6 wsjamericas.com Economía&Negocios SECCIÓN D | AÑO CXXIII Nº34,665, Lunes, 18 de noviembre del 2013 i i 7 B oeing, fabricante aeroespacial de EE.UU., recibió pedidos y promesas de compra para su nuevo avión 777X por un total de US$95.000 millones, el mayor lanzamiento de un modelo en la historia de la aviación comercial. Emirates Airline, la aerolínea más grande del mundo por capacidad, realizó la mayor compra, con 150 unidades por un valor de US$76.000 millones. Boeing, que anunció los pedidos durante el Salón Aeronáutico de Dubai, empezaría a entregar las aeronaves alrededor de 2020. n El gobierno chino prometió reformar el sistema de cotizaciones del país a uno en el que las empresas puedan salir a bolsa según sus méritos y no por decisión del Estado. El cambio eliminaría un gran obstáculo regulatorio criticado por distorsionar la oferta y la demanda e inflar las valoraciones de empresas que debutan en bolsa. n Sony informó que vendió más de un millón de unidades de su PlayStation 4 en su lanzamiento en Canadá y EE.UU., el viernes. La nueva consola de videojuegos del grupo japonés debutará en América Latina el 29 de noviembre. La empresa espera vender cinco millones de unidades para marzo, lo que superaría los 3,5 millones del debut de la PlayStation 3. n J.P. Morgan acordó pagar US$4.500 millones a inversionistas institucionales, incluyendo los gigantes de los fondos BlackRock y Pimco, que buscan recuperar pérdidas por valores respaldados por hipotecas que compraron antes de la crisis financiera. El pacto eleva a casi US$20.000 millones el valor de los acuerdos extrajudiciales a los que llega el banco estadounidense en relación a esos valores. n El gobierno de Ecua- dor solicitó a la Corte Internacional de La Haya que suspenda el proceso de arbitraje que abrió Chevron en 2009, calificando la demanda de “prematura y equivocada”. La semana pasada, la Corte Nacional de Justicia de Ecuador ratificó que Chevron debe pagar US$9.500 millones por daños medioambientales causados por Texaco, empresa que compró en 2001. Chevron niega las acusaciones. Envíe sus comentarios a: americas@wsj.com Press Association via AP Images Lo que Castro sabía de Lee Harvey Oswald Mary O’Grady reseña la edición revisada de “Castro’s Secrets”, en la que su autor, Brian Latell, argumenta que Fidel Castro sabía del complot para asesinar al presidente John F. Kennedy y alentó a Lee Harvey Oswald. En línea >> wsjamericas.com P�� M����� L������ REDMOND, estado de Washington, EE.UU.—Una mañana nublada de enero, Steve Ballmer caminaba por su oficina mientras escuchaba las voces de los miembros de la junta directiva de Microsoft Corp. en una teleconferencia que sería el principio del fin de su reinado de 13 años como presidente ejecutivo del gigante tecnológico. Microsoft estaba rezagado frente a Apple Inc. y Google Inc. en productos de consumo importantes, a pesar de sus extraordinarios ingresos en el segmento de software. Ballmer intentó exponer su plan para transformar Microsoft, pero un director no lo dejó continuar, reprochándole que estaba avanzando demasiado lento. “Estamos en animación suspendida”, se quejó John Thompson, el principal director independiente. Ballmer dice que le contestó que podía avanzar más rápidamente. No obstante, la explosiva llamada desencadenaría su decisión, anunciada en agosto, de jubilarse, lo que sacudió aún más a Microsoft, que ahora busca un sucesor para un hombre que ha estado en las entrañas de la empresa por 33 años. “Quizás soy un emblema de la vieja guardia”, señala Ballmer, de 57 años, haciendo una pausa mientras se le aguan los ojos. “Por más que amo lo que hago, la mejor manera para Microsoft de ingresar a una nueva era es un nuevo líder que acelere el cambio”. En una serie de entrevistas exclusivas, Ballmer cuenta cómo se convenció de que no podía guiar hacia adelante a