romper el ciclo de la pobreza: llevar a los niños y niñas del trabajo a

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© FAO/J. Thompson
Géner o y emp l eo rur a l - Documen t o de or ien tación n.º 7
2010
Romper el ciclo de la pobreza:
Llevar a los niños y niñas del trabajo a la escuela
En lugar de asistir al colegio, millones de niñas y niños de áreas rurales de todo el mundo son trabajadores infantiles. Están
en todas partes, pero a menudo escondidos en granjas, botes de pesca, plantaciones, áreas montañosas, pastoreando o
trabajando duro como empleados domésticos. El trabajo infantil perpetúa el ciclo de la pobreza para los niños en cuestión,
sus familias y sus comunidades. Sin educación, estos niños y niñas rurales serán probablemente los pobres del mañana.
Las políticas deben abordar las causas fundamentales del trabajo infantil, y promover el trabajo decente para los adultos en
las áreas rurales.
¿LO SABÍA?*
• Alrededor del mundo, 168 millones de niñas y niños son
trabajadores, y 85 millones de entre ellos realizan trabajos
peligrosos1.
• La agricultura concentra un impactante 59 por ciento de los
trabajadores infantiles de entre 5 y 17 años, en contraste con
el 7 por ciento que trabaja en la industria, 32 por ciento en el
sector de servicios y 2 por ciento en la categoría "nodefinido"2.
La agricultura es uno de los tres sectores más peligrosos para
cualquier edad, pero aún más peligroso para los niños 3.
• Sólo el 23 por ciento de los niños tiene un empleo remunerado. La
mayoría no reciben remuneración, o son trabajadores familiares4.
• Los niños –y particularmente las niñas– que viven en áreas rurales
tienden a comenzar a trabajar a muy corta edad, a veces entre los
5 y los 7 años5.
• Los roles de género, la edad, el orden de nacimiento y las normas
culturales distinguen el tipo de trabajo realizado por niñas y niños,
la cantidad de horas laboradas, así como quién trabaja y quién
recibe educación6. Las diferencias de género en el trabajo infantil
aumentan con la edad.
• Sin considerar las tareas domésticas, en el grupo de edad de 5
a 17 años los niños constituyen en promedio el 61 por ciento del
trabajo infantil en la agricultura, y las niñas el 39 por ciento7.
La mayor implicación de los niños en la agricultura tiene como
contrapartida una participación mucho mayor de las niñas en las
tareas domésticas no remuneradas. En promedio, 92 por ciento de
las niñas trabajadoras en el grupo de los 5 a los 14 años también
realiza tareas domésticas, comparado con el 67 por ciento entre
los niños8. En muchas sociedades, las niñas trabajan más horas
que los niños si se toman en cuenta las tareas domésticas, pero
este trabajo a menudo es invisible o subvalorado9.
• Entre 2000 y 2012, la cantidad de niñas de 5 a 17 años en
situación de trabajo infantil disminuyó un 40 por ciento, en
comparación con un 25 por ciento en el caso de los niños10.
* Las estadísticas en este cuadro han sido actualizadas en el 2014
¿POR QUÉ SE DEBE ACTUAR?
El trabajo infantil tiene un costo enorme para los niños mismos y para la
sociedad, ya que mantiene a los niños alejados de las escuelas y es un
obstáculo para el sano desarrollo de sus mentes y cuerpos. Muchos niños y
niñas rurales plantan y cosechan cultivos, rocían pesticidas y se ocupan del
ganado. Trabajan en botes pesqueros o en la costa cortando y ahumando
el pescado. La mayoría colabora en las actividades económicas familiares.
Algunos son víctimas de la trata de personas. Otros están sometidos al
trabajo forzoso para pagar deudas de la familia. La alta prevalencia del
trabajo infantil en las áreas rurales, la escasa regulación de los sectores
laborales doméstico y agrícola, la naturaleza peligrosa de algunos de los
trabajos, así como su costo a largo plazo, hacen que esta área merezca
atención urgente.
Un enfoque de género toma en cuenta las especificidades de las niñas
y los niños en áreas rurales. A menudo se discrimina a las niñas en el
acceso a la educación y a oportunidades de empleo cuando son mayores.
