15 LATERCERA Domingo 5 de junio de 2016 Menor venta de viviendas impacta a proveedores de la construcción La caída de la demanda habitacional en lo que va del año comenzó a traspasarse también a las empresas que proveen insumos a constructoras e inmobiliarias. Prevén un cuadro más crítico en 2017 y, en especial, en el segundo semestre, para cuando estiman que la compra de propiedades se contraerá hasta 20%. La desaceleración de la demanda por viviendas que está afectando a los proyectos habitacionales comenzó a permear también a las distintas áreas de proveedores del sector, donde ya anticipan un 2016 más bien plano, apoyado por los contratos de compra vigentes, pero hacia 2017 más bien crítico en cuanto a futuras compras de sus clientes. Tras el último informe de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), que reveló que en el primer trimestre de 2016 se vendieron 5.015 viviendas en el Gran Santiago, una caída de 41,4% anualizada, entre las empresas proveedoras iniciaron una revisión a la baja en las proyecciones de crecimiento de sus ventas desde el próximo año, que se agudizaría en el segundo semestre, que es para cuando prevén una caída de hasta 20% en las ventas habitacionales. El diagnóstico de las productoras de cemento, fabricantes de vidrio, empresas de revestimientos, pinturas y proveedoras de artefactos sanitarios, entre otros rubros, es que ya está pronto a agotarse el colchón de contratos que generó la comercialización anticipada de casas y departamentos en 2015, resultado de la arremetida de ofertas para aprovechar el último año de la franquicia que descuenta el 19% del IVA a la construcción habitacional. Desde este año, ese beneficio se mantendrá sólo para los proyectos de viviendas de hasta 2.000 UF de valor. “La venta de viviendas se adelantó y pensamos que en 2017 se pagará esa cuenta. El impacto de haber adelantado las ventas se traducirá en una reducción de 15% a 20% de la venta de viviendas en 2017 respecto de lo logrado en 2015”, afirma Rodrigo Briceño, presidente del comité de industriales a cargo del área de Suministros de la CChC. Efecto mixto Pero el sector es cauto y descartan una crisis. Esto, porque el desfase que se produce entre la venta de las viviendas y la construcción de las mismas fluctúa entre un año y 18 meses. “Todo lo que se está construyendo hoy está vendido. Por tanto, tendremos de 12 a 18 meses de buenos números, sobre todo para la FOTO: ANDRÉS PÉREZ CAROLINA PIZARRO RR La demanda inmobiliaria comenzó a decaer en abril de este año, según el gremio de la construcción. obra gruesa”, dice Briceño, quien es socio de la consultora PMG Group. Lo anterior ha permitido, por ejemplo, que Gerdau Aza, la fabricante de acero de capitales brasileños, aún no resienta la menor demanda habitacional. “El ajuste no se percibe aún con fuerza, pues hay un desfase respecto de la construcción de casas y edificios, donde las barras para la construcción son necesarias como material de obra gruesa”, explica el gerente general de la firma en Chile, Ítalo Ozzano. Pero a la empresa sí le viene pegando desde 2014 la desaceleración de la minería, por la caída de las inversiones. El 40% de la producción de Gerdau va al sector infraestructura y el 60% al habitacional. En Cementos Bío Bío la situación es similar. El impacto más fuerte lo han sentido por la falta de grandes proyectos en minería y energía, aunque desde abril pasado acusan efecto de la menor demanda de viviendas. “El estancamiento lo empezamos a evidenciar en la industria cementera en 2014 y desde ahora se acentuará, tras la caída en la venta de viviendas en la Región Metropolitana por el rezago entre la venta en blanco y la construcción de los proyectos inmobiliarios. En abril tuvimos un despacho inferior al del mismo mes de 2015 y creemos que la caída se acentuará en el segundo semestre”, detalla el gerente general de la cementera, Iñaki Otegui. Estrategia: diversidad Según Briceño, las empresas proveedoras que evidenciarán con fuerza el menor dinamismo en 2017 son las que venden insumos para las terminaciones del hogar, como pinturas, muebles, pisos y cerámicas. En MK Grifería apuntan que está internalizado que en el mercado habrá un ajuste en la ejecución de obras públicas y privadas, tanto en Santiago como en regiones. Pero estiman que la curva decreciente se acentuará entre la segunda mitad de 2016 y el primer semestre de 2017. “No podemos predecir la velocidad que tendrá después la recuperación ni el nivel de actividad final del repunte”, indica Alejandra Sánchez, gerenta de Marketing de la firma. Aclara, en todo caso, que MK está ampliando sus categorías de productos y con eso esperan enfrentar de buena forma el ciclo. “Estamos trabajando desde hace años para un escenario como éste, donde vía nuestra cadena nacional de tiendas, áreas de obras y de distribución, esperamos soportar bien la baja e incluso tomar oportunidades de participación de mercado”, destaca. Lo anterior no es menor, pues el sector de distribución de artículos de mejoramiento y reparación del hogar está gozando de buena salud, pese al ciclo. El subsector de remodelación, ampliación y reparación (RAR) creció entre 7% y 8 % en 2015, versus el alza de 1% del subsector construcción, subraya Briceño. “El área de RAR está creciendo, porque la gente ya tiene su viviendas y ahora se enfoca a invertir en ella. Por eso, el RAR es una buena salida para los distribuidores y para los que fabrican productos para la construcción”, sostiene el ejecutivo. Es el caso de Chilemat, cadena de ferretería que registra crecimientos de dos dígitos. En 2015 cerró con un alza de 19% en sus ventas y en el primer trimestre de este año muestran un alza de 12%, con ventas acumuladas de $ 34.000 millones, precisa el gerente de Administración y Finanzas de la firma, Claudio Merino. “La inestabilidad económica, el creciente desempleo y señales de sectores en crisis preocupan al consumidor y frenan decisiones de inversión a largo plazo. Es ahí donde ponemos nuestras fichas: en mejorar y darle un valor agregado a la demanda para ampliar, reparar y mejorar el hogar”, comenta. 2018: recuperación ¿Cuándo será el repunte? Merino no espera que la industria inmobiliaria lo haga en el corto plazo, previendo que un cambio en la curva actual tardará un par de años. En MK, en tanto, trabajan con un horizonte de 12 meses para un repunte, pero alertan que no será al nivel de los últimos tres años, en que se registró un número récord de obras. “El mercado debe ajustarse a su nueva realidad”, sentencia Sánchez. En Gerdau y Bío Bío tienen igual percepción y estiman que recién a fines de 2017 o en 2018 habrá un giro de tendencia. Otegui cree que vienen cuatro años sin crecimientos: “Todo dependerá de la reactivación de los grandes proyectos en minería, energía e infraestructura”. Briceño, de hecho, plantea que la infraestructura podría gatillar un mayor dinamismo de la mano del fondo que promueve el gobierno y que podría impulsar la demanda en las concesiones públicas. N