La Celiaquia Es una enfermedad al gluten de carácter permanente que provoca, en individuos genéticamente predispuestos, una atrofia de las vellosidades del intestino delgado que afecta la capacidad de absorber los nutrientes de los alimentos. La ingesta de gluten en personas celiacas, aunque sea poca cantidad, provoca una reacción inmunitaria en el intestino delgado, causando una inflamación crónica que tiene como consecuencia la atrofia de las vellosidades intestinales, acompañada de síntomas que varían según los casos. Las personas sanas, tienen las paredes intestinales recubiertas de vellosidades y microvellosidades que tiene la función de aumentar la superficie de absorción de los nutrientes. En cambio, en las personas celíacas estas vellosidades desaparecen por completo, dañando la mucosa intestinal. Esta reducción de las vellosidades reduce o impide la absorción de nutrientes como proteínas, grasas, hidratos de carbono, vitaminas y sales minerales, causando desequilibrios nutricionales y de desnutrición. Los estudios más recientes demuestran que la incidencia de la enfermedad se estima en 1/100 (1 de cada 100 personas). Síntomas, señales y enfermedades asociadas La celiaquía puede manifestarse a cualquier edad, y los síntomas pueden varias entre individuos e incluso se puede presentar con un único síntoma o de forma asintomática (sin ningún síntoma). La enfermedad celiaca no siempre se presenta de forma evidente, sus formas clínicas son numerosas y variables y se deben tener en cuenta por el diagnóstico. Las posibles manifestaciones clínicas de la enfermedad celiaca pueden dividirse en casos típicos, con síntomas gastrointestinales marcados (actualmente minoristas); son más frecuentes los casos atípicos, que se caracterizan por una clínica indefinida como una colitis aparentemente banal (colon irritable) o una carencia de hierro resistente a la terapia oral. Existen también formas silenciosas que, en ausencia de síntomas muy evidentes, son diagnosticadas ocasionalmente en los individuos de riesgo, como los familiares de primer grado de los celíacos o pacientes diabéticos. Estos casos, a pesar de tener sintomatología silenciosa, después de empezar el tratamiento se registra una mejora de las condiciones psíquica-físicas. Los síntomas más frecuentes son: - Amenorrea (ausencia de la menstruación) - Anemia - Anorexia - Astenia (cansancio) - Abortos repetidos - Cambios y alteraciones de la conducta - Cefaleas (dolor de cabeza) - Deposiciones blandas y voluminosas - Diarrea crónica - Distensión abdominal, flatulencias y/o dolor abdominal - Dolor muscular generalizado - Dolor y fragilidad de huesos - Esmalte de los dientes desgastado o descolorido - Estomatitis (aftas o llagas en la boca) - Hormigueo en las manos y en los pies - Fragilidad de uñas y caída del cabello - Irritación en la piel - Restreñimiento - Retraso en el crecimiento - Vómitos También hay muchas y diferentes enfermedades asociadas a la celiaquía que pueden ayudar en el diagnóstico: - Anemia ferropénica - Artritis juvenil - Ataxia cerebral - Cáncer de intestino - Colon irritable - Déficit de vitamina B12 - Diabetes tipos I - Depresión - Dermatitis herpetiforme - Hepatitis - Infertilidad - Enfermedad de crohn - Enfermedades neurológicas - Enfermedades tiroideas - Osteoporosis o osteopenia - Síndrome de Down - Síndrome de Sjogren - Síndrome de Turner - Síndrome de Williams Diagnóstico En general, es suficiente realizar un análisis de sangre específico para tener un primer diagnóstico de la intolerancia al gluten. Pero por un diagnóstico definitivo es necesario efectuar una biopsia intestinal, es decir, la extracción de un fragmento de tejido, sometido a examen histológico, que permita determinar la eventual atrofia de las vellosidades del intestino. Análisis de sangre Es necesario pedir los siguientes marcadores serológicos en un análisis de sangre para poder confirmar la sospecha de la enfermedad celiaca. - Anticuerpo Anti-transglutaminasa (ATGt) de clase IgA, marcadores que hacen el análisis muy fiable y automatizado. y/o - Anticuerpos Anti-endomisio (EMA) que también son marcadores fiables y eficaces. Biopsia intestinal En caso de