Sanidad de Enfermos - Parte 3 Jesús nos enseña a través de la Palabra de Dios, que el poder estaba para hacer los milagros pero aún no había sido dado la Palabra. Cuando dices la Palabra, cuando crees. Cualquiera que quiera ser usado para sanidades debe estar en la Palabra de Dios, debe ver en los Evangelios cómo lo hizo el Señor. La Escritura en Lucas 6:17-19 dice: Y descendió con ellos, y se detuvo en un lugar llano, en compañía de sus discípulos y de una gran multitud de gente de toda Judea, de Jerusalén y de la costa de Tiro y Sidón, que había venido para oírle, y para ser sanados de sus enfermedades; y los que habían sido atormentados de espíritus inmundos eran sanados, Y toda la gente procuraba tocarle, porque poder salía de Él y sanaba a todos. Estoy creyendo porque un día van a sanar todos, pero mientras lo miro me gozo con los que sanan actualmente. Cuando termina una cruzada se revuelven dos sentimientos, el gozo de una persona que tuvo que entrar al estadio con su papá cargado, te imaginas a un joven caminando por todo el estadio con su papa a cuestas y no puede entrar por un lugar, entonces se regresa de la misma manera con el papá cargado y viene de lejos para poder ver sanar a su papá y cuando está cerca lo deja tirado en el piso, y en ese instante el padre le dice: Hijo mira como estoy ahora, y empieza a caminar. Ese sentimiento impacta, pero ver que una persona regresa a su casa sin haber recibido la sanidad, ese sentimiento te agobia. Entonces el ministerio se convierte en uno de esos pequeños dulces chinos que tienen todos los sabores, en una hora que lo chupas le sientes lo amargo, lo dulce y lo salado. El ministerio es así de pronto sientes un sabor dulce, y por la noche sientes un sabor amargo. En un momento le dices que alguien sano y en el mismo día le dicen que mataron a alguien. Te imaginas lo que es ir con todos esos sentimientos adentro. No es nada fácil pero hay que hacerlo. Nadie dijo que iba a ser fácil. Si quieres servir al Señor debes aprender a saborearte esos dulcitos y aceptar todos los saberos que lleva dentro. Nadie le dijo que se llamado a seguir a Jesucristo iba a sentir un solo sabor. Tiene varios sabores y debes aprenderlos a degustar porque son parte del mismo paquete. 1/3 Sanidad de Enfermos - Parte 3 Si Dios pudiera asegurarte siempre lo que va a hacer, ¿dónde esta tu fe? Eso no tiene ningún chiste. La fe está en encontrar aquello, que creíste un día y es verdad. En Marcos 3: 7 dice: Más Jesús se retiró al mar con sus discípulos, y le siguió gran multitud de Galilea. Y de Judea, de Jerusalén, de Idumea, del otro lado del Jordán y de los alrededores de Tiro y Sidón, oyendo cuán grandes cosas hacía, grandes multitudes vinieron a Él.” Las multitudes llegan cuando la gente ve las cosas que Dios hace. Deja que Dios haga grandes cosas y vas a ver cómo llegan las multitudes donde estás. Y en el verso 9 dice: Y dijo a sus discípulos que le tuviesen siempre lista la barca, a causa del gentío, para que no lo oprimiesen. Porque había sanado a muchos; de manera que por tocarle, cuantos tenían plagas caían sobre él. Y los espíritus inmundos, al verle, se postraban delante de él, y daban voces, diciendo: Tú eres el Hijo de Dios. Mas Él les reprendía mucho para que no le descubriesen.” Jesús era inaccesible algunas veces. No podías interrumpirlo cuando estaba orando. La imagen que muchas veces tienes de Jesús está un poco equivocada. Pero, la Biblia dice que Jesús después de estar orando y sanando a los enfermos decía a sus discípulos que se apuraran porque lo iban a destripar. Él lo hacía de esta manera porque hay un tiempo para orar por todos, y un tiempo para salir corriendo. Hay un tiempo para todo, no todo el tiempo es para algo, sino debe haber un tiempo para todo. Jesús decía que tuvieran lista la barca a causa del gentío para que no lo oprimieran. La Palabra nos dice que los enfermos caían sobre Jesús. ¿Cómo te imaginas a un enfermo cayendo sobre Jesús? Pienso que alguien se los tiraba encima para que sanaran. Imagino que los amigos o familiares de algún enfermo lo agarraban de los brazos y de las piernas, le decían que tuviera fe y lo lanzaban. Quienes caían encima del Señor eran sanos, porque Dios sana a quién tiene fe. Ninguna sanidad se recibe por angustia, la angustia es enemiga de la fe. El Señor te da el 2/3 Sanidad de Enfermos - Parte 3 milagro de la sanidad si tienes una sonrisa en los labios y crees que puede sanarte. No te quejes por los desvelos o el cansancio que pases para realizar la obra del Señor. Nadie dijo que el trabajo en el Ministerio iba a ser fácil. Si existiera un precio a pagar, es morir a ti mismo, porque puedes estar trabajando mucho y no morir a ti. Pero, no presumas de pagar precios porque Jesús ya lo pagó en la Cruz del Calvario. Hay que voltear a ver a la cruz porque en ella está el respaldo. Dios está en el mover de los milagros. Pídele que te use para Su gloria y honra. Pídele Su respaldo para hacer la obra. No hay ni uno sólo que no pueda ser usado para sanar enfermos. Dios te está usando y te va a usar grandemente. ¡Ve y ora por los enfermos! 3/3