ORGANIZACIÓN MUNDIAL PARA LAS MIGRACIONES

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ORGANIZACIÓN MUNDIAL PARA LAS MIGRACIONES
-OIM-
Foro aborda cuestiones relativas a la migración que afectan a poblaciones
de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales
(30 de octubre de 2012, Costa Rica)
Esta semana, la OIM en Costa Rica, en colaboración con el Centro de
Investigaciones en Estudios de la Mujer de la Universidad de Costa Rica, reunirá a
funcionarios gubernamentales, representantes del mundo académico, ONG
especializadas en los derechos de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales
(LGBT) y ONG que trabajan con poblaciones migrantes para debatir las
vulnerabilidades específicas a las que se enfrenta este colectivo LGBT cuando
migran.
El foro, titulado Migración, violencia y diversidad sexual: retos para la protección,
animará a los participantes a hablar de los actuales marcos jurídicos, a escalas
nacional e internacional, de protección de los derechos humanos de las
poblaciones LGBT migrantes y trabajarán para lograr recomendaciones tanto para
las instituciones públicas como para los grupos de la sociedad civil que se ocupen
de asuntos relacionados con la migración y el colectivo de lesbianas, gays,
bisexuales y transexuales.
A lo largo del último decenio se ha producido un aumento del número de mujeres,
menores no acompañados, y lesbianas, gays, bisexuales y transexuales migrantes
que atraviesan la región mesoamericana. Pese a no disponer de datos concretos
sobre la cifra de estos últimos, debido a que no existe un registro sobre la
migración y las preferencias sexuales o la identidad, los informes recabados por
las organizaciones que trabajan en la región con el colectivo LGBT muestran un
incremento de los delitos motivados por el odio y la violencia contra las personas
de orientación sexual diferente.
“Este importante segmento de la población migrante se desplaza en nuestra
región en condiciones de extrema vulnerabilidad y se enfrenta a un mayor riesgo
de extorsiones, secuestros, explotación laboral, trata de personas, violencia
sexual, VIH, enfermedades de transmisión sexual, violencia por motivos de género
e incluso la muerte”, explica Ana Hidalgo, Oficial de la OIM en San José.
Las lesbianas, gays, bisexuales y transexuales migrantes han denunciado también
ser víctimas de la violencia física, incluyendo golpizas y agresiones sexuales como
castigo. Asimismo, han denunciado casos de insultos, humillación y otros tipos de
abusos, por el simple motivo de tener una orientación sexual diferente.
Los gobiernos de la región carecen de información al respecto y, por lo tanto,
ofrecen respuestas inadecuadas para hacer frente y erradicar estos delitos, que
conllevan al colectivo LGBT a migrar de manera forzosa (ya sea dentro o fuera de
las fronteras nacionales), para lo que frecuentemente recurren a canales
irregulares.
El mes pasado, en el primer diálogo sobre el tema celebrado en el país,
organizado por la OIM en San José y el Instituto Interamericano de Derechos
Humanos, los participantes hicieron hincapié en la necesidad de incluir estos
diálogos en los programas y políticas públicas, tanto a escala nacional como
internacional. Asimismo, subrayaron la importancia de dar a conocer los servicios
facilitados a los migrantes por ONG e instituciones especializadas.
“A pesar de que cada vez son más los actores sociales en la región que defienden
los derechos de los migrantes y del colectivo de lesbianas, gays, bisexuales y
transexuales, existen pocos estudios y estadísticas que corroboren las
vulnerabilidades y necesidades de protección y asistencia específicas de los
migrantes que integran la comunidad LGBT”, señala Hidalgo.
Francia Michelle es una migrante transexual de 26 años oriunda de Chinandega
(Nicaragua) que explica que su orientación sexual la hace más vulnerable a una
serie de riesgos y peligros basados en el estigma social y los prejuicios, como ser
víctimas de la trata con fines de servidumbre doméstica.
“Hay que estar ahí para ver cómo te miran al entregar el documento de identidad o
pasaporte. Cuando se dan cuenta de que la foto, mi foto, no se corresponde con
mi imagen, me miran de arriba y abajo y yo me pongo muy nerviosa. En algunos
lugares, los funcionarios han llegado a decir mi nombre a gritos para
avergonzarme”, relata.
Su historia es el reflejo de lo que experimentan muchas lesbianas, gays,
bisexuales y transexuales migrantes, quienes se ven obligados a abandonar sus
países al ser víctimas de persecuciones debido a su orientación sexual, y de los
obstáculos a los que se enfrentan en su búsqueda de empleo.
Tras migrar a Centroamérica, Michelle ha regresado a su comunidad de origen en
Nicaragua, donde trabaja como activista en asuntos de LGBT. En su reintegración
ha contado con la ayuda de la OIM y, en la actualidad, gestiona un pequeño
mercado y estudia inglés.
La OIM en Nicaragua trabaja con un grupo de unos 25 jóvenes lesbianas, gays,
bisexuales y transexuales migrantes que partieron en busca de mejores
oportunidades socioeconómicas y que han retornado a su país. El proyecto
cuenta con un grupo de debate, jornadas individuales de apoyo psicosocial y
asistencia para la reintegración en el mercado laboral local. Hasta la fecha, se
han beneficiado de él seis personas, quienes han sido empleados y reintegrados
con éxito en sus comunidades.
Estas actividades forman parte del proyecto regional de la OIM Protección y
asistencia para los migrantes vulnerables en Mesoamérica, financiado por la
Oficina de Población, Refugiados y Migración (PRM) del Departamento de Estado
de los Estados Unidos.
Para más información, póngase en contacto con
Carolina Urcuyo
OIM San José
Tel.: + 506 22 12 5308
E-mail: curcuyo@iom.int
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