11 LATERCERA Domingo 7 de agosto de 2016 Política COLUMNA Dolores de parto RR Presidenta Michelle Bachelet, ayer, en entrevista en Radio Cooperativa. Pensiones: Bachelet descarta que Chile pueda volver a un sistema de reparto R A días de una nueva jornada de protesta contra las AFP, Mandataria pidió “no caer en populismos”. F.A. Ad portas de una nueva jornada de protesta social en contra de las bajas pensiones y en demanda de un cambio estructural al sistema de AFP, convocada para el próximo miércoles 10 en la noche, con un cacerolazo, la Presidenta Michelle Bachelet cerró la puerta a la posibilidad de volver a un modelo solidario de reparto para mejorar las jubilaciones de los chilenos. “No podemos caer en populismos y prometer cosas que no podemos cumplir”, remarcó ayer la Mandataria en entrevista con Radio Cooperativa, respecto de las modificaciones que está estudiando su gobierno al sistema previsional. En ese sentido, Bachelet dijo que “me encantaría poder subir las pensiones de un día para otro a todos altiro, y mucho, sin embargo, estamos en una situación económica como país que tenemos que decir de manera seria y responsable”. Aunque la Mandataria no dio una fecha específica, aseguró que en el corto plazo espera dar a conocer una propuesta respecto del tema previsional, una vez que el consejo de ministros que creó para analizar el informe de la Comisión Bravo tenga listas algunas medidas. Estas, sin embargo, no apuntarían a un cambio radical del modelo como demandan los movimientos sociales que marcharon de manera masiva el 24 de julio. “Lo que es claro es que ya nunca más podremos volver a un sistema como el de reparto, porque la natalidad va disminuyendo y estamos viviendo más años. Los trabajadores activos que van a generar los recursos serán cada vez menos que los pasivos”, remarcó. El gobierno anunció el viernes pasado que pondrá urgencia en el Congreso al proyecto de ley que crea una AFP estatal para aumentar la competencia en el mercado de las AFP y bajar los costos de administración. Asimismo, ha trascendido que fortalecerá el Pilar Solidario para aumentar su cobertura y el monto de las pensiones. Pero el gobierno aún no define qué correcciones graduales se pueden hacer al actual sistema. Reacciones Estas declaraciones fueron valoradas por Rodrigo Pérez Mackenna, presidente de la Asociación de AFP. “Nos parece bien, porque despeja algunas dudas que había. Además, compartimos el diagnóstico de que los cambios demográficos del país hacen inviable volver a un sistema de reparto”, sostuvo. R También discrepó del diagnóstico de Lagos sobre el país. Afirmó que “Chile no vive una crisis institucional”. MANIFESTACION Confusam llama a realizar “Piñerazo” Un llamado a realizar un cacerolazo este miércoles, a las 21 horas, hizo el movimiento No+AFP. Esto en protesta por las declaraciones del ex ministro del Trabajo José Piñera, quien defendió el sistema de pensiones. Esteban Maturana, vocero de la Confusam, le exigió “disculpas públicas a los chilenos”. DEFINICIONES MODELO PREVISIONAL “Lo que es claro es que nunca más podremos volver a un sistema como el de reparto (...). No podemos caer en populismos”. También destacó que Bachelet haya enfatizado que no caerán en populismos, y precisó que están a la espera de las propuestas que elabora el Ejecutivo. Por el contrario, desde el Movimiento No+AFP rechazaron y lamentaron los dichos de Bachelet. “Parece que la Presidenta hace rato perdió la conexión con la sociedad y ha caído en torpezas inaceptables para una figura de raigambre pro- gresista y de izquierda. Su postura hoy es la misma de los dueños de los grandes capitales y de las AFP”, señaló Esteban Maturana, vocero de la Confusam. Añadió que los fondos de reparto operan en varios países del mundo y que podrían aplicarse en Chile para mejorar las jubilaciones. Crisis de confianza La Mandataria también abordó ayer el clima de desconfianza que hay en la ciudadanía y la crisis que afecta a las elites tras los escándalos de financiamiento irregular de la política y de colusión de las empresas. “Hay una crisis de confianza, pero no hay una crisis de institucionalidad, porque