TRABAJO FIN DE GRADO Título Fusiones en el sector del automóvil. El caso DaimlerBenz y Chrysler Autor/es Akram Nassir Ayala Director/es Rodolfo Salinas Zárate Facultad Facultad de Ciencias Empresariales Titulación Grado en Administración y Dirección de Empresas Departamento Curso Académico 2014-2015 Fusiones en el sector del automóvil. El caso Daimler-Benz y Chrysler, trabajo fin de grado de Akram Nassir Ayala, dirigido por Rodolfo Salinas Zárate (publicado por la Universidad de La Rioja), se difunde bajo una Licencia Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported. Permisos que vayan más allá de lo cubierto por esta licencia pueden solicitarse a los titulares del copyright. © © El autor Universidad de La Rioja, Servicio de Publicaciones, 2015 publicaciones.unirioja.es E-mail: publicaciones@unirioja.es FACULTAD DE CIENCIAS EMPRESARIALES TRABAJO FIN DE GRADO GRADO EN ADMINISTRACIÓN Y DIRECCIÓN DE EMPRESAS Fusiones en el sector del automóvil. El caso Daimler-Benz y Chrysler Autor: Akram Nassir Ayala Tutor: Rodolfo Salinas Zárate CURSO ACADÉMICO 2014-2015 Resumen En este trabajo se analizan las razones por las que las empresas deciden crecer mediante estrategias de desarrollo externo, y los problemas a los que se enfrentan cuando la fusión es la alternativa elegida para alcanzar sus objetivos de crecimiento. En los últimos años hemos asistido a un proceso de concentración del sector del automóvil. Numerosas marcas se han agrupado en unos pocos grupos, como consecuencia de los procesos de fusión entre empresas, VW y Bentley o Ford y Volvo por ejemplo, o de adquisiciones de marcas independientes por parte de grandes grupos. El trabajo se centra en el estudio de un caso particular como es el del DaimlerChrysler, en el cual dos grandes compañías automovilísticas de países distintos y distintas formas de proceder, se fusionaron con el objetivo de ser la mayor compañía automovilística del mundo. El análisis del caso DaimlerChrysler nos muestra cómo la gestión de la integración de todos los componentes de la empresa es parte fundamental para el devenir del proceso de fusión. Summary In this paper the reasons why companies decide to grow through external development strategies, and the problems they face when the merger is the alternative chosen to achieve its growth targets are analyzed. In recent years we have witnessed a process of concentration in the automotive sector. Numerous brands have been grouped into a few groups, as a result of mergers between companies, VW and Bentley or Ford and Volvo for example, or procurement of independent brands by large groups. The work focuses on the study of a particular case is that of DaimlerChrysler, in which two other big auto companies and different courses of action countries, merged with the aim to be the biggest car company in the world. DaimlerChrysler case analysis shows how management integration of all components of the company is critical to the future part of the merger process 2 ÍNDICE 1. INTRODUCCIÓN 2. EL ANÁLISIS DE LOS PROCESOS DE FUSIÓN DE EMPRESAS 2. 1. Crecimiento externo vs Crecimiento interno. Tipos de crecimiento externo 2. 2. Crear valor como principal razón 2. 3. Selección de la compañía con la que establecer relación 2. 4. El proceso 2. 5. La valoración final de la estrategia corporativa adoptada 3. CONTEXTO HISTÓRICO: LA EVOLUCIÓN DEL SECTOR DEL AUTOMÓVIL 3. 1. Primeros años y la importancia de Detroit 3. 2. Crecimiento de las marcas europeas y japonesas 3. 3. La aparición de Corea del Sur y China como principales competidoras 3. 4. En la actualidad 4. EL CASO DAIMLER-BENZ Y CHRYSLER 4. 1. Inicios de cada marca 4. 2. Los pioneros en fusionarse 4. 3. ¿Fue un fracaso? 5. CONCLUSIONES 6. BIBLIOGRAFÍA 3 1. Introducción La industria del automóvil ha tenido un impacto enorme en los dos últimos siglos en el conjunto de las economías desarrolladas, no sólo por su peso relativo sino también por la capacidad que ha demostrado a la hora de desarrollar e incorporar innovaciones organizativas que con posterioridad se han trasladado a otras industrias. Sus comienzos datan de 1769 con el primer vehículo con motor de vapor diseñado por Nicolás Cugnot, con un resultado un poco decepcionante si bien es cierto, ya que era un modelo poco práctico. Ya a principios del siglo XX, la producción en cadena del Ford T marco un hecho importante en la historia reciente ya que ofertaban un modelo de precio contenido cuyo objetivo era el público de masas. General Motors, cuya demanda había caído estrepitosamente frente a Ford esos años, reaccionó diseñando una estrategia alternativa: vehículos diferentes para diferentes segmentos (Milgrom y Roberts, 1994). Cada marca que poseía el grupo se enfocó a un tipo de consumidor lo que implicaba combinar una gran diversidad de productos con una importante coordinación en su diseño. Esta nueva estrategia llevó a la empresa a modificar de forma radical su organización, motivándole a desarrollar una estructura multidivisional que le permitió competir con Ford y superarlo en ventas a mediados de la década de los 40. Este esquema organizativo, ya normalizado en nuestra época, supuso un gran avance para aquellas compañías que como GM poseían una amplia gama de productos. Otro de los grandes grupos automovilísticos en la actualidad, el grupo Toyota, en la década de los 50, era una pequeña marca japonesa que no podía competir con los gigantes norteamericanos en inversión en capital. Esta desventaja le empujó a desarrollar una innovación organizativa, el sistema de producción, “Just-in-time”, que reducía el volumen de existencias intermedias del proceso de fabricación, haciéndolo más rápido y flexible, e incrementando la fluidez de la información entre las partes. Igualmente la coordinación con sus proveedores se hizo más efectiva que la de sus competidores, al permitirle comunicar al momento sus necesidades, para poder rediseñar sus modelos más rápidamente que la competencia. En la actualidad nos encontramos con un sector con numerosas marcas en el mercado, pero inmerso en un proceso de progresiva concentración entre los actores tradicionales, en tanto surgen nuevos competidores, especialmente desde Corea del Sur y, más recientemente, China. En estos últimos años hemos oído hablar de compraventa de marcas, desaparición de otras (el 4 caso más reciente e importante es el de Rover), formación de alianzas para crear modelos nuevos (el Grupo PSA con Toyota para la fabricación conjunta del Citroën C1, el Peugeot 107 y Toyota Aygo) e incluso se producían fusiones entre ellas (Daimler y Chrysler protagonizaron una de las grandes fusiones a nivel internacional entre compañías del sector de la automoción) Ahora es complicado encontrar una marca independiente que no tenga a un gran grupo detrás. Prácticamente todas están integradas bajo el mando de una compañía matriz. El boom de las adquisiciones y fusiones en el sector del automóvil se empezó a dar allá por los finales de los 90, abriendo el fuego Daimler y Chrysler, la siguió Renault y Nissan, para luego unirse dos pesos pesados como General Motors y el Grupo Ford con la compra de marcas como Saab o Daewoo en el caso del primero y Land Rover o Jaguar por parte del gigante norteamericano fundado por Henry Ford. Estas operaciones han tenido resultados dispares, en algunos casos han supuesto crecimientos notables para las marcas involucradas y en otros, han desembocado en importantes fracasos. En este trabajo se tratarán de explicar las principales razones por las que las empresas en general, y las de automoción en particular, especialmente en los últimos tiempos, se han podido ver empujadas a fusionarse para no verse en clara desventaja frente a sus competidores. Asimismo, se abordará el problema que supone la gestión de los procesos de fusión entre empresas. Para ello, se hará un repaso histórico de la industria del automóvil haciendo hincapié en los hechos más relevantes, para centrarnos después en un caso concreto, la fusión de Daimler y Chrysler, un caso reciente e importante donde dos gigantes de la industria automotriz cuyo objetivo era ser la mayor compañía automovilística del mundo. 2. El análisis de los procesos de fusión de empresas Las fusiones son una herramienta que tiene las compañías para lograr sus objetivos tanto financieros como corporativos. Aunque pueden ser consideradas un riesgo importante, si se realizan de forma eficaz y eficiente, puede ayudarnos a crecer rápidamente. No obstante hay que tener en cuenta a los accionistas en todo el proceso, saber consolidar los negocios e integrar las compañías involucradas para hacer que aumente la probabilidad de éxito e identificar las operaciones que 5 pongan en peligro a nuestra compañía1. En esta primera etapa del trabajo se analizará tanto la justificación de una fusión, la realización y su evolución. 2.1. Crecimiento externo vs Crecimiento interno. Tipos de crecimiento externo Crecer para una compañía es proclamar que viven una gran etapa y es uno de los objetivos principales de ellas. Una vez establecida la estrategia de crecimiento, hay dos vía para alcanzarlo o métodos de desarrollo: el interno y el externo2. Entendemos crecimiento interno cuando la empresa realiza inversiones internamente comprando otros factores de producción que hacen que aumente la capacidad de producción de la empresa. Lo que hace fundamentalmente es ampliar sus negocios introduciendo nuevos, si las inversiones se realizan en la misma o en otra industria diferente en la que actuaba. “Otra vía es la del crecimiento externo, siendo un desarrollo que es resultado de una adquisición, participación, asociación o control por parte de una empresa, de otras empresas o de activos de otras empresas que ya estaban en funcionamiento”. (Navas y Guerras, 2007) Este crecimiento se basa en la adquisición de capacidad productiva que ya existía, por lo que no representa ni una inversión real ni un crecimiento de la producción agregada, lo único que ocurre es un cambio de propiedad de los activos. Con este tipo de crecimiento la empresa crece pero no el sistema económico ya que la capacidad de producción sigue siendo la misma. Entre las ventajas y desventajas que tenemos que tomar en consideración al optar por un desarrollo externo, citaremos primero las ventajas más importantes de optar por un crecimiento externo: El crecimiento externo es más rápido que el interno, ya que incorporamos la capacidad de producción de la otra empresa. 