Microsoft, que, de hecho, no la podía encabezar justamente por la cultura corporativa que él mismo había ayudado a instaurar. La junta directiva y Ballmer concordaban en esto: sin descuidar su fuerte negocio de software, Microsoft debe reorganizar su estructura gerencial y reenfocarse en aparatos móviles y servicios en línea si quiere incrementar su ganancia a futuro y reducir su dependencia del menguante mercado de las computadoras personales. La objeción del directorio era la velocidad. Los directores “no pre- Bloomberg News i 7 Con su salida de Microsoft, Steve Ballmer quiere romper el patrón que él mismo creó En una serie de entrevistas exclusivas, algunas con los ojos aguados, Ballmer cuenta cómo llegó a la decisión de retirarse. sionaron a Steve a renunciar”, asegura Thompson, un veterano de la tecnología que encabeza el comité de la junta a cargo de buscar un reemplazo. “Pero estábamos ejerciendo mucha presión para que se moviera más rápido”. Los inversionistas también presionaron. La lista de posibles sucesores incluye, entre otros, a Stephen Elop, ex presidente ejecutivo de Nokia Corp.; Satya Nadella, jefe de software empresarial de Microsoft; y Alan Mulally, presidente ejecutivo de Ford Motor Co. La junta planea reunirse el martes en el marco de la asamblea general de accionistas para hablar sobre la sucesión, de acuerdo con una persona al tanto. Representantes de Elop y Nadella dijeron que los ejecutivos no tenían comentarios sobre la búsqueda. Un vocero de Ford señaló “que no ha habido cambios” desde noviembre de 2012, cuando la automotriz afirmó que Mulally se mantendría como presidente ejecutivo hasta por lo menos 2014. El próximo líder de Microsoft será apenas el tercero en su historia. Ballmer se unió a la empresa en 1980 por sugerencia de su amigo de la Universidad de Harvard, el cofundador Bill Gates, y es su segundo mayor accionista individual. Hijo de un gerente de Ford, Ballmer abandonó sus estudios de MBA en Stanford para convertirse en el primer gerente de negocios de Microsoft. Fue la mano derecha de Gates, contribuyendo a transformar Microsoft en una fuerza que redefinió la forma en la que el mundo utiliza las computadoras. Asumió las riendas en 2000, consolidando aún más el sitial de Microsoft en los segmentos de software y manteniendo el flujo de ganancias. Durante su tiempo al mando, los ingresos se triplicaron a casi US$78.000 millones en el año que terminó en junio y la ganancia creció 132% a casi US$22.000 millones. Sin embargo, aunque la utilidad de Microsoft venía de los mercados tradicionales, se perdió cambios épicos, incluida la publicidad ligada a búsquedas en Internet y la transición de los consumidores a aparatos móviles y redes sociales. El año pasado, Ballmer buscó un reinicio de la estrategia. En una carta a los accionistas en octubre, declaró que Microsoft se convertiría en un proveedor de “dispositivos y servicios” para empresas y personas. Le dijo a la junta que quería encabezar el cambio y permanecer al mando hasta que su hijo menor se graduara del bachillerato en cuatro años. Inició su propia planificación para su sucesión, sosteniendo reuniones ultra secretas con posibles candidatos. Ballmer recuerda haberse dicho a sí mismo: “Voy a reescribir todo mi manual. Voy a transformar toda mi marca”. A la junta le gustó su nuevo plan, que incluía un cambio de la cultura de competencia interna. Pero cuando Ballmer se preparaba para implementarlo, la junta pidió que acelerara el proceso. Sin embargo, Ballmer quiso esperar hasta el lanzamiento en octubre de la nueva generación de Windows, la gallina de los huevos de oro de Microsoft. Pero la junta siguió exigiendo velocidad. Al coro se sumaron los accionistas, que empezaron a pedir que la empresa elevara su dividendo y se deshiciera de negocios no centrales. En septiembre, Microsoft elevó su dividendo pero