoio, En sentido lato pudiera afirmarse que los elementos eclesiásticos son tambiên blblicos ya que de ahl prfîceden, Comúnmente, sin ømbargo, se usa "blblico" en el søntido estricto de alusi6n directa a la Biblia. asl como "eclesiâstico" se aplica a la iglesia o "ecclesia", Sin negar la abundancia de elementos blblicos en el Libro de buen amor, y sin ânimo de restar importancia al extenso y minucioso estudio de Carpenter, opino que en el Libro de buen amor los fragmentos blblicos son secundarios mmmmm^^mm^^^^mi^m»^m^^^mm.mm^mimmii^^mai^m^ a los eclesiâsticos. -^ Quiero decir con esto que la Biblia es un punto de referencia y una fuente muy rebuscada que sirve a Juan Ruiz para reforzar sus argumentos, pero nunca adquierø papøl cøntral, Esto lo admite también, al menos indirectaments, el mismo Carpenter al afirmar que la raayorla de ios personajes blblicos quedan enclaustrados dentro de un limitado número dø øpisodios, tales como la oraciôn do aperturap el serm6n en prcra, los pecados 4S capitaløs y las horas can6nicas (Carpsnter, p, 28). Dichos temas son eclesiásticos, no blblicos. Estos últiraos quedan supeditados a aquéllos, o dicho ds otra manera los elementos eclesiásticos reclaman la autoridad de la Biblia para sus propios fines. Esta distinci6n fundamental me obliga a separarmø da Carpenter al catalogar como blblicos, elemsntos que son puramente eclesiâsticos, asl por ejemploi iNon quebrantedes mis puertasl, qus dsl abat dø Sant Pavlo las ove ganado yoi non posistes al un clavo. (875cd) Alll van de Sant Pablo los sus pedricadores. (I238a) No cabe duda que San Pablo es un personaje neotestamentarlo, pero aqul Juan Ruiz no se refiere al apôstol de los gentiles sino a la orden dominica y al abad de una iglesia o monasterio, diflcilmente catalogables como elementos blblicos, Algo semejante pudiera dscirse acerca de muchas interjecciones exclamativas e imprecatorias asl como la invocaci6n a Dios Padre, consideradas blblicas por Carpenter (p, 143), Su uso diario en el habla popular las otorga carta de naturalidad en el 3 idloma, perdiendo su pcder ovocativo blblico, Por lo demâs el trabajo de Carpenter es sumamente valioso, tanto por la 16gica organizaciôn sistemåtica de las citas, como por la claridad de exposiciôn sobre el papel que éstas 49 juegan en el Librc de buen amor. Rudimentos teol6Qico-catequéticos En el capltulo cuarto se estudiarán varios temas raorales, pecados y armas del cristiano así corao el papal que juegan en la obra del Arcipreste, En el presente apartado se dará una ojeada general a toda esta red de elementos tBol6gico-catequéticos con énfasis en aquellos que, por ser secundarios, no se analicen luego por separado, Los dos catecismos ds Don Gutierre de Toledo y Don Gil de âlbornoz, ambos dsl siglo XIV, pueden servir de pauta para la organizaci6n sisteraática ds estos eleraentos doctrinales. Ambos dividen la exposiciôn de la doctrina cristiana con perfecta uniformidad en los siguientes apartadosi l) artlculos de fe, 2) sacramentos, 3) mandamientos de la ley de Dios, 4) virtudes, divididas en teologales y cardinales, 5) pecados capitales, 6) obras de misericordia. Los artlculûs de la fe son aquellas vørdadss o dogmas qus constituyen el fondo de la religi6n. Tradicionalmente se dividlan estos artlculos de fe en dos grupos perteneciendo los siete primeros a la "Divinidad" y los otros siete a la "Santa Humanidad" de Jesucristo, En los catecismos modernos aún se mantiene esta divisiôn presente ya en los libros doctrinales del siglo catorce (Floriano, p. 9l), En el Libro de buen amor se encuentran dissminados 60 por todo s l poema, con una mayor c o n c s n t r a c i ô n en l o s "gozo.«î" ( 2 0 - 4 3 ; 1065), 1535-1649) y en l a s dos " p a s i n n e s " A c o n t i n u a c i 6 n ss enumeran i n d i v i d u a l m e n t e (:046con algunos de sus p a r a l e l o s en e l L i b r o dø buen amor,^ Oe ^mmåm-mmmm^iwim»^mmmm mmmtmmi^mm^mmtÊmmiÊmm^^m^^mmm^mmm los siete referentes a le "Divinidad' sl primero es qus Dios es uno (59c); sl segundo, sl Padre es Dios (41c); el tercøro, øl Hijo es Dios (86, 27d, 35f, 282b, 1062g, 1063g, 1556b); ol quinto, Dios es Uno en Trinidad y Criador de todas las cos5s (I3a, 59c, 109a, 136c, 1400, 14Sa)j el sexto, Dios jjstifica y perdona dando gracia (380b, 1063ab, 1140d); cl sêptimo, Dios tío a los hombrøs galardôn y gloria pQrdurable (I587b, I569b). De los siste dedicatíos a la "Santa Humanidad" el prin:aro est Jes s fue concf.bido de la Virgen por el Espîritu Santo sin ot'r& de varÔn (24cd, I636b); el segundo, naci6 de la Virgen pørmanô'ciendo ella Virgen despuds del parto (36cd, 42c, 1060f, 1062cd, 1637cdgh, 1544a); el tercero, por nosotros sufri6 y muri6, fu3 cruciricado, muerto y Gnterradc (42f> 1050-1058, 1061, 'G52f, 1063-1056, 1Ô39G)Î el cuar'.G, :.l alma de Crîsto descendiô s .los infiGrnos para librar a los santos (1561-156A); el ouintc, ai Lercer día rasucit5 juntando si alma y el cuerpo (26d, 38d, 1639d, 16450)$ el sípxti'îj sjibi6 a los cialos en cuørpo y ai.Tfa a los cuarcnts dXss v estâ f^entado a la dia.^tra de Dios Padra (29c, 16^C!i'i, 16<\5fg); el s^ptimo, al fin dGÍ mundo Vríndr^ a juzgar a ios vivos y a los n^uertcs (249c, 1505c). 51 Sacramentos La s i g u i s n t e d i v i s i 6 n psrtBnscs a l o s sacramsntos. Tarabién a q u l Juan R u i z se muestra acorde con l a "Conos s i e t e sacramentos l o s snBmigos s o b r a r " tradici6nt (l585d), E l p r i m e r o es b a u t i s m o , por e l c u a l ss hacs a l horabrs cristiano: C o n t r a l a grands c o b d i c i a santo bautismo p o r f l a . (I586a) B a u t i z a t mis f i j u s l o s , porqus raueran c r i s t i a n o s , (776d) El segundo, confirmaci6n, debe ser recibido s61o una vezs "Con esta confirmaciân la sobervia es arrancada" (I589d), El tercsr sacramento ss BI cuerpo y la sangrs de Josucristo. Para Juan Ruiz, a tono con la teologla, cualquiera de estos dos elsmsntos representaba la totalidad del sacramsntoi Non deves tomar dubda que del vino se faze la sangre verdadsra de Dios; en ello yaze sacraraento muy santo; pruêvalo, si te plazø. (534abc) Qu8 es de cuerpo de Dios sacramento 'ê oficio, (I597b) La penitencia o cDnfesi6n viens en cuarto lugar y dGbîa ser recibida del propio sacerdote a lo menos una vez al ano por Pascua Florida o de Resurrecci6n. Juan Ruiz ha dejado vlvidos dnstellos dp las controverslas medievales acerca de ebts sacramento en la biøn conocida digresiôn sobre la confesi6n (1130-1161),' Ei quinto Ciacramento 52 es raatriraonio y debla tener lugar pûblicamsnte en la iglesia; Juan Ruiz lo norabra expresarasntB tan s61o una vezi Quixotes e canilleras son el santo sacramento que Oios fizo an paralsot raatrimonio s casamiento. (I593ab) Usa sin erabargo otras sxpresionss equivalsntes, tales como "casar a ley e a bendici6n" (I91d y 840d). El sexto sacramento ss el orden sagrado qus dsben dar los obispos a aqusllos que quieren ser clérigos, Una sola alusi6n dirBcta aparsce también en sl Libro tíe buen amori santo sacramsnto tíg ortíen sacerdotal" (I591a). "Con øl Was ya viraos sn B I capltulo anterior que abundan las rsferencias a todas las psrsonas qus han recibido ese sacramento, tanto tís ôrdenes mayores como raenores, El séptimc sacrarasnto es postrema unci6n o extremaunci6n, motíernaraente conocitío por sacramento tíe los enferraosi Sacramento tíS unci6n metremos e soternemos por Dios corapassi6n avientío con caritíat; non erremos, (l599ab) Los antetíichos sacraraentos junto con los pecados y virtudes rsciben un tratamiento raás sistemático en Juan Ruiz debido a su intento de unificaci6n sn el apartatío tíe las "armas tíel cristiano" (1579-1605), El resto tís los slementos aqul tratados se hallan mâs esparcitíos por todo el libro. 53 Wandaraientos tíe l a l e y tíe D i o s Entre las divisiones tíoctrinales qus estamos comsn- tantío hay una tíonde se c o r t a e l e s t r e c h o p a r a l e l i s m o l o s catecisraos araor, tíel siglo tíecimccuarto entre y e l L i b r o de buen We r e f i s r o a l o s mandamisntos tíe l a I s y tíø D i o s , Por r a z o n s s intíeterminatías ê s t o s apenas hacen a c t o tíe p r e s B n c i a y en forma un t a n t o c o n f u s a , referirss ciaramente a l tíecálogoi que de Dios f u e r o n datíos" ( 2 l 7 t í ) , En un v e r s o parsce "Passar los mandamientos Pocas e s t r o f a s raás a b a j o , s i n erabargo, hace r e f e r e n c i a a a l g o totalmente diferentst Maguer que t e es mantíado por santo mantíamiento que v i s t a s a l tíøsnutío e f a r t e s a l f a r a b r i e n t o , (248ab) Aqul "santo mantíamiento" sø ap.lica a las obras tíe misericortíia y no a los mantíamisntos tíe la Isy tíe Dios, Algunos aparecen sueltos, sin forraar parts ds ningûn tratatío o referencia a los mantíamientos, tales comot "Sabernos guartíar tíe ajenc, non tíeziri "esto querrla" (I586c), Alusi6n clara al sêptimo mantíamiento "no hurtarás", más diáfanamente expresatío ent "Non robar cosas ajenas; for^ar mujer, nin natía" (I589c). atísmás el sexto, "non fornicarás," non Este vsrso incluye De totíos modos estas exiguas referencias no disipan la inc6gnita de por quê Juan Ruiz detíica tan corto espacio, en relaciôn con los restantes temas tíoctrinales, a un tema tan cøntral e 54 importante como son los mantíamÍBntos, posible es que, tíe l a s s i e t e tíivisionss Una h i p ô t s s i s qus sstamos t r a t a n t í o , los mantíamientos forman l a ûnica ajena a l número s i e t e . referentes a la Los a r t l c u l o s tís fe son catorcet tíivinitíatí y s i s t e a l a humanitíatí; siste siete son los sacramentos y las v i r t u t í s s , t r s s tsologalss y cuatro c a r t í i n a l e s . Los pecatíos c a p i t a l e s son también s i e t e , a s l como l a s obras tíe m i s e r i c o r t í i a , subtíivitíidas en s i e t e corporales y s i e t e e s p i r i t u a l e s . Juan Ruiz anatís los tíones tísl E s p l r i t u Santo también sn número tíe siets, Esta h i p 6 t e s i s atíoløce tíe p e r s i s t e n c i a ya que tanto l a s obras tíe misericortíia como los a r t l c u l o s tíe fe y algunas tíe las virtutíes f i g u r a n por separatío en varios episotíios tíel l i b r o , categorla asøquiblø a cualquier tema tíoctrinal numéricamente heterogéneo. Virtutíes Prosiguiendo con las divisionøs doctrinaløs, øl catecismo de Don Gutierre de Toletío tíice asli Las vertutíes son siete. -E tíestas siete las quatro son las que pertenøcøn a buønas costumbres, -E tíizenias cardinales a cardine, que quierø dezir qui9ial; porque así commo la puerta abuelbe enel qui^ial, así la vida tíel omne, bien ortíenada se deue voluer enBstas quatro vBrtudes (Floriano, p. 98). La primera es la prudBncia que quisre tíecir sabitíurlai "Tenga manera e seso, arte e sabitíoría" (I434d). 55 No Bstá c l a r o s i a q u l SB r s f i B r s la sabidurla—prutíencia—o sabidurla raás tíilulda alusiones a " j u s t i c i a " a l a v i r t u d c a r d i n a l tís s i se t r a t a siraplemente tíe una y muntíanal. mâs c l a r a s son l a s y "temperanza"t La v s r t u t tíe l a j u s t i c i a jutígantío n u e s t r a follía, (I5e6tí) V e r t u t tíe t e m p e r a m i e n t o , con mesura e o n e s t a t , (I588c) La virtutí cartíinal tíe la fortaleza no aparece norabratía en el Libro tíe buen amor^ tíe no consitíerar como tal el "esprito tís fortaleza" ( I592c) cosa improbable ya que aquî se trata tíe los tíones tísl Esplritu Santo y uno tís esos tíones es, prscisamsnts, el tíon tíe fortaleza. La confusiôn pudiera arrancar del hecho que tanto "fortaleza" como "sabidurla" (1586b) son a la V B ZtíonestíslEsplritu Santo y virtutíss cartíinales,tíificultantíosu itíentitíatí especlfica, A estas consitíeraciones tíebieran anatíirse las alusionss tíoctrinales tíel enmarafíatío pr61ogo sn prosa, Siguen las virtutíes teologales o tíivinas. Dos veces se menciona la fs en solitario (389ctí y I591b), una vez mâs en conjunci6n con la esperanza (I41b), y otra más, claramente inferitía en el verbo creer con implicaci6n tíivina, el cual connota fei A los que en El creemos El nos quiera saivar, (I066gh) Los versos precetísntes a éstos habl?in ds J e s u c r i s t o , su 56 pasi6n, rauerte y raisi6n salvadora, La espsranza, msn- cionada ya øn relaci6n a la fe (l41b), se dsja ver dos veces raást A los que en El avemos esperan^a sin par. ( 1065gh) Con vertut d9 esperan^a e con mucha pacîencia. (I595a) Por último la caridatí, con una sola refsrencia como virtud y no muy cierta alusi6n a la virtutí teologali "Con don d8 entendimiento e con caritíat tíivina" (I594b). Pecatíos capitales Los pecatíos capitales o "mortales" como los tíenomina Juan Ruiz, juegan un papel importante sn el Libro tíe buen araor. Su clasificaci6n, males que acarrean, virtudes opuestas, e t c , se desBnvuBlvs alretíetíor tíe tíos núcleos céntricosi la reprensiôn a Don Amor (217-387) y las armes tíel cristiano (1579-1605). La originalitíatí tíe Juan Ruiz, su tíesviaciôn de los elsncos tratíicionales, ha causatío bastanto confusi6n y ha sitío objeto tís elaboratíos Q sstutíios por parte tíe crlticos como Lecoy y Ricartí. Esta problsmâtica y un motíssto aporte aclarativo serán presentatíos sn sl capltulo cuarto, pp, 136-57, bras tíe misericordia Entrø las arraas para enfrentarse a los snemigos tísl 57 alraa Juan R u i z recoraientíai "Obras de mucho b i e n o b r a r " Con a n t e r i o r i t í a t í , (l585a), raiserieortíia al e de hablar a c e r c a de l o s mantíaraientos, hsraos v i s t o corao e l a u t o r SB refiere a e s t a s obras tíe m i s e r i c o r t í i a con e l "santo raandamiento" De l a s s i e t B (Floriano, p. têrmino ( 2 4 8 a ) , a c e p c i 6 n un t a n t o e x t r a n a . obras c o r p o r a l s s i n d i c a t í a s en e l catøcismo 9 9 ) , s e i s ss h a l l a n B x p l l c i t a m e n t e en e l L i b r o ds buen amor^ son é s t a s i citadas l ) Dar de comer al harabrientoi Que v i s t a s a l Comer t a n t o , tíesnutíc s fartes al fambriento. (248b) que pcJdarTiOs para pobres apartar. (I596d) Desea dar a pobres bodigos e raciones. (I528b) 2) Dar de beber al setíientoi "Casar los pobres menguatíosi dar bøver al sediento" (I593c). ha raenestert 3) Hospedar al que lo E al pobre dés posada, tanto erøs avariento. (248c) Con mucha m i s e r i c o r d i a tíiir a los pobres posaria. (I569a) 4) Vestir al tíssnudot Que vjstas al dosnudo ø fartes al faPîbriento. (248b) Vestir los pobres desnutíos, cona santa Ssperan^a. (I587a) 58 Dantío limosnâ a pobres, doliéntíonos tíe su mal. (I590b) 5) Visitar los tíolientes o enfermost "Visitantío los dolientes e fazientío penitsncia" (l595b). los muertost (I599a). 7) Enterrar a "Sacraraento tí6 unci6n metremos e sotsrnemos" No he hallatío ninguna rsferencia, tíirscta o intíirscta, a la sexta obra corporal tís misBridortíia "rBdsrair a los cautivos." Existen varias alusiones s invocaciones a la Iib8raci6n tíel cautiverio en las oraciones tíel Arcipreste en busca tíe red6nci6n; perc las obras tíe misericortíia por tíBfinici6n, son actos sn beneficio tíe otra persona y los laraentos tísl Arcipreste no puetíen consitíerarse como tales. fnensa.jB Keriqraático En lo expuesto hasta aqul hemos visto como Juan Ruiz dsrauBstra tsner s61itíos conocimientos teol6gicos y catequéticos. Sus exposiciones tíoctrinales, que bien estén esqueraatizatías o bisn se hallentíiseminatíasesporétíicaraente por totío el libro, concuerdan hasta un punto sorprendente con las divisiones doctrinales expuøstas en un catecismo episcopal ds ese mismo siglo. se tíetiene aqul, Juan Ruiz no En el Libro tíe buen amor palpitan las inquietutíes vitalss tíe su autor en torno a la totalitíatí tíel mensaje kBrigmático o tís salvaci6n. Ests sspacio no permite elaborar tíetallatíamente la teologla tíe la 59 salvaciôn, Perraltassme a c l a r a r a grantíss p i n c s l a d a s su p r B s s n c i a sn e l Libro tíe buen amor, La causa tíe l a p r e s e n t s contíici6n humana SB rsmonta a l a caltía tís n u e s t r o s primeros patírest Atíôn, B I n u e s t r o patíre, por gula e t r a g o n l a porque ccmi6 tíel f r u t o que comer non d e v l a , 6ch61 tís p a r a l s o Dios en aquesss tílat por e l l b en i n f i e r n o , tíesque mori6, y a z l a , (294) El tíiablo tsntatíor, causante tíe la primera calda continúa tentando a los hombrss, incitântíoles a mayores y tíiversos pecatíos, a consecuencia tíe los cuales el hombre pierde su alma y se condena. No es necesario analizar por separado catía una tíe las citas referentss al tíemonio. No totías, tampoco, le prssBntan como tentatíor; basta para resal- tarlo el hecho que aparece nombratío un total aproximatío tíe cuarønta veces, tíos tíe ellas como Satán (l541d) y Lucifer (233b), Anátíanse a lo anterior las catorce veces que nombra al infierno y se potírâ estimar el papel que juegan en el Libro de buen amor los poderes del averno. Por un hombre, Atíán, entrô el pecatío en el muntío y por el pøcatío la muerte; fue necesario que otro hombre, Jesús, vencÍBra al pecatío y nos restituyera la vitía, Esta tíoctrina paulina (Rom. XII) quetía reflejatía a través tíel Libro tíe buen amor sspecialmente en el "lamento por Trotaconventos" (1518-1575), Tras las prolongadas acusa- ciones a la muerte (1520-1551), con resonancia de los 60 tradicionales temas del "ubi sunt", muerte igualatíora e t c , Juan Ruiz concluye su tíiatriba narrantío el triunfo tíe la muerte y sus estragos sobre totía la humanidatí, inclultío Jesucristo (1552-1557). lable; Pero esta victoria no fue inape- Cristo resucitô y con El se abrieron las puertas de la vida nueva y sobrenatural (1558-1564). Quetían asl tíeliraitatíos los tíos bantíos y el campo tíe batalla. A lo yatíeclaratíoal hablar tíel tíemonio, conventírla agregar la no tíespreciable lista tíe setenta y cinco vocablos entre "pecatío" y "pecatíor", asl como las sesenta VBC6S que menciona la muerte, Las nefastas consecuencias tíel pecatío se contíensan con frecuencia en el aforismo catequêtico "psrtíer el cuerpo y el alma" repetitío con ligeras alteracionøs en las siguientes estrofasi 184tí, 197c, 22ltí, 273c, 318tí, 399a, 400b, 469tí, 529a, 543c, 885c, I355tí, I385c, 1423ab y I583c Esta penosa situaci6n se ilumina y contrarresta con la persona tíe Jesucristo Salvatíor (86, 36f, 42b, 1046a, I069a y I658b), quien nos ofrece y pone a nuestro alcance la salvaci6n (96, 35f, 492c, 1l31d, 1572d y I651c), facilitando la tarea de los hombres de salvar sus almas (I26a, 498d, 1075b y 1112b). Juan Ruiz da gran importancia al dla de Pentecostés (3Qctí, 40f, I640tí y 1645fg) y a los tíones tíel Esplritu Santo (I585b), nombratíos intíivitíualmentei sabitíurla (l586b), temor tíe tíios (I588b), pietíad (l590a), fortaleza (l592c), entendimiento (l594b), ciencia (l596c) y buen consejo 61 (1593d), Es tíe n o t a r quB s s t o s dones no aparecsn en l o s corapendios d o c t r i n a l e s riores, Estos tíones, rasncionatíos en l a s páginas j u n t o con l a s v i r t u t í e s , ante- obras tíe m i s e r i c o r d i a y l o s sacramentos son l a s armas proveltías por Dios para l u c h a r c o n t r a l o s potíerss tíel maligno y obtener la salvaciôn, sacrificios, Otras arraas son l a s o r a c i o n e s , ayunos y p e n i t e n c i a s generosamento ^^ ®^ l - i b r o tíe bu^en amor, oraciôn ( I 4 9 a , 1628C y I 6 5 l b ) j 530tí, Hs a q u l algunos l306c, I308c, 1504a, ayunos ( 1 4 9 a , 5 0 3 d , 530tí, I576b y 1603b) y a b s t i n e n c i a s presentes øjemplost I572a, I575tí, 1071c, (l504b y I596b), I308c, Otro método de obtener e l pertí6n tíe l o s pecados, muy popular a p a r t i r de 1300 e r a mediante j u b i l e o , d e l c u a l hablareracs a continuaciôn, E l punto tíe p a r t i t í a l o s u m i n i s t r a Juan R u i z describir al e l c o r t e j o que se a r r ø m o l i n a en t o r n o a Dofía Cuaresma, p r ø s t o a tíefentíerla tíe l o s ataques de Don C a r n a l y su s á q u i t o s Fechtt e r a e l preg^n d e l afío j u b i l e o , Dor s a l v a r l a s sus almas a v i l n todos døseo, (I112ab) Escribe Cejatíor al comentar sstos vørsosi Aludø acaso al jubileo y cruzatía que el Papa public6 øn 1339 con ocasi6n tíe la batalla tíøl Salatío, 'Juan fílartlnøz tíø Løyva fuê por erabajador al Sumo Pontlfice para alcanzar intíulgøncia á los que se hallasen en østa santa guerra, El papa vino en ellc y á todos los que tres meses sirviesen en ella á su 62 costa les conc8tíi6 la Cruzatía y jubilso plenlsirao y reraisi6n de totíos sus pecatíos y cometi6 la publicaci6n tíe estas intíulgencias a Don Gil tís Albornoz, arzobispc de Toledo* (Cejatíor, II, 92-93), Esta hip6tesis tisne a su favor el fâcil paralelismo entrs los que gansn la cruzatía y jubileo por ir a la batalla tíel Salatío y los pescatíos tís marss y rlos que acutíen a la batalla contra Don Carnal. Milita en contra de esta teorla—pasantío por alto monentânsamsnte el conflicto con la posible retíacci6n tíe 1330—el hecho oue el verso 1112a SB rBfiere expllcitaraente al "afío tíel jubileo" y no a la consecuci6n temporal tíe cualquier jubileo, Posiblemente por esta raz6n, Aguatío opina qus "si en este verso queremos ver una alusiôn a sucesos coetánsos, ese afío jubilar no puetíe ser otro que el tíe 1350, lo que retrasa la época tíe composici6n ,,, tíespués tíel pontificatío de don Gil tíe Albornoz" (Aguatío, p, 423). CompartB ssta opini6n Criatío tís Val, quien se basa en una supuesta y no probatía relaci6n tíel pasaje tís Don Carnal con B 1 rsinatío tís Oon Petíro para afíatíir peso a su teorla de que el Libro de buen amor fue compuesto en afios posteriorBs a 1350, Aduce como una pruøba mâs østø vørso lll2a y aclara en aparentB respuesta a Cejadar, que "las intíulgBncias por las Cruzatías no tsnlan B 1 sentitío gsnôrico, jubilar, tíø la østrofa tíøl *Buøn Amor*" (Historia tíe Hita« p, 103). En esto ûltimo sl estoy tís acuørtío, pero no øn lo antørior, Existø otra posibilitíatí que tíejarla 63 abierta la puerta a quienestíefientíenuna raâs temprana composici6n tíol Libro tíe buen amor. El jubileo por antonomasia en la historia tíe la iglesia es sin dutía alguna el proclamatío en 1300 por el Papa Bonifacio VIII, y ello por varias razones, En primer lugar por ser el primer afío santo o jubilar en la historia tíe la iglesia, Otra tíe las causas apuntatías por Garcla-Villoslatía, (II, 589-91), a quien sigo sn este apartatío, es la presencia tíe varios profetas y magos que tíifundieron por Europa sus meditaciones milenarlsticas, aumentando asl los temores escatolôgicos y apocallpticos que tradicionalmønte han acompariatío los anos 100. Las olsadas humanas ss sucødieron en la ciutíatí eterna, los cronistas varlan al computar los peregrinos oscilantío entre 30,000 y 200,000 los que entraron en un s61o tíla en Roma, Bonifacio VIII se tíistinguiô por la perfecta organizaciôn tíe hospetíaje y comitía para los peregrinos, favorecido en gran parte por una copiosa cosecha y la paz reinante. Indutíablementø la mømoria tíe øste primsr jubileo durarla rauchos afíos, corriendo de boca en boca las experiencias de los miles de peregrinos que asistieron. Dadas las inc6gnitas presentes acerca de la biografla de Juan Ruiz no serla descabellado pensar que êl mismo pudo asistir en su adolescencia y quedarla impresionado por el colorido hormigueo de miles de peregrinos de tan dispares procedencias. Por contraste, el jubiløo dø 1350 no revisti6 64 la brillancez tíøl primero, Los Papas resitílan fuera tíe Roma destíø 1305, la ciudad habla quedado reducitía a unas 20.000 personas tras el paso tíe la peste negra y, para colmo ds males, un terremoto en 1349 había derruldo o cuarteado los principales monumentos de la ciudad, inclulda la basîlica de San Pablo, Según un testigo presencial el espectáculo de los habitantes viviendo en callejuelas mîseras entre monumentos destruídos era g patêtico, A pesar tíe todo, la afluencia de peregrinos fue muy elevada, No existen pruebas convincentes para inclinar la balanza definitivamente a uno tíe estos jubileos en relaci6n con el Libro de buen amor; sin embargo hay que reconocer que las fechas de 1330 y 1343 han sido puestas en duda, pero no desacreditadas, Los que defienden la composiciôn tardía del Libro de buen amor, posterior a 1350, tienen enfrente ia ardua tarea de demostrarlo en forma bastante más convincente. Hasta entonces es mâs 16gico creer que el verso 1112a hace referencia al primer ano santo jubilar de 1300. La última etapa en la vida del cristiano, la meta que anhela como coron?.ci6n de sus esfuerzos es el cielo, La venida de Jesucristo, la fundaciSn de la iglesia, los sacramentos y las armas del cristiano están enderezados hacia esa lucha vital entre el bien y el mal cuyo desenlace conducirá las almas al cielo o al infierno. Habiendo considerado ya la mayoría de estos elGmentos 65 quetían por hacer unos brøvQs comentarios acsrca del purgatorio y del paralso, En la teologîa cat61ica el purgatorio es el lugar dontíe las almas no condenadas al infierno "purgan" sus pecados antss de ascender al cielo, Las intíulgencias y jubileos estaban encaminatíos principalmente a acortar la estancia de los justos en este lugar de tormento. Una sûla reførencia he hallado en el Libro de buen amori Por aquest'â es quito tíe infierno, mal lugar, pero que a purgatorio lo va totío pagari alll faz la Smientía, purgando sl su errar, con la misericordia de Dios, que 1' quier saivar, (1140) El paralso como es tís sspsrar recibe un tratamiento preferente (I73a, 294c, 492c, I564a, I593b, 1654c y 1657a). Juan Ruiz usa paralso al referirse a la mansiôn eterna de los cristianos que mueren en amistad con Dios; para designar la morada de Dios, los ángeles, etc, prefiere el 3Ín6nimo "cielo" (l2a, 29c, 3ld, 40c, 4ld, 42d, 148a, 233d, 1045b, I052d, l055d, 1064a, I555a, I556c, I640ab, I645f, 1647e y 1673c), Celøbraciones litúrqicas Al hablar de lus eiementos teolôgicos y catequéticos hicimos ya referencia a los sacramentos. L6gicamente la celsbraciôn pública de estas csremonias forma parte integral de la litúrgia cat61ica, pero no se msncionarán 66 aqul con øl fin dø evitar enojosas divi;iiones entre la noci6n conceptual del sacramento y la manifestaciôn pastoral del mismo. Hemos visto ya en el primer capítulo, p. 44, citas reførentes a festividades de santos y otras fechas litûrgicas de especial relieve como Viernes Santo (l205a), Vigilia de Pascua (l210a) y domingo de Quasimodc (l315a). En este apartado consideramos ctras manifesta- ciones comunitarias del culto cristiano que por su asiduidad en el Libro c'e buen amor reclaman atenciôn singular; concretamente el ciclo cuaresmal, ei ciclo pascual, los funerales, las horas canônicas y la misa. Todas las referencias a la Cuaresma aparecen en el marco de la pelea con Don Carnal (1067-1314). pnerece destacarse la habilidad artîstica de Juan Ruiz para compaginar el arte con la vida. Ocultos entre el tupido follaje de animaiss terrestres y acuáticos yacen gran número de detalles litúrgicos que permiten reconstruir no s61o las ceremonias propias del ciclo a que aluden, sino el efecto que la llagada de la cuaresma provocaba cada afío en la sociedad medieval castellana. La semana de carnaval o lardera (1068) precede el inicio del "tiempo de Dios Santo" (1067), tiempo de mortificaciôn, penitencia y conversiCn (1C69), para todos aquellos seguidores del pecado dijrante el afío anterior (1070). Tras el encarcelamiento de Don Carnal se presenta un fraile el cual, "comen^ôie pedricar e en Oios a departir" (l12-b). 67 Reflejo sin tíuda ds los frailss que durante la cuaresraa invadlan los pueblos pretíicantío convørsi6n, arrepentiraiento y penitencia, Los pretíicatíores exhortaban a los fieles a la confBsi6n annual, sxigitía a partir tísl siglo V por uno tís los cânones tísl IV Concilio tíe Letrãn bajo el pontificatío tísl Papa Inocsncio II, solla hacersB tíurants la cuarssma, Esta confesi6n Originariamente la confesi6n se llevaba a cabo antes tíe coraenzar la cuarssma. Se iraponla la penitencia el miêrcoles tíe Ceniza y los penitentss culpables tíe pecatíos graves eran exclultíos ds la eucaristla hasta que reciblan la absoluci6n el tíla de JueVBs Santo (NBUJ Catholic Encyclopedia, VIII, 636), No he potíltío coraprobar hasta qué siglo pertíurô esta costumbre, pero intíutíablemente no era éste el caso en tierapos tíe Juan Ruiz, ya quet Dada la penitencia, fizo la confessi6n; estava tícn Carnal con muy grand døvociôn dezientío "mea culpa"; tíi61e la absoluciôn; oartiôse tíêl el fraire,tíatíala bendeci6n, (1171) Don Carnal ss confcs6, recibiô la penitencia y absoluci6n el raismo tíla, perraanecientío en prisiôn tíurante la cuaresma. En totío caso, latíiscutitía"tíigresiôn sobrc la confesiôn" (1128-1161), encaja perfectamente con el tema cuaresmal qus sstátíesarrollantíoy constituye un parôntesis prolongatío cuya importancia y sentitío tíependen del prop6sito del autor al incluirlo, Las costumbres 6B cuaresmalBS qustían plasmatías en l a s e s t r o f a s comsnzantío s l "raiércolBs c o r v i l l o " (l174a), (1173-1179), llamatío asl "por l a h u m i l l a c i 6 n y sncorvaraisnto tís l a csrsmonia tíB l a csniza" (Cejatíor, estrofa 1178i I, 110), A l o s qu8 a l l â con c e n i z a l o s tílzeles que s ' quB son c e n i z a Estø r i t o se tíesprentíe tíe la van con e l su buen t a l e n t e , cruza de ramos en l a f r u e n t e i conoscan e l e s venga emiente e t a l tornarân ciertamente, (1178) Los VBrsos 1178c y H78tí parafrasBsn la Bxpresi6n latina tíel ritual romano que los sacBrtíotBS usabantísstíBantiguo al imponBr la ceniza, "W'?mBnto, homo, quia pulvis ss, et in pulverem revBrteris," Esta frase es tíe origen blblico (Gen, III, 19), Corominas se muestra perpisjo ante esta estrofa y comentai "Aguatío y iviorreale (BRAE, XLIII, 328) aseguran sin tíocumentarlo que se hacía con ceniza tíe los ramos tíel tíomingo antes de Pascua del ario anterior; mientras no vea citas o pruebas me costará creerlo" (p. 444). El insigne crltico no consiguiô aparentemente consultar el ya citado misal, pues al explicar las rúbricas tíel miércoles de ceniza o "Feria Quarta Cinerum" se ieei "Ante fOissam benedicuntur cineres facti tíe ramis olivarum, sive aliarum arborum, praecetísnti anno benetíictis" (ffîissale Romanum, p. 62). Lo que no aclaran estas rúbricas es el modo de administrar las cenizas, Cejador entiende que se aplican en forma de 69 cruz "como suele hacerse" (II, lll), srabargo no lo indican; Las rúbricas, sin SB liraitan a decir "postea veniunt ,.. et genibus flexis ante Altare, singulatim rscipiunt cinerøs a SacertíotB" (fYlissale Romanum. p. 62). Es tíecir, debsn røcibirla arrotíillatíos tíe uno en uno,tíeraanostíel sacertíote, psro no especifican el tístallø dø la cruz, El røtorno dø Don Carnal y Don Amor la vigilia de Pascua (1210) ahuysnta la cuarøsma (1209), del mismo motío que el ciclo tíe gloria pascual acaba con las privaciones cuaresmales; triunfa la carne tíe Jesucristo y resucita el Amor a quien todos reciben con júbilo, de motío singular los clérigos, frailes y monjas (1225-1265), El binomio muerte-funeral puetíe servir para expresar la tíualidad tíe elementos en el Libro tíe buen amor asociados con las circunstancias del fallecimiento, Aqul se anali- zarân las referencias a los funerales como manifestaciôn tíe una sociedad y de un culto religioso. Como exponente socio-eclesiâstico las alusiones a funerales en el Libro tíe buen amor tíemuestran la avaricia tíe los clérigos y frailes encargatíos tíe encomentíar el alma tíel rico en los ûltimos momentos (505-507), asl como la tíe sus propios parientes que no piensan mâs que en la herencia (1537), y no se cuitían tíe los auxilios espiritualesi Non tían por Dios a pobres nin cantan sacreficios, nin tíizen oraciones nin cumplen los oficios. ( I540ab) 70 Sotií^rranlo tíe gratío, e tíesque a gracias van, araidos, tartíe o nunca por êl en missa están, (I541ab) Estos versos pueden encubrir una raanera sutil tíe pretíicar lo que los seglares tíebieran hacer para bsnsficiar a los rausrtos e indirectamante al clero que repressnta, ya qus una buena parte del dinero provenla precisaraente de totíos los oficios, oraciones y misas que los familiares y amigos del tíifunto ofreclan el tíla tíel fallecimiento, los aniversarios msnsuales, la misa tíe "cabo tíe afío" (762c), los novenarios tíe misas ofrscitías por las alraas y los "trBntanarios" (l542b). Estos trsintanarios se refieren sintíutíaa la piatíosa costurabre tíe cslebrar las treinta raisas gregorianas en honor tíe su funtíador el Papa Gregorio VII (s. XI). En la iglesia del Pflonte Celio de Roma aún hoy BXÍstB sl altartíontíeSB cree que ests Pontlfice las 12 celsbraba cuantío era alll abatí. Entre los oficios mencionatíos en el verso 1540b, es posible SB incluyfiran cisrtas horas can6nicas tíel oficio tíe difuntos que las monjas y cabiltíos ofreclan por sus 13 bienhechorss. El rezo tíel brsviario en el Libro tíe buen araor se