Las estrategias necesarias para llevar a las niñas del trabajo a la escuela
pueden ser distintas que cuando se trata de los niños. Si no se logra abordar
el trabajo infantil a través de una “óptica de género”, se corre el riesgo de
pasar por alto algunas de sus formas, causas y consecuencias.
1. La pobreza generalizada en las áreas rurales y la baja
visibilidad del trabajo infantil en la agricultura
• El trabajo infantil es muy frecuente en situaciones de pobreza, de analfabetismo de los padres y en ambientes con mano de obra barata y desorganizada. Todas estas condiciones son características típicas de las áreas rurales,
en las que una gran cantidad de niños están expuestos al trabajo infantil lo
que les lleva a verse atrapados, en edad adulta, en la pobreza.
• La pobreza es una de las causas principales del trabajo infantil.
En muchas áreas rurales, los niños trabajan para sobrevivir y para cubrir
su necesidad de dinero, comida, alojamiento y ropa. En este contexto, es
posible que los padres dependan del trabajo de sus hijos, aún sabiendo
que es un error.
Dar a la población rural
pobre la oportunidad
de salir de la pobreza
CUADRO 1 ¿Qué es el trabajo infantil?
Un niño se define como cualquier persona menor de 18 años de edad. El trabajo infantil se define basándose
en la edad del niño, las horas y condiciones de trabajo, las actividades realizadas y los peligros que conlleva.
El trabajo infantil es un trabajo que interfiere con la escolarización obligatoria y que perjudica el desarrollo
personal y de la salud. Es importante reconocer que una cierta participación de los niños en actividades que
no son peligrosas puede ser positiva, sobre todo en el contexto de la agricultura familiar y otras actividades
familiares rurales, ya que contribuye a la transmisión de conocimiento entre generaciones, y a la seguridad
alimentaria de los niños.
El Convenio 138 de la OIT sobre la edad mínima de admisión al empleo (1973) (ratificado por 156 países)
establece la edad mínima de trabajo para los niños a 15 años en general (el convenio permite cierta
flexibilidad en circunstancias específicas). Para el trabajo que se considera peligroso, la edad mínima
es 18 años.
El Convenio 182 de la OIT sobre las peores formas de trabajo infantil (1999) (ratificado por 173 países)
define como las peores formas de trabajo infantil todas las formas de esclavitud, trata de niños, reclutamiento
forzoso en conflictos armados, uso de niños en actividades ilícitas, explotación sexual y trabajos peligrosos.
Los trabajos peligrosos deberían determinarse a nivel nacional. Son trabajos que, por su naturaleza o por las
condiciones en que se llevan a cabo, es probable que dañen la salud, la seguridad o la moralidad de los niños.
• El trabajo infantil en la agricultura suele
ser invisible, ya que la mayoría de los
niños son trabajadores familiares no
remunerados en pequeñas granjas o
empresas rurales dispersas. También
puede ser ocultado voluntariamente por
los empleadores, lo que se ve facilitado
por el alcance limitado de los inspectores laborales en las áreas rurales.
• Los datos disponibles sobre el trabajo infantil en la agricultura, las labores
peligrosas realizadas y los riesgos asociados son limitados. Esto hace que el
trabajo infantil en la agricultura sea aún
más invisible, difícil de probar y de abordar por parte de los que diseñan políticas públicas.
• La mayoría de las encuestas nacionales aún no toman en cuenta las tareas
domésticas, y de ese modo no abarcan
la “doble carga” que recae sobre los
hombros de las niñas, especialmente, al
combinar labores domésticas con otras
formas de trabajo infantil, o la “triple
carga” cuando se incluye la escolarización. Cuando se aplica una definición
más amplia del trabajo, que contempla
las actividades no económicas, son más
las niñas que trabajan que los niños11.
2. Acceso limitado a una educación
de calidad en las áreas rurales
• Los niños y niñas pierden la oportunidad de recibir educación si trabajan a
tiempo completo o si se da prioridad
al trabajo por encima de los estudios.