sigue sin vender negocios señalados por los inversionistas, como el motor de búsquedas Bing. Ballmer dice que su equipo ejecutivo sufrió con el “Nuevo Steve”, alguien que buscaba una mayor camaradería entre los jefes de las diferentes divisiones. Los gerentes se resistieron tanto a cambios grandes, como combinar equipos de ingeniería, como a pequeños, como realizar informes semanales. En mayo, empezó a preguntarse si lograría el ritmo que le exigía el directorio y por primera vez pensó si Microsoft avanzaría más rápido sin él. “Al final, necesitamos romper el patrón”, reconoce. “Aceptémoslo: yo soy un patrón”. Ballmer cuenta que empezó a redactar en secreto cartas de retiro. A fines de mayo, en un avión desde Europa, Ballmer le dijo al gerente jurídico de la empresa, Brad Smith, que “quizás era hora de salir”. Al día siguiente, llamó a Thompson y le dijo lo mismo. Gates le dijo a Ballmer que entendía por experiencia propia lo difícil que era dejar Microsoft cuando la empresa era su “vida”, según alguien cercano al cofundador y presidente de la junta. Gates le informó a la junta que apoyaba la salida de Ballmer si su partida garantizaba que Microsoft “siguiera siendo exitosa”, dijo esa persona. Esa noche, Ballmer les contó a su esposa y tres hijos que probablemente dejaría Microsoft. Todos lloraron. El 21 de agosto, en una teleconferencia que duró menos de una hora, la junta aceptó el retiro de Ballmer. El ejecutivo, sin embargo, se ha mantenido activo. Dirigió la compra de US$7.500 millones del negocio móvil de Nokia y está afinando estrategias de marketing de la tableta Surface y la nueva consola de videojuegos Xbox para la época navideña. En octubre, la empresa registró una ganancia trimestral mejor de lo previsto. “Por más que me gustaría poder quedarme como su presidente ejecutivo, aún soy dueño de una gran parte de Microsoft, y la voy a retener”, dijo en una reciente reunión con ejecutivos con la voz entrecortada. Luego, casi en un susurro, agregó: “Por favor cuiden bien a Microsoft”. —Shira Ovide and Joann S. Lublin contribuyeron a este artículo. México: los campesinos ofrecen resistencia a los narcos El conflicto en Michoacán se ha convertido en un desafío para el presidente Peña Nieto P�� J��� �� C������ SAN JUAN DE LOS PLÁTANOS, México—Hartos del reino de terror y extorsión impuesto por un cartel de las drogas, algunos campesinos del rico corazón agrícola del estado de Michoacán en México han organizado fuerzas de autodefensa comunitarias y obligado a los narcotraficantes a buscar refugio en las montañas en las afueras de esos pueblos. La aparición de estos grupos de vigilantes comunitarios, que se originaron en el vecino estado de Guerrero y se extendieron a Michoacán, ha generado represalias del cartel autodenominado Los Caballeros Templarios, lo cual tiene a esta región al borde de un conflicto más amplio. Hombres armados que se cree pertenecían a los Templarios atacaron a finales de octubre 18 estaciones eléctricas, dejando sin electricidad durante un día y medio a medio millón de michoacanos. El atentado se produjo un día después de que cientos de policías comunitarios de los municipios rebeldes protestaron en la capital regional de Apatzingán, un bastión de los Templarios. Aunque la policía comunitaria se marchó desarmada, se inició un tiroteo, dispersando a los manifestantes y dejando dos heridos. El sábado, dos personas fueron asesinadas y tres resultaron heridas cuando los vigilantes comunitarios se tomaron el pueblo cercano de Tancítaro, desarmaron a la policía y expulsaron al alcalde, al que acu- saron de estar al servicio de los Templarios. El conflicto en Michoacán se ha convertido en un reto inesperado para el presidente Enrique Peña Nieto, quién ha pasado la mayor parte de su primer año en el poder impulsando una serie de cambios a la economía, como una propuesta