R10 b PODER LATERCERA Domingo 1 de marzo de 2015 Uno fue acusado de autosecuestro en 2009; el otro es mencionado en los archivos de Colonia Dignidad como un ayudista de los organismos de represión del gobierno militar. Se trata de Victorino Arrepol y Sergio Bustos, dos particulares asesores de Caval, cuya misión era buscar el crédito que les permitiera comprar los polémicos terrenos en Machalí. Los correos entre ambos siguen sembrando dudas sobre la empresa de la nuera de la Presidenta Bachelet. Reportajes tuvo acceso a comunicaciones que detallan la asesoría a Agrosuper en Freirina. El dúo problema de Caval TEXTO: Francisco Siredey E. FOTOGRAFIA: AgenciaUno U N DÍA antes de que la revista Qué Pasa destapara el polémico negocio inmobiliario de Caval en Machalí, uno de sus socios le puso fin. Mauricio Valero, codueño de la sociedad junto a la nuera de la Presidenta Michelle Bachelet, Natalia Compagnon, acudió a la notaría de René Benavente, en el centro de Santiago, para firmar tres documentos. En uno se selló el traspaso de las 44 hectáreas de Machalí a Silca Servicios Limitada, del empresario rancagüino Hugo Silva, en un precio de $ 9.500 millones; en otro, se estableció la hipoteca y prohibición de enajenar entre esta última empresa y el Banco de Chile, que entregó los créditos tanto a comprador como a vendedor. El tercer escrito, que había permanecido desconocido hasta ahora, dio cuenta de una operación inversa, la compra de un paño perteneciente a Silca por parte de Caval. Se trata de la compraventa de un sitio eriazo ubicado en la comuna de Requínoa, también en la Sexta Región, denominado Lote C-11A, parte del Fundo Talhuén. El terreno tiene 2.085 metros cuadrados de extensión y fue vendido a Caval a un precio de 260 millones de pesos, pagados al contado y en efectivo. Esta cifra supera largamente, casi 10 veces, al avalúo fiscal del paño, fijado en $ 29.740.952. Algunos abogados involucrados en el caso consideran “extraño” este detalle en la operación. Las dudas respecto de las actividades de la empresa de Compagnon, la esposa del renunciado director sociocultural de la Presidencia, Sebastián Dávalos, ahora no sólo están basadas en consideraciones éticas o de transparencia. La investigación del fiscal regional Luis Toledo ha puesto bajo escrutinio cada uno de los movimientos de la sociedad, desde que fue inscrita el 3 de febrero de 2012. La denuncia de falsificación realizada por el Ministerio de Obras Públicas en contra de la empresa, luego de la realización de un sumario interno, abrió la primera puerta a una investigación penal firme en contra de uno de los funcionarios de Caval. “Hola Natalia, espero estés muy bien junto a tu grupo, recibí tu correo y estoy a tu disposición, conocí a don Victorino y me pareció una persona muy correcta, lo que me gustaría saber es el nombre completo del operador que va a ver el tema de San Carlos, nombre de la empresa y representante legal”, se lee en el correo fechado el miércoles 18 de junio de 2014, a las 16.10 horas, enviado supuestamente por el ministro Alberto Undurraga a Natalia Compagnon. La cuestionada misiva apuntaba a un negocio que el asesor crediticio Sergio Bustos había propuesto como compensación por sus remuneraciones pendientes, que consistía en salinizar caminos de tierra en la zona de San Carlos para impedir el levantamiento de polvo. El sistema es conocido como “matapolvos” y se usa extensivamente en la gran minería. La carta, que supuestamente abordaba este tema, ha sido comparada con otras comunicaciones del ministro Undurraga y presenta varias incoherencias en formato, estilo de redacción y en la firma del remi- tente. Abajo de todo eso, el logo del gobierno de Chile aparece dado vuelta, todo un símbolo del efecto que el caso Caval ha tenido en La Moneda. El insólito perfil de los asesores Noviembre de 2009. Hotel España. Morandé 510. Habitación 404. Cuatro hombres vestidos de negro entraron a la pieza de Victorino Arrepol Garrido (45), le taparon los ojos con parches curitas y lentes negros y lo subieron a un auto gris. Dijeron que eran detectives, pero luego se revelaron como secuestradores. Obligaron a Arrepol a llamar a una tía y a su jefe para exigir un rescate de $ 30 millones, que luego fue cayendo a 20, seis y cuatro millones. Esa fue la versión inicial que Arrepol entregó por teléfono. Carabineros rastreó uno de los llamados del celular y lo encontró en el Café Bom- El logo del gobierno de Chile aparece dado vuelta en el supuesto mail de Undurraga, todo un símbolo del efecto del caso Caval en La Moneda. Carabineros rastreó una llamada del celular de Arrepol y lo encontró en el Café Bombay junto a sus dos supuestos secuestradores. bay, de calle Moneda, en compañía de dos de sus supuestos secuestradores, Cristián Prieto y Nelson Serrano. Las autoridades calificaron el hecho como un “autosecuestro”. No se sabe mucho más sobre Arrepol, el asesor comercial de Caval, quien recientemente volvió a Chile desde Panamá. Su padre, Victorino Arrepol Alarcón, es dueño de un local de impresiones llamado Ancri Arte y Fotografía. Por su parte, el hijo tiene domicilios conocidos en la población Bernardo O’Higgins de Chillán, donde vivía hasta hace poco con su esposa, Adelina Jara, y también en Viña del Mar. Uno de los pocos testimonios de alguien que lo conoce lo entrega María Rosa Manríquez, quien fuera su socia en Mavi Compañía Limitada, constituida en 2010: “Recuerdo que era de derecha. Se las daba de tener influencia, hablaba mucho de conseguir contactos y obtener créditos. Me iba a ayudar con unas apelaciones tributarias. La sociedad se formó para un trabajo que nunca se realizó. Vendía la pomada de que era ingeniero comercial, pero no tenía idea de nada. Terminamos esa empresa porque hubo cosas que no me gustaron. Hasta hoy sigo tratando de disolverla”. Fue Arrepol quien involucró en la empresa a Sergio Bustos Baquedano (68), en mayo de 2013. Ambos se conocieron cuando este último llegó hasta el domicilio de Arrepol para ayudarlo en una construcción en su casa. Bustos se había desempeñado en diversos rubros durante su carrera profesional: transportes, agricultura y construcción. Justamente para probar su vínculo con esta última actividad, los abogados