Circunvalando la crítica teatral martiana Por Iradis Mosquera La relación de José Martí con el teatro comprende sus textos de crítica publicados en Revista Universal, en los períodicos La opinión nacional, Patria, sus dramas Abdala, Adúltera, Amor con amor se paga, Patria y libertad, Chac- Mool (considerado como un esbozo dramático), valoraciones a través de cuadernos, cartas, pasajes narrativos y poéticos. Las citadas incursiones como dramaturgo y los textos de crítica, enlazan con sus quehaceres de periodista, orador, biógrafo, razón por la cual son más abarcadores los estudios sobre su visión del teatro que aquellos dedicados exclusivamente al análisis de sus dramas. Recorridos en torno a la crítica martiana y enlaces a través de su labor periodística, oratoria y biográfica, presenta la producción ensayística 1 de Luis Álvarez Álvarez en Estrofa, imagen, fundación: la oratoria de José Martí (1995), Martí biógrafo (2007) escrito con Matilde Varela y Carlos Palacio, Visión de la cultura martiana (2008) en coautoría con Olga García Yero, y La crítica teatral en José Martí (2010), pesquisas con referencias textuales en común que crean perspectivas disímiles según las temáticas desarrolladas. Sobre el parentesco entre diversos textos de crítica, comenta Álvarez Álvarez: (…) tras lo aparencial noticioso, en las crónicas de Martí se halla latente una intención vinculada a la renovación de los tiempos desde una perspectiva que busca realzar actitudes democráticas, hechos internacionales, vibraciones del desarrollo ante la transformación humana.2 En este sentido, en su tribunicio, biografías, críticas, la creación estética 1 En pos de los trabajos realizados, el Centro de Estudios Martianos entregó a Luis Álvarez Álvarez la distinción ´´Pensar es servir´´ (2015), máximo reconocimiento que otorga esta institución académica. 2 Álvarez Álvarez, Luis: La crítica teatral en José Martí, Editorial Letras Cubanas, 2010, p.209. acompaña a la función política, en vínculo con las producciones culturales de cada contexto al que hace referencia. Los textos de crítica de Martí conectan con paradigmas informativos y se enmarcan en el género de la crónica. Para la valoración de estos, Álvarez Álvarez emplea la tipología propuesta por Yolanda Bache Cortés, que da seis variantes de géneros para comentar la crítica escénica de Manuel Gutiérrez Nájera, las cuales son: gacetillas informativas, medallones en los que retrata a actrices, crónicas sobre proyectos teatrales y críticas de las obras. La mencionada tipología, abarca numerosos escritos sobre el teatro social que caracterizó Martí, próximo al tránsito de la primera mitad del siglo XIX a la segunda, cuando se conformaban en países europeos los fundamentos del teatro naturalista. En sus textos, enunció la acción dramática, el trazado de caracteres e interpretación actoral, páthos y eticidad, que apuntan a la conmoción del espectador como experiencia estética con implicaciones sociales. Reconoció la identificación del público con la presentación escénica como elemento dinámico que conlleva a participaciones en el entorno social. Simultáneamente, comparó a los actores con oradores, advirtiendo que el aspecto fundamental de ambos quehaceres radica en la percepción de los espectadores, concepción estimulada por las producciones teóricas y teatrales de la época. Un período de práctica constante como crítico teatral, lo abarcó su estancia en México, donde trabajó como periodista en una columna fija de Revista Universal, espacio en el cual convergían criterios políticos, culturales y sociales de actualidad. En las crónicas que publicó en esta etapa, imbuido en el ambiente cultural y relaciones personales en el país, expuso temáticas relativas a la autonomía del teatro y de la literatura mexicana. El teatro mexicano que reclamó, durante la segunda mitad de la década del 70´, como puesta en escena de un lenguaje nacional y más representaciones de autores mexicanos, se caracterizó por una crítica explícita a la perspectiva eurocentrista. En varias crónicas publicadas en Revista Universal dio cuenta de los condicionamientos del rol eurocéntrico y la necesaria consolidación del teatro mexicano. Años después, fundamentó desde el periódico Patria las condiciones de materialización de un teatro nacional cubano en correspondencia con la gesta libertaria, posicionamientos estéticos y éticos, así