1 GARCIA ESTEVEZ, P.: Fusiones comentadas, Ediciones Prentice Hall. Pag.XVII 2 GUERRAS MARTÍN, L.A.; NAVAS LÓPEZ, J.E.: La dirección estratégica de la empresa. Cívitas: Madrid. (2007). Pag.451 6 Es más recomendable en procesos de diversificación no relacionada o internacionalización, cuando queremos introducirnos en otra industria y/o país diferente. Seleccionamos mejor el momento para entrar en una industria o país. Es más aconsejable el desarrollo externo en industrias maduras, al no alterar el tamaño total de la industria. Y los inconvenientes más notables que encontramos al optar por un crecimiento externo son (Navas y Guerras, 2007): El desarrollo externo no optimiza las decisiones en la gestión del proceso de crecimiento, es decir, aspectos como la adquisición de nuevos equipos, construcción de nuevas plantas… son decisiones que ya están tomadas en el crecimiento externo. Hay un proceso de obtención de información y de negociación con la compañía objetivo, algo complicado de adquirir y de llevar a cabo respectivamente. Suele ser más costoso que el crecimiento interno. Esto se deriva de posibles activos duplicados, el propio proceso de negociación o la necesidad de reestructurar la empresa por la integración. También pueden aparecen problemas de integración cultural, organizativa o productiva. Por último, estas operaciones de desarrollo externo pueden estar limitadas por la administración pública para preservar la libre competencia. Después de nombrar las ventajas y desventajas que tiene optar por un crecimiento interno, definiremos los tipos de crecimiento externo que existen. Tipos de desarrollo externo Calificaremos como crecimiento externo todas aquellas alternativas al crecimiento interno, por lo que se reconocen los siguientes tipos, en función del método o procedimiento que se 7 siga3: La fusión de empresas: radica en la integración de dos o más compañías de forma que disuelva al menos una. La adquisición de empresas: es una maniobra de compra-venta de acciones entre dos compañías, atesorando la personalidad jurídica de ambas. La cooperación entre empresas: significa una fórmula neutra, por la cual se crean vínculos y relaciones entre las empresas, por fórmulas jurídicas específicas o con acuerdos tácitos, no perdiendo la pérdida de personalidad jurídica de ninguna de las implicadas. Por otro lado, en función del tipo de relación que se establece entre las empresas que se unen, tanto las fusiones, las adquisiciones como las alianzas, se pueden clasificar en: horizontales (cuando las empresas son competidoras entre sí y pertenecen a la misma industria), verticales (cuando las empresas están situadas en distintas fases del ciclo completo de explotación de un producto) y conglomeradas (cuando las empresas tienen actividades muy distintas entre sí). (Navas y Guerras, 2007) Una empresa tiene la potestad de decidir si se embarca en una alianza con otra o si decide fusionarse con ella o incluso llegar a adquirirla. Como vemos son alternativas muy dispares, cada una con sus ventajas e inconvenientes4. Hay numerosos casos en los que una alianza no es lo más apropiado para alcanzar los objetivos que se plantean. Gran número de investigadores nos indican que una adquisición o fusión funciona mejor en mercados en los que hay mucha competencia, sin embargo, una alianza es más efectiva que estas opciones cuando pretendemos penetrar en mercados extranjeros en los que no tenemos experiencia o incluso puede también efectiva en industrias que guarden relación. El formar una alianza nos tiene que valer para explotar nuestras 3 GUERRAS MARTÍN, L.A.; NAVAS LÓPEZ, J.E.: La dirección estratégica de la empresa. Cívitas: Madrid. (2007). Pag.457 4 SCHAAN, J.L.; KELLY, M.; TANGANELLI, D.: Gestión de alianzas estratégicas, Ediciones Piramide.Pag.97-99 8 fortalezas llevándonos esa decisión empresarial al éxito. A finales del siglo XX se produce un boom de fusiones y adquisiciones en muchos sectores económicos. También toman auge las alianzas entre empresas. Lo que buscan las empresas es incrementar su competitividad en un mercado global cada vez más dinámico por el avance tecnológico y los cambios cada vez más frecuentes que se dan en la demanda. De este modo, una compañía se puede centrar en sus principales áreas de negocio y descartar las actividades que no son vitales para ella, además de minimizar riesgos o incluso adquirir activos novedosos sean tangibles o no. Pero puede haber problemas jurídicos, sobretodo en fusiones o adquisiciones de carácter horizontal, aunque no sólo. Las autoridades pertinentes las tienden a restringir al considerar que reducen la competencia, sin que las posibles mejoras de eficiencia lo justifiquen, o para proteger en otros casos, la industria nacional. Esto último nos puede afectar cuando la operación involucra a una empresa residida en otro país. En estos casos es más factible un acuerdo de cooperación que una fusión/adquisición. Alternativa que concede a la operación más flexibilidad en caso de cambios de demanda o tecnológicos. Una alianza siempre poseerá más agilidad y flexibilidad para enfrentarse a esos cambios que una fusión/adquisición. Podrán abandonar más rápidamente un proyecto que tomando las otras decisiones contractuales. Las fusiones y adquisiciones involucran a toda la organización, por lo que puede haber activos u operaciones irrelevantes para el plan que se tenga entre manos. Esto no sucede con una alianza. Con una alianza se colabora solo en las operaciones que sean lo más productivas posible. No hay otras implicaciones. Únicamente se crea un clima de colaboración donde todos salen beneficiados. Pero no todo son ventajas formar un acuerdo de cooperación. Puede haber problemas de control del acuerdo. En una fusión hay una única estructura, sin embargo en una alianza al haber dos o más empresas hay más trabas en temas de control y toma de decisiones por la problemática entre socios que puede surgir. Asimismo el reparto de los beneficios puede crear problemas e incluso dar al traste a ese clima de colaboración. En definitiva, cualquier decisión empresarial de este calado, tendrá que ser estudiada bajo parámetros como la inversión que se tiene que producir y los beneficios que pueda suponer, amén de valorar si es importante o no la pérdida de control. Los dirigentes cuando estas decisiones de desarrollarse interna o externamente su fin último es crear valor. 9 Este trabajo se centra en la primera de las alternativas citadas en el apartado anterior, las fusiones. Éstas se dan cuando se integran dos o más empresas y desaparece al menos una. O como definió el economista Patrick A. Gaughan (2006)“Es una combinación de dos empresas donde solo una de las dos sobrevive”. 2.2. Crear valor como principal razón Los procesos de fusión entre empresas tuvieron su momento cumbre durante el siglo XX, han sido analizados desde distintos puntos de vista (cultural, económico, legal…). Gran parte de los trabajos que han abordado su estudio están destinados a intentar comprender qué lleva a estas compañías a establecer estas relaciones tan complejas y laboriosas, y los motivos que llevan al convencimiento de los directivos de que esta solución puede ser beneficiosa en el medio y largo plazo para su entidad5. La pregunta básica que debemos hacernos al analizar una opción estratégica es si crea valor para la empresa. El éxito o fracaso de toda decisión estratégica se medirá en términos de creación de valor. Lo primordial para una empresa es la competitividad de la misma si quieren crecer y seguir manteniendo relaciones con cada parte involucrada en su devenir. Al fin y al cabo los empleados quieren salarios más altos, los clientes quieren productos con mayor calidad que la competencia, los proveedores buscan que se les page a tiempo, los accionistas aumentar el valor de sus acciones…Todos buscan al final su propio beneficio y el fin de la empresa es aumentar el valor global, lo que nos puede llevar a pensar que se tratan de objetivos dispares pero están muy relacionados en la práctica, ya que no crear valor en la empresa puede hacer que se resientan todas las partes involucradas6. Cualquier tipo de decisión que toma una compañía está enfocada a mejorar su rentabilidad, respetando las leyes y la ética empresarial. La decisión de aliarse o fusionarse con otra suele 5 MASCAREÑAS, J.: Fusiones y adqusiciones de empresas, Ediciones McGraw Hill (4ª edición). Pag.1 6 GUERRAS MARTÍN, L.A.; NAVAS LÓPEZ, J.E.: La dirección estratégica de la empresa. Cívitas: Madrid. (2007). Pag.83 10 conllevar tiempo y esfuerzo muy importantes a directivos, ya que afecta no sólo a empresa, sino a clientes, accionistas…y sólo deben realizarse si el fin último es aumentar el valor empresarial de ambas. Pero puede haber complicaciones en el proceso, ya que es muy complejo integrar dos o más culturas organizativas para que estas se embarquen en un proyecto y eso puede repercutir en el devenir de la operación. Una fusión de una compañía con otra puede ser interesante si esa compañía tiene mayor valor si se alía con nosotros que por sí sola. Pero esta implicación puede carecer de validez si las empresas tienen negocios totalmente opuestos, lo que suele llevar al fracaso de estas acciones que toman directivos que van en contra de lo que el mercado dicta. Muchos de estos directivos creen que pueden actuar mejor que los directivos de la otra empresa y por eso se embarcan en proyectos tan discutibles. Hablemos un poco de los motivos que pueden llevar a los directivos a llevar a cabo estas estrategias corporativas. Cabe decir que muchas de las decisiones que toman tienen su origen en informaciones poco fiables o inconclusas. Pero lo más lógico es pensar que asociar unas empresas casi siempre tendrá un efecto positivo. También muchos de los motivos que llevan a asociarse pueden ser motivo de discrepancia entre ellos. A continuación enumeraremos algunos de ellos7. Para empezar hablaremos de la búsqueda de empresas de la misma industria o sector y fusionarse con una empresa del mismo ámbito de negocio para buscar eficiencia financiera mediante dos vías; reduciendo costes o aumentando los ingresos8. Para aumentar los ingresos dos empresas pueden aliarse para formar un nuevo producto o servicio. O para buscar otras vías de beneficio como el desarrollo de la gama de productos, uso de canales de distribución de forma conjunta, uso de la imagen de una de ella para el lanzamiento del producto o servicio… 7 MASCAREÑAS, J.: Fusiones y adqusiciones de empresas, Ediciones McGraw Hill (4ª edición).Pags7-35. 8 GUERRAS MARTÍN, L.A.; NAVAS LÓPEZ, J.E.: La dirección estratégica de la empresa. Cívitas: Madrid. (2007). Cap.14 11 La otra vía, la de reducir costes, es una forma de buscar economías de escala cuando dos empresas deciden fusionarse. Por ejemplo, se pueden enfrentar a inversiones muy fuertes que no podrían haber hecho por si solas, como los gastos de I+D o en la comercialización o producción de un producto o servicio reducir costes que son comunes en ambas compañías, ya que en las economías de escala los costes crecen a un ritmo menor en comparación al volumen de producción. Ya sabemos que la especialización nos suele llevar a alcanzar las ansiadas economías de escala por medio del aprendizaje. Conviene decir que muchas veces una estrategia corporativa de estas características conlleva deseconomías de escala; uno de los motivos puede ser la incompetencia de los directivos para hacer que las empresas fluyan en la misma dirección y consigan los objetivos propuestos. Añadir también que hay un concepto relacionado con esto, el de economías de alcance, el cual nos habla de una producción mayor con los mismos costes. Esto también se puede conseguir con una estrategia empresarial como la fusión y en este proyecto veremos como muchas compañías automovilísticas usan esta estrategia para reducir gastos a la hora de la producción de sus coches, produciendo vehículos similares bajo marcas diferentes. Otro motivo puede ser el relacionado con acaparar el mercado mediante monopolios, ya que al aparecer fusiones entre compañías se aumenta su poder y pueden establecer un precio superior al de la competencia. Hay varios posibles orígenes que llevan al monopolio, en primer lugar las posibles barreras de entrada al negocio, luego la cuota de mercado que tengan cada una de las empresas del sector y por último la diferenciación en materia de productos y servicios. Pero hay que tener mucho cuidado porque numerosos países poseen leyes antimonopolio para evitar estas prácticas9. Las empresas que realizan estas estrategias corporativas también desean estar más cercanas al cliente final. Este es otro motivo también para adoptar estas estrategias. Asimismo pueden mantener esas relaciones con proveedores para asegurarse las materias primas. Estas prácticas se denominan de integración vertical en caso de que haya una fusión, para de este modo coordinarse mejor y ser más eficientes en materia de administración. Una ventaja importante 9 GARCIA ESTEVEZ, P.: Fusiones comentadas, Ediciones Prentice Hall. Pag.23 12 de actuaciones como estas es la coordinación en la producción, dándonos una mejoría en el tiempo de fabricación, lo que luego se plasma en los resultados de la compañía. Asimismo hay que tener cuidado con las autoridades de defensa de las competencia ya que estas prácticas también se pueden llegar a confundir con situaciones monopolistas y poner en aprietos a ambas compañías. Igualmente, muchas empresas se fusionan con otras por razones como la creencia de que la otra parte lleva una gestión incompetente y bajo su dirección, revertir la situación y hacerla más rentable. Hay que ser cuidadosos con estas prácticas ya que los anteriores directivos no querrán ser vistos como unos malos directivos y dificultaran todo el proceso, y no dejaran fácilmente que otros directivos con posibles mejores aptitudes, se hagan con el control de su compañía. Otra razón para establecer estas estrategias es lograr posibles ventajas fiscales que pueden obtener con estas decisiones. El menor pago de impuestos puede ser una razón para establecer vínculos con otras empresas. Pero hay que añadir que ese beneficio fiscal puede aparecer o no, eso ya depende del país donde se realice esa operación. Un motivo también de gran importancia es cuando una empresa ofrece un producto o un servicio, pero no tiene las infraestructuras o los canales de distribución que si tiene la otra para que la producción se haga de forma masificada. Esta práctica se suele dar bastante en la industria automotriz ya que pequeñas marcas se alían con otras compañías automovilísticas de mayor calado para que su modelo pueda ser más vendido que si lo produjesen ellos de forma individual. Otras razones que no crean valor para la empresa como pueden ser la diversificación de los riesgos, que es cuando una empresa se fusiona con otra que no tiene relación con su negocio para reducir el riesgo económico de la suya, o también la urgente necesidad de los directivos de hacer crecer su poder ya que mediante una fusión o una compra, estos pueden tener mayores activos o mayores presupuestos a su alcance para poder conseguir sus objetivos personales y no la creación de valor para la compañía. 