11.3 FERNANDO VII: ABSOLUTISMO Y LIBERALISMO. LA EMANCIPACIÓN DE LA AMÉRICA ESPAÑOLA. ! El final de la Guerra de Independencia coincidirá con el final de Napoleón y con la Restauración. Tras la derrota de Napoleón, los monarcas absolutos volverán a ocupar sus tronos y por tanto restablecerán el orden anterior a la revolución francesa. Todo ello se acordará en el Congreso de Viena (1815) y se creará la Santa Alianza, una coalición entre Rusia, Prusia y Austria a la que se unirán Gran Bretaña y Francia y que establecerá el principio de intervención que consistía en el derecho de intervenir en aquél país europeo en el que surgiese una revolución liberal. El día 11 de diciembre de 1813 se firma el Tratado de Valençay que pone fin a la guerra y en el que se restaura la dinastía de los borbones en la persona de Fernando VII. FERNANDO VII, el Deseado, había nacido en El Escorial el 14 de octubre de 1784. Era el tercer hijo de Carlos IV y de María Luisa de Parma. El acceso al trono de su padre significó su nombramiento como Príncipe de Asturias. Educado por el canónigo Escoiquiz, le inculcó la desconfianza y odio feroz a sus padres y a Godoy. Era de carácter frío, reservado e impasible a cualquier sentimiento. Comenzó a reinar tras el motín de Aranjuez el 19 de marzo de 1808 por aclamación popular y tras la abdicación de su padre Carlos IV. Las abdicaciones de Bayona lo apartarán de España hasta el fin de la Guerra de Independencia. En 1814, las Cortes prepararon un itinerario para Fernando VII de regreso a Madrid donde se esperaba jurara la Constitución y aceptara todo lo acordado en las Cortes de Cádiz, pero Fernando regresa a España entrando por territorio catalán, con el fin de ir comprobando los apoyos con los que contaba en ese momento. Además así mostraba su rebeldía hacia las Cortes. Apoyaban a Fernando una gran parte del ejército y 69 diputados que absolutistas que firmaron el llamado Manifiesto de los Persas (12 de abril de 1814), en el que le solicitan la restauración del sistema absolutista y la derogación de la Constitución elaborada en las Cortes de Cádiz de 1812. Fernando VII se dirigirá a Valencia y allí firmará el Decreto de 4 de mayo de 1814 también llamado Decreto de Valencia por el que se declaran nulos y de ningún valor ni efectos ahora ni en ningún tiempo, como si no hubiesen pasado nunca jamás, los decretos de las Cortes y la Constitución de 1812. De esta manera los liberales quedarán proscritos como traidores. Fernando VII, radicalizó las posturas de los absolutistas: • Restableciendo inmediatamente los señoríos y los otros privilegios del estamento nobiliario. Restauró la sociedad estamental. • Se reintegraron a la Iglesia las propiedades desamortizadas. • Anuló las libertades conseguidas: libertad de imprenta, discusión política… La restauración del absolutismo provocó que los liberales marcharan al exilio, pasaran a la clandestinidad, atentaran contra la vida del rey o la opción de ganarse el aprecio del nuevo régimen. La situación en España tras la guerra era grave. Por un lado el gobierno era totalmente ineficaz debido al constante relevo de ministros en el gabinete, en especial el de Hacienda. Este departamento era incapaz de resolver el problema de la deuda pública existente y que se agravará por los gastos de la guerra y por el proceso de emancipación de los territorios americanos. Los movimientos independentistas tendrán varios efectos ya que privará a la corona de ingresos, obstacularizará el comercio y generará nuevos gastos por el envío de tropas. Por otro lado la vuelta al antiguo orden dará lugar a la aparición de una oposición liberal que optarán por conseguir el poder por la fuerza. Durante el reinado de !1 Fernando VII hubo varios pronunciamientos liberales, todos fracasaron salvo el último. Estos son: • Levantamiento de Espoz y Mina: en Pamplona septiembre 1814, reprimido. • Levantamiento del General Díaz Porlier: que terminó con su ahorcamiento. • La Conspiración del Triángulo: que intentaron el secuestro del Rey a fin de hacerle jurar la Constitución y fracasó. • Levantamiento de los Generales Lacy y Milans del Bosch: en Barcelona y contaban con el apoyo de la burguesía catalana que también fracasó. • El día 1 de enero de 1820 el teniente coronel Rafael Riego se subleva en Cabezas de San Juan (Sevilla). Este levantamiento triunfo cuando el ejército enviado por el Rey para sofocar la sublevación se pronuncia también en Ocaña a favor de la Constitución de 1812. Este pronunciamiento inicia el ciclo revolucionario europeo de 1820 y da comienzo al Trienio Liberal (1820-1823) cuya primera medida es la reinstauración de la Constitución de 1812 y todos los principios que proclamaba. El rey Fernando VII se vio obligado a jurar la Constitución. Las medidas que se tomaron por el gobierno liberal durante el Trienio destacamos: • Supresión definitiva del Tribunal de la Inquisición y la abolición del régimen señorial. • Reactivación de la desamortización y supresión de los mayorazgos. • Instauración de la Milicia Nacional: era una milicia civil, no integrada en el ejército, compuesta por ciudadanos armados con el propósito de defender la Constitución y el régimen liberal; de su mantenimiento se ocuparían los Ayuntamiento sufragando su armamento. Durante el Trienio surgirán dos problemas: • El rey Fernando utilizará el veto suspensivo que le otorgaba la Constitución para