ALERGIAS EL ÁCARO DE LA 'ARAÑA ROJA' AFECTA A AGRICULTORES Y TRABAJADORES DE INVERNADEROS El ácaro, la ‘araña roja’, se encuentra en los cultivos hortícolas, siendo los principales afectados agricultores y trabajadores de invernaderos o campo. Para ello, se han realizado pruebas cutáneas a pacientes que acudieron a la consulta de alergia y tomado muestras del suero de aquellos que dieron positivo. En total, las muestras recogidas fueron 14, procedentes de trabajadores de invernaderos o campo con una exposición habitual a lo contaminado por la ‘araña roja’, considerada una de las plagas más importantes de los cultivos. Como conclusión del estudio, los doctores Millán, Valenzuela, Fatou, Requena, Morales e Iraola han destacado en Londres que la ‘araña roja’ es un importante alérgeno ocupacional entre agricultores y trabajadores de invernaderos y que esta sensibilización parece ser independiente de la producida por los ácaros del polvo. Por el contrario, entre pacientes sensibilizados pero no expuestos directamente, esta sensibilización sí parece estar relacionada con aquella a los ácaros domésticos. ALERGIAS EN EL ENTORNO LABORAL: Muchos de los casos de asma, rinitis y dermatitis alérgica de contacto son causados por las condiciones del ambiente en el trabajo. Se trata de las conocidas como alergias profesionales, que afectan a un número importante de trabadores de sectores como la panadería, la industria agroalimentaria, la industria farmacéutica o aquellos que trabajan con animales. Es importante llevar un mensaje de concienciación a la población trabajadora, acerca de la gravedad de las enfermedades alérgicas, de su prevención y tratamiento con el fin de alcanzar una calidad de vida adecuada para los pacientes alérgicos”. En las últimas décadas, la alergia ha incrementado su prevalencia en todo el mundo. Aunque esta circunstancia no es igual en todos los países, en la mayoría de los denominados “industrializados”, entre ellos España, las enfermedades alérgicas son el principal problema sanitario del país. “El estilo de vida y de los factores ambientales de los países industrializados agrava los síntomas de las enfermedades alérgicas de los pacientes y multiplica la incidencia anual de casos. ALERGIAS PROFESIONALES Muchos de los casos de asma, rinitis y dermatitis alérgica de contacto son causados por las condiciones del ambiente en el trabajo. Y es que, aunque existe una mayor concienciación con respecto al asma entre los médicos del trabajo y otros profesionales sanitarios. Se debe dar mucha importancia a los síntomas de la rinitis ya que a causa de la falta de atención los trabajadores desarrollan asma bronquial. De hecho, con frecuencia, el trabajador no llega a consultar sus síntomas porque les resta importancia o incluso los confunde con una “gripa” común. La rinitis alérgica, el asma inducido por irritantes o las alveolitos alérgicas extrínsecas, así como urticarias de origen laboral se pueden convertir en “enfermedades profesionales”. Por tanto, es aconsejable que todo trabajador con una afección alérgica con sospecha de origen en el entorno laboral debe ser remitido a un equipo especializado para determinar si hay causa laboral y poder recomendar el cambio de puesto de trabajo. RINITIS Y ASMA LABORAL La rinitis es una inflamación de la mucosa nasal que se manifiesta con síntomas de picor, secreción nasal, obstrucción y estornudos, mientras que el asma es una inflamación de los bronquios que cursa con síntomas de fatiga (falta de aire), tos pertinaz, sensación de opresión en el pecho y ruidos torácicos. Estos síntomas están provocados por un agente externo que se encuentra en el medio laboral del trabajador. “Al inicio de la enfermedad, es típico que los síntomas empeoren en el lugar de trabajo y mejoren en los periodos de descanso, como los fines de semana y las vacaciones”, de no ser tratada, la rinitis puede derivar en asma en la gran mayoría de los pacientes. La rinitis y el asma laboral pueden compartir agentes causales. A este respecto, los expertos calculan que la prevalencia de rinitis en los pacientes con asma ocupacional está entre el 76-92 por ciento. Por otro lado, se estima que el 60 por ciento de los casos de asma por sustancias de peso molecular alto está precedido por una rinitis. OCUPACIONES CON RIESGO DE RINITIS LABORAL