13 También hay otros motivos para fusionarse con una compañía como son los posibles menores costes de financiación al abordar inversiones10, aliarse para reducir la competencia, para conseguir información privilegiada…o simple moda que se puede dar en el sector en el que se trabaje. Esto puede hacer que el precio de las acciones aumente, lo que alentaría a continuar creciendo. 2.3. Selección de la compañía con la que establecer relación La decisión de establecer o no una relación con una empresa recae en los directivos de la compañía. El crecimiento interno puede generar menos problemas que uno externo, pero con este último el objetivo empresarial se consigue en menos tiempo11. Pero un aspecto clave del crecimiento externo es encontrar ese socio, ese aliado, con el cual de forma conjunta se puede conseguir ese objetivo que por separadas no se encontraría fuera de su alcance. El proceso de selección es importantísimo, ya que un error en ese proceso puede llevar a que la decisión estratégica resulte en un fracaso, incluso puede poner en peligro la viabilidad de ambas compañías. Por lo que esta decisión tiene que ser consensuada en el tiempo y muy bien estudiada, tanto en sus ventajas como en sus inconvenientes para que después no se den sorpresas desagradables. Un problema que se puede dar es que ambas compañías no encajen de forma adecuada. Una mala comunicación entre ellas, problemas entre directivas o diferencias culturales pueden llevar al fracaso de la operación. Por lo que es fundamental que ambas empresas hagan un estudio en el cual se plasme lo que quieren o esperan del proceso, con las especificaciones previas y los objetivos a lograr en el medio y largo plazo. Una empresa decide ampliar su negocio, añadiendo una actividad novedosa o permaneciendo en su sector, produciendo productos o servicios como los que la empresa hace. Dicho esto, lo más normal es que fusionen con compañías del mismo sector para aprovechar las sinergias entre ambas, ya que es algo complicado que se formen con empresas que no tienen negocios 10 GARCIA ESTEVEZ, P.: Fusiones comentadas, Ediciones Prentice Hall. Pag.24 11 MASCAREÑAS, J.: Fusiones y adqusiciones de empresas , Ediciones McGraw Hill (4ª edición).Pag 41-57. 14 en común. Uno de los motivos de tomar estas medidas puede deberse a la creencia de la directiva de la escasez en la gama de productos de la compañía y que una fusión puede paliar ese déficit. En el sector del automóvil, que es objeto de estudio, lo habitual es que haya empresas con diferentes productos y a su vez con diferentes públicos objetivo compitiendo en un mismo mercado. Por lo que muchas estrategias que adoptan las compañías automovilísticas están dirigidas a rivalizar con su competencia más directa, y no quedarse atrás en un mercado con cada vez más oferta. Y debido a esto, lo más lógico es que se adquieran marcas o haya fusiones entre ellas para ser cada vez más competitivas. Muchos directivos creen que para ampliar su cuota de mercado tendrán que unirse con otra compañía y así mejorar su cuota inicial. Por lo que es habitual que muchas de estas medidas que se toman tengan su origen en esta razón. Otro motivo puede tener raíz en la creencia de la directiva de que el crecimiento y rentabilidad son conceptos que están en relación, ya que a mayor tamaño de la empresa, mayor es su rentabilidad. Esto no necesariamente tiene que ser así, una empresa que aumenta sus ventas debido a una fusión, puede ver disminuir su rentabilidad, ya que el ritmo de crecimiento del ratio beneficio-ventas puede ser menor. Un aspecto a tener en cuenta es la financiación con la que hacer frente a esa decisión estratégica, si procederá de las arcas de la compañía o si por el contrario habrá que acudir al mercado bancario o incluso, emitir nuevas acciones. Otro aspecto a tener en cuenta es si la empresa con la que vamos a unirnos está o no en el extranjero. Es bastante obvio que es más complicado que fructifique una fusión con una compañía extranjera que con una de ámbito nacional por aquello de las diferencias culturas que puede haber entre ambas, por lo tanto, una medida estratégica en un ámbito extranjero siempre tendrá que ser mirada con un poco más de detenimiento que con una nacional. Suelen ser más costosas en tiempo y en capital, pueden dar problemas de integración como hemos dicho, por aquello del idioma, lo que perjudica al flujo de información12. 12 MASCAREÑAS, J.: Fusiones y adqusiciones de empresas, Ediciones McGraw Hill (4ª edición).Pag 50. 15 Una empresa tiene que tener claro cuando se asienta en un mercado extranjero, qué espera de ese mercado, y decidir si prefiere una asociación con una compañía ya asentada en ese país o directamente adquirir esa empresa y evitar posibles problemas con su directiva, gestionando ellos mismos a la compañía, con todo lo que ello implica. Indudablemente, lo más lógico sería formar una alianza con la compañía en un primer momento y si esa asociación la viésemos como algo positivo, podríamos plantearnos una fusión con la otra compañía, ya que habrán obtenido la suficiente información con esa asociación como para comenzar un proceso tan complejo como lo es una fusión. También hay que reseñar que cuando se hacer este tipo de actividades, hay que tener en cuenta la legislación del país donde se va a realizar la operación, ya que pueden el gobierno de ese país restringir nuestras actividades en su nación. Asimismo hay que tener en cuenta que muchos países tienen un sistema judicial bastante pobre, sobre todo en los países subdesarrollados, donde no hay ni registro mercantil, ni de la propiedad…. En resumen, hay que tener en cuenta que cuando se realiza una operación de estas características en un país extranjero a parte del propio riesgo que supone la inversión económicamente, también hay otros factores, políticos principalmente, que pueden afectar al resultado de esta operación. Las restricciones políticas que pueden hacer a nuestros negocios pueden ser muy importantes en determinados casos. Una búsqueda óptima a la hora de encontrar a ese socio con el que establecer relaciones nos hará ahorrarnos algún que otro disgusto. Aunque sea un proceso que se suele alargar en el tiempo, el acotar la lista de posibles candidatos, bajo una serie de criterios antes estipulados, puede hacer que acertemos a la hora de elegir esa compañía con la que queremos abordar estas cuestiones13. Una empresa podrá malgastar dinero y tiempo si no define correctamente los criterios con los que analiza si una empresa le es útil o no para el cumplimiento de sus objetivos, pudiendo elegir compañías que deberían haber sido descartadas si se hubiese establecido estas especificaciones correctamente. La precisión y la claridad de estas son fundamentales. 13 GUERRAS MARTÍN, L.A.; NAVAS LÓPEZ, J.E.: La dirección estratégica de la empresa. Cívitas: Madrid. (2007)Pag.467 16 Las compañías con las que trabajaremos tienen que cumplir los criterios, y si los cumplen podremos decir que se tratan de candidatos ideales. Asimismo es de reseñar que no es conveniente poner muchos requisitos ya que puede que no encontremos candidatos entonces. Igualmente tiene que haber predisposición por parte de la otra empresa a fusionarse con la nuestra, ya que la otra empresa también tendrá sus propios criterios y podemos no encajar con esos criterios14. En resumidas cuentas, elaborando una serie de criterios óptimos de selección podremos encontrar esa compañía con la que establecer relaciones empresariales y tener menos posibilidades de cometer un error. Una vez confeccionados los requisitos que tienen que tener esas empresas, podremos empezar a buscar ese candidato con el que fusionarse, centrándonos en unas pocas empresas, y teniendo acceso, a su vez, a absolutamente todos los datos y referencias de dichas compañías. Normalmente, como hemos dicho anteriormente, el precio que tiene la información cuando hacemos una transacción en territorio extranjero o en territorio nacional no es el mismo. También la fiabilidad de dicha información puede estar en entredicho. Por lo que es fundamental que la información sea lo más cercana a la realidad posible. Asimismo nos podemos encontrar a un candidato cuyas ventajas suplan sus posibles carencias que pueda tener, por lo que habría que estudiar el caso y ver si nos podría encajar. Igualmente podemos acudir a agentes financieros que son los que nos analizan aquellas empresas en las que estamos interesados, elaborando informes sobre ellas. Estos suelen ser de mayor detalle que los que podríamos hacer con una búsqueda con las herramientas anteriormente expuestas15. Una vez se consiga la información, habrá que examinarla con detenimiento para ver cuál es el candidato perfecto. 14 GARCIA ESTEVEZ, P.: Fusiones comentadas, Ediciones Prentice Hall. Pag.25-37 15 GARCIA ESTEVEZ, P.: Fusiones comentadas, Ediciones Prentice Hall. Pag.28 17 2.4. El Proceso Una vez encontrado la compañía ideal con la que fusionarse, queda pendiente el momento de negociar las bases del contrato, lo cual se suele hacer de forma amistosa en la mayoría de casos. Este paso es de importancia capital, ya que una negociación óptima con la otra compañía nos evitara sorpresas desagradables en el futuro. Ambas compañías tienen que tener sus propias especificaciones técnicas y que esta estrategia corporativa este bajo el amparo legal. Esta última parte es muy importante y depende del sector en el que estemos o en el país en el que realice la operación16. El motivo principal que lleva a la compañía a tomar esta decisión estratégica como es una adquisición o una fusión con otra es, como hemos visto anteriormente, es que el encaje de sus estrategias empresariales con la otra compañía solo produzca retroalimentación positiva su unión. El interés que tengan las partes en formar esa relación será esencial para el devenir de la operación, por lo que el proceso en el que se toma esta medida corporativa es casi tan importante como la etapa de selección. El actuar correctamente por parte de ambas compañías puede depender el éxito del acuerdo, ya que estos acuerdos los realizan personas y nos acogemos a la buena actuación de ellas y su buena fe para cerrar el acuerdo de la mejor manera posible, sin segundas intenciones17. Cabe decir que la mayoría de estas decisiones estratégicas resultan en un fracaso, por lo que hemos dicho anteriormente adquiere una importancia capital. Los problemas puede aparecer durante la negociación o ya más adelante con la estrategia ya consolidada, por no haber actuado de forma adecuada. Ya cuando hemos encontrado la empresa con la que queremos fusionarnos, iniciaremos el acercamiento con la compañía (o compañías elegidas) poniéndonos en contacto con la 16 MASCAREÑAS, J.: Fusiones y adqusiciones de empresas, Ediciones McGraw Hill (4ª edición).Pag 51. 