estutíiará al tratar acsrca tís la parotíia tíe las horas can6nicas (374-387); el único lugartíontíese nombran. no ss êse, sin embargo, En la penitencia irapuesta a Don Carnal B I frails incluyB, "Irâs olr las oras, non provarás la lucha" (ll64c). Tambiôn aparecen en el pasaje tíe las armas tísl cristiano, "Nos antísmos 71 rorasrías e las oras non se callen" (I601b). Fuera tís los pasajss tíe las "horas can6nicas" (374387) y la priraera tís las "pasionss" (1046-1058), las alusiones a las horas tíel oficio tíivino son circunstanciales y secuntíarias, mero punto referenciali "era nona passatía" (981b), "raissa tís prima" (l498a) y "tíe tercia al rsfitor" (I399b). El vsrso 1241tí, sin srabargo, merece ponerse tíe relieve como un øjsraplo tíe pincslatía maestra ds Juan Ruiz, joya tís su arts consumatío, El corrsspon- diente tsxto latino, provisne tíe "Itlane nobiscum, Doraine, quoniam atívssperascit" ( L u c , 24, 29), cuya tratíucci6n raás obvia serla "al caer la tartíe, a la hora tíe vlsperas" (Cejatíor, II, 149), Juan Ruiz maliciosamente lo retrasa hasta la hora tís complstas, hora tíe ir a la cama, acentuantío el humor tíe la situaci6n, muy a tono con el recibiraisnto que las monjas ofrecen a Don Amor y el contexto conventual tíe la estrofa. Por ûltimo, exists una refBrsnci?. ai rezo conventual de las monjas (I396b), aunque los manuscritns no concuørdan si está en el coro 0 en misa. El rito por antonomasia tíe la iglesia cat61ica es la celebraci6n tíe la eucaristla, o misa, y es tarabién la cersmonia litúrgica mâs frecusntsmentB nombrada sn sl Libro tíe buen araor, "Ir a ia iglesia" en sus varias formas (286c, 380a, 1l63c, 1177tí y 1182), es sin6nimo tíe "Ir a raisa", Una vez especificat "Estâ y muy tíevoto al 72 santo ministerio" (l170c), alusiôn clara a la misa. Ctro término usado para misa es "sacrificio" (l540a), o "santo sacrificio" (l597a). expllcitat Reiteradamente aparece la expresiôn "oir missa" (380b. 1181c, 1499a, I539c, I541b y 1628a), "vayamos oir missa" (I181b) y "a la missa ... it" (I496c). Del contsxto de 1539-1542 se desprende una evidente alusiôn a la misa de difuntos, la cual, junto a la "missa de novios" (3a0c) y la solemne o "missa de fiesta" (381d) son las únicas referencias especîficas a los diversos tipos tíe celebraciones, genêricasi Otras expresiones "acabada ya la missa" (381a), "la missa 'e's dicha" (I398d y 1542b) y "venir de missa" (686b), lYlenos frecuentes "decir missa" (770c) y "cantar missa" (773d). Por sinêcdoque pudicra a primera vista extentíerse a la misa tíel Sábado Santo el verso: "Tafíiendo las campanas en deziendo la gloria" (l222c), pues se refiere a la costumbre de taner "las carapanas de la torre y ,,, las esquilas de la iglesia, acalladas durante los dos dîas anteriores en sefial de duelo por la muerte de Cristo" (Aguado, p. 409). JVlâs exactamente, según las rúbricas del misal se tocaban durante ei canto del "Gloria" el Jueves Santo, acabado el cual se callaban "usque ad Sabbatum Sanctum"; de Gloria afiadei y más adelante al hablar del Sábado "Incipit solemniter Gloria in excelsis Deo et pulsantur campanae" (PUssale Romanum, pp, 166 y 222). En el triunfa.l recibimiento a Don Amor no hay 73 dutía que alutíe a esta costumbre de tafíer las campanas durante el "Gloria", lo cual no significa que este verso (l222tí) alutía a la misa; negarlo. el contexto parece Finalmente tíebo consignar una referencia mási "ftlissas faré cantar e tíarê 'ôblaciôn" (l572b). El sentido literal de ests verso deja un tanto perpiejo al lector ya que hablantío un Arcipreste, serla mâs lôgico esperar un "missas cantaré" que "faré cantar." Tal vez se deba a las exigencias de la rima ya que Cejador, apoyândose en los manuscritos Toledo y Gayoso transcribe: Fará por ty lymosna ê faré ora^iôn, farê cantar las misas e farê oblayiôn. (I572ab) Cejador anade de este modo gran ênfasis y determinaciôn a las palabras del Arcipreste (II, 243). Lenquaje de sacristía A falta de término mâs feliz agrupo aquí alounas expresiones ajenas al contexto eclesiástico y que parecen escapársele de la boca a Juan Ruiz debidc a su familiaridad con sse gánero de vida. No quiero decir con sllo que no fueran con frecuencia intencionales. La mezcla artística de lo reiigioso con io profano es una de las más ricas venas de humor en Juan Ruiz. Deberían incluirse aqul muchas de las expresiones latinas en el Libro de bu?n amor, por provenir directamente de textos o ceremonias 74 religiosas, como las horas can6nicas, pero datío que ya han sitío analizatías en tíetalle por otro crlticc las omito para evitar tíuplicaci6n innecesaria (Carpenter, pp. 267-70 y 276-89). Una peculiaritíatí que Juan Ruiz usa con rslativa frecuencia es la asociaci6n tís slementos religiosos con animales, incrementando el efecto sicolôgico en raz6n de la disparitíatí. Algunos ejemplos: Al le6ntíixttel lobo que la mesa bentíexiesse. (84tí) AI96 'êl le6n la mano por la mesa santiguar. (86a) Tratíicionalmente e l patíre tíe l a f a m i l i a o e l tíe mayor autoritíatí bentíecla l a mesa antes tíe catía comitía; animales no es tíe e s p e r a r en e l e p i s o t í i o tíirige tíel Poco tíespuês, latírôn y e l mastln vømos como éste se a l l a d r 6 n en términos que pueden tomarse con significatío teol6gicoi falsetíat" tíios t a l e s urbanitíatíes. en los (I77a). Júpiter " A l senor que me cr ô non f a r é tal Las i n v o c a c i o n e s que l a s ranas hacen a l poseen también rasgos religiososi Senor, tú nos tíefientíe; s e n o r , tû ya nos paga; tíanos l a tu ayutía, t i r a tíe nos t u p i a q a . (204ctí) Worreale notÔ que el verso 204c "suena a reminiscencia jocosa del placare et miserere de los himnos litúrgicos" ("Apuntes," p, 265). En efecto, goza tíe gran parecitío, al igual qus la previa invocaci6ni "Sefíor, sefíor. 75 ac6rrenos, tú que matas e sanas" (203b). El lobo está asimismo "tíescumulgatío" (337a) por "constituci6n tíe legatío" (337b), por tener "barragana pública" (337c), lo cual nos llsva a pensar en los clérigos tíe Talavera, El caballo soberbio tiens las "rotíillas tísssollatías" (242c) por inesperatío motivoi "Del inojar a VBzes faziendo rauchas prizes" (242b), Otro caballo se hurailla astuta- mente ante el le6n cazadori Dizi "tú eres mi senor e yo 'êl tu vassalioi en te besar la mano yo 'ên esso me fallo. (299bc) PutíÍBra objetarse que la costumbre tíe besar la mano el vasallo a su sefíor no tiene natía que ver con los elemøntos Bclssiâsticos y es cierto, Sin embargo, en el contexto parsce referirse más bien a la otra costumbrs mucho mâs generalizatía entre los religiosos de besar la mano a sus superiorss, especialmente øn vista de lo que el mismo caballo afíatíe más atíelantei bentíito" ( 3 0 0 c ) . tíisfrazatío tíe misa ( 7 2 2 a ) Igualmentø encontramos a l monje ( 7 6 9 c ) , y "Ven, sønor, con tu tíiente tíispuesto lobo cantantío--iaullantío?--la a atíministrar e l bautismo (778). T r o t a c o n v e n t o s r e a c c i o n a bruscamente ante e l obstá- c u l o m a t e r n a l tíe Dofía E n t í r i n a i con e l agua b s n t í i t a l " tíesear (845tí). l a muørtø a a l g u i ø n . "|Ya l a cruz l a levasse Gracioso eufemismo para Juan R u i z ss v a l ø tíø pørsonas y o b j e t c s ø c l e s i á s t i c o s para exponer y c o r r o - 76 borar sus taorlas, sobra la astrologla (125-126), sobrs los abusos dsl dinero (492-498), sobre las propietíatíes de la mujsr chica ( 1605b y 1616b) y sobre el miStodo a seguir para Bscoger buena mensajBra (438-441), A la hora tíe escogsr una coraparaci6n atíscuatía para la "tísscumulgatía" serrana (979b) recurre a una visi6n apocallptica (lOllab), y no encuentra mejor motío para intíicar importancia y solemnitíad que una "fiesta tíe seis capas" (385tí y 771a), AutoritíatíBS Wuchas y muy variatías son las citas tís autoritíatíes ds las que øcha raano Juan Ruiz para reforzar sus sentøncias, Adømâs de varios sabios y fil6sofos, ajønos a estø estutíio, mBrecen tíestacarse las abuntíantes rsferencias a la Biblia que abarcan dBstíe Salom6n ( 105a) hasta Jøsucristo (90a), pasando por los proføtas (295c, 1060a, 1062a), los ap6stolss Pablo (950a) y Santiago (I043a), y la sscritura en general (l60b), Abundan también las referencias a la tradiciôn canônica tís la iglcsia tíe la cual nos ocuparemos a continuaci6n, Las alusionss a las Isyes eclesiásticas sn el Libro tíe buen araor brotan tíe tíos n cleos bien tíefinitíosi sl pr61ogo en prosa y la tíigresi6n sobre la confesiôn, El primero en tí?rminos genôricos indica que "esto dizs sl dsrscho" (f° I v 39; f° II r 3,5,23 y 24), Ests dsrecho 0 dscrBto ha sido idsntificatío como el Decretum Gratiani 77 (Lecoy, p, 196), En el pasaje sobre la confBsi6n aparece nuevamente otra referencia a ests Decreto de Gracián (ll36a), seguido a pocas estrofas por otra alusi6n a las Decretales de los Papas (ll48d), Otra sstrofa rasrece atenci6n raás dstallatía por la acuraulaci6n tís rsfersncias que BxhibBi Lea 6n el Espéculo, e en el su Reportorio; los libros tíe Ostîense, que son grand pariatorio; el Inocencio Quarto, un sotil consistorio; el Rosario tís Guitío, Novel e Decretorio. (1152) Aun cuantío totíos estos autores y obras han sitío itíentificatíos por crlticos anteriores, reina tal confusi6n de norabres y referencias en los crlticos consultados que he creltío justificatío un nuevo repaso a las fuentes con el 15 objeto tíe aclarar y sistematizar las mismas, Esta labor es nBcssaria para cotsjar las posibles influencias en Juan Ruiz, En el transcurso tíe la era cristiana se acumularon las leyes tíe Concilios y Papas en tíos voluminosas colecciones tíenominatías "Griega" y "Romana", consitíerablemente aumentatías con otros c6tíigos provenientes tíe numerosas iglesias particulares, Wuchas tíe estas coleccionss, surgitías por iniciativa privada, al multiplicarse sin aprobaci6n de autoridatí competents tíieron origen a textos ap6crifos que a su vez røquerlan nuevas dscretales correctivas, Todas estas colccciones quetíaron øclipsatías ante ei Døcrøtum Gratiani divulgado øn Bolonia hacia 1150 78 por el raonje bensdictino Graciano, natural de Cusino en l8 Etrusia, Este documento marc6 el comÍBnzo ds una nuBva Btapa en la historia tísl tísrecho can6nico, y es el mismo al que hacs rsfBrsncia Juan Ruiz, como ya hemos intíicatío, en el Pr61ogo y en 1136a. Graciano intent6 coleccionar las leyes analizando los textos, concordancias, discortíancias y anomallas, Oe aqul el tltulo originalt Concortíia tíiscortíantium canonum. en tres partssi distinciones, Estâtíivitíitíaesta obra la priraera, De personis consta tíe 101 La seguntía, Dø iutíiciis abarca 36 cânonøs; en la causa 33 tíe esta parte se incluye el tratatío tíe Poenitentia al que se refiere Juan Ruiz en la tíigresi6n sobre la confBsi6n. La parts tsrcera trata De rebus sacris. Aunque la iglesia nunca lo aprobô oficialmente, goz6 tíe gran influencia y se impuso como libro tíe texto tíe los tíoctores en las universitíatíes, reservantío para los bachilleres el estutíio tíe las Decretales o eplstolas pontificias sobre materias tíutíosas, El Corpus Juris Canonici quetí6 posteriormente constitultío tomantío como base el Decretum Gratiani, las Decretales Greqorii IX, el Liber Sextus Bonifatii VIII y las Constitutiones Clementinas, êstas ûltimas también presentes en el Libro tíe buen amor. El Papa Gregorio IX el afío 1230 Bncarg6 a Raymundo de Ponafort, dominico, la compilaciôn de las selecciones postøriorøs al Decreto tíe Graciano; sø llaman Decretales porque abarcan principalmente las epís- 79 tolas d B c r s t a l B s tís l o s P o n t l f i c s s , se r e f i e r s Juan R u i z sn Bonifacio V I I I A sstas 1148tí, sn 1298 con l a ayutía tís t r s s n a l e s r e u n i 6 en un volumen l a s nuevas lugtíunensss. cartíe- tíBcretales, p o s t e r i o r e s a l afío 1234, y l o s cânones tíe l o s generales tíecretales concilios Este c6tíigo se l l a m a Sextus D e c r e t a l i u m y no aparøcø mønci6n alguna de é l en e l de buen amor. (iflâs tartíe Juan X X I I , e l afío 1317 e n v i 6 a las universitíatíes VI; tíe Libro las tíecretales tíe su pretíscesor Clemente é s t e tomaron e l nombre tíe " C l e m e n t i n a s " . A éstas se r s f e r i r l a Juan R u i z en I 4 6 a y en e l P r 6 l o g o , f ° II v 10. E l e s t u t í i o tís G r a c i a n o se e x t e n t í i 6 por toda Europa durante l o s s i g l o s X I I iraportantest Toulouse); Italia tíel Francia y XIII, sisndo los c s n t r o s mâs ( O r l e a n s , Angers, Espafía ( P a l e n c i a , lYlontpellier, Salamanca, V a l l a d o l i t í ) (Patíua, V s r c e l l i , S i e n a , e t c ) . 16 e La p o p u l a r i t í a d DErecho Can6nico y su e s t u t í i o en l a mayorla tíe l a s univBrsitíatíss tíio como r e s u l t a t í o e l n a c i m i e n t o tíe una m u l t i t u t í tíe c o m e n t a r i s t a s y glosatíores cuya l i s t a varias páginas, Juan R u i z P u t í i e r a ser revBlatíor incluye encontrar estrofa Lecoy se sorprentíe tíe no en Juan R u i z l a Summa casuum c o n s c i e n t i a e tíe Rara6n tíe P s n a f o r t , ( L e c o y , p. B I a v s r i g u a r por qu6 ssas obras y esos a u t o r e s en l a 1152 y no o t r o s mâs famosos. cubrirla 197). " l ' ouvrage c l a s s i q u e en l a matifere" O t r o t a n t o ss p o t í r l a tíecir tíel notablo comentatíor V i c e n t e H i s p a n o , muerto en 1248, tíe A c c u r s i o , 80 de Trani y de tantos otros. Procetíamos ya con Juan Ruiz y la estrofa 1l52i 'én el Espêculo, e en el su Reportorio" (ll52a). "Lea Corominas afirma sin más, "son el Speculum .judiciale y el Repertorium aureum luris de Durando lYlimatense" (p.438). Esta cita parece sacada de Lecoy, quien anad-3 que la obra es "de Guillaume Durand, êveque de JVlende" (Lecoy, p. 197), Ignoro si el "(Ylimatense" de Corominas es nombre gentilicio. Por su parte Aguado atribuye el Espéculo al 5pgculum Juris, y sl Repertorio cree que se refiera al Breviarium et textuum juris canonici (Aguado, p. 370). qlossarun Se trata, en realidad, de Guillermn Durante o Duranti, el viejo, famoso canonista nacido en Languedoc y doctorado por la universidad de Bolonia en la cual ensenô, Durante estuvo en Roma al servicio de Enrico Bartolomei di Susa, Cardenal de Ostia, dato significativo pues los libros tíe este cardenal se nombran en el verso siguiente, 1l52b. escribiô el Speculum iudiciale entre Durante 1271 y 1276, mâs otra obra que fue muy usada posteriormente, Repcrtcriu^ sive 3reviarium del Derecho Canônico, obra a ia que sin duda alguna se refiere Juan Ruiz, El cardenal Ostiense que acabamos de mencionar, citado por otros críticos como Enrique Arrigo de Sosa, o de Segusia, o de Susa, debe estos epítetos al hecho de haber nacido en Susa, Segusia, diôcesis de Turîn y haber sido cardenal de Ostia. Estudiô derecho en Bolonia 81 junto a l entonces S i n i b a l t í o tíe F i e s c h i , mâs atíelante Papa con e l norabre tíe I n o c e n c i o I V , nombratío por Juan Ruiz en 1152c, La obra mâs conocida tíel O s t i e n s e , a l a que probablemsnte se r e f i e r e Juan R u i z , es l a Summa Aurea o Surama A r c h i e p i s c o p i por h a b s r l a s s c r i t o cuantío era a r z o b i s p o en Embrum. E l Ostiense muri6 en Lyon en 1271, También e s c r i b i 6 h a c i a e l ario 1253 L e c t u r a i n n o v e l l a s I n n o c e n t i i I V , i n t e r e s a n t e sn r e l a c i 6 n con Juan Antírês como se v e r á más a b a j o , I n o c e n c i o IV acostumbraba englobar l o s cánones b a j o e l nombre tíe "Corpus J u r i s " . E s c r i b i 6 un Apoaratus Super D e c r e t a l e s o c o m e n t a r i o , r e f e r i t í o por Juan R u i z como " c o n s i s t o r i o " o "asambiea tíeliberants" (Corominas, p, Mayores tar e l versoi (ll52tí), tíiscrepancias 438), e x i s t e n a l a hora tíe i n t e r p r e - " E l R o s a r i o tíe Guitío, Novela e D e c r e t o r i o " No hay tíutía sobre Guitío tíe B a i s i o . famoso j u r i s c o n s u l t o i t a l i a n o tíel s , X I I I , Fue un p r o f e s o r tíe Dsrscho Canônico en B o l o n i a que muri6 en Avignon en 1313, según o t r o s en 1315, Entre 1296 y 1302 compuso su obra mâs famosa, Rossarium seu Apparatus s i v e Commentarium i n sextum, que Juan R u i z l l a m a " e l R o s a r i o " ( I 1 5 2 t í ) . El problema r e s i t í e en l a i n t e r p r e t a c i ô n tíe l a s tíos ú l t i r a a s palabras "Novsla e D e c r e t o r i o " , "epltøto tíøspectivo " N o v e l a " p u t í i e r a ser un d e l R o s a r i o tís Guitío, o t l t u l o ds alguna o t r a obra s u y a , hoy p s r d i t í a " (Aguatío, p, Corominas tíesaprueba y l a a s o c i a con l a s 482). "disposiciones 82 más rscientes de los empsradores tís Bizancio sobre tíerscho romano" (p. 438), La Enciclopedia Universal sugiere a su vez qus B I tármino "novella" proceds tís la obra Novella in tíecretales tís Juan Antírês (Giovanni tí» Antírsa), tíistlnguitío tíisclpulo tíB Guitío tíe Baisio en Bolonia. El autor habrla bautizatío la obra en honor tíe suraatíree hija "Novolla" (XVII, 1246). hija llamatía asl; tíe funtíamento. Consta en efecto que tuvo una sin embargo esta tesis parece carecer Ya se tíijo al hablar del OstisnsB que habla escrito una obra titulada Lectura in novellas Innocentii IV hacia el afío 1253, Juan de Andrés naci6 alretíetíor tíe 1270, lo cual prueba que ese término astaba en uso mucho antes tíe sus escritos. En vista tíe lo tíicho parece 16gico suponer que el vocablo "novellas" común en øl lønguaje forensB, como observa Corominas, se extentíiera al Derecho Eclesiástico con la misma acepciôn. Es tíscir "novBÍlas" SB refiere a las leyes "más rscisntes" 0 nuevas, promulgatías a partir tíe la última compilaciôn. Esto parecen tíemostrar tanto la Novella in Decretales tíe ' tmmmmmÊminmÊt^^^^mmÊft^ mammmmmmmm^^mmm^mmÊ^^»^mmHmmmm»Mm^i^m^m^m Juan tíe Antírés como l a L e c t u r a i n n o v B Í l a s I n n o c e n t i i V wÊÊimmm^mÊmmm^mm^mmmmmimmmmm^mÊm^mfmÊmmmmmm^mmtm^mgm^mmmmmmmmmmmmmammmMøÊ^^mmmimmmmmmmm^imm tíel OstiensB, ajenas por tanto a las semejanzas o tíiferencias qus pustís haber entre el tíerecho can6nico y el Romano como afirma Corominas (p. 438), Por último, en cuanto a "Decrstorio", concetío con Corominas que se refisre a la colecciôn tíe Decretales tíe los varios pontlficBS (p, 438). Según esta interpretaci6n, el verso 83 final serla inclusivo y generalt lee el Rosario, ias Novellas y totíos los tíocumentos tíel Decretorio, Al principio tíe este apartatío qued6 pendiente una interrogantet la preferencia de Juan Ruiz por estos comentaristss en vez de otros más famosos. Cualquier suposiciôn es arriesgatía cuantío se basa en tan exiguos tíatos. Una constante salta a la vista, sin embargo, Totíos los autores estudiados aqul estuvieron ligados a la universidad de Bolonia. Graciano ensenô en Bolonia, Enrique de Susa estudiô en Bolonia junto a Sinibaldo de Fieschi, mâs tarde Inocencio IV. Guillermo Durante estuvo al servicio tíe Enrique tíe Susa, el Ostiense; Guitío tíe Baisio fue otro profesor en Boionia y tuvo por alumno aventajatío a Giovanni Andrea. Todo apunta hacia la escuela de esta ciudad y sugiere la probabilidad de que Juan Ruiz estudiô derecho en la universidad de Bolonia, Esta suposiciôn queda fortalecida por el hecho que todos ellos—a excepciôn del más universal Graciano--estuvieron en Bolonia desde mediados del siglo XIII hasta el primer cuarto dei XIV, pudiendo situarse cronolôgicamente prôximos o coetáneos a la juventud de Juan Ruiz, Sin suponer, naturaimente, probada esta hipôtesis he querido tan s6lo sugerir las direcciones que parecen indicar los textos. CAPITUL III HU^OR Y CLERICALIZACION EN EL LIBRO DE PU-IN A^'GP En e l p r ô l o g o en p r o s a dos m o t i v o s c a p i t a l e s 1) m o r a l (f° II Inmediatamente Que l o s v 1-5) de su l i b r o , en l a c o m p o s i c i 6 n y 2) artístico Juan R u i z de i a (f° II sxpons obra: v 5-3). después d e l p r ô l o g o afiade o t r o más; que l'ô o y e r e n puedan s o l a z tomar. (I2d) Que ios cuerpos alegre 'ê a las almas prsste. (I3d) Este motivo de recreo queda ampliado más adeiante en las estrofas 44 y 45: Palabra 'és de sabio, e dîzeio Catôn, quê omne a sus cuidados, que tiene en cora^ôn, entreponga plazeres 'ê aiegre razôn, ca ia mucha tristeza mucho pecado pon; e poraue de bu^n seso non puede omne reîr, avrá aÍQunas burlas aquí a enxerir: cada que ias oyeres ncn quieras comedir salv'ô en la mansra dei trobar e dezir. (44-45) Tanto si se atribuyen a estas estrofas origen bíblico como si no (Corominas, p. 82), es claro el pensamiento de Juan Ruiz: no es buena ia tristeza, el hombrs debe sal- picar sus cuitas con placerss. Zahareas ha analizado minuciosamentø ia mecánica numorística de Juan Ruiz con ia maestría y profundidad qus le caracteriza. 84 5in 85 erabargo, al comentar los versos A5ab se excetís y va mís allS de lo que el texto permitB. Segûn este crltico, Juan Ruiz en 45a "is hinting ... that ths love of God ... limits man's capacity for enjoyment" y 45b "implies that laughing might be preferable to being serious."^ Más a tono me parece el aserto tíe Corominas "nc es posible relrse si no tíecimos mâs que cosas razonables" (p. 84). Es tíscir, la risa es buena para el hombre. El fin humo- rlstico no excluye la moralidatí ya mencionatía, ss mâs bien el ropajs tíe las âsperas vertíatíes y el azúcar que las entíulze; métotío muy en boga entre los pretíicadores metíievales, maestros tíe la inspiraci6n espiritual y del 3 regocijo y entretenimiento corporales. En las págin^s siguientes se estutíiarâ c6mo Juan Ruiz hace uso tís su familiaritíatí con la vitía eclesiástica para acrecøntar el nivel humorístico tíe su obra. En algunos episotíios ios elementos eclesiâsticos aicanzan tal intensitíatí qus su comorensiôn exige una etíucacirtn eciesiâstica; en otras palabras, Juan Ruiz parece estar tíirigiéntíose exclusivamente a los clêrigos, En esta tíirecci6n apunta tambiên la frecuente clericalizaciôn o eclesiastizaci6n tíe ciertos episotíios tomatíos de la tratíici6n. Esta clericalizaci6n consiste en la incrusta- ci6n tíe detalles culturales propios tíe los clérigos y røligiosos con el fin aparente tíe adaptarsB o acercarse a su público, Se prestarâ mayor atenciôn por lo tanto a 86 aquellos episodios tíonde los elemøntos humorîsticos eclesiâsticos son mâs significativos, capaces^ de catalogarse bajo las paiabras de Juan Ruiz "que los cuerpos alegre" (l3d), reservando para el capîtuio siguiente la otra mitatí tíel mismo verso "e a las almas preste." Afirma Scholberg que "lo mâs espinoso, al habiar de la sátira, no es clasificarla sino definirla," y pocos osarán discrepar, No es el propôsito de este estudio entrar en la prolongada controversia hist6rica acerca de la sátira, pero quiero aciarar brevemente el sentido en que la uso en estas páginas, Tada sâtira implica una crltica de la vida presente en relaciôn a un ideal filosôfico vital. La innegable ambig edad que pervade el Libro de buen amor imposibiiita el establecimienta definido de un ciaro ideal acerca del hombre o de ia sociedad con lo cual se atenúa el elemento crítico de la sátira y se acerca mâs a la simple imitaciôn burlesca, jocosa 0 parôdica de la vida. Lo dicho no niega que exista censura en la obra de Juan Ruiz, pero intento resaltar cômo la ausencia de fanatismo en la crîtica, la abundancia de elementos jocosos y la ambiguedad dei ideal parecen justificar øl tratamiento conjunto de sátira y 7 parodia. Esto simplifica la ardua e imposibie tarea de determinar cuâles pasajes sean parôdicos y cuáles satîricos. Asl Dues, al hablar de sátira eclesiástica me refisro a todos los elementos eclesiásticos que aparecen en el 87 Libro tíe buen araor y que sufren una transposici6n c6mic?. sea con el fin de condenar o meramsnte entretener, tt\i estudio excluye tanto la discusiôn ds sátira o parodia ''per ss" como la de aquellas parodias o sétiras carantes de eleraentos eclesiésticos, Disputa entre el qrieqo y el romano (47-70) El altcrcado eni;re el griego y el romano es, sin dutía, uno du los pasajes raâs minuciosamente analizatíos por eminentes crlticos tíe muy diversas tentíencias y opiniones, El dnico ccnsenso general ratíica en la falta de acuertín Q sobre su posible significatío, Nadie se ha aventuratío por la senda tíe una lautíable soluci6n eclécticat varias observaciones, dssde el punto de vista eclesiôstico, podrîan facilitar el deseatío eclecticismo, En priraer lugar, debe notarse que destíe el principio tíe su obra Juan Ruiz parecø estartíirigiántíoseno s61o a gentø culta, sino de sôlitía formaciCn religiosa, capacitatía para apreciar las sutiløzas teolSgicas y el humor tíe la oretoria sagrada presentes en el prôlogo en prosa. La subsiguiente if»voca- ci6n a Dios y los cantos a la Virgen so mantienen en sste mismo tono profuntíamente eclesiástico, tono que no queda desmentldo al alcanzar sl pasaje que nos ocupa. El pôrtico de la fábula (44-46) hace pensar no s61o en un público culto capaz de aprociar y criticar el "trobar a dezir" (45d), sino al raismo tiempo roligioso, familiarizatío 66 con la posible conexiôn blblica (Lida ds fîlalkiel, Selecci6n, p. 37). Así parsce indicarlo tarabián indirectarasnte el hecho de excusarse por introducir "burlas" (45) y broraear de cosas serias, actitud menos sxplicable ante un público callejero. Corao bien explican Lecoy, Puyol y Zaharcas, Juan Ruiz sigue de cerca la versi6n tratíicional; lo cual no quiere tíecir que su esplritu creativo esté ausente. q Zahareas opina que Juan Ruiz se aparta de la tradici6n sustancialraents y lo considera iraportante porque con sstas divergencias, más que facilitar al lector una conclusiÔn moral, Juan Ruiz "concentrates on the misunderstanding 'psr se' and above all on the comical eleraents Mhich are inherent in such a situation" (The Art^ p. 54), Hay raás, sin smbargo. Juan Ruiz no solamBnte incrementa los elemøntos humorlsticos sino que acentúa ciertos matices eclesiásticos, Ya not6 Lecoy que la discusiôn hacla referencia a ciertcs elementos teol6gicos y más concretarasnte tendla a ridiculizar "certaines r^gles monastiques, qui ,., recommandaient l'emploi tíes gestes pour les communications entre freres," aclarantío en una nota que se referla concretamente a un capltulo tíe la regla benetíictina (Lecoy, pp, 165 y 168). Esto Bvidsncia intíutíablsmBnte la huella personal tíe Juan Ruiz, En la versi6n tíe Accursio la contientía por senas comisnza casi accidentalmente (citado por Puyol, p, 184). Juan Ruiz, por el contrario, lo prepara meticulosaments haciendo inâs 89 potente la conexi6n raonásticai "Seguntí Dios le tíemostrasse fazer sefías con la mano" (51c). Este verso también tíio pie a Spitzsr para la interpretaci6n tíe la omnipotencia tíivinat "Dios puetíe servirse de la mano dsl rústico y de las equivocaciones de los sabios para alcanzar sus propios y justos fines." No acaba aqul la broma tíe Juan Ruiz sino quetíecitíevestir al bellaco, "Como si fues tíotor ena filosofla" (53b). Vale la pena resaltar ssta abun- dancia tíe elementos ecÍBsiásticos, pressntes en cuaiquier nivel interpretativo. La tíiscusi6n sobre la Trinitíatí y provitíencia tíivina, los vsstigios blblicos, la parotíia Bscolar y la parotíia monacal, tientíen a confirmar la idsa ya apuntatía tíe clericalizaci6n en el Libro tíe buen amor. Destíe este puntc tíe vista totías las opiniones tíe los crlticos acerca tíe ests episotíio son válitías en cuanto ponen tíe relieve esos elementos humorlsticos y par6tíicos relacionatíos con la vitía eclesiâstica. Ciertos aspectos comunes tíe la vitía tíe la iglesia eran asequibles a las personas tíe totíos los niveles socioeconômicos metíievales. Wi hip6tesis sin embargo, es que el frecuente uso refinatío de elementos artlsticos, satíricos o ditíâcticos tíe intíudable color eclesiástico, presupone un público familiarizado con la iglesia y apto para apreciar la parodia y relr con las burlas, un público ágil para ententíer ias sutilezas mecânicas dol Prôlogo y para relr abiertamente al nombrar las Horas Can6nicas o las diferentBs 6rdenes 90 religiosas. La tíisputa entre griegos y romanos B S uno tís estos pasajes cuyas implicaciones par6tíica3 y teolôgicas yaraencionatíasescaparlan a la gran mayorla tíel público raetíiBval. Cruz cruzatía (112-122) Otra tíe las tareas sin soluciôn presente para la crltica ruiziana es la trova cazurra. Al igual que el pasaje previamente comentatío es intíicativo del especial interés que pone Juan Ruiz en hacer relr a los clêrigos. Como bien nota Zahareas, Juan Ruiz "effectively introtíuces the religious setting by the wortí 'santa' which sets a dichotomy betujeen the spiritual and the secular" (The Art, p. 76). Aumenta asî el doble sentitío ir6nico tíe "cruiziaba pcr ella" (ll2tí). Al literal de "tormento" afíade el religioso tíe "cruz", iniciando el juego de doble sentido. Otro detalle tíestinado a la hilaridatí tíe los clérigos no comentatío por ningún crîtico es el hecho tíe haber enviatío como mensajero "a un mi campanero" (l13c), otro clérigo amigo suyo, un tal Ferrantí García. traicionado por uno de los suyos: Judas. Jesús fue El Arciprcste tambiên fue traicionado por uno tíe sus amigosi Garcla. Ferrantí Nada se sabe histôricamente de este personaje, si existi6 o si es ficticio, pero dada la aficci6n de Juan Ruiz por lo concreto y el profundo enraizamiento tíe 91 su libro sn la societíatí y gsografla tís su tismpo, no es diflcil suponsr qus fue en vertíatí un amigo tíe Juan Ruiz, conocitío tíe los otros clêrigos, lo suficÍBntemente campechano para quB lostíeraâsse rieran a su costa, en la raisma llnea que Fray ffloreno, el Abad de San Pablo o los nombrados clérigos tíe Talavera. Los estutíios mâs recientes ponen tíe relieve el eroticismo tíe algunos términos, tales como conejo, conejero, pan, panatíera, marfuz, e t c , ya insinuatíos parcialmsnte por Zahareas que estutíia paso a paso el doble sentitío religioso-profano tíel episotíio. 12 Estoy tíe acuertío en llneas generalas con sus conclusiones, pero creo necBsario agregar algo. En mi opini6n, totío el pasaje es una parotíia tíe la atíoraci6n tíe la cruz que tenla lugar el Viernes Santo. Esta tratíici6n, presente en la iglesia tíe Occitíente a partir del siglo VIII, consistla en el canto de himnos litúrgicos tíestinados a ensalzar el misterio tíø la cruz, seguitíos a continuaciôn por la veneraciôn tíe la misma por parte dei clero con gran solemnidatí, y del resto de los fieles (Neuj Catholic Encyclopetíia, Vî, 621-23). El celebrante principal se acercaba a la cruz seguitío del resto del clero y todos haclan genuflexi6n tres veces antes de besarla. Venlan luego los fieÍBS quienes se acercaban a la cruz en forma menos elaboratía. Durante la ven8raci6n tíe la cruz so cantaban los Improperios o lamøntaciones tíe Jesús por 92 la traiciôn tíe su pueblo amatío, improperios la antlfonsi cual respontíla el públicot Alternantío con estos "Ecce lignum crucis.,,," a la "Venite atíoremus," lizatía la adoraci6n se cantaba otra antlfonat fitíelis..,," Fina''Crux La maynrla tís estos elementos resuenan en esta parotíia burlesca tíe Juan Ruiz. El efscto c6micc tíe totío B I episotíio, como ya se ha intíicatío, ratíica en la parotíia er6tica-religiosa en torno a la panatíera Cruz y la Veneraciôn tíe la Cruz el 14 Visrnes Santo, En la introtíucci6n en cuatíerna vla, tanto la palabra "cruiziaba" como los têrminos "clavo" y "escarnio" ambientan atíøcuadamente la composici6n de lugar religioso (Ths Art, p. 76), No veo razôn para tíutíar seriamente tíel paralelismo entrs el aforismo 15 latino "Per Crucem atí Lucera" y la apertura tíe Juan Ruizi Mis ojos non verân luz pues pertíidtt he a Cruz, (115) En vista sobre todo tíe la antlfona que se cantaba una vez conclultía la adoraciôn de la cruzi "Crucem tuam adoramus, Domine ... ecce enim propter lignum venit 16 gautíium in universo mundo." Este era el tema central del Viernes Santo, el misterio de la cruz, el triunfo de Cristo, la consecuciôn tíe la luz—victoria sobre el pecatío—metíiante su muerte igncmlniosa en la cruz. Si 93 Cristo obtuvei 3u Luz mediante la Cruz, se sigue 16gicaraente el desespøro tíel Arcipreste ante la pérditía de su panadera, Esto sencillo silogisrao no potíla escapar la atenci6n aún de los clôrigos pobremente educatíos, Prosigue la parotíia con la erabajatía de Ferrantí Garclat Que troxiês la pletesla e fuesse pleitês e tíuz, (I17cd) La raayorla de l o s c r l t i c o s no ven a q u í más que ø l e n v l o d e l mensajero p a r a conseguir l a avenencia e n t r e panadera y e l A r c i p r e s t e , mâs r i c a , Existe la o t r a p o s i b i l i d a d mucho " P l e t e s l a " no s61o s i g n i f i c ô en l a Edad (ifledia p a c t o , c o n v e n i o , t r a t o o n e g o c i a c i 6 n (Corominas, p, 1 0 4 ) , sino que t a r a b i í n connotaba f i t í e l i t í a t í y homenaje, s i g u i e n t e v e r s o ha p r e s e n t a d o mayores interpretaciôn, de l a s p a l a b r a s El tíe repcticiôn " p l e t e s l a " y " p l ø i t á s " , y no e x i s t s En cuanto a " p l e i t é s " Cororainas l o t r a t í u c e por " n e g o c i a t í o r , "'pleités' sustantivo tíificultatíes Sorprentíe l a c a s i inmetíiata unaniraidatí a c e r c a tíe "tíux". dientíoi 17 se 'abogado'" tíivulg6 (p. oiplomático" afía- a l g o más en e l uso 104), Corominas se n i e g a a a c e p t a r oste s i g n i f i c a d o mås obvio e i n s i s t e en t r a d u c i r "dux" corao a d j e t i v o t " s u a v e , d e l i c a t í o " en c o n t r a tíe Cejador y L i t í a tíe Pnalkiel quiønes l o s u b s t a n t i v a n a "gula" dal l a t l n "dux, tíucis" (Corominas, p, 104), repaso a fondo de n u e s t r o s d i c c i o n a r i o s c l á s i c o s Un puetíe 94 disipar l o s temorBs infuntíatíos de Corominas,^® c o n t r a ds su a f i r m a c i ô n tíe que "tíuz, g u l a .,, l l a n o no ha e x i s t i t í o nunca y no hace f a l t a puetíe tíecirse que " t í u z - g u l a " En en c a s t e - aqul" ( p . t i e n e antecetíentes 104), metíie- v a l e s y p r e m e t í i e v a l e s en Espafía y e n c a j a muy b i e n a q u l . Simonet a f i r m a que e x i s t l a e n t r e " E l Dux" c o n v e r t i t í o tíel l o s mozárabes e l luego en a p e l l i t í o D u x ) , y afíatíe que se tíerivaba Ibn Atí-Dux ( e l tíel latîn tíenominaci6n provincia. 