Aunque estén inscritos a la escuela, la
asistencia y rendimiento se ven perjudicados si trabajan. Perder su educación
menoscaba las perspectivas futuras de
los niños y niñas, y afecta el desarrollo
del capital humano.
• Las áreas rurales a menudo sufren de
falta de profesores y escuelas (de calidad), de limitación de material pedagógico, de infraestructura escolar pobre
y de asistencia irregular, lo que resulta
en un rendimiento educacional menor.
Los programas de estudio a menudo no
guardan relación alguna con las necesidades de las comunidades agrícolas.
• Las niñas tienden a dedicar más tiempo
que los niños a las tareas domésticas,
dejando aún menos tiempo para el colegio. La carga de las niñas se ve agravada por la pobreza de las condiciones de
vida y la falta de infraestructuras, lo que
se traduce en mayores distancias para
recoger agua, leña y combustible, y para
ir al colegio. Afrontan aún más obstáculos, tal como las actitudes tradicionales
que no valoran su educación, o el riesgo
de abuso durante largos trayectos para
ir al colegio, o de parte del personal del
establecimiento. En el mundo, el 57 por
ciento de los niños iletrados son niñas12.
• La mayor parte del trabajo rural es estacional y a menudo es incompatible con
el calendario escolar. La migración estacional interfiere con la escolaridad, y
aunque los niños vayan a la escuela en
la hacienda de destino, puede ser difícil
para ellos reintegrarse en el sistema formal de educación a su regreso.
• La educación de las niñas es particularmente beneficiosa, ya que disminuye
las tasas de fecundidad femeninas, así
como las tasas de mortalidad infantil, de
menores y materna. La educación ayuda en la protección contra el VIH y el
sida, incrementa tanto la participación
de las mujeres en la fuerza laboral como
sus ingresos, mejora su capacidad de
organización en el trabajo, y aumenta las probabilidades de que los niños
sean enviados al colegio en el futuro.
3. Impacto en el ciclo vital
• Las normas culturales y sociales, así
como la edad, afectan la división por género del trabajo agrícola. Las responsabilidades de los niños varían de una región
a otra y durante su ciclo vital.
• El trabajo infantil deja poco tiempo para
el juego y el descanso, que son dos
derechos fundamentales de los niños,
necesarios además para un sano crecimiento y desarrollo de habilidades sociales y para la vida. El trabajo infantil va en
detrimento de la salud a largo plazo, la
educación y la adquisición de habilidades
de alto nivel, y disminuye las posibilidades de empleo decente en la juventud
y la edad adulta. Cuando son mayores,
quienes fueron niños trabajadores tienen
mayores probabilidades de depender del
trabajo de sus propios hijos para cubrir
los gastos básicos del hogar, perpetuando así el círculo vicioso de pobreza, analfabetismo y trabajo infantil.
• Las altas tasas de desempleo juvenil
desincentivan la inversión en educación.
La falta de oportunidades laborales fuera
de la agricultura para las mujeres en las
áreas rurales es común en muchas partes del mundo.
• La agricultura y las sociedades rurales
son dinámicas y están en rápida transformación. El cambio climático y la escasez
de agua, energía y tierra afectan los procesos de producción de alimentos, mientras que el crecimiento de la población, la
globalización y la urbanización afectan la
demanda y las preferencias de alimentos.
Las comunidades rurales necesitan ser
capaces de responder a estos cambios y
choques.
4. Peligros y riesgos en áreas rurales
La agricultura es un sector con un gran
número de riesgos y peligros laborales que
pueden tener un impacto más grave en las
mentes y los cuerpos inmaduros de los niños que en los de los adultos12. El trabajo
rural es físicamente exigente ya que a menudo implica estar agachado durante largos
períodos, realizar movimientos repetitivos
y transportar cargas pesadas a lo largo de
distancias largas. Los niños trabajan a menudo bajo temperaturas extremas, sin la
protección apropiada y sin acceso a agua
segura. Los daños que los niños y niñas
suelen sufrir incluyen:
• Lesiones musculares y óseas a causa
del trabajo pesado, cortes con herramientas afiladas, caídas al agua o mientras cosechan frutas de árboles altos,
accidentes por trabajar cerca de vehículos agrícolas y maquinaria pesada.