17 GAUGHAN,P.A.:Fusiones y adquisiciones, Deusto.Pag.223 18 directiva de esa compañía para ver su predisposición a realizar esa operación18. Tenemos en cuenta que en esta etapa ya tenemos a nuestro alcance de la totalidad de información necesaria para realizar ese acercamiento y que hemos descartado las empresas que no concuerdan con nuestros objetivos. Puede que para ese acercamiento nos pongamos en manos de un intermediario para facilitar las negociaciones. El elegir a ese intermediario también será de gran importancia ya que este tiene que conocer el sector económico en el que se realiza la acción y la persona (o personas) que medien en la operación tienen que estar altamente experimentadas en estas lindes. Este mediador tiene que tener claro que hay dos puntos de vista y que pueden surgir choques, pero que su fin principal es que ambas partes lleguen a un acuerdo. Muy posiblemente ambas empresas tengan que hacer concesiones que no estén dispuestas a hacer en un principio o que haya algún tipo de problema de entendimiento en la negociación, problemas que puede solventar un intermediario. Hay que añadir que el intermediario no solo puede poner en contacto a las partes, sino que puede formar parte de la negociación para facilitar que la operación llegue a buen puerto. Lo normal es que al iniciar una operación de estas características, el primer contacto se realice con la cúspide la de la otra compañía; el presidente, el director general, el máximo accionista… Cada uno puede tener objetivos distintos, esto hay que tenerlo en cuenta, ya que es muy trascendental para los acontecimientos. En primer lugar habrá que mandar un e-mail o una carta cuyo contenido informativo sea el deseo de colaborar con su compañía, y hacer un intento de acercamiento con sus directivos para en ese encuentro exponer las ventajas de formar esa unión19. Una vez conseguida la predisposición de las dos partes a entablar esa conversación, se elegirá el lugar, preferiblemente un sitio neutral como un hotel por ejemplo. En esta cita se expondrá que la operación será muy beneficiosa para los accionistas, los directivos, los trabajadores de 18 MASCAREÑAS, J.: Fusiones y adqusiciones de empresas, Ediciones McGraw Hill (4ª edición).Pag 70. 19 MASCAREÑAS, J.: Fusiones y adqusiciones de empresas, Ediciones McGraw Hill (4ª edición).Pag 71. 19 ambas empresas y que juntas son más poderosas que si actúan por separado. Beneficios como aumentar la cuota de mercado, mayor acceso a fuentes de financiación, ahorrar en costes… son cantos de sirena para la compañía con la que se pretender crear esta relación y elevan la atención que tengan los directivos sobre esta propuesta. En posteriores reuniones, se irán ya puliendo aspectos más precisos acerca de la operación, fomentando unas relaciones más cercanas con la otra compañía para que la comunicación empiece a fluir con mayor facilidad. El intercambio de documentación organizativa, financiera o estratégica entre ambas puede llevar a mejorar esas relaciones, creando a su vez un clima de confianza y facilitando que la fusión llegue a buen puerto. Asimismo una unión entre compañías de cierta envergadura tiene que tener una atmosfera positiva para que produzca beneficios la nueva situación a la que se enfrentan ambas empresas. A fin y al cabo una decisión de estas características tiene que ser beneficiosa para ambas partes y que juntas podrán incluso compartir riesgos en caso de afrontar una inversión importante. Esta relación novedosa se fundamenta en el compromiso y confianza que se tenga entre ellas, aunque conviene decir que es muy probable que cada una busque la mejor opción para su empresa ya que en una negociación de estas características hay inevitables luchas de poder y hay una alta probabilidad de que surjan conflictos durante el proceso de formación de esta estrategia20. Dicho lo anterior, el constituir un equipo de negociación previamente que nos lleve cerrar el acuerdo es fundamental para que estos problemas de minimicen en la medida de lo posible y consiguiendo ese ajuste estratégico entre las compañías21. Hay que decir que el éxito de una acción de este calado depende en su mayor medida de las personas involucradas en su implementación y de que no surjan problemas con esta nueva etapa en su empresa. 20 GUERRAS MARTÍN, L.A.; NAVAS LÓPEZ, J.E.: La dirección estratégica de la empresa. Cívitas: Madrid. (2007)Pag.469 21 GARCIA ESTEVEZ, P.: Fusiones comentadas, Ediciones Prentice Hall. Pag.43-46 20 Durante el proceso de negociación, el que participen directivos de línea media es muy útil, ya que de este modo cualquier inconveniente o percance que pueda surgir podrá ser pulido con bastante eficacia, puesto que son los que están más en contacto con las actividades operativas que realiza la empresa. Estas actividades y a su vez también los objetivos que se tengan de la fusión o adquisición deben ser realistas para que no resulte un fiasco, y que de esta asociación se aprenda y se crezca. Un aspecto a tener en cuenta en operaciones de este tipo es la posible violación de la propiedad intelectual, por lo que cada empresa deberá blindar mediante clausulas en el contrato para que ninguno de los socios pueda aprovecharse información comprometedora22. También conviene decir que si estas empresas no han colaborado anteriormente, lo recomendable en caso de que la colaboración sea de gran complejidad, es que formen una alianza más informal como primera etapa de esta asociación, comprobando como trabajan cada una de las partes y si hay una confianza e interacción entre ambas que lleve a una relación más prolongada más en el tiempo. Aspectos como la duración de la colaboración, el objetivo, el acceso a la tecnología, las obligaciones y las responsabilidades de cada una de las partes tiene que estar plasmados en el contrato de unión. Los acuerdos de mayor calidad son lo que tienen, aparte de especificaciones claras, libertad para desarrollar mejor la relación y que se puedan soportar mejor los cambios a los que se puedan enfrentar. La flexibilidad operativa hace que se afronten de forma más sencilla todos los conflictos que puedan aparecer, sobretodo en entornos con cierta incertidumbre con una estructura simple en temas de comunicación, mando o incluso en la toma de decisiones. En materia de toma de decisiones tiene que quedar claro quién controla cada tema y como debe practicarse ese control. Es muy importante sobre todo en una fusión dejar claro en el contrato este punto. Que cada comportamiento o decisión esté bajo las reglas impuestas en el 22 MASCAREÑAS, J.: Fusiones y adqusiciones de empresas, Ediciones McGraw Hill (4ª edición).Pag 74. 21 contrato es vital para salvaguardar el espíritu de la relación. Esto demanda estrategias de decisión eficaces y eficientes, fomentando la sinergia entre ambas. Asimismo la empresa sabe que tiene que actuar de forma precavida si el negocio donde va a desenvolverse se enfrenta a tecnologías o condiciones de mercado en constante cambio. Igualmente puede haber cambios que nos lleven a querer terminar la relación entre las compañías por cualquier motivo. Esta posibilidad de rescisión tiene que estar incluida en el acuerdo contractual en caso de que uno de los socios deseara separarse. En caso de no inclusión en el contrato dificultaría todo el proceso por lo que este punto también es muy trascendente. Todos los activos o derechos deberán ser reasignados bajo esa nueva situación. Una revisión periódica de los términos y condiciones de la estrategia corporativa para ver si ambas partes se benefician de esta nos puede salvar de muchas complicaciones23. Una vez cerrados todos los detalles de los que consta esta relación, y una vez se alcance el acuerdo entre ambas compañías, se procederá a la redacción y firma del contrato vinculante entre ellas. 2.5. La valoración final de la decisión estratégica formada Ya con la firma del contrato, ambas empresas comenzarán su andadura, compartiendo recursos y riesgos en pos de aprender y crecer. Pero inevitablemente pueden surgir trabas (Se suelen dar cuando las fusiones son entre empresas de gran tamaño) como las diferencias entre culturas organizativas24. Muchas compañías tienen su forma de proceder o tienen objetivos finales diferentes a los que pueda tener la otra. Estos atolladeros son inevitables. Siempre entre empresas habrá desacuerdos y disputas por lo que el éxito depende de cómo seamos capaces de afrontar estos percances, 23 GAUGHAN,P.A.: Fusiones y adquisiciones, Deusto, Pág. 261 24 GUERRAS MARTÍN, L.A.; NAVAS LÓPEZ, J.E.: La dirección estratégica de la empresa. Cívitas: Madrid. (2007)Pag.469-472 22 mitigándolos en la medida de lo posible. Si hemos redactado el contrato claramente y de forma correcta estaremos menos expuestos a esta problemática. Soluciones como el arbitraje, el diálogo o incluso declaraciones firmadas en el acuerdo harán que se resuelvan las disputas de la mejor manera. Cabe reseñar que en un contrato es prácticamente imposible prever todas las situaciones que se pueden dar en el futuro. Por lo que es primordial que entre ambas, y como venimos repitiendo con anterioridad, haya total y absoluta confianza mutua entre las partes. Una buena relación es mejor que cualquier papel que se firme. En la mayoría de los casos una fusión se valora si ha resultado un éxito o un fracaso por su aportación económica a ambas partes, pero lo que realmente se busca son beneficios que se prolonguen en el tiempo como pueden ser la comunicación fluida, la resolución correcta de problemas y el incesante aprendizaje organizacional, lo que nos lleva a que la relación sea lo más duradera posible. Toda decisión estratégica pasa por momentos o etapas y lo que hace que triunfe es que sea capaz de acomodarse a esas situaciones. La comunicación clara entre socios y los correctos mecanismos para evaluar el rendimiento hacen que la estrategia se pueda ajustar en cualquier momento, y ver si hay cualquier tipo de anomalía que la ponga en riesgo. Los socios tienen que indicar qué actividades a nivel estratégico y operativo necesitan interacciones entre ellas. Esas actividades pueden verse envueltas en numerosos cambios como por ejemplo relaciones nuevas (Cambio de directiva) o la necesidad de crear otros vínculos por lo que es cuanto más sólida y estable sea nuestra alianza mejor se adaptaran a estas alteraciones. Una vez solventemos estos problemas comunes, la fusión comenzara a funcionar. Puede que de forma correcta o de forma incorrecta. Pero conviene decir que un estudio de Bain and Company demuestra que de cada 10 fusiones, la mitad fracasan porque no cumplen las expectativas que tenían los socios y arroja este estudio un dato aún más inquietante, solo 2 23 de esas 10 fusiones sobreviven más allá de los 5 años de vida25. De modo que las primeras semanas, meses o incluso años resultan críticos para el devenir de la relación, por lo que tener un compromiso mutuo por parte de los socios con la fusión y una gran atención a cualquier inconveniente que pueda surgir es muy trascendental para su futuro. El formar un ambiente de cooperación entre los socios y fomentar una relación de colaboración en el trabajo tanto entre ellos como en cualquier parte que esté implicada en el acuerdo de unión es importante. Igualmente la confianza que tenga una parte con la otra para desempeñar las tareas que le son asignadas a cada socio y de que cada una de las parte la cumpla marcará también el devenir de la operación. Solventar las diferencias culturales es uno de los retos a los que se enfrentan los responsables de la operación, que es uno de los problemas principales cuando dos empresas empiezan a cooperar. El no dar importancia a este posible problema puede resultar dañino para la propia fusión. La diferencia entre directivas de distintos países con idiomas muy diferentes, criterios de gestión empresarial muy diferentes entre ellas o incluso sistemas de implantación dispares puede hacer que choquen los socios, y hacen a su vez que no se mantenga la confianza necesaria para que la unión se mantenga a lo largo del tiempo. Una solución a este problema puede ser que una de las empresas (la que más domine por ejemplo) acoja la cultura de la otra26. Pero cuidado, lo que puede suponer una solución al problema también puede perjudicarnos ya que los socios no podrán aprender de uno del otro y de los beneficios que puede tener mezclar