como lazos entre producción cultural y proyecto nacionalista. Comentó la valía de un teatro destinado a los cubanos, que expresara con lenguaje propio la historia de la nación. Dedicó espacios al teatro cubano realizado fuera del país, lo que da cuenta de su interés hacia obras de autores en el exilio. En Patria, apoyó la actividad escénica promovida por cubanos en la migración y convocó a una de estas funciones: había celebrado, desde Patria en 1892, la actividad teatral-que describe (…) como prefiguración simbólica de la unidad entera del pueblo cubano- en un liceo de Cayo Hueso 3 . Comentario en el que se perciben consideraciones sobre la migración y la actividad escénica realizada por cubanos en Estados Unidos, que Martí consideró como representaciones de los procesos sociales de la Isla. Sus textos críticos en concordancia con su proyecto nacionalista, ponen de relieve las posiciones políticas de los autores y las obras. Si dedicó parte de sus valoraciones al drama griego, al teatro español del Siglo de Oro, y al drama isabelino, consolidó, en especial luego de su estancia en México, un marcado americanismo e importantes apuntes sobre el teatro hispanoamericano. También sus notas, semblanzas, algunas breves y otras más extensas, son prolongables a escritores cubanos como Francisco Días Covarrubias, Gertrudis Gómez de Avellaneda, José Jacinto Milanés, José María Heredia, Fernando Orzáis, y Rosario Acuña, que manifiestan su lazo con la literatura y el teatro cubano de su época. 3 Álvarez Álvarez, Luis: La crítica teatral en José Martí, Editorial Letras Cubanas, 2010, p.272 Como proyectos de teatro, marcados por la visión americanista, Martí pensó la escritura de El teatro en América, además de un estudio, con enfoque antropológico, sobre el teatro y las culturas originarias de este continente. Precedente de este proyecto es su crónica dedicada a la traducción de El Güegüense por Daniel G. Brinton, donde cita rituales, tradiciones e hibridación entre culturas originarias y españolas. Al decir de Álvarez Álvarez, la asociación entre voluntad continental- vocación americanista- y arte dramático (…) crecerá con el tiempo, y encontrará, catorce años después, sitio de obligado relieve en Nuestra América4, lo que acentúa los cruces entre proyectos político y cultural en la obra martiana. La crítica teatral en José Martí, promueve el estudio de esta materia, pues como antecedentes cuentan las argumentaciones de Rine Leal en ´´Martí y el Teatro´´5, prólogo al volumen dedicado a las obras dramáticas, y artículos breves que no agotan o sistematizan esta línea temática. Lo ensayado por Álvarez Álvarez, aporta un punto de vista sobre el proyecto cultural martiano en identificación con el arte dramático, procesos y autores del siglo XIX. Valora los ejes fundamentales de las concepciones del teatro de Martí como cronista y crítico de las artes escénicas de su época. Además, referencia representaciones del teatro mexicano, parte del movimiento teatral dentro y fuera de Cuba, tendencias estéticas y escuelas predominantes. La forma de escritura del estudio de Álvarez Álvarez, presenta detalles de textos como cartas y poemas referidos al teatro, lo que da una visión integradora de cada una de las críticas señaladas. El autor apunta la contextualización de la escritura de Martí en vínculo con la producción literaria y teórica de su época, la percepción participante del crítico sobre la cultura como contexto de creación artística, creando correspondencias entre la crítica de teatro y acción política. 4 Ibídem, p. 281. Leal, Rine: ´´Prólogo a José Martí´´, en: Teatro, Editorial Letras Cubanas, La Habana, Cuba, 1981, pp. 7-30. 5 Para próximos estudios quedan pendientes más apreciaciones sobre obras y dramaturgos del siglo XIX analizados por Martí, además de la actualidad de sus criterios para la crítica teatral contemporánea. Así como se estudian escuelas y tendencias teatrales, son convenientes las investigaciones sobre textos de crítica, específicamente de teatro cubano, de críticos y/o autores enlazados con distintos géneros literarios como la narrativa y poesía. Elementos de teatralidad en la narrativa de Martí, así como sus textos vinculados a la ópera y danza, son indagaciones que merecen tanta atención como sus críticas de teatro y aportan configuraciones más complejas sobre la percepción martiana de las artes escénicas.