Exposición a sustancias irritantes de la
piel contenidos en cultivos (por ejemplo
el tabaco) que pueden provocar alergias, sarpullidos y envenenamiento. Vulnerabilidad a las enfermedades transmitidas por el agua cuando se trabaja
descalzo en estanques y arrozales. La
CUADRO 2 Determinantes de oferta y demanda de trabajo infantil
Factores de oferta
Factores de demanda
La necesidad de completar el ingreso familiar para cubrir las
necesidades básicas.
Los niños son mano de obra barata, pues a menudo no son
remunerados o sus salarios son inferiores a los de los adultos.
La cantidad limitada de colegios en las áreas rurales,
y el hecho de considerar peligroso que una niña se desplace
para ir al colegio.
Oferta insuficiente de mano de obra en momentos de gran
demanda, particularmente en la agricultura
(por ejemplo para el deshierbe o la cosecha).
La poca importancia que se otorga a la educación.
Cuotas o trabajo a destajo basados en unidades familiares,
lo que empuja a los padres o tutores a incorporar a los niños.
El acceso limitado a servicios financieros y el uso del trabajo
infantil para pagar deudas.
La poca productividad de las pequeñas granjas y empresas
familiares que operan con muy bajos márgenes.
La necesidad de hacer frente a perturbaciones tales como
malas cosechas, la muerte del ganado o la enfermedad o
pérdida del sostén del hogar.
La exigencia de ciertas plantaciones de que los niños trabajen
para poder vivir con sus familias.
La participación de los niños en la agricultura considerada
como una forma de vida, necesaria para transmitir
habilidades y conocimientos; la poca conciencia de los
peligros del trabajo agrícola.
La percepción de que los dedos de los niños son diestros, y por lo
tanto ideales para ciertas tareas agrícolas (flores y horticultura).
El reemplazo de los adultos en las labores y tareas domésticas
cuando los padres están trabajando.
Se considera a los niños, y en especial a las niñas,
como trabajadores más dóciles.
exposición a altos niveles de polvo orgánico del campo o del ganado puede
provocar enfermedades respiratorias
alérgicas (asma).
• Exposición a pesticidas y otros productos químicos que pueden dañar
las funciones cerebrales, el comportamiento y la salud mental, o los sistemas
reproductivos, y que pueden provocar
cáncer. Mientras algunos niños mezclan
y aplican estos pesticidas, la mayoría
sufre de la exposición ambiental a pesticidas al trabajar en, vivir cerca de o
pasar a través de campos tratados con
pesticidas. La falta de almacenamiento
y de eliminación adecuados empeora la
situación.
La división de las tareas según el género
significa que la exposición de niños y niñas
a peligros específicos suele ser diferente.
Por ejemplo, los peligros de la manipulación
de aves –una tarea común para las niñas
en muchas sociedades– son diferentes
de los de arrear el ganado. Los niños de
comunidades pastorales pueden pasar
varios meses en áreas remotas cuidando
del rebaño. A menudo trabajan en la pesca
de captura, que conlleva el riesgo de
ahogamiento, hipotermia, enredo y heridas
por aplastamiento. A las niñas se les
encuentra más comúnmente trabajando en
la costa, y sufren problemas respiratorios
debidos a la inhalación de humo cuando
secan el pescado, así como cortes y
quemaduras.
¿CUÁLES SON LAS
OPCIONES DE POLÍTICAS?
Eliminar el trabajo infantil en áreas rurales
requiere un enfoque comprehensivo
y que considere los temas de género.
Implica abordar las causas fundamentales
(comenzando por la pobreza) y evitar
que las niñas y los niños se involucren
en el trabajo infantil. Esto requiere una
colaboración con gobiernos, agentes
sociales y otros actores del desarrollo
rural y agrícola, la educación, la salud y el
empleo juvenil. Las estrategias de políticas
deberían incluir las siguientes seis áreas
principales de intervención:
1. Reducir la pobreza rural y mejorar
el empleo juvenil y los medios de
subsistencia rurales
•• Reducir la pobreza en áreas rurales a
través de políticas de desarrollo rural y
agrícola bien orientadas, que integren
específicamente
una
preocupación
por el trabajo decente, y aborden la
interacción entre el empleo adulto e infantil.