culturas. Otra solución sería crear un programa en que se desarrollen y se formen directivos y en los que participen directivas de ambas empresas, o incluso impartir clases de idiomas para las personas que estén más inmersas en la relación con la otra compañía. Asimismo la presencia de un coordinador cultural es de gran provecho, sobre todo la 25 D.K.RIGBY y R.W.T.BUCHANAN (1994): “Putting more strategy in strategic alliances” Boards and Directors 18(2);14-19 26 SCHAAN,J.L;KELLY,M;TANGANELLI,D.: Gestión de alianzas estratégicas , Ediciones Piramide.Pag.76 24 compañía que tenga menor tamaño. La misión principal del enlace será traducir cualquier norma o cuestión que no quede del todo clara para cualquiera de las partes. Pero es inevitable que no nos encontremos con conflictos, pueden no ser de tipo cultural, sino financiero o técnico, así que la forma en la que afrontemos estos imprevistos puede influir en cómo se desenvuelvan los acontecimientos. Pueden ser incluso productivos porque puede haber competencia “sana” entre las partes, mejorando métodos o sistemas pero en la mayoría de los casos lo que hacen es enrarecer el ambiente. De modo que en el contrato tiene que haber sido perfectamente redactado un modo de resolver los conflictos que puedan surgir en el proceso. En caso de no encontrar solución al problema aparecido y si todos los mecanismos anteriormente impuestos no resultan, habrá que acudir a alguien que medie entre las partes para solucionar ese conflicto, pero sobre todo impedir siempre que cualquier práctica operativa que se haga y la cual crea el conflicto pueda derivar en un problema personal con alguna persona o estamento. Si se entiende a la otra parte y lo que realmente quiere o necesita y el objetivo final sea el de preservar la relación entre las compañías habremos corregido parte del problema. Aun habiendo conflictos, el fin de la unión comercial será lograr las metas y objetivos de las partes que estén involucradas. Si bien los indicadores que miden el rendimiento pueden decirnos que la relación comercial no se está llevando por los mejores cauces, nuestro reto será cómo responder a lo que nos indican éstos, en pos de crecer operativa y estratégicamente y mejorar la innovación presente. Los perfectos gestores analizan que se realicen los objetivos que tengan inicialmente la unión, y prestar atención también a si han cambiado o no, investigando cuales son los estímulos actuales de cada una de las partes. Si el problema tiene que ver con un conflicto acerca del rendimiento de una de las partes, la solución practicada será hacer una auditoria que descubra las áreas a vigilar27. Se puede dar el caso de que una de las partes no esté interesada en esta relación comercial, por 27 SCHAAN, J.L;KELLY,M;TANGANELLI,D.: Gestión de alianzas estratégicas , Ediciones Piramide.Pag.86 25 lo que el gestor deberá indagar en los cambios que se han podido producir con sus socios, en caso de no encontrar solución, como última salida, abandonar el proyecto. Del modo que sea y para concluir este apartado, es necesario decir que una fusión o cualquier tipo de unión corporativa evolucionan a la par de las empresas que la forma. Una continua atención por parte de la directiva sobre los cambios que se puedan dar es imprescindible. 3. Repaso histórico 3.1. Primeros años y la importancia de Detroit El automóvil es un medio de transporte de uso masificado a partir del siglo XX, pero los primeros pasos que se dieron fueron allá por el siglo XVIII, más concretamente en 1769, donde el ingeniero militar Nicolás Joseph Cugnot, nacido en Void-Vacon (Francia) fue el creador del primer vehículo autopropulsado por medio de un motor a vapor. Este invento se llamó “Fardier à vapeur”, pesaba aproximadamente 4 toneladas y tenía 3 ruedas. El objetivo, ya a largo plazo, del Fardier era ser el sucesor del carruaje de caballos pero sufría en terrenos inclinados y en mal estado debido a su alto peso. Dos años después sufrió el primer accidente automovilístico de la historia al chocar contra un muro y el proyecto se aparcó definitivamente. También es necesario nombrar que existen documentos anteriores al Fardier de Cugnot en China pero nada concluyente. Este vehículo con motor a vapor fue en que se basaron las primeras compañías de automóviles para la fabricación de los primeros vehículos. Ya en el siglo XIX, los vehículos a vapor mejoraron notablemente en comparación con el Fardier, mejoraron en velocidad, comodidad y capacidad de transporte de personas dándose mayor cantidad de vehículos a vapor en las carreteras de Gran Bretaña que en las de cualquier otro país. Pero todavía había los vehículos autopropulsados por vapor daban numerosos problemas. Además la aparición de ferrocarril supuso un problema para la industria. Había que encontrar una solución. Esta la dio Etienne Lenoir en 1860 creando el primer motor a explosión en Francia. Esto fue un cambio muy importante pero no fue hasta 1866 cuando Gottlieb Daimler construyó el primer coche con motor cuya combustión fuese interna. Ya en 1876, Nicholas Otto, trabajador de Gottlieb Daimler, creó el primer motor de cuatro 26 cilindros, siendo este donde se apoyarían los fabricantes de vehículos para producir los primeros motores a explosión, ya que aunque fue creado en 1860 por Lenoir, estaba más elaborado el de Otto que el de Lenoir. Unos años más tarde, en 1893, se formó la primera unión más significativa entre motor y vehículo. Basándose en los primeros motores elaborados por Gottlieb Daimler, Karl Benz, que poseía los mejores diseños para la producción de vehículos, ese año confeccionó el primer coche con 4 ruedas, el cual comenzó a comercializar, por lo que podríamos decir que Karl Benz fue el primer fabricante de coches de la historia y, 6 años después, creó el primer coche de carreras con que destrozó a los demás automóviles que corrían con motores a vapor. El propio Benz declaró que fabricó en 1900 alrededor de 2500 coches. Los norteamericanos también fueron pioneros en la elaboración de vehículos a explosión. John William Lambert, a finales del siglo XIX, creo el primer automóvil con motor de gasolina en suelo norteamericano y los hermanos Duryea fueron los que fundaron la primera compañía americana de fabricación de automóviles. Pero no fue hasta 1908 cuando apareció un modelo, el cual sería recordado por todos los historiadores, por el ser el primer coche pensado para las masas, debido a su bajo precio, no sería otro que el Ford T28. Ese año, se comienza una nueva etapa en la producción en cadena de vehículos a motor. El famoso Ford T, en sus 19 años de vida (Desde 1908 hasta 1927), fue capaz de vender alrededor 15 millones de coches, siendo el vehículo predilecto durante muchos años de los estadounidenses. El secreto de Ford fue ser riguroso en materia de calidad de sus productos. Por lo que la base del Ford T era la austeridad y la sencillez, donde el derroche u ostentación no tenía cabida en este modelo. El Ford T se ofrecía con diversas carrocerías y una gran gama de modelos; con capota o sin capota, con 2 puertas o con 4… Incluso llego a haber un Ford T camioneta. Los primeros 28 BERGANDI, H.L.: “El Ford T cumple noventa años” < http://www.lanacion.com.ar/202246-el-ford-tcumple-noventa-anos > [Consulta: 13 de mayo 2015]. 27 modelos, su chasis estaba formado de madera, pero años después se añadieron a aluminio y acero al modelo para darle más empaque. Los bajos costes que tenía al fabricar sus modelos Ford, se plasmaban también en las ventas de sus automóviles, ya que el bajo coste de fabricación estaba ligado también su bajo precio en el mercado, de ahí que la demanda fuese muy alta. Pero centremos en la producción del Modelo T y como afecto eso a la industria del automóvil, como bien hemos dicho antes, en 1913, 5 años después del lanzamiento al mercado de Ford T, implantó la técnica de la cadena de montaje en su fábrica de Highland Park ,en Detroit. Conviene decir que Henry Ford no fue el primero en implantar estas novedosas técnicas, la mayor parte la gente cree que fue él, el que inventó la cadena de montaje, pero esto no es así, lo que único que hizo él fue mejorar las técnicas que se utilizaban ya entonces, haciendo que se hiciesen populares en otros sectores, lo cual tiene mucho mérito la verdad29. Esta técnica hizo aumentar la producción pero aparecieron problemas como la monotonía en la cadena de producción. y los cada vez más frecuentes aumentos en las cuotas de producción impuestas a los trabajadores. La solución que aporto Ford fue elevar los salarios., ya que inicialmente el salario medio era de 2,5 dólares por día trabajado, pero con esta medida lo que hizo fue duplicarlos. Al tomar esta iniciativa, los problemas, en un principio, desaparecieron, y se redujeron algunos gastos, lo que elevó incluso la producción de los vehículos, e hizo que en 2 años la firma fundada en Detroit también duplicase sus beneficios. Henry Ford también se encontró con problemas en sus inicios. En 1895, G.B.Selden consiguió una patente para emplear un motor de combustión interna en un automóvil. Esta importante patente fue asignada a EVC 4 años después, y numerosas compañías automovilísticas adquirieron licencias para explotar esa patente, pero Ford se cerró en banda. Hasta el final de la producción del Ford T, cuyo remplazo fue el Ford A, el Grupo Ford se había convertido en una de las mayores empresas americanas del mundo, pero, sin embargo, a 29 LOPEZ, F.: “Henry Ford no inventó la cadena de montaje” < http://www.diariomotor.com/2009/12/14/henryford-no-invento-la-cadena-de-montaje/> [Consulta: 14 de mayo 2015]. 28 partir de la década de los 30, vieron como sus ventas se redujeron a favor de la competencia, debido a que no fueron capaces de crear un modelo por año comercial como hacía la competencia. Fueron en esos años, donde decidieron cambiar sus modelos año a año, pero ni aun así fue capaz de recuperar lo que un día llego a ser. Cabe decir que los años 20, Norteamérica fabricaba aproximadamente el 90% de los vehículos producidos en todo el mundo. Aunque gran parte se vendían en Estados Unidos, las exportaciones significaban alrededor del 30% de todo el mercado global de vehículos a motor30. Y ya por ultimo señalar que las principales compañías de automóviles estadounidenses (GM, Ford, Chrysler...) establecieron fabricas fuera de sus fronteras haciendo que creciese también el número de vehículos en el viejo continente. Pero eso lo veremos más detenidamente en el siguiente punto. 3.2. Crecimiento de las marcas europeas y japonesas No sólo hubo grandes avances en la industria automovilística en Estados Unidos. En el viejo continente, el escocés Robert William Thompson31 en 1875 fue el creador del primer neumático de la historia. Pero no fue hasta 13 años después cuando John B. Dunlop (Fundador de Dunlop Tyres) lo patentó y acabó convirtiéndose en el neumático con cámara que se utilizaría en la fabricación de coches y bicicletas.. En la Exposición de Paris de 1889, dos ingenieros, Rene Panhard y Emile Levassor fueron hasta la capital francesa para conocer el motor que había creado Gottlieb Daimler32. Un año más tarde obtuvieron los derechos para trabajar con aquel motor pero no consiguieron los 30 SETRIGHT, L. J. K. (2004). Drive On!: A Social History of the Motor Car. Granta Books 31 JOHNSON, B.:” Robert William Thomson “http://www.historic-uk.com/HistoryUK/HistoryofScotland/ Robert-William-Thomson/ [Consulta: 14 de mayo 2015]. 32 WERNLE, B.:”The workaholic who made the automotive revolution possible” http://www.autonews.com/ files/euroauto/inductees/daimler.htm [Consulta: 15 de mayo 2015]. 