19 visig6tica a gobernatíor tíe una tíel latln "tíucem". pues, en mi o p i n i ô n , e l A r c i p r e s t e e s t á estrofa equivalente Por su p a r t e ÍYiartîn Alonso a f i r m a ambages que "tíuz" p r o v i e n e hijo "tíux-tíucis" con e l s i g n i f i c a t í o tíe gula o c a p i t á n g e n e r a l , bajo l a apotío sin 20 Asl tíicientío 117 que é l e n v i 6 a Ferrantí G a r c l a para en l a rendir homenaje a l a Cruz y para quø fuese mediador ( p l e i t ê s ) gula. Además de su s o l i t í e z e t i m o l 6 g i c a y de e v i t a r malabarismos de Corominasj ventaja de a m p l i a r esta interpretaciôn tiene una vez más e l t u p i t í o e r 6 t i c o - r e l i g i o s o tíe totío e l e p i s o d i o . "homenaje", la Los términos "mediatíor" y g u l a " corresponden t a n t o a l a l a panadera C r u z , ante como a l vertíatíero c u l t o a l a Cruz g u í a d e l pecador, a l a c u a i se r i n d e porque por e l l a - - m e d i a d o r — C r i s t o gula a l a los paralelismo misi6n que e l A r c i p r e s t e esperaba de su mensajero cristiana, y homenaje obtuvo e l pertíôn y nos salvaci6n. Con una imagen g r á f i c a e l A r c i p r e s t e i n d i c a que fue 95 traiclonado por ser "trigo afiejo" o psrro viejo; Garcla es su Judas (Zahareas, The Art, p. 77). Ferrand Tras ests breve parôntesis y la maltíici6n a ess perro "conejero" el Arcipreste torna a las csrsmonias litúrgicas tíel Viernes Santo y a su propia crucifixi6nî Quantío la "Cruz" vela, yo siempre mø omillava, santiguâvame a ella tíoquier que la fallava, (I21ab) Arrotíillarse y santiguarse formaban parte de la procesiôn inaugural tíøl Viernes Santo asl como tíe la atíoraci6n de la Cruz qus culminaba con el beso de totíos los fieles presentcs, Pnientras que el Arcipreste se humillaba y se santiguaba ante la Cruz cristiana, "El compan6n de cerca en la 'Cruz' atíorava" (l21c), A la tíistancia que ve Zahareas entrs "omillava" y "atíoraba" (The Art, p. 78), tíebe anatíirse otro dato: la perfecta divisiôn simétrica entre la Cruz religiosa (l21ab) y la Cruz panatíera (I21c) obtenitía magistralmente metíiante la prep03ici6n "en", El Arcipreste "vela la Cruz" mientras que su companero "atíorava ejy la Cruz" con totías las connotaciones sensuales y sexualesi "Ad-orar se dijo tíe llevar al 'os', boca, tíel besar" (Cejatíor, I, 55). Elemento par6tíico e irreverentø tíøl 6sculo con qus ss vsneraba la Cruz øl tíla Viørnøs Santo, ResuraiBntío l a s páginas p r e c o t í e n t e s , puetíe tíecirse que l a trok/a c a z u r r a c o n s i s t e básicamente en l a p a r o t í i a de l a s 96 cøremonias l i t û r g i c a s tíe l a atíoraciôn tíe l a Cruz el V i e r n e s Santo a p l i c a t í a a l a c o n q u i s t a amorosa tíe l a panadsra C r u z . dera, t r i g o , hilaridad, parotíia Las connotaciones ssnsuales de p a n , pana- conejo, conejsro, e t c , aumentarlan la mas no son c e n t r a l e s en e l e p i s o d i o , tíel justificar Esta V i e r n e s Santo s e r l a más que s u f i c i e n t e l a s d i s c u l p a s que Juan R u i z pide a l a s para duefías antes tíe comenzar, raâxime s i eran "Duenas tíe Ortíen" o religiosas, 21 Humor e c l e s i â s t i c o en c i e r t o s apôloqos ^mmmtmm^m^mmmm^mmmmmmmmm^i^^^^^mmmmmmÊ^^m^mmmma^n^^mmmmmmmmimmi^mi^^^i^mmmmmmmmmÊi^^mmmmmim^^fm''»m^-'^mmm^Ê-\mM Es a r r i e s g a t í o y p r o b l e m á t i c o e s p e c u l a r contribuciôn o r i g i n a l tíe Juan R u i z en l o s procedentes tís l a t r a t í i c i 6 n , imposibilidatí tíe tíeterminar La sobre materiales tíificultatí r a t í i c a en l a con e x a c t i t u d l a o r i g i n ? * ! , p e r d i d a hoy d l a q u i z á s , fuentc o t r a n s m i t i t í a por o r a l s i n documentaciín g r â f i c a , Lecoy dstíicô tiempo y e s f u e r z o p a r a r a s t r e a r dichas f u e n t e s , duda permanace, la Jan f l i c h a e l ha e s t u d i a t í o en vía considerable mas l a tíetaiie las dificultade? y posibilidatíes que l a s f á b u l a s p o p u l a r e s 22 ofreccn a l e s t u d i o de Juan R u i z , P or mi p a r t e me propongo f i n e s más modestos. t i c a de p r o p ô s i t o s aquî como Juan R u i z ap61ogos con e l público, Sin e n t r a r didåctico-morales, incluye intento prcblemámostrar døtailns eclssiásticos nico f i n aparente s i no c l e r i c a l , en l a de hacer r e l r muy f a m i l i a r i z z d o con ] a en sus a un vida 97 eclesiâstica, Algunos tíe estos elsmentos tíelatan la originalitíatí tíe Juan Ruiz, otros aparecen ya en las versiones tratíicionales tís las fábulas, pero el hecho mismo de escogsr éstos y no otros refuerza la teorla tíel especial cuitíatío tíe Juan Ruiz por tratar temas familiares a los clêrigos, o revBstirlos tíe tárminos y expresiones eclBsiâsticas con el fin tíe provocar la hilaritíatí tíe su público, E.jemplo tíel caballo y tíel asno (257-245) En el capitulo previo, p, 76, al hablar tíel lenguajs de sacristía mencionê ya los versosi Del inojar a vszes fazientío muchas prizes, rodillas dessolladas, finchadas las narizes, (242bc) Lida tíe lYlalkiel ya not6 la comicidad tíe estos versos. 23 Wâs recisntemente Deyermontí ha acentuado el aspecto eclesiâstico. Intíutíablemente este rasgo humorlstico está al alcance de cualquier persona, pero serla mucho mâs efectivo entre el público que pasaba buena parte del dla en la iglesia o en el coro, Ademâs del efecto jocoso contribuye a mantener el tono catequético-mnral de totío el ap61ogo. Recortíemos que Juan Ruiz lo introduce como ejemplo del hombre soberbioi Que non ha tíe Dios miedo nin cat'á aguisado, ante muerø quS otro mâs flaco e más iazrado. (236bc) 98 En c u a n t o a l a s e s t r o f a s f i n a l e s aceptar parotíiar (243-244), con Zahareas l a o r i g i n a l i t í a t í tíe Juan R u i z aqul e l "ubi sunt", rasgos t r a t í i c i o n a l e s o se puetíen al consitíerar s i g u i e n t í o a Lecoy y a Jan lYlichael. Totíos e l l o s e v i t í s n c i a n e l mantenimiento tíesarrollo SB puede y conclusiôn tíentro tíe tíel 2S inicio, un marco g e n e r a l reli- gioso. E.jemplo tíel le6n y tíel caballo (298-303) El ejemplo tíel ls6n y tíel caballo tíiscurre por cauces paralelos, Al igual que el apôlogo tíel asno y tíel caballo sirvs para ilustrar un pecatío, la gulaj asl como sus efectos nocivos al cuerpo y al almai Wuerte muy rebatatía trae la golosina al cuerpo muy goioso 'ø al alma møsquina. (297ab) A continuaciôn describø ol encuentro leôn-cabalio en términos que parodian una entrevista entre un humiltíe religioso y su superior; aquél tíispuesto a besarle la mano y a suplicarle que le libre tíel clavo "con tu tíiente bentíito" (300c), reiterantío el tono moral en las tíos estrofas fir.ales (302-303). 26 El sentitío par6dico dei saludo religioso besantío la mano tíe sus superiores, asî como el caballo besa la tíel le6n aclara también el esfuerzo tíe Juan Ruiz por aprovechar totías las oportunidatíes posibles tíe hacer relr a los clêrigos. Compárese, 99 "•vasallo' tíixo 'ralo, la mano tú rae besa'" (298tí), con la versi6n del Ysopetei "el le6n se lleg6 al cauallo saludándolo con palabras fermosas," carente este ijltimo tíe la posibilidatí del doble sentitío (Worrealo, "Apuntes," p. 27l), E.ieraplo tíe Don Ximio, alcaltíe tíe Buqîa (321-371) Otro de los ejemplostíontíeel Arcipreste deja aparecer su sotana es el episodio ante el alcelde ds Bugla, Lo narra para ilustrar B I pBcatío tíe acitíia y uno tíe sus 27 secuacBsi la hipocresla (319a). Corac tíe costumbre Juan Ruiz hace uso de términos eclesiásticos ambientativos. Aderaâs de los abundantes tôrminos forales, raâs asequibles a los clérigos que habrlan estudiatío al menos los rudimentos tís los cánonss Bclesiâsticos, existen otros têrminos asociatíos con la vitía tíe los clérigos metíievales, El estrecho paralelismo entre eltíescomulgatíopor constitucl6n tíe legatíotíebitíoa que tiene barragana pública (337) y otros pasajes gemelos tía la cantiga tíe Talavera no puetíen deberse a mero accidente o coincitíencia. Uno tíe los temas sclesiásticos mâs cantíentes tíurante el s, XIV fue el celibato sacertíotal y en este ambiente las asocia28 ciones pretíichas debieron ser inevitables, Tambiên los slraples fieles estaban sujetos a ciertas leyes de excomuni6n por amancebaraiento, según explica Eizaga. 29 El contexto del pasaje, sin embargo, corroboratío con la probada frocuencia de los clêrigos que intsrvenlan en los 100 pleitos y el ya mencionado Isnguaje técnico foral, inclinan la balanza hacia la interpretaci6n eclesiâstica, reflejo posible de los juicios por amancebamiento de los clêrigos, acusatíos por otros, hip^critamønte, tíe sus mismos pecatíos. E.i'emplo tíel lobo vestitío tíe mon.i'e (766-779) El ejemplo mâs notable tíel tema que se viene tratando queda personificado en el lobo vestitío tíe monje, tema tratíicional, psro con ciertas afíatíitíuras caracterIsticas tíe Juan Ruiz como veremos a continuaci6n. Corominas, tras analizar los estutíios referentes a este pasaje, concluye tíestacantío el estrecho paralelismo entre la versiôn tíe Juan Ruiz y la tíel Ysopete Ystorîatío tíe 1489i "El tíesa- rrollo es rigurosamente paraleio, las razones y resultatíos son parecidos y aún hay bastantes palabras y alguna frase en comûn" (p. 296). Sin negar la parcial validez de estas afirmaciones, intentaré mostrar la originalitíatí tís Juan Ruiz y el obvio proceso tíe eclesiastizaci6n al comparar la versiÔn tíøl Libro de buen amor con la tíel Ysopete Ystoriado estudiatía por Guisasola. 31 La misma introtíucciôn respira aires eclesiâsticos tanto en el consejo tíe Trotaconventos "fazet cabo tíe afio" (762c) como en la respuestatíetíofia Entírinat "Non rne tíigas agora mâs tíessa letíanla" (764c). El factor c6mico, tras la forzatía pausa tís las estrofas pertíitías, se inicia en las versiones modernas con la 101 yuxtaposici6n de lo sagrado y lo profano, la moralidad y el diablo: Dixot 'Dioms el dîablo el ajeno roldo; y'ô ove buen aguero, Dios me lo aviê complido. (767bc) El humor continúa en todas las estrofas siguientes. el Ysopete, el iobo vio "unas cabras"; duce: Según Juan Ruiz intro- "Cabritos con las cabras, mucho cabrôn cornudo" (768c); indudablemente mâs rico en connotaciones cômicas. Todo el subsiguiente desarrollo del encuentro entre si lobo y los cornutíos está narratío en un lenguaje parádico de funciones litúrgicas, destinatío a provocar ia risa. Amatíor tíe los Ríos consitíera esta aiusiôn a los oficios sagratíos "irreverente, aunque chistosa ... impropia tíe un sacertíote espanol sn totíos los sigios, y más sn øi siglo 32 XIV," Este aserto hoy dla produce a io más una sonrisa. Para un público seglar es discutible su "irreve- rencia"; para gente vinculada estrechamente a la iglesia este episodio tíebiÔ constituir puro y sôiitío entretenimiento. Opina iriorreale que la palabra "guardiano" (769c) es "alusiva a los frailes menores" y afiade que aqul "termina la analogîa con ios franciscanos ya que no se les relacionaba con el hecho de ser barbados" ("Apuntes," p. 305). Probablemente Juan Ruiz estê parodiando acui las ôrdenes religiosas en general, perc de escoger una potíría rsferirse a la Orden Camaldulense, una rama de la 102 familia benedictina funtíatía por San Romualtío a finales dsl siglo X. Este funtíatíor uni6 en una ortíen la vitía Brsmltica tíe los monjes tíe Orients y los Patíres tíe Occitísnte con la vitía cenobltica tíe los monjes tíe ccitísnts, Los Camaltíulenses, tíe vitía muy austsra, vivlan sn lugarss apartatíos, guartíaban continuo silencio y su único lugar tíe reuni6n era la capillatíontísrszaban a tíiario B I oficio tíivino; usaban lusnga barba, cabeza rapatía y los pies tíescalzos (Enciclopetíia Universal, X, 1038-39). Fácil es aprsciar las ssmejanzas entre la vitía monâstica ds esta ordan y la tíescripci6n tíe Juan Ruiz, La misma composici6n tíe lugar en torno a los "fornachos", aunque se halla presente en la versi6n dsl Ysopste, pudiBra intsrpretarse como parodia de un lugar cenobltico, Tal vez sBa êsta la raz6n por la que camoiô Juan Ruiz los actores tíe cabras a cabritos y barbatíos, con el fin tíe intensificar la parotíia, Un monje camaltíulense, descalzo, con hâbito blanco--un tanto pardusco tíebido a la suciedatí y al paso tíe tiempo--cabeza rapatía y b^rba larga, atareatío en los alretíedores tíe su cueva penitencial, no es tío extranar que se equiparara, en la evocaciôn creatíora tíe Juan Ruiz, a unos chivos barbutíos triscantío en torno a sus "fornachos", y complementa la parodia. los cornutíost El resto tíel episodio confirma Por ejemplo la invitaci6n tíe 103 Quatro tíe nos querlamos irvos a combitíar, quB nuestra santa fiesta veniêssedes a onrar, dezirnos buena mlssa e tomar buena yantar; pues que Dios vos atíuxo, queredla Î5y cantar, (770) Totía la estrofa rezuma sabor monacal, El hecho un tanto burlesco tíe ir cuatro para invitarle, se refiere a la costumbre muy extentíitía entre ciertas 6rtíenes religiosas tíe salir tíel monasterio s61o en grupos tíe tres o cuatro, para protegerse mejor tíe las asechanzas tíel muntío y sus tentaciones. La intíirecta tíel "buen yantar" (770c) es apropiatía para el lobo y para la glotonerla tíe varios 33 visitatíores can6nicos, El cotejo de esta estrofa con sus correspondientes llneas tíel Ysopete resalta la pobreza tíe éste frente a la imaginaci6n creativa tíe Juan Ruiz, raás evitíente aún en la estrofa siguientet Fiestas tíe capas seis e tíe grantíe clamores fazemos bien granatías sin perros e pastores; vos cantat en boz alta, respondrán los cantores; ofre^remos cabritos, los más e los mejores.' (771) Según Castro Guisasola, a esta estrofa da Juan Ruiz correspontíen las siguientes lîneas del Ysopete: "E fecho el officio e sacrificio de alavan^a, farás lo que te agradará" (p, 129). La fiesta de seis capas, los "grandes clamores", el "cantat en boz alta" y las respuestas de los "cantores" encajan perfectamente con el canto solemne del oficio tíivino, tratíici6n eminentemente benetíictina, también notarse el sutil cambio tís Juan Ruiz del "dar Debe 104 bozes a l t a s " (Ysopetø) "en a l t a boz b a l a r " afinidad litúrgica. (772b), Cejador advertencias Breviarios" al (772b), advierte en l e t r a "en a i t a que se r e f i e r e roja, los balidos 0 regular. aullidos de v o z t o n a n t e " a " l a Rúbrica o (I, 140). El d e l l o b o "como g r a v e y al unîsono—figurado--de cantando los øxquisita parcdia Sîgu'íse la paliza y las quejas gunda v e z achaca e l maycr boz a c a n t a r " 267); d abio cantar y que se ponen en e l H.isal y de c a b r a s y c a b r o n e s I, (77lc) de o t o r g a r l e p a r a g u î a de l o s p a r t i c i p a n t e s orondo c l é r i g o 'Diôme e i en boz a l t a " con e l f i n A l comentar e v e n t o t e r m i n a con l o s (Cejador, "cantat salmos de un c o r o n i s s a 'e'n f o r n o ' " del l capitular bo: (773d). aguero del estornudo a l "Dixo: P or diablo, se- pero no e s c a r m i e n t a . E l e n c u e n t r o con l a p u e r c a s i g u e n?âs de cerca l a v e r s i ô n tradicional, humilde monje: v i n e yo a q u î " j u g a n d o b i e n su c a o e l de " ' C o m a d r e , D i o s vos ds p a z , que por vQS (775b); claro contraste con e l brutal saludo del ^ sopete: " H e r m a n a , comeré de t u s h i j o s " Guisasola, Igualmente bautismal p. 12B). de Juan R u i z . ss .•nuy s u c e r i o r La p u e r c a r e s p o n d e a l la (Castro carodia lcbo-abad adecuadamente: •Senor a b a t , c o m p a d r e , con essas s a n t a s mancs b a u t i z a t mis f i j u e l o s , poraue mueran c r i s t ^ i a n o s . (776cd) La s i g u i s n t e estrofa bautismo, ambiciôn la sintstiza del y cul^ina l ^ parodia loco y la a c t i t u d del del sjperior 105 religioso ante sus súbditost Después qu'é ayades vos fech'c este sacrificio, ofrecárvoslos he yo en gracias 'é en servicin, e vos faretíes por ellos un salt'ci, e sin bollicio combredes, e f olgaredes a la sombra 'ê al vicio. ' (777) La casi totalitíad de los vocablos estSn revestitíos tíe tíoble sentitío, pero espscialmente "sacrif icio*', "ofrecêrvoslos", "en gracias e servi^io", "folgaredes", "a la sombra" y "al vicio". Como bien han notado Castro Guisa- sola (p. 127) y Corominas (p, 296), Juan Ruiz altera el ortíen tíe los episodios de ia versiôn tradicional, presentando primero el encuentro con los cabritos, Ninguno tíe estos crlticos sugiere raz6n alguna para el cambio. raz6n tíe lo En expuesto, opino que el cambio puetíe tíeberse a la mejor ambientaciôn par6dica de los barbados con las 6rdenes religiosas, tema favorito de Juan Ruiz para provocar la risa. De hecho, como ya se ha mencionado, êsta es la parte más original de Juan Ruiz, Simultánea- mente la perfecta consecuciôn y comicidad del episodio de los barbados predispontírîa ai oyente hacia una mejor apreciaciôn par6tíica tíel bautismo tíe los puerccs. En resumen, Juan Ruiz revistiô la tratíiciôn de unos hábitos eclesiâsticos magistrales, aptos para provocar la hilaridatí en un público ententíitío y famiiiarizado con la vitía y costumbres mcnacales. 106 Horas can6nicas (372-387) Wucho de lo anteriormente expuesto puetíe aplicarsa tíB nuBVo al presente episotíio, Un breve anâlisis de su marco eclesiástico puetíe arrojar luz sobre sl tono satlrico del episotíio e, intíirectamsnte, sobre su significado asl como enriquecer ei ângulo tíe visiôn tíe los crlticos precetíentes. Quetí6 esclarecitío en el capltulo primero tíe este estutíio, p, 28, que las únicas personas obligatías can6nicamente al rezo público tíiario tíel oficio tíivino eran los miembros tíel cabiltío y el clero regular tíe ambos sexos, El rezo p blico por parte tíel cabiltío o clero secular fuetíegenerantíoen el transcurso tíe los siglos, corrientío parejas con la relajaciôn tíel resto tíe las costumbres eclesiásticas, Garcla-Viiloslada describe algunos de los abusos más frecuentes en la Etíatí Wetíia, entre øllos "que los canônigos a veces no asisten personalmente al coro, alquilantío por tíinero a otros clérigos que canten por ellos el oficio divino" (II, 632). Intíutíablemente con el fin tíe no psrtíer el tíerecho a su prebenda, cuyas cantidatíes quetíaban estipuiadas de acuerdo con la asistencia al coro. La ausencia, sin embargo, no potíla ser el peor tís los males, como veremos en seguitía. Hay que tener en cuenta que el episotíio tíe las "Horas Can6nica5" forma parte ilustrativa e integrante, junto a Don Ximio, tíel pBcatío de la acitíia; asl lo intíica al principio y al final tíe ambos episotíiost 107 De IS acidia eres mesonero e posatía, nunca quieres qu8 omne tíe bontíat faga natía; desque lo ves baltílo tíasle vitía penatía; en pecatío comien^a g en tristeza acaba, (317) Conâ acitíia traes estos maies atantos, muchos otros pecatíos, antojos 8 espantos; nunca te pagas tíe omnes castos, tíinos e santos, A los tuyos tías obras tíe males e quebrantos, (388) La hipocresla tíe que habla en la estrofa 319, como ya se ha tíicho, no es uno tíe los pecatíos capitales, sino que Juan Ruiz lo asocia con el pecatío capital tíe la acitíia 35 arbitrariamente, ' El pleito tíel lobo y la raposa es ilustrativo tíe esta hipocresla, pues como moraliza al finalî Tal eres como el Loboi retraes lo que fazes, estranas a los otros el lotí'ô en que yazes; eres mal snømigo a totíos quantos plazesi fablas con grantí simpleza porque muchos enlazes, (372) Esta estrofa y la siguiente sirven tíe puente entre los tíos episotíios. Tanto Otis Green como Zahareas consitíeran 36 ambos episodios ilustrativos tíel pecatío tíe hipocresla, Zahareas, por ejemplo, intíicat "Similarly, the Arch- pricst accuses Don Amor of being hypocritical, like the wolf, in that he frequents churches, although he has no intention of performing uíorks of mercy and charity" (The Art, p. 94), El texto no da pie a la afirmaci6n que Don Amor frecuenta las iglesias, En mi opini6n cualquier paralelismo entre el lobo y Don Amor, la rapcsa y sl 108 ArciprsstB, y o t r o s por e l e s t i l o a que uno i n t e n t a ilustrar e l pecatío tíe a c i t í i a , son i n v â l i t í o s , la hipocresla, y el algo totalmente tíiferente. o t r a s p a l a b r a s , tíe e s t a s tíos e s t r o f a s - p u e n t e , s i r v e tís c o l o f 6 n a l sjBmplo tíe h i p o c r e s l a , la siguiente (373) inicia tíebitío últirao, En una ( 3 7 2 ) m i e n t r a s que l a i l u s t r a c i 6 n tíe l a acitíiat A obra tíe p i a t í a t tú nunca paras m i e n t e s , non v i s i t a s l o s presos n i n q u i e r e s ver tíolientes sinon s o l t e r o s , sanos, mancebos e v a l i e n t e s . S i lo^anas e n c u e n t r a s , f â b l a s l e s e n t r e tíientes. (373) Estructuralmente Juan Ruiz tíelata aqul su esmerado cuidatío. Destíe el comienzo de su exposiciôn acerca de los pecatíos capitales ha usatío un ap6logo ilustrativo para catía uno 37 de ellos. Al llegar al ûltimo pecatío Juan Ruiz tíebi6 tíescubrir que le sobraba un ejemplo o le faltaba un pecado. Para evitar el desequilibrio resultante Juan Ruiz abri6 un paréntesis tíentro tíel LÍltimo pecatío de la acidia. Veamos el texto. Introduce al pecado tíe la acitíia en la forma acostumbratía (317-318), inmetíiatamente abre el paréntesis tíe la hipocresla (319) con el correspontíiente ejemplo del iobo y la raposa (321-372), usando la última estrofa como cclof6n y recapitulaciôn del paréntesis, Torna ai pscatío tíe acitíia (373) con su correspontíisnte ilustraciôn, las Horas Can6nicas (374-387), csrrantío el clrcuio ur.a menciôn más de la acidia (388) para que no haya lugar a dudas. 109 C o v a r r u b i a s d e f i n e l a a c i d i a como " t r i s t i t i a spirituali" de bono y l a E n c i c l o p e d i a U n i v e r s a l afíade p e r e z a , flojedatí, negligencia y da como r e s u i t a d o : ver d o l i e n t e s " tíesidia."^^ "Non v i s i t a s (373b). Esta a c i d i a o pereza i o s presos non q u i e r s s Como b i e n d e c i a r a Corominas, dos øran øjemplos c l á s i c o s de buenas obras "ios descuidadas por l o s que se condenarân, ya mencionados j u n t o s en e i e v a n g e l i o ( S . mat. XXV, 4 3 ) " ( D . 162). e l b i e n o b r a r no es h i p o c r e s í a . La n e g l i g e n c i a en E l A r c i p r e s t e acusa a Don Amor de ser l a f u e n t e d e l mal r e z a r ; la indolencia de este pecado a c a r r e a e l d i v a c a r de i a mente a l r e z a r Horas Canônicas y en vez de c o n c e n t r a r s e en c a n t a r el Amor D i v i n o de l a Senora, r e s u l t a " v a g a t i o n e n t i s circa ias iliicita", esa a s o c i a c i ô n p a r ô d i c a d e l amor humano a l a 39 senora de sus susrios. Esto no es i n v e n c i ô n de Juan R u i z , s i n o hecho h i s t ô r i c o que Juan Ruiz supo m a g i s t r a l mente p a r o d i a r . E l f r a n c i s c a n o A l v a r e z Pelayo mejor que n a d i e l a c o r r u p c i ô n tiempo. de l o s r e l i g i o s o s describiô de su Su l i b r o De P l a n c t u E c c i e s i a e viene a p r o p ô s i t o ya que l o p u b l i c ô por p r i m e r a vez en 1332 y l o r e v i s ô en 1335 y 1340, j u s t a m e n t e l o s arios de g e s t a c i ô n del L i b r o de buen amor. A l v a r e z Pelayo acusa a l o s r e l i g i o s o s en g e n e r a l y ataca i o s síntomas de d e c a i m i e n t o "'Jhat i s prayer, II, ... esoiritual: psalfTody 'juithout c o n c o r d , outuuard and v o c a l uuith a uiandering mind?" ( l o u l t o n , r j y g 130); 3itjaci5r. explicable Cgnturies, cuando e l rezD d e l 110 b r e v i a r i o s r a motivario por d i n e r o o por o b l i g a c i ô n a l a l e t r a tíe l a l e y , Hs a q u l s l n c l s o , y l o s polos que componen l a amor tíivino e l punto tíe p a r t i t í î parotíiat oficio de las horas Acidia amor humano oficio tíe la amiga Para Green el humor tíe este episotíio, "consists in the tíeviation, antí its intensity is proportional to the violence of that tíeviation," Esta tíesviaci6n es completamente subjetiva, puøs como sl mismo Green atímite, "more often than not, the reatíer ujill fintí himseif raaking complete associational britíges, involving meanings far removetí from that of the uuortís left unsaití, antí it is here that the humor antí the blasphemy come in" (Spain, II, p. 54) En palabras tíe Corominas, "no hay por qué apartarnos tanto tíel sentido de las frases sagratías" (p. 164), No se le puetíen achacar a Juan Ruiz las consecuencias tíe una interpretaciôn subjetiva no apoyatía en el texto, Tampoco satisface la explicaciôn tíe Zahareas según la cual ei centro c6mico tíe esta sâtira ratíicarla en, "the contrast between the Archpriest's moral statements antí his impiications" ("Parotíy of the Canonical Hours," p, 108). Las frases latinas, aunque procetían tíe ios saimos o tíe los libros litúrgicos "per se" no son morales. El efecto c6mico tíe estø pasa.jø, al igual quø el lobo-monje, la 111 trova cazurra y otros, radlca en la juxtaposici6n y asociaci6n tíe un tema sagratío a otro profano utilizantío un lenguaje ambiguo—aplicable a ambos nivBles—generador 41 tíel humor. Para que cualquier parotíia surta efecto es indispensable la familiaridatí tíel público con arabos polos tíe la parotíia en cuesti6n; tíe lo contrario el autor fracasarla en su raisiôn comunicatíora. De aqul mi teorla que gran parte tíel humor en Juan Ruiz postula un público eclesiâstico capaz tíe apreciar los ricos matices tíel genio tíel autor, El episotíio que nos ocupa es uno tíe los pocos quB los crlticos consitísrantíirigitíoexclusiva, o casi exclusivamente, a los clárigostíebitíoa la familiaritíatí que exige con la Biblia y el rezo tíel Breviario, a fin tíe 42 asociar las palabras con el correspontíiente texto latino. El conocimiento pobre o la ignorancia tíe cualquiera tíe los polos acarrea la inevitable tíestrucci6n tíe la parotíia Esta necesitíatí tíe un público eclesiástico para apreciar ^^ Libro tíe buen amor, evitíente en ests pasaje, se extientíe a otras partes tíel mismo, como veremos en el último capltulo, y puetíe ser la clave para la interpretaci6n tíe otros episotíios hasta hoy tíutíosos. Poco hay que anatíir para tíestacar los elømentos eclesiâsticos tíe este pasaje. Atíemás tíe ser ilustrativo tíøl pecatío tíø acitíia y tíø las muchas refersncias al BrBviario, merece recalcarse la itíea ya apuntatía en el capltulo primero, pp. 33-34, sobre la posibilitíatí que 112 esta amada sea una monja, A las razonss alll Bxpusstas debs afiadirse otro pasajs tíel ya citatío De Planctu EcclesiaB, que encaja perfectaraents en esta tíiscusi6nt Another occasion of uncleanness in Rsligion is ths converse uuith nuns; for Religious hava their "tíevotae" in convents with whom often timøs they talk long, antí far apart frora witnesses,,.. There are thoughtless laughters, ogling eyes, scurrilous antí idle and carnal wortís, touches that provoke to sin.,,, They give antí sentí gifts to each other, antí kintíle the flarae (Coulton, Five Centuries, II, 181-82), Estas rslaciones, frecusntes sn aquellos tierapos, son las que le sirvsn tís basB a Juan Ruiz para su parotíia; pero hay que afíadir de inraetíiato que su fin no es moralizante, sino puramente jocoso. Alvarez Pelayo y Juan Ruiz raflejan la misma realitíatíf aquél busca la moralitíatí, éste la risa. Don Carnal, Dofía Cuaresma y Don Araor (1067-1262) La p e l e a e n t r s Oon Carnal y Dofía Cuaresma s s uno tíe los episotíios araor, raás tíispares y coraplejos tíel Libro tíe bugn^ No ha r e c i b i t í o s u f i c i e n t e atenci6n c r l t i c a , tal vez porque se l e consitíera injustamente una simple imitaciôn tíel "fabliau" francês, e t de Charnage." "la B a t a i l l e de Caresme Aguado ya mostr6 l a gran tíistancia e x i s t e n t e e n t r e Juan Ruiz y l a s v s r s i o n s s tís l o s franceses (pp. 194-96). "fabliaux" Tras l o s s e r i o s e s t u d i o s tíe Lecoy y Kemlin Laurence e s J u s t i f i c a b l e consitíerar las 112 costumbres y t r a t í i c i o n e s c r i s t i a n a s raotriz de l a metíÍBvalBs como f u e r z a inspiraci6n ruiziana.^*^ s i n smbargo, se mantienen en p i s . Otras E l s p i s o t í i o qus nos ocupa 6s o t r a prueba mâs tíe l a t s o r l a es tíecir, relr, inc6gnitas, que vengo exponientío; Juan R u i z c o n t i n ú a su a r t e tíe e n t r e t e n e r y hacer metíiante e l uso estutíiatío de p a r o d i a s y elementos procetíentes en su mayorla tís l a v i t í a religiosos. ini t e o r l a tíe que e s t á p û b l i c o tíe i g l e s i a se sino tambiên tíe esa tíesprende tíisculpa tíiaria tís clérigos y tíirigiéntíose a q u l no s61o o petici6n a un tíel tema, correctorat S e f í o r e s , v u e s t r o saber q u i e r a mi mengua c u m p l i r . (I134tí) So Í a v u e s t r a ementíaci6n pongo yo S l mî error. (Il35tí) Dirigitías probablemente a los clêrigos. Expresiones paralslas ss hallan øn el prôiogo tíe ia Disciplina Cleri^ calis: "Antí I propose that . . , all others uuho are perf ect 44 in the Catholic Faith, correct what is uirong." La "Pelea", como las "Horas Can6nicas" o la "Trova cazurra", tiene por base humorlstica el binomio profanoreligioso, La originalidatí tíe Juan Ruiz ratíica fundamen- talmente en el constante uso de elementos eclesiásticos para narrar temas o episodios ajenos a la iglesia. Este tíesplazamiento, para ser efectivo, presupone un pûblico eclesiástico, Por nøcøsitíad temâtica y del calendario litúrgico, la pelea queda enmarcatía entre el 114 JuevBS Lardero (1068) y B I tíla tíe Pascua (1225). Como bien ha tíemostratío Laurence existe ya en B I siglo XIII, en Italia, un perfecto paralelo para las cartas riel desaflo Bntrs Don Carnal y Dofía Cuaresma ("The Battle," p. 162). En vista de lo que acontece mâs adelante con la llegatía tíe Don Amor, es tambián posible pensar en las cartas que el Visitatíor estaba obligado a enviar anunciando su llegatía tanto a los monasterios como a las parroquias. ^ Menciono este posible nexo con la Visitaciôn Canônica porque Dofía Cuaresma ortíena al Arciprestø que tíesafle a Don Carnal "en vertut tíe obetí encia" (I071b), têrmino monástico usatío para mantíar a los religiosos en virtutí tíel voto de obetíiencia que hablan hecho (Enciclopetíia Universal, XXXIX, 258). Esta nota clerical se mantiene tíentrotíeia pslea entre las huestes tíe ambos contentíientes --pelea consitíGrada generalmente por los crlticos como una parodia êpica--al otorgar a esta lucha un cariz de guerra santai FechO era ^l preg6n tíel ano jubileo, .