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H.-PACHECO .
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desocupándose el reembalse, y como consecuencia, hundiéndose y cayendo en ruinas la costra superficial inmediata á las grutas, las cuales quedaron en alto á modo de pilares que indican
con su techo plano el nivel alcanzado en aquellos sitios por la
superficie del reembalse lávico.
, Cuevas ó túneles análogos á los que existen entre los jámeos
del mal-país de la Cueva de los Verdes, hay también en varios
sitios del campo lávico moderno, si bien ninguno con las dimensiones que el histórico túnel descrito en el capítulo anterior.
Cuantos naturalistas recorrieron los territorios volcánicos á
que nos referimos, han visitado cuevas de esta clase. Ya dijimos
que de la grieta eruptiva junto á las Montañas del Fuego, partía
un largo foso. Otro existe en el mal país entre Montaña Rajada
y el volcán sin nombre al AV. de ella, que tendrá una anchura
de IO á 12 metros, profundidad de cinco 6 seis y paredes verticales en las que se distinguen los lechos horizontales que forman
el campo lávico; su fondo en el sitio en que lo vimos es plano y
con escasos lastrones. El ser muy avanzada la hora cuando pasamos por el lugar donde está el foso en cuestión, nos impidió explorarlo, asegurándonos el guía que avanza largo trecho descubierto y que por otros sitios se halla techado.
De todos los túneles existentes en las lavas del siglo xvm quizás ninguno es tan interesante como el que recorrimos cerca de
la Montaña Sobaco y que hasta entonces no. había sido objeto
de exploración. No tenía nombre, pero según hemos sabido, ha
sido muy visitado posteriormente á nuestra expedición, lo'que
es fácil por estar cerca de la capital, y se le designa hoy con el
nombre de Cueva de los Naturalistas,
considerándolo como una
de las mayores curiosidades de la isla.
Está arrumbado próximamente del NNE. á SSW. y se desciende á él por hundimientos en el campo de lavas en un todo
iguales á los jámeos del mal-país de la Cueva de los Verdes;
entre ambos hundimientos está comprendido al recorrido mayor
de la caverna, extendiéndose además, en un corto trayecto,
hacia el S. y hacia el N
M
respectivamente, de cada uno de los
hoyos de entrada.
Comenzamos el recorrido por el hundimiento del Sur y pro-