29 resultados esperados, debido a esto le cedieron los derechos a la compañía francesa Peugeot para que pudiera usar esos motores en sus coches autopropulsados. Aunque la gran mayoría del mundo cree que la primera marca en ensamblar vehículos en serie fue Ford, se equivocan. Fue la propia marca francesa Peugeot ya que en 1891 fabricó 5 automóviles, y al año siguiente 29 más. Y en 1893 Benz se convirtió, como hemos dicho antes, en el primer fabricante de coches a gran escala, llegando incluso a fabricar unos años más tarde miles de coches anualmente. Por aquel entonces, en las islas británicas, Harry Lawson intentó sin éxito monopolizar el negocio de los automóviles creado el British Motor Syndicate para trabajar con el motor creado por Gottlieb Daimler, pero un juez prohibió este sindicato. En la década de los 10, había muchos automóviles en las carreteras norteamericanas si los comparábamos con los que había en los países del viejo continente, pero la gran mayoría de esos vehículos funcionaban a vapor o por electricidad, por lo que progreso todavía estaba lejos. En Gran Bretaña, el sector automovilístico creció de forma espectacular en esa década. La producción creció un 200%, poniéndose a la altura en la industria de franceses y alemanes. Aun así, el poderío estadounidense a la hora de producir automóviles era notable. A principios del siglo XX, la propia Daimler, marca alemana, se convirtió en la primera compañía multinacional automovilística al comprar una filial en Austria. Pero todos esos esfuerzos eran inútiles ante el empuje de la industria automovilística estadounidense. La mayor renta que tenía la población, la famosa producción en serie y las grandes distancias entre poblaciones hizo que hubiese más automóviles en Estados Unidos que en ningún otro país, y que el sector fuese uno de los principales para el país. Eso sí, conviene decir que Reino Unido tenía el segundo mayor número de coches por persona del mundo (Un coche por cada 165 personas), superando a Francia y Alemania, y transformándose en el principal mercado europeo. Centrándonos en marcas de automóviles, la compañía de Karl Benz, a principios de siglo XX, se había quedado un tanto atrasada con respecto a las innovaciones que se habían dado en el sector. Por lo que en 1926 se acabaron uniendo las compañías fundadas por Gottlieb Daimler y Karl Benz, constituyendo la compañía Daimler-Benz (Antecesora de Mercedes-Benz). Esta 30 es la primera fusión de la historia entre dos compañías del sector del automóvil33. Durante la década de los 30 se redujo el número de marcas de coches, en países como Francia, Alemania o Estados Unidos. Antes del comienzo de la Segunda Guerra Mundial, en América en el sector del automóvil dominaba el grupo General Motors, siendo el rival máximo del otro gran grupo norteamericano, el grupo Ford. Esto se debió a la negativa de Ford a hacer cambios (O incluso ampliar la gama de productos) con su longevo modelo T, circunstancia que aprovecho GM para convertirse en la primera potencia automovilística estadounidense. El empuje de Chrysler también supuso un serio problema a Ford. En Europa, más concretamente en territorio alemán, Opel era la marca más vendida en Alemania (Como curiosidad Opel fue comprada por General Motors en 1928) seguida de Mercedes y Auto Unión (Predecesora de Audi). En Francia, los modelos más vendidos eran los de las marcas Renault, Citroën y Peugeot. Comenzaban a aparecer las grandes compañías automovilísticas. En Reino Unido había un mercado más dispar en el periodo de entreguerras. Las marcas británicas Morris y Austin se disputaban la supremacía allí. Ya un poco más alejados se encontraban marcas como Vauxhall (Opel en Gran Bretaña), Standard y el propio grupo Ford, amén de otras marcas como Jaguar o Rolls-Royce. Pero vayamos al otro lado del mundo, concretamente a Japón, una de las grandes potencias automovilísticas de la actualidad. Sus primeros pasos se forjaron a partir de comienzos del siglo XX, cuando Torao Yamaha creó un motor de combustión orientado para el transporte público. Unos años después se fundó la primera compañía nipona dedicada a la fabricación de automóviles en serie, la Kwaishinsha Motorcar, fabricando un vehículo llamado DAT34. La primera gran fusión entre compañías automovilísticas en Japón fue entre esta última compañía y Jidosha Jitsuyo Seizo Co, formando la DAT Automóvil, curiosamente ésta es la predecesora del gigante actual Nissan Motors. 33 WERNER, K; y WEISS, H. (2003): “El Libro Negro de las Marcas”. Editorial Sudamericana S.A 34 VOLT, R : “Cars and Culture: The Life Story of a Technology” [Consulta: 18 de mayo 2015]. 31 Por otro lado, en Japón y siguiendo su plan de expansión, se estableció el grupo Ford en la década de los 20, más concretamente en Yokohama, instalando su primera planta de producción allí. Más tarde se unieron Chrysler y General Motors trabajando con filiales en el país asiático. Estos 3 gigantes estadounidenses dominaba prácticamente todo el mercado japonés, donde la producción nacional era ridícula si la comparábamos con estos 3. Debido a esto, y promoviendo la industria automovilística japonesa, el gobierno nacional aprobó una ley para la reducción de la competencia que hacían los norteamericanos a las marcas niponas. Un poco antes del comienzo de la segunda guerra, inició su andadura Toyota. Sus primeras creaciones eran camiones de uso militar, ya que la Segunda Guerra Mundial hizo que la producción automovilística japonesa se dedicase a elaborar esos vehículos para ayudar al ejército nipón35. El gran secreto del éxito de las compañías japonesas era que ofrecían productos para todo el público, independientemente de su poder adquisitivo. Otra característica es que desde siempre han estado preocupadas por el tema de los consumos de sus automóviles, y lo que perseguían era buscar la máxima eficiencia de sus motores. De ahí que siempre hayan estado tan bien valoradas. No obstante, el golpe que le supuso a la industria la guerra, limitándose solo a la creación de vehículos militar, fue muy fuerte y no se recuperó hasta mediados los 60, donde comenzó a competir con las marcas más potentes a nivel mundial y ser una de las más significativas en el mundo. 3.3. La aparición de Corea del Sur y China como principales competidoras Japón no fue el único fabricante de automóviles en territorio asiático. En este lado del mundo, más concretamente en Corea del Sur, gran parte de las principales firmas automovilísticas 35 https://web.archive.org/web/20120328093006/http://njkk.com/about/industry7.htm [Consulta: 18 de mayo 2015]. 32 tenían filiales en aquel país. Grupos como Ford o Volkswagen estaban asentados en territorio coreano, fabricando sus vehículos allí por el menor coste que suponía fabricarlos allí. Muy pocas marcas coreanas fabricaban sus vehículos sino era con el apoyo de otras marcas extranjeras más poderosas. Durante la posguerra que separó a Corea del Norte y Corea del Sur a comienzos de la década de los 50, el país surcoreano estaba en una situación delicada desde el ámbito social y económico. En esta década, la familia Seong elaboró el primer coche coreano con los restos de un Jeep desguazado; lo llamaron Sibal (Nuevo Comienzo en coreano). La primera firma automovilística de la que se tiene constancia en Corea es Hyundai, fundada en 1947 por Chung Ju-Yung , no obstante, no fue hasta 20 años más tarde cuando fabricaron su primer vehículo, el Ford Cortina, con apoyo financiero y operativo del grupo Ford. Unos años antes de la fabricación del Ford Cortina, el gobierno coreano consiguió reactivar a la industria automovilística local con dos nuevas leyes; el “Acta de protección” y la “Póliza para la promoción de la industria automovilística”, las cuales impedían a marcas de otros países a instalarse por sí solas en Corea, debían formar alianzas con los fabricantes surcoreanos para así impulsar la industria automovilística local. Mientras tanto en Europa se empezó a dar un proceso de restructuración del sector. Muchas marcas tradicionales desaparecieron o fueron absorbidas por otras. En Reino Unido, se formó la British Leyland (Predecesora de Rover), compuesta de fabricantes británicos pequeños. En Estados Unidos, American Motors y Packard desparecieron. En Francia se formó la PSA, el grupo automovilístico compuesto por Peugeot y Citroën. Además de la compra de instalaciones de Chrysler en Europa por parte de PSA. En España, Seat fue adquirida por el Grupo Volkswagen. En Italia casi todas las marcas nacionales pertenecían al grupo Fiat. Como vemos se redujeron las empresas dedicadas a la fabricación de vehículos, cosa que aprovecharon primero Japón y después Corea del Sur. Durante la década de los 60, Japón experimentó un crecimiento brutal en el sector automovilístico en contraste con los fabricantes de coches surcoreanos solo se dedicaban a ensamblar piezas que provenían del extranjero, por lo que su industria dependía aún mucho de Estados Unidos y Japón. No fue hasta la siguiente década, cuando diseñó y fabricó el primer vehículo elaborado con piezas totalmente nacionales. Esto supuso un hito y el comienzo de un desarrollo de la industria asombroso, casi a la altura de Japón. 33 En 1981, la fabricación de automóviles creció hasta el millón de coches y se comenzó a exportar vehículos al extranjero, ofertando vehículos de coste asequible para el público 36. Marcas como Hyundai, Kia o Daewoo se convertían en un serio problema para los fabricantes extranjeros, no solo en territorio surcoreano, sino con las exportaciones, cada vez más frecuentes, por el éxito que tenían sus modelos. En 1998 se produjo un duro revés en el sector. La crisis de los bancos surcoreanos, donde muchos tenían importantes participaciones en la industria automotriz, hizo que se viese en peligro el continuo crecimiento que venían experimentando, llegando en algunos casos a salvar el gobierno a alguna marca como Kia, siendo más tarde adquirida por Hyundai. Finalmente, el sector terminó superando este bache, y siguió aumentando su capacidad de producción con buenos diseños y una calidad muy alta, lo que la llevó a pelear con los grandes grupos automovilísticos, siendo en este siglo la cuarta potencia automovilística por detrás de Europa, Norteamérica y Japón. El apoyo que le concedió el gobierno mediante subsidios y facilidades fiscales, impulsó lo suficiente a Corea del Sur para convertirse en una potencial mundial automovilística. Debido al proceso que vivió Corea del Sur, muchas marcas se trasladaron a otros países asiáticos como la India o China para la fabricación de sus automóviles, encargando la producción a empresas de la región y siempre con su supervisión y su apoyo financiero. Precisamente en el estado chino, ese apoyo financiero y técnico, hizo que el sector automovilístico chino creciese de forma espectacular en los últimos años. Amén de las estrategias del gobierno para el desarrollo de la industria, aprovechándose de los acuerdo de cooperación con las firmas extranjeras que se han establecido en su territorio. Las compañías automovilísticas extranjeras decidieron instalarse en China seducidos por los bajos costes salariales principalmente. De esto se provecharon las marcas nacionales chinas que usaron la tecnología aportada por el extranjero para su propio beneficio industrial. La producción de automóviles en China ha crecido de forma muy llamativa desde comienzos 36 DAECHANG, L. http://dspace.mit.edu/handle/1721.1/1453 [Consulta: 20 de mayo 2015]. 34 del siglo XXI, donde apenas llegaba a producir dos millones de vehículos y en 2007 produjeron casi nueve millones de unidades. Un salto de producción muy importante. El sector de la automoción se ha convertido en fundamental para China en los últimos años. Prueba de ellos son los siguientes datos; 120 fábricas de automóviles repartidas por todo el país y alrededor de 2000 compañías que apoyan directa o indirectamente a la industria automotriz, amén del empleo que genera, donde el número de personas que trabajan en el sector solo es superado por Alemania. Eso sí, como hemos dicho anteriormente, el salario medio de un trabajador del sector del automóvil en China es muy bajo en comparación con otros países, por lo que muchos fabricantes extranjeros aún tienen motivos para seguir instalándose allí, aunque las materias primas como por ejemplo el acero sea muy caro allí. 3.4. En la Actualidad Aunque desde comienzo de la industria automotriz, el gran dominador mundial fue el grupo norteamericano General Motors, la crisis global iniciada en 2008 hizo que ese liderazgo se viese en entredicho. El mercado mundial está ahora mismo dominado por 3 grandes grupos; Volkswagen (Poseedora de marcas como Audi, Seat, o Skoda), Toyota (Propietaria por marcas como Lexus o Scion) y la propia General Motors (Dueña de Chevrolet, Cadillac o Vauxhall entre otras), que compiten por ser quien es el que más automóviles vende al año37. Toyota, en este último año, se ha aupado a la primera posición como fabricante de coches del mundo con algo más de 10 millones de unidades fabricadas. Se trata de la primera vez que el grupo nipón supera esa cifra. Casi a la par en segunda posición se encuentra el grupo Volkswagen y en tercera posición se encuentra General Motors que se ha quedado un poco más lejos en producción, fabricando 9,92 millones de unidades. El éxito de Toyota, en 2014, en parte se debe al aumento de demanda de vehículos del grupo por la mejoría económica dada en Estados Unidos en el último año. 37 GOMEZ.M.: “Los coches que mueven el mundo” <http://elpais.com/elpais/2015/02/13/motor/ 1423833641_336778.html> [Consulta: 21 de mayo 2015]. 