« por salvar las sus almas avién todos deseo, (I112ab) El calificativo tíe "santa" no niega tíe por sl la parotíia épica, pero acsntúa la constante prcocupaci6n tíe Juan Ruiz por introdjcir alementos eclesiásticos en ambientes profanos con ei fir. tíe provocar la risa, ivierecen tambiên citarsG aquî las se'nejanzas que establece Deyermond entre 115 estos raotivos ápicos y las primeras cinco estrofas tíe la Cantiga tíe los Clêrigos tíe Talavera (1690-1694), semejanzas que tíebieran ponernos en guartíia a la hora tíe asignar los eÍBmentos parôtíicos ("Some Aspects," p, 74), Totías estas relaciones par6tíicas tíe las cartas—tradiciôn cuarssmal, Don Carnal, visitaciones canônicas, costunbres guerreras—caben en el contexto de Juan Ruiz y es probable que êl mismo pensara en sllas, Sobre la tíigresi6n tíe la confesi6n poco tengo que tíecir, Debitío a la ingente acumulaci6n tíe tíatos y têrminos técnicos eclesiâsticos, la gran mayorla tíe los crlticos consitíeran este episotíiotíirigitíoexclusivamente a los clérigos aunque tíeclaran su pBrplejitíad acerca tíe 48 este hecho, Por mi parte no hay sorpresa, pues opino que la totalitíatí tíe la obra fue concebitía pensantío en un público clerical. Llegamos ya a la solBmne procesi6n religiosa que sale a recibir a Don Amor el tíla tíe Pascua (1225-1262), Tras los estutíios tíe Cejatíor, Lecoy y Corominas entre otros muchos, no hay necesitíatí tíe tíetenerse a itíentificar 49 las tíiferentes 6rdenes religiosas, Sobre la posible parotíia litúrgica tíe la pr cesi6n, opina Lecoy que Juan Ruiz estarla parotíiantíc aqul la procesiôn tíel Domingo de Ramos, la entratía triunfal tíe Jesús en Jerusalén (p, 261). K. Laurence está tíe acuertío con Lecoy, pero cree que se trata más bien tíe la procesiôn medieval tíel Domingo tíe 116 de Resurrecciôn y atíuce s61itías pruebas ("Ths Battle," p. 172), Asl putíiera ser, en efscto, pero al igual que intíiqué sobre la parotíia tíe las cartas, una hip6tesis no cubre totías las posibilitíatíes, La cita metíiBval latina que incluye Laurence no menciona en absoluto las 6rtíenes religiosas tíe ningûn sexo y putíiera apiicarss a cualquier procesi6n catetíralicia tíel tíla tíe Pascua. No hay que olvitíar que el Pontificale Romanum o libro tíe ccremonias tíe la iglesia cat61ica occitíental contiene procesiones --siempre precBtíitías tía la cruz--para innumerables ocasiones, incluyentío la recepci6n tíe cualquier tíignatario eclesiâstico o civil, tales como cartíenales, obispos, visitatíores, abatíes, øl røy, la røina, øl ømperatíor y muchos otros. Con øl único afán tíø ønriquecør la posibiø parotíia quiero anatíir una hip6tesis más sobre esta procesi6n. Criatío tíe Val, consecuentø con su tøorla tíø consitíerar al Arciprests como figura par6tíica tíe Don Gil, juzga la entratía triunfal tíe Don Amor posiblemente ligatía a algunas tíe las entratías tíel Arzobispo Don Gil, concretamente en Bolonia (Historia tíe Hita, p. 106). La base hist6rica que aporta al tíescribir el boato tíe este arzobispo qustía debilitada en la misma página al admitir, como es justo, que otros tíignatarios eclesiâsticos haclan gala tíe semsjante ostentaci6n. Es tíecir, estas entradas triunfales de los tíignatarios eclesiásticos estuvieron en 117 boga por muchos s i g l o s , dualizar a Don G i l lo cual imposibilita intíivi- ccmo tíiana tíe l a p a r o t í i a . Lagartíe c i t a e l e s f u e r z o d e l t e r c e r C o n c i l i o Latersnense (s. XII) para poner f i n a l o s abusos que se cometlan en l a s V i s i t a c i o n e s Can6nicas. Según L a g a r d e , este "forbatíe t h e archbishops t o have i n t h e i r fifty Concilio t r a i n more than h o r s e s , antí forbatíe the bishops t o have more than thirty" (p. 330). La c i t a tíe Criatío tíe V a l r e v e l a bien a l a s c l a r a s e l n u l o e f e c t o tíe e s t a p r o h i b i c i 6 n unos tíos s i g l o s tíespués tíe su p r o m u l g a c i ô n . histôricos Abuntían los tíocumentos en t o r n o a e s t a s v i s i t a s y sus abusos. He aqul uno tíe l o s muchos que comenta C o u l t o n i I f a bishop or a g r e a t abbot u i i l l v i s i t h i s f l o c k , he r i t í e s ujith f o r t y horses antí a g r e a t t r a i n antí g r e a t cost . , , g r e a t m i n s t r e l s y , g r e a t f e a s t s , g r e a t expense in footí antí d r i n k ( F i v e C e n t u r i e s , I I , 2 5 3 ) . Esta c i t a es p o s t e r i o r s i r v e para mostrar siglo X I I , a l o s tiempos de Juan R u i z ; como, a pesar de l a l e g i s i a c i ô n mas tíel l o s abusos c o n t i n u a r o n h a s t a e l s i g l o X V I , Coulton provee o t r o s muchos d e t a l l e s V i s i t a s Can6nicas en l a Edad media. mencionatío a r z o b i s p o tíe Bourges, acerca de l a s Al hablar d e l ya anatíet The n e x t monastery . . , r e c e i v e t í him " p r o c e s s i o n a l i t e r " in f u l l canonicals, w i t h cross borne bef ore him . . . ujith t r u m p e t s antí i n g r e a t s o l e m n i t y and reverence (Five Centuries, I I , 2 3 0 - 3 1 ) , S i r v a l a c l a r i d a t í e i m p o r t a n c i a tíe e s t a s c i t a s para 118 excusar su extensiôn. El paralslismo entrs una visita canônica y el jolgorio prssente en el Libro tíe buen amor es notable. En un raanuscrito tíe principios tíel siglo XIV, perteneciente a la abadla benetíictina tíe Eynsham, se describe la solerane recepci6n del nuevo Abatíi Adraissuri enim ... cum gravitatø maturitatis ... ut fiat quotí scriptum est "Benetíictus qui venit" et cetera. Fiat ergo processio ... incipiat episcopus "Te, tíeum lautíamus" et tunc omnia signa raonasterii pulsentur..., Finito tantíem serraone et responso "Araen" vel,.,. (A. Granstíen, p. 130). El recuerdo de la entrada tíe Jesucristo en Jerusalén, la procesi6n, el canto dsl "Ts dsum", el solemne "Amen" final, todo ello forma parte de la recepci6n del abatí y todo ello tiene eco en Juan Ruiz (1237-1239), La sstra- tégica posiciÔn en el Libro tíe buen amor tambiôn parece apuntar en esta tíirecci6n, ya que el "te, amorem, lautíamus" (l237tí) aparece clrcuntíatío por 6rtíenes religiosas Q inracdiatamente tíespués tís los "abadss benetíitos" (I237c). Ya intíiqué al iniciar esta discusi6n que no presento esta hip6tei»is con carâcter exclusivo, sino corao rouostra de la riqueza y raultipllcidad par6tíica en Juan Ruiz. Es prueba de su arte consuraado la habilitíad ds evocar asociaciones múltiplss valiéntíose de recursos siraples. Pienso qus la totalidad tíe ests episodio tíebla agratíar 119 inmensaraente a un pûblico eclesiástico pues le permitiría revivir, tanto en la pelea tíe Don Carnal y Dofía Cuaresraa como en el recibimiento triunfal a Don Amor, muchos elementos parôdicos de sus actividades de la vida diaria, no s61o cuaresmal, sino tíe todo el ano, Cantiqa de los clgriqos de Talavera ( 1690-1709) A la hora do abortíar el anâlisis de este episodio, la mayorla de los crlticos nombran roligiosamente a Menéndez Pidal y a Lecoy, asl corao las fuentes quG astos tícs ilustrss 50 estudiosos asignaron a esta cantiga, Zahareas fue el primero en analizarla detalladamente y afirma que la contribuci6n mâs iraportante tía Juan Ruiz consiste en el establecimiento tíø un avance progresivo "in the ironical revelations of the four speakers" (The Art, p. 107). Muchos otros puntos esperan aclaraci6n acerca tíe la Bstructura, del significatío y tíel papel misterioso que esta cantiga jueqa al final tíel libro. El flnal truncatío de este episodio, dsbitío a la pértíitía tíe algún folio, acrecienta los obstáculos tíe intBrpretaci6n y tíøbiøra ponernos en guartíia ante cualquier soluci6n siraplista y categ6rica (Corominas, p. 31). La posibilitíad tíe referencia hist6rica no tíebiera rechazarse sin más, S Q ha supuasto, err^neamentB, la mutua exclusiôn tíe ambas teorlas; es tíecir, los datos tratíicionales goliártíicos eliminarlan la posibilitíatí tíø 120 onraizamiento histôrico. El artista, Juan Ruiz, putíiera haberse inspiratío en la tradici6n goliârdica, actualizândola y centrándola en Talavera, o pudiera ser que la realitíad histôrica talaverana fuera su fuente de inspiraci6n, revestida luego tíe ciertos rasgos goliártíicos, reclamatíos por similitud temâtica. Estos rasgos proceden tíe la abundante literatura medieval de los goliardos. Se conservan tres poemas principales de tamâtica similar a la Cantiga tíe Talavara: De concubinis sacerdotum, Consultatio sacerdotum y De^ convocatione sacerdotum. 51 ÍYlenêntíez Pitíal agrupô las tres versiones conocitías bajo el nombre genêrico de Consultgft iq, lo cual da la imprssiôn quc las semejanzas citadas por êl a rengl6n seguido proceden de un solo poema. La realidad es tíistinta. El verso I700tí tiene su paralelo latino en el poema De concubinis; —o "f^alotam" la "Orabuana" tíe Juan Ruiz—aparece en De Convocation?, mientras que el deân, el tesorero y G 1 cantor hacen acto de presencia en la ^^nsultatio propiamente dicha. De las citas latinas tíe los poemas, mencionadas por rnenéindez Pidal, solamente una tiene corrsspondencia verbal en el Libro de buen amori 0 quam dolor anxius, quam tormentum grave nobis est dimitterei qucniam suave. (T. Estos versos Ulright, se a p r o x i m a n mâs o menos a Juan R u i z p. 172) según 121 las tíiferentes v e r s i o n e s tíe l o s c r í t i c o s , pero ninguna r ø p r e s e n t a una t r a r i u c c i 6 n exactamente l i t e r a l , Véase como e j e m p l o i E con l l o r o s o s ojos e con tíolor g r a v e ; nobis est tíimittere quoniam suave, (lYlenéntíez P i t í a l , p, 206) E con l l o r o s o s ojos e con tíolor t a n grave " n o b i s enim tíimittere e s t quonîam s u a v e l " (Corominas, 1700ctí) E con l l o r o s o s ojos E con tíolor grandei " v o b i s enim d i m i t e r e quam s u a v e . " ^„ (Criado de Val, 17000^)^"^ Asl puBS solamente tíos versos tíe la cantiga tíe Talavera poseen un paralelismo que potírla llamarse literal con la canci6n goliSrtíica lo cual tíebiera servir tíe aviso para no exagerar los elementos tratíicionales, Zahareas, al referirse a los tres poemas tíe la Consultatio, comentai "They invariably attack the Pope antí the Archbishops; they support that the king can untíerstantí better the natural neetís of man; antí finally theytíecitíenot to obey the tíispatched ortíers" (The Art, p, 106), No he conseguido sncontrar en ninguno de los tres poemas esa 53 alusi6n a la comprensiôn real. Es tíe notar tambiên que, junto a ctras numerosas tíiferencias, Juan Ruiz no ataca al Papa £:n absoluto y según el final que poseemos los clérigos tíeciden apelar, no tíesobetíecer. Tanto lYlenér^tíez Pidal como Lecoy opinan que Juan Ruiz debi6 conocer varias versiones de la Consultatic, 122 Esta conclusiôn es inelutíible para quientíefientíala tíepentíenciatíeJuan Ruiz tíe esa tratíici6n goliártíica tíebitío a la vaguetíatí y escasez tíe semejanzas con las tres versiones que se conocen, mâxime tenientío en cuenta que procetíen tíe la tratíiciôn inglesa. Es justificatío asumir que los poemas ingleses tíe la Consultatio se extendieron por toda Europa, pero tíebe igualmente reconocersG que muchas tíe las caracterîsticas comunes tíel Libro de buen amor con la Consultatio puedíjn emanar de una situaciôn vital paralela, común a toda Europa, tíurante los largos siglos tíe controversias sobre el matrimonio tíe los clérigos, Las tíiferencias son mucho más numerosas que las semøjanzas. En øl poema De concubinis los caracteres son muy nebulososi presbyter". se levanta cierto sacertíote, "quitíam El interês estâ centrado en aducir pruebas tíe ambos Testamentos blblicos para justificar el matrimonio tíe los clêrigos. Concluye con la tíeshonesta petici6n que catía sacertíote rece "cum sua suavi"--su barragana--un "pater-noster" por el alma pecatíora del oratíor, En ia Consultatio habisn además del tesorero, el deân y el cantor, otras veinticinco psrsonas mâs, incluyendo un monjei exponen los argumentos tratíicionales y concluyen tíefentíiendo la necesidad de tener, no una, sino dos o tres concubinas, Finalmente, De Convocatione comienza con el rumor sobre las cnrtas papaies, a consecuencia del cual 123 ss reúnen en un pratío más tíe tíiez mil sacertíotes; fortuna muy pocos hacen uso tíe la palabra, por El poema es bastante más corto, posiblemente incompleto, y casi totíos los argumentos expuestos hallan su paralelo en la Consultatio. El carabio más brutal y evitíente al leer a Juan Ruiz es la fuerte impresiôn tíe realitíatí hist6rica. Llegan a Talavera unas cartas tíel arzobispo tíe Toledo, Don Gil, Este simple hecho impele a Juan Ruiz hacia la veracitíatí, Don Gil y Talavera son entss reales que pretíisponen al oyente al chismorreo y, por extensi6n, al humor. Ruiz no cae en la trampa, Juan A continuaciôn tía muestras tíe conocer altíetíillola rcalitíatí tíe la vitía eclesiástica talaverana, Existen pruebas hist6ricas acerca tís la inmoralidad de los can6nigos de Talavera, asl como de la 55 composiciôn del cabildo y sustíignitíatíeseclesiâsticas, Algunos tíatos tíe esta Historia de Talavera merecen repetirse aqul porque demuestran la exactitutí histôrica tíe Juan Ruiz? "... el Arcipreste tíe Talavera en negocios que tocan al común tíe totía la clerecia puede presidir" (Cejatíor, II, 279). De acuertío tambiên con las tíisposi- ciones canônicas tíel tiempo que haclan recaer en el arcipreste, entre otras responsabilitíatíes, la tíe velar por 56 la moralitíatí tíe los clárigos bajo su jurisdicci6n, Según la historia citada, destíe principios tíel siqlo XIII existlan en el cabiltío tíe Talavera, "cuatro tíignitíades. 124 Dean, cotíean, c h a n t r e y t e s o r s r o , l a Dignitíatí tís sotíean l o s afíos a t í e l a n t s SB e x t i n g u i 6 y tíespués cumpli6 e s t e nCimero y f u e atímititío e l A r c i p r e s t e tíe T a l a v e r a " (Cejatíor, tíignitíatí II, tíe 279), Nc e s p e c i f i c a cuantío se e l i m i n 6 " s o t í e a n " , pero no parece tíeberse esa a mera c o i n c i t í e n c i a que aparezcan en Juan R u i z y hagan uso tíe l a p a l a b r a ûnicamente las cuatro atíjutíica a T a l a v e r a . Juan R u i z , tíignitíatíes que l a historia Para l o s oyentes contemporâneos tíe especialmente los c l á r i g o s , e l nombrar a l tíeán o a l t e s o r e r o tíe T a l a v e r a e q u i v a l t í r l a a nombrar a l a s personas que ocupaban tíicho cargo, E l Chantrs Sancho, nombratío sxpresamente por Juan R u i z t a l vez f u e r a menos conocitío—nuevo en e l c a r g o - - o sea simplemente un hist6rico más, i n c l u l t í o para tíespejar posibles can6nigo Don G o n ^ a l o , nombratío a l f i n a l , t i p o muy campechano, capaz tíe r e l r un n o t o r i o tíonjuán intíiferente tíutías, contiene ante e s t a s a l u s i o n e s o a l a s mismas, (l702c), tíel puetíe r a t í i c a r l a rotuntía a s e v e r a c i ô n tíe su T e r e s a , tíel en l a t e s o r e r o en crlticos historia, tíefensa "Dexaré a T a l a v e r a 'ê i r m ' he a Oropesa" A p r i m e r a v i s t a parcce ser una simpie t e s o r e r o , r a s g o i n t e g r a n t e tíe l a i r o n l a tíiscutitía El tuvo que ser un O t r o v e r s o que ha causatío p e r p l e j i t í a t í en l o s y cuya c l a v e i n t e r p r e t a t i v a tíetalle por Zahareas (The A r t , p. 107), i n c o n g r u e n c i a r a d i c a r l a en l a u n i v e r s a l i d a t í operante en Oropesa como en T a l a v e r a , bufonatía tíramâtica Parte de e s t a tíel celibato, Existe la posibi- 125 liriatí que e l v e r s o 1702c r e f l e j e en cuyo caso c s s a r l a cuantío l a l e y tíel siglo XI tíel incongruencia. occitíental, consta que no se sn totías l a s tíiôcesis, l o s sacertíotes que t e n l a n comprarse e l tíerecho "collagium", histôrica, Aun c e l i b a t o o b l i g a b a a totíos l o s tíe l a c r i s t i a n t í a t í con i g u a l r i g o r l a aparsnte una r e a l i t í a t í tíe tener clérigos aplicaba A partir tíinero tíel potíîan concubina g r a c i a s a l a ley p r á c t i c a condenada en l o s c o n c i l i o s de ItlayencB ( 1 2 6 1 ) , Bremen ( l 2 6 6 ) y lYlelfi (1264),^*^ En l o que r e s p e c t a a Espafía no hay dutía sobre l a e x i s t e n c i a y e x t e n s i 6 n tíe e s t o s abusos. Lagartíe c i t a tambiên p a l a b r a s tís A l v a r e z P e l a y o , confesor "lYJultas l i t e r a s tíetíit clericis tíel auctoritate mea tíispensarent" obispo potíla hacer enviar sic (p, 409), Hispaniae contracta Asl pues, l a v i s t a gortía, a c e p t a r e l a l Papa una p a r t e para obtener cumplimiento de l a Papa Juan X X I I i concubinariis u t cum e i s s u i e p i s c o p i i r r e g u l a r i t e las la el tíinero tíispensa. ley u n i v e r s a l del c e l i b a t o y El tíepentíla del c e l o e p i s c o p a l en un determinatío tiempo y l u g s r , Quetía por e s t a b l e c e r c l a n a una misma tíiôcesis s i Oropesa y T a l a v e r a pertene- o architíiôcesis; tíecir, ambas estaban b a j o l a j u r i s t í i c c i 6 n caso c o n t r a r i o l a a f i r m a c i 6 n tíel a una s i t u a c i 6 n h i s t ô r i c a r e a l , serla f á c i l conseguir el tíerecho tíel es si a r z o b i s p o de Toletío; t e s o r e r o potíla referirse según l a c u a l en Oropesa tíe t e n e r concubina, l a s f u e n t e s a c c e s i b l e s a mi i n v e s t i g a c i ô n no he poditío Con 126 clarificarlo tíc forma irrefutable. Los tíatos conseguitíos, sin erabargo, parecen confirmar esta suposici6n. En la actualitíatí Talavera pertenece a la architíi6cesis de Toledo misntras que Oropesa estâ bajo la jurisdicci6n eclesiástica del obispado tís Aviia. Existen tíatos acerca tíe esta tíiôcesistíeAvilatíestíeel siglo cuarto en atíelante, En un principio fue sufragânea tíe la architíiôcesis tíe néritía y tíespuês se asociô a Compostela, pero nunca ha sitío 58 sufragánea tíe Toletío. Según estos tíatos histôricos, en tiempos de Juan Ruiz, Talavera se hallaba bajo la jurisdicciôn ds Don Gil, arzobispo de Toledo, mientras que Oropesa--geográficamente csrcana-'-probabiemente pertenecla a la architíiôcesis compostelana. Otro dato importante aporta Hefele al tíescribir los conciliosi el concilio de Salamanca de 1335 tíecreta que las concubinas 59 tíe los clérigos sean privadas de sepultura eclesiástica. Poco afectarla esto a los sacertíotes ya que no se trataba tíe ellos, sino tíe sus concubinas. Esta actitutí relajatía contrasta con la obsesi6n tíe Don Gil y sus repetitíos intentos por hacer cumplir las disposiciones can6nicas en favor tíel celibato, Creo justificatío concluir que el verso 17û2c refleja una vertíad hist6rica y carece de incongruencia can6nica. La incongruencia es más bien tíe la vitía tíiaria; tíe ahl la ironla y el humor, Juan Ruiz acrecienta la intensitíad humorîstica no con figuras literarias, sino con una 127 r e a l i d a d p a l p i t a n t B tía l a v i t í a e c l e s i â s t i c a , Intíutíable- mente e l superior, impacto s i c o l 6 g i c o tíe e s t a l t i m a es Juan R u i z no atíorna su a r t e con elementos tíe l a cotitíiana, arte, vitía s i n o quB e l e v a esa vitía a l a c a t e g o r l a tíe con l a ayutía espaciatía tíe elementos tratíicionales. literarios Su i n s p i r a c i ô n no es l i t e r a r i a sino v i t a l . Lo que a p a r e n t a ser e v i t í e n t e en este e p i s o t í i o no puetíe aplicarse, s i n mâs, a o t r a s p a r t e s que l a conexi6n h i s t ô r i c a tíe t a n t o s s i g l o s , otros tíestellos tíel libro, tíebitío es mâs tenue y oscura Es p o s i b l e , s i n embargo, ver hist6rico3—posiblemente ser e x a c t o s — a l o l a r g o tíe l a a tíespuês algunos histôricos, para obra, Las tíos ú l t i m a s e s t r o f a s tíe e s t a c a n t i g a forman un a u t é n t i c o nutío g o r t í i a n o , Zahareas e s t a b l e c e un p a r a l e l i s m o A r c i p r e s t e - D o n IY]el6n y a f i r m a que l a intromisi6n "structurally Acto seguitío Zahareas insinúa .., is inexplicable." l a única salitía razonablei assumes pouiers over c l e r i c s the n a r r a t o r "The n a r r a t o r of T a l a v e r a , i s t h e messsnger, tíecree?" 112), sâtira, s i n o que s u g i e r e o t r a s muchas h i p ô t e s i s be t h a t (The E s t a e s p e c u l a c i 6 n no s61o anatíe humor a l a al prasente, datos h i s t 6 r i c o s que aparecen en e s t e e p i s o d i o , final imposibles No hay r a z 6 n para tíutíar tíe l o s demuestra su f a m i l i a r i d a d con l a s i t u a c i 6 n y nos tíetalle sutídenly Could i t A r t , p, con e l "yo", a l s o an ' a r ^ i p r e s t e ' , who has the poujer t o e n f o r c e the A r c h b i s h o p ' s de c o n f i r m a r tíel de i d e n t i f i c a r s e Juan R u i z intriga con e l n a r r a d o r , de 128 convertirse prácticamente s e r l a en r e a l i t í a d ? en A r c i p r e s t B de T a l a v e r a , E l ambiente de inraoralidatí que las c i t a s h i s t 6 r i c a s ^Lo rsflejan acerca tíe T a l a v e r a s e r l a un t e r r e n o p r o p i c i o p a r a e l ambiente h u m o r l s t i c o - s a t l r i c o enamoratío A r c i p r e s t e , autor tíel tíel L i b r o de buen amor; pero l o mismo p u d i e r a d e c i r s e de muchos o t r o s a r c i p r e s t a z g o s siglo XIV. del E l e n o j o c o n t r a Don G i l c a s a r í a b i e n con l a t e o r l a tíe C r i a t í o tíe V a l que ve e l A r c i p r e s t e tíe H i t a como f i g u r a par6tíica tíel mismo Don G i l , v i n c u l a t í o estrcchamente a l a h i s t c r i a tíe l a V i l l a tíe H i t a ( H i s t o r i a tíe H i t a , Estas e l u c u b r a c i o n e s reavivan e l este tíistan mucho tíe ser probatía.c, p. 120), pero i n t e r ê s en buscar una s o l u c i 6 n mâs p l a u s i b l e a episotíio. La c r l t i c a y la ironla se ha ocupatío con p r e f e r e n c i a tíe l a tíramática como f u e n t e s de moralidatí y humor. La i n t e n s i t í a d d e l humor s a t l r i c o se a c r e c e n t a r î a ci6n tíirecta sátira en propor- a l a f a m i l i a r i t í a t í tíe sus oyentes con los c l ê r i g o s tíe T a l a v e r a mencionatíos, con e l a r z o b i s p o Don G i l , con l a s l e y e s elutíirlas; toledana, l o que tíel c e l i b a t o y l o s p o s i b l e s artíitíes en pocas p a l a b r a s con l a v i t í a En tiempos de J-jan R u i z , tíicen eclesiástica i a i r o n í a d r a m á t i c a tíc los personajes cederia prioridatí a l h i s t ô r i c o que l o h a b l a . El lector para tíel intíivitíuo siglo veints, embargo, c a r e n t e tíe proximitíatí h i s t ô r i c a , sin no tíebe i g n o r a r e l impacto r e a l de i a obra en tiempos pasados, en a q u e l l o s oyentes p r e s e n t e s en l a mente d e l a u t o r , Este ángulo 129 histôrico enriquece con nuevos matices al arte de Juan Ruiz. Nos resta por vsr como esta orientaciôn eclesiâstica aparece tambiån an aqueilos aspectos que pudiaran ccnsiderarse didâcticos. Es decir, tanto si se considera cue el Libro de buen amor es humorlstico, didâctico o ambas cosas, el elemento eclesiâstico adquiere prioridad. CAPITULO IV DIDACTISinO Y CLERICALIZACION EN EL LI3R0 DE BUEN AírOR Una tíe las mâs acBrbatías polêmicas en torno a la obra tíe Juan Ruiz, no resuelta totíavla, brot6 al querer establecsr rango tíe prioritíatí entre los elementos cômicos y lostíitíácticosen el Libro tíe buen amor. Al final tíal capltulo precetíente quetí6 claro mi intento tíe pasar por alto temporalmente esta controversia, con el fin tíe concentrarme en el análisis tíe elementos eclesiSsticos presentes en ciertos episotíios, consitíeratíos mayormente tíitíScticos, sin prejuzgar el tonotíitíScticoo parôdico de la totalitíatí tíe la obra. A estos episotíios anatíiré otro tema eclesiSstico que nc ha recibido aún gran atenciôn en estudios crlticos anteriores--el celibato. Pr61oqo en prosa (f° I r 23 - f° II v 15) Los estudios de Charlantí, Brilioth y Caplan han puesto tíe manifiesto el papel central tíe la predicaciôn 2 en la vida tíe la iglesia metíieval, El gran desarrolio del sermôn culto "ad clerum" y la popularizaciôn tíel mismo,tíebitíoprimortíialmente a las ôrtíenes mentíicantes, favoreci6 la expansi6n tíe innumerables libros tíedicados a facilitar las tarøas pastorales a los cl'rigos carentes 130 131 de preparaci6n universitaria, Estas "artes praedicantíi" fucron ampliSntíose para tíar cabitía a citas blblicas, patrlsticas y tíe autores clSsicos paganos asl como colecciones tíe "exempla" tíestinadas a reforzar y aclarar las verdatíes tíogmStico-morales. Igualmente se escribieron largos tratatíos tíe pecatíos, vicios y virtutíes con idSnticos fines. Ulelter realiz6 un extenso estudio tíe estos escritos metíievalestíestinatíosa la preparaci6n tíe sermones y vale la pena analizar como algunas de esas caracterlsticas se refl^jan en el Libro de buen amor.^ Afirma Welter que totíos los tratatíos tíitíScticomorales tíe vicios, virtutíes, pecatíos, e t c , tenlan una estructura seraejante, En primer lugar un pr61ogo orientatíor que explicaba las razones que movieron al autor a escribirlo, las fuentes que habla usatío y el plan a seguir (pp. 167, 170, 183, 316 y 342). Putíieran analizarse indivitíualmente las semejanzas entre estos tratados y el "PrÔlogo" de Juan Ruiz sin alterar sustancialmente los rssultatíos. Hay varios paralelismos y afinitíatíes asl como una tíiferencia constante--la ambiguetíatí tíe Juan Ruiz. Como muestra inciuyo este breve bosquejo del paralelismo entre el prôlogo de Petíro Alfonso en su Disciplina clericalis y las pSqLnaz iniciales tíB Juan Ruiz, Para abreviar me limitarS a las itísas centrales tíel Pr61ogo tíe Petíro Alfonso intíicantío øntre parSntcsis su correspontíencia en el Libro de buen 132 amor, Pedro Alfonso se itíentifica como autor tíel libro (19) y tía gracias a Dios en quien todas las cosas tienen su comienzo (f° II v 8-9); Dios da sabidurla y raz6n a la humanidatí (f I v 3-4). A continuaci6n pitíe a Dios ayuda para concluir su libro a fin de no decir nada que pueda ofenderle (12-13) y declara su convicci6n tíe que el hombre tíebe seguir el camino que le lleve al cielo (f° II r 17-18), Debitío a latíebilitíadde la naturaieza humana Petíro Alfonso divitíe su libro er. pequefios grupos para que no sea aburrido (15); insiste que la naturaleza humana es olvidadiza y que se necesitan muchcs trucos para recordar (f II r 4)i uno tíe estos trucos consiste en ablantíar y entíulzar las plltíorastíoctrinales(f° II v l), A este fin ha juntado en su libro dichos y consejos tíe hombres sabios, provsrbios Srabes, fSbulas y poemas, ejemplos tíe pSjaros y animales, e t c , elementos todos ellos presentes a lo largo del Libro tíe buen amor, aunque Juan Ruiz no especifique en el Prôlogo que intenta hacer uso de ellos. Por último, merece citarse literalmente la con- clusi6n por su estrecho paraielismo con las llneas de Juan Ruiz (f° II r 28-37; f° II v 1-4), tan contenciosas a la hora de tíeterminar la intsncionalitíatí tíal Arcipreste. Dice asli 133 I f , however, anyone shoultí f l i c k through t h i s uiork w i t h a human antí t h e r e f o r e s u p e r f i c i a l e y e , antí see something in i t where human n a t u r e has not been s u f f i c i e n t l y on i t s g u a r d , I atívise him t o r e - r e a d i t again and a g a i n , antí I propose t h a t h e , antí a l i others who are p e r f e c t i n the C a t h o i i c f a i t h , c o r r e c t what i s uirong. For i n a n y t h i n g i n v e n t e d by man, t h e r e i s no p e r f e c t i o n , as the p h i i o s o p h e r says (Hermes, p, 1 0 4 ) . No es Juan R u i z menos c a t e g 6 r i c o a c e r c a de sus buenas intenciones--a pesar tíe l a s p a l a b r a s f e a s - - y a que pone a Dios por t e s t i g o tíe e s t e a s e r t o ( f ° II r 37), La forma y e l c o n t e n i t í o d e l "Prôlogo en prosa" de Juan R u i z han s i d o tema de f r e c u e n t s s e s t u d i o s y Paieujonsky Contíe ha a n a l i z a d o l o s conceptos tíebates, taolôgicos i m p l l c i t o s en e s t e " P r ô l o g o " y Ullman ha r a s t r e a d o los V G s t i g i o s de l a t e o l o g l a al de San A g u s t l n , matizantío mismo tiempo l a e s t r u c t u r a de v a r i a s e s t r o f a s tíel iniciales sermôn con i a escritas afíatíitíura en cuaderna v l a . J . Chapman, por ú l t i m o , ha demostrado que e l de Juan R u i z s i g u a e s e n c i a l m e n t e un serm6n c u l t o m e t í i e v a l . "Prôlogo" l a e s t r u c t u r a bSsica de Los conocimientos teolôgicos y r e t ô r i c o s tíe que hace g a l a Juan R u i z , puestos tíe relisve por e s t o s t r e s c r l t i c o s , le ligan mente a l a c u l t u r a e c l e s i S s t i c a metíieval y conocimientos ârguyen f u e r t e m e n t e igualments c l e r i c a l , a favor incontestabletíichos de un p b l i c o pues como a f i r m a Chapman, "A learnetí sermon coultí be preachetí t o an assembly priests or o t h e r r e l i g i o u s , of or t o an etíucatetí l a y congre- 134 gation" (p, 31); mSs probablemente a los primeros, Dije mSs arriba que la mayor tíiferencia entrs el pr61ogo tíe los tratatíostíitíSctico-moralesy el tíe Juan Ruiz S6 halla en la ambiguetíatí tíe êste frente a la claritíatí tíe intenci6n en los pr61ugos tratíicionaies. Acierta Zahareas al afirmar que Juan Ruiz, "exploits effectively the ambiguity inherent in tratíitionai figures oftíitíacticexposition such as 'intellectum', 'vanitíat', 'amor'" (The Art, p. 24); mas la extensi6n tíe esta ambiguetíatí y su efecto en la totalidatí tíe la obra no han cesatío tíe ser materia especulativa, El tíoble sentitío tía pis a la interpretaciôn parôtíica tíel "Prôiogo" acaudillatía por Lecoy (p, 361) y mSs recientemente por 0. Green quien consitíera totío el serm6n como una simple bufonatía (Spain, I, 53). Lo que importa resaltar es que, tanto si se consitíera el "Prôlogo en prosa" un sermôn culto con serio propôsitotíitíSctico,como si se estima parôtíico, presume en ambos casos un público eclesiSstico. De acuertío con 0. Green (Spain, I, 53) y Zahareas (The A^t, p, 22), el núcleo tíe la ambig'ûetíatí radica en la frase "IntellBctum tibi dabo" (f° I r 23 y f° lî r 32), El libro puetíe tomarse como ayutía e inspiraci6n para evitar el pecatío y amar a Dios, o como gula para conquistar a las incautas tíamas, Debitío al estilo tíe sermôn culto, asl como al uso tíe nombres bíblicos, patrlsticos, frases latinas y conceptos teol6gicos concomitantes, estS claro 135 que s61o una mente clerical estarla capacitatía para enlazar las asociaciones mcntales generatíoras tíe la parotíia, Esta afirmaci6n adquiere mayor irapcrtancia por la posiciôn estratSgica y central del prôlogo respecto al resto tíel libro en cualquier obra literaria. Tratíicionalmente los pr61ogos tíe los tratados tíitíScticos, y los tratados mismos, si intrcducen elementos ajenos, lo hacen con el fin tíe entíulzar la Sritía tíoctrina y hacerla mSs tíigerible, Juan Ruiz, en cambio, tíeclara la ambivalencia tíe su prop6sitoi ensefíar y entretener. Esta literatura que potírla tíenominarse humorlstico-moral no fue inventatía por Juan Ruiz, UJelter menciona un tratatío tíitíSctico-moral que merece citarse aqul en conexi6n con el Libro tíe buen amor, Se trata tíe un rnanuel tíes pgch^s escrito en versos octosilSbicos a principios tíel siglo XIV por el sacertíote inglSs Ulilham de Wadington con el expreso prop6sito de hacer la doctrina "agréable au lecteur" (Ulelter, p. 170). Poco despuSs de su aparici6n en 1303 fue traducitío al inglés, en pareatíos, con gran libertatí mStrica y temStica. AdemSs de estar escrito en verso para entretener, como el Libro de buen amor, exhibe otra caracterlstica dominante en Juan Ruizt la de poseer un "caractere local tres prononcê, ce qui semble indiquer que la traduction £vait comme but de divertir autant que tí'instruire et tí'Stíifier le lecteur ou l'autíiteur" (iJelter, p, 171). Falta por aclarar hasta qué punto cstas corrientps 136 europeas influyeron Es i n n e g a b l e contiene escrit tratarse tíe ci6n tíestinatío es un r a s g o tíe l a suyo, rasgo a l humor, tíitíSctica, anterioritíatí, medieval un serm6n c o n s t i t u y e humorIsticos, contribuyen apropiatío era parts achacarse tíestruyen A Literary su l i b r o en e l comentatío en e l ias episotíio capîtulo casos es tíel autor. Ninguin la tíe la los p, 62), tís las No deben romano, justamente su l i b r o Juan connotaciones griego y el precedente, Si natía mSs clSrigûs. abuntíantes tíel con predicaciôn p a r o t í i a n t í o una tíe inten- al y ampliar La s e m e j a n z a e c l e s i S s t i c a precisar los en ambos obvia. Armas mejor opiniôn, su p o s i b l e History, de nuevo c6mo se ha de e n t e n t í e r propôsitos tíel parotíia eclesiSstico, mSs s i g n i f i c a t i v a s eclesiSsticas en mi como se ha i n t í i c a t í o integrante a la casualidatí ni introducci6n introtíucido, p e r o no que i n i c i a r la pretíicatío por o r i g i n a l i t í a t í tíe Juan R u i z en mente un p ú b l i c o actividatíes a ser parotíia, La ambiguedatí y l a E l humor, (Deyermond, Ruiz t e n l a E l h e c h o mismo tíe e s t a r s i n o parotíiatío para y muy e x c l u s i v o con f i n e s tíe un serm6n no Este amor, " P r 6 1 o g o en p r o s a " tíe Juan R u i z par6tíicos, estilc l e l t í o como t a l , libro, que s l elementos en e l en e l L i b r o tíe buen otro tíel cristiano episodio (1579-1605) o tema de Juan R u i z pluma e s c r u t a t í o r a tíe Lecoy que l a resistiô exposiciôn sobre 137 los vicios y virtutíes en este episotíio, A pesar tíe su extenso anSlisis y comparaci6n, las conclusiones reflejan perplejitíad e inseguritíatí ante muchas tíe ias cuestiones que se plantea. Sus conclusiones puetíen resumirse brevemente asl: las cuestiones teol6gico-morales de Juan Ruiz paralelan, tanto en su inspiraciôn general como en su disposici6n particular, la vasta literatura metíieval que ponla en lengua vulgar para beneficio tíe los laicos una parte de la ensefíanza común a toda la cristiantíatí, Es imposible establecer una correspontíencia cierta entre las virtutíes y tíemSs subtíivisiones de las armas del cristiano (1583-1601), ignorSndose, asimismo, la posible inspiraci6n ruiziana para estas correspondencias; el tíesorden y falta tíe corrcspondencia se originan en el error de tomar por base ocho pecados capitales en vez tíe los siete tratíicionales. Por todo lo dicho, concluye Lecoy que se hallan aqul las incertidumbres tíe composiciôn mSs grantíes tíe totía la obra y lo achaca a negligencia, falta tíe interSs y aparente incomprensiôn tíe estos temas por parte tíe Juan Ruiz (Lecoy, pp. 172-80). lYlSs recientemente Ricard justifica ai detallatío estutíio sobre este mismo tema por las grandes discrepancias que encuentra en los cuatro pasajes del Libro de buen amor 7 dontíe se mencionan los pecatíos capitales. Tras un largo paseo por los autores, libros y listas tíe pecatíos capitales, tíesrie la Spoca patrlstica a los afios posteriores a Juan 136 Ruiz, reconoce que las listas tíe Sste "ne concordQnt rigoureusement avec aucune de celles que nous avons citées" y concluye que en la Spoca do Juan Ruiz no existla ninguna tradiciôn rigurosa y que conservaba completa libertatí, Ricard achaca el desorden al temperamento espontSneo de Juan Ruiz que le impedla sistematizar algo que no lo estuviera proviamente y creo que la teologla y la liturgia pudieran aclarar muchos pasajes tíel Libro tíe buen amor ("Les pSchSs," pp, 25 y 36). Anos mâs tartíe Ricartí rotorn6 sobre el raismo tema sin modificar sustancialmsnte 9 ninguno de sus puntos anteriores, Este estutíio mantiene la base estructural tíel nûmero siete y afirraa gratuitamente que Juan Ruiz sustituyô el "casar uêrfanas" por la sexta obra de misericordiai retíimir al cautivo, "quizâ porque el Arcipreste juzg6 que no tønla objeto" ("Las armas," p, 100), Tambiôn reitera que "en la Spoca tíel Arcipreste, siguen en competencia la lista tíe ocho vicios y la de siøte" ("Las armas," p, 96). En c o n t r a de l a c i t a d a o p i n i 6 n de Ricartí acorca tíe l a c a r e n c i a de una s 6 1 i d a t r a t í i c i 6 n espanola r e f e r e n t e pecadoa c a p i t a l e s , e x i s t e n pruebas de una tíoctrina a los sustan- c i a l m e n t e c o n s t a n t e en v a r i o s catecismos y t r a t a t í o s doctrinales tíel s i g l o XIV,^^ A l e s t u t í t a r Lomax e l cate- cismo v e r n á c u l o a t r i b u i t í o a Don G i l da Albornoz repasa la e v o l u c l ô n c a t e q u S t i c a qus fuø extentíiSntíose poco a poco destíe ø l Løvante øspafiol h a s t a l a C a s t i l l a roconquistatía 139 y a f i r m a quø "øn 1323 Juan tíø Arag6n, a r z o b i s p o tíø T o l e t í o , r e u n i 6 un slnotío en e l c u a l mantí6 a l o s pSrrocos que ensBfiasBn a sus rebafios l a tíoctrina cristiana sumario o catecifimo que i n s G r t 6 sn l a s a c t a s (Lomax, p. razonesi 218). tíel slnodo" Este dato es muy s i g n i f i c a t i v o por tíos en p r i m e r l u g a r por c o i n c i t í i r probable etapa p r e p a r a t o r i a seguntío l u g a r , escribieron, tíoctrina según un porque l a fecha con l a tíel L i b r o tíe buen amor, y en tíemuestra que l o s catecismos no se como opina Lecoy ( p . 