las instituciones están funcionando y funcionan con las características que tenemos y cada vez tratando de que funcionen mejor”, afirmó la Presidenta Bachelet. El diagnóstico de la Jefa de Estado difirió al que entregó el ex Presidente Ricardo Lagos a La Tercera el jueves 28 de julio pasado, cuando señaló que “Chile atraviesa la peor crisis institucional de su historia”. Aunque la frase del ex mandatario generó controversia, ayer el PPD en un documento que distribuyó a sus militantes insistió en que Chile enfrenta una crisis institucional. b Q Por Max Colodro uizá como efecto de una desesperanza ya aprendida, o de una indiferencia ilusoriamente funcional, el gobierno de Michelle Bachelet ha optado por la pasividad frente a su espiral de deterioro. La Presidenta volvió a refugiarse en un autismo casi fantasmal, en su impenetrable y desconfiada intimidad, mientras su gabinete ha seguido operando como si estuviera ante a un inexorable desastre natural. Así, en apariencia indolente frente a su triste destino, el Ejecutivo decidió no asumir que buena parte del deterioro actual del clima político se debe a sus propias acciones. La encuesta Adimark de julio fue verdaderamente demoledora: la Presidenta mantiene una aprobación en mínimos históricos, mientras el rechazo se empina a un 73%. El gobierno, con un nivel de respaldo de apenas un 17%, posee un caudal de desaprobación que llega al 81%. Salvo las relaciones internacionales, todas las áreas de gestión exhiben cifras de terror, con salud, educación y economía por encima del 75% de rechazo, llegando en el caso del combate a la delincuencia a un umbral crítico de 92% de desaprobación. Pero el gobierno y la Presidenta se mantienen inconmovibles, sin dar la más mínima señal de que existe un diagnóstico de la situación y, menos aún, una voluntad real de enmendar rumbos. La valoración colectiva de sus reformas se encuentra también en rojo; el gabinete, debilitado y con una ministra de Justicia -Javiera Blanco- batiendo un récord histórico de rechazo, con un 79%. Pero el clima de aparente ‘normalidad’ se mantiene; nadie asume responsabilidad política alguna y todos siguen con su rutina como si nada. En otras latitudes, en países con sistemas democráticos en forma, un gabinete con estas cifras y con un mínimo de pudor ya habría presentado su renuncia en pleno. Aquí, sin embargo, el presente no está para otra cosa que no sea mirar el techo y seguir cosechando descrédito. Casi sin excepción, las autoridades juegan a hacernos creer que hay alguien preocupado de ‘la crisis’, cuando en realidad sólo están pensando en su propio futuro: en elecciones, cargos y reparto de prebendas. A un gobierno que meses atrás hacía gala de haber terminado con éxito su ‘obra gruesa’, le reventó en la cara el tema de las pensiones y no parece tener respuesta. Los que con un agudo sentido de las prioridades ofrecieron gratuidad universal para el 2020, algo que sabían que no podrían cumplir, ahora reconocen que la previsión y la salud pública eran aparentemente algo más urgente. Con todo, ni los números en las encuestas, ni la caída en la inversión o el deterioro del clima político parecen alterar el rumbo. La Presidenta y sus ministros observan los efectos como si no tuvieran ninguna relación con las causas. Es que la crisis es ‘un fenómeno global’, respondió Bachelet hace un tiempo al diario El País, de España; simplificación que aquí sirve para eludir cualquier responsabilidad y para justificar todos los empecinamientos. En rigor, podemos dormir tranquilos: el impresionante cuadro de deterioro reflejado en la última encuesta Adimark -y en todas las demás- es expresión de ‘un fenómeno global’. Desde esa lógica, quizá la Presidenta tiene razón: no hay ninguna urgencia ni necesidad de hacer cambios, menos aún de gabinete. Sólo hay que seguir adelante con convicción, firmes y sin vacilaciones. Las secuelas y los costos son parte del proceso, es decir, ‘dolores de parto’. Bachelet lo reafirmó ayer en la inauguración de los cabildos regionales: “Estamos fijando nuevos estándares sobre cómo se hace la política en Chile”. Y es verdad. Analista político.