Departamento de Psicología Ramo: Psicología Social Profesor: Claudio Acuña M. Estudiante: Camilo Yáñez. Duda Razonable. La película doce hombres en pugna del año 1957 trata básicamente del poder que puede tener una persuasión cuando es bien fundamentada. La trama ocurre en una habitación la cual se utiliza para que el jurado de un determinado caso delibere acerca de la culpabilidad o la inocencia de un imputado, esta vez el tema era el supuesto asesinato de un joven de 18 años a su padre efectuado por un apuñalamiento en el pecho del padre, la culpa cae sobre el joven debido a una supuesta discusión que habían mantenido con anterioridad y por testigos que aseguraban haber visto al joven arrancar del lugar de los hechos. El juez como única condición para determinar el veredicto era que el jurado tenia que estar con una decisión unánime frente al caso, el jurado ya en la sala de deliberación, mantienen una postura distendida (quizás porque pensaron que el caso se resolvería de una manera rápida), lo que importaba para algunos era el partido de fútbol que se llevaría a cabo al atardecer, o conocer a los miembros de jurado. A medida que pasaba el tiempo el aire en la sala se hacia mas espeso ya que la ventilación no funcionaba, desde aquí las ganas de salir luego de esa sala se hicieron presente, propusieron la votación, la cual el resultado favoreció casi en su totalidad a la culpabilidad del joven exceptuando a un miembro del jurado que votó inocente. Desde luego esta votación genero controversia y criticas por parte de los otros miembros del jurado, pero la postura se mantuvo firme la votación quedaba 11 a 1. Este jurado reclamaba una duda razonable como pilar fundamental de su voto y hacia el llamado a pensarlo así, “la duda razonable existe” y luego de dar un pequeño discurso con fundamentos básicos y sin estructuras ofrece una nueva votación en la cual el no seria participe es decir si se lograban 11 votos de culpabilidad el joven seria sentenciado. Esta vez la votación se hace secretamente y como resultado arroja a otro miembro del jurado alegando inocencia del joven, es importante observar que las personas que cambiaron su voto con el solo respaldo de la duda razonable, quizás tenían una inconsistencia importante con respecto al caso, es decir que las tres maneras de expresar la actitud (la cognitiva, la afectiva y la conductual) no armonizan, “es lógico que no siempre ocurra esto” (Morales, Francisco, 1995, p.203). Es importante recalcar que “Los tipos de inconsistencia pueden ser múltiples en función de la existencia de tres componentes actitudinales” (Eagly y Chaiken, 1993, p. 14, citado en Morales, Francisco, 1995, p. 203) Luego de esta segunda votación vino una tercera y así se sumaban adeptos a esta postura de encontrar inocente al joven, y así como sumaban adeptos se sumaba también argumentos “aumentar los argumentos buenos incrementa la persuasión” (Moya, M, 2000, p.163) y estos se iban solidificando a medida que se revisaban las pruebas y los testimonios de los supuestos testigos. En los integrantes que tenían su postura más firme en contra de este joven se encontraba un sentimiento de prejuicios hacia el joven por venir de una localidad más poblacional pero pronto pudieron evadir esta postura y razonar de la forma en que los “defensores” le pedían. Ya que “no todas las personas presentan un mismo grado de consistencia” (Morales, Francisco, 1995, p.203) no todos cambiaron su parecer del mismo modo y al mismo tiempo, es más, aunque las nuevas revisiones de las pruebas resultaran que el joven era completamente inocente, los miembros del jurado que mantenían su postura de culpar al joven a tal punto de llegar a amenazar a las personas que aceptaban la duda razonable y los nuevos argumentos ya que “conforma aumenta la intensidad del miedo suscitado en el receptor, aumenta la eficacia del mensaje persuasivo” (Boster y Mongeau, 1984, citado en Moya, M, 2000, p.162) Cuando se hubo superado numéricamente el ultimo miembro que no concebía entender porque todos cambiaron sus votos, reveló sorpresivamente el porque de su posición, el tenia un resentimiento hacia su hijo que lo consideraba un ingrato, es decir, sus creencias y su experiencia como padre de alguna forma avalaban la posibilidad de que el joven ocasionara tal homicidio, es decir este miembro puso por delante de los argumentos esta rabia que reflejaba su hijo en el imputado. Cuando se reveló contra los otros miembros se dio cuenta de que su postura estaba cegada por un sentimiento y pudo al fin cambiar su postura, liberando de culpa al joven de 18 años culpado por el asesinato de su padre. La pregunta que me queda después de la realización de esta actividad es ¿Qué tan racional es nuestra justicia? Y aún mas cerca ¿Somos nosotros parte activa para poder persuadir a las personas que tienden a quedarse en sus ideas siendo estas incorrectas? Referencias: - Moya, M. (2007). Actitudes (pp.193 – 205). En Morales, J.F. (Eds.). Psicología social. Barcelona: Mc. Graw Hill. - Moya, M (2007). Persuasión y cambio de actitudes (pp.153 - 170). En Morales, J.F. (Eds.). Psicología social. Barcelona: Mc. Graw Hill. - Película: Fonda, H. & Rose, R. (Productores), & Lumet, S. (1957). 12 Angry Men (Doce hombres en pugna). [Película]. USA: Metro-Goldwyn-Mayer