35 La propia Toyota predice que podría abandonar, en 2015, el primer puesto de productor de automóviles por el posible descenso de la demanda automovilística en Japón y en países emergentes como China o Brasil, bajando su producción a 10,15 millones de unidades, lo que podría hacer que el grupo alemán Volkswagen la supere en 2015. Después del largo liderazgo de General Motors hasta 2008, Toyota ha sido la número uno en fabricación de automóviles en estos últimos años, pero aspectos como los anteriormente descritos pueden hacer que Volkswagen se haga con el ansiado primer puesto, que dicho sea de paso, nunca se ha hecho con él. Tabla 1.- Número de unidades producidas por grupos automovilísticos en 2014 12000000 10000000 Toyota 8000000 VW General Motors 6000000 4000000 Hyundai-Kia Ford 2000000 0 Fuente: ACEA y elaboración propia Si hablamos de ventas por países, China se lleva la palma en 2014. Las cifras de ventas de coches en el mundo nos dicen que el año pasado se vendieron 85 millones de automóviles, 3 millones más que en 2013. Esta cifran vienen dadas por IHS Inc (Information Handling Services), una empresa con origen en Estados Unidos, que analiza la información de los principales sectores industriales, en este caso, la industria automotriz. Asimismo, esta compañía estima que en 3 años, la producción mundial puede llegar a los 100 millones. Como hemos dicho antes, China es la que más ventas registra con 23,7 millones de vehículos en 2014 y este año se espera que lleguen a los 25 millones de ventas. Aunque el ritmo de crecimiento este descendiendo en comparación con años anteriores, debido a la ralentización 36 de la economía china. La segunda posición se la lleva Estados Unidos, viniendo a confirmar que deja atrás la crisis económica. En territorio norteamericano el año pasado se vendieron 16,8 millones de unidades, un millón más que en 2013. En tercer lugar se encuentra Europa, dónde también creció la demanda de vehículos, pero menos que China o Estados Unidos. En el viejo continente se vendieron 14,9 millones de unidades, con alrededor de 900000 ventas más que en 2013. En este sentido, nuestro país, lidera las subidas con un 18,4% respecto a 2013. Tabla 2.- Número de vehículos vendidos en Europa en 2014 3500000 3000000 2500000 2000000 1500000 Alemania Reino Unido Francia Italia España 1000000 500000 0 Fuente: ACEA y elaboración propia Japón vendió 5,5 millones de vehículos en 2014 con un incremento del 3,5% en comparación con el año anterior. No obstante no todo son subidas. En Sudamérica, países importantes como Brasil o Argentina, tuvieron importantes descensos en la demanda de automóviles. En el primero, las ventas descendieron en un 6,9% y en Argentina, un 28%, vendiendo únicamente 683.485 vehículos. Rusia, afectada principalmente por la guerra ucraniana y las sanciones impuestas por la Unión Europea y Estados Unidos, han hecho que la demanda de vehículos cayese un 10,3% respecto 37 a 2013, con cifras de ventas de 2010. Veamos como en producción de automóviles, hay una diferencia abismal entre China y el resto. El gigante asiático fabricó en 2014 23,7 millones de unidades, quedándose lejos países donde tradicionalmente el sector de la automoción era un pilar básico de la económica como son Estados Unidos y Japón, que produjeron ese año 11,6 y 9,7 millones de unidades respectivamente. Alemania fabricó 5,9 y Corea del Sur 4,5 millones de automóviles. Nuestro país fabricó el año pasado 2,4 millones de coches, quedando en noveno lugar en el ranking mundial. Tabla 3.- Número de vehículos producidos por país en 2014 25000000 China 20000000 United States Japan Germany 15000000 South Korea India 10000000 Mexico Brazil 5000000 Spain Canada 0 Fuente: OCI y elaboración propia 4. El caso Daimler-Benz y Chrysler 4.1. Inicios de cada marca Casi al final de la década de los 90, dos gigantes de la industria automovilística decidieron 38 oficialmente fusionarse, aunque la realidad fue la adquisición de Chrysler por parte de Daimler. Esta unión supuso una de las más grandes agrupaciones de la historia, creando a un auténtico gigante dispuesto a competir de tú a tú con General Motors y Ford. Pero hablemos un poco del origen de cada marca y cómo surgió todo38. Daimler Benz tuvo sus comienzos en 1926 se unieron Gottlieb Daimler y Karl Benz constituyendo la empresa automovilista alemana más importante en aquel momento. Su especialidad eran los vehículos Premium, aunque también les daba importancia a los vehículos comerciales o la fabricación de motores eficientes. Asimismo realizaba otras operaciones que poco o nada tenían que ver con la industria automovilística como pueden servicios financieros o trabajos en la industria aeroespacial. Por su parte, Chrysler comenzó su andadura casi en los mismos años que Daimler. Solo un año antes comenzó a fabricar automóviles. Si Daimler se especializaba principalmente en coches de alta gama, Chrysler fabricaba todo tipo de vehículos, desde todoterrenos o sedanes o incluso deportivos. Su sede estaba en Detroit (Como muchas otras marcas americanas) siendo una de las compañías automovilísticas más importantes en territorio norteamericano. Tanto desde Alemania como desde Estados Unidos la fusión fue vista como una oportunidad de sendas compañías para abrirse en mercados donde eran más débiles sin hacerse competencia entre ellas, ya que juntas parecía que se podrían complementar, aunque siempre teniendo en cuenta que la subordinada era Chrysler. La fusión creó en 1998 una compañía totalmente nueva llamada DaimlerChrysler, dirigida por dos presidentes, Jurgen Schrempp por parte de Daimler y Robert Eaton por parte de Chrysler y la nueva compañía tendría dos sedes, una en Stuttgart y otra en Detroit y consiguiendo estar presente en los dos mercados internacionales más grandes del mundo, el americano y el europeo. La nueva empresa tendría un valor de 130.000 millones de dólares y más de 420.000 empleados repartidos por todo el mundo. Esta etapa para la nueva compañía formada tenía el objetivo de aumentar su crecimiento en el 38 GARCIA ESTEVEZ, P.:Fusiones comentadas, Ediciones Prentice Hall. Pag.177-185 39 corto y medio plazo y siguiendo un poco la batuta en adquisiciones y fusiones que ejercían los otros grandes grupos automovilísticos. 4.2. Los pioneros en fusionarse Lo curioso de todo esto es que Daimler no era la primera vez que para agrandar su crecimiento decidía unirse o colaborar con otras, con resultados muy discutibles. Un poco antes de la fusión con Chrysler, el presidente de Daimler, Jurgen Schrempp, invirtió en la compañía japonesa Mitsubishi Motors para penetrar aún más fuerte en el mercado asiático39. El problema de esta operación radicó en que Mitsubishi no tenía la misma imagen de marca que podían tener Toyota o Nissan, no obstante sus vehículos gozaban de alta calidad para el precio que tenían. Sin embargo, desde que comenzaron a trabajar juntos Mitsubishi y Daimler, empezaron a detectarse problemas de calidad en la empresa nipona, lo que supuso un serio quebradero de cabeza a Daimler, que se sumaba al proporcionado por las grandes deudas que acumulaba Mitsubishi40. Asimismo la inversión que realizo Daimler en la compañía aeroespacial Fokker con sede en Holanda, también resultó un fiasco ya que la demanda de aviones a principios de los 90 cayó considerablemente por la crisis económica que se dio en esa época. Por su parte, Chrysler, en esa década, estuvo al borde la bancarrota en dos ocasiones, amén de un intento de compra de K. Kerkorian, máximo accionista de Chrysler. Las aguas también estaban revueltas en la compañía norteamericana. Chrysler fabricaba vehículos de gran calidad y con gran demanda, pero sus estrategias no estaban enfocadas en el largo plazo y en el crecimiento de la compañía. Por lo que el consejo de administración de Chrysler determinó que la mejor opción para crecer era formar alianzas con otras compañías automovilísticas. Su primer acercamiento con Daimler data de 1995, con resultados negativos. Pero el cambio 39 40 GAUGHAN, P.:Fusiones y adquisiciones, Ediciones Deusto.Pag.300 “Conquest or Quicksand for Daimler” Business Week(25 de septiembre de 2000) 40 en 1997 de presidente en Daimler y la voluntad que tenía Jurgen Schrempp y que no poseía Edzard Reuter, hizo que la fusión empezara a tomar forma. La situación antes de la fusión de las compañías (1997) era la siguiente: Gráfico 1.- Situación de los principales grupos automovilísticos en 1997 Grupos Automovilísticos Ford GM Daimler-Benz Toyota Chrysler Beneficios(Expresados en miles de millones de dólares) Trabajadores 6,92 6,69 4,63 3,70 2,80 363892 608000 300068 159035 121000 Fuente: Reuters y elaboración propia Daimler, a pesar de los fracasos de Mitsubishi y Fokker, buscaba una compañía con la que adentrarse en áreas donde no estaba especializada y que a su vez fuese rentable y con una buena dirección estratégica. Y por supuesto adoptase una posición subordinada frente a la compañía presidida por Schrempp. Chrysler también deseaba esta fusión porque con ella tendría más presencia internacional, ya que principalmente vendía vehículos en territorio norteamericano, aunque ya empezaba a comercializar modelos a principios de los 90 en el extranjero. Otro factor a tener en cuenta era la mayor tecnología a su alcance que podría aplicar a sus automóviles. La unión entre ambas marcas fue confirmada el 18 de septiembre de 1998 cuando la junta de accionistas de ambas compañías dio luz verde a la fusión. Daimler adquirió Chrysler por 38000 millones de dólares, comprando el 53% de la compañía norteamericana. El resto seguía perteneciendo a Chrysler. Comenzó entonces el proceso “postfusion”, estableciendo grupos de trabajo que se encargaron de la vigilancia y el control de cada fase, suponiendo un significativo ahorro. Aunque estos grupos no hacían más que aumentar las tensiones entre ambas partes debido a las diferencias culturales propias de una transacción internacional. 