boicotear la labor legislativa de las Cortes.. • Los liberales se escindieron en dos grupos: los moderados o doceañistas que pretendían actuar paulatinamente y con el consentimiento del rey a fin de evitar rupturas traumáticas; y los exaltados o veinteañistas, que consideraban que la de Cádiz había quedado obsoleta y era necesario reformarla. Durante el Trienio Liberal se dan varios intentos de volver al sistema absolutista: en 1822 la sublevación de la Guardia Real, poco más tarde la Regencia de Urgel y por último la intervención de la Santa Alianza con un resultado victorioso. Un ejército francés los Cien Mil Hijos de San Luis y mandados por el Duque de Angulema entra en España y restaurará el absolutismo. La Década Ominosa (abominable, azarosa) de 1823 a 1833 es el último periodo del reinado de Fernando VII que se caracteriza en un primer momento por un periodo de represión contra los liberales y por supuesto la supresión de la Constitución de 1812. Medidas: se restableció la censura, se cerraron periódicos y universidades pero no se restableció la Inquisición. Fernando VII hará una “limpieza” en la administración y en el ejército de liberales para lo que pedirá al ejército de la Santa Alianza que permanezca en la Península, manteniéndose hasta 1828. El ministro de hacienda, Luis López Ballesteros, elaboró los primeros presupuestos generales del Estado, creó un Código de Comercio, el Tribunal de Cuentas, la Bolsa de Madrid y el Banco de San Fernando (sustituía al Banco de San Carlos y será precedente del Banco de España). !2 Durante esta etapa en el bando absolutista también se producirá una división: los absolutistas reformistas y los absolutistas apostólicos, más exaltados, apoyaban al infante D. Carlos como heredero al trono. En los últimos años de su reinado deberá hacer frente a la cuestión sucesoria. Fernando VII casado cuatro veces sólo había tenido dos hijas. En España, desde la llegada de los borbones entra en vigor la Ley Sálica (1713), que impedía reinar a las mujeres. En 1789, las Cortes aprobaron una Pragmática Sanción que derogaba la misma pero que no fue publicada hasta 1830, cuando el Rey, casado con su cuarta esposa, María Cristina de Borbón, esperaba un sucesor que resultó ser mujer. Esto provocará un conflicto ya que los absolutistas apostólicos defenderán la candidatura al trono del hermano del rey, Carlos María Isidro de Borbón, negando legitimidad a la Pragmática de 1830. En el año 1832, el rey cae gravemente enfermo, D. Carlos convencen al Rey para que firme un decreto derogando la Pragmática y entrando en vigor la Ley Sálica. Al mejorar el estado de salud del rey ordena la entrada en vigor nuevamente de la Pragmática, poco después, el 29 de septiembre de 1833 el rey muere dejando como heredera al trono a su hija Isabel II. ! LA EMANCIPACIÓN DE LA ÁMERICA ESPAÑOLA: Los territorios americanos se habían dividido en virreinatos muy distintos entre si, estos eran los siguientes: Virreinato de Nueva España (se correspondería con México que alcanzaba toda la costa oeste de los actuales EE.UU. y una parte de Centroamérica). El Virreinato de Nueva Granada (se correspondería con las actuales Venezuela, Colombia y Ecuador). El Virreinato del Perú. El Virreinato de Río de la Plata (Argentina). Las causas más destacables de la emancipación son las siguientes: • Las ideas de la Ilustración, la independencia de las colonias inglesas en Norteamérica (1776) y Revolución Francesa (1789) que mostrarán la posibilidad de conseguir la emancipación y levantarse contra el rey. • El descontento de los criollos que pese a disfrutar de riqueza y cultura tenían vedado el acceso a los más importantes cargos políticos que se reservaban para los españoles peninsulares. Además los criollos buscaban una mayor libertad económica y la apertura a los mercados americanos a otras potencias. • La guerra de Independencia darán paso a la creación de Juntas (igual que en la Península) que gobernarán el territorio directamente. • La intervención de los ingleses y los estadounidenses apoyando a los grupos independentistas con armas y diplomacia. La emancipación de los distintos países hispanoamericanos se divide en tres fases: • Primera fase: comenzaría con los primeros intentos independentistas a partir de 1810 y que son sofocados por el General Morillo. • Segunda fase: se da entre los años 1816 y 1820 y tienen lugar los movimientos independentistas desde el Río de la Plata en Argentina donde el General San Martín atraviesa los Andes desde Argentina y tras varias batallas (Chacabuco, Maipú y Boyacá) consigue la emancipación de Argentina, Chile y Colombia. • Tercera fase: De 1820 hasta 1824, al frente de la misma destaca Simón Bolívar y se consigue la independencia de Venezuela, Perú y Bolivia. En este periodo también se independizan México y los países de Centroamérica. Finalmente sólo quedan fieles a España Cuba y Puerto Rico. Las consecuencias de la emancipación de los territorios americanos: • Para España: La pérdida de su mercado exterior que además pasará a ser una potencia de segundo orden. !3 • Para América: La fragmentación en 15 repúblicas muchas veces enfrentadas entre sí. Aparecerá la figura del caudillo. Predominio social, político y económico de los criollos. Marginación de la población india, negra y mestiza. Entrada de los territorios independizados en la órbita comercial del Reino Unido y EE.UU.. !4