Existe una amplia variedad de ocupaciones en riesgo de sufrir rinitis laboral debido a que existen más de 250 sustancias implicadas en esta enfermedad. “Los profesionales de las industrias agroalimentaria, farmacéutica, así como panaderos o personas que trabajan con animales son los más propensos a padecerla. Estos trabajadores están expuestos a alergenos con un peso molecular elevado, es decir, con gran carga alergénica, a través de polvo y aerosoles, lo que facilita la deposición de dichos alergenos en las vías respiratorias altas”, afirma este experto al tiempo que señala que “la introducción de nuevas sustancias y/o la modificación de las existentes aumenta la posibilidad de que surjan nuevas ocupaciones de riesgo o de que todavía no se conozcan algunas de las actuales”. Otra afección alérgica muy frecuente en el medio laboral son las dermatitis alérgicas de contacto. En estos casos, tras un periodo previo de “sensibilización”, el trabajador presentará picor y enrojecimiento de la piel, con descamación en las áreas de piel que entran en contacto con el alérgeno responsable. Aunque hay muchos agentes causales, ejemplos típicos son la dermatitis de contacto del trabajador de la construcción por la alergia al cromo contenido en el cemento o la dermatitis de las peluqueras por alergia a la parafenilendiamina contenida en tintes para el cabello. Al igual que con el asma y la rinitis, al principio existe este patrón de presentación laboral que se pierde con la cronicidad. DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO ALERGIA LABORAL Para diagnosticar una afección alérgica laboral, el alergólogo examina la historia clínica y laboral del enfermo para relacionar los síntomas del paciente con la exposición a un cierto alérgeno presente en el trabajo, y se sirve de otras técnicas de inmunología y de funcionalidad nasal (rinomanometría, etc.) o respiratoria (espirometría, pruebas de inhalación de antígenos, etc.), o pruebas cutáneas para determinar el grado de afectación e intentar averiguar el agente causal. Respecto al tratamiento, los alergólogos recomiendan al paciente evitar la exposición al agente causal. Así, la medicación antihistamínica (rinitis) y/o antiinflamatoria junto los broncodilatadores (en el asma) se puede emplear como tratamiento intermedio mientras se realiza el diagnóstico o siempre que los síntomas persistan aún evitando la exposición. “En muy pocos casos se puede utilizar la inmunoterapia, dado que no existen vacunas disponibles para cada tipo específico de agente causal. En casos concretos, como por ejemplo el de un veterinario con rinitis por exposición al epitelio del gato, para la cual sí que existe vacunación, ésta debería empezar lo antes posible, porque además de proporcionar un mejor control de los síntomas a largo plazo, en comparación del tratamiento sólo con fármacos, se produce un efecto preventivo sobre el desarrollo de asma en una mayoría de pacientes con rinitis. Sólo el alergólogo tiene las herramientas a su alcance para realizar un correcto diagnóstico etiológico de la enfermedad, y un diagnóstico erróneo conlleva un tratamiento inadecuado al origen de la enfermedad, lo que puede demorar su enfermedad por años o hacerla crónica. Por otro lado y, desde el punto de vista económico, un mal tratamiento implica un desproporcionado empleo de medicamentos para paliar los síntomas, en perjuicio del tratamiento etiológico, que es el único verdaderamente curativo. RESPONSABILIDAD CORPORATIVA Cuando se detecta un caso de alergia laboral, el empresario está obligado a proteger la salud de los trabajadores la cual le responsabiliza del cumplimiento de este objetivo. Así, el empresario está obligado a realizar una evaluación del riesgo laboral y un plan de prevención de riesgos en el trabajo, así como una vigilancia periódica de la salud de sus trabajadores, especialmente en aquellos expuestos a riesgos laborales. En el caso de que se detecte algún caso de enfermedad profesional o accidente de trabajo, se debe investigar el origen y revisar el plan de prevención para evitar que otros trabajadores puedan incurrir en el mismo problema. Asimismo, la empresa debe facilitar la instrucción a los empleados acerca del uso de equipos de protección, así como implantar medidas preventivas más efectivas y de ámbito más general.