1 7 2 ) , para poner a l a l c a n c e tíe l o s l a i c o s , s i n o tíe l o s pocos preparatíos p a r a su m i n i s t e r i o p a s t o r a l . quetía corroboratío de forma i r r e f u t a b l e en e l B r e v i s e s c r i t o por e l mismo Juan de Arag6n tíe l a tíi6cesis expllcitamentet (Lomax, p. Toledo, tarraconense entre "pro i n s t r u c t i o n e la sacertíotes Este aserto Tractatus administrador 1328 y 1334, tíontíe tíics simplicium clericorum" 2 2 5 ) , a s l como e l catecismo tíe Don G u t i e r r e de fue e s c r i t o "para que l a s sepan tíe cora^on las curas tíe catía e g l e s i a , e enformen a sus f e l i g r e s e s en ellos ciertos afío" ( F l o r i a n o , tílas tíel p. 92). Estos t r a t a t í o s se e s t u t í i a n mSs ampliamente a c o n t i n u a c i 6 n . E l T r a c t a t u s B r e v i s de Juan de Arag6n expone en forma compentíiatía l a tíe l a f e , tíoctrina c r i s t i a n a a c e r c a tíe l o s l o s sacramentos, capitales, teologales, el tíecSlogo artículos y los pecatíos a s l como l a s v i r t u r í e s m o r a l e s , c a r t í i n a l e s y en e s t e c i t a s tíe l a B i b l i a ortíen, En catía apartatío introduce y tíe v a r i o s Padres da l a i g l e s i a cn 140 apoyo tíe su tíoctrina. Las semejanzas y tíiferencias sntre el catecismo atribuitío a Don Gil y el Tractatus Brevis son patentes; puetíen resaltarss Sstas o aquéllas seg n el punto tíe vista tíel crltico, se ve que Según Lomax "a primera vista el Tractatus Brevis es la fuente principal tíel catecismo vernSculo atribuitío a Don Gil" (p, 219), En este catecismo los pecatíos capitales siguen a las virtutíes cartíinales y teologales, aparecen las catorce obras tís misericortíia y carece tíe exhortaci6n final, Las tíiferenciastíentrotíeltexto "procuran simplificar el original y hacerlo mSs comprensible para un público menos instruitío tíe pSrrocos y laicos, quienes bien podrîan aprenderlo de memoria" (Lomax, p, 219), Se conserva otro catecismo del siglo XIV en un manuscrito tíel Archivo Capitular tíe Ovietío, compuesto en 1365 por el obispo tíe la setíe ovetense, Don Gutierre tíe Toletío (Floriano, pp. 67-99). Este obispo naciô en la ciutíad imperial y estudi6 an Parls, doctorSntíose en teologla, y fue obispo tíe Ovietío tíe 1377 a 1369. Con el fin de hallar otro motíelo para potíer cotejario con el catecismo atribuitío a Don Gil y las posibles fuentes tíel Libro tíe buen amor,tíecitílincluirlo en mi estutíio y cual no fue mi sorpresa al descubrir que el manuscrito de Oviedo proviene, casi palabra por palabra, tíel manuscrito toletíano, Floriano ya not6 que "por su construcciôn, sus expresiones y motíismos, va perfyctamente con øl castellano trccentista 141 tíe la meseta castellana, No se nota, como parecerla natural, la menor influencia linguistica astur" (p, 92), Afirmaci6n acertatía y comprensible,tíatíoque Floriano no conoci6 el manuscrito tíel catecismo atribuitío a Don Gil, tísl c u a l — o tíe otra fuents común—intíutíablemente proceds. Recapitulantío las pSginas precetíentes puetíe afirmarse que los catecismos espafíoles tíel siglo XIV conocidcs hoy, provienen tíel tratatío tíe tíoctrina que Juan tíe Aragôn mantí6 componer en 1323 para que los clérigos toledanos lo aprendieran tíe memoria, El catecismo atribuitío a Don Gil es una simple atíaptaciôn o tratíucci6n tíel Tractatus Brevis tíel mismo Juan tíe Aragôn, Una prueba contuntíente tíe que los sacerdotes lo memorizaban, la aporta el manuscrito de Ovietío, ya que Don Gutierre lo aprentíi6 tíe memoria en Toletío y al ser nombrado Obispo de Ovietíotíecitíi6facilitSrselo a sus sacertíotes para que, a su vez, lo memorizaran Las fechas tíel primer catecismo hacia 1323 y la insistencia tíe Don Gil unos veinticinco anos despuás, hacen suponer que, tíurante esos anos al menos, los clSrigos de Toledo tenlan la obligaci6n tíe aprentíerse el catecismo de memoria, Es 16gico pensar que Juan Ruiz, sacerdote de la archidiôcesis toledana, lo memoriz6. Queda asl aclarada la fuGntc raSs probable, asequible a Juan Ruiz, para la presentaci6n de la doctrina, Pero este hecho, en sl, no soluciona nada acerca de la presencia de muchos elemcntos doctrinales y tíel papel que juagan en la estructura del Libro de buen 142 amor, Opino que la debilitíatí principal tíe estutíios tan concienzutíos como los ya comentatíos tíe Lecoy y Ricartí, ratíica en sacar los pecatíos capitales y otros elementos morales fuera tíel contexto en el Libro de buen amor al compararlos con otros tratados ditíSctico-morales tíe la ápoca. La hip6tesis tíe Otis Green, sGg n la cual "the tíoctrinal parts appear .,. subortíinate to the over-all spirit of fun-making" (Spain, I, 70), la considero acertatía en lo que se refiere a la pelea con Don Amor, sin suscribir su aplicaci6n a la totalitíatí tíe la obra, Juan Ruiz no estS escribientío aqul un tratatío sobre la tíoctrina cristiana, sino ccnstruyentío una arenga contra Don Amor, El uso tíe los pecatíos capitales putíiera tener el simple 12 papel tíe recurso mnemotScnico, La tíiatriba contra el amor atíquiere prioritíad sobra la teologla y su principai interés no resta en la exactitud tíoctrinal, sino en la crcaci6n artlstica. Este error de base se acumula al consitíerar los tíiversos episotíiostíontíeaparecen los pecatíos capitales como unitíatíes intíepentíientes, concetíientío a lo sumo que el "ya los avetíes oldos" (l583a), se refiere a la lista de pecatíos en la primera parte del libro (217-367), ^'^ Con e l f i n tíe s i m p l i c a r la alfabSticamente l o s tíiferentes tíiscusi6n tíesignarS episotíios en que hacen acto tíe p r e s e n c i a l o s pecados c a p i t a l e s en l a s i g u i e n t e 143 manerat "A" (217-219); (1163-1169); "B" (220-387); "E" (l583-160l). "C" (540); "D" lYli parecsr, contrario a LBCoy y Ricard, es que los cinco episodios estSn Intimanente ligatíos entre sl, y que las tíiferencias se explican razonablemente por las exigencias artlsticas y temSticas tíe la obra. Asimismo tíebe tenerse en cuenta que los pecatíos capitales se compentíiaban frecuentemente en el vocablo mnemotécnico SALIGIA, que correspontíla a las iniciales de los pecados capitaies en latlni Superbia, Avaritia, Luxuria, Ira, Gula, Invidia, Accidia, ortíen expositivo no tiene gran importancia; El vale la pena, no obstante, hacer unas breves observaciones, En primer lugar, Juan Ruiz es constantc sn su mêtotío de encabezar los cinco episodios con el pecado tíe la cotíicia, 15 Descartantío "C" porque nombra tan s61o dos pecados atíemSs tíe la cotíicia, y "A"tíebitíoa que la inclusiôn de los siete pecados capitales en una sola estrofa forzarîa, por razones mStricas, la aiteraciôn tíel orden, pueden esquematizarse asl los pecados capitales en el Libro de buen amori "B" = Codicia + SALIGIA "D" = Cotíicia • SALIGI(A) "E" = Cotíicia • SALIGIA Quiero mencionar de i n m e d i a t o que e l " i n v i t í i a - i r a " tíe " B " SB i n v i e r t e en " D " y " E " probabiemGnte por sus itíénticas iniciales, También tícbG a n a t í i r s c que i a a c i t í i a cn "D" 144 aparece en parSntesis porque no se la nombra especlficamente al carecer tíe pareja en la lista semanal; sin embargo su alusi6n en la Gstrofa 1170 GS obvia, como se verS mSs abajo, pp. 150-51, íVSs importante que el orden en que apareccn, es ver la originalidad de Juan Ruiz en el significado que atribuye a los difGrcntGs pscados —frccuGntemGnte 6n discordancia con ia tradiciôn—y la rGlaci6n cyistcntG Gntrc los varios episodios,^^ La pelea con cl Amor vicnc a renglôn seguido del fracaso amoroso del Arcipreste con la dusfia encerrada. No debG olvitíarse quc los pccatíos cspitalGs aparccen enmarcados en la diatriba contra ei Amor, causada por los repetidos fracasos del protagonistai "Contigo siempre traes los mortales pecatíos" (217a), Estc simple verso tíetermina el futuro tíesarrollo de los pecados capitales en el Libro de buen amor. El amor humano es la causa principal de los males tíel mundo. 17 La condiciôn natural del hombre, agravada por la inf uencia de los astros, no repara en medios para satisfacer sus tícssos de "aver juntamiento" (7ld), En última instancia, los scguidorGS tíel Amor van de mal en peor "fasta quG -31 18 cucrpo e el alma van pertísr" (I84tí). El Arciprcste VUGIVG una y otra V G Z sobrc este tena a lo largo, cspe- cialmcntc, dG todo cl episodio "B". Cada pecado llcva consigo una rcferGncia expresa a la muertc del cuerpo, tíel alma, o ambcst codicia (222a, 223a y 224ab): soberbia 145 (232ab, 233a, 234 y 236c); avaricia (247a y 2490); lujuria (258b, 260b, 262d, 269a y 275a); envitíia (281b y 282c)i ira (307tí, 308tí, gula (295a, 297ab, 302tí y 303c); 309c y 3l1c)j acitíia (3l8tí), No es tíe extranar que las armas contra estos pecatíos y sus efectos aparezcan tras el planto por la rauerte tíe Trotsconventos, para combatir estos ensmigos que "las almas quieren matar pues los cuerpos han feritíos" (l583c). La estrofa que sirve tíe eslab6n entre el planto y las armas tíel cristiano no tíeja lugar a tíutías: DevBmos Bstar ciertos, non seguros, tíe muertø, Ca nuestra ênemiga es, natural e fuerte; non potíemos, amigos, della f'úir por suertei por entís cada uno tíe nos sus armas puerte. (1580) La certeza tíe la muerte tíel cuerpo urge la necssitíatí tíe las armas para que el alraa no muera, no sø condene, Ricard not6 la sstrecha relaci6n en el binomio codiciaamor y opina que uno tíe los posibles significatíos tíe la cotíicia en Juan Ruiz es el tíe "tíésir impur ou tíe convoitise charnellB" ("LBS péchás," p. 28), Significatío un tanto ajeno a la tratíici6n, pero no mSs extrafío que consitíerar los pecatíos capitales como causantes tíe la muerte tíel cuørpo y tíel alma, Juan Ruiz tíemuestra una vez mSs su esmero en la protíucciôn artlstica con menoscabo tíe la exactitutí teol6gica. Esta actitutí ss evitíencia mSs claramente aún en el siguiente pecatío tíe sobsrbia, La teologla asequible a Juan Ruiz, reflejada en los 146 catecismos tíel siglo XIV, presenta la soberbia como un pecatío tíe la raentei amar la propia excelencia—según San Agustln—creerse mSs que los tíemSs y tíespreciarles, La rebeli6n y caltía tíe los Sngeles, acautíillatíos por Lucifer, era el ejcmplo clSsico por cxcelcncia. Juan Ruiz conocG Gsta tradiciôn y la incluye en 233, pcro ficl a su crGaciôn artîstica y consGcuGntc con la acusaci6n al Amor, afíadG dG su cosccha cl afSn por lucirsc antc la amatía y por impresionarla con joyas valiosas tíesebocantío en el roboi Fazes con tu sobervia comctcr malas cosasi robar a camineros las joyas preciosas, for^ar muchas mujeres casadas e esposas, vlrgenes e solteras, viudas e religiosas. (231) Juan Ruiz asocia la soberbia a los robos y a los abusos contra las mujeres porque le viene al tíedilio para descubrir los estragos del Amor. El alejamiento intencional de la tradici6n eclesiSstica, bien conocida por su público clerical, se convertirla asl en una fuente mSs de hilaridatí, Este distanciamiento de la tratíiciôn reaparece en "E" ya que Juan Ruiz opone las virtudes a los vicios criticados en "B". De aquí nace parte tíe ia confusi6n que Lecoy tíetectô al estutíiar la estructura de "E" (pp, 180 y 167). Dos estrofas detíica Juan Ruiz a cada pccatío cn "E". En Gllas incluye el nombre tíel pecatío, un sacramento, un don del Esplritu Santo, mSs una o varias de las virtudes. 147 armas del cristiano y obras tís missricortíia, Esta B C O - nomla tíe espacio necesariaraente limita las posibilitíades tíe correspontíencias entre "B" y "E", Las expresiones comunes, sin embargo, son mSs qus suficientes para tíemostrar la estrscha relaci6n entre sl y, mSs esporSdicamente, tambiên con "C" y "D", La "vertut tís la jus- ticia" (I586tí) y el "sabernos guartíar tíe ajeno" (l586c) tíe "E" respontíen claramente a "B" ya que la cotíicia "sostienta la justicia" (218tí) y muchos pecaron cuantío "lo ajeno furtaron" (221c y 222a), En "A" y "C" Juan Ruiz menciona expresamente la cotíicia como "ralz tíe totíos males" (218a y 540a). Con mSs claritíatí se evitíencia esta relaci6n en el siguiente pecatío, la soberbia, A primera vista carecen tíe sentitío las virtutíes que Juan Ruiz opone al pecatío tíe soberbiai Vertut tíe temperamiento, con mesura e onestat, (15660) Non robar cosas a j e n a s ; non f o r ^ a r mujer, n i natía, (I589c) Hasta que caemos en la cuenta quc "E" es la antltesis tíe "B"i Fazes con tu sobervia cometer malas cosasi robar a camineros las joyas prGCÎosas, for^ar muchas muJGrcs casadas *ê csposas, vlrqcncs e solteras, viudas e religiosas, (231) De e s t e motío e n c a j a también e l c o r r e s p o n t í i e n t e tíon tíe Temor 149 tíe ios (I588b), ya que la tratíici6n atribula a este tíon la gracia de fortalecer contra los pecatíos sensibles tíc la carne (Enciclopedia Universal. XVIII, 2^ parte, 1924). Lo dicho aclara tambiSn, de paso, la extrana medicina qu6 ci confGsor imponG a Don Amor para contrarrestar estc pccatío tíe soberbiat "non provarSs la lucha" (I164c), Corominas corrobora que "parecc tratarse aqul tíc la clase tíe 'lucha' tíe quG hablan las scrranas (969g, s t c ) " (p, 442), pero no ve su relaciôn con el resto tíe los episotíios sobre los pecatíos capitales, A lo iargo del desarrollo de este mismo pecado de sobcrbia, Juan Ruiz paga tributo a la tratíiciôn, mencionando en "B" el clSsico cjGmpio de los Sngeles caítíos por "su gran orgullla" (245b), contraponicntío oportunamGntc en "E" cl "tíczir mucha omiltíat" (I588a). En la Gxposiciôn sobrc la avaricia Juan Ruiz camina por sentícros mSs tratíicionalcs, 19 En cstc pGcatío, dGfinido por Juan dc Arag6n como "appctitus inordinatus pccuniG aut rci cuiuslibet temporalis" (Lomax, p. 23l), cuadran bicn Gi GJGmplo dcl rico avariento y dcl pobre LSzaro (247), asl como las rsfGrencias sccundarias al rchusar ayudar a los pobrGs (246 y 251), La mcdicina cn "E" tambiên sigue caucGs tratíicionalGsi Ayamcs contra avaricia csprito tíe pîadat tíando limosn'á a pobres, doliéndonos de su mal; vertuti natural justicia, judgando con omildat. ( I5 9rjabc ) 149 En la estrofa siguisnte (l59l) Juan Ruiz torna a la arobigaodadt no estâ clara la relaci6n avaricia-fesacramento del Ordon, Si se acepta mi teorla sobre el público eclesiSstico, bien putíiera ser esta estrofa una respuesta a la avaricia de los clSrigos fustigatía en el ejemplo de las propietíades tíel tíinero (490-506) y en el recibimiento que los clôrigos hicieron a Oon Araor (12481252), La avaricia clerical se basa sin tíuda en la falta de esa "fe cierta, escogitía e clara raSs que cristal" (I591b), que les permitirla confiar en la provitíBncia divina, dø acusrtío con la tíoctrina blblica, El otro rsmstíio ds "casar uSrfanas pobres" (l591c) pudiera también referirse a los raismos clérigos para que casaran a los pobres gratis, sin vendsr prScticaraente el sacramento, Sin embargo, datía la ments traviesa tíe Juan Ruiz no puetíe descartarso aqul la posibilitíatí tíe una arabiguetíatí intencionalt casar gratis a los pobrBs o casarss con una pobrs "uérfana", obra virtuosa søgûn los clôrigos tís Talavsra (1707). Dada la situaci6n de los sacertíotes en el siglo XIV, algunas de estas conclusiones tíebieron ser inescapables, fOuy a tono con su tentíencia de dar una de cal y otra de arena, Juan Ruiz expone la doctrina tradicional sobre el pecado de la lujuriai Adulterio e fornicio totíavla tíeseast lueqo quiares pecar con qualquier que t veas, (257bc) 150 Opone para corabatirla la virtutí asignatía en los tratatíos tíoctrinalesi "castitíat" (1592) y el tíon de Fortaleza, Aqul terraina la tratíici6n y coraisnza Juan Ruiz, sl artista. Ssa con el fin tíe provocar la risa, sea para exponer una convicci6n personal, Juan Ruiz propone el matrimonio como remedio contra la lujuria incluyendo, en tono aparentementB jocoso, la obra de misericordia "tíar a bevsr al sstíient " (l593c), No se trata tíe tíar agua sino tíe apagar el tíeseo natural del hombre claramente expresatío al coraienzo tíel librot plazentera" (71tí), "Por aver juntamiento con fembra Salitía que los relajados clárigos medievalBS aplautíirlan fBrvorosamente. Los tres pecatíos tíe envidia, gula e ira continúan el modelo establecitío—"E" antítesis tíe "B"—y siguen de cerca la ensefíanza tradicional. para la envidiat I598a); CompSrense, por Bjemplo, "B" (276tí, 279a, 281, 282) y "E" (I599bc, para la gulat "B" (291tí, 295, 296tí, 303a) y "E" (I596abc), vinculatías estas estrofas tambiSn con "D" (540547); finalmente para la irai "B" (304tí, 307atí, 308tí) y "E" (1595C, I594a). |tlenci6n aparte merece el pecatío que aparece constantementB al final tíe la listat la acitíia, Debitío a la inclusi6n tíe la cotíicia como pecatío capital, correspontíe a la acitíia el número ocho, quetíSntíose por tanto tíe cenlcienta a la hora tíe encasillar los pecados con los sacramentos, las virtutíes o Iss obras de misericortíia. 151 Juan Ruiz, sin embargo, tíemuestra pcseer una idea bien clara ytíefinitíasobre este pecado, En primer lugar le considera fuente de "muchos otros pecatíos" (388b), pues tiene muchos "fijos malos" (l600tí). Uno tíe êstos consiste en no parar mientes—no practicar—"obras tíe pietíat" (373a), lo cual tíebe remetíiarsG "con santas obras" (l601tí). Otro tís los hijos tía la acitíia para Juan Ruiz es laxitutí que impide a la mante concentrarse en buenos pensamientos y causa la tradicional "vagatio mentis circa illicita," de Juan tíc Arag6n (Lomax, p. 231), a la quc contraponc cn "E" los "pcnsamisntos dG quc bucnas obras salen" (I601c). Esta itíca GS cGntral en Juan Ruiz; en torno a esta "vagatio mentis" monta el irreverente "rezar las oras" (374ss).^^ ItíSntica itíea aparcce cn "D" aún cuantío carGCG tíc tíla semanal; al acabar Juan Ruiz con los siete dlas de la semana y los corrGspondientes pecatíos, anadG una Gstrofa mSs tíc innGgablc referencia a la acitíia, pues reccmientía al Amori salterio" (I170b). "Visita las igicsias rczando G1 Esta idea es corroboratía una vez mSs en "E" al tíecir que "las oras non sc calÍGn" (l601b). Quetía esclarecitía asl la firme ligazôn existente entre los varios episotíios tíonde aparecen los pccados capitales. La exposiciôn tíe las virtutíes en "E" constituye una prueba mSs tíe que Juan Ruiz no tuvo en cuenta la tíoctrina tratíicional tíe las virtudes morales, sino su correspondencia artística con los vicios en "3" desarrollados. En 152 el catBcismo atribuitío a Don Gil, que Juan Ruiz sabía probablemente tíe msmoria, asl como en los otros catecismos y tratatíos morales tíel siglo XIV, se oponlan a los pecados capitales otras siete virtudes morales, emparejados asli soberbia-humildad; ira-mansedumbre; avaricia-largueza; lujuria-castidad; gula-sobrietíatí (mesura, atcmpGramiGnto); envitíia-benevolencia (bienqueren^ia) y acidia-tíiligencia 21 (constantia). AtíemSs tíe estas virtutícs morales, los catGcismos concurrcn en nombrar trcs virtutíss tGologalesi fe, esperanza y caridatí, mSs cuatro cartíinalesi justicia, fortaleza y tcmplanza. prudsncia, Las virtudcs tGologales y cartíinaÍGs no SG asociaban tíircctamcnte a los pccatíos capitalGs. Juan Ruiz tía al trasts con esta tratíiciôn y escoge con absoluta libertatí, tíe los tres grupos tíe virtutíes, la que mejor cuatíre a los vicios ya expuestos. La mayor proximidatí o alejamiento de la tradiciôn en "B" quedan reflejados también en "E" como cabrla esperar dada su Intima relaci6n. El desconocimiento tíe esta necesidad artlstica en Juan Ruiz parece haber sido la causa principal tíe que Lecoy SG rintíiera antc la imposibilitíatí tíG aclarar la virtutí Gspeclfica a que se referla Juan Ruiz. Ya se ha tíiscutitío mSs arriba, pp. 146-48, como la inclusiôn ds GlGmcntos Gxtranos a la tradiciôn cn la discusiôn dcl pccatío tíe soberbia, en "B", requierc la anatíitíura en "E" tíc virtutícs iguaimcntc dcsconocidas cn los catGCismos. Otro tanto sucsdc con el vcrsot "Aborrcccr los dcnuestos 153 8 amar buena avencncia" (l595c). Buena avenencia se aso- ciaba en la tradici6n contra G1 pecado de cnvidia (Lcmax, p. 232), pero Juan Ruiz lo incluyc cn "E" para contrarrcstar cl "enojo e malquerencia" (304tí) mencionatío en "B" como parte tíel pecado de ira. Algo semGJants acontece al proveGr armas contra la acidiai Nos andemos romerlas e las oras non se callen, e pensemos pensamientos de qus buonas obras sâlen, assl que con santas obras a nos baldlos non fallen. ( I6 1bcd) Versos que representan un claro antldoto contra los estragos achacatíos en "3" a la acidiai A obra de piadat tú nunca paras mientes. (373a) Rezas las oras muy bien conos garyones golhinss, (374a) Brevemente, pues, en respuesta parcial a los vicios expuestos en "B" contrapone Juan Ruiz en "E"tíivcrsasvir tudes y obras bucnas sin parar micntGs cn las clasificacioncs de tíoctrina tradicionaies. Contra Codicia: justicia (I566d) y cspsranza (l567a); contra Sobcrbia: fc (l569b), humildad (l588a), honestidad, mesura y temperamiento (l568c); contra Avaricia: Justicia natural y humildad (l590c); fe (l591b), contra Ira: caridad (l594b), espcranza (1595), paciencia (l594d y 1595a) y bucna avcnGncia (l595c); contra Gula: abstinencia y ayuno (l596b), mcsura ( l59-3c) y fe (l597c); 154 contra Envitíiai caridad (I599b), Contra Acitíia, ninguna de las virtutíes tíe los tres gruposraencionatíosse cita expresamentei 160lc putíiera referirsB intíirectamsnte a la tíiligencia. De las veinte virtudes nombratías, siete procetíen tíe las teologales, cuatro de las cartíinales y el resto de las morales. Existe un mayor n'jmero tíe virtutíes aluditías metíiantB obras qus connotantíeterrainatíavirtutí; raas lo dicho basta para convencsr sobre la inutilitíatí tíe intentar una correspontíencia entrs estas virtutíes y las siete morales quB la tratíici6n oponla a los pBcatíos capitales. Al llegar a sstB puntc parece a totías luces innecesario afíatíir natía sobre la supuesta arquitectura artlstica basatía en el núraero siete. Sin erabargo, las observacionas de Lscoy requieren unas palabras coraplementarias. Opina Lecoy que "tout l'artifice tíe l'exposé repose sur une sSrie tíe correspontíancss sBptênairss" (p. 180), y que Juan Ruiz, al llegar al pecatío octavo—acidia—"il s'est trouvê bien erobarrasé" (p. 180). Dudo que Juan Ruiz intentara basar este opisotíio en correspondencias ssptenarias, De quBrsrlo asl, fScilmBnts podla haber marginado la acitíia—corno hizo en "D"—y consøguir perfectas correspontíencias entre sietc pecatíos capitales, siete sacramentos, siets dones tíel Espíritu Santo, sists virtutíes moralss, siste obrastíeraisericortíiay siste armas. no siguiô este camino. Pero De las seis posibles correspon- 155 tísncias ssptsnarias, Juan Ruiz us6 tíos, Tan s61o los sacramentos y los dones aparecen en número de siete y ya sc ha visto como Juan Ruiz escoge las virtutíes a placer entre los tres grupos principales, sin preocuparsG tícl número siete. Otro tanto sucetíe con las obras tíe misericordia, De las siete indicadas en los catecismos estudiados del siglo XIV, Juan Ruiz incluyc seis, eliminando la sexta: "retíe- mir a los cautivos" (Floriano, p. 99), y afíatíe por su cucnta el tíar limosna y cl casar a pobres y huêrfanas, no incluitías en Íos tratatíos morales, Finalmente, en las armas no SG hallaba Juan Ruiz ligatío por ninguna tratíiciôn scptcnaria y dGdicô una a cada pecatío, a exccpciôn de las trcs quG asign6 a la lujuria; armas,^" cn total nucvc o tíicz Por si esto no bastara, dcbG tcnGrsc presentc quG Juan Ruiz cnmarcô todo el episodio "E" en los tres enemigos mSs principales: "La carne, ei dîablo, el mundo; dêstos naccn los mortalcs" (l584b). RGpitiSndolos una vaz mSs al final, como cs costumbre cn G I artc tíc Juan Ruiz: Contra los trcs principales, qus no s'yunten tíe consuno: al muntío, con caridat; a la carnc, con ayuno; con corac6n al dîablo: todos tres irán deyuso. (I603abc) Tantos argumentos podrían aducirse a favor de corrcspondencias b i n a r i a s y t G r n a r i a s como s e p t e n a r i a s . Por todo l o d i c h o , opino que e i f i n p r i n c i p a l tíc Juan 156 Rui2 en la elaboraciôn de este episodio fue el contrarrestar los efectos ds los vicios expuestos en "3" haciendo gala de sus conociraientos tíoctrinales y usántíolos astutamente para provocar la hilaritíatí en un público eclesiâstico familiarizatío con ias divisiones catequSticas. La libortad con que escoge los elementos doctrinales, asl corao la facilidatí con que se aleja tíe la tradici6n cuantío le conviene, prueban que la intenci6n primortíial tíe Juan Ruiz en este episotíio no era la transmÍ8i6n tíe la tíoctrina, sino la coraposici6n artlstica tís su obra. Esta conclusi6n contíuco, a su vez, a una pregunta tíe profuntías consecuencias para la estructura de totía la obra. Se ha visto como "E" está determinatío por "B" y como Juan Ruiz se indigna con el Araor en "B", no por exceso de celo moralizante (Zahareas, The Art, p, 119), sino por sus repetitíos fracasos amorososî ^se sigue tíe aqul que las "armás tíel cristiano" intentan combatir el aguijôn tíel amor humano o los "cristianos" pccatíos capitales? En otras palabras, ^los que se oponen al alma o los que impitíen al amor humano alcanzar éxlto? Juan Ruiz se refugia tras su ambig etíad, Ciertos rasgos comentatíos, tales como la metíicina contra la avaricia y la lujuria, parecen inclinar la balanza hacia la insatisfacci6n tísl amor natural. detallada. Se requiere una exploraci6n raSs extensa y 157 Naturaleza, celibato y estructura Del apartatío anterior setíetíucegue Juan Ruiz, si pretentíla ensefíar, ciertamente no se propuso transmitir la tíoctrina compendiada en los catccismos dc su ticmpo. Afirmar, por otra partc, quc G1 Libro dc buen amor es puratíiversifinsupcntírla tísscartar injustamsnts tanto las intíicacioncs cn scntitío contrario tíel mismo Juan Ruiz (16, 46, 64, 65, 66, 66, 966 y 1631), como innumerables otros pasajes a todas luces scrios, quc rcsisten una explicaciôn cohesiva y consecuentc con el resto dsl libro. La aparente contradicciôn entre los asertos serios de Juan Ruiz y el tono jovial tíe su estilo postula la búsquetía tíe una soluciôn conciliatíora. Las hip6tesis sugeritías en el pasatío no han tíisuelto la paradoja. Una respuesta mSs satisfactoria podrla surgir del momento histôricoeclesiSstico durante cl cual sc compuso ci Libro de buen amor, determinado por dos coortíenadas bien definitías: de una parte, rSpido descenso del prestigio e infiuencia papalestíebitíoa la corrupciôn interna tíe la curia y del mismo papado; tíe la otra, un recrudecimiento de la lucha contra la laxitud moral del ciero, cSlibG cn tcorla a causa tíe unas leyes centenarias impunemente ignoradas en la prSctica. 23 En cuanto a la pêrditía del prestigio papal, baste recordar que dGsdc 1309 a 1377 los Papas rGsidieron en Avignon tíebido al caos rcinante en lcs estados pontificios 158 italianos y al tíGseo de los Papas de permanecer en Francia, un tanto exp icablc ya que durantG Gsts pcríotío los Papas fueron, en su mayorla, franceses. Durante Este pcrlotío, tíesignatío frecuentGmcntG eu la historia de la iglesia con el nombre de "Cautividatí tíG Babilonia", tomaron lugar algunos tíe los acontccimientos mSs oscuros y VGrgonzosos dc toda la historia de la iglesia, mencionar los siguientes: Como mucstra bastc los impuestos anuales anri- queclan a los cartíenales, muchos dc êstos familiarcs de los mismos Papas; bajo Ciemente VI estos impuestos pasaron a scr privilcgio cxciusivo tíci Papa, Dc los VGÍntiocho cartíenales nombratíos por Juan XXII (1315-1334), veintitrSs eran franceses y nueve tíe su ciudatí natal, Cahors. Los esfucrzos tíG Felipe el Hcrmoso por desti- tuir al Papa Bonifacio VIII fracasaron, pero los gritos por reformar la mSs alta jerarquîa continuaron en vano durante mSs tíe tíoscicntos afios, La corrupciôn y tíecadencia moral no se limitaba a la jerarqula sino que extendiô sus tentaculos al clero cn gcneral con honrcsas excepciones. Dos fucron lcs vicios mSs GxtGndidos, denigrados y combatidos, a juzgar por las actas conciliares: el materialismo, o desmeditío afSn por el tíinero y los bienss tcmporalGs, y la rclajada vioa SGxual de clêrigos y ôrdenes religiosas a pesar de las innumerables lc:yes sobre el celibato, Pfiuchos pasajes en el Libro de busn amor hacen referencia a la codicia y 159 25 matsrialismo tíel clero, En Gste apartatío sc repasarS brevemente la cuGsti6n dcl CGÍibato a la luz tícl conccpto quG Juan Ruiz evidencia profGsar acsrca dG la naturaicza tíel hombre, Las colecciones de cSnones conciliares, el insustituibÍG Gstudio de Hcnry C. Lea, ya citatío, sobre el cclibato sacGrtíotal y la tíGtallada aplicaciôn dc cstos tíatos histôricos al Libro dG bucn amor llevada a cabo por Lecoy (pp. 232ss), hacen innccGsaria su repaticiôn en el presente Gstutíio. Tan s61o quÍGro remarcar como la constante intGrvcnciôn conciliar tícmuGstra cl nulc efecto que en la prSctica protíuclan Gstos cSnonss, Para comprcntísr mGjor G 1 posible conflicto cmocional que Gstas controvGrsias acsrca tícl cciibato putíieron tener en Juan Ruiz, tíebe analizarse una itíea que aparece con frecuencia en G 1 Libro de buen amor. CGpto tíc la naturalcza. !