Establecer partenariados entre gobiernos,
organizaciones de trabajadores y de
empleadores, agricultores y organizaciones
y comunidades de productores rurales
para desarrollar estas políticas13 y crear
conciencia acerca de los vínculos entre
pobreza y trabajo infantil.
•• Asegurar que mujeres y niñas tengan
el mismo acceso que hombres y niños
a la tierra, la formación, las tecnologías,
los insumos y los servicios de extensión
agrícola, servicios de desarrollo de negocios
y microcrédito. Asegurar que los servicios
de cuidado de los niños sean accesibles y
estén a una distancia segura de los lugares
de trabajo.
•• Orientar los programas diseñados para
generar ingresos rurales –incluyendo la
formación empresarial y la capacitación,
y el acceso al microcrédito– hacia los padres y tutores de niños trabajadores o de
niños a riesgo.
•• Promover el empleo juvenil para niños sobre la edad mínima legal, junto con una
capacitación en seguridad y salud para
el uso adecuado de equipamiento, herramientas y sustancias.
•• Apoyar una migración segura de jóvenes
sobre la edad mínima para el empleo para
que puedan obtener un trabajo decente
y no sean víctimas de la trata de personas. Se requiere una cooperación dentro
de los gobiernos, a varios niveles, y una
buena comprensión de las realidades del
mercado laboral y de los patrones migratorios, además de agencias de empleo registradas y supervisadas. Las campañas
de sensibilización en torno a la migración
son esenciales tanto en las áreas rurales
como en los países de destino.
2. Aplicar las leyes sobre
el trabajo infantil
• Ratificar e implementar los Convenios sobre trabajo infantil de la OIT (C138, C182)
y otros convenios que regulan el trabajo
agrícola, como el C184 (Convenio sobre
la seguridad y la salud en la agricultura),
C188 (Convenio sobre el trabajo en la pesca), C141 (Convenio sobre las organizaciones de trabajadores rurales) y C110 (Convenio sobre las plantaciones), y revisar la
legislación laboral para que se aplique
enteramente a la agricultura, incluyendo
granjas pequeñas y familiares y otras actividades rurales y agrícolas informales.
• Establecer y revisar periódicamente listas
de trabajos peligrosos que definan empleos, actividades y condiciones de trabajo prohibidas para los niños de menos de
18 años, tomando en cuenta las vulnerabilidades particulares de las niñas, y también asegurando una cobertura apropiada
de tareas y condiciones en agricultura,
incluyendo la agricultura de subsistencia, granjas familiares, cuidado de ganado y pesqueras de pequeña envergadura
(como lo indican el Artículo 3 del C138 y
el Artículo 4 del C182). Desarrollar la capacidad de los inspectores laborales para
supervisar y hacer cumplir estas leyes en
la agricultura.
• Alentar a los empleadores para que apliquen códigos de conducta y políticas corporativas socialmente responsables, que
respeten los estándares laborales fundamentales, también en las disposiciones
de subcontratación. Motivar a las instituciones públicas y privadas para que
establezcan contratos a largo plazo con
los proveedores, respeten los salarios mínimos y ofrezcan protección social a los
trabajadores.
3. Mejorar el acceso a una educación
de calidad adaptada a las necesidades
de las niñas y los niños rurales
• Proporcionar una educación de calidad,
asequible y obligatoria en las áreas rurales, que sea pertinente a las comunidades
locales. Dar incentivos para fomentar la
inscripción igualitaria de los niños y las niñas que viven en áreas rurales, para que
prosigan y completen su educación postprimaria o su formación profesional.
CUADRO 3 Afrontar el trabajo
infantil en agricultura desde la raíz:
el enfoque integrado territorial
Eliminar el trabajo infantil en una comunidad
rural requiere abordar conjuntamente todas las
formas de trabajo infantil para evitar que el
resultado de las intervenciones sea simplemente
que los niños sigan trabajando y solo cambien
de sectores o de localidades. El enfoque
integrado territorial de la OIT promueve un
programa de intervenciones basadas en la
participación de las comunidades locales y
el diálogo y la colaboración entre gobiernos y
organizaciones de empleadores y de trabajadores.
