XIV Reunión Nacional de Cuaternario, Granada 2015 ANÁLISIS DE LA DEFORMACIÓN FRÁGIL EN LAS ISLAS DE TENERIFE Y LANZAROTE (ISLAS CANARIAS, ESPAÑA). RESULTADOS PRELIMINARES M.A. Rodríguez-Pascua (1), N. Sánchez (2), R. Pérez-López (1), M.A. Perucha (1), I. Galindo (2), C. Romero (3) (1) Instituto Geológico y Minero de España. Madrid. SPAIN. ma.rodriguez@igme.es, r.perez@igme.es, ma.perucha@igme.es (2) Instituto Geológico y Minero de España. Unidad Territorial de Canarias. SPAIN. n.sanchez@igme.es, i.galindo@igme.es (3) Facultad de Geografía. Universidad de la Laguna. La Laguna. SPAIN. mcromero@ull.es Abstract (Brittle strain analysis in Tenerife and Lanzarote islands (Canary Islands, Spain). Preliminary results): One of the parameters that control the dynamics of a zone is the strain field. The studies of brittle strain in Canary Islands are scarce, for this reason this paper is focussed in the study of microfaults by means of fault population analysis in Tenerife and Lanzarote islands. After the fault analysis it is possible to observe two perpendicular strain fields in both islands. The NW-SE field is associated to the extension of the middle Atlantic dorsal, named Atlantic Field. The other strain field have a mean direction perpendicular to the Atlantic Field, named Local Field. Palabras clave: Análisis de la deformación frágil, análisis poblacional de fallas, campo de deformación, Islas Canarias. Key words: Brittle strain analysis, fault population analysis, strain field, Canary Islands. INTRODUCCIÓN Uno de los parámetros que controla la geodinámica de un área es la orientación del campo de esfuerzos con respecto a las principales estructuras. Para poder establecer la orientación de los campos de deformación generados por los esfuerzos se pueden utilizar técnicas de “análisis poblacional de fallas” (APF) aplicadas al estudio de la microfracturación. El conocimiento de los tensores de deformación en una zona intraplaca es una herramienta necesaria para establecer qué fallas están orientadas preferentemente ante este campo de deformación y por tanto son susceptibles de ser activas. En el caso de las Islas Canarias tiene una aplicación directa al tectovolcanismo y las erupciones recientes. En este trabajo se presentan los resultados preliminares del APF realizado en las islas de Tenerife y Lanzarote, utilizando métodos geométrico-cinemáticos. SITUACIÓN GEOGRÁFICA Y GEOLÓGICA Las islas de Tenerife y Lanzarote son islas volcánicas intraplaca ubicadas a unos 100 km del borde noroccidental africano (Fig. 1). Tras la fase inicial de seamount submarino, la evolución geológica de ambas islas está caracterizada por la formación de escudos volcánicos miocenos. Durante esta etapa, se construyen los edificios de Ajaches y Famara en Lanzarote (15.5-3.8 Ma) y los de Roque del Conde al sur, Teno al NW, y Anaga al NE, en Tenerife (11.6-3.6 Ma) (Ancochea et al., 1990, 1996). En el Plio-Pleistoceno y después de un periodo de calma eruptiva, la actividad continúa, en Lanzarote, con la formación de múltiples erupciones basálticas fisurales, con un máximo en el Pleistoceno Inferior (Ancochea et al., 1996). En Tenerife, el volcanismo fonolítico central que dio lugar a la formación de los conjuntos de Cañadas (profundamente afectado por procesos de colapso) y del Teide (que prolonga su actividad hasta tiempos históricos) coexiste con la actividad de las dorsales NW y NE, y con la formación de múltiples edificios monogenéticos basálticos distribuidos por toda la isla. Fig. 1: Situación geográfica de las islas Canarias y las islas estudiadas en este trabajo: Tenerife y Lanzarote (archipiélago de Canarias). ANTECEDENTES Los trabajos sobre deformación frágil en Canarias quedan fundamentalmente ligados al estudio de diques (p.e. Stillman, 1987, Fernández et al., 2006). En general son escasos pudiendo citar, entre otros, los estudios de Fernández et al. (2002) en La Palma, Marinoni y Pasquarè (1994) en Lanzarote, y en Tenerife los trabajos de Galindo (2005), Llanes et al. (2003) en la parte sumergida del macizo de