^e refiero al con- Murray ha cstutíiado la naturaleza como norma de contíucta en varios pasajes tíc la obra tíci ArciprcstG. En mi opiniôn csts concepto juega un papel mucho mSs amplio. En sus tratados de MetafIsica y de Flsica, Arist6teles atímite la rcalitíatí dc una tGndcncia tGlcoiôgica cn ios entcs naturalGs como la única rcspuGsta satisfactoria para explicar la constancia, la uniformidatí y la universalidad de lo quG SG llama ordcn natural, La definiciôn de Aristûteles, mantGnida por la mayoría de los filôsofos 160 posteriorBs, puetíe sintetizarss como "el principio último tíe totía energla, intrlnseco al ser de que se trata y que es en êl algo substancial y no un mero accidentc" (EnciclopGdia Universal, XXXVII, 1210). Este concepto fue asimilado con ligeras modificaciones por los autorGs eclesiSsticos encabezatíos por Santo TomSs ds Aquino, En la filosofîa GSColSstica la naturalcza da cada ssr continúa sicntío su propia forma, GS dscir, su cscncia, Este concepto filosôfico de la naturalcza cstS cxpresado por Juan Ruiz en las estrofas quc van a continuaciôn: Como tíizG Arist6tilG3, cosa 'GS vcrdadGra, GI mundo por dos cosas trabajai la primcra, por aVGr mantGnGncia; la 'dtra cosa era por aver juntamicnto con fGmbra plazcntGra, Si lotícxiSstíemlo serla de culpar; tíizlo grantí filosôfo, non s6 yo tíe reptar: tíe lo quG diz GI sabio non dGvemos dubdar, ca por obra SG prueva el sabio e su fabiar; si diz vcrdat G 1 sabio claramGnte se prueva: omne, aves, animalias, toda bestia de cueva, quieren segund natura compafia siempre nueva, e quSnto mSs G Í omne que a toda cosa s' mueva; digo muy mSs del omne que toda criatura: todas a ticmpo cierto se juntan, con natura; el omne, de mal seso, tod' ora, sin mesura, cada que puede quier fazer esta iocura: el fuego siempre quier estar en la ceniza, como quier que más ardc quanto mSs s'e atiza; el omne quando peca cien vee que desliza, mas non se part'é ende ca natura lo enriza, (71-75) Formula aqul Juan Ruiz un detGrminismo crôtico, una lcy natural tan fatal como universal quc afccta por igual a 161 hombres y bestias, Esta universalitíatí er6tica acarrea consigo cierto fatalismo astrol6gico (123-125), tíel cual s61o un milagro de Dios puede salvar al hombre. Este fatalismo del Arcipreste aminora en gran parte, si no nicga totalmentc, el libre albedrlo, Comentando este pasaje sobre la astrologîa (123-125), cscribîa ya Benito y DurSn en 1946: "Para el Arciprestc cs una Gquivocaciôn ir contra G 1 hado ni cn G 1 camino dc la cicncia ni cn G1 tíc la santitíad, ni en el terreno de las armas ni en el dc la cabalÍGrîa," 27 No obstantc, Juan Ruiz conficsa aceptar la posici6n tíe la fe cat61ica, según la cuali Pero Dios, quG cri6 natura e acitíente, puêdelos demutíar e fazer otrnente, (I40bc) Que Gsta convicci6n no son palabras huccas cs patente en varios otros pasajes donde propone la oraciôn para impetrar de Dios ayuda en las luchas de la carne, Si lo expuesto hasta aqul es correcto, creo justificatío aventurar la hipôtcsis de quc cl csquGÍGto unificador dG toda la obra rcsulta dcl conflicto cntrc G1 concepto natural del hombre que Juan Ruiz profesa y las leyes dGÍ celibato que la jerarqula eclesiSstica en vano reiteraba, El humor soslaya y vela la intenciôn primordiai, por lo cual Juan Ruiz insta ai lcctor a mirar siGmprc mSs ailS, a buscar ese significado recôntíito, Inicia el libro, en su primera ediciôn, una plcgaria 26 162 del Arcipreste a Dios para que pueda hacer una obra "quc los cuerpos alegre 'é las almas preste" (I3tí), tícscartantío asl el mero fin tíe tíivertir o entretener, De las cuatro canciones a los gozos de Santa lYlarla, dos se hallan al principio (20-32) y (33-43), sirvientío tíe p6rtico a la tíisputa entre gricgos y romanos (44-63). Ejcmpio quc usa como advGrtGncia para quG Gntiendan bien su libro (64-70), inmetíiatamcnte antes tíe cxponcr su pcnsamicnto filosôfico aristotGliano sobre la naturalcza tíci hombrc (71-76). Las otras tíos cancioncs dc Gozos SG cncucntran al final dcl libro (1635-1641) y (1642-1649), como corolario al nuGvo aviso " D G como dizc cl Arciprcstc quc SG ha tíc cntender estc su libro" (1626-1634), confiricndo asl una pcrfGcta simstrla inicial y final, Dc aqul brotan algunas consi- dcracionGS tíignas tíe resefiarse, Los gozoLi tíe la Virgen cantan el triunfo de la naturaleza humana en lYlarla mediante una intervGnci6n directa de Dios: "siendo Virgen, concebiste" (24c, 353, 1637a y 1643e); "de ti naciô, sin tíolor" (25bc, 36bc, I637cd y 1644a), viniendo a ser el sello divino sobre la filosofla aristotêlica expuasta a renglôn seguido. Resaita asl el contraste entre el orden natural creado y aprobatío por Dios frente a las leyes eclesiSsticas, antinaturales según su motío de pensar, Una vez expuestas sus ideas sobre l a n a t u r a l e z a y su c r e e n c i a en e l tíeterminismo tíel hatío ( 1 2 3 - 1 5 4 ) , atíuce 163 sn tono jovial y burl6n gran número tíe ejemplos y fSbulas para probar su tesis, concluyentío que el nico rematíio es la contrici6n, el sincero tíolor del pecatío cometitíoi Que tal contriciôn sea pGnitcncia bicn iÍGna, ay en la Santa Iglesia mucha prueva G buenai por contriciôn e ISgrimas la santa fnadalena fue quita ê assuelta de culpa 'ê tíe pena, (1141) La convicci6n acerca tíe la imposibilitíad tíe vivir contra natura puetíe ser la causa motriz por la que Juan Ruiz SG apartô tíc la tratíiciôn al cxponer los peca.tíos capitales, sustituyentío, por ejGmplo, la castidad por cl matrimonio como rcmGdio contra la lujuria (l593abd). Estos vGrsos pudicran descartarsc tal V G Z como una simpÍG bufonada mSs dcl ArciprGstc, psro tambiên pudicran cxprcsar G1 arraigado scntir tíc Juan Ruiz tíc quc un rlo SG puGdc cncauzar, no contcnGn QuG lo que Dios ordcna cn c6m'ô ha dc scr scguntí natural cosso, non SG pucd GstorcGr. (I36cd) Juan R u i z (I Cor., sigue VII, l a s ensenanzas d e l a p ô s t o l San P a b l o 1-10), tíonde r e c o m i e n d a que es m e j o r casarse que s e r c o n s u m i d o p o r e l f u e g o tíe l a p a s i ô n . ordenatío D i o s , Mi t e o r l a la iglesia no puede i r S i i o ha 29 en c o n t r a . a c e r c a d e i c o n c e p t o tíe l a n a t u r a l e z a humana en c o n f l i c t o d i r e c t o con e l c e l i b a t o rencia a las dos v e r s i o n e s , acontGCÍmicntos h i s t ô r i c o s puedG a f í a d i r cohc- t e n i e n t í o en c u e n t a l o s 30 dG a q u c l e n t o n c e s . Tanto ei 164 C o n c i l i o P r o v i n c i a l tíe Toletío en e l ano 1339, como e l Slnotío P r o v i n c i a l dsbieron r e n o v a r en l a misma ciudatí t r e s afíos dcspuSs, la controversia G i r r i t a r al ArciprestG por imponer nuevos cSnones y sanciones sobre l o s amancGbados. A e l l o parecc a l u t í i r clSrigos l a Gstrofa intcrpolada Gn l a scgunda V G r s i 6 n sobre G 1 concGpto tíc l a naturalazai E l fuego siempre q u i e r e s t a r en l a c e n i z a , como q u i e r que mSs ards quanto mSs se a t i z a ; e l omne quando peca h i e n vee que d e s l i z a , mas non se p a r t e ende ca n a t u r a l o e n r i z a , (75) El hombre se tía cuGnta quG pcca pcro no puetíe haccr nada por la fucrza de la naturalcza y cuantas mSs lcyes se promulguGn, pcor, pucs ci fucgo mSs ardc cuanto mSs se 1G atiza. Este detGrninismo SG GVÍdGncia primordialmGntc en clSrigos y monjas, es decir, cn aqucllas pcrsonas obligadas por lcy a contincncia total. El hombre puede amar bien de acuertío con la ley natural dentro del sacramento del matrimonio instituido por Dios. Nôtesc como, cntrc todas las damas cortcjatías por G1 ArciprcstG no hay ninguna casada, y por lo tanto cl Arciprcsts GstS cn armonîa con la ley natural de Dios. Otra estrofa, afíadida también en la segunda versiôn, parece referirse a la cbstinaci6n tía la iglesia y aclara, tíe paso, cl pGnsamicnto tíe Juan Ruizt Si Dios, quando formô el omne, entendiera qu'ê era mala cosa la mujer, non la diera 165 al omne por compana nin d^l non la feziera; si para bien non fuera, tan nnbla non saliâra. ('109) He aquî, pues, los polos de la cuestiôn: de un lado la naturaleza y sus fusrzas, creadas por ::ios y puram ntE encarnadas en la Virgen írarîa; del ctro, la jerarquía eclesiSstica que se obstinaba en imponer unas leyes de abstinencia total en contra, según Juan ^uiz, de I2 naturaieza, de los filSsofos y del misno "ios. No SE trata exactamente de la doctrina de la plenitud, henc'nir la tierra, rnencionada por tis Green (Soain, I, 44), sinc mSs bien de una plenitud personal, de cada individuo, de acuerdo con las leyes de la naturaleza humana creada por Dios. Al ilegar a este punto surge la tcntaciôn ds relesr el Librc dg buen anor con el f in de co.-nprobar la tasis propuesta. Esta tarea snccniable y nscesaria no sa prasta a ser condensada en un sspacio brevs. ^e propong sugerir tan sôlo algunas d? las muchas posibilidades. En têrminos arquitectcnicos pudiara considsrarse el spisodio ds los clSrigos de ''"alavera como I3 clave que remata el arco de la ocra de Juan Rjiz. ^cdas ias ambiguedades, indirsctas s ironías, cual dovelas sin salmsres a lo largo dsl Libro de bu9-. amcr, rsvelan su posici6n autentica a la luz de ase incidents ?ntr9 el arzobispo Don Gil y los -alcontsnt s sscsrdotss de Talavsra. El final del licro se convi rtfe cis! en SJ 166 principio. La obra nacs para satirizar y hacer reír s costa de las antinaturales leyes del celibato, su arbitraria obligatoriedad y las graves consecuencias .qus estas leyes acarrsan a la iglesi3 y a la sociadad. Zl Arcipreste plantea la cuestiSn dasde sl principio del libro. Dios (I40b), La naturaleza es buana porque fue creada cor El comsr y la uniôn sexual forman carte de la naturalaza humana, por lo tanto provienen en últino término de Dios y no sa dabe ocrar contra natura: Si Dios, quando forr^ô el omnS, antendisra que era mala cosa la nujer, non la diera al omne por compana nin déi non la fazier^; si para bien non fuera, tan nobia non saliera, (109) Qua l o qua D i o s o r d e n a en c5n'ô ha s a g u n d n a t u r a l c o s s o , non ss p u a d de s a r estorcar. ( I35cd) Da gquî nacan los problsmas dsl Arciprasts. "J o puede vivir sacún I2 naturaleza—según lo ha ordenado Dios--a causa dal celidatc. Una vez presentada lc fuerza ds la natur^leza en gensral (7"'-?5) y la astrolcgîa sn particular (122-154), Juan Ruiz personifica la triste situaciôn y los conflictos de quienes ss ven fcrzados 3. vivir an contra de la naturaleza creada por Dios. Juan ^uiz se halla en un callsjôn sin salida, se encuentra atrapadc y atcrnantado—en prisiôn; tcdo ccr cjlpa del amor C'JS se accdera irrsnisidlenents del corar'on: 167 Que t a n presos l o s t i e n e s cn catícna tíoblada que non pueden p a r t i r s e tíe t u v i t í a penada. (206bc) En las Gstrofas siguÍGntes amplla los efectcs de esta prisi6n amorosai Dasle a quien non l'ê ama, tormSntasle con penas; anda êl corayôn sin cuerpo, en tus cadenas, pensantío e sospirando por Ías cosas ajenas, (2l0bcd) FScil es atíivinar a que se refiersn cstas "cosas sjcnas", CiertamGnte no son objetos, sino pcrsonas como aclara a continuaci6nt (2l1c), "Oras cuitía cn Susafía, oras cn (Yicrfelina" Este estatío de agitaciôn mental, este vagar de la mente "a jornadas trezÍGntas" (212a), culmina mSs atíclantG en el rczo tíG las "Horas Can6nicas" (372-367). El amor natural ss pucs potíGrosc G intíomabÍG, ArciprcstG cstS poscltío por cl amor; empuja a amar y a conquistar mujeres, la naturalcza 1G El proceso de conquista lleva consigo los pecados capitales, es la causa de los pecatíos capitalesi traes los mortales pecados" (2l7a), El El amor "Contigo siempre En primer lugar y de modo prceminGntG la codicia, raîz de todos los demSs (2l8a y 540a). He aquí la razôni Faz mucho por servirla en tíczir c cn obrar, (450d) DR tus joyas fermosas cada quG dar podicies quando dar non quGSÍercs o quando no toviGrcs, promcte e manda munho magucr non gGÍo tíier3s: lueqo estaiS afuziada, farâ lo que quasicres, (451) 168 La mujer c o b t í i c i o s a d'é a l g o , es f a l a g u e r a ; por j o y a s e tíineros s a l i r S tíe c a r r e r a , (5l1bc) No solamente l a mujer que tíesea c o n q u i s t a r , l a a l c a h u e t a se mueve por s i n o también tíineroi GratíScegelo mucho l o que por t i fezicrGi non scas r G h G r t c r o en l o quG t c p c t í i c r G , (453ac) Si potíicres, tíal' algo: non l'é ayas q u e r e l l a , (488c) Que poc'ô o quG mucho dal' cada quG podieres: farS por los dineros totío quanto pedisres. (489cd) El amor no se detiene ants obstSculos; si mucho se le pidc mucho ofrecc: Con palabras muy dulcGs, con gcsto Gnganador, promcten mucho e mandan los omncs, con amor; por complir lo quG mandan cobdician lo peor. (220bcd) El promGtcr no cuGsta mucho, por cso G1 enamorado promete con generosidad, pero mSs tarde se tía cuenta quG no puctíe cumplir totío lo prometido y se ve en la nccGsidatí tíe cotíiciar, robar y matar (221 y 222), Al final pierde todo lo suyo y no consigue io que deseô (225c), El rcsto tíc ios pGcatíos capitalss forman diversas ramas tíe cstG mismo Srbol. Todos GstSn dsscritos cn rGlaci6n al amor—aspccto êste totalmcntG ajcno a ia tratíiciôn cristiana—y a ios obstSculos en el camino de 169 31 la conquista amcrosa,^' Asl explica Juan Ruiz el mate- rialismo y avaricia tíe los clêrigos; como una consGCUGncia incvitable tíel cclibato para satisfacer los dcsGOs naturalcs, para complaccr a sus conquistas, scrranas, alcahuctas y barraganas. Una VGz GstabÍGCido cl conflicto Juan Ruiz usa innumerables Gjemplos para corroborar su filosofía. Las acciones del Arcipreste son aplicables al resto tíe las personas célibes. Los repetitíos fracasos s6io le sirven tíe acicatc para continuar buscando. contenerse por mucho tiempo, Un rlo no puede îYlSs pronto o mSs tardc rompcrS cl dique—ejemplo del ermitano borracho—arrasando la opûsiciôn. Serranas. Tal vez resitía aqul la clave de las El Arcipreste no se va a la sierra porque necGsitaba airc frcsco sino porque sabîa que las "serranas" le "obligarîan" a hacer lo que êl deseaba. El Arcipreste subiô a la sierra para alcanzar el punto mSs bajo de su vida. El Arcipreste no estS solo, no es un caso aislado, como lo prueba el recibimiento que totíos los clSrigos y monjas brindan a Don Amor. Para complstar el cuadro de personas célibes entra en Gscena la monja Garoza, La tíecisiôn final no importa tanto como la lucha interna por compaginar los instintos naturales con sus votos religiosos, Si el ArciprcstG pGrsonifica a los clêrigos, Garoza rcprescnta a las monjas y los GsfuGrzos que realizan para justificar su situaci6n. 170 Juan Ruiz busca una s o l u c i ô n , La muerte de T r o t a - conventos l e e n f r e n t a a l a r e a l i d a d i n e l u d i b l e tíe su propia rauerte. antes tíe morir. E l c o n f l i c t o i n t e r n o tíabe ser Para e l l o propone l a s armas resuelto tíel c r i s t i a n o dontíe sugiere l a fusi6n de l a i g l e s i a y l a naturaleza, La respuesta yace en los a u x i l i o s tratíi- cionalss tíe l a i g l e s i a junto a l encauzamisnto tíe l a naturalezai "matrimonio s casamiento" ( I 5 9 3 b ) , ha comentatío raSs a r r i b a , pp. Ya se 1 4 4 - 5 1 , como esta secciôn tíe las armas estS contíicionatía por los pecatíos c a p i t a l e s tíel p r i n c i p i o ( 2 1 7 - 5 7 5 ) , Comienza planteantío e l problema y concluye sugiriendo soluciones. Juan Ruiz no ataca a l a î g l e s i a , sino a l a La Cantiga de Talavera tíemuestra l a obstinatía jerarqula. ignorancia de l a j e r a r q u l a que se esfuerza i n ú t i l m e n t e por iraponsr e i c e l i b a t o t r a s setscientos anos tíe intentos f a l l i t í o s . hay tíuda de que se necssitan ejemplos para r e f r e s c a r mente a los responsables de t a l s i t u a c i 6 n , No la E l l o s mejor que natíie podrlan aprovecharss tíel " I n t e l l e c t u m tibi dabo , . ." ( f ° I r 2 3 ) . Este episodio tíe los clSrigos tíe Talavera sirve tíe colofôn y tíe p 6 r t i c o , decir; tíe De colofôn por lo que acabo tíe p 6 r t i c o porque abre e l l i b r o a un f u t u r o poco esperanzatíor. La j e r a r q u l a contin a i n s i s t i e n d o , los clSrigos van a continuar su v i d a , s i es necesario cambiSndose de l u g a r . Natía ha cambiatío. Cualquiera tíe estos 171 clSrigos "si bien trobar sopiere" (l629a) pudiera anadir algo al Libro de buen amor. CAPITULO V JUAN RUIZ FRENTE A SU OBRA Y SU PUBLICO El examen tíe una obra artlstica "per S G " no rcquÍGre el anSlisis tíe la personalidad tícl autor. Sin cmbargo, Gs intíutíablc quc G 1 artista no V Í V G cn un vaclo cuitural y que la vida y G I arte se funden en un todo complementario, Gscncial G indivisible. La aprGciaci6n artística tíc la obra tíc Juan Ruiz adquirirla unos matices mSs ricos si pudiera tíescifrarse el misterio que rotíea la pcrsonalitíatí tícl autor, GU propôsjito al Gscribir la obra y cl público al quG la tíirigiô. El ambicnte cultural forma tambiên parte integrante tíel muntío tíel autor y como tal afecta al artista y su relaciôn con el público. La carencia tíe evidencia hi3t6rica respecto a Juan Ruiz ha datío como resultatío unas teorías cspGCuiativas y tíivcrgentcs tíc signo nscGsariamente negativo para la total comprensiôn de su artG. No mc propongo afiadir una hipôtcsis mSs, sino rccalcar alguncs rasgos quc se desprentíen de mi estudio y pudieran despejar un tanto la tupida niebla en torno a la personalidad, intenciôn y público de Juan Ruiz. Personali d?-d del autor ^^^^m^mmm^^^mmm^^^m^mm^^^^^^^^^^^^^^^^m^mmmt^^^mmm^mm^^a^m Dos aspectos principales abarca este concepto: 172 la 173 e n t i d a d f l s i c a de Juan R u i z y su Gtíucaci6n o prGparaci6n intGlcctual. Los e s t u t í i o s b i o g r S f i c o s accrca de Juan Ruiz son e s c a s o s . E l e s c c p t i c i s m o tíG m o f f a t ^ r c s p e c t o nombre tíe Juan R u i z cs c x t e n d i t í o por Criatío tíe Val al cargo de A r c l p r e s t G ( T c o r í ^ de C a s t i l l a . p. La 152). al p r G t e n d i d a a c l a r a c i 6 n dc l a i d e n t i d a d h i s t ô r i c a de Juan Ruiz por p a r t e tíe E. Saez y J . T r e n c h s ^ f a c i l i t ô la rGcientG t c o r l a tíG C r i a d o de V a l sobre e l A r c i p r e s t e de H i t a como f i g u r a p a r ô d i c a de Don G i l de Albornoz ( H i s t o r i a de H i t a , pp. 9 3 - 9 4 ) , Estos conatos por e s t a - b l e c c r l a h i s t o r i c i d a t í tíc Juan R u i z , l a u d a b l e s en s l , no han p r o d u c i d o l o s r e s u l t a d o s anhelados, figura histôrica tícl La m i s t e r i o s a a u t o r tíel L i b r o de buen amor ^ mmmnmÊtmmmmmi^mmÊttttam^mmmmmmmmimmtmmmm i [••••••MWW continúa desafiantío a los crlticos y permanece envuelta en un velo tíe vaguedades. Otro tanto puede afirmarse de las caracterlsticas flsicas del Arcipreste, Los rasgcs flsicos acumulados en las estrofas 1459-1464 no constituyen un retrato personal como opinaba (Ylenêndez y Pelayo, sino las caracterIsticas de un tipo sensjal; 3 autor cra. sino como tíesearîa ser. no como el RespGcto a las cualidadGs incGÍGctuaÍGs, a la filosofía y moraiitíatí dei Arciprcste, cl péndulo oscila de nuGVO. Puymaigre juzgô que se tratabc. de un libre pensador enGmigo de la iglcsia, micntras quc, para Amador dG los Rlos, Juan Ruiz fuc un "moralista y clêrigo ejemplar."^ Las opinioncs son igualmcnte cxtremadas en 174 l o que t o c a a sus conocimientos c l S s i c o s , filos6ficos, can6nicos y t e o . l 6 g i c o - m o r a l e s . fni e s t u d i o no fue Gnfocado con c l f i n tíc r e s o l v c r ninguna tíc l a s prcscntGs incôgnitas h i s t ô r i c a s , s i n cmbargo, quG puctícn dGducirsc algunas ilustrativas. conclusiones E l e x t e n s o e s t u d i o de B e l t r S n de H e r e t í i a sobre l a f o r m a c i 6 n Gspafíol, intelectual atíemSs tíe c o r r o b o r a r vaciones tíe Lagartíe ( p p , tíel clsro mctíiGvai intíirectamente 520-22) acerca tíe l a d e l c l e r o en g e n e r a l , a c l a r a l o s metíios que c l S r i g o s t e n l a n a su alcance para e f c c t u a r eclesiSsticos, Crco, E l autor tíel las obser- ignorcncia ciertos los estutíios L i b r o de buen amor, sea o no ^m^mmmmi^mmmitmtÊmimm^mmm'mmamrmmmmmm^mmm^mimtm^mmttmmm ' Juan Ruiz, fuera o no Arcipreste tíe Hita, conociô a fondo no s61o GÍ catccismo atribuido a Don Gil tíe Albornoz, sino la teologla quG sirviô dc basG a aquclla cxposiciôn doctrinal, Las ambiguGdadGs y divcrgGncias de ia tradiciôn no SG tícbGn a ignorancia tcolôgica, sino quG constituycn pincelatías maestras tíc su cuitíatíoso arte tíestinadas a la hilaridatí. Juan Ruiz no es ignorante, pero pretende serlo a veces, lo cual implica una inteligencia refinada y sutil, Otis Green hace hincapiS en esto al analizar el "Pr61ogo en prosa" (Spain, I, 46-53); Rita Hamilton apunta en la misma tíirecciôn al estutíiar la confesi6n (p. 157), y yo mismo lo he intíicado repetidas veces en este estudio, especialmente al cyaminar los pecados capitales, pp, 14653. Juan Ruiz fua un eclesiástico culto de la archidiô- 175 cesis toledana, probablemente un Arcipreste, como lo demuestra su familiaridatí con la estructura jerSrquica tíel Cabiltío y las tíifcrentes funciones tradicionalmenta asignadas a los arciprestes. Que pertenecla a la di6c9sis de Toledo se deduce de la probable memorizaci6n del catacismo atribuido a Don Gil tíe Albornoz y, especialmente, de la famiiiaridatí toponîmica y hagiogrSfica que dsmuestra respecto a este territorio. Poco mSs puede anadirse sin adentrarse por terrenos puramente espsculativos. Prop6síto del autor y pdblico al que se diriqe El núcleo de este primer apartado se reduce a la disyuntiva entre el ditíactismo y el humor an =1 Libro de buen amor. Esta larga controversia se halla muy bien documsntada y resumida por Deyermcnd en su reciente ediciôn del libro de Lecoy (p. xxii); serîa superfluo tratar de repetir aquî tan extensa controversia. Desao tan s51o incluir unas observaciones personalas. Debo confesar que hasta hace dos anos la soiidsz de los argumantos presentados por Spitzer y Lida me inciinaban hacia una interpretaciôn didSctica ds la obra de Juan ^uiz. £1 estudio posterior da los pasajas considerados tradicionalmente moralizantes o didScticos hizo mella en mi prístina convicciôn. Dos elementos han ccntribuidc, en ni opiniôn, a estabiecer y mantener la teorîa didSctica: 176 primero, la ingente cantidad de elementos blblicos, eclesiâsticos, catequôticos y raorales diseminados por toda la obra y, más importante, la carencia de un s61ido estudio sobre estos elementos, aceptatíos "prima facie" como serios 0 irreverentes segûn concurran o se aparten tíe la doctrina oficial de la iglesia metíieval. Descartantío, por evidentes, los teraas tís inspiraciôn goliárdica, existen suficientes claves en el prôlogo en prosa, la digresiôn sobr«3 la confesiôn, el planto por Trotaconventos, mSs los tratatíos acerca ds los pecados capitalss y armas dsl cristiano, que delatan el tono "ir6nico y socarr6n" de Juan Ruiz (Cejador, I, xiii). Si estos temas tíesgerratíos directamente dsi raensaje cristiano son usatíos, como hcmos visto, con fines artísticos, notíiriScticos,slguese qus los otros secuntíarios van por el mismo camino, Una incûgnita perraanece en mi msnte. Deyermond la ha expuesto magistralmsnte en la ya citatía introtíucciôn a Lecoyt The debate is now between those uího think of Juan Ruiz as a .Tian of conflicting impulses (including a disrespectfui sense of humor) uiho nevertheless uiantetí to tíeliver a tíidactic me^:sage, and thoss who see him as a comic poat \iihos3 .T£in concerns wsre artistic, but who \iiZ3 'ã btílieving Christian and at times felt that noral issues were dominant (p. xxii). Personalnjente, por las razcnes expuestas al tratar los conceptos n?ituraleza-celibato, ma inclino por la segunda, ansiando nusva evidancia para afianzar o abantíonar este 177 punto tís vista. Intimamente ligatío al prop6sito tíel autor al escribir, se halla el problema tíel público a quien tíirige la obra, Amatíor de los Rlos y inenSntíez Pelayo opinaban que los poemas tíel mestcr tíe clerecla, en general, se tíestinaban a la lectura privatía tíe las personas cultas y no a la 7 rccitaci6n p blica. lYienéntíez Pidal negô esta teorla y mantuvo, en particular, el estilo ajuglarado de todo sl libro de Juan Ruiz rastreantíotíetenitíamentelos elemcntos juglarescos (pp, 210 y 272-76), tangencialmente. Lecoy abortí6 el problema Admite que, aunque se dirigiera a un público culto burguSs, "on ne rGncontre pas tíans le Libro tíe buen amor tíe tableau tíe la vic aristocratique" (p, 347), lo cual no le impide concluir, un tanto incsperadamente, que el Libro de buen amor triunfarîa con todos los grupos sociales, con "nobles et bourgeois, clercs et viiains ..." (p. 348). Gybbon-(Ylonypenny, tras analizar las objecciones tíe HenSndez Pidal, afirma que las expresiones juglare&cas incorporadas al mester de clerecla son "repetitive and stereotyped."^ En opiniôn de Gybbon-iV.onypenny existen suficientGS rsfercncias cn csta escucla poética que parccen implicar "that the author hatí in mind an individual reatícr of the written text" (p. 235). Las observaciones precetíGntcs no sc sncaminan a probar quc cl Libro de buen amor fue concebitío cxclusivamcnte para ser leído en privado, La obra de Juan Ruiz 178 pudo ser Isída intíivitíualmente o recitatía ante el público, pero en ambos casos, por exigencias internas tíe la obra, tíebe pensarse en un público culto, preponderantemente clerical, religioso o IntimamcntG asociatío con la vitía g GclcsiSstica. fflonastGrios tíc ducnas, tcrtuiias cÍGricaÍGs, rcunionGs capitularcs o del arciprestazgo, famiiias y comitivas cpiscopaÍGs serîan cl tcrrGno mSs propicio para cl libro tíci ArciprGstc. 10 Hay quG rccortíar, cn primer lugar, GI bajo nivGÍ tíe formaci6n rsligiosa entre las masas tíe ia Edad lYledia. No se trata solamente de) tíesconocimianto tíei latîn frente a la pujanza de las lenguas vernSculas, sino de la crasa ignorancia rcspGcio a las VGrdades de la fe y de la ética cristianas. Entre las abundantes y acertadas observa- ciones tíe Coulton al estudiar la religiôn mGdicval, vale la pena recalcar estos dos ascrtos rGfercntGS a ia gran mayorla de los cristianos metíievales: The flock tended more and more to leave religion in the hands of the professionals, and to restrict its own share to the narroijuest and most mechanicai routine. Ths layfoik understood even less of the ^ass.... They often faiied to follouj the service even in its vaguest outlines." ín una obra religiosa popular medieval deberîan abundar las vidas de santos y milagros—ai estilo de Berceo— indulgencÍEis, reliquias, e t c ; elementos que brillan 12 por su a u 3 2 n c i 3 e n ' l a o b r a de Juan R u i z . 179 Putíiera cbjetarse, con raz6n, que los clSrigos en general no gozaban tíe mucha mejor preparaci6n intelectual. Wi contenci6n tíe un públicc primariamente eclesiSsticc para el Libro de bucn amor, SG basa en dos pilares centralesi la plStora tíe elementos directamGnte rslacionados con la iglcsia y las exigancias inhercntGS al gSnero parôdico, Respccto a la primera, n6tese que la mayorla de elementos eclesiSsticos que hacGn acto de prcscncia en el Libro tíc buGn amor no posccn profuntías raîccs tcoiôgicas; son mSs biGn rGflcjos tíc la vitía ortíinaria dc un clSrigo metíÍGval, La parotíia y ci humor brotan tícl diario que- haccr pastoral tíc los clérigos, no tíe abstractas cucstionGs tGol6gicas, Cuantío Sstas últimas aparccen, quetían bastante malparatías como cn la tíigrGsi6n sobrc la confGsi6n--sStira tíc la casulstica cscolSstica—y cn el prôlogo en prosa, probabÍG rGmcdo de las complicadas normas rct^ricas, El Libro dG bucn amor trata de simples curas, en busca tíe satisfacciôn sexual, atormentados por la naturaleza, por las mujeres que quieren conquistar y por el arzobispo o leyes del celibato; curas astutos—FcrrSn Garcîa—y tíonjuancscos—Fray ÍYlorcno—generosos con sus mujeres —abatí de San Pablo—humanos cicn por cien. Sobre Sstos germina la parodia, en torno a su vida tíe celebraciones litúigicas, bautismos, funeraies, rezo tíe las horas, confesiones, preparaci6n tíe sermones y exposiciones acerca tíe pecatíos y virtudes; asl como sus relaciones con las 180 6rtíGnes religiosas tíe ambos sexos y con la jerarqula eclesiSstica, El Libro tíe buen amor estS revestitío tíe sotana y bonete; sc abrc con una oraci6n y un S6rm6n y se cierra con una reuniôn saccrtíotai tíG los clSrigos de TalavGra. Entrc ambos cxtrGmos sc dGsarrollan las aven- turas tíe un Arcipreste, salpicatías con fSbulas y cjcmplos de monjes y crmitafíos, tíc monjas y ducrias cncGrradas, El Arciprcste es ayudado en sus menesteres amorosos por una alcahueta, adecuadaments llamada Trotaconventos, la cual estuvo por algún tiempo asociatía con las monjas, En cuanto al segundo punto, o cxigcncias tíc la parotíia misma, SG ha intíicado rcpetitías V G C G S en este estutíio a necGsitíatí tíc un público eclcsiSstico para con- valitíar la parotíia, DGyermontí lo expone cnn claritíad meritíiana: The essential requirement is, of course, that the thing parodied shouid be familiar to the audience to uuhom the parody is adtíressed, for without this familisrity, the audÍGnce cannot grasp the comparison uihich is at the base of all parody ("Some Aspects," p. 55). Apiicando este simple principio, Deyermond califica como parodia litúrgica varios pasajes del libro ("Some Aspects," p. 75). tros crlticos han destacatío que tíeterminados Gpisodios Gstaban dirigidos cspGcialmente a los clSrigos Sin alardear tíc componer una lista Gxhaustiva tíc elcmGntos y parotíias cclcsiSsticas, mc propongo agrupar. 13 181 siguientío el ortíen cn que aparccen en el Libro de buen Jimor, aquellos pasajcs quc consitísrotíirigitíossxclusiva 0 primordialmente a un público clerical; es tíecir, aquGllos pasaJGs que requcrirlan una familiaridari con la vida rGligiosa o clcrical para potíGr captar los polos comparativos de la parodia, Tomo ccmo basG las siGte divisioncs mayorcs cn quG Corominas subdividG G1 Libro dG buen amor. En la secci6n preliminar (1-180), Castro Guisasola fuG cl primGro en poncr tíc relicvG la concxiôn dc la oraci6n inicial con al "Ordo commentíationis animae," M S S recÍGntGmGnte Ullman ha rGcaicado los lazos que la unen a Ssta, asl comn a la estructura dsl pr61ogo en gcneral ("Juan Ruiz's Prologue," pp, 155-56), Acerca tíel pr61ogo Gn prosa, la tíisputa sntrc G Í grÍGgo y cl romano y la copla cazurra, mc parecG innGcesario anadir nada a lo GxpuGsto cn los capltulos tcrcGro y cuarto. La dis- cusi6n sobre astro ogla tícbGrla tambiên incluirsc cn ests apartatío, no s61o por los conocimÍGntos fiiosôficos y teol6gicos que presuponc, sino tambiSn por su posible asociaciôn con G Í tcma candcntG dei cclibato, Por la fuGrza tíe la naturalsza—los astros forman parte de ella-el cGÍibato serla 5mpracticabie. Otros muchos Glcmentos mSs sGCundarios podrlan citarse aqul, dsbitío a su tono eclGsiSstico, si biGn no puctíe afirmarsG catcgôricamente que Gstín dirigidos exclusivamente a los ciírigosî tales 182 como l o s Gozos de Santa i^arla ( 2 0 - 4 3 ) , l a s vanidatíes muntíanas (105) y l a tíuena encerrada La seguntía tíivisi6n tíel (166-180), L i b r o de buen amor, según Corominas, abarca l a p e l e a con Don Amor y l a respuGsta de Sste ( 1 8 1 - 5 7 5 ) , Cinco c p i s o r i i o s p r i n c i p a l s s tícbGn m c n c i o - narsG como G c l e s i S s t i c c s i l) la basatía en l o s pecatíos c a p i t a l e s ; tíiatriba c o n t r a e l Amor 2) e l pasaje tíe Don X i m i o , por l o s c o n c c i m i e n t o s canônicos que presupone y por su p o s i b l e r e l a c i 6 n con e l c e l i b a t o y l o s c l S r i g o s tíe T a l a v e r a , como he intíicatío mSs a r r i b a , p. 99; 3) las horas canônicas por razones obvias ya c o n s i d e r a t í a s ; tíiscurso 4) el sobre l a s propietíades d e l d i n e r o t a n t o s i SG 1G concGtícn rcpGrcusionGs g o i i S r d i c a s como s i no; 5) G 1 apô- logo d e l e r m i t a f í o b o r r a c h o , sôlidamentG t r a d i c i o n a l . ' Estc ú l t i m o t u v o qus gozar dG gran p o p u l a r i d a d e n t r e los oyentes amancebados o c é l i b e s , no t a n t o por e i abuso d e l v i n o como por l a e x c i t a c i ô n s e x u a i d e i monje, ridîculamcnte provocada por l a v i s i ô n de l a côpula e n t r e e l g a l l o y l a s g a l l i n a s , a c c i ô n que se consuma en un par de segundos. estos c i n c o p r i n c i p a l e s tíeben aPíadirse l a s citas bíblicas al explicar A frecuentes l o s pecados c a p i t a l e s , la p r e s e n t a c i ô n de i a a l c a h u e t a (438-441) y l a menciôn del e n i g m S t i c o Fray (Vloreno ( 5 6 5 ) , todos e l l o s de ambiontaciôn eclesiSstica. La t e r c G r a d i v i s i ô n en l a c t í i c i í n tíe Corominas ocupa e l e p i s tíio dc Don riciôn y Dofía E n d r i n a la (576-944). 183 No puGtíc tíGCirsG quG sea "per SG" de sabor Gclesiástico. Sin embargo abuntían las exprGsioncs clericalcs y junto con las avcnturas tícl lobo-monJG (765-781), la mGnci6n tíel abatí tíG San Pablo (875) y las amoncstacioncs a las tíucnas (692-909), ie revistGn tíc atractivos sspeciales para un público eclesiSstico. Otro tanto pudiera decirse de la cuarta divisi6n que incluye todos los sucesos en torno a las Serranas (9451066). en GI AdemSs de ciertos eiementos apocalîpticos presentes episotíio, y sin necesitíatí de recurrir a los CÍCIÍJS litúrgicos de LGcoy o a los Gxtrcmos alegôricos dc Hart, Gs indudablG que resta mucho por aclarar acerca ds estas 16 montafiesas, Dado ei carScter extremadamente locai de las aventuras y el alejamiento histôricQ, es tarea imposible descifrar el impacto de esas rutas y esos nombres en el clero medieval de esa comarca. Importa recaicar que el episodio no estS exento de implicaciones eclesiSsticas. 