Se apoya a las partes interesadas para que
identifiquen las causas fundamentales del trabajo
infantil, y promuevan alternativas y cambios en
las cadenas de suministro.
• Dar incentivos para promover la asistencia
de niños y niñas a través de programas
de alimentación escolar o de alimentos a
cambio de escolarización (de manera que
toda la familia pueda beneficiarse gracias
a las raciones de comida entregadas a los
niños que asisten al colegio para que se
las lleven a casa), o de transferencias en
efectivo (como en el caso de Camboya,
donde las transferencias condicionales
para las familias que mantenían a las
adolescentes en el colegio aumentaron las
tasas de inscripción de las niñas entre el
20 por ciento y el 30 por ciento14).
• Crear conciencia entre los niños y
las familias sobre los beneficios de la
educación, usando mensajes diferenciados
para niños y niñas. Aumentar los incentivos
para invertir en la educación de las niñas,
y ampliar la conciencia sobre la utilidad
concreta de la escolarización.
• Hacer que la escuela se adecue a las
niñas. En Pakistán y Bangladesh, las
escuelas solo de niñas, o que emplean a
profesoras y tienen servicios higiénicos
separados, han ayudado a superar la
reticencia culturalmente arraigada a
mandar a las niñas a la escuela15. Mejorar
la infraestructura rural, tal como los
sistemas de agua y las carreteras, para
disminuir la carga de tiempo de las tareas
domésticas como recoger agua y leña, con
el fin de que las niñas tengan más tiempo
para el estudio.
• Proporcionar programas de educación
para huérfanos y niños vulnerables, que
pueden verse excluidos o marginados del
sistema escolar público. Una combinación
de conocimientos prácticos para la
agricultura y para la vida, como en las
Escuelas de campo y de vida para los
jóvenes (JFFLS), mejora la confianza y las
habilidades productivas.
• Fomentar y entregar recursos para una
educación preescolar, proporcionando
alternativas a tener que llevar a los niños
al trabajo. Ofrecer educación de segunda oportunidad para los niños retirados
del trabajo infantil. Algunos pueden beneficiar de una educación de transición,
mientras que para los mayores lo más
apropiado puede ser la capacitación
profesional (que responda a la realidad
del mercado). Asegurar que los programas de formación profesional tengan un
enfoque de género, y ayudar a mejorar
tanto la productividad y rentabilidad del
trabajo de los jóvenes, como su capacidad de responder a mercados cambiantes. Proporcionar las oportunidades para
obtener las certificaciones pertinentes, y
los servicios para ayudarlos a encontrar
un trabajo o iniciar su propio negocio.
• Fomentar el diálogo entre los profesores
de las escuelas rurales, la comunidad
y los padres, para que los programas y
cursos respondan a las necesidades y
limitaciones específicas de las comunidades rurales (horarios, temporada de
cosecha, habilidades que se necesita
aprender o adquirir) y para que los padres puedan comprender mejor los beneficios potenciales de mandar a sus
hijos a la escuela en vez de someterlos
al trabajo infantil.
4. Reducir la vulnerabilidad
de los hogares y de los trabajadores
• Crear conciencia acerca de los peligros
del trabajo agrícola, desarrollando las
capacidades de agricultores, trabajadores y comunidades rurales para realizar
evaluaciones de riesgos e identificar
las prácticas productivas más seguras.
Proporcionar capacitación de seguridad
e higiene en el trabajo para mejorar las
condiciones de vida y aumentar la capacidad de formular juicios fundados sobre
cuándo las actividades son lo bastante
seguras para niños por encima de la
edad mínima legal. Dar apoyo a los servicios de extensión agrícola para promover
un uso más seguro de productos químicos y tecnologías, y hacerlos conscientes
acerca de las políticas nacionales sobre
trabajo infantil, igualdad de género, y de
lo qué pueden hacer respecto al trabajo
infantil en las áreas en que operan.