Anaga, o Marinoni y Gudmundsson (2000) que realizan un estudio de paleoesfuerzos en los Macizos antiguos de Anaga y Teno en el que además de diques utilizan fallas con estría. Estos autores ponen de manifiesto la necesidad de realizar este tipo de estudios en el archipiélago para tener una mejor comprensión de la estructura de las islas. METODOLOGÍA Mediante el análisis mecánico de fallas con estría se puede obtener el campo de deformación en un área o región geográfica. Los métodos de análisis poblacional de fallas utilizados en este trabajo son los siguientes: Método de los Diedros Rectos (Pegoraro, 1972; Angelier y Mechler, 1977) (geométrico-cinemático). XIV Reunión Nacional de Cuaternario, Granada 2015 Modelo de Deslizamiento (De Vicente, 1988; a partir del modelo de Reches y Dietrich, 1983). El método base sobre el que se ha trabajado es el Modelo de Deslizamiento (De Vicente, 1988), por su clara representación gráfica y por tratarse de un método directo. Esto permite separar subpoblaciones de fallas compatibles con diferentes direcciones de máximo acotamiento en la horizontal (Dey). Se pueden deducir también los sentidos de movimiento en las fallas en las que no se hayan podido observar en el campo (De Vicente, 1988; Capote et al., 1991). El Método de los Diedros Rectos (Pegoraro, 1972; Angelier y Mechler, 1977), se ha utilizado en todas las estaciones y, especialmente, para determinar la orientación de direcciones de Dey en subpoblaciones. Estas subpoblaciones se obtienen al dividir, por el Modelo de Deslizamiento, poblaciones de estaciones polifásicas. Según De Vicente y Simón Gómez (1991), el Modelo de Diedros Rectos, como está definido, no permite solucionar el problema de eliminar fallas pertenecientes a diferentes etapas de deformación. Por tanto, se ha utilizado en estaciones monofásicas, y en polifásicas separadas en subpoblaciones monofásicas. Una vez realizado el análisis poblacional de fallas y calculado el tensor de deformación para cada estación de medida, se pasará a la elaboración de mapas de trayectorias de deformación para cada campo deducido. Para el cálculo de las trayectorias de deformación se ha utilizado el método de interpolación de tensores locales desarrollado por Lee y Angelier (1994) en su programa TRAJECT. Así, se ha podido determinar la evolución del campo de deformación regional que ha estructurado la zona durante el Mioceno superior-Cuaternario. De esta manera, se obtienen las características locales (estación a estación) y regionales del campo de esfuerzos al realizar la interpolación de los tensores locales. Estos métodos han sido ampliamente utilizados en diferentes áreas del mundo para el cálculo del tensor de deformación (González-Casado et al., 2000, Herraiz et al. 2000, Giner-Robles et al., 2003, 2009; Olaiz et al., 2009). Para el APF es necesario contar con el par datos plano de falla – estría (Fig. 2), en la actualidad se Fig. 2: Falla con estrías normal direccionales en materiales, en dique sienítico (San Miguel de Abona, Tenerife). han medido 444 fallas en Tenerife (en 38 estaciones) y 188 en Lanzarote (en 20 estaciones) (Fig. 3). Fig. 3: Estación de medida en fallas normal direccionales en la Montaña de los Dolores (Pleistoceno) (Mancha Blanca, Lanzarote). DISCUSIÓN Una vez analizados los datos mediante los métodos de APF se han obtenido las direcciones de Dey para cada estación, habiendo diferenciado para su representación las que corresponden a una componente principalmente inversa, normal y en dirección. En la mayoría de las estaciones de medida analizadas se observan dos campos de deformación superpuestos, que muestran una dirección de Dey perpendicular entre sí, uno de dirección media NOSE y otro NE-SO (Figs 4 y 5). Si se tiene en cuenta la dirección de apertura de la Dorsal Centroatlántica el campo NO-SE quedaría influenciado por esta apertura, por lo que lo hemos denominado Campo Atlántico, mientras que el NE-SO se ha denominado Campo Local. En el caso de Lanzarote el Campo Atlántico queda peor definido que el Campo Local, con 7 