BIOGRAFÍA DEL MES DE NOVIEMBRE CURSO ESCOLAR 2015 – 2016 GABRIELLE ÉMILIE DE BRETEUIL, MARQUESA DE CHÂTELET (1706-1749) “LA LUZ DE LAS MATEMÁTICAS” Gabrielle Émilie nace en París el 17 de diciembre de 1706, en una familia aristócrata de buena posición. Su madre se llamaba Gabrielle-Anne de Froulay y su padre Louis-Nicolas le Tonnelier de Breteuil, Barón de Preuilliy, jefe de protocolo de la corte de Luis XIV. El aspecto físico de Émilie preocupó a su padre desde que era muy pequeña. Era muy alta y grande para su edad y el gran tamaño de sus pies y manos hacían pensar al Barón que su hija nunca se casaría. Quizás fuera este el motivo por el que Louis-Nicolas Le Tonnelier decide darle a Émilie, al igual que al resto de sus hijos varones, la mejor educación posible. El Barón de Preuilliy recibía en su salón parisino a destacados científicos y matemáticos. Desde los seis o siete años, Émilie, al no poder asistir al colegio como sus hermanos, recibió una selecta educación rodeada de un entorno intelectual, frecuente en su casa. Estudió latín y griego, alemán, inglés, matemáticas y física y también se interesó por la música. Era una persona muy inteligente y cuando comenzó a hacerse mayor, y para sorpresa de su padre, desarrolló una gran belleza. Se convirtió en una mujer culta, segura de sí misma y con las ideas claras. Se casó con 19 años con el marqués Florent–Claude de ChâteletLomont, el cual tenía 30 años, era un rico coronel y permanecía casi todo el tiempo lejos de casa, pero a Émilie no le importaba, ya que tenía más tiempo libre para poder seguir dedicándose a lo que realmente le apasionaba: sus estudios. Émilie, gracias a su posición, pudo rodearse de los mejores y más influyentes pensadores del siglo XVIII. Se disfrazó de varón para poder entrar en los cafés de moda en París y reunirse con los científicos más famosos de su época, donde conoce a Voltaire. Dentro de sus aportaciones, fue la persona que impulsó la obra de Newton en Francia con su traducción de los Principia del latín al francés. En Francia, se estudiaba a Descartes, siendo pocos los científicos que leían a Newton. Publicó varios ensayos como: Ensayo de óptica (1736) y Disertaciones sobre la naturaleza y propagación del fuego (1737). Disertaciones sobre la naturaleza y propagación del fuego surgió a raíz de un concurso de la Academia de Ciencias, ya que la materia del fuego era discutida por aquel entonces. Tanto Voltaire como Émilie deciden participar y empiezan a realizar experimentos llegando a conclusiones diferentes. Finalmente ganó el concurso Leonhard Euler y dos personas más, pero debido a las interesantes aportaciones y a la fama que la pareja estaba adquiriendo, publicaron los ensayos de Emilie y Voltaire junto con los de los ganadores. Para facilitar el estudio a su hijo de doce años, escribió un libro llamado Las instituciones de la física, en el año 1740. En esta obra, trabaja sobre el cálculo infinitesimal y la física de Leibniz, que compagina con la física de Newton, y se incluyen conceptos como el de energía cinética. Émilie pidió al maestro de matemáticas Koenig que le revisase, en Cirey, los capítulos dedicados a la metafísica de Leibniz, y Koenig volvió a París apropiándose de su trabajo. Aunque la Marquesa de Châtelet reivindicó la autoría, no se le reconocerá esta hasta después de su muerte. Estudió a Descartes y a Leibniz y contribuyó a la revolución científica en Francia con las ideas de Newton, conocidas hasta el momento por pocos científicos franceses. En su salón se reunían habitualmente los científicos Moreau de Maupertuis y Alexis Claude Clairault, defensores de la idea de Newton de que la tierra es achatada por los polos y no una esfera como defendía Descartes. Los dos científicos protagonizaron una expedición a Laponia para medir un meridiano y así demostrar su teoría. El paso intelectual de Descartes a Newton no hubiese sido posible en Francia sin la traducción de los Pincipia realizados por Émilie en 1745. A esta traducción añadió un comentario algebraico. La traducción se publicó en dos partes, en 1756 y en 1759. Tanto Leibniz como Newton desarrollaron las leyes de diferenciación e integración, segundas derivadas y derivadas de orden superior. Con estos matemáticos, las integrales y las derivadas pasaron a constituir instrumentos esenciales dentro del cálculo. Expusieron también el “Teorema fundamental del cálculo”, que nos explica que la derivación y la integración son operaciones inversas. Émilie era una experta en el cálculo diferencial y en derivadas, una herramienta de cálculo fundamental en diversos estudios, siendo utilizada en física, química, biología o economía. “Si hubiera que mencionar una sola cosa para la que la derivada sea útil, habría que decir que gracias a ella se puede medir la velocidad, la rapidez con la que se producen cambios de situaciones; sean situaciones físicas, sociales o económicas”. COMENTARIO: