www.buzos.com.mx 23 de febrero de 2015 — buzos 45 Escafandra Cumbres borrascosas de Emily Brontë Ángel trejo RAYGADAS / Periodista - escritor despojar a Edgardo, su rival. Cuando Elena Dean reseña esta historia a Lockwood (1801-1802) el cacique de Gimmerton vive en pleno dominio de sus dos principales posesiones con la compañía de Catalina Linton y Hareton Earnshaw, hijo de Ilustración: Carlos Mejía El señor Lockwood, quien ha rentado la finca Thrushcross Grange a Heathcliff, decide un día visitar Withering heights (Cumbres borrascosas) a fin de conocer mejor a su arrendador, el hombre más rico en la región de Gimmerton. Una tormenta invernal lo obliga a pernoctar en Cumbres y a pasar una noche de encantamientos y pesadillas, pues en el cuarto que se le asigna primero descubre tres nombres repetidamente grabados en paredes, puertas y ventanas (Catalina Earnshaw, Catalina Linton y Heathcliff); luego tiene una pesadilla que le exige la escucha de 70 sermones repetidos cada uno siete veces (490) y al borde de la mañana escucha y ve el fantasma de Catalina Earnshaw, quien escandaliza afuera del cuarto que él ocupa. Sus gritos de terror despiertan a Heathcliff, quien después de regañarlo y calmarlo se acerca a la ventana, la abre y deja entrar al fantasma al que entre sollozos dice: ¡Entra! ¡Entra! ¡Oh, adorada de mi corazón! ¡Entra con el viento y la nieve! Una vez de vuelta en Thrushcross Grange, Lockwood escucha la historia de Cumbres borrascosas en labios de Elena Dean, quien había sido intermitentemente ama de llaves de las dos fincas y conocía al dedillo lo que había pasado entre los Earnshaw y los Linton desde que Catalina Earnshaw y Heathcliff eran niños. El relato de Elena Dean empieza por aclarar que Heathcliff era un niño gitano a quien el padre de los Earnshaw había recogido en las calles de Liverpool y de quien, por supuesto, se desconocían origen y apellido. En Cumbres borrascosas (1847) Emily Brontë cuenta la historia de amor entre Heahtcliff y Catalina, a quienes primero las complicidades infantiles y juveniles unieron; luego separaron las diferencias de clase social; más tarde volvieron a reunir las insatisfacciones y el desamor de Cathy Earnshaw hacia su esposo Edgardo Linton y, finalmente, estrechó en indisoluble amor post mórtem la desaparición prematura de Cathy Earnshaw cuando nació su única hija. En adelante la relación de la gran novela romántica de Emily Brontë –infiltrada de no pocos ingredientes góticos (terror) y mágico realistas (su ambientación espectral es parecida a la de Pedro Páramo)– describe la vida de un ser diabólico (Heathcliff) cuya codicia trastoca las vidas, costumbres, cosmovisiones y heredades de dos generaciones de ambas familias. En su afán por sustituir afectos con propiedades físicas, Heathcliff primero se apodera de Cumbres al morir Hindley, el hermano de Cathy, y luego se casa con Isabel Linton a fin de lastimar y Hindley. La última intención de Heathcliff era desaparecer dichas heredades, pero muere repentinamente y los primos Hareton y Catalina se casan para cerrar el ciclo de perversidades del intruso, el cual podría simbolizar la emergencia del imperialismo británico en el entresiglo XVIII y XIX.