70 LATERCERA Viernes 26 de agosto de 2016 Sociedad Espectáculos CRITICA DE TV CABLE FOTO: HBO The night of: pies descalzos RRLos pies de Turturro, verdaderos protagonistas de The night of. L a mejor escena de The Night of, que tiene bastantes, no es una golpiza en la cárcel, no es una abogada brillando con su retórica en la corte, no son unos padres desesperados juntando monedas para pagar la defensa de su hijo, ni es un universitario convertido en convicto obedeciendo órdenes indignas de su nuevo protector carcelario. Todo eso está en esta historia de cortes, abogados y policías, que es, básicamente, una reflexión de lo precario del sistema judicial. Sobre los policías cansados del turno que deben rellenar el papeleo. Sobre las conclusiones a las que deben llegar los testigos expertos de los fiscales. Lo mejor de la serie de HBO -que termina este domingo-, es cuan- Isabel Plant Editora Espectáculos En tiempos de series hiper sucedidas, las que se toman el tiempo a veces tienen como recompensa momentos llenos de humanidad. do el protagonista, John Stone (interpretado por John Turturro), un abogado que ha batallado toda la historia contra un eczema y alergia en sus pies, la que no le permite usar nada más que sandalias, se reúne con otros alérgicos como él en un grupo de apoyo, y sonriendo, les muestra que tiene puestos zapatos. Tantas series hoy en día viven de la sorpresa, el giro, el quién lo hizo y qué es lo que hará. The night of, escrita y creada por un maestro de las calles como Richard Price (The Wire en TV, novelas varias) en conjunto con Steve Zaillian (ganador del Oscar por La Lista de Schindler entre otras joyas), también tiene eso. Quizás no veremos una mejor actuación este año que la de Riz Ahmed, el joven que interpreta a Nazir Kahn, el estudiante universitario que se despierta tras una noche de drogas y borrachera, con su compañera nocturna acuchillada 22 veces. Parte la serie con ojos de gato de Shrek, y tras la estadía en prisión y recuerdos que incluyen ser musulmán en Nueva York tras el 11 de septiembre, se ha transformado, es otro personaje pero es el mismo, lo que es una hazaña en ocho episodios. The night of nos ha mantenido dudando si lo hizo o no, si es culpable o inocente y pasamos la mitad de la serie abogando por él o acusándolo. Pero las series a veces se juegan más en los minutos en que, a primera vista, no pasa nada en la trama. Pero no se necesita que reinas hagan volar dragones (aunque eso también siempre es bienvenido) o que un congresista empuje a su amante a las vías del metro (aunque pucha que fue entretenido). En tiempos de series hiper sucedidas, las que se toman el tiempo a veces tienen como recompensa momentos llenos de humanidad. Cuando conocimos a John Stone, era un abogado carroñero de custodias policiales y con estos pies heridos que se fueron tornando un personaje secundario. Se los rascaba con palos chinos y daba asco y daba nervio. Nadie que interactuaba con él no lo notaba, lo cual era una especie de alivio cómico de la trama, pero también una humillación constante al personaje: ¿hay algo más vulnerable que estar obligado a mostrarle tus heridas al mundo? A medida que la historia avanzó y él dejó de ser un hombre trágico, esos pies han ido mutando. El otro día, en Twitter, el actor chileno-estadounidense Pedro Pascal, escribió: “La crisis existencial de Turturro por el eczema es lo más verdadero que he visto en televisión desde los patos en la piscina de Tony Soprano”. Hombres, ganadores o perdedores, que tienen demasiado presente la angustia de que el peor enemigo es el interno. Ojalá este domingo, John Stone triunfe. El y sus pies.