17 A partir de las Serranas, los elementos eclesiSsticos se multiplican en cantidatí e intensitíad. La quinta parte abarca todo lo concerniente a Don Carnal, Doha Cuaresma y Don Amor (1067-1314), Incluye el desarrollo del desafío y pelea entre Don Carnai y Dofia Cuaresma, la digresiôn sobre la confesiôn—totalmente ininteligibie e inapropiada para un laico—la psnitencia impuesta por el fraile a Don Carnal, las costumbres cuaresmales y el recibimiento triunfal de los eclesiSsticos a Don Amor. Todo ello 184 saturatío tíe elemontos anclatíos en el cotitíiano vivir de personas estrBcharaBnts vinculatías a la iglssia. Se dssarrolla a continuaci6n la prolongada lití amorosa sntrs el Arciprests y la monja Garoza (1315-1507). La crltica ruiziana parscs obsBsionatía por resolvsr el dileraa si la raonja cetíiô o no al final. Consitíero esta cu8sti6n un tanto secuntíaria ants la tortura interna tíe Dona Garoza, nacitía tíe vanos conatos por reconciliar los instintos naturales ccn la fitíelitíatí a sus votos. Juan Ruiz pinta *isl no s61o la aventura amorosa entrs una monja y un Arciproste, sino la agonla tíe otros muchos eclesiSsticos y religiosas que él mismo putío encontrar 18 en contactos pastorales, Por último las piezas finales (1508-1709), que incluyen el Planto por la muerts tíe Trotaconventos, las armas tíel cristiano, los Gozos tíe la Virgen, Loores a Santa rOarla y, como broche tíe oro, la cantiga tíe los clérigos tís Talavera, Respecto al planto, Uialker (p,242) destaca varios slementos catequSticos y propone una relaci6n tíirecta con la tíoctrina tíel pecatío original basatía en Gênesis, II, 17. Otros han mencionatío el clSsico tema riel "ubi sunt", la relaci6n entre el planto y la encarnaci6n tíe Jesús y, por último, sus implicaciones teol6gicas.^^ Las armas tíel cristiano y la cantiga tíe los cl<5rigos de Talavera han sitío ya exploratías en esta estutíio y las conclusionss parBcen obvias. 185 IntíiquS al iniciar este capltulo que la lista prasente no pretentíe ser exhaustiva. Otros pasajes putíieran citarsa con itíSnticas caracterIsticas eclesiSsticas. Creo suficien- temente probatío que a lo largo tíe totío el Libro tíe buen amor Gxistcn gran cantitíatí tíc GlGmcntos, tíirectaments asociatíos con la vitía y tíoctrina tíe la iglesia, elementos que requiercn ser analizados en su contexto eclesiSstico para poder comprGnder y aprcciar en sus múltiples facetas el rico arte de Juan Ruiz. CONCLUSIONES Juan Ruiz demuestra estar familiarizado con la potestad y funciones de la mSs alta jGrarquIa rie la iglesia medÍGval. El Papa aparGCG en el Libro de buen a"^or escasas veces, pero siempre revestido adecuadamentG tíG autoritíatí sobcrana y, salvo una crltica amortiguada dc la avaricia dGl papado y G X C G S O de tíecretales, libre tíe implicacionGs ncgativas. El resto tíc la alta jcrarquîa GcÍGsiSstica, cartíenales, arzobispos y obispos, emerge esporStíicamente en los cpisotíios ds abusos del tíinero, tíigrGsi6n sobre la confesiôn y la cantiga de los clêrigos tíe TalavGra. 3u papcl GS SGcuntíario e impersonal, desti- nado a completar la ambÍGntaci6n dcl cuadro. Quctía aclarada la subdivisiôn dc los clêrigcs GntrG los sacGrdotcs SGCuiarGs o diocesanos y los reguiares o miembros tíe ôrdenes y comunidades religiosas masculinas, incluyentío bajo esta úitima categorîa las múltipies referencias a los abades. La detallada y frecuente menciôn detíignitíadesy otros simples miembros del clero regular, en situaciones embarazosas y negativas contrasta con las mal disimuladas generalizaciones y atenuaciones ai referirse al clero secular; hecho que delata cierto favoritismo de Juan Ruiz hacia el clero diocesano o, más 186 187 probablemGntG, una accntuatía inquina hacia los micmbros tíe las 6rtíenes monSsticas, Hechas las oportunas salvedatíes, el vocablo "duefía" se refierc con frecucncia en el Libro de buen amor a miembros de 6rdenes religiosas femeninas, monjas de familias escogidas y cultura rcfinatía, tíato quc ampiifica consitíGrablementG G I papel de las monjas en el Libro de buen amor, no s61o en lo que atafie a las parodias de estos personajes eclesiSsticos, sino tambiSn a la posibiiidad de incluirlos como público capacitado para escuchar y tíisfrutar los versos del Arcipreste, En todo caso es indudable que el papel de las monjas en ei cngranajG artîstico del Arciprests merGCG un Gscrutinio mSs dctGnido quG GÍ rccibido hasta G 1 prGsente, En relaciôn a los santos, Juan Ruiz se limit6 a los conmGmorados cn su patria chica. Todos ios santos nom- brados cn G 1 Libro de buen amor eran venerados en la architíiôcesis de Toiedo—algunos exclusivamente--io que delata espGCÍales cuidados artîsticos por parte de Juan Ruiz con el fin de encarnar su obra en la realidad toledana, denotando al mismo tiempo su famiiiaridad con Gi martirologio, Las fcchas y fGstividades rGÍigiosas GstSn supeditadas al tcma que Juan Ruiz quiere dGsarrollar. En otras palabras, haccn acto tíe presencia por necesidad 188 tíe efecto artlstico, no religioso, Dato tíe suma impor- tancia, ya que si putíiera probarse su extGnsi6n a los tísmSs GlGmcntos GclesiSsticos echarla por tierra la hoy tíebatida teorla del tíidacticismo en el Libro de buen amor. Los elementos blblicos son secundarios a los elementos eclesiSsticos; aquSllos aparecen siempre dentro tíel marco tíG algún episotíio mSs extenso de genuino sabor eclesiSstico. La Biblia se limita asî a dar un barniz de verosimilitud y serietíad ai mismo tiempo que revela los conocimientos del autor. También aquî, la Biblia se conviertG en un medio para el arte tíG Juan Ruiz, nunca en un fin serio. Al cotejar los elcmGntos teol6gico-catequéticos tíiseminatíos por el Libro de buen amor con los catecismos del siglo XIV, llama la atenciôn la gran abundancia de datos en la obra dc Juan Ruiz y G1 estrecho paralelismo entre ambos. La falta de organizacion sistemâtica, sin embargo, junto con la libertad de tomar y dejar datos tratíicionales sígúr. convenga al autor es senal de que Juan Ruiz nc ss propuso componer un tratado didSctico, sino mSs bien una obra artîstica con especial atractivo para un público determinado, tro tanto puede afirmarse de las cGÍsbracione-s litijrgicas parcdiadas Gn el Libro dc bucn amor y de las exprcsiones tîpicamente eclesiSsticas 189 que Juan Ruiz usa asiduamentG y quG conducGn inexorabiemente a una sonrisa burlona o a solemne carcajada, Las citas tíe juristas y coleccioncs tíe cSnones sugisren algunas conclusiones respecto a la cultura tíe Juan Ruiz y al lugar dontíe cursô sus estudios. La exactitud y abundancia de tíatos canônicos hace pensar en la familiaritíad del autor con las fuentcs quc cita como "autoridatíss", De otro latío no puetíe achacarse a simple casualitíatí el hecho que todos los autores citados estuvieron asociatíos con la escuela tíe Bolonia y, mSs sorprcntíGntGmGntG, a fincs tícl siglo XIII y principios del XIV, pcrlotío quG abarcarîa la etíatí formativa tíc Juan Ruiz. El episodio tíe la tíisputa entre el griego y G1 romano contiene en germGn algunas dc las caractGrîsticas vitaÍGS dcl artG de Juan Ruiz, como la ambiguedad, la parodia múltipÍG y la inclusiôn de elementos directa o indirectamGntG rclacionados con la vida y actividatíes de los eclesiSsticos medÍGvales. Estas características se acentúan y condensan en la parodia litúrgica de la adoraciôn tíe la Cruz el Viernes Santo referida al fracaso amoroso con la Cruz panadera, Esta parodia, irreverente a primera vista para un p blico ordinario, se convertiría en pura hilaritíatí entre los ecÍGsiSsticos, 190 Una simpls ojcatía a varios ap61ogos pone tíe reliave el interSs de Juan Ruiz por comparar, contrastar y asociar ciertos elementos de la vida cclGsiSstica con situacionss inesperatías, con el fin tíe provocar la risa en un público capaz tíG aprcciar Gsas sutilczas c intíircctas, Juan Ruiz tía sGfíalGs tíe bromGar frGcuGntementG al tratar tíel clero regular y ôrdenes rcligiosas masculinas, mctíiantG alusioncs malêvolas a su avaricia y lujuria—opuGstas a los votos--y con parotíias tíe sus costumbres monacaies, modo tíe vestir y actos litúrgicos comunitarios. Algunos tíe Gstos elementos existîan ya en la tratíiciôn, pero la mayorla llevan cl S G I I O inconfuntíibic dc Juan Ruiz. La parodia de las horas can6nicas ha sido considerada tradicionalmGntc como partc Gxplicativa tíci pecado de la hipocresîa, El examan detenido de las estrofas pertinentes confirma, sin embargo, que Juan Ruiz se refiere aquî al pecatío de la acitíia, muy a tono con G1 conccpto tcolôgico tíG Gstc pecado y con los efectos descritos en la parodia. Los elGmcntos eclesiSsticos son abundantes y obvios; tanto los personajes como el tema y el lenguaje están perfectamente anclados en la tradiciôn GCÍGSiSstica mGtíÍGval, La pGÍca GntrG Don Carnal y Doha Cuarcsma constituyc un racimo de parodias y elementos GclesiSsticos procedentes 191 tíe las costumbres y prScticas cristianas metíiGvalcs en torno a la cuaresma, asl como tíe textos blblicos y posiblemente tambiSn tíe las ritualitíatíes en torno a las Visitas Can6nicas tíe parroquias, monasterios y conventos metíievales. Las posibilidatíes son múltiples, pero no se excluyen mutuamente sino que se complemGntan y cnriquccGn G1 artG tíG Juan Ruiz. En la Cantiga de los clêrigos tíc Talavcra, aunque hay reflcjatíos algunos datos de la tratíiciôn litcraria, cobran prioridad los clGmGntos histôricos. La paradoja brota de una situaci6n rcai producitía por la discrGpancia Gntrc las lcyGS univcrsaiss tíGÍ cclibato y su aplicaciôn diocesana, sujeta a toda clase tíe excepciones y privilcgios. Juan Ruiz la ccntra cn la corrompida Taiavcra, en torno a su cabildo y a su arzobispo. Todo el andamiaje es hist6rico, pero la pluma de Juan Ruiz lo eleva a la categorîa de arte consumatío, El efecto es c6mico, pGro no puctíG tíescartarsG ia prcsGntaciôn vclada del drama en torno al celibato, ya que las ieyes del arzobispo van en contra de lo que permiti6 el mismo Dios. Dejando a un lado GI hccho tíc estar escrito en forma tíe serm6n culto, la tíifcrencia más patente entrc G1 pr61ogo dol Libro dG buen amor y los prôiogos dc los tratados didSctico-morales mediGvalGS radica en la ciaritíad 192 tíG éstos frente a la ambiguetíatí tíe Juan Ruiz. Esta oscuritíad se debe tanto a la intenci6n tíel autor como a la naturaleza tíel sGrm6n culto. DGbitío a estas caractc- rîsticas, s61o lcs clSrigos potírlan aprovGcharsc tíc csta introducciôn y dcscifrar sus aplicacioncs y alusioncs, Estc tíato atíquicrG gran importancia por G1 papci GstratSgico qua el prôlogo juaga cn la arquitGctura tíc cualquier obra litcraria. El catccismo atribuitío a Don Gil de Albornoz, mSs los otros tíos de Don GutÍGrre de TolGdo y Juan de Arag6n poncn tíc manifÍGsto los conocimicntos catcquGticos de los saccrdotGs castGÍlanos tícl siglo XIV, Asimismo rGvelan el hecho que los sacertíotes tíeblan aprender esos catGcismos dc mcmoria para prctíicar a los ficles sobre las vertíadGs bSsicas dG la fc cristiana varias veces durante ei aho, El catecismo tíc Don GutÍGrrc pruGba quc, cn vcrdad, ios saccrdotGs lo mGmorizaban, lo cual incrcmGnta considerabÍGmGnte la probabilidad quG GI mismo Juan Ruiz lo aprendiera de memoria si fuc en rcalidad sacGrdote toÍGdano, El autor dsl Libro tíG buen amor da muestras de conocer a fontío ei catGCÍsmo atribuido a Don Gil y ia tcologla cn general. Sus divergGncias son intcncionatías, gcnGralmente con fines humorIsticos. TambiSn demuGstra Qstar muy familiarizado con la jsrarquîa, las funcionGs 193 eclesiSsticas y la atíministraci6n pastoral tíe la tíi6cesis toletíana, por lo cual tíebe concluirse que Juan Ruiz fue un sacertíote tíe la architíi6cesis tíe Toletío, Dos conclusiones principales setíetíucentíeltíetallatío examen tíe los textos sobre los pecatíos capitales y armas tíel cristiano, En primer lugar, los episotíios sobre ios pecatíos capitales que aparecen en tíifGrcntGS lugarcs dGÍ libro SG hallan íntimamGnte relacionados, evidenciando asl la claridatí de conocimientos y continuidad artîstica en Juan Ruiz. En segundo lugar, la exactitud teolôgica se supedita siempre a la funciôn artîstica de los pecados cn tíetcrminados episodios, pcro, una vez desviado de la tradiciôn, Juan Ruiz manticne idêntico punto de vista en los restantes pasajes sobre el mismo tcma, [^;enos importante es ei hecho que Juan Ruiz no intentô basar su arte en combinaciones sGptcnarias, como algunos han afirmado, sino que us6 completa libertad artística en combinaciones binarias, ternarias o septenarias, por citar s61o las más frecuentes. El concepto tíe la naturaieza opuesto por Juan Ruiz a las leyes tíel celibato se introtíuce como un conato por conciliar los repGtitíos asertos scrios de Juan Ruiz con G1 tono jovial de totío GI Libro de buen amor. DG SGT cÍGrta Gsta tcorla, la obra habría nacitío del conflicto cntre las 194 arcaicas leyes del cslibato eclesiSstico y el concepto natural tíel hombre profesatío por Juan Ruiz, Al examinar bajo esta luz cicrtos pasajes tíel Libro dc buen amor hasta hoy oscuros, adquÍGren nuGvas tíimGnsioncs y posibilitíatíGs y parGcen apoyar esta hip6tesis un tanto visionaria. Esta teorla ticnG cn cuGnta la situaciôn histôrico-GcÍGsiSstica mctíÍGvai y ahadc cohGsividatí a las tíos VGrsioncs del Libro de buen amor. El Libro de buen amor representa simplemente la exposiciôn artlstica de la filosofía de Juan Ruiz en torno a la naturaleza del hombre y las leyes dei cciibato G C Í G siSstico, ComÍGnza con la cxposiciôn dGÍ concGpto dc la naturalGza y dGscribG la pGnosa condici6n dGÍ cSlibc sn la lucha constante, y aparentemente inútil, contra la fuerza instintiva de Don Amor. Los eJGmplos sirven para ilustrar la condici6n dcl ArciprcstG como rcpresentativa tíe la totalidad de clêrigos y monjas, Juan Ruiz propone una respuGsta armonizadora GntrG la doctrina cristiana y la naturaÍGza humana cn G1 cpisodio ds ias armas dGÍ cristiano, pero la historia continúa y se repite como prueba la Canliqa de los clêrigos de Talavera. La insistencia dc la jerarqula sobre el celibato esciarece la personaiidad atnrmentada y ambigua del Arcipreste a lo largo tíe toda la obra. 195 El anSlisis de los episodios con mayor concentraciôn de elementos catequStico-morales revela quG G1 fin primordial de Juan Ruiz no cs enschar sino cntrGtGncr, Existc la posibilidatí quc GI autor SG propusicra comcntar y criticar tcmas serios, como G I celibato, por cjer.-plo, pGro GÍ libro no tíGbc consitícrarsG didSctico en el scntido tratíicional tíc cste gênGro, a pGsar dc las distintas filosoflas rGfÍGJadas cn el libro. E tonc de la obra puetíe resumirse en una risa amargada. La gran abundancia de diversos eiementos eclesiSsticos, el uso artîstico que Juan Ruiz hace tíe êstos, las exigcncias internas de la parodia que exige familiaridad con ambos polos para ser efectiva y las circunstancias hist6ricas de la sociedad e iglcsia mGdÍGvales cnnfirman la conclusiôn de que G1 Libro de buen amor estS dirigido primordialmente a un público culto, clerical y religioso, Intimamente asociado y familiarizatío con la vida pastoral de un clSrigo metíÍGVdl. NOTAS Introtíucci6n R o b e r t R i c a r d , "Les pSchês c a p i t a u x tíans le L i b r o tíe buen amor," Les L e t t r e s Romanes, 20 ( 1 9 6 6 ) , 5-37. 2 M a r g h e r i t a ÍYlorreaÍB, I n t e r v e n c i 6 n en l a tíel clausura I Congreso î n t e r n a c i o n a l sobre e l A r c i p r e s t e , E l A r c i p r e s t e tíe H i t a t el libro, e l autor, la l a época» etí. (tlanuel Criatío tíe V a l ( B a r c e l o n a t 1 9 7 3 ) , p. en tierra, Seresa, 509. Capltulo orimero Juan R u i z , L i b r o tíe buen amor, 6 t í i c i 6 n c r l t i c a tíe Joan Corominas (îflatíridt tíel Gretíos, 1973). t e x t o e i t S n tomatías tíe e s t a e t í i c i 6 n . p a r S n t a s i s ss r e f i c r e crlticus a l a estrofa y los Totías mis c i t a s E l número e n t r s comentarios a l a s mismas se i n t í i c a r S n pcr e l número tíe l a pSgina en que se h a l l e n . P a r a una mejor comprensi6n tíe e s t a eclesiSstica, tratíici6n a s l como tís l o s cSnonss sn que sa 196 halla 197 condensada puede c o n s u l t a r s e la tesis d o c t o r a l d e l Pbro. José S e r v e l i 6 n C o r r e a , La p o t e s t a t í l e q i s l a t i v a Iqlesia cat61ica de A m e r i c a , (lÅlashington, D.C.t 1 9 2 5 ) , pp. 6 8 - 7 7 . Universitíatí 1960), III, la Cat61ica VSase tarabiSn John A. Abbo and Jerome D. Hannan, The Sacretí Canons ( S t , Hertíer Book C o . , tíe Louist B, 110-19. 3 J u l i o Cejador de H i t a (Matíridt y F r a u c a , e t í . , Juan R u i z Espasa-Calpe, 1951), II, Arcipreste 102. 4 JosB (Tlarta Aguatío, G l o s a r i o sobre Juan Ruiz^ castellano p, 3 7 0 , tíel s i q l o XIV (ftladritít Para un e s t u d i o tíetallado Espasa-Calpe, poeta 1929), del origen, evoluci6n y e x t e n s i 6 n de l o s pecatíos r e s B r v a t í o s , cons l t e s e Henry Charles Lea, A H i s t o r y of A u r i c u l a r Confession antí Intíulqences i n t h e L a t i n Church (Nem Yorkt Press, 1968), 5 VSase en p a r t i c u l a r , raSs tísstacados, "Apuntes para un corasntario l i t e r a l a su o r i g i n a l i t í a t í , a(3n cuando aqul l a alusi6n \ Joan CoroMÍnas ( p . 4 4 0 / L i b r o tís buen amor.," I R i E , 43 ( 1 9 6 3 ) , merecB c i t a r s s 312-46. / Entre los y l^, W o r r e a l e , I, Greenwootí riiscrepo tíirecta 249-71. tíe la tíel Atentíientío conclusi6n, a l a r z o b i s p o Don G i l ds Albornoz que (fl, C r i a t í o de V a l c r e e ver sn e s t a estrofa, expresada cn su l i b r o , H i s t o r i a tíe H i t a y su Arcipresto (fíîatíridi Nacional, 1 9 7 6 ) , pp. 102-03. ^ Ricartío G a r c I a « V i l l o s l a d a y Bernartíino L l o r c a , 198 Historia de la Iqlesia Catôlica. II (nadridi Editorial Catôlica, S.A., 1976), 628. 7 Para l a estrecha v l n c u l a c i 6 n e n t r e e l arzobispo Don G i l y e l L l b r o de buen araor^ vêase B 1 l i b r o c i t a d o tíe C r i a d o tís V a l , H l s t o r i a tíe H i t a , pp. ya 83-123. o Otros raenesteres tíe los arciprestes medievales, i n c l u y e n d o l a l e g i s l a c i 6 n a l f o n s i n a tíe l a s P a r t i t í a s , han sitío cor entatíos por Fernantío tíe T o r o - G a r l a n t í , Arcipreste, protagonista l i t e r a r i o E l caso 'Wal A r c i p r s s t s ' tíel E l A r c i p r e s t e tíe H i t a , tíel "El medievo e s p a f í o l . d e l FernSn G o n z S l e z , " en e d . C r i a d o tíe V a l , pp. 327-36. En e s t a misma obra se h a l l a o t r o e s t u d i o sobre e l mismo t e n a , Eduiin J . Ulebber, "La f i g u r a aut6noraa d s l pp. Arcipreste," 337-42. g Morreale l l e g a a esta conclusi6n tras la interpretaciôn de Henry B. Rlchartíson en su Etymo- loqlcal Vocabulary, "ortíered, c r t í e r l y , tíescartar segijn e l c u a l "ortíenatío" «iQll-dressetí," significarla V é a s e , " A p u n t e s , " p, ^^ C l e r i z Ô n o c l a r i z o n t e poselan o t r a s 286. connotaciones d e s p e c t i v a s ausentøs sn e l L i b r o tíe buen amor, t a l e s como c l é r i g o mal v e s t i r i o , de roalos motíales e i n c l u s o c l S r i g o de costurabres r e l a j a t í a s , según a c l a r a l a E n c i c l o p e t í i a I l u s t r a d a ELTOpea-Americana (matíritít Espasa-Calpe, mmimÊt^^m^^m^mmmø^m^^m^m^^mm'mmmm'^mmmmmmÊmmtmmmm^Ê^mmmmmÊ^m^^m^^^mmm/m^^mmm 1933), X I I I , 849. C i t a d a en a d e l a n t e , Enciclopedia Univarsal S.A., 199 Universal, Joan C o r o m i n a s , D i c c i o n a r i o c r l t i c o de l a lenqua c a s t e l l a n a (Watíritíi Gretíos, etimol6qlco 1954), I , 2, 12 Aguado (p, 186), afirma sin aportar pruebas s61idas que lo contrario es cierto. Es decir, que Juan Ruiz satiriza más acerbamBnte a los curas seculares, 13 F á l i x L e c o y , Rechsrches sur l e (Parist Oroz, ' L i b r o tíe buen araor* 1 9 3 8 ) , pp, 2 3 7 - 4 3 y 2 6 1 - 7 0 , 14 Carmolo G a r i a n o , E l muntío p o S t i c o tíe Juan R u i z ^^^mmmm^mÊtmmtmm^^m^mtmm^mm^mmmmmm^m^^^tmmmm^mt^mmÊmmÊ^mÊmrm^^mmmtmÊ^mmmmmmmm (Wadritíi Gredos, 1 9 6 8 ) , pp, 80-86. 15 Jorge Guzmân, Una constantB L i b r o tíe buen amor ((yilxicoi pp. tíitíSctico-raoral lowa U n i v e r s i t y P r e s s , tíel 1963), 41-92. ^^ Diccionario, II, 202-03. Esta opini6n es itíSn- tica a la expresatía en su etíici6n crltica tíel Libro tíe buen amor al comentar el verso 166tí (p. 112); sin embargo en la misma etíici6n, en una nota escueta a I396b dicet "Duehas ss emplBaba espBCialmente para monjas" (p. 524). 17 D i c c i o n a r i o tíe l a lenqua e s p a h o l a , R e a l Acp.tíemia Espaholo, 1 9 4 3 ) , p. tíecimosêptima 482. e t í i c i 6 n (l^atíritít Espasa-Calpe, 200 18 E s t o s l i b r o s f u e r o n muy p o p u l a r e s e n t r e s o g l a r e s tíe l a Edad M e d i a . p e d i a (Neuj York and S t . los Vôase, Neui C a t h o l i c Enyclo-^ Louisi fricGraw-Hill, 1967), VIII, 854. 19 A partir sobre todo d e l C o n c i l i o tíe Coyanzs. Véase G i v a n n i M. W a n s i , Sacrorum C o n c i l i o r u m nova e t ' mmmmmmummimtmmmmtmmtmÊmi^itmtit^mtmÊtmt^mmmmmÊåÊmmmmmmmmmmmmmmmmmmmti^mmmmmmmmmÊmtmm amplissima collectio ..., XIX (Venezia, 1759), 788. 20 D í c c i o n a r i o de A u t o r i t í a t í e s , R e a l Acatíemia Espanola ( l 7 2 6 f rpt. (riatíritíî Gretíos, 1964), I I , 347. 21 pflarla Brey îTlariho, e t í . , A r c i p r e s t e tíe H i t a i / ' de buen amor ((Vladritít ' Castalia, mm^mtmmmmmmm^mmmamtmmmmmmÊmmmmg^mm^^mmmf 1 9 7 2 ) , p. Libro mmimimmimacfmtÊ^mm^mmmmvm^mmmmmmm 60. oo L u i s B e l t r â n opina que U r r a c a , t r a s haber satío con l a v i u t í a , no h a b r í a buscado una raonja s i que i b a a ser muy tíiflcil " s a l i r tíe nuevo r a n a . " (Valenciat Castalia, conquistarla; fracasupierei qus l e puetía VSase, Razonss tíe buen amor 1 9 7 7 ) , p. 322. ^^ E s t a t r a d i c i ô n p e r s i s t e en t i e r r a s tíe Espaha como Burgos y (Ylallorca. del s a n t o , animalss En s s t a i s l a B I tíla tíe l a 17 tíe e n e r o , SB acosturabra l l s v a r tíomésticos festivitíad algunos a l a s proxiraitíatíes tíe l a i g l e s i a o casa p a r r o q u i a l p a r a que e l cura l o s bentíiga. ^^ Para l a f a m n i a r i t í a t í tíe Juan R u i z con l o s lugares g e o g r S f i c o s , vSase C r i a t í j tíe V a l , T e o r l a tíe C a s t i l i a la 201 Nueva (nadridi Gredos, 1969), pp. 183-93. 25 Enrique Florez, Espana saqratía^ V (Wadridt Imprenta de Pedro Wartln, 1781), 277-96. 26 Wadoz, D i c c i o n a r i o q a o g r S f i c o , V I , 2 7 9 . Citatío en E n c i c l o p e t í i a U n i v s r s a l , X X V I I I , p r i m e r a p a r t e , También p u t í i e r a r e f e r i r s e consta h i s t 6 r i c a m e n t e p o s e l a una p a r r o q u i a Lecoy, p, 27 1031-32. a l p r o p i o pusblo tíe H i t a , puos que en tierapos tíe Juan R u i z H i t a tíetíicatía a "San J u l l S n " , VSase 332, Puede v e r s e un tíctallatío en L u i s B e l t r â n , pp. 2 6 4 - 6 5 . e s t u t í i o tíe "Sant fnsder" Para Santa (tlarina y su equivocatía i t í e n t i t í a t í con Santa n a r g a r i t a ds A n t i o q u l a , vSase Aguado, p. 28 453« Véanse e s p e c i a l m e n t e L u i s B e l t r S n , pp. 262-63; l í a r t l n de R i q u e r , "La cuaresma tíel A r c i p r e s t e tíe H i t a y e l problema tíe l a tíoble retíacci6n tíel L i b r o tíe busn amor," en IvlelanqBS c f f e r t s a R i t a Le ieune ( L i a g e t Duculot, S.A., 1959), I I , 511-21. Etíition J . Las bodas solemnes sstaban p r o h i b i d a s tíestíe el domingo tíe septuagásima h a s t a B 1 domingo tísspués tís Pascua llaraatío "Quasimodo." VSase G a r c l a - V i l l c s l a t í a , II, 836. 202 C a p l t u l o sequntío Dwayne E. Carpenter, " B i b l i c a l Elerasnts in tho L l b r o tíe buen amor," t e s i s i n S t í i t a , ( U n i v e r s i t y of C a l i f o r n i a , BerkBlsy, 1976). 2 La refersncia a Dante (Paratíiso, XXIX, 103-20) proviene tíe Harry Caplan, Of Eloquencei Stutíies in Ancient antí (^etíieval Rhetoric, etís. Anns King and Helen North (Cornell University Press, 1970), p. 49. Todo lo referente a esta controversia pustíe corroborarse en W. Davy, etí. Les serraons universitaires parisiens de 1230*«1231 (Paris, 1931), especialmente pp. 23-76. Puetíe consultarse tambiên Yngve Brilioth, A Brief History of Preachinq, tr. Karl E. (tlattson, (Philatíslphiat Fortress Press, 1965), pp. 82-85. Sin pretensionss do llevar a cabo un anSiisis crltico ds las citas blblicas que aparecsn en el estutíio de Carpenter, rae permito tíiscrepar tíe otra raSs tío sus alusionesi "At times, the meaning of ths Biblical source is alteretí in ortíer to state what people ^o, which is often contrary to uihat a Christian is supposetí to tío" (p. 290). Uno tíe los tíos ejeraplos que atíuce es el siguientet "Engaha a quien te engaha 8 al que te fay, faile" (I466c), Carpentsr relaciona este vorso metíiante ei principio tíe alteraci6n a la frase svangSlicat "Omnia 203 ergo quaecumque vultis et faciant vobis hominBs, et vos facite illis" (Wateo, viii, 12). El verso 1466c se acerca mâs a otra expresiôn blblica, la conocitía Isy tíel Taliôni "Ojo por ojo y diente por diente" (mateo, v, 38), aparecida con anterioritíatí en el Libro tíe buan amort mimÊmÊtmm^mtmmmÊ^tmmmmtmmÊmi^mttmmtmmm^mÊmmmmmmimmmmmmm "Esto me o f r e s c o provar so pena tíel t e l i ô n " (328tí). Antonio C. F l o r i a n o , "Un c a t e c i s m o c a s t e l l a n o tíei s . XIV," R e v i s t a Espahola tíB Petíaqoqla, 3 ( 1 9 4 5 ) , 87-99; Derek W, Lomax, "El c a t e c i s m o tíe Albornoz," en Stutíia A l b o r n o t i a n a , XI. El Cartíenal Aibornoz y e l C o l e g i o tíe Espaha, etí. E v e l i o Vertíera y T u e l l s ( P u b l i c a c i o n e s Real C o l e g i o tíe Espaha en B o l o n i a , tíel 1972), pp. 2 1 5 - 3 3 . Los d e t a l l B S y l a problemStica de ambos catecismos se estudiarân en e l c a p í t u l o c u a r t o a l tíiscutir e l papel que e s t o s elementos c a t e q u S t i c o s juogan en e l Libro tíe buen amor, S i g o funtíamentalmente e l citatío s s t u t í i o tís F l o r l a n o en l a e x p o s i c i 6 n tís l o s a r t l c u l o s tíe f e , motíernizando l a terrainologla y ahadiendo por mi parte l a s c i t a s dontíe e s t o s a r t l c u l o s quetían r e f l e j a t í o s en e l Libro de buen amor. ^ Sobre l a importancia tíe l a Trinitíatí en e l Lihro tíe buen amor, vSase Luis B s l t r â n , pp. 172-73. "^ R i t a Hamilton, "The D i g r e s s i o n on Confession in the 204 L i b r o tíe huen araor," en ' L i b r o tíe buen amor* S t u t í i e s , mmmÊÊmmmmimmmmÊummmmmmÊ^mimami^m^mmmm^mmtam^m^mmm ^ ^mmmmit9mmimmMi^mmmmmimmmimmmÊmm,^mmmmi^å^mti^mnjmmmim^mmmmmmi^mm^m^^mm^m^ G. B. Gybbon-Wonypenny (Lontíont Taraesis, ed, ^ 1 9 7 0 ) , pp. 149-57. o F S l i x L e c o y , pp. 172-87; R o b e r t R i c a r d , "Las armas d e l c r i s t i a n o en e l L i b r o tíe buen araors" en E l tíe H i t a , etí, C r i a t í o tía V a l , pp, 9 4 - 1 0 3 . Arcipreste Anteriormente R i c a r t í p u b l i c ô o t r o e s t u d i o sobre e l mismo tema, "Les péchSs c a p i t a u x ..,," c i t a d o ya sn l a introducci6n, g Estos y otros muchos detalles acBrca de este jubileo puetíen verse en Garcla-Villoslatía, III, 110-11, Para estos y otros tíetalles acerca tíe la celebraci6n tíe los sacramentos sigo funtíamentalmente a GarclaVilloslatía, II, 835-36. ^^ Missale Romanura, etí. III Juxta Typicam Vaticanam, ^m^mmmmmi^mmm'^mmtínmmmmÊmm^mÊmmttmai^mm^m^m * (Benziger Brothers, Inc, U,S.A., 1942), p. 62. Este misal promulgatío bajo cl pontificatío tíel Papa Plo V (1573-1585), naci6 a ralz de un tíecreto tritíentino que encom6nd6 al Papa su elaboraciôn y publicaci6n, Se trata, pues, tíe un docuraBnto del s, XVÎ, pero hay que tener en cusnta qus PIo V no rompiô con la tradiciôn al componer el raisal, sino que se limitô a corregir, ortíenar y poner al tíla, por lo que no Gs diflcil admitir que en la mayorla de los casos se lirait6 a sancionar las costurabres ya oxistentBS, ^^ Seqún la tradici6n hubo un monjs en el monasterio 205 de Wonte Celio, súbdito de San Gregorio, que conservaba sin licencia tres monedas de oro. fes6 su pecatío. Cercano a la muerte con- San Gregorio mantí6 que le enterrasen fuera de sagrado y ordenô que ofrecieran por Sl treinta dlas consecutivos el sacrificio tís la raisa. Al fin tís sllas se apareci6 el monje a otro tíe la misraa comunitíad, tíiciéndole que por estos sufragios acababa de salir de las psnas del Purgatorio (Enciclopetíia Universal. XXXV, 888-89). 13 Corominas opina que " o f i c i o s " s i g n i f i c a aqul "tísbsr e s , o b l i g a c i o n s s , " pero tíatío e l contexto enteramente r e l i gioso de l a e s t r o f a rae i n c l i n o por s l rszo tís los salraos ( p . 570). 14 Véase un Bjsmplo sn, Corpus Consuetutíinum (Tlonasticarura^ vol. Ilt The Customary of the Benetíictine Abbey of Eynsham in Oxforshire, etí. Antonia Granstísn (Sisgburgi Apud Franciscum Schmitt, 1963), 130. Las fusntss quB ms han sido accesibles para esta tarea son Garcla-Villoslatía, II, 821-32; Servsli^n Corrsa, pp, 107-17; Enciclopetíia italiana tíe scienze, lettere etí arti (1929| rpt. Roraat Istituto tíslla Enciclopstíia Italiana, 1949), XII, 468-69; XIII, 294; XV, 238-39; XVII, 225| XVIII, 253-54. Wás dstallBS sobrs sstas univsrsitíatíBs asl como amplia bibliografla puetíen hallarse en, NBUI Catholic tncyclopetíia, III, 40-47. 206 Capltulc tercero mmmmmimmmmmm^mim^mtmmmmmmm*mmmtmmm^'^m Rulzt tjx£s mmm^mm A s l l o hacB por ejemplo Litía ds W a l k i s l , e t í . , Juan 5elecci6n crt- tíel " L i b r o tíe busn amor" v e s t u t í i o s (Buenos A i r e s t Eutíeba, 1 9 7 3 ) , p. 37. Concretamente a f i r m a que p r o v i e n e tíe P r o v , XXV. 20 y E c c l . XXX. 21-22. 2 Anthony N. Z a h a r e a s , The A r t of Juan R u i z of H i t a p. ((tlatíritít Arcipresta E s t u t í i o s tíe L i t e r a t u r a e s p a h o l a , 1965), 70. 3 A . D . Deyerraontí, A L i t e r a r y H i s t o r y Witítíle Aqes (Londont E r n e s t Benn L t d . , of Spaint Tha 1 9 7 1 ) , pp, 50-63 y 96-97. Otros aspectos, espscialraBntB las tentíencias y caracterîsticas generales tíel humor en Juan Ruiz han sitío suficientBraenta estudiarios por varios crlticos. ejBmploi Véase por Otis Grssn, para quisn la parodia y lo burlescc son la esencia del Libro tíe buen amor, Spain and the Uíastern Tratíition, I ((tlatíisont 1963), 32-33; The University of Wisconsin Press, Zahareas, The Art^ pp. 28, 31 y 53-60. Un Bstutíiotíetallatíoacerca tíe las tíiferentes tScnicas humorlsticas que eraplea Juan Ruiz puetíe verse en la tíisertaciôn inStíita tíe (niriam L. Eltíritíge, "Types antí Techniques of Humor in the Libro tíe buan amor of Juan Ruiz, Arciproste of Hita," (University of Pittsburgh, 1967). 