que las pruebas serológicas hayan resultado positivas, los médico recomiendan hacer una biopsia intestinal, examen realizado generalmente mediante una gastroscopia o grastroendoscopia. Los individuos que presentan una serología positiva y alteraciones típicas de la biopsia intestinal (atrofia de las vellosidades intestinales y aumento de los linfocitos intraepiteliales) tienen todos los elementos para un diagnóstico definitivo de la enfermedad celíaca. Factores genéticos y ambientales que causan la enfermedad El componente genético está demostrado por la recurrencia de la enfermedad celiaca, aproximadamente 10 veces más común entre familiares de primer grado respecto al resto de la población. Algunos factores del sistema HLA, conjunto de genes con la función primaria de reconocer las moléculas extrañas en el organismo, contribuyen a la predisposición hereditaria. El 95% de celíacos presentan los genotipos HLA-DQ2 y/o DQ8. La presencia del HLADQ2/DQ8 es necesaria para desarrollar la enfermedad, pero no suficiente ya que también estos factores genéticos se revelan en porcentajes altos en personas sanas (20-30% del total de la población). Por lo tanto los celíacos tienen estos genotipos pero no todos aquellos que tienen estos genotipos son celíacos. También hay algún factor ambiental que puede interferir en el desarrollo o no de la enfermedad celíaca, y este es principalmente la presencia de gluten en el régimen alimentario. Tratamiento: Dieta sin gluten El único tratamiento eficaz, que hasta el momento, garantiza a los celíacos un perfecto estado de salud, con la desaparición de las manifestaciones clínicas, la normalización de los análisis y la recuperación de la estructura normal de la mucosa intestinal consiste en mantener una estricta dieta sin gluten para toda la vida. Para tratar la celiaquía es importante excluir de la alimentación todos los alimentos que contengan gluten. Es importante no olvidar que la recuperación será permanente siempre que no se exponga a nuevos contactos con el gluten, ya que la ingestión de pequeñas cantidades de gluten pueden causar trastornos importantes y no deseable. Beneficios de la dieta sin gluten - Desaparecen los síntomas - Mejora del apetito - Las vellosidades intestinales se recuperan - Los nutrientes se vuelven a absorber Al empezar la dieta sin gluten se observa la desaparición de las manifestaciones clínicas, la normalización de los anticuerpos y la recuperación de la mucosa intestinal. En el individuo con síntomas típicos, los efectos del tratamiento son rápidos, en pocos días se nota una mejor en el apetito, en el estado de ánimo, progresivamente van desapareciendo los síntomas como la diarrea o restreñimiento, y también se retoma el crecimiento en los niños. También las alteraciones metabólicas como la reducida mineralización ósea o anemia por falta de hierro, se van normalizando aunque en estos casos la recuperación es un poco más lenta. Complicaciones si no se lleva a cabo la dieta sin gluten Alteraciones en la dieta pueden tener consecuencias graves tales como: - Osteoporosis (deficiencia de calcio) - Anemia (deficiencia de hierro) - Enfermedades autoinmunes asociadas (diabetes, tiroides…) - Neoplasias intestinales y extra-intestinales (cánceres intestinales o extra-intestinales) El gluten El gluten es una proteína que se encuentra en el endospermo de algunas gramíneas. Los cereales que contienen gluten son: maíz, cebada y centeno, avena, kamut, espelta, triticale y sus derivados. La función del gluten es la de formar una red elástica que permita a las masas distenderse por la presión de los gases de fermentación y de retenerlos, permitiendo así, con la cocción, la estructura porosa del producto. Cereales que contienen gluten Catalán Castellano Inglés Francés Alemán Italiano Blat Trigo Wheat Blé Weizen Frumento Ordi Cebada Barley Orge Gerste Orzo Sègol Centeno Rye Centième Roggen Segale Civada Avena Oats Avoine Hafer Avena Triticale Triticale Triticale Triticale Triticale Triticale Espelta Espelta Spelt Épeautre Dinkel Farro Kamut Kamut Kamut Kamut Kamut Kanut Todos estos cereales y sus derivados contienen gluten, por lo tanto no son aptos para celíacos.