estaciones con esta orientación media. Sin embargo, el Campo Local tiene más puntos repartidos en la superficie de la isla, estando presente en 16 estaciones (Fig. 4). Las trayectorias de deformación de este este Campo Local muestran una traza sigmoidal, tendiendo a ser N-S en los macizos antiguos, situados en los extremos norte y sur de la isla, y NE-SO en las zonas centrales, caracterizadas por un volcanismo plio-pleistoceno e histórico. En esta zona central el tensor de deformación tiende a ser fundamentalmente extensivo pasando a direccional en la zona norte al llegar a los macizos antiguos. Para Tenerife se obtiene un resultado muy similar (Fig. 5), aunque en este caso ambos campos de deformación quedan bien definidos por un número significativo de estaciones. El trabajo de Marinoni y Gudmundsson (2000) también indica la presencia de estos dos campos de deformación, tanto para el Macizo de Anaga como el de Teno. El Campo Local también tiene una distribución sigmoidal, de dirección NE-SO en la zona noreste, oeste y sur, tendiendo a ser E-W en la zona central de la isla. Las estaciones que se han medido en el material deslizado de macrodeslizamiento de Abona (Dávila Harris et al., 2014) aparecen en gris en la figura 4 y no tienen peso en el cálculo de las trayectorias de deformación. Se han incluido por presentar coherencia con el resto de estaciones sin que se haya podido discriminar por el momento si son consecuencia del propio deslizamiento o son fracturas posteriores a dicho evento. XIV Reunión Nacional de Cuaternario, Granada 2015 Referencias bibliográficas Ancochea, E., Fúster, J., Ibarrola, E., Cendreros, A., Coello, J., Hernan, F., Cantagrel, M., and Jamond, C. (1990): Volcanic evolution of the island of Tenerife (Canary Islands) in the light of new K-Ar data. , J. Vol. Geoth. Res., 44, 231–249. Ancochea, E., Brändle, J.L., Cubas, C.R., Hernán, F. and Huertas, M.J. (1996): Volcanic Complexes in the Eastern Ridge of the Canary Islands: The Miocene activity of the island of Fuerteventura, J. Vol. Geoth. Res., 70, 183– 204. 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Estos son resultados preliminares de los datos tomados hasta el momento. Con esta información podemos inferir que ambos campos han coexistido desde el inicio del volcanismo que generó el archipiélago de Canarias, ya que las dos poblaciones de datos se observan desde materiales pertenecientes a los macizos antiguos hasta en los materiales más modernos. El Campo Atlántico estaría ligado a la apertura de la dorsal y al arrastre de la corteza oceánica, mientras que el local estaría condicionado por las grandes líneas de debilidad de dirección NE-SO generadas por la apertura de la dorsal en la corteza oceánica. Su disposición sigmoidal correspondería al giro sufrido por el archipiélago desde su origen hasta la actualidad al irse desplazando por la apertura del Atlántico y girando con respecto al polo euleriano situado al N. Agradecimientos: Este trabajo ha sido financiado por el proyecto VOLTEC-3T del Organismo Autónomo de Parques Nacionales (Ref. 569/2012). Fig. 5: Estaciones de medida de APF y resultados preliminares para la isla de Tenerife de las direcciones de Dey y trayectorias de deformación obtenidas: A) Campo Atlántico y B) Campo Local. XIV Reunión Nacional de Cuaternario, Granada 2015 Tesis Doctoral, Univ. Complutense de Madrid, Publ. Univ. Compl. Madrid, Madrid: 317 p. De Vicente, G. y Simón Gómez, J.L. (1991): Análisis Poblacional de Fallas. III Reunión de la Comisión de Tectónica de la Sociedad Geológica de España, Guadalajara: 85 p. Fernández C.; De la Nuez J.; Casillas R. y García Navarro E. (2002): Stress fields associated with the growth of a large shield volcano (La Palma, Canary Islands), Tectonics, 21, 4, 1031, doi:10.1029/2000TC900038. Fernández, C.; Casillas, R.; García Navarro, E.; Gutiérrez, M.; Camacho, M. A. y Ahijado, A. (2006): Miocene rifting of Fuerteventura (Canary Islands), Tectonics, 25, TC6005, doi:10.1029/2005TC001941. Galindo, I. 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