• Promover la protección social, como el
acceso a servicios básicos de salud o
las pensiones de jubilación, en las áreas
Notas
1 OIT. 2013. Medir los progresos
en la lucha contra el trabajo
infantil - Estimaciones y
tendencias mundiales entre
2000 y 2012. Pág. 3. Ginebra,
IPEC.
2 OIT. 2013. Pág. 35. Ginebra.
3 IPEC. 2006. Tackling
hazardous child labour in
agriculture: Guidance on
policy and practice. Pág. 2.
Ginebra, OIT.
4 OIT. 2013. Pág. 35. Ginebra.
5 IPEC. 2006. Pág. 3.
rurales. Apoyar programas de microseguros para mitigar los riesgos asociados
a la mala cosecha, muerte del ganado,
inundaciones y sequías, así como programas de microseguros médicos para
proteger a las familias rurales de la pérdida del sostén del hogar.
• Desarrollar leyes equitativas de tenencia
y herencia de la tierra para aumentar las
probabilidades de que los niños estén
protegidos y asistan al colegio cuando
muere el jefe del hogar. Apoyar programas que diversifiquen las cosechas y
las actividades generadoras de ingresos
para reducir la vulnerabilidad de las familias rurales.
5. Incorporar el trabajo infantil a las
políticas, programas e investigación
agrícolas y rurales
• Tomar en cuenta la eliminación del trabajo
infantil en toda planificación de desarrollo
rural y agrícola. Crear conciencia en los
Ministerios de Agricultura y del Trabajo
para incrementar la cooperación
interministerial en torno al trabajo
infantil. Analizar cómo las tecnologías
que permitan ahorrar trabajo pueden
afectar de manera diferente a las niñas y
los niños, así como a la demanda por su
trabajo. Colocar la eliminación del trabajo
infantil en las áreas rurales en la agenda
de los programas de los donantes.
• Recolectar datos sobre el aporte de
las mujeres en la agricultura y otras
actividades rurales, desglosados por
edad. Emprender investigaciones sobre
temas claves como las desigualdades
en el tratamiento de niños y niñas en
áreas rurales, la abundancia o escasez
Ginebra, OIT.
6 Basu, K. y Tzannatos,
Z. 2002. The global child
labor problem: what do we
know and what can we do?
En World Bank Economic
Review. (2002)
7 OIT. 2013b. Tendencias
mundiales del trabajo infantil
entre 2008 y 2012. Pág. 15.
Ginebra.
8 IPEC. 2009. Blanco Allais,
F. Assessing the gender
gap: Evidence from SIMPOC
surveys. Ginebra, OIT.
9 OIT. 2009. Give girls a
chance. Tackling child labour,
a key to the future. Pág. 12.
Ginebra.
10 OIT. 2013. Pág. viii. Ginebra.
11 UCW. 2010. Unidos en la
lucha contra el trabajo infantil.
Informe interagencial para la
Conferencia mundial sobre
trabajo infantil de La Haya de
2010. Pág. 79. Ginebra.
12 IPEC. 2006. Tackling
hazardous child labour in
agriculture: Guidance on
policy and practice. Guía 3,
de oferta de trabajo, y el impacto que
tienen las fuentes de energía mejoradas,
los biocombustibles, las instalaciones
solares para cocinar, y un mejor acceso
al agua en la reducción de las labores
domésticas de las niñas.
• Establecer estudios de supervisión a
largo plazo para evaluar el impacto
de los programas que sacan a niños y
niñas menores de edad del trabajo rural
(para verificar si estos han ingresado a
la escuela, a una capacitación, o a otras
formas de trabajo).
6. Promover el diálogo social
• Promover la organización de asociaciones y cooperativas de trabajadores y
empleadores. Promover su participación
en el aumento de la escala de las intervenciones contra el trabajo infantil. Apoyar la extensión de las organizaciones
de trabajadores y empleadores hacia los
trabajadores rurales autónomos en granjas pequeñas o familiares y actividades
no agrícolas, y a trabajadores informales,
familiares y migrantes. Apoyar su toma
de conciencia y su movilización contra
el trabajo infantil. Apoyar la negociación
colectiva a lo largo de las cadenas de suministro.