41 Los trabajadores de Daimler tenían más disciplina y gozaban de una organización más burocrática frente a Chrysler donde eran más espontáneos en la toma de decisiones. Por lo que podríamos decir que Chrysler era mucho más flexible que Daimler41. La creencia desde Detroit de que la que dirigía DaimlerChrysler era Alemania y por lo tanto se trataba más de una compra que de una fusión, agravó los problemas entre las partes. Los accionistas de Chrysler demandaron a la nueva compañía porque no se trataba de una fusión entre iguales y un claro indicio de esto fue cuando decidieron tener un solo presidente y una sola sede, en Alemania, claro está. La caída del precio de las acciones de DaimlerChrysler que se dio posteriormente pudo tener su origen en estos problemas judiciales. En el anuncio de la noticia de la fusión en 1998, el precio de las acciones de ambas compañías subió considerablemente. La cotización de Chrysler se incrementó de 7 dólares a 48, mientras que Daimler aumentó su cotización de 6,4 dólares a 108. Las acciones de sus otros competidores, Ford y General Motors, se resintió. Dos años más tarde, la cotización de las acciones de DaimlerChrysler había caído un 50%, por lo que el valor de la empresa también descendió en esos dos años. Únicamente se salvaba de la quema del grupo DaimlerChrysler la marca alemana Mercedes-Benz intentando compensar las pérdidas del grupo. Por supuesto hubo numerosos despidos durante ese tiempo, lo que hizo enrarecer aún más el ambiente. Y los continuos problemas de calidad de los productos de la compañía provocaron que se cosechasen importantes pérdidas ya que los competidores robaban cuota de mercado a Chrysler y a Daimler-Benz. En vez de utilizar el capital nuevo que entraba para competir con GM y Ford en territorio americano como se pretendía en un principio, se usó el capital de Daimler para paliar las pérdidas que estaba obteniendo Chrysler. Un absoluto despropósito. Esta distracción que tenía Daimler fue aprovechada por ejemplo por BMW y su modelo Serie 3, robándole cuota de mercado a la joya de la corona de Mercedes-Benz, el clase C42. Este es 41 GARCIA ESTEVEZ, P.: Fusiones comentadas, Ediciones Prentice Hall. Pag.182 42 GAUGHAN, P.: Fusiones y adquisiciones, Ediciones Deusto.Pag.307 42 el claro ejemplo de una compañía que triunfa frente a otra que ostenta problemas “postfusion” y destina sus recursos monetarios y humanos a hacer que funcione la fusión en vez de destinarlos a sus negocios principales. Igualmente aparecieron problemas de duplicidad. Chrysler y Mercedes fabricaban todoterrenos que entraban en competencia, por lo que Daimler permitió que se siguieran fabricando bajo ambas marcas, aunque los motores los produciría Mercedes43. Hubo, como hemos visto, todo tipo de problemas; operacionales, económicos, laborales, estratégicos… Lo que llevó a DaimlerChrysler a estar en una situación comprometida con constantes restructuraciones en toda la compañía. En el 2005, Jurgen Schrempp, presidente de DaimlerChrysler, fue cesado por los continuos problemas que aparecían con la compañía filial japonesa, Mitsubishi y su inoperancia para solucionar los problemas organizaciones que se sucedían. 4.3. ¿Fue un fracaso? Sí. Como hemos dejado desprender al final del anterior punto, fue un fracaso mayúsculo. En gran medida por la ambición desmesurada de Jurgen Schrempp, cuyas aspiraciones de crear, no sólo un gran grupo automovilístico, sino un auténtico gigante industrial presente en los tres mercados principales; Europa, Estados Unidos y Asia. El no velar por los intereses de los accionistas, y solo saciar sus ansias de poder condujo inevitablemente al naufragio de la fusión44. Las incesantes pérdidas de Chrysler, los cada vez más frecuentes problemas que se daban en Daimler y la negación a dimitir de Schrempp como capital del barco no hicieron más que agravar el problema que se tenía entre manos. Además las diferencias culturales que se daban entre norteamericanos y alemanes eran cada vez más trascendentales45. Un ejemplo muy claro de esto lo vemos en la forma de proceder de 43 GARCIA ESTEVEZ, P.: Fusiones comentadas, Ediciones Prentice Hall. Pag.183 44 GAUGHAN, P.: Fusiones y adquisiciones, Ediciones Deusto.Pag.307 45 GARCIA ESTEVEZ, P.: Fusiones comentadas, Ediciones Prentice Hall. Pag.182 43 una y otra compañía. Mientras que en Daimler se reunían una vez cada dos semanas para abordar los asuntos más candentes, en el mercado norteamericano eso no funcionaba, porque la velocidad en la que se daban los cambios allí no era ni parecida a la que se daba en Europa. Chrysler necesitaba la flexibilidad que Daimler no le daba, no reaccionaba con la misma agilidad con la que tenía antes de la fusión. El mercado norteamericano, dominado principalmente por Ford y GM, era más competitivo y estaba compuesto de automóviles asequibles para el gran público, cosa que chocaba un poco con el enfoque de Daimler de los coches de alta gama, donde no había tanta demanda de estos automóviles y no había tanta competencia. Analizando un poco más los problemas desde un punto de vista más teórico, uno de ellos podría haber residido en la sobrestimación de las sinergias que se podrían formar del conglomerado, amen claro de las complicaciones para integrar los negocios de ambas compañías. Otro problema grave que observamos es la nula importancia que se dio al adjetivo “internacional” que aparecía en la palabra, ya que el proyecto de integración fue un auténtico fracaso. Otro factor importante fue que Daimler no investigó lo suficiente a Chrysler, ya que a la hora de fusionarse o adquirir una compañía es vital tener información financiera de la empresa con la que afrontar la operación. En este caso, Chrysler tenía un gran volumen de ventas, pero sólo se debía a una situación cíclica y no por ser una poderosa marca automovilística. También la selección inadecuada de la directiva fue un inconveniente. Una empresa gobernada por dos personas solo podía degenerar en complicaciones y más cuando se cesó al presidente de Chrysler y se nombró como único presidente de DaimlerChrysler a Jurgen Schrempp. Las decisiones principales se empezaron a tomar desde Alemania.46 El propio Schrempp fue uno de los principales culpable del fiasco debido a su autointerés y su personalidad autoritaria y prepotente. Una junta de administración decidida y con poder hubiese frenado los deseos de Schrempp. 46 GARCIA ESTEVEZ, P.:Fusiones comentadas, Ediciones Prentice Hall. Pag.182 44 Asimismo el no aprender del pasado un poco negativo de fusiones/adquisiciones previas también fue una traba para Daimler. No asimiló los errores cometidos con anterioridad por ejemplo con Mitsubishi y Fokker. La directiva y el consejo de administración tenían que haber aprendido de estas situaciones47. Por acabar con este repaso, dos breves consideraciones; la no admisión del fracaso por parte de Schrempp y su directiva y la falta de fluidez de comunicación entre las partes americana y alemana, con el malestar desde Michigan por las decisiones que tomaba Schrempp, sobre todo con el proceso “postfusion”. Finalmente muchos accionistas de Chrysler entendieron que Daimler había tergiversado la verdad, no se trataba de una fusión entre iguales, sino una adquisición en toda regla, por lo que las demandas judiciales contra la directiva alemana se multiplicaron. En 2006, Chrysler obtuvo pérdidas por valor de 1,5 billones de dólares aquel año. Para paliar esa situación, se hizo público el anuncio del despido de 13000 empleados en febrero de 2007, el cierre de una planta importante y la reducción de la producción en otras para mejorar la rentabilidad en 2008. Antes de comprobar si esas medidas habían surgido efecto, Daimler anunció la venta de Chrysler al fondo de inversión, Cerberus Capital Management el 17 de Mayo de 2007 por valor de 7,4 billones, completada el 3 de agosto de ese mismo año donde el fondo de inversión se haría con el 80,1% de Chrysler Group, siendo el 19,9% restante propiedad aún de Daimler. Se formó una nueva compañía cuyo nombre fue Chrysler Holding LLC y DaimlerChrysler renovó su nombre a Daimler AG. Finalmente, el 30 de Abril de 2009, Chrysler se declaró en bancarrota. Fue rescatada por el gobierno estadounidense y canadiense, el fondo de pensiones United Auto Workers y el grupo italiano Fiat, que se comprometió a comprar gradualmente participaciones del resto para ya en 2014, adquirir totalmente Chrysler, pasándose a denominar Fiat Chrysler Automobiles US 47 GAUGHAN, P.:Fusiones y adquisiciones, Ediciones Deusto.Pag.308 45 LLC48. 5. Conclusiones El estudio de las fusiones es, en general, un campo muy amplio y con muchos aspectos a tener en cuenta. En estos últimos tiempos hemos asistido a gran número de fusiones, o adquisiciones y alianzas entre empresas y más concretamente en el ámbito automovilístico. Si nos centramos en los motivos que llevan a las empresas a tomar la decisión de fusionarse, la literatura apunta como uno de los principales motivos estratégicos la oportunidad de aprovechar sinergias. Esto se da cuando dos o más empresas que se combinan, obtienen un valor mayor del que tendrían si fueran independientes. Además de la propia sinergia, las empresas tienen también motivos económicos como la formación de economías de escala, la diversificación, el aumento del poder de mercado o el acceso a otros mercados de forma más eficiente, por ejemplo mediante la integración vertical se aseguran una fuente de oferta o un mejor acceso al mercado. También hay otros motivos como son las posibles ventajas fiscales que puedan obtener de exenciones o bonificaciones, ahorrándose impuestos a pagar o la creencia de que sustituir a la directiva actual de la compañía integrada les proporcionará una rentabilidad mayor. Asimismo estas operaciones puede deberse a simples modas o presiones del entorno, respondiendo a una estrategia de imitación. El caso analizado pone de manifiesto el interés particular de los directivos (En el caso Daimler-Chrysler, el principal culpable del fracaso en el que resultó la fusión entre estas dos marcas fue su presidente, Jurgen Schrempp con su deseo de formar un gigante automovilístico internacional). El consejo de administración es el eje que controla el devenir de la compañía y su misión es que aumente la riqueza de los accionistas. Muchos consejos de administración no supervisan correctamente a sus directivos, siendo el fin de estos satisfacer sus propios objetivos (autointerés) y no contribuir al valor de los accionistas. A más poder de los directivos, mayor capacidad de supervisión tiene que tener el consejo de administración. 48 http://www.autonews.com/article/20140121/OEM/140129980/fiat-completes-chrysler-acquisition-in-4-35- billion-deal#axzz2r8024er1 [Consulta: 16 de mayo 2015]. 46 Asimismo, la experiencia en estos procesos es otro factor a tener en cuenta. Si una empresa tiene antecedentes dudosos en materia de fusiones/adquisiciones, tiene que tener aún más cautela si toma este tipo de decisiones, pero podrá aprovechar el conocimiento adquirido en el pasado para no cometer los mismos errores. El caso analizado deja la duda de si se trató de una fusión pura entre empresas o una fusión por absorción, porque aunque las dos empresas originales desparecieron y se fundó una totalmente nueva denominada “DaimlerChrysler”, los problemas que aparecieron entre las directivas norteamericana y alemana en la toma de decisiones, y la creencia de los accionistas de Chrysler de que no era una fusión entre iguales y que todo giraba en torno a lo que ordenaban desde Stuttgart, fue una fuente de conflictos que perjudicó claramente a la fusión. Un error importante fue mantener dos direcciones. Aparte claro de las propias deferencias culturales que existían entre las compañías y la forma de proceder de cada una ellas. Igualmente influyeron las numerosas pérdidas que empezó a acumular Chrysler y la no dimisión de Schrempp, no reconociendo su error, y no permitiendo que la compañía pudiese dirigirse en otra dirección. En definitiva, no supieron integrar ambas compañías y convertirse en uno de los principales grupos automovilísticos del mundo. Lo que se busca cuando se establece una estrategia de crecimiento como la anteriormente descrita es ser lo más competitivos posible en un mercado como el automovilístico cada vez más globalizado con cambios constantes en tecnología y demanda. Las decisiones estratégicas que tomemos se miden comprobando si ha sido un éxito o un fracaso en la creación de valor. No obstante, ése es el gran reto al que se enfrentan las empresas implicadas en un proceso de fusión, la creación de valor, además claro de solucionar el problema de la integración cultural, organizativa y productiva entre ellas con el fin de producir sinergias y crecer conjuntamente, como un todo. Una reestructuración entre las partes involucradas al fin y al cabo. Añadir finalmente que se podían haber analizado otros casos como el de Ford y Volvo o el de Volkswagen y Bentley, que hubiesen enriquecido el trabajo, proporcionando un mayor conocimiento respecto a las decisiones y la gestión de los procesos de fusión en el sector del automóvil con el que obtener unas conclusiones más profundas y generalizables. La limitación en tiempo y extensión de la memoria no lo ha permitido. 47 6. Bibliografía GUERRAS MARTÍN, L.A.; NAVAS LÓPEZ, J.E.: La dirección estratégica de la empresa. Cívitas: Madrid. (2007) MASCAREÑAS, J.: Fusiones y adqusiciones de empresas, Ediciones McGraw Hill (4ª edición). CACHON, J.E.: Derecho del Mercado de Valores. Tomo II. Dykinson, Madrid, 1993 GAUGHAN, P.A.: Fusiones y adquisiciones, Ediciones Deusto. 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