Por lo visto, el éxito no ataja la vanidad. DOMINGO 17 DE JULIO DE 2016 No sólo soy el mejor atleta, también caigo bien: Usain Bolt ■ Quiero ser tan grande que nunca pueda ser olvidado, dice el velocista olímpico AGENCIAS ■ Deportes Barrales, a la dirigencia del PRD En una sesión fría y en plena crisis electoral, de credibilidad y financiera, la cúpula del PRD eligió a la ex colaboradora de Miguel Ángel Mancera MAR DE HISTORIAS Una ruina más levaba años de no ir por Todosantos. La calle está irreconocible y más atestada de vendedores ambulantes y basura. Como era de esperarse, Santa Brígida permanece en pie. En el atrio, que aún es refugio predilecto de los menesterosos, no vi al trompetista mixe con su niño violinista. A todas horas interpretaban lo mismo: Dios nunca muere. ¿Seguirán tocando juntos? No lo creo. Pienso que el hombre murió de borracho y que el niño –ya todo un joven– emigró al norte. Ojalá que no haya olvidado la música ni su lengua. Sonaba muy bonito, como trino de pájaros. El Hotel Cairo desapareció. En su lugar hay un gimnasio donde se imparten clases de zumba y danza polinesia. La joyería Cleopatra es depósito de cervezas y el taller mecánico CRISTINA PACHECO imprenta. La fonda de Genoveva tiene la cortina bajada. En el quicio vi a una muchacha multicolor vendiendo un método para aprender inglés. Mientras ella miraba arrobada la pantalla de su celular, una grabación repetía las mismas frases a ritmo de bostezo: “¿How are you?” “Fine, thank you. My name is Lupita: a mexican girl.” II La vecindad donde viví y era conocida como el Avispero, es una ruina que funciona como plaza comercial. Sobre algunos puestos leí carteles con la misma demanda: “remodelación o reubicación.” Sea cual fuere el arreglo a que lleguen los comerciantes, del Avispero –de su fantasma– no quedarán ninguno de los detalles que de milagro sobreviven: la fuente (convertida en basurero), tramos de herrería y las escaleras que conducen a la azotea. Allí vivían dos perros muy bellos: Rambo y Killer: buenos guardianes, feroces cuando era necesario. Don Juan Bosco Malo –el poeta– les tenía un miedo terrible, pero se lo aguantaba con tal de subir al departamento que fue de la señora Bona von Bonn. Era muy bonita y se vestía de una manera llamativa. La última noche que la vi llevaba una camisa de tigre, pantalones entalladísimos y pulseras en los tobillos. Al día siguiente la encontraron muerta en su departamento: el 707. Por la forma en que todos en el Avispero comentaban el hecho, creo que se suicidó. III No se lo dije a nadie, pero su muerte me causó mucha pena. Cuando Joaquina, la portera, no podía ir a comprarle sus cocas, doña Bona me mandaba al estanquillo. Al volver ya me tenía mi propina y algo de la comida que hubiera en la casa. Allí todo estaba en desorden. En el baño, un pez gordo, disecado, colgaba del techo. Olía horrible, pero doña Bona se negaba a tirarlo porque, según ella, le traía muy hermosos recuerdos de la semana que pasó en Veracruz filmando una película que seguía enlatada “como sardina”. Como si siempre fuera nuevo, nos reímos de ese chiste infinidad de veces. A PÁGINA 31 Vacacionistas se escapan de la CDMX ■ Foto Francisco Olvera ALMA E. MUÑOZ Y ROBERTO GARDUÑO ■ 13 A la Corte Penal Internacional, masacre de más de 300 en Coahuila ■ Los Zetas, autores de las atrocidades en Allende; nadie hizo nada: testigos SANJUANA MARTÍNEZ ■ 15 EL DESPERTAR • JOSÉ A. ORTIZ PINCHETTI 12 BAJO LA LUPA• ALFREDO JALIFE-RAHME 12 R OLANDO C ORDERA C AMPOS A NTONIO G ERSHENSON G UILLERMO A LMEYRA E RIC N EPOMUCENO J OSÉ A NTONIO R OJAS N IETO S ERGIO R AMÍREZ Á NGELES G ONZÁLEZ G AMIO E LENA P ONIATOWSKA B ÁRBARA J ACOBS 16 16 17 17 20 22 28 3a 5a La afluencia de viajeros abarrota terminales de autobuses y el aeropuerto de la Ciudad de México, donde del viernes 8 a este sábado fueron atendidos 136 mil 755 pasajeros. Tras empezar el periodo vacacional de verano para 25 millones de estudiantes de nivel básico en el país, la Policía Federal informó que salen de la capital 147 autos por minuto. La imagen, en Taxqueña ■ Foto Jair Cabrera BLANCA JUÁREZ ■ 30