• Asegurar que los trabajadores y las empresas agrícolas nacionales y multinacionales trabajen juntos para la adopción de
políticas que prohíban el trabajo infantil.
Allí donde exista trabajo infantil, incitar a
las compañías privadas y las instituciones públicas para que trabajen con los
proveedores en la búsqueda de alternativas al trabajo infantil, que sean viables tanto para los negocios como para
los niños.
Cap. 1, págs. 1-16 para más
detalles sobre los peligros.
Ginebra, OIT.
13 Tal como las diferentes
secciones de un gobierno;
los servicios de extensión
agrícola; los sindicatos; las
asociaciones de empleadores;
las organizaciones de
agricultores o de productores
agrícolas; organizaciones
de investigación agrícola;
agrupaciones de mujeres;
asociaciones de orientación
profesional; organizaciones
representativas de los jóvenes,
y grupos locales, provinciales
y temáticos, así como
ONG, agencias de la ONU
y donantes.
14 Filmer, D. y Schady, N.
2008. Getting girls into school:
evidence from a scholarship
program in Cambodia.
En Economic Development
and Cultural change, Vol. 56,
n.º 2, págs. 581-617.
15 UCW. 2010. Pág. 114.
Ginebra.
HERRAMIENTAS Y RECURSOS
CONTACTOS
• Alianza internacional de cooperación sobre el trabajo infantil y la agricultura (OIT, FAO, FIDA, FIPA, UITA): http://www.ilo.org/agriculture-partnership
• Página sobre el trabajo infantil en el sitio web conjunto de la FAO y la OIT “Alimentación, agricultura y trabajo decente”: http://www.fao-ilo.org/fao-ilochild/es/, y sitio del IPEC sobre el trabajo infantil en agricultura: http://www.ilo.org/ipec/areas/Agriculture/lang--es/index.htm
• IPEC. Training resource pack on the elimination of hazardous child labour in agriculture (Ginebra, OIT, 2005) disponible en:
http://www.ilo.org/ipecinfo/product/viewProduct.do;jsessionid=?productId=1759
• IPEC. Tackling hazardous child labour in agriculture: Guidance on policy and practice (Ginebra, OIT, 2006):
http://www.ilo.org/ipec/Informationresources/WCMS_IPEC_PUB_2799/lang--en/index.htm
• FAO. Prevención del trabajo infantil en la agricultura: Guía del facilitador de las Escuelas de campo y de vida para los jóvenes (JFFLS).
(Roma, FAO, 2010): http://www.fao.org/docrep/013/i1897e/i1897e.pdf
• FAO-OIT. Recommendations from the workshop on child labour in fisheries and aquaculture (2010):
http://www.fao-ilo.org/fao-ilo-child/workshop-2010/en/
• Informe “La ADRS y el Trabajo Infantil” (Roma, FAO, 2007): ftp://ftp.fao.org/docrep/fao/010/ai117s/ai117s.pdf
• Entendiendo el Trabajo Infantil (UCW), un proyecto interagencial de cooperación e investigación sobre trabajo infantil: http://www.ucw-project.org/
• Más herramientas sobre el trabajo infantil se encuentran en: http://www.ilo.org/ipec/Informationresources/all-publications/lang--es/index.htm
Organización de las Naciones
Unidas para la Alimentación
y la Agricultura (FAO)
Bernd Seiffert: bernd.seiffert@fao.org
Fondo Internacional para el
Desarrollo Agrícola (FIDA)
Anne-Laure Roy: a.roy@ifad.org
Organización Internacional
del Trabajo (OIT)
Paola Termine: termine@ilo.org
Este documento fue preparado
por Una Murray (para la OIT),
Paola Termine (OIT) y Jacqueline
Demeranville (para la OIT), con
aportes de Peter Hurst (para la OIT)
Edición: Soline de Villard (FAO)
Coordinación: Eve Crowley (FAO),
Rosemary Vargas-Lundius (IFAD),
Loretta de Luca (ILO)
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