207 5 Kenneth R. Scholberg, S f i t i r a e i n v e c t i v a en l a Espaha wedieval (madridt Gredos, 1971), p, 9. Puede verse bien resumida y c l a s i f i c a d a en Ruth Cave Flottiers, V o l t a i r e ' s S t y l i s t i c T r a n s f o r n a t i o n of R a b e l a i s i a n S a t i r i c a l Devices (Ulashington, O.C.i U n i v e r s i t y of America P r e s s , 1 9 5 l ) , Catholic También he consultado para este e s t u d i o , John W. B u l l i t t , Jonathan Suiift and the Anatomy of S a t i r e (Cambridget Harvard U n i v e r s l t y Press, 1966), especialraente los t r e s priraeros c a p l t u l o s , pp. 1-122, 7 No es mi i n t e n c i 6 n r e d e f i n i r e i d e n t i f i c a r y l a s á t i r a , aunque ésta abarque a a q u é l l a , l a parodia Debido a las peculiares c a r a c t e r l s t i c a s del e s t i l o de Juan Ruiz he creldo conveniente y simplicador e l consitíerarlas juntas. Un resumen r e c i e n t e de las diversas controversias y nuevas aportaciones puede verse en Sara Sturra, "The Greeks and the Romanst The A r c h p r i e s t ' s Warning t o h i s Reatíer," RowN, 10 ( 1 9 6 8 - 6 9 ) , 4 0 4 - 1 2 ; p o s t e r i o r a Ssta y raSs a l d l a , A, A. P a r k e r , "The Parable of the Greeks antí Roraans in the Libro tíe buen amor," en Wetíieval Hispanic Stutíies Presentstí to R i t a Haraílton, ed. A. D. Oeyermond (Londont pp. 139-47. Támesis, 1976), La contextura a r t l s t i c a ha sido estudiada sn d e t a l l e por A. Zahareas, The A r t , pp. 5 3 - 5 9 , ^ Lecoy, pp. preste de H i t a i 165-68; J u l i o Puyol y Alonso, E l A r c i - Estutíio c r l t i c o (inadrid, 1906), pp. 131-85; 208 Z a h a r e a s , The A r t , pp. Leo S p i t z e r , Hita," 54-55, "En t o r n o a l a r t e en L i n q g i s t i c a e h l s t o r i a 1 9 6 1 ) , p. d e l A r c i p r e s t e tíe literaria (Matíridi Gredos, 105. C r i a t í o tíe V a l cree que se t r a t a tíe un p s r s o n a j e r e l a c i o n a t í o con H i t a a p r i n c i p i o s tíe H l t a , pp. 8 0 - 8 1 ) . tíel siglo XII (Historia Datía l a a f i c c i 6 n tíe Juan R u i z por c o n c r e t o e i n m e t í i a t o no parece p r o b a b l e . Cualquier lo perso- naje h i s t 6 r i c o a n t i g u o r e s t a r l a e f s c t i v i t í a t í a l L i b r o tíe buen amor, c o n s t r u l t í o sobre un p r e s e n t s autobiogrSfico. Caso tíe c o n s i t í e r a r s e Ferrantí G a r c l a como ente f i c t i c i o me atengo a l a e x p l i c a c i 6 n tíe C e j a t í o r i "Fsrrantí púsolo porque • a f e r r 6 ' tíe l a tíueha, que en Susquera suena l o que a g a r r a " (I, como ' G a r c i a ' , 53), ^^ VSanse, por e j e m p l o , AntírS S, Pfliuhalski, "Juan R u i z ' s Troba C a z u r r a i 434-38; amor,'" ' C r u z Cruzatía P a n a t í e r a , ' " RofrtN, 11 ( 1 9 6 9 - 7 0 ) , L o u i s Combet, "Doha C r u z , l a panatíera Insula, 294 ( I 9 7 l ) , 14-15; tíel Lee Ânn G r a c e , Symbolisra i n t h e L i b r o tíe buen amort The E r o t i c Forces of Don C a r n a l , " IHR, 43 ( 1 9 7 5 ) , 374-75. ^^ He a q u l corao l o tíescribs ciense llamatío comúnmente Usosi silla ,,. se i n c l i n e , Cruz, en l l e g a n t í o a l 'buen "Wultiple i n the e l antiguo R i t u a l Cistor- " E l abatí s a l g a tíe su vaya h a c i a e l s i t i o , tíontíe estS raetíio, 6 S igual tíistancia tíe la l a Cruz 209 y de ol Facistol, se vuelva a inclinar, y otra vez un estrado antes de la Cruz, y se postre, y la adore" (p,343). Este libro, encuadernado en pergerainc, es una copia personal heredada de mi bisabuelo y su estatío dsteriorado no permite establecer la fecha de composiciôn. Sin embargo, esta tradici6n eclesiástica es tan antigua y tan comûn qus puede coraprobarse sin dificultatí en cualquier libro eclssiástico sobre la Semana Santa, En cuanto a la antig etíatí en la iglesia, valga esta cita tís un manuscrito del siglo XIIi "Venit itaque Pontifex et adoratara deosculatur crucem, deindB prebitsri, et diachoni et ceteri,,,." Gonzalo Wartlnez Dlez, "Un 'Ortío Romanus in Hebtíomatía Waiore' inôdito," Hispanjg Sacra^ 15 (1962), 201. 14 Zahareas opina que la parodia tíe este episotíio ss centra en "the exaggeratetí complaints at a loss of love typical of troubatíour poetry. His parotíy is funny because he plasters the terms of the passion of Christ which is tragic in another context on a common love failure" (The Art, p. 7 9 ) , 15 Propuesto por Rodrigo A. n o l i n a , "La copla cazurra del A r c i p r e s t e de Hitat 288 ( 1 9 7 0 ) , Hip6tesis interpretativa," Insula, 10-11, Wissale Juxta Ritura S a c r i Ortíinis Praetíicatorum (Wochlinlaei H. D e s s a i n , 1892), p. 158^ ( s i c ) . S e b a s t i á n tío Covarrubias, Tesoro tíe l a lenqua 210 castellana o espahola. ed. Wartln ds Riquer (Barcelonai S.A, Horta, I. E., 1943), p. 874. 18 W o r r e a l e tarabiSn opina qus " p l s i t s s " y "tíux" son s u s t a n t i v o s y c i t a como e v i t í e n c i a un antecetíente tíirecto en e l "dux" d e l Paraphilus y en l a s v ø r s i o n e s l a t í i n a s tíe la Biblia ("Apuntss," pp. 260-61). 19 Francisco Javier Simonet, Glosario tís voces ibSricas y latinas usatías entrs los mozSrabes (Watírití, 1888; rpt. Amstertíami Oriental Press, 1967), pp. 180-81, 20 Wartln Alonso, Enciclopetíia A g u l l a r , 1 9 5 8 ) , l î , 1614. tíei idioma (îiriatíritít 21 D i s c u l p a s que causaron p e r p l e j l t í a t í a Don Ram6n WenSndez P i d a l por no v e r en e s t a t r o v a "ninguna nota de color s u b i d o , " en P o e s l a literaturas l u q l a r e s c a v orlqenes tía l a s romSnicas ( 1 9 2 4 ; Estutíios P o l l t i c o s , 22 rpt, fDatíritíi I n s t i t u t o tís 1 9 5 7 ) , p, 2 3 1 . "The F u n c t i o n of the Popular T a i e i n the L i b r o tíe buen amor«" en ' L i b r o tíe buen amor' S t u t í i s s , e d , GybbonWonypenny, pp, 177-218. 23 "Nuevas notas para la lnterpretaci6n del Libro tíe buenaraor," en Estutíios de litsratura espahola y compararia ^mmfmmmÊammmmÊm^mmmmtmÊm^ ' (Buenos A i r e s i mmmmmmmmmmimmmmmmmi^mvm^m^i^mt^mimmmimtmmmmimmm-mmwm^^^mnmmmmm-mmtmimmmmmmmmmmtmmmÊmmmm.i^mmmmmm-mmimtmtmmmmtm^mmmi^^mmmm Eutíeba, 1 9 6 4 ) , p. W a l k i e l expuso sus itíeas c r l t i c a s 24, l^arla Rosa Litía tíe sobre Juan R u i z e n , 211 "Notas para la interpretaciôn, influencias, fuentos y texto del Libro de buen araor," RFH, 2 (1940), 105-50; posterior- mente ampliatías en, "Nuevas notas para la interpretaci6n del Libro tíe buen araor." NRFH, 13 (1959), 17-82. Este último sstudio fue inclultío en el referido libro de Estudios del cual cito. 24 A. D. Dsyerraond, "Some Aspects of Parotíy i n the L i b r o tíe buen araor," cn ' L i b r o tíe busn amor* S t u t í i s s , Gybbon-Wonypenny, p, etí, 68. 25 Zahareas, The Art, p. 213; Wichael, "The Function," p. 195. Lecoy, p. 126; Jan 26 Un tanto mâs reraota, pero no iraprobable, es la posibilitíatí de ver aqul una sátira tíe ciertos abusos monacales, ssgún los cuSlss los sjpsrinrBs gozaban tíe totíos los privilegios y exenciones raientras aplicaban a sus sûbditos literalraente la austeritíad y frugalidatí tíe la regla. 27 Esta asociaciôn tís hipocresla y acitíia es arbitraria. San Gregorio clasific6 a la hipocresla como hija tíe la soberbia. Las hijas de la acidia soni "raalicia, rancor, pusi- llanimitis, desperatio, torpor circa prscepta, vagatio mentis circa illicita." Véass Loraax, p. 231. 28 VSase Aojdré L a g a r t í e , The L a t i n Church i n the lyitícile 212 Aqes, t r . Sons, A r c h i b a l d Alexandsr (Neui Yorkt Charles Schriber's 1 9 1 5 ) , p. 4 0 8 . 29 W a r t l n E i z a g a y Gondra, Un proceso sn e l " L i b r o tíe buen amor" ( B i l b a o t Etíitorial Vizcalna, 1 9 4 2 ) , p. 3 1 , 30 Wiriam Eltíritíge ahatíe un tíato eclBsiSstico mSs, Basândose en el verso 37ld tíicei "Thers is a suggestion, I think, of visiting ecclesiastical jutíges uiho claim special dispensations from the Pope in ortíer to circumvent canon laui" ( p p . 31 197-98), F , C a s t r o G u i s a s o l a , "Una laguna tíel L i b r o tíe buen amor^" R e v i s t a tís l a B i b l i o t e c a , A r c h i v o y ftlusso, 7 ( 1 9 3 0 ) , 124-30. 32 Jos6 Amatíor tís l o s R l o s , H i s t o r i a c r l t i c a tíe l a literatura espahola ((Tlatírití, 1863), IV, 183. 33 CompârssB, por Bjsraplo, con e s t a c i t a tíe un de v i s i t a s can6nicas tíel Arzobispo tís Bourgest h i s GracB r i c h antí splsntíití h o s p i t a l i t y many uiines a t t h e m e a l s , a t barrells, tírinkings, as t h e custora i s . " Five Csnturies of R e l i q i o n '^^ Para una tíiscusi6n ... tíiario "They gavs antí pressntetí antí i n sraall C i t a t í o por G.G. C o u l t o n , en (Cambritíge, tístallatía 1927), I I , 231. tíe puBtísn c o n s u l t a r s B LBCOy, pp. 2 1 4 - 2 9 ; esta parotíia Américo C a s t r o , La r s a l i t í a t í h i s t 6 r i c a tíe Espaha ((nSxicot Porrúa, 1954), 213 j;ip. 4 0 4 - 0 5 f Otis Green, Spain. I , 5 3 - 6 0 , y "On Juan R u i z ' s Parody of t h e C a n o n i c a l H o u r s , " HR^, 25 ( 1 9 5 8 ) , Z a h a r e a s , The A r t . Hourst pp. 9 3 - 9 9 y "Parcdy of the C a n o n i c a l Juan R u i z ' s A r t of S a t i r e , " WotíBrn P h i l n l o o y . (1964-65), pp. 12-34; 105-09; Corominas, pp. 162-74; 62 Luis B e l t r S n , 153-73. 35 Véase mi nota rí2 26 en este mismo capltulo. 36 rs Green, Spain. I , 54t Z a h a r e a s , The A r t , p. 94, 37 El primer parSntesis indica las estrofastíontíese mencionan los pecatíos, el segundo se refiera al ap61ogo, Codicia (217-225), (226-229); 245); soberbia (230-236), (237- avaricia (246-251), (252-256); luxuria (257-269), (270-275); envidia (276-264), (285-290); gula (291-297), (298-303); vanagloria (304-310), (311-316); acitíia (317- 388), (321-372) y (373-388). 36 Covarrubias, p. 38; 219. Enciclopetíia Univsrsal, II, El estutíio mSs coraplsto sobre el ccncepto tíe este pecatío en la Etíatí Wetíia ha sitío llevatío a cabo por Siegfrietí Wenzel, The Sin of Slothi Acetíia in Wetíieval Thouqht antí Literature (Chapel Hillt The University of North Carolina Press, 1967), RecientBmentB ha estutíiatío los pecados capitales en el Libro tíe buen amor Luis BeltrSn, pp, 131-47 y 365-66; pp. 136, 146, et passim. la acitíia se discute en 214 39 O t i s Green abre l a d i s c u s i ô n tíe e s t s e p i s o t í i o con e l t î t u l o "The Parotíy of the Hours of Our Lady" y s s basa para e l l o en l a autoridatí de Lecoyt "As Lscoy raatíe c l e a r (pp. 2 1 4 - 2 9 , e s p s c i a l l y p. 2 l 6 ) , uie have t o tío uiith a burlesque of the Hours of Our Latíy" ( S p a i n , I I , Lecoy no tía p i e a e s t a afirraaci6n; pSginas c i t a t í a s por Green. 53), ciertamente no en l a s Ningún o t r o c r l t i c o consitíera e s t s e p i s o d i o como parotíia tíe l a s Horas tíe l a Virgen. Siguientío a Lecoy (pp. 2 2 6 - 2 9 ) , Cejatíor ( I , Aguatío (pp. 166«9l), tísbe tíecirse 136-48) y que l a s c i t a s procetíen de l o s o f i c i o s tís v a r i o s d l a s tíe l a semana--mErtes, jueves, sábatío y tíoraingo—tíe acuerdo con l o s t e x t o s conservados hoy, pero no e s t S G s t a b l e c i d o que emanaran del Wariano, Oficio 40 Citatío por G, G, Coulton, Five C e n t u r i e s , II, 179. We a c e r c o aqul a Gariano que ve l a parotíia tíe e s t e e p i s o t í i o "en e l p r o p 6 s i t o profano a que se texto l i t ú r g i c o " (p. tíestina un 105). ^^ No totíos estSn tíe acuertío, naturalmente. BeltrSn cree que l a a p r e c i a c i 6 n por parte tíe l o s Luis seglares tíBpentíerla tíe l a proximitíatí o abuntíancia tíe i g l e s i a s y tíel papel que en e l l a s jugara e l c l e r o ( p . 156). d S b i l e s su razonamiento y sus c o n c l u s i o n e s . We parecen 215 43 Lecoy, pp. 244-88; Kemlin W, Laurencs repasa las opiniones tíe los estutíiosos acerca de este pasaje y se propone restablscer la teorla de Lecoy, seg n la cual, Juan Ruiz no irait6 a los "fabliaux", sino que copi6 tíe la tratíici6n europea metíieval. Laurence investiga a fontío esta tratíici6n, pero varias tíe las fusntss qus cita psrtenscen a los siglos XV y XVI, hecho que tíebilita un tanto su argumsnto. Falta probar que las costumbres tíe estos siglos tartílos son en vertíatí resitíuos y no creaciones posteriorss. Vêase, "The Battle betuieen Don Carnal y Doha Cuaresma in the Light of Wetíieval Tratíition," en 'Libro tíe buen amor' Stutíiest ed, Gybbon-Wonypsnny, pp. 159-76, 44 The 'Disciplina clericalis* of Petrus Alfonsi, tr. mmm^^mmi^Êtmmmmmfstmmmmm > f r i ^ — — — ^ • ^ ^ M — ^ — s — — — i g — — i ^ * ^ — > i * i i i y e d , , E b e r h a r d Hermes ( U n i v e r s i t y p. u^tmmmmmmmmmmmmmi^mimi^mmtmimmmmmmmmmtmm^mi^ ' of C a l i f o r n i a P r e s s , 1977), 104. ^^ VSase C o u l t o n , F i v e C e n t u r i e s , II, 179, Otro de c a r t a s r e l e c i o n a d a s por C r i a d o tíe V a l con e s t a puetíen v e r s e en su o b r a , H i s t o r i a tíe H i t a , Este tSrraino ss r s f i e r e l o s o b i s p o s , por s l o por sus parroquias y raonasterios de mantener y fomentar lugares, p, tipo parotíia 101, a l a o b l i g a c i 6 n que t e n l a n tíslegatíos, tíe visitar b a j o su j u r i s t í i c c i 6 n , las con e l fin l a a u t S n t i c a v i d a r e l i g i o s a en dichos WSs sobre e s t a costumbre y algunos tíe l o s muchos abusos sn AntírS L a g a r t í e , pp. 3 2 9 - 3 0 , y BspecialmentB 216 Coulton, Five Centuries. II, 218-60, 47 Deyermond, por ejemplo, la considera parodia Spica, "Some Aspects," p. 65 y 73-75, La estrecha relaciôn par6- dica entre esta pelsa y la participaciôn del arzobispo Don Gil en las luchas del rey Don Petíro, aunquB posibls, estS muy lejos de ser probada. Véase Criatío tíe Val, Historia jdejnta, pp, 101-02, 48 Rita Hamilton ha recopilado los tíiversos puntos de vista sobre este pasaje y establBcs s61idamente la sørietíatí del Arcipreste en el ya citado artlculo "The Digression," pp, 149-57. 49 Cejador, pp, II, 145-49; Lscoy, pp, 2 6 5 - 7 0 ; Corominas, 464-66. 50 Ram6n WsnSndBZ P i t í a l , pp, 2 0 5 " 0 7 ; 55. Lscoy, pp. 154- Ambos a u t o r e s mantiensn e l o r i g e n g o l i S r d i c o tís e s t a cantiga, 51 s i n negar l o s tíetalles localBs. Poemas r e c o p i l a t í o s y e d i t a t í o s por Thomas W r i g h t , The L a t i n Poems Commonly A t t r i b u t e t í t o Ulaltsr Wapes (Lontíon, pp, 1841; rpt. Germanyi Georg Olms H i l t í e s h e i n , 1968), 171-82. 52 W. C r i a t í o tío V a l y E r i s W, N a y l o r , de H l t a t L i b r o tíe buen araor (Watíritít Invøstigaciones Cientlficas, 1975), otís,, Arciprsste Ccnsejo S u p e r i o r tío 217 53 Lida ds Walkiel ya afirraâ que el verso 1696d no reflejaba las versionos tradicionales conocidas de la Consultatio (Estudios, p, 76), Histôricamente, sin embargo, hay casostíocumentatíostíeapelaci6n al rey qua bien potírla conocer Juan Ruiz, VSase, por ejemplo, Henry C, Lea, History of the Sacertíotal Celibacy in the Christian Church (University Books, Inc, 1966), p. 288, 54 Para l a c o n t r o v e r s i a acerca tíe que tíocumento h i s t ô r i c o pudo ocasionar e s t a rRuni6n, vSase Litía tíe W a l k i e l , E s t u r i i o s , pp, 7 5 - 7 6 , Litía l a r e l a c i o n a con una c a r t a tíe Benetíicto XII a Don G i l en e l aho 1342. ^^ Se h a l l a n en e l c a p l t u l c XVI tíe l a H i s t o r i a tíe Talavera e s c r i t a por Cosme G6mez tíe Tejatíor N a c i o n a l , Ws. 2 0 3 9 ) , (Biblioteca VSase Cejatíor, I I , 281, ^^ Para l a b i b l i o g r a f l a acerca tíe l o s tísbBres y p r i v i l e g i o s tíe l o s a r c i p r e s t e s , c o n s ú l t e s B e l c a p l t u l o priraero, nota 8, tíe e s t e e s t u t í i o , ^*' E s t o s y o t r o s tíatos r e l a t i v o s a e s t a c u e s t i 6 n puetíBn v e r s e en A. Lagartíe, pp. 4 0 8 - 5 5 , ^® Para l o s l l m i t e s g e o g r S f i c o s tíe l a s tíi6cesis mencionatías, vSase E. F l o r e s , X I I I , 258 y XIV, 6 1 ; tambiôn Ipi Fnctclopetíia U n l v e r s a l , VI, 1289; 902| XL, 6 5 1 ; LIX, 8; LXII, 4 7 8 - 7 9 . XXXIV, 218 59 C h a r l e s - J o s e p h H e f e l e , H i s t o i r e tíes C o n c i l e s . t r . Dom H, L e c l e r q , VI, deuxieme p a r t i e ( P a r i s i Letouzey e t Anô, 1 9 1 5 ) , 833. 60 Wás d e t a l l e s en Criatío tíe V a l , H i s t o r i a tíe H i t a , pp. 104-05, En cuanto al papel de sste episodio en la estructura global del libro, veo dos posibilidades; Juan Ruiz lo situ6 ahl con el fin tíe invitar sBriamsnte la continuaci6n de la obra, de acuerdo con los versos 1629ab, o pudo incluirlo sn forma de acr6stico hist6rico para revelar su identidad, hoy por hoy tíesconocitía, 62 Sobre l a moralitíatí o inraoralitíad en e s t a Cantiga, Lida de Walkiel defientíe l a moralitíad e n v u s l t a en l a Íronía ( E s t u d i o s , pp, 3 5 - 3 6 ) , Para Zahareas, Juan Ruiz " t i p s the s i d e of the s a t i r i c a l balancs so that cynicisra i s outttieighed by r i t í i c u l e " (The Art, p, 112); Jan Wichael se pone d e l lado tíe Litía y afirma que Juan Ruiz " i s involvetí in the controvBrsy by h i s vsry mention of the subject" (p. 215), Capltulo cuarto A, 0, Deyermond ofrecB un exceTsnte resumen tíel estaoo actual tíe esta contrcversia en su rwcisnte 219 ediciôn del libro de Lecoy, (Englantíi Gregg International, 1974), p. xxii. 2 Thomas W. C h a r l a n t í , A r t s s P r a e t í i c a n t í i i a l'histoire Ottouia, tíe la rhStorique 1936); Contributinn au raoysn ãiqe ( P a r i s antí Yngve B r i l i o t h y H a r r y C a p l a n , ya c i t a t í o s en e l c a p l t u l o seguntío, nota 2 . 3 Jean T h i é b a n t iJJeltsr, L'exemplum tíans l a reliqieuse et tíitíactique Neui Yorkt Ams P r e s s , tíu moyen aqe ( P a r i s , litterature 1927; rpt. 1973). Seg n l a ya c i t a t í a t r a t í u c c i 6 n y Btíici6n tíe Eberhartí Hermss. Vêase e l c a p l t u l o t e r c e r o , nota 44 tíe rai e s t u t í i o . Etígar Paiewonsky Contíe, " P o l a r i z a c i 6 n metíieval y e s t r u c t u r a (1972), 331-52; WLN, 82 ( 1 9 6 7 ) , tíel er6tica L i b r o tís buen amor," BH, 74 P i s r r s L. U l l m a n , "Juan R u i z ' s 149-70; J a n e t A. Chapman, "Juan R u i z ' s Learnetí Serraon," en ' L i b r o tíe buBn amor' Gybbon-Wonypenny, pp. Prologue," Stutíies, etí. 29-51, ^ Sus c o n c l u s i o n s s , s i n Bmbargc, son muy r B s p e t a b l e s s i se c o n s i t í e r a que Lecoy no pudo b e n e f i c i a r s e excBlsnte tíe la obra tíe Worton W. B l o o r a f i e l d , The Seven Daatíly Sins (Wichigan S t a t e College Press, "^ R o b e r t R i c a r t í , 1952). "Les pSches," pp. 5 - 3 7 . Los c u a t r o p a s a j e s a que se r e f i e r e Ricrjití se h a l l a n en l a s estrofast 220 217-219, 220-387, 1163-1169 y 1583-1601. D Ricard, "Les pSches," p. a f i r m a n que e x i s t l a n tíiversas 25. B l o o m f i e l t í y Wenzel t e n t í s n c i a s tíe c l a s i f i c a c i 6 n de acuertío con l o s v a r l o s razonamientos para justificarla, pero ninguno de l o s dos h a b l a tíe completa l i b e r t a t í . Bloomfieltí, pp. 8 3 - 1 0 4 ; Uiienzel, "The Ssven Deatíly Soras Probleras of R e s e a r c h , " Speculum, 43 ( 1 9 6 8 ) , VSase Sinsi 1-22. 9 Ricartí, ãíHSLt" "Las armas o e l c r i s t i a n o en e l L i b r o tíe buen en E l A r c i p r e s t e tíe H i t a . etí. C r i a t í o tíe V a l , pp. 95- 103. We he v a l i t í o tíe l o s catecismos publicatíos y e s t u diados por Antonio F l o r i a n o y Dsrek Lomax. Véass sl c a p l t u l o ssgundo tíe e s t e e s t u t í i o , n o t a 4 . E l catecismo a t r i b u i t í o a Don G i l tíe A l b o r n o z , corapilatío e n t r e sici6n tíel siguiente 1345 y 1347, sigue rauy tíe cerca l a expo- T r a c t a t u s B r s v i s , corao puetíe a p r e c i a r s e en e l esquemat Tractatus Brevis Siete artlculos sobre l a d i v i n i t í a t í tíe J e s u c r i s t o SietB a r t l c u l o s sobrs l a humanitíad de J e s u c r i s t o Catecisrao tíe Don G i l S i e t e a r t l c u l o s sobrs tíivinitíad tíe Is jBsucristo S i e t e a r t l c u l o s sobie la huraanitíatí tíe J e s u c r i s t o 221 Los s i e t e sacraraentos Los s i e t e sacramentos Los diez mandamientos Los diez mantíamientos Siete pecatíos capitales Las virtutíes cardinales y teologales Las v i r t u t í e s morales Siete pecatíos capitales Las virtutíes cartíinales Las virtudes morales y teologalBs S i e t e obras corporales de misericortíia S i e t e obras s s p i r i t u a i e s de misericordia ExhortaciÔn final 12 Zahareas dlscute atinadaments las posibilitíatíss humorlsticas que los pscatíos capitalss ofrecen al arte tíe la invectiva ruiziana (The Art, pp. 114-20). ci6n es itíSntica en la hipôtesis tíe Greent La implicala tíoctrina estS supstíitatía al artB. 13 Asl l o hacen, por ejemplo, Lecoy ( p , ("Les pSchSs," p, 5 ) , Cororainas tíisiente 172) y Ricartí (p. 584). 14 Varios otros raStodos estaban cn boga. Es curioso notar qi^ø Juan de Arag6n las cita en sste ortíent "superbia. 222 avaricia, accidia, luxuria, ira, invidia, gula," y afladøt "que habentur hoc versu, Dad septem vicia dictio Saligia" (Lomax, p. 23l)j más bien que "Saiigia" sørla "Saaliig", lo cual indica que el ordøn no øra muy importantø y que usaban "Saligia" tan s61o corao recurso raneraotScnico, 15 . Lecoy remcnta la tradici6n tíe encabszar los pscatíos capitales con la cotíicia a la frase tíe San Pablot "Radix enim omniumraaloruraest cupiditas" (I Tim,, VI, 16), Su razonamiento es convincsnts, VSase Lecoy, p. 175, Ricard, aûn cuantío rssalta la gran discrepancia en el orden, tarabién adraite que "la question tíe l'ortíre tíes pSchés ,,, est secondairø" ("LSs péchSs," p. 6 ) , 17 Obvia sxagBraci6n qus deseraboca en humor (Zaharaas, The Art» p. 116), 18 Esta asociaci6n de los pecatíos capitales con los mortales que contíucøn a la pertíici6n tíel alma no se tía en la tradici6n, segûn Bloomfieltí, hasta el siglo XV o XVI (p. 157); 19 pero es clara en Juan Ruiz, La inclusi6n tís "avaritia" y "cupitíitas" en la misma lista tíe pecatíos no parece ser invenci6n exclusiva de Juan Ruiz, Bloorafieltí cita a Brunetto Latini, uno tíe los maestros tíe Dante, corao ejenplo de los que incluyeron ambos pecatíos, aún cuantío la cotíicia, en Latini, no juega 223 el papei central de que goza en Juan Ruiz (Bloomfield, p. 90). 20 RecuSrdese lo dicho a estø respøcto en el capltulo anterior, pp. 108-12, 21 Pueden comprobarse en F l o r i a n o , p, 99 y Loraax, pp. 225 y 232. 22 Incluyo aqul las enmientías tíe Lecoy (p. 184) y Corominas (p. 590). Ambos crlticos ss pronunciaron en favor de leer "guarnici6n" u otra arma en 1597tí. Aûn en øl caso ds rochazar esta enmiBnda estS claro que Juan Ruiz sobrepas6 sl n mero tíe siets. 23 Wuy importantes a este respscto son las itíeas recienteraentB formulatías por Zahareas, "Cslibacy in History antí Fictiont Ths Cass of El libro tíe buen amor," Itíeoloqies antí Literaturs, 1 (1977), 77-82, Entientío que el profesor Zahareas estS trabajantío en un libro sobrB esteraisraoteraa, Oebitío a ello me limitaré a exponer unas ideas, concebidas antes tía leer el citatío estutíio tíe Zahazeas,tíesBantíocontribuyan a la clarificaciôn rie esta teorla con ramificaciones muy iraportantes para toda la crltica del Libro de buen smor. 24 Estos tíatos p r o v i ø n e n tíe l a e n c i c l o p e t í i a Wuntíi, etí. K a r l Rahner I, 133-34, (Neui Yorkt Sacramentum Hertíer & H e r t í e r , 1969), 224 25 Entrø los estudios tíedicados a la sStira del materialismo clerical en Juan Ruiz merecB dostacarse el reciente artlculo de Kemlin W. Laurence, "The Wedieval Controversy Concerning Burial Privilegsss An Aspsct of Anticlerical Satire in the Lihro debuen amor," BHS, 49 ^ ^ ^ • • • • ' ^ ^ • • " • • • ^ • • • m i M M M i ^ B W i M K mt^m^mi^mmmm^mm (1972), 1-6. Util Hita, "El tíinero Btí. C r i a t í o tís V a l , pp. 26 en E l A r c i p r e s t s tís A Weasure of Contíuct t h e L i b r o tíe buen amor," KRQ. 21 ( 1 9 7 3 ) , o r i g i n a l m e n t e tíe su t e s i s University, 3-13, tíoctoral, Este in estutíio "A Stutíy of antí V i c s s i n ths L i b r o tíe buen amor" 1969), sl 138-57, Jamss C, Wurray, " N a t u r e t Some V i r t u e s m m ' en e l L i b r o tíe buen societíatí f e u t í a l y b u r g u e s l a , " formô p a r t e m- m es t a m b i ê n , con enfoque mSs s s c u l a r , B s t u d i o tís Jacques J o s e t , amor; ' O t r o s s t u t í i o mBrsce c i t a r s e , (Cornell Enrique Wuhoz-Wariho, "La f i l o s o f l a tíe l a n a t u r a l e z a sn s i L i b r o tíe buen araor," en E l A r c i p r e s t e tís H i t a , pp. etí, Criatío tíe V a l , 87-94. 27 Angel B e n i t o y DurSn, F i l o s o f l a (Alcoyt Iraprenta H i s p a n i a , apuntatío ya por Lecoy ( p . en, "Stanzas 74 ( 1 9 6 4 ) , "The S t a r s t 1 9 4 6 ) , p. tíel 59. Arcipreste A este 1 9 3 ) , se opone P i e r r B L, fatalismo, Ullman 140-150 of the L i b r o tíe buen amor," PWLA, 200-05, Véanse tarabiSni Anthony N, Zahareas, Uiorltíiy Love antí F r c e UJill i n the L i b r o tíe buen amor," BHS, 42 ( 1 9 6 5 ) , 8 2 - 9 3 ; Kinkatíe, " I n t e l l e c t u r a t i b i tíabo.... a s l como Richartí P. The F u n c t i o n of Free 225 Will i n t h e L i b r o tíe buen amor." BHS. 47 ( 1 9 7 0 ) , 296-315. 28 Antíré Wichalski afirraa que para Juan Ruiz, "busn araor" monta tanto como amor sexual y qus continencia forzatía resultarla sn lujuria. VSase, "La parotíia hagio- grSfica y el tíualismo 'eros-thanatos' en el Libro tíe buen amor," en El Arcipreste rie Hita, etí. Criatío tíe Val, pp. 5777. El conflicto Amor-Wuerte corre parejas ccn el parale- lismo naturaleza-ceiibato que yo tíescubro en el Libro de buen araor. Rodrlguez Puértolas, por su parte, cree que la angustia ruiziana es "provocatía por el entracruzamiento tíel tiempo que pasa, tíel tíestino, de la muerte, y de la incapacitíatí humana para luchar contra totío eilo.*' VSase su artlculo en este raismo libro, etíitatío por Criatío tíe Val, "Juan Ruiz, hombre angustiatío," (p, 355). Cejatíor explica en una nota a la estrofa 123 que Juan Ruiz debla conocer bien la po3Íci6n tíe la igÍBsia rsspecto a la astrologla por hallarse claramente expresatía en los cSnones y en Santo ToraSs, ambos conocitíos por Juan Ruiz. De estc aserto se tíeduca que el tíetermirismo en Juan Ruiz es intencional, bien sea cun fines humorlsticos 0 satírlcos (I, 56-58). ^^ Un resumen tíe las contrcvBrsias a sste respecto, acompanatío tíe argumentos a f&vor tíe la doble r tíacci6n, puetíe verse en østos tíos sstutíiost G. B, Gybbon-Wonypenny, 226 "The Tuuo Versions of t h e L i b r o tíe buen amor," BHS, 29 ^^m (1962), 205-21; mmmmmmm^mmmm^mmmmÊmmai^mmÊmmimm'^mimmtmÊmmmmm ' M*M«MM * Raymontí S, W i l l i s , " T h i r t e e n Yearsi Seedbed of R i d t í l e s i n t h e L i b r o tís buen araori>" ](Rfi, 21 ( 1 9 7 4 ) , 215-27, E n t r e l o s contatíos c r l t i c o s que niegan l a doblø r e t í a c c i 6 n raerecsn c i t a r s e l o s dos s i g u i e n t e s t G i o r g i o C h i a r i n i , e d , , L i b r o tíe oupn amor (Wilanot Ricciardi, 1964), p p , x x v - x x x ; Rigo W i g n a n i , "Ls tíus r e d a z i o n i d e l L i b r o tíe buen amor»" Quatíerni 37 ( 1 9 6 9 ) , Ibero-amBricani, 1-7, 31 VSase por ejemplot A v a r i c i a (246ab); S o b e r b i a (230ab y 2 3 l b c ) ; Lujuria (257); Envidia (N6tese que se r e f i e r e a c e l o s araorosos); m u j e r s s , no manjarss ( 2 9 1 b ) ; (276-279) Gula tíe " g u s t a r " Vanagloria (304); Acitíia (317-318) r e l a c i o n a t í o con l a s Horas Can6nicas, Caoltulo ^ L u c i u s G, W o f f a t t , quinto "The Evitíencs of E a r l y Wentions of t h e A r c h p r i e s t of H i t a or of h i s UJork," £ 0 , 75 ( 1 9 6 0 ) , 33-44, ^ E m i l i o SaSz y JosS T r e n c h s , "Juan Ruiz tíe C i s n e r o s (1295/1296-1351/1352) Autor tísl de H i t a , etí. Criatío tíe V a l , pp. Buen Amor," en E l A r c i p r e s t ? 355-68, Los escasos l l e s que a p o r t a n son d S b i l e s y c o n t r a d i c t o r i o s . tíeta- 227 3 Warcølino WenSndsz y Pelayc, Antoloqla tíe poetas llricos castellanos. etí, Enrique Sánchez Reyes, I (Santanderi Aldus, S,A. de Artes Grâficas, 1944), 263- 64. Estas afirmaciones se hallan extensaraBnte tíiscutitías en la introtíucci6n tíe John E, Keller, The Book of Gootí mmm^mimmiimÊmim^Êmt^mm^mÊmma^mm^m^mt^^^m^^^ Love by Juan Ruiz, tr, Elisha K. Kane (Chapel Hillt The University of North Carollna Prcss, 1968), pp, xxv-lv. Ksllsr rBsume aqul las opiniones tís los crlticos, antiguos y modernos, sobre el autor y el propôsito de la obra. 4 Las referencias a Puymaigrs y Amatíor tís los Ríos las he tomatío de Cejatíor (I, xiii-xiv). 5 Es innecBsario rspetir aqul todo lo expussto por los crlticos. JosS Warla Aguado opina que se han exageratío mucho los conocimientos clSsicos y clericales tíe Juan Ruiz (p, 180)I Lecoy ofrøcø una øvaluaciôn menos extremista (pp. 334-46), g Vicente Beltrân tíø Høretíia, "La formaci6n intelBctual del clero en Espaha durante los siglos XII, XIII y XIV," Revista Espahola tíe Teoloqla, 6 (1946), 313-57, Puede vørsø otra versi6n rauy abreviatía de este misrao artlculo en Escorial, 7 (l94l), 289-98, 7 JosS Araatíor tíe l o s R I o s , H i s t o r i a c r l t i c a de l a l i t a r a t u r a e s p a h o l a , I I I , (Watírití, 1 8 6 3 ) , 248-51; 228 Warcelino Wenôndez y Pelayo, Antoloqía tíe poøtas llricos castollanos, pp. xxx-xxxiii. Ambas citas sstán tomadas de Wenôndez Pidal, Poesla luqlaresca, p. 276, 8 G, B. Gybbon-Wonypenny, "The Spanish •Wester de Clerecía' and its Intended Publici Concerning the Vaiidity as Evidence of Passages of Direct Address to the Audience," en Wedieval Wiscellany to Euqene Vlnaver, eds. F. Whitehead, A. H. Diverres and F. E. Sutcliffe (Wanchester University Press, 1965), p, 234, Q E l fragmento del j u g l a r cazurro del s i g l o XVt "Agora comen^emos del l i b r o del A ^ i p r e s t e " no esta t e o r í a (Wenéndez P i d a l , pp. 388-92). tíebilita Los fragrasntos aludidos son i n s i g n i f i c a n t e s y tan s61o prueban que algunos pasajes de Juan Ruiz fueron i n c l u i d o s en e l r e p e r t o r i o tíe Juglares. No e x i s t e n pruebas para c o n c l u i r que l o s Juglares r e c i t a b a n e l L i b r o tíe busn araor por las c a l l e s y plazuelas tíe C a s t i l l a , a l e s t i l o del Wio C i d , por ejemplo. ^^ Hablando de l a s canciones g o l i S r d i c a s sobre e l vino y e l amor, Wack S i n g l e t o n dicet "The u i r i t e r s of ths Latin L y r i c uiere not uiandering scholars uiho sang t h e i r songs a t t a v e r n d o o r s , , . . They r e q u i r e d t r a i n ø d singørs and an ølaboratø musical accompanimønt, such as coultí bs provided only i n placøs of l ø a r n i n g and contrøs uihoro the •new rausic* had i t s horae, such as the faraous school of Notre Dame i n P a r i s . Thøso songs uisre meant f o r cultivatetí 229 audiences i n ø p i s c o p a l householtís, i n c o l l e g e s of canons, and i n t h e s c h o o l s t " H i t a (Wadison, en The Book of the A r c h p r i e s t 1 9 7 5 ) , p, vi, G, G. C o u l t o n , Ten Wedievt'?.! S t u t í i e s 1 9 3 0 ) , p, 197. (Cambritíge, Documentan tambiSn l a s p r S c t i c a s giosas metíievalesi Jacques P a u l , "La r e l i g i o n au Woyen ^ g e , " Revus 73 ( 1 9 7 7 ) , 7 9 - 6 6 ; tí'histoiro tíe reli- populaire l ' S q l i s e tíe F r a n c e , E t i e n n s D s l a r u e l l B , La o i e t é au Woyen aqe ( T u r i n t of B o t t e g a d'Erasmo, populaire 1975). 12 Algunos tís l o s muchos abusos coraetitíos en e l culto a las r e l i q u i a s y vitías tíe santos han sitío l l a d o s por G a r c l a - V i l l o s l a d a , 1 1 , 229-31. ^^ VSasB t a m b i é n , R i t a H a n i l t o n Zaharsas (Ths A r t , p. 134); l a l i s t a potírla alargarse F, tíeta- (pp. 154 y 1 5 7 ) ; W. E l d r i t í g e , Lecoy, etc.i fScilmentB. C a s t r o G u i s a s o l a , rsseha tíel G l o s a r i o tíe JosS Warla Aguatío, RFE, 16 ( 1 9 2 9 ) , 7 2 , Otros estutíios sobre e s t a o r a c i 6 n se h a l l a n c i t a t í o s por Sabino S o l a , "Precisiones a la 'Súplica en E l A r c i p r e s t e tíe H i t a , inicial' tíel L i b r c de buen amor," etí, Criatío tísl V a l , pp. 343-49. mmtmmmmmmmmmmmmrm'mmm^mmmÊ^m^^mmmmmm^m^^^m^^m^tm^m^^m^m Véase también el primer capltulo tíe Luis BeltrSn, pp. 13-28. ^^ Para la aparici6n tíe ests apÔlogo en la literatura espahola en concreto y sus posibles fuentes y paralelismns, véase Løcoy, pp. 150-54. 230 La i n t s r p r e t a c i ô n aleg6rica, s i n erabargo, cabe d e n t r o d e l a r t e tíe Juan R u i z y dsbB a c s p t a r s e a l menos como p o s i b l e , Thomas R. H a r t , La a l e o o r l a en e l de buen araor" (Watíritíi pp. R e v i s t a tíe O c c i t í e n t e , "Libro 1959), 57-92. 17 Aûn cuantío e l e s t u t í i o estS encaminatío a l a ci6n entre l a v e r s i ô n en cuatíerna v l a y l o s z S j e l e s tíe catía a v e n t u r a , R. B. T a t e mentos. tíestaca VSase "Atíventures i n t h e algunos tíe estos Otros c r l t i c o s intíivitíual, 219-29, l o consitíeran meramente un Roger W. Walker afirraat "In uiork uie a r e concernetí not uiith huraanity i n the but w i t h one man*s s t r u g g l e s antí t e m p t a t i o n s , charactsr antí i t s ele- ' s i e r r a , * " en ' L i b r o tíe buen amor* S t u t í i e s , etí, Gybbon-Wonypenny, pp, 1B conflicto rela- many antí c o n t r a t í i c t o r y this abstract, ons man's facets." Véase "'Con mietío tís l a musrte l a m i e l non es s a b r o s a ' t Love, S i n antí Death i n t h e L i b r o rie buen amcr," en ' L i b r o tíe buen amor' Stutíies, p. 232. 19 VSase Litía tíe W a l k i c l , Dos obras maestras holast E l " L i b r o tíe buen amor" y "La C e l e s t i n a " Alresi Eutíeba, 1 9 6 6 ) , pp, 5 9 - 6 0 ; mmmmmm^mmmÊmmmmmmmmm^ÊmimmmÊmÊmmmmmmmmi^mimimm^mmm ' pp, a James Homer H e r r i o t 127-44. (Buenos R a f a e l Lapesa, tema de l a muerts en e l L i b r o tíe b u e n a m c r , " tíetíicatíos esoa- (Wisconsin, "El en Estutíios mmmmi^mmmm^^m^^^mÊ^^mm 1966), OBRAS CONSULTADAS Abbo, John A. St. antí Jerome D. H a n n a n . Louisi B. Hertíer Aguatío, José W a r l a . llano Allegre, tíel C , tía i B c t u r e Revue Alonso, tíes Glosario la Enciclopetíia Watíritíi Arias Vol. Watíritíi Ayorbe-Chaux, Libro araor," Bâumer, tíel nivsaux Ruiz." 57-94. itíioma, Diccionario (siqlos tecnol6qico, reqional e hispano- 1958. Historia 1863; etí. Vol. crltica rpt. 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