para permitir que las petroleras extranjeras perforen en el país por primera vez desde 1938. Las reformas tienen como meta cambiar la vapuleada imagen de México en medio de un conflicto que ha cobrado la vida de al menos 75.000 personas desde 2006. Aunque la tasa de asesinatos ha caído ligeramente durante los últimos 12 meses, aún hay cerca de 10.000 homicidios ligados al narcotráfico al año, según cálculos de los diarios y académicos. Y tal como lo ilustra el caso de Michoacán, aún hay partes importantes del país en las que el gobierno no puede garantizar la seguridad de sus ciudadanos. El gobierno ordenó recientemente al Ejército, la Armada y la Policía Federal que se tomaran el puerto Lázaro Cárdenas, en el océano Pacífico, el mayor puerto del país por tonelaje y el corazón financiero del negocio de drogas y extorsión de los Templarios. La medida tuvo lugar semanas después de que Miguel Patiño, obispo a punto de retirarse de Apatzingán, causara revuelo nacional al escribir una carta pastoral en la que llamó a Michoacán un estado fallido en el que los carteles rivales luchan por territorio y en el que las Associated Press What’s News Un grupo de autodefensa en un punto de control de tráfico en el estado de Michoacán. familias tienen que escapar debido a una plaga de secuestros, asesinatos y extorsiones. Los gobiernos locales y la policía local están coludidos o son intimidados por las organizaciones criminales, indicó el obispo. Michoacán ha sido durante décadas un lugar al margen de ley y una de las principales áreas para el cultivo de la marihuana. Los narcotraficantes de Michoacán se expandieron a las metanfetaminas, ayudados por su cercanía al puerto Lázaro Cárdenas, uno de los principales puntos de entrada de los insumos químicos provenientes de China que utilizan los carteles de la droga. Apatzingán ha sido desde hace mucho tiempo el bastión de los Templarios y, antes de ellos, de otros carteles. Fue a este lugar al que Calderón, un oriundo del estado, envió miles de tropas para combatir contra los narcotraficantes semanas después de asumir el poder en 2006. A diferencia de otros carteles de la droga, los Templarios, que provienen de un cartel anterior conocido como La Familia, se promocionan como un movimiento popular que busca ayudar a los pobres en Michoacán. Muchos empresarios líderes de Apatzingán reconocen que la ciudad está dominada por los Templarios, pero temen que las nuevas fuerzas de autodefensa estén controladas por Jalisco Nueva Generación, un cartel del estado vecino. Javier Cortés, el vicario general de Apatzingán, asegura que eso no es cierto. “Pudiera ser peor ser gobernado por otro grupo que los Templarios, pues tenemos relaciones con ellos”, afirma un importante abogado local. Patiño advirtió en su carta que los narcotraficantes intentan reconquistar los bastiones perdidos y hacer que la vida sea económicamente imposible para las municipalidades rebeldes al prohibirles llevar sus productos al mercado y detener el flujo de bienes como la gasolina. Las personas que defienden o temen a los Templarios acusan a los grupos de autodefensa de estar al servicio del cartel Jalisco Nueva Generación. A apenas ocho kilómetros de Apatzingán, grupos de autodefensa instalaron puestos de control custodiando las carreteras hacia sus comunidades para impedir el regreso de los Templarios. Todos se burlan de la idea de que recibieron armas y trabajan para Jalisco Nueva Generación. “Conseguimos los viejos rifles de caza de nuestros padres y abuelos y otros se los capturamos a los Templarios”, afirma Jesús Bustos, quien lleva los cartuchos de un AK-47 en la cintura. Muchos de estos campesinos usan rifles automáticos. “Debe de estar totalmente claro que no pertenecemos a ningún grupo del crimen organizado”, dijo. “No extorsionamos a la gente. Estamos protegiendo a nuestros pueblos”.