ei. cuenTo f 1(1. UT8RUTUR(] De CORDCI (Corttribuciórt aL estudio universaL deL Cuertto) (Continuación) Ciclo de la Pulga En el romance vulgar sietecentista ya aparece el tema de una puiga disforme y monstruosa causante de estragos y desdichas (18). Favor le pido a Jesús para poder esplicar las desgracias mas tiranas que en 1os anales se han visto ni es fácil el esplicarlas. Sucedió porque se admïren lo que mi pluma declara en el reino mas florido no se si es Francia o Espafia en una ciudad muy noble que no sé como se llama; donde hay una casa noble con balcones y ventanas. La puerta mira a la calle y las.ventanas a la espalda; pero dejemos la casa que eso poco nos importa y vamos & la sustancia. En dicha ciudad había una ilustre y noble dama, en compafiía de su esposo que más que a si lo estimaba: cuatro hijos y dos hijas, dos criados, tres criadas, y aun no eran bastantes para dar gusto a la dama: porque el sol, la sombra y viento a ella la incomodaba. Pasada toda la noche un lunes por la mafíana empezó a mirar las pulgas como siempre acostumbraba y entre otras cojió una gorda que le hizo duelo matarla, por saber lo que crecía determinó recriarla: la puso en una botella de crístal muy Iimpia y clara y con sangre de sus benas allí alimento le daba, apenas cumplió tres meses la botella meneaba; buscando la libertad perdícíón de muchas almas; determinó la sefiora de ponerla en una jaula; donde no quiere ya sangre si solo la carne magra: dábale su ama gusto a fin de domesticarla: le mataba cordericos que era lo que le gustaba, carne y huesos se comia porque está muy bien dentada; apenas la v-ió tan dócil y que no cabe en la jaula le aconsejan que la tenga en libertad por la casa. Lo hizo sin reparar si habría alguna desgracia, mas Dios que todo lo sabe y permite hacer y calla dióle gusto a la Sefíora aunque luego se le acaba, porque a pesar que tenía que comer y le sobraba no e$tá contenta con esos quiere sangre de su ama porque ia tiene presente cuando asila alimentaba. !Aquí si que me horrorizol jválgame Diosl lqué desgracia! una noche la Sefíora que el sefíor no estaba en casa lo esperó bastante rato y viendo que no llegaba se acostó y la rindió el suefío y apenas durmiendo estaba entra el feroz animal y se le hecha en la garganta sin dar lugar a que diga Dios me perdone mi alma. (18) Nuevo y curi000 romance en que se declaran las atrocidades de una pulga, y como mató mucIa gente, con lo dems que se presenta. Zaragoza. 1841. A poco rato llegó el señor preguntaba donde estaba la Seíiora, y le dice una criada que cansada de esperar se había ido a la cama: toma una luz y al momento a la cama se marchaba, vió su esposa ya difunta a pedazos por la sala, apenas lo vió la pulga como serpiente pisada se le arroja y de su cuérpo le separa luego el alma, de ios ruidos que hicieron y voces que el Señor daba acudieron los seis hijos los criados y criadas; aunque ignorando el suceso entran corriendo en la sala apenas ven ios estragos cuando todos se desmayan hace con ello lo mismo artnque inocentes sin causa; se alborota la ciudad luego el gobernador manda se armen todos los paisanos y que acudan a la casa, como en efecto acudieron todos a fin de matarla: se aprocsiman a la puerta y la vieron en la escaia preparan luego las armas y echan una descarga, no prLdieron acertarle o no le penetran baias porque la pulga salió con más salud que se hallaba; apenas se vió en la calle entre tanta jente armada despedazaba ios hombres como leona ensangrentada y con sus dientes hacia a mil pedazos las armas. Los que pudieron librarse se retiran & sus casas cerrando muy bien las puertas porque la pulga no entrarara: viendose sola en la calle de todos desamparada se salió de la ciudad a brLscar nueva morada. Se•retiró en una sierra que de alli prócsima estaba & disfrutar los deleites que ella tanto deseaba. ¡Valgame Dios de ios cielos! y qué Iluvias de dsgracias ocasiona alli esta pulga que hastalas fieras temblaban al ver animal tan fiero y con fuerzas tan sobradas! Llegó la noticia del turco el que luego ordena y manda vayan ciertos rejimientos de infantería a campaíia; tambien doscientos caballos y artillería sobrada, loa que fueron al momento y el comandante les manda vayan unos por el frente y otros vayan por la espalda mirando peíias y bosques hasta llegar a encontrarla pareciendole seria de ias que a una se matan; pero fué todo lo contrario que el comandante pensaba; cuando vió en un bosque espeso que 1os árboles arrancan se aprocsiman por saber quien es de aquelio ia causa, cuaudo vió aquel animal que con su aspecto amenaza, le echa ia seíia al tambor para que toque llamada; cuando Ia pulga sintió aquellos golpes de caja y ve la tropa que viene por vanguardia y retaguardia, saie del bosque y se pone al frente de tantas armas esperando socorrer aquel día bien la panza; empiezan ya por columnas a echar descargas cerradas por ver si pueden batirla con abundancia de balas; pero todo fué sin fruto que aun el pellejo no pasan: mas el feroz animal viéndose tan insultada se arroja sobre la tropa usando su venganza. Emperatriz de ios cieiosl madre de Dios soberana! haced que pueda dar fln a esta obra cornenzada; porque al pensar el suceso se afiije mi cuerpo y alma! Mató cuatrocientos hombres y si tan prestQ no, escapan, acaba con todos ellos porque entonces comenzaba: se retiran a los llanos solo por ver si bajaba. Donde está la artillería y caballería formada; no le pareció a la pulga desemparar su morada porque tiene que comer para más de una semana: suspenso está el comandante sin saber como acabarla y viendo que ya tenía su división destrozada; no se atreve a presentar delante de su monarca; determina ir & la sierra para moriir y matarla con un mono que tenía para diversión de casa con mucho conocimiento que solo le falta el habla: en efecto que subieron hasta el campo de batalla; vieron la pulga en su bosque donde sin temor descansa, pica espuela y al momento con su caballo le alcanza; el intelijente mono luego encima se la encaja buscando el modo posible por ver si puede matarla sin llevar otra defensa que una pequefla navaja; sin levantarse la pulga alarga luego la zarpa jinete y caballo lleva y luego los despedaza; apenas que el mono vió en su amo tal desgracia, sin dilatar dilijencia procura tomar venganza; en efecto así lo hizo; pero qué astucia mas rara! se le entró por el trasero como Pedro por su casa; apenas se vió en el vientre abrió luego la navaja empezó allí a trabajar a medida de su gana; cuando la pulga sintíó que por dentro la insultaban sin poderse defender hasta la tierra teznblaba con bramidos que despide mayores que una tronada; saltando cerros y peflas y dándose mil tozadas derramando ya la sangre por vanguardia y retaguardia hasta tanto que llegó a caerse desmayada: luego acudió allí la tropa y la vieron que acababa de morir aunque ignorando quien es de aquello la causa, vieron el mono que sale por donde tuvo la entrada aquí murió ya la pulga que tantas ruinas causaba. Le quitaron el pellejo que quínce arrobas pesaba de sus costillas sacaron maderos para una casa, de su espinazo formaron un puente de tres arcadas donde pasab por las tardes los caballeros y damas, de uflus y díentes hicieron una famosa estacada, de todos ios demás huesos mucho dinero sacaban, de ellos haceb muchas obras de más valor que la piata. Àquí doy fln al suceso de aquella pulga malvada para que tomen ejemplo y la que cojan matarla no nos suceda como en esta tan escesivas desgracias: ahora pido a mi auditorio que disimule mis faltas porque soy un ignorante que entiendo muy poco o nada; por otras cosas lo siento de mucha más importancia, que si esto cuesta dos cuartos tambien tu bolsa descausa; y si te parece mucho es más cara una mortaja. La literatura de Cordel reusense publicó otro romance sobre este mismo tema probablemente inspirado en ei anterior, que debió ser conocido por el autor, que muy posiblemente fué Ferrer Cuyás, cuyas obras ya nos son conocidas, puesto que aún que su nombre no figure en ninguna de las ediciones que poseemos, 1os versos tienen todo el deje de los suyos (19). (19) Àsanyaa y maravillas de la pusa. iomanao nou y de gresca, per fer riure al «jue peaca. Reu., a. f. Escolteume gent de bé un cas aue os esplicaré. Duna pusa tan disforma de mol ridícula forma, que tot lo mon va seguí des del vespre al dematí. Poséus tots aI atenció com sí oisiu un sermó. En serta casa y havia una tal donya María. Que una nit es trovaba que las pusas se mataba. Com que ab aixó tota dona y sol pasar una estona. Dona la casualitat que una pusa na trovat, tan bunica y de tan preu, quel matarla li sap greu. P énsa: - no la mataré, y io me la mantindré. Y ab aixó del dit, al fet, la manté ab la seva llet. Sen grosa y veyenla sábia la fica dins duna gavia la polre dona es distreu cada volta que la veu. De dia en dia, es fa grosa y ella la mira dichosa. Ya no li vol dá mamá y me li dona menjá. AI, un dia y duas nits se va menjá, set cabrits. De pá, mes de mil quintás, duas lliuras y tres quarts. Y de tan ques va engreixá hasta la gavia va trencá. Veyense ja am llibertat se paseija pel veinat. Y oh!... ocasió fatal... Escolteu que ara vel mal. L a senyora en una estona no es vá trobá gayra bona. Y li digué1 seu marit, que sens anés prompte al Ilit. Y mirés de descansá per lo seu doló calmá. Están al llit la senyora, la pusa, ab menos dun hora sobre del llit sha tirat, y lo col1 li ha picat. Sent tan grosa la picada que de prompte la escanyada, La pusa aferrada a1 ella no li ha deixat ni una aurella. Pues tot ella sha menjat, quenils osos han quedat. Ve de fora son marit, y pregunta desidit. Ques lo que fa la mullé, y li divahn: - segueix bé. Pues de dés ques a durmí, no lhem vista per aquí: Entral marit de improvís y tot son crits en lo pis. Veniu criadas, criats, veniu aquí ben armats. Mes la pusa sen altera y s aferra i seu redera. Están de rabia tan plena que mel fa caura desquena. Ab tan furiós enfado, quel desfá com un bolado. À1 mirá aixo ios criats tots han caygut desmayats. Y la pusa rabiosa fa a tots la mateixa cosa. ÀI, los crits y alambins acudeixen ios veins. Que al contemplar tot alló par van dá! Gobernadó. Que de prompta va maná aquella casa tancá. Deixant al carré la pusa, que marcha sense cap escusa. Surtiren set batallons ab quatre mil escuadrons. Los paisans tots a la una, y hastal conda de la Pruna. Que mil artillés portaba y las órdras als dunaba. Y de tan que lhan buscada en cap puesto lhan trobada mes al últim sha trobat a las mitjas dun soldat. Entrels punts, tota aburrida, masilenta y encunxida. Lo soldat está content, y Ia vol matá al moment. Mes ella dona un gran bot, y no para fins al Clot. Tots me li tiran descarga, y eIIa encara, mes sallarga. Entra contenta y bufona al poble de Badalona. Y samaga ab gran tramoya a la esquena duna noya. Que de tan en tan, la píca terque la veu ques bunica